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Artículo de reflexión

P roblemas epistemológicos
de la psicología contemporánea
Epistemological Problems of Contemporary Psychology

Dr. Andrés Cappelletti1


DOI: 10.17533/udea.rp.v9n2a12

Recibido: 28 de mayo de 2017. Aceptado: 16 de junio de 2017. Aprobado: 11 de septiembre de 2017.

Resumen Abstract
En primer lugar, este trabajo expone las dificultades Firstly, this paper analyzes the difficulties encountered
que se encuentran al intentar realizar un análisis in the attempt to carry out a reductionist analysis of the
reduccionista de la complejidad del mundo del cono- complexity of the scientific knowledge world; it is sta-
cimiento científico; se afirma que para una considera- ted that for an integral consideration of contemporary
ción integral del conocimiento científico y tecnológico scientific and technological knowledge, it is necessary
contemporáneo es necesario un estudio que se dirija a an analysis that addresses its multidimensionality.
su multidimensionalidad. En segundo lugar, se abordan Secondly, the epistemological problems of psychology
los problemas epistemológicos de la psicología en lo are dealt in relationship with the fragmentation of the
que se refiere a la fragmentación del campo disciplinar, disciplinary field, with the problem of the scientificity
al problema de la cientificidad de la disciplina y a los of the discipline and with the problems related to the
problemas vinculados a las relaciones entre la psicología links between psychology and philosophy. Finally, it
y la filosofía. Finalmente, se destaca la necesidad de highlights the need to return to a meditation on the
retornar a una meditación sobre el alma-psykhé, si la soul-psykhé if what it is meant is to contribute to a
pretensión es contribuir a una crítica dirigida a la cons- critique aimed at the constitution of psychology as a
titución de la psicología como tecnociencia reguladora regulating technoscience of behaviors.
de los comportamientos.

Palabras clave: Epistemología, Ciencia, Alma, Psykhé, Keywords: Episthemology, Science, Soul, Psykhé, Con-
Contemporaneidad. temporaneity.

Para citar este artículo en APA: 1. Universidad Abierta Interamericana, Argentina. Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Orcid: https://
Cappelletti, A. (2017). Problemas orcid.org/0000-0001-6854-4395. Correo electrónico: andrescappelletti1@gmail.com
epistemológicos de la psicología
contemporánea. Revista de psicología
Universidad de Antioquia, 9(2),
págs. 189-204.
DOI: 10.17533/udea.rp.v9n2a12
Vo l. 9. N o. 2. Julio - Dic iemb re d e 2017

1. Algunos problemas
En términos históricos, la
epistemológicos ciencia se ha convertido en
generales la forma de conocimiento
más valorada y más
En términos generales, es posible afirmar que prestigiosa, a tal punto
cuando se utiliza el término epistemología se que se ha identificado con
hace referencia al menos a dos cosas: la prime- frecuencia a la actividad
ra, –y en un sentido más específico– se designa científica como la única
con él al conjunto de reflexiones producidas actividad cognoscitiva
desde el pensamiento filosófico, que toman humana que tiende a la
por objeto al conocimiento científico. En este producción de conocimientos
sentido, la epistemología es una parte de la verdaderos en función de su
filosofía relativamente nueva, puesto que surge racionalidad, de su método
durante el siglo XIX y se constituye tal vez en la y de su apego a los hechos
región más vital de la filosofía durante el siglo derivados de la experiencia.
XX. La segunda, puede llamársele también epis-
temología —aunque en un sentido menos preciso
que el anterior— a la reflexión general sobre
el conocimiento que inaugura la aparición del cional, racional y sistemática, que se encuentra
logos griego, es decir la aparición de la ciencia sometida a la exigencia de la comunicabilidad
y de la filosofía que es posible situar en el si- de las ideas, a la crítica racional y a la validación
glo VI a.C. en Grecia. Tal aparición, entendida de sus resultados.
como un intento por comprender en términos
racionales lo que ocurre tanto en el mundo de En términos históricos, la ciencia se ha conver-
la naturaleza como en el mundo humano —in- tido en la forma de conocimiento más valorada
190 dicado más adelante— conlleva necesariamente y más prestigiosa, a tal punto que se ha iden-
a una reflexión sobre las condiciones en las que tificado con frecuencia a la actividad científica
un conocimiento verdadero ha de ser posible. como la única actividad cognoscitiva humana
que tiende a la producción de conocimientos
Por su parte, la palabra ciencia designa una verdaderos en función de su racionalidad, de su
realidad compleja y en ocasiones signada por método y de su apego a los hechos derivados de
aspectos contradictorios, que puede entenderse la experiencia (Newton Smith, 1987; Chalmers,
como conjunto sistemático de conocimientos, 1997). En este sentido, la ciencia se ha instituido
pero que también es, indudablemente, una como criterio de delimitación de la verdad; esto
actividad humana que forma parte de procesos significa que los saberes que no asumen la forma
históricos, sociales, políticos y económicos que establecida por los criterios de cientificidad
en grados diversos determinan la producción de dominantes son con frecuencia menosprecia-
aquellos conocimientos (Díaz de Kobila y Cappe- dos y desacreditados como pertenecientes al
lletti, 2008). En tanto empresa de producción de campo de la no-verdad, ya sea como meras
conocimientos se trata de una actividad inten- creencias, como mitos, o como pseudociencias.

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Aquellos criterios de cientificidad dominantes
se encuentran tomados de las ciencias que, al La alianza entre la ciencia,
menos desde los inicios de la modernidad, han la tecnología y el poder
tenido los éxitos más avasallantes; se trata resulta indiscutible, aunque
de la biología, de la química y especialmente parece imprescindible tener
de la física. Las ciencias o las disciplinas que en cuenta que se trata de
no obedecen a tales criterios epistémicos han un fenómeno históricamente
padecido una valoración negativa que muchas determinado, de una
veces conduce a una desacreditación completa forma específica que en
del valor de sus logros (Hernani, 2013); se trata ningún sentido es esencial
de las ciencias sociales en general, y de sabe- ni fundamentalmente
res de difícil ubicación como el psicoanálisis, necesaria.
el marxismo, el anarquismo, la etnología, etc.

