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Acción Popular
Acción De Grupo
Acción de Cumplimiento
Derecho de Petición (Pre - a la Acción de Tutela).
Las acciones populares son el mecanismo de protección de los derechos e intereses colectivos y difusos
enunciados en el artículo 88 de la Constitución Política, el artículo 4 de la Ley 472 de 1998 y en el artículo
144 de la ley 1437 del 2011.
Ambiente sano
Moralidad administrativa
Equilibrio ecológico
Manejo y aprovechamiento racional de recursos naturales
Espacio público
Utilización y defensa de bienes de uso público
Patrimonio público y cultural de la nación
Seguridad y salubridad públicas
Acceso a infraestructura de servicios que garantice la salubridad pública
Libre competencia económica
Acceso a servicios públicos y prestación eficiente y oportuna
Prohibición de fabricación, importación, posesión y uso de armas químicas, biológicas y nucleares
Prohibición de introducción al territorio nacional residuos nucleares o tóxicos
Seguridad y prevención de desastres, previsibles técnicamente
Derechos de los consumidores y usuarios
Realización de construcciones dando prevalencia al beneficio de calidad de vida de los habitantes
Las acciones populares se caracterizan por poseer un carácter preventivo y restaurador de los derechos e
intereses colectivos. “Las acciones populares se ejercen para evitar el daño contingente, hacer cesar el
peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre los derechos e intereses colectivos, o restituir las
cosas a su estado anteriores cuando fuere posible” (artículo 2 de la Ley 472 de 1998).
La acción popular es una acción pública, lo cual significa que puede interponerla cualquier persona. La
Ley 472 (artículo 12) dispone que son titulares de esta acción, esto es, están legitimados para usarla:
Para ejercitar una acción popular no se requiere actuar a través de abogado (artículo 13), cuando se
interponga sin la intermediación de abogado la Defensoría del Pueblo podrá intervenir en el respectivo
proceso.
Las acciones populares pueden ejercitarse contra el Estado o contra los particulares, según sea quien
viole o amenace los derechos o intereses colectivos. En este sentido la Ley 472 señala en su artículo 14 que
“la acción popular se dirigirá contra el particular, persona natural o jurídica, o la autoridad pública
cuya actuación y omisión se considere que amenaza, viola o ha violado el derecho o, interés colectivo” e
incluso se puede demandar sin que estén determinados los responsables, previendo esta situación la ley
agrega: “En caso de existir vulneración o amenaza y se desconozcan los responsables, corresponderá al juez
determinarlos”.
Si se adelanta contra entidades públicas o personas privadas que cumplen funciones públicas conoce la
jurisdicción contencioso administrativa, concretamente en primera instancia los jueces administrativos
y en segunda el Tribunal Administrativo del respectivo Departamento, hasta tanto no se creen los
juzgados administrativos tendrán la competencia en primera instancia los Tribunales Administrativos y en
segunda el Consejo de Estado. Si se adelanta contra particulares conoce la jurisdicción ordinaria,
específicamente los jueces civiles del circuito (artículo 15 y 16). Excepcionalmente puede presentarse
ante el Juez Civil Municipal o Promiscuo Municipal, quien lo remitirá inmediatamente al Juez Civil de
Circuito competente.
¿Qué características tiene la sentencia que se dicta respecto de una acción popular?
En cuanto a sus efectos, la sentencia es cosa juzgada respecto de las partes y el público en general
(artículo 35). En cuanto a su contenido, si es favorable: da una orden de hacer o no hacer. Además se podrá
condenar al pago de perjuicios a favor de la entidad pública que cuida del bien protegido para que se realicen
las conductas necesarias para el restablecimiento.
La Ley 1425 del 2010 derogó los artículos 39 y 40 de la Ley 472 de 1998. El primero radicaba en cabeza del
demandante en una acción popular el derecho a recibir un incentivo, que el juez podía fijar entre 10 y 150
salarios mínimos mensuales.
Estas acciones están instituidas para proteger a un grupo de personas que han sido afectadas por la misma
causa. La identidad del grupo la determina el daño. El número de personas debe ser de 20 o más.
Su finalidad es por consiguiente reparadora, tienen carácter indemnizatorio, con ellas se puede conseguir
el pago de una suma de dinero para reparar los daños ocasionados.
Tienen una gran utilidad, garantizan la economía procesal, pues con su uso se evita que el mismo asunto
se ventile mediante procesos individuales (sustituyen una acumulación subjetiva de pretensiones).
Cualquier persona perteneciente al grupo afectado, por consiguiente puede afirmarse que este tipo de
acciones son de carácter privado, pues no la puede instaurar una persona que no pertenezca a dicho grupo.
Este mecanismo requiere ser ejercido mediante abogado.
Al igual que sucede con las acciones populares, puede demandarse al Estado, a los particulares que
ejercen una función pública o a los particulares que ejercen una actividad privada, según quien sea el
responsable del daño al número plural de personas.
Si el presunto responsable del daño es el Estado o un particular que ejerce función pública, el juez que
conoce del asunto es el contencioso administrativo, en la actualidad el Tribunal Administrativo del respecto
Departamento. Si el responsable es una persona particular que no ejerce función pública sino una actividad
de carácter privado el juez indicado es el juez ordinario, concretamente un juez civil de circuito.
Los perjudicados cuentan con un término de dos años para demandar, este es el término de caducidad de la
acción de clase, dicho término se cuenta desde la fecha en que se causó el daño o terminó la acción
vulnerante causante del mismo.