Contratos indefinidos: son aquellos que se conciertan sin establecer una
finalización de los mismos por límite de tiempo. Dentro de este modelo figuraría la contratación a tiempo completo. Contratos temporales: Tiene una duración determinada, aunque desconocida tanto para empresario como trabajador. La ley, de todos modos, indica un plazo máximo de tres años Contratos para la formación y el aprendizaje: El objeto de este contrato es, como su propio nombre indica, la formación de universitarios sin experiencia. La duración mínima es de un año y la máxima, de tres. Como condición especial, durante el primer año la formación debe suponer el 25% de su jornada laboral, reduciéndose a un 15% durante el segundo. Contratos en prácticas: Este contrato está enfocado a la obtención por parte del trabajador de la práctica profesional relacionada con los estudios cursados, ya sean titulaciones universitarias o de formación profesional. El sueldo que los trabajadores deben percibir no puede ser inferior al 60% de lo que ingrese otro trabajador en plantilla que desempeñe la misma actividad, y en ningún caso puede ser menor del salario mínimo interprofesional