Al mismo tiempo, la ciencia ha devenido en


modelo o paradigma del conocimiento puro al- desvinculadas. Por el contrario, la ciencia y la
canzado a través de una búsqueda desinteresada técnica han construido un entramado que lleva
y objetiva de la verdad (Brunetti, 2010), por a algunos a mencionar la existencia de una tec-
lo tanto, es incuestionable en términos éticos, nociencia —lo que representaría más que una
separada o en contraposición con las aplicacio- unión, una fusión de estas dos entidades—, en
nes tecnológicas de las investigaciones cientí- una época que se caracteriza por la potencia
ficas —las cuales procuran la manipulación, la productiva de la ciencia, por su capacidad para
transformación y el dominio de la naturaleza—, generar ideología en una sociedad tecnológica
que efectivamente sí podrían ser susceptibles y por su omnipresencia en la vida social, comu-
de una ponderación moral. nitaria e individual (Habermas, 1984).

En este sentido, el concepto de ciencia se La alianza entre la ciencia, la tecnología y 191


distingue del concepto de técnica. En cuanto el poder resulta indiscutible, aunque parece
a la ciencia, su ámbito propio se hallaría en el imprescindible tener en cuenta que se trata
discurso teórico y en la búsqueda de conoci- de un fenómeno históricamente determinado,
mientos objetivos y verdaderos o verosímiles. de una forma específica que en ningún sentido
La técnica, en cambio, podría ubicarse en el es esencial ni fundamentalmente necesaria.
campo de la práctica y su objetivo sería el de Se trata de una práctica social que encuentra
conseguir aplicaciones útiles. Sin embargo, esta sus determinaciones en una época histórica
diferenciación resulta una simplificación y al específica —la nuestra— y que habrá de mo-
mismo tiempo un reduccionismo, tanto en tér- dificarse cuando aquellas determinaciones se
minos históricos como en términos actuales. Las transformen. La indudable participación activa
relaciones entre la ciencia y la técnica han sido y en algunos casos protagónica de la ciencia en
complejas, incluso en los diferentes momentos las actividades de destrucción y de dominio, sus
de las distintas sociedades —y en nuestra con- efectos devastadores con respecto al medioam-
temporaneidad— se encuentran lejos de hallarse biente, la manipulación y la domesticación del

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individuo a la que conduce, son todas acciones políticas, económicas, culturales y subjetivas
que parecen contradecirse con aquellos logros que en conjunto constituyen el presente de las
que tienden a mejorar o a prolongar la vida ciencias. Finalmente, es posible ubicar tam-
humana y ciertas condiciones materiales en bién una dimensión social de las ciencias que
las que ésta se desarrolla. En síntesis, con sus se refiere a los vínculos que mantiene con los
innumerables contradicciones, la ciencia tanto estados y con los procesos productivos propios
como la tecnología no dejan de ser prácticas del capitalismo, a las innumerables concrecio-
humanas sometidas a condiciones históricas y nes materiales de la tecnología que ella inspira
sociales que las determinan y eventualmente y que constituyen elementos esenciales en la
las modificarán en un sentido que no es posible cultura y en la vida contemporánea.
prever.
Una compresión integral de las ciencias exige
Cuando se habla de ciencia es necesario com- entonces la consideración de al menos estas tres
prender que se trata de una realidad compleja dimensiones; sin embargo, ha sido frecuente la
y pluridimensional (Cappelletti, 2007), esto reducción de las explicaciones acerca de la reali-
significa que existen varias dimensiones que es dad de las ciencias en torno a su dimensión teóri-
preciso tener en cuenta si lo que se pretende es ca, es decir a aquella faceta en la que la ciencia
describir o analizar integralmente las realidades se constituye como un sistema de producción
que la ciencia ofrece en su existencia. de conocimientos: enunciados que describen o
explican en términos racionales y metódicamente
En primer lugar, se podría designar una existen- algún aspecto del funcionamiento del mundo.
cia teórica o discursiva de la ciencia, aquella Esta reducción de la explicación de la existencia
en la que se presenta como un sistema de pro- de la ciencia a sus aspectos lógicos y metodoló-
ducción de conocimientos sujetos a exigencias gicos no es ingenua o azarosa, pues cumple la
racionales, a la reproductibilidad pública de función de obturar las preguntas que deberían
los resultados, al empleo de un método o de un surgir acerca de las relaciones entre la ciencia
192 conjunto de métodos. Se trata sin duda de la y las estructuras de poder político, económico
dimensión más visible de las ciencias y aquella y militar, que son las que en definitiva definen,
que tradicionalmente ha sido objeto de la mi- financian y promueven una forma determinada
rada epistemológica. En términos de ejemplo, de investigación científica, dirigida a la consecu-
podría decirse que la biología evolucionista ción de objetivos que les son convenientes, así
debe estudiarse a partir de y fundamental- —al mismo tiempo— desalientan cualquier otra
mente en la obra El origen de las especies de dirección que podrían asumir las indagaciones.
Charles Darwin (y de todas las derivaciones
teóricas que ella suscitó), o que el psicoanálisis Esto conduce de forma directa a la pregunta
es estrictamente aquello que comienza con La por los intereses, los valores y los proyectos a
interpretación de los sueños. En segundo tér- los que responden los diferentes tipos de sabe-
mino, puede decirse que también la ciencia, res (Habermas, 1984). Está claro que no existe
como toda práctica social humana, presenta algún tipo de jerarquía ‘natural’ o absoluta en
una dimensión histórica referida naturalmente cuanto a los diferentes tipos de conocimientos,
al pasado y a las complejas determinaciones ni tampoco un criterio objetivo para valorarlos.

