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El análisis de la inflación en el país se divide en cinco períodos definidos en base a los diferentes
modelos económicos implantados en El Salvador y algunos fenómenos económico-sociales, ya sea de
carácter nacional o internacional que han incidido sobre el nivel de precios en el país. Los períodos son:
período 1950-1979 en el que se desarrolla el Modelo de Sustitución de Importaciones (ISI), supeditado
al modelo agroexportador. Período 1970-1979 que coincide con la crisis mundial del petróleo que
genera el problema inflacionario a nivel mundial, así como el incremento de la deuda externa y del
pago por servicios de la misma, y el consecuente período 1979-1989 en el que se da la guerra civil en el
país, y en el que se desarrollan los modelos “comunitarismo” y “Economía Social de Mercado”. En este
período se producen cambios estructurales en la economía como la reforma agraria, nacionalización del
sistema financiero y del comercio exterior. Todos estos cambios no produjeron mejoras en la economía
pero si grandes fluctuaciones en el nivel de los precios. El período 1989-1994 se introduce el Modelo
Neoliberal en la economía con programas de estabilización económica (PEE) y ajuste estructural
(PAE). Con el objeto de fomentar las exportaciones se establece un tipo de cambio real competitivo,
que junto a la entrada masiva de remesas familiares generan presiones inflacionarias.
Durante este período las tasas de inflación fueron altas para el año de 1990 (19.3%) y el año 1992
(19.8%). Bajo la política de fomento a las exportaciones con un tipo de cambio real competitivo (1990-
1993). Sin embargo el ingreso marcado de remesas familiares y el aumento del crédito interno
presionaron la apreciación del tipo de cambio real, a través del incremento en la tasa de los precios de
los bienes no transables, por lo que se tomó la decisión de fijar en 1993 el tipo de cambio como ancla
nominal para disminuir la inflación a niveles internacionales (alrededor del 2%). Dicho objetivo se
logró hasta en el año 1996. La década de los años noventa se puede caracterizar por cinco hechos
fundamentales: 1)fin del conflicto armado; 2)implantación de programas de estabilización económica y
ajuste estructural; 3)el auge de las remesas familiares que afecta la implementación de políticas
económicas 4)la continuidad de de un mismo partido en el poder que permite continuar desarrollando
el modelo neoliberal y 5)la crisis financiera mexicana del 1994 que coincide con la pérdida de
dinamismo de la economía salvadoreña.
Con la llegada del partido ARENA al poder, en el año 1989 se implementó el modelo neoliberal
fundamentado en el” Consenso de Washington”, el programa de estabilización económica perseguía
eliminar los desequilibrios macroeconómicos heredados de la década anterior, para lo cual se buscaba
reducir la inflación, el déficit fiscal, el déficit de cuenta corriente, establecer tasas de interés real
positiva y un tipo de cambio que se ajustara libremente a la oferta y demanda de divisas.
Los elementos que daban base al plan eran una política monetaria, fiscal y cambiaria, que permitiera
disminuir la inflación a través del control monetario, control del crédito al sector privado y al Gobierno,
disminuir el déficit fiscal y una reforma económica cuyo fundamento básico era la privatización de la
banca para eliminar la “represión financiera”. También se buscaba desarrollar una política comercial
que redujera el nivel de proteccionismo a la que estaba amparada la industria nacional y el fomento a
las exportaciones no tradicionales en base al tipo de cambio competitivo.
Sin embargo, el marcado flujo de remesas familiares que aumentaron a tasas de hasta el 60% en los
primeros años presionó la apreciación del tipo de cambio real y un aumento en el ahorro financiero que
facilitó el crédito al consumo privado que creció a tasas de hasta el 42%, conllevaron a que en 1992 se
tome la decisión de congelar el tipo de cambio como ancla nominal para combatir la inflación.
En 1993, se cambia la estrategia de fomento a las exportaciones no tradicionales hacia una estrategia de
inserción a la economía norteamericana y atracción de inversión extrajera directa, para lo cual era
necesario llevar los niveles de inflación nacionales a converger con los niveles internacionales,
debiendo para ello anclarse el tipo de cambio en julio de 1983. A pesar que esta medida restaba
competitividad a las exportaciones salvadoreñas en el corto plazo, a mediano plazo se logró reducir la
tasa de inflación al nivel deseado, con lo cual se restituyó la competitividad. 37 A raíz del marcado
flujo de remesas familiares que crecieron a tasas hasta del 13.5% anual, el Banco Central de Reserva se
vio obligado a esterilizar el exceso de colones que ponía en circulación al incrementar las reservas
internacionales netas, lo que incrementaba las tasas de interés reales y afectaba la inversión.