JUEZ ONCE ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO DE IBAGUE
E. S. D.
REFERENCIA: PRESENTACIÓN DE ALEGATOS DE CONCLUSIÓN
RADICACIÓN: 73001334001120160000200. ASUNTO: ACCIÓN POPULAR ACCIONANTE: COLDEPORTES ACCIONADOS: MUNICIPIO DE IBAGUÉ Y OTROS.
MAYERLI SILVA RAMÍREZ identificada con C.C. 1.110.579.683 de Ibagué-
Tolima, actuando como miembro activa de la CLÍNICA JURÍDICA DE DERECHOS HUMANOS E INTERÉS PÚBLICO, adscrita al Consultorio Jurídico y Centro de Conciliación de la Universidad de Ibagué, en ejercicio del derecho que me asiste conforme al contenido del artículo 33 de la Ley 472 de 1998, presento alegatos de conclusión, dentro de los términos de Ley previstos, y considerando que soy coadyuvante de la acción popular de la referencia para la protección de los derechos e intereses colectivos y evitar el daño contingente, hacer cesar el peligro y la amenaza con relación a las omisiones por EL MUNICIPIO DE IBAGUÉ, EL INSTITUTO MUNICIPAL PARA EL DEPORTE Y LA RECREACIÓN-IMDRI, CONSORCIO INTERJUEGOS Y CONSORCIO JUEGOS NACIONALES. Señor Juez me permito presentar mis alegatos de conclusión para efectos de que sean tenidos en cuenta al momento de dictar Sentencia dentro de la acción de la referencia en cumplimiento al artículo 33 de la ley 472 de 1998 y que los sustento en la siguiente forma: Como es sabido, dentro de los convenios celebrados en el año 2014 y 2015 con la finalidad de intervenir el PARQUE DEPORTIVO, LA UNIDAD DEPORTIVA DE LA CALLE 42 CON QUINTA Y EL ESTADIO MANUEL MURILLO TORO para los XX juegos nacionales y IV para-nacionales, quedó establecido expresamente que la entidad territorial EJECUTORA, es decir, la encargada de llevar a cabo la selección, adjudicación, terminación y entrega de los diferentes escenarios es el MUNICIPIO DE IBAGUÉ. Ante lo anterior, quedó demostrado dentro de este proceso que la parte actora giró casi la totalidad de los aportes a cargo de la Nación y que pese a los esfuerzos de conocer el estado de las obras y los motivos de la falta de concordancia en las mismas, la entidad ejecutora prefirió guardar silencio. Esto se constituyó en una ausencia de justificación ante la falta de cumplimiento de la obligación que posee como entidad ejecutora. Sobre esta falta de cumplimiento o lo que es igual incumplimiento no hay mucho que discutir, puesto que es claro que el plazo de la ejecución se ha agotado, debido a que las últimas obras debieron haber finalizado en el año del 2016, que fueron las últimas fechas de vencimiento de los convenios. Está demostrado que el municipio de Ibagué no tomó acciones contundentes en contra de los contratistas de los proyectos en el momento en que empezaron a presentar avances injustificados en las obras, ocasionando que las mismas no pudieran ser culminadas y cumplieran la finalidad que tenían inicialmente que era el servir como escenarios deportivos para los juegos XX nacionales y IV para- nacionales, causando de este modo un daño inminente por la no culminación de estos escenarios. Ahora bien, estos atrasos en las obras y la falta de concordancia entre los avances de obra efectivamente realizada y la información sobre los porcentajes reportados como avances de obra han sido también evidenciados por parte de la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría Municipal de Ibagué, tal y cómo se expresa en los hechos vigésimo segundo y vigésimo tercero de la demanda. La Clínica Jurídica de Derechos Humanos e interés Público es consciente de que por parte de Coldeportes faltó compromiso al supervisar las obras de principio a fin, esto conforme a la resolución No. 381 del 2013, modificada por la resolución No. 0449 del 13 de marzo de 2014 que promulgó la Carta Deportiva Fundamental de los XX Juegos Nacionales y la resolución 0448 de 2013 que promulgó la Carta Deportiva Fundamental de los IV Juegos Para-nacionales, sin embargo, aunque la parte accionada establezca la distinción entre las obligaciones que se derivan de un convenio y las derivadas de un contrato, salta a la vista que la entidad ejecutora en cumplimiento de los deberes que como tal le acarrearon, celebró contratos con el fin de llevar a cabo las obras en los escenarios deportivos, siendo el Municipio de Ibagué la entidad Contratante y por tanto quien tenía la obligación directa de supervisar a los contratistas y responder por la culminación o no de las obras, radicando de este modo principalmente en la cabeza del Municipio la efectividad del proyecto, puesto que Coldeportes nada puede que exigir a los contratistas. Debido a que la presente acción tiene como finalidad la protección de los Derechos e intereses colectivos de la defensa del patrimonio público, la moralidad administrativa, al deporte y al trabajo, en donde se propuso por parte de la Clínica Jurídica de Derechos Humanos e Interés