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Sin duda, si lo que se quiere es dominar y manipu- sujeto, dotado de teorías, de técnicas y de un
lar activamente el mundo natural —y también esa conjunto de procedimientos metódicos que le
peculiar forma de naturaleza que es la naturaleza resultan apropiados, también con una particular
humana—, la tecnociencia contemporánea resulta forma de ver y de representarse el mundo, se
sumamente eficaz y el mundo en su estado actual plantea preguntas o problemas relativos a algu-
es por entero una prueba de su éxito. Pero si se na parte del mundo natural o social. A propósito
tiene otra visión del mundo, si se lo percibe de de esta relación entre el sujeto y el objeto es
otros modos, si las sociedades y los individuos que es posible hablar de un primer nivel del
tienen en definitiva otra imagen de sí mismos y del conocimiento que —como se ha señalado arri-
mundo o, en otros términos, si los valores rectores ba— pretende obtener resultados o respuestas
no son exclusivamente los del capitalismo —la efi- objetivas, es decir desprendidas de la subjetivi-
cacia, el rendimiento y la ganancia— otras formas dad de los investigadores. Además, tiene que ser
de conocimiento y de ciencia, otros lenguajes y comunicable −lo que implica estar expuesto a la
otros métodos serían posibles. crítica− y promover el consenso o el disenso de
Para fabricar ordenadores, cohetes o centrales
la comunidad científica que comparte esa forma
nucleares, la ‘mejor’ ciencia es, ciertamente, de ver y de representarse el mundo.
la ciencia moderna. Pero para llevar una vida
contemplativa o preservar la naturaleza, sin Pero cuando ese conocimiento se hace a su vez
duda son más útiles otros conocimientos. Podría objeto de reflexión, es decir cuando el sujeto
suceder que todos los alegatos a favor y en contra se pregunta sobre las condiciones, la posibilidad
de la ‘ciencia’ no fueran epistemológicos más que
y la validez de aquel primer nivel de conoci-
superficialmente. En lo más recóndito, si se me
permite decirlo así, el verdadero tema es una miento, se está en presencia de un segundo
cuestión ética y política. A saber: ¿cómo hay que nivel del conocimiento —el conocimiento del
percibir el mundo, integrarse y comportarse en conocimiento— en el que se sitúa la reflexión
él? El culto a la ciencia, en estas condiciones, no epistemológica.
es más que la expresión de una convicción filosó-
fica: al estimar que poseen la mejor concepción
del mundo, ¡los occidentales se imaginan que
En términos generales, los científicos no se 193
pueden, por la misma razón, exhibir los ‘mejores’
ocupan de este segundo nivel de conocimientos,
conocimientos, cualesquiera que sean! (…) Todo a excepción de aquellos momentos en los que
lo que puede servir a la realización de este pro- se producen descubrimientos revolucionarios
yecto tan particular se presenta como ‘racional’; que generan nuevos conceptos y que rompen
y el resto es arrojado a las tinieblas exteriores
con las reglas aceptadas y establecidas para la
(mentalidad primitiva, irracionalismo, magia,
misticismo, etc.) (Thuillier, 1990, pp. 24-25).
producción de nuevos conocimientos. En esos
momentos revolucionarios de la ciencia resulta
Además, podría decirse que el acto de conoci- necesario rever las categorías epistémicas bá-
miento, en principio, puede definirse como el sicas y reconstruirlas en función de las nuevas
encuentro entre un sujeto o un grupo de sujetos ideas. En este movimiento de reflexión situado
que pretende conocer y un objeto a ser conoci- en aquel segundo nivel de conocimiento, con
do. Especialmente en los dominios propios de frecuencia los científicos se ven obligados al uso
esa forma particular de conocimiento que es la de conceptos y nociones propias de la filosofía,
ciencia, el conocimiento se produce cuando el en función de su extensa tradición centrada en

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ciencias naturales —las únicas ciencias para


Pero cuando ese Freud— y que sólo de una manera transitoria,
conocimiento se hace hasta que fuera suplantado por el avance de
a su vez objeto de las ciencias neuroquímicas, el psicoanálisis era
reflexión, es decir cuando una forma válida de comprender y de resolver
el sujeto se pregunta los trastornos neuróticos. Y si bien esta posición
sobre las condiciones, la puede considerarse una declaración de com-
posibilidad y la validez promiso como parte del intento por legitimar
de aquel primer nivel de la nueva disciplina en el clima determinista y
conocimiento, se está en biologista dominante en la época, recién en el
presencia de un segundo año de su muerte, en el inconcluso Compendio
nivel del conocimiento de Psicoanálisis Freud declara que poco hay que
—el conocimiento del esperar del desarrollo de las ciencias naturales
conocimiento— en el en relación al psicoanálisis, cuyo dominio es
que se sitúa la reflexión sustancialmente diverso al de aquellas.
epistemológica.

