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Facultad de ciencias contables

Contaduría pública
Aseguramiento de la información
CARLOS NIÑO
PELICULA ENRON

Esta historia puede dar sobresalto a cualquier discusión ética. Nos brinda una
lección de lo que puede ocurrir cuando no se actúa con responsabilidad, las
personas que no dieron a conocer los verdaderos números de la empresa tanto en
los estados financieros como en los balances generales pensaban que podían
ocultar el dinero que habían pedido prestado para invertir en nuevos proyectos y
de esta manera poder seguir creciendo. Debido a que, esta deuda hubiera
reflejado unas ganancias menos impresionantes, la empresa Enron empezó a
camuflar esos préstamos creando asociaciones que le permitan mantener la
deuda fuera de libros. Esto no se mostraba al gobierno ni tampoco a la gente que
era dueña de las acciones, en otras palabras se falseaba la información para
pintar o poner una careta a una empresa que no tenía aquellos números de
crecimiento en tan poco tiempo, de esa misma forma se engañó a proveedores y
empleados que después de la quiebra declarada se quedaron en la calle. Las
mentiras iban creciendo hasta que el año 2000 la compañía alego haber triplicado
sus ganancias en dos años.

Este caso tan famoso muestra claramente cómo grandes empresas pueden ser
manejadas por unos cuantos ejecutivos con buenas relaciones públicas y red de
contactos. El poco flujo de información dentro de la empresa permitía que sus
empleados trabajen pensando que estaban en una de las más grandes empresas
del mundo, cuando realmente estaban perdiendo dinero año tras año.

Una empresa del rubro energético y con semejante poder tenía mucha influencia
política en el gobierno de los EE.UU., es por esto que ocurrió mucha corrupción
alrededor de este caso. Cuando los intereses personales priman la ética pasa a un
segundo plano; asimismo, con la auditora Arthur Andersen se realizaron tratos
ilegales para ocultar la realidad de la situación financiera de la empresa.

Con casos como estos podemos concluir que las leyes no siempre son suficientes
para controlar un sistema justo, siempre existirán “áreas grises”, o como dicen:
“hecha la ley, hecha la trampa”, si no se tiene una base moral que nos permita
tomar decisiones éticas entonces siempre estará la opción de velar por el
beneficio propio a expensas de los demás.

Todos los empresarios y personas de negocio deben darse cuenta que sus
acciones repercuten en muchas otras, ya sea para bien o para mal.

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