Está en la página 1de 1

Stevens García Novoa – A00355784

Un primer secreto: la ignorancia

Johan y Marianne son una pareja promedio, ambos de mediana edad, padres de dos hijas y como
muchos matrimonios, aparentemente felices. Poseen características propias de una buena familia,
funcional y feliz; y, además de todo ello, son completamente ignorantes. La ignorancia propiamente
dicha, permea la falta de conocimiento como término general. Esta puede manifestarse de forma
involuntaria o no, y el caso de Johan y Marianne no deja en duda la voluntariedad que esta presenta.
Ya desde el comienzo de la entrevista, se aprecia de forma clara y manifiesta de múltiples maneras, la
incomodidad y falta de complementariedad que existe entre ambos. No solo son completamente
opuestos en sus actitudes y opiniones, sino que expresan un desasosiego casi insoportable
demostrado con una expresión corporal tensa, forzada y muy fingida. Aquí entonces solo podríamos
inferir la manifestación clara de un matrimonio infeliz, poco afectuoso y obligado a simplemente
soportarse. Pero esto, por muy claro que parezca en una primera instancia, no hace parte de la
cotidianidad que la pareja vive. Es más, para sus mejores amigos, Peter y Katarina; los cuales no
tienen ni por asomo un matrimonio feliz, la pareja es un ejemplo para seguir en muchos aspectos de la
relación sin tener ni la más mínima idea de cuán alejados de esa realidad Marianne y Johan están.

La ignorancia al hecho de que ambos no son felices es el principal motivo por el que el matrimonio aun
se mantiene. Ese es el idioma que ambos cónyuges comparten. Tanto Johan como su esposa poseen
muy buenas cualidades como individuos, son profesionales, poseen estabilidad mental y emocional y
desempeñan bien su papel como padres; además, tienen pensamientos muy respetables en cuanto a
la concepción de la realidad manifestada en su creencia o no en la fe religiosa, lo que nos deja ver un
pensamiento profundo y crítico. Pero es precisamente eso lo que ninguno de los dos asume como
cierto, aquello que ambos ignoran, que cada uno representa un muy buen partido como individuo, pero
juntos no forman ni por asomo una buena pareja. Sumado a esto, su unión en el pasado se dio solo
como fruto de la tristeza y la sensación de soledad mas no como resultado del amor mutuo. Por ello,
Johan y Marianne son completamente ignorantes. Y esta ignorancia a la realidad solo se alimenta de
la ignorancia a los problemas, a las emociones y a los sentimientos. Reflejado en las palabras de
Marianne cuando admitía que no existían problemas entre ellos pero que eso ya era un problema. Ser
ignorante a la realidad procede muy probablemente del miedo a la pérdida. A la pérdida de una familia,
de una estabilidad o incluso de una identidad, como es el caso de Marianne. Esta falta de
conocimiento inducida por la propia voluntad no conlleva sino al fracaso del matrimonio y al
impedimento a la aparición de un amor real.

También podría gustarte