2. Problemas
los problemas de la razón y del conocimiento. Se
epistemológicos
produce de esta manera un diálogo la mayoría de la psicología
de las veces provechoso entre ciencia y filosofía,
diálogo del que debe partir la epistemología Resulta un hecho indudable que el territorio
como reflexión necesariamente situada en el disciplinar de la psicología se encuentra cons-
quehacer de las ciencias. titucionalmente fragmentado. Esto quiere decir
que tal fragmentación-dispersión no es una
194 Pero ocurre también que los científicos muchas contingencia que afecta de manera provisoria
veces no disponen de los recursos necesarios a los conocimientos y a las prácticas que se
para observar la novedad de sus descubrimientos desarrollan dentro de la denominación general
y lo que de revolucionario tienen –incluso en de psicología, sino que se trata de una de las
términos epistémicos–. Un ejemplo claro de esta características esenciales y permanentes del
situación es el de Freud, quien a pesar de haber campo disciplinar (Cepeda, 2014). Hay que de-
producido una genuina revolución en el campo cir también que los intentos de buscar allí una
de las ideas psicológicas, al postular una nueva unificación en cuanto a objetos y métodos —la
idea de sujeto y una manera sustancialmente otrora casi célebre ‘unidad de la psicología’—
novedosa de entender la técnica y la práctica han resultado tan ingenuos como infructuosos,
con respecto a la neurosis, fue él mismo inca- pues transcurrida una buena parte del siglo XXI
paz —en parte— de valorar correctamente los han dejado definitivamente de constituir una
alcances de sus descubrimientos (Castoriadis, empresa mínimamente interesante. La psicolo-
2005). Durante casi toda su vida persistió en gía se presenta como un conjunto diverso, he-
la idea de que el psicoanálisis pertenecía a las terogéneo y plural de disciplinas diferentes que

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al parecer no tienen mucho más en común que D. Lagache (1986) lo llamó ‘naturalismo’ y
la denominación del conjunto y —lo que resulta ‘humanismo’ respectivamente; el primero de
mucho más importante e interesante desde un ellos, vinculado a los desarrollos de las ciencias
punto de vista epistemológico— el hecho general físico-químicas y biológicas, asociado también
de formar parte de un proyecto conjunto y más al atractivo que ofrece la fuerza objetiva de
amplio que la propia psicología, de técnicas de las ciencias naturales, pone todo el énfasis en
normalización y de control social (Cappelletti, el carácter orgánico de los hechos psíquicos y
2007). No es de ninguna forma azaroso que las propone modelos de inteligibilidad fundados
principales tendencias en la psicología del siglo en la ‘explicación’ nomológica y cuantitativa.
XX —el conductismo, las psicologías cognitivas, El segundo se relaciona con la necesidad de
las humanistas y finalmente las vinculadas al hacer comprensibles los complejos sentidos que
pensamiento sistémico— hayan tenido su origen ofrecería el devenir específicamente humano y
en los Estados Unidos, y que todas estén vincu- se vincula a las indagaciones propias de la so-
ladas de forma más o menos directa al control ciología y de la filosofía; los hechos de la vida
y a la manipulación de las conductas o de los psíquica se entienden aquí  por su inevitable
desempeños para una mayor adaptación o para referencia a su carácter histórico y a su origen
la optimización de un rendimiento. En el mismo inconsciente, y se proponen modelos de inteli-
sentido, la diversidad de objetos que suelen gibilidad orientados a la ‘comprensión’ de tipo
atribuirse como propios de la indagación psicoló- cualitativo o por referencia a modelos ideales.
gica —la conducta, los estados y funciones de la La especificidad de la psicología se encuentra
consciencia, la inteligencia, la comunicación, la entonces constantemente amenazada por el
personalidad, etc.— no constituyen en conjunto doble reduccionismo que proponen, por un
más que el reflejo y la indicación de la presencia lado, las ciencias fáctico-naturales, por otro la
de un territorio disciplinar fragmentado, cuyos filosofía y la sociología (Bernard, 1981).
fundamentos de unidad —que existe al menos en
lo semántico— deben buscarse en la exterioridad Por otra parte, han sido numerosos los intentos
de su campo específico. y las discusiones que han tenido por objeto 195
establecer algún tipo de cientificidad para la
En el marco de esta aparente diversidad de ob- psicología, en especial a partir de la negación
jetos y de métodos que adoptan las diferentes comteana de la posibilidad de que ésta integre
tendencias en psicología, hay una ambigüedad un cuadro junto a las demás ciencias positivas.
sustancial que se refiere al estatuto mismo de Si se toma en cuenta la división referida por
la disciplina, que se presenta como ciencia de Lagache entre naturalismo y humanismo en
un ser vivo —y por ello de una naturaleza—, psicología, veríamos que la tradición naturalis-
y al mismo tiempo como ciencia del hombre ta comienza sin duda con Aristóteles —el alma
que produce y es producto de una cultura. El como ‘forma del cuerpo’— y que continúa con
conflicto que nace de esta ambigüedad es el Wundt, Fechner, Titchener y Ribot y aún en Pa-
mismo conflicto que puede observarse bajo vlov que, llevando las cosas más lejos, propone
distintas apariencias en todos los avatares de construir una psicología fundada en el análisis
la historia de la psicología y que parece enfren- de los reflejos, lo que en algún sentido tiene
tar dos modos de pensamiento antagónicos. su punto culminante en Watson, pues allí se

