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I.E.S.

San Nicolás de Tolentino


Departamento de Filosofía

Latina.

Tanto Kant (1724-1804) como Saint-Pierre (1658-1743) y Rousseau (1712-1778) rechazaron las teorías
sobre la guerra justa y apostaron por un pacifismo jurídico, es decir, intentaron demostrar que no hay
guerra justa o razonable, sino que lo único razonable es erradicar para siempre la violencia. Veamos
ahora, someramente, distintas actitudes que se mantuvieron sobre la guerra y la paz en dos autores
clásicos: Saint Pierre y Rousseau.

Saint-Pierre escribe entre 1713 y 1717 la obra Proyecto de Tratado de Paz para hacer posible la paz
perpetua entre los estados cristianos. La finalidad de esta obra, como indica su título, es ofrecer las
fórmulas para que sea posible una paz duradera entre los príncipes cristianos de Europa mediante
una liga o federación que los aglutine a todos. Este proyecto de paz se quedaba algo corto porque sólo
favorecía a las grandes dinastías monárquicas europeas. Además, sostenía que los ejércitos tendrían
que seguir existiendo -24.000 soldados por cada país miembro de la liga-. Muy al contrario, Kant veía en
la progresiva desaparición de los ejércitos una garantía para la paz. Desde luego, al rey de Francia no
le hizo ninguna gracia la obra de Saint-Pierre. Monarca absolutista y amante de la guerra, pensó que una
federación de estados europeos cristianos le arrebataría parte de su poder, cosa a la que no estaba
dispuesto. Cuando en 1718 Saint-Pierre escribe su Polysinode, demandando que se recorten los
poderes del monarca, es expulsado de la Academia Francesa y se inicia un proceso de continua
exclusión contra él y su obra.

Para Rousseau, la guerra se da entre los Estados (también para Kant), y no se daba entre los
individuos hace miles de años; cuando aún no había gobiernos ni leyes ni gobernantes, cuando aún
éramos amorales y pacíficos. No ve una salida a la guerra entre Estados y, frente a la liga de príncipes
cristianos de Saint- Pierre, prefiere hablar de una Europa de los pueblos. Desconfía de los príncipes a
los que cree, guiados por la ambición y el poder. Viendo su tendencia al despotismo, no cree en la
federación de los monarcas. Rousseau espera más de la voluntad general de los pueblos que de sus
príncipes. Rousseau confía más en los ciudadanos libres que en sus gobernantes.

La pregunta ahora es la siguiente: ¿es compatible la paz con la naturaleza humana? ¿Cómo vivíamos
antes de entrar a formar parte de un estado civil?

3. Estado de naturaleza, contrato social y estado civil en Hobbes, Locke,


Rousseau y Kant
Estado de naturaleza es aquel en el que se encontraba el hombre antes de que existiesen el Estado, el
Derecho, la Autoridad... Hobbes, Locke, Rousseau y Kant se plantearon cómo éramos y vivíamos en
Estado de naturaleza y qué nos llevó a salir de él formar un Estado civil que es un Estado regido por un
orden jurídico. Trataron de responder, por tanto, a la pregunta por el paso del estado de naturaleza al
estado civil. Para que este paso sea posible se hace necesario un contrato social: un pacto en el que
los individuos ceden sus derechos naturales a un gobernante, a unos representantes o a la comunidad
entera para salir del estado de naturaleza.

a) Hobbes, Leviatán.

A este tema dedicó Hobbes su obra más famosa, Leviatán (1651). Hobbes escribe para defender la
necesidad de una autoridad absoluta para solucionar la guerra civil que le tocó vivir

1. El estado de naturaleza. Hobbes comienza considerando una situación hipotética -no creía que
se hubiera dado nunca históricamente- en la que no existiera ni Estado ni autoridad común. La
situación en "estado de naturaleza" es descrita así: 1) todos los hombres son iguales, y no tienen
necesidad alguna de "estar juntos". Hobbes defiende contra Aristóteles la no-sociabilidad natural
del hombre; 2) todos gozan del mismo derecho natural: todo hombre tiene derecho a todo, sin
limitación alguna, y el derecho natural coincide con el poder; 3) movidos por la competición, la
inseguridad y la gloria, viven en permanente situación de guerra de todos contra todos; 4) en
consecuencia, no hay ni seguridad, ni industria, ni cultivo de los campos, sólo miseria; 5) ni
siquiera existe la injusticia puesto que no hay ley. Parece que si el poder está repartido por

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