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proclama el advenimiento de una ‘psicología sin psicología que es rama experimental y objetiva
consciencia’ y también sin sujeto. Se trata de de las ciencias naturales—, como en los filósofos
una psicología analítica, mecanicista y cuanti- del Círculo de Viena —psicología en ‘lenguaje
tativista, que tiene por objeto la conducta, en fisicalista’—, así como también en Popper —fal-
lo que ella tiene de exterior y de material, con sabilidad de los enunciados de la psicología,
el propósito de producir leyes sobre esa con- utilización del método de conjeturas y refutacio-
ducta con el modelo de las ciencias físicas. En nes—. Por esta intervención demarcatoria queda
toda esta tradición hay una identidad supuesta entonces configurada una red a través de la cual
y admitida entre los fenómenos biológicos y los sólo pueden pasar la psicofísica, la psicobiología,
fenómenos psíquicos, no existe reflexión sobre el conductismo, el neoconductismo, etc., en la
los fines de la conducta ni reconocimiento alguno que quedan atrapadas todas las psicologías que
de la significación de una motivación cualquiera puedan ser asimilables al modelo de la Verstehen
de esa conducta. Se excluye decididamente la —entre ellas, el psicoanálisis—. De esta forma,
teleología y la psicología se hace —o se preten- solamente se considera científica la psicología
de— pura descripción de ‘hechos objetivos’. liberada de cualquier lastre de metafísica y se-
parada de toda filosofía.
Por su parte, la tradición denominada humanista
puede remontarse a Descartes y al cogito (Can- Es esta misma filosofía positivista la que en
guilhem, 1958; Cebrecos, 2014), que asegura algún sentido impulsa los intentos por fundar
en el pensamiento una certidumbre sin grietas una psicología que se pretende científica en un
a partir de la cual puede construirse todo otro contexto en el cual el ideal que debe perseguirse
pensamiento, en la cual los ‘hechos psíquicos’ es el de la física con base matemática (Yone
son hechos accesibles al sentido interno y dife- Kasely, 2015). En un ambiente influenciado por
rentes de los hechos orgánicos. La noción misma el evolucionismo de Darwin y por la sociología
de ‘fenómeno’ es aquí completamente distinta, de Comte, la necesidad de abandonar las ‘es-
pues se trata ya no de un objeto material y peculaciones metafísicas’ y el convencimiento
196 perceptible en su exterioridad, sino que es la de que la materia y los ‘hechos’ que surgen de
significación el fenómeno mismo y su compren- la experimentación son los únicos datos que
sión el objeto y la tarea de la psicología. tienen verdadero valor en la construcción de la
ciencia, son las dos ideas rectoras que fundan
Por otra parte, el positivismo —como ha seña- los diversos caminos que toma la denominada
lado la tradición epistemológica dominante en psicología científica. Es conveniente señalar
el siglo XIX y en buena parte del XX— intenta que esta ‘depuración’ de la metafísica no se
precisamente la reducción o la simplificación de produce sin una previa vinculación con la física,
aquella diversidad característica de los discursos con la biología y con la fisiología, vinculaciones
psicológicos, en tanto elabora criterios de cienti- de las que nacen, por ejemplo, la psicofísica y
ficidad cuyo modelo se extiende desde el campo la psicofisiología, que perduran hoy en distintos
de las ciencias naturales hacia los otros territorios discursos psicológicos.
disciplinares. La imposición de modelos bioló-
gicos o tomados de la física es explícita, tanto Los nombres de W. Wundt y de G. Fechner se
en Comte —observación de los ‘hechos’ de una inscriben entre los más importantes de esta

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nueva psicología científica que se empeña en añadir la llamada psicobiología, adoptada por
relacionar, a través de la experiencia como un buen número de psicólogos y defendida por
único procedimiento válido, los fenómenos algunos epistemólogos de renombre, ligada a
físicos entendidos como excitaciones con las las investigaciones biofisiológicas y en particular
sensaciones que se producen en lo psíquico, a los estudios del sistema nervioso vinculados
relaciones que especialmente Fechner intentó asimismo con fenómenos neurales, bioquímicos
describir en términos matemáticos. Al mismo y genéticos.
tiempo y siguiendo los preceptos del Método
Científico —que “puede resumirse en una sola A lo largo de más de 2300 años no existió una
palabra: observación” (Titchener, 1908, p. separación de hecho entre la psicología y la filo-
185)— se desarrolla la psicología de las funciones sofía, para quien quiera intentar una historia de
y los contenidos de la consciencia, a través de las ideas psicológicas, las referencias a la labor
la introspección sistemática y experimental que de los filósofos y de los teólogos se transforma en
domina buena parte del panorama académico la única vía posible de acceso a ellas. Incluso el
de la primera mitad del siglo XX. También, vocablo que designa a la psicología es de inven-
como se ha indicado arriba, el inicio de ese ción relativamente tardía, pues aparece sólo a
siglo marca el tiempo de la constitución de un finales del siglo XVI: etimológicamente significa,
nuevo campo de estudio cuya influencia y cuyas como se sabe, discurso racional acerca del alma.
consecuencias han sido decisivas en el campo de Y es en los diversos significados que se le han
la psicología —y también fuera de él—, signado atribuido al alma en donde habría que buscar
por la determinación de un nuevo objeto y por buena parte de las que en la historia podemos
la declaración explícita de la nueva finalidad denominar ‘ideas psicológicas’. Además de este
de la investigación psicológica: se trata aquí pasado común, las relaciones entre psicología y
de observar la conducta humana, para poder filosofía han estado signadas por el hecho de que
predecirla y controlarla con el objeto de una la psicología ha hecho suyo el tema metafísico
mejor adaptación al medio. Por último, el siglo de la naturaleza de la psique y de sus relaciones
XX ve construirse un campo psicológico radical- con el cuerpo. 197
mente distinto a los anteriores; en 1896 Freud
Sin embargo —y a pesar del pasado común que
utiliza por primera vez el término psicoanálisis
las integra y que nos muestra la ausencia de
y en 1900 se publica La interpretación de los
una psicología independiente al menos hasta el
sueños, obra decisiva en la construcción de la
siglo XVIII—, muchos psicólogos contemporáneos
teoría psicoanalítica y que abre una nueva y
fructífera perspectiva desde la cual abordar pretenden haberse desprendido de cualquier
la investigación acerca del psiquismo humano. influencia filosófica (Nudler, 1995). Para ellos,
la intromisión de la filosofía es una caracterís-
De las numerosas tendencias o escuelas psi- tica de la etapa pre-científica de los desarrollos
cológicas que han surgido durante el pasado psicológicos y es necesario mantenerse alejados
siglo, la gran mayoría puede considerarse, en de tales injerencias si lo que se pretende es
sus líneas fundamentales, como derivación o continuar en el campo de la verdadera cienti-
como sucedáneo de las psicologías menciona- ficidad. La única filosofía que aquí es admitida
das en el párrafo anterior; a ellas es preciso es la ‘filosofía científica’ —el positivismo—, lo

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demás es metafísica y especulación fundada en neutralidad y de objetividad —como exclusión de


ningún hecho y por lo tanto, una enfermedad la subjetividad—, verdaderos estandartes de la
del pensamiento. filosofía positivista de las ciencias. Por su parte,
la fenomenología ya había puesto de relieve el
Pese a la vigencia de estas posiciones —que son papel activo del sujeto y la incidencia decisiva
compartidas no solamente por una gran número de la consciencia en el proceso de constitución
de psicólogos sino también por la mayoría de los del conocimiento, al mismo tiempo que negaba la
científicos que trabajan en las ‘ciencias duras’—, intención positivista de biologizar o naturalizar el
epistemólogos tales como G. Bachelard (1981) mundo de lo social, ya que el mundo circundante
primero, luego Kuhn (1997) y Feyerabend (1998) no es un mundo de ‘hechos’ ni de ‘objetos’, sino
han mostrado durante el transcurso del pasado que es un mundo de sentidos, valores y finalida-
siglo cómo hay en toda actividad científica una des. El rechazo a este objetivismo positivista es,
presencia insoslayable de concepciones filosó- entre otras cosas, la base para la constitución del
ficas, de creencias y de valores que determinan paradigma interpretativo o hermenéutico que
y producen formas particulares de ver el mundo tiende a afianzarse en las ideas de ‘descentra-
de las teorías científicas. miento’ del sujeto y de la razón, lo que provoca
una remisión del pensamiento a una instancia de
En el marco del complejo panorama que se realidad irreductible a lo racional, instancia que
plantea en torno a nuestro presente es posible fuerza al pensamiento o lo inhibe y que obliga a
constatar, por un lado, una permanente demanda sustituir el cogito por un “soy donde no pienso”
a las ciencias sociales para que éstas adquieran (Cuartango, 1986).
estatuto científico adoptando el modelo de las
ciencias instrumentales –aquellas que realizan Aquellas concepciones filosóficas que se hallan
pronósticos y definen procedimientos de control presentes en las teorías científicas (Koyré,
de la realidad–, por otro, la resistencia opues- 2007) se refieren especialmente a dos aspectos
ta a esa demanda por las ciencias sociales que que difícilmente puedan presentarse separada-
198 adoptan el modelo hermenéutico. El paradigma mente, pues constituyen en conjunto el marco
científico teorizado por el positivismo dominó la de premisas fundamentales para la formación
práctica de la investigación científica fundándose profesional y científica, pero que para el análisis
en la idea de una ‘descripción’ de los hechos y podemos dividir en: 1) hipótesis ontológicas,
el establecimiento de regularidades o leyes que constituidas por formas específicas de conside-
permitieran explicarlos, predecirlos y finalmente rar la naturaleza de los objetos de los que se
dominarlos. Tal proceder metódico y la exigencia trate y 2) hipótesis epistemológicas, referidas
de cuantificación garantizaban tanto la objetivi- a las formas y los alcances del conocimiento
dad como la capacidad predictiva y la neutralidad posible acerca de tales objetos (González Rey,
de los productos de la labor científica. Sin embar- 2009). Este marco de premisas es fundamental
go, diversos desarrollos en el campo de la física precisamente porque constituye los principios
—relatividad, mecánica cuántica, micropartículas que orientan y regulan la búsqueda de pro-
sub-atómicas que se ven afectadas por la inter- blemas, la forma de tratar esos problemas e
vención del investigador y de sus instrumentos, incluso la determinación de metas posibles para
etc.— comienzan a problematizar los ideales de cualquier investigación en ese campo.

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Pero sucede que ese conjunto de premisas o en la transformación constante de la cultura
de hipótesis ontológicas y epistemológicas no (Bernard, 1981), con un sentido ideológico y
se presentan comúnmente de forma explícita, también político que sería necesario en cada
pues se incorporan o se aprenden junto con caso desvelar (Palma, 2015).
el aprendizaje de la misma ciencia: en cierta
forma ese marco de supuestos fundamentales Una forma posible de elaborar tal elucidación
subyace a los contenidos específicos de la teoría puede ser la que resulte de considerar algunas
y en este sentido podría afirmarse que es de de las muy diversas concepciones de alma que
carácter inconsciente. Se trata de hipótesis y han surgido en la cultura occidental, enten-
de enunciados que no pueden ser formulados diendo que esa historia es en buena medida la
en el campo de la consciencia ni articulados historia de la psicología contemporánea, allí
racionalmente, pero que sin embargo actúan de encontraremos herramientas que nos permitan
forma eficaz, pues determinan la forma en la que imaginar otra psicología, distanciada de los
pragmatismos tecnocráticos que hoy la cons-
el científico —para nosotros, el psicólogo— ve al
tituyen casi por entero; una psicología crítica,
mundo y las formas en las que interviene en él.
contestataria, insumisa y emancipadora del ser
A pesar de las resistencias y de las negaciones
humano en nuestra actualidad.
que esto pueda suscitar, no es posible ninguna
práctica ni teoría científica desprendida de las
concepciones filosóficas acerca del objeto y de
sus formas de conocimiento.
3. El alma-psykhé
El complejo y heterogéneo panorama de los
como problema
discursos psicológicos contemporáneos —al que fundamental
hemos hecho referencia arriba— permite afirmar
desde un comienzo que la tarea de la elucida-
de la psicología
ción de concepciones filosóficas subyacentes a ¿Puede la psicología contemporánea pensarse
las diversas teorías y prácticas de la psicología crítica y globalmente bajo la idea fundamental 199
presentaría dificultades suplementarias. A la de un retorno a lo que fueron sus comienzos,
indudable diversidad de teorizaciones acerca de es decir, a una reflexión filosófica en torno al
‘lo psicológico’, en ocasiones de tal magnitud alma-psykhé? ¿Tendrá alguna oportunidad de
que sería lugar más que propicio para buscar realización el proyecto de una despragmatiza-
ejemplos de la ‘inconmensurabilidad’ de las teo- ción de la disciplina psicológica, teniendo en
rías (Cappelletti, 2007), habría que añadirle las cuenta su devenir adaptacionista y su presente
dificultades que se derivan del hecho de que en tecnocrático? ¿Será el de haberse convertido
ese terreno —el análisis de concepciones filosó- en una pretendida tecnociencia acerca de los
ficas implícitas en las teorías psicológicas— nada comportamientos humanos el destino natural de
podría comprenderse si no se admite desde un la psicología de nuestro tiempo o, por el con-
comienzo que la psicología es al mismo tiempo trario, hay alguna posibilidad de reelaborar una
que teoría, un conjunto de técnicas de mayor meditación sobre el alma-psykhé que construya
o menor eficacia y con sentidos diversos en discursos y procedimientos críticos y emanci-
tanto práctica social, también activo elemento padores del ser humano en nuestro presente?

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Es en las coordenadas económico-políticas se- se han impuesto en relación a tal término. Está
ñaladas desde hace al menos un siglo y medio claro, sin embargo, que es imposible hablar de
por una formación social crecientemente cienti- un significado único de la palabra alma, que las
ficista y regulada por el imperio de la razón ins- aproximaciones religiosas representan opciones
trumental (Adorno y Horkheimer, 2007), que la teóricas y políticas diferentes que no resulta
psicología se ha transformado en este conjunto posible ni conveniente evaluar aquí.
de disciplinas de regulación del comportamiento
humano. Pero este presente no constituye en La multiplicidad de sentidos y de significados
ningún sentido una necesidad histórica inevita- que se han otorgado al término en cuestión
ble, pues es función de determinaciones que es refleja indudablemente la potencia significante
posible hacer entrar en el campo de la crítica de una noción que es más antigua que la propia
y por ese camino llegar a disolverlas como ta- filosofía y que las ciencias (Vanzago, 2011). La
les. La construcción de una psicología crítica y filosofía encuentra —por decirlo así— la idea de
emancipadora —una psicología por cierto muy alma en diversas concepciones religiosas y las
diferente a la actual— será factible sólo si la ta- reelabora de acuerdo a coordenadas propias
rea de reconstrucción se inicia desde sus funda- que, sin embargo, no opacan la significación
mentos, reelaborando y dando nuevos sentidos religiosa del término ni impiden, por supuesto,
a los conceptos esenciales de la disciplina. Esta las posteriores indagaciones científicas a pro-
es la única vía posible para la incierta, aunque pósito del tema. En definitiva, no se trata de ir
también probable, emergencia de una nueva eliminando posibles significaciones equivocadas
psicología que tenga otros horizontes, otros de una noción, por lo demás caracterizada por la
procedimientos, otras formas de relación con pluralidad con el fin de rescatar un posible uso
las técnicas, otras concepciones del ser humano claro y unívoco de la palabra alma, sino de efec-
y de la sociedad de la que ese ser es producto y tuar una descripción en términos históricos que
productor. En este sentido, creemos que una de se constituya en un aporte para la comprensión
las labores esenciales que una tal nueva psico- del difícil presente del logos de la psykhé —es
200 logía debería proponerse es la reelaboración de decir, de la psicología—.
aquello que fue su fundamento durante siglos
y que su devenir a partir del siglo XIX ha ido No tiene, por tanto, ningún sentido aspirar a
sustrayendo: la idea de alma-psykhé. obtener una sola noción de alma después de
algún tipo de decantamiento histórico de los
Es muy frecuente que el término alma sea usos erróneos del concepto, entre otras muchas
asociado de manera más o menos directa a su cosas porque debemos partir de la presunción
empleo en contextos doctrinarios religiosos y, acerca de la inexistencia del alma como un
en menor medida tal vez, filosóficos. Las in- objeto dado por la naturaleza que se manten-
vestigaciones realizadas en ámbitos científicos ga igual a sí mismo a través del devenir de la
a propósito de tal tema se ocupan más de la historia. No hay una esencia oculta e inmutable
mente, de la subjetividad o de la consciencia, del alma por debajo o por detrás de los usos
o de objetos que tienen una relación de proxi- prácticos y discursivos que se han hecho de ella.
midad con el alma, pero que no corresponden En otras palabras, las ideas de alma representan
exactamente a los significados religiosos que construcciones discursivas y disciplinarias que

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se encuentran siempre elaboradas en una serie trata casi siempre de un saber obtenido por
de circunstancias históricas, políticas, teóricas revelación que por lo demás se encuentra esta-
y culturales que es posible determinar y que les blecido en la verdad del dogma respectivo y que
confieren a esas elaboraciones su sentido y sus reposa en la autoridad de quienes interpretan
alcances. Se trata entonces de ver cómo otras la escritura sagrada y sus sentidos. Este tipo de
voces diversas pudieron ser dichas y escuchadas ideas sobre el alma son las que en los comienzos
en otros tiempos, cómo en el presente se oyen de la filosofía se encuentran bajo la forma de
de otras maneras, en otros registros, con otros una elaboración signada por el misticismo más
sentidos y con otras intenciones. que por la vigencia de algún principio racional,
a la que deberá remitirse de continuo para
Hablar de una historia del alma y de las formas efectuar una labor de reelaboración conceptual
de su conocimiento es, por lo tanto, una tarea de la noción de alma.
descriptiva que no puede aspirar a solucionar
un problema de sentido o de significado; los En cuanto a las investigaciones científicas en
problemas son aquí —como en toda filosofía torno al alma —o a lo que se ha denominado, en
que reclame su carácter crítico— preguntas que parte para distinguir a este tipo de indagaciones
insisten y que no encuentran respuestas finales de las que se producen en el ámbito religioso
que tengan como intención estratégica el fin de o en la elaboración filosófica, como mente,
la actitud inquisitiva. Preguntarse por el alma psique, subjetividad, consciencia, etc.—, las
es, en definitiva, preguntarse por lo que hace a particularidades que asume la tarea de inda-
la humanidad del ser humano, por su subjetivi- gación son especialmente notables. Ocurre que
dad, por su vida psíquica, por sus formas de ser la investigación en el campo de las ciencias
actuales y pasadas, por su relación con los otros siempre supone una cierta objetivación de los
y consigo mismo. Al mismo tiempo, formular temas y de los problemas que resultan el cen-
el problema del alma como problema —en el tro de la indagación, esto es la reconstrucción
sentido apuntado— es tal vez dar un paso en la de condiciones objetivas a partir de las cuales
destecnocratización de la disciplina psicológica, un fenómeno o un objeto pueda ser indagado 201
que tan constantemente se ve reclamada por en el marco de ciertas leyes o, en todo caso,
el uso de los poderes cientificistas, mercanti- de algún tipo de regularidad. En definitiva, el
listas y pragmáticos de la racionalidad propia tipo de indagación que caracteriza en general
del capitalismo. al proceder científico supone una distinción
efectiva entre el sujeto de conocimiento y el
La indagación acerca de los diversos sentidos objeto a ser conocido, aun cuando es ostensible
que en la historia ha asumido el término alma que tal distinción radical —y las consecuentes
debe ser realizada teniendo en cuenta necesa- ideas de pureza, de neutralidad, de objetividad
riamente la distinción que permite separar las completa en la investigación— constituye un
investigaciones científicas, los discursos religio- peligro epistemológico con respecto al cual es
sos y las especulaciones filosóficas. En cuanto necesario hallarse precavidos. Pero, ¿es posible
a la reflexión religiosa —que lógicamente no se una indagación científica del alma cuando esta
pretende asumir aquí, pero con respecto a la indagación no tiene otro camino que producir-
cual no es posible permanecer ignorantes— se se a través de lo que la propia investigación

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pretende conocer? ¿Será entonces posible una aparece la preocupación por el alma a lo largo
ciencia del alma? La respuesta a esta pregunta de la historia constituye a nuestro entender
representa un punto crucial en la discusión de el signo preciso de que nos encontramos ante
lo que la psicología es, de lo que ha sido y fun- una preocupación propia de lo humano, que
damentalmente de lo que debe ser en adelante. atraviesa como pocas las épocas, las diferentes
clases de organización social y económica y
Pero más allá de los problemas suscitados por aún las más diferentes formas culturales. Por
el carácter científico, pseudocientífico o incluso supuesto, como en toda concepción teórica
anticientífico de las disciplinas psicológicas, el acerca de lo que fuere, en la definición de lo
saber acerca del alma —como se ha señalado, que puede entenderse como alma se ponen
el logos de la psykhé—, es decir la propia psi- en juego elementos ideológicos —como forma
cología, debe apropiarse de estos problemas determinada de representarse y de valorar el
de manera renovada y asumir como propia la mundo— tanto como posiciones de poder que
problemática contemporánea del alma. Si se pugnan por imponerse. No se trata de meras
tiene en cuenta que la mayoría de las tenden- discusiones académicas más o menos ociosas,
cias psicológicas gestadas en siglo XX aparecen, por el contrario, en las diferentes concepciones
en última o en primera instancia, como un del alma —o, insistimos, en las ideas de subjeti-
conjunto de teorías, de técnicas y de prácticas vidad, vida psíquica, consciencia, yo, persona o
que tienen por objeto la operacionalización y mente— es preciso ver tal vez el punto crucial
por tanto el proyecto de control del comporta- de las representaciones de lo que el ser humano
miento humano para lograr una más adecuada es y de lo que puede llegar a ser.
adaptación a un medio social que demanda
subjetividades —o almas— unidimensionales, La filosofía se ha ocupado extensamente —di-
disciplinadas y normalizadas, será entonces ríamos también permanentemente— del alma,
muy evidente que el estado de situación de la pero a diferencia de la tradición religiosa y de
psicología en los comienzos del siglo XXI debe la más contemporánea indagación científica,
202 recaer bajo el objeto de una profunda crítica debemos atribuirle a ella el mérito de haber
ética y política. Tal procedimiento crítico debe exhibido, casi en todas las ocasiones, los fun-
poner en cuestión los fundamentos mismos de damentos o las razones de lo que se afirma en
una disciplina que, como es notorio, se ha con- cada caso, escapando con ello a los peligros del
vertido en un elemento entre otros de nuestra dogmatismo en el que recae inevitablemente
cultura que tiene por objeto la regulación de todo saber que se presenta como revelado (Ri-
los comportamientos. vera Salazar, 2016). En definitiva, la reflexión
filosófica sobre el alma es antes que nada una
meditación sobre la humanidad de lo humano,

4. Conclusión en la que resulta imprescindible declarar de


antemano el problema epistemológico que se
Lo que es propio de los discursos sobre el alma suscita; se trata de la particular situación del
es justamente que no pueden dirimirse en una objeto de conocimiento que resulta ser aquello
solución única o en algún tipo de respuesta que hay que conocer y al mismo tiempo el medio
definitiva. La renovada insistencia con la que por el cual todo conocimiento ha de ser posible.

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