Público la presencia de una vulneración al derecho colectivo la seguridad y prevención de desastres previsibles técnicamente, (respecto a este último se demostró dentro del proceso que se habían tomado las medidas pertinentes mediante el contrato No. 331 de 2017 y el contrato No. 346 de 2017) procederé a mencionar la forma en que estos derechos se han visto vulnerados. A causa del notable incumplimiento de las obras destinadas para llevar a cabo los XX Juegos Nacionales y IV Para-nacionales, la población de Ibagué y del departamento del Tolima no han podido continuar desarrollando sus actividades lúdicas y deportivas con calidad, puesto que aunque aseveren haber tomado medidas para garantizar el derecho al deporte, no es lo mismo, a modo de ejemplo, realizar el deporte de patinaje en la pista del parque de piedra pintada de la calle 47 con quinta que posee una superficie de asfalto, que como se demostró en el escrito de coadyuvancia con las pruebas aportadas, este espacio no da abasto para la cantidad de personas que lo frecuentan para intentar realizar diversos deportes al mismo tiempo, que realizarlo en una cancha de patinaje donde las personas puedan realizar el deporte de manera profesional, de este modo también pretendo hacer ver, que no solo son los espacios lúdicos y recreativos los que se están viendo violentados, sino también los espacios de trabajo de nuestros deportistas que nos suelen representar a nivel departamental, nacional e internacional. Aunado a lo anterior, traigo a colación el artículo 209 de nuestra Constitución Política, el cual consagra el ejercicio de la función pública del siguiente modo: “La función administrativa está al servicio de los intereses generales y se desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de funciones. Las autoridades administrativas deben coordinar sus actuaciones para el adecuado cumplimiento de los fines del Estado. La administración pública, en todos sus órdenes, tendrá un control interno que se ejercerá en los términos que señale la ley.” De aquí se desprende que los funcionarios encargados de llevar a cabo el desarrollo y cumplimiento de los convenios interadministrativos para los XX Juegos nacionales y IV para-nacionales no actuaron conforme a estos lineamientos constitucionales, esto es notorio frente al incumplimiento que se ha hecho evidente incluso para las personas que no se han hecho parte en el proceso pero si han transitado por las zonas en donde se vislumbran estás obras inconclusas que afectan los derechos colectivos al patrimonio público, la moralidad administrativa, el deporte y el trabajo. Además de lo anterior, no está de menos mencionar que esta afectación al patrimonio público se ha comprobado un poco más grave de lo que inicialmente se podía notar a simple vista y esto debido a los resultados del estudio técnico expuestos por la Sociedad Colombiana de Ingenieros en el marco del convenio 456 de 2016, en donde se reflejó qué: “Únicamente el 14% de las obras realizadas en el Parque Deportivo y el 30% de las obras de la Unidad Deportiva de la Calle 42 son aprobadas por la CSI para mantenerse en pie, el resto de los escenarios deberán ser demolidos y rediseñados como es el caso de la pista BMX, el tejódromo y el complejo acuático.” “En detalle, ninguna de las estructuras metálicas que se instalaron cumple con las especificaciones de calidad, protocolos exigidos en este tipo de construcción y normatividad de seguridad vigente. Así mismo se logró corroborar y comprobar que únicamente existen en obra 789 toneladas de acero, mientras que en las actas parciales de los contratistas se reflejan 996 toneladas pagadas.” Lo anterior denota un desfalco contra el patrimonio del Estado y una gran afectación, puesto que además de lo ya invertido, se deberá realizar una inversión mayor para poder concluir el proyecto sobre el poco porcentaje de obras que han sido aprobadas, más una inversión adicional de lo que cuesta el demoler y rediseñar, aunado a las pérdidas de lo que ya se invirtió en obras que hoy son inservibles. A modo de conclusión, se puede evidenciar señor juez que la comunidad Ibaguereña y en general de todo el departamento del Tolima se ha visto afectada frente a sus derechos colectivos a la defensa del patrimonio público, la moralidad administrativa, al deporte y al trabajo, es así, por lo que resulta necesario que acorde con las evidencias presentadas a lo largo del proceso, se brinde la protección de estos derechos de manera urgente. Del mismo modo, por todos los argumentos expuestos en los presentes alegatos y ante la inminencia de los hechos es menester que proceda a descorrer favorablemente las pretensiones presentadas en la demanda por lo que se ha demostrado a lo largo del proceso, por los argumentos ya planteados en este escrito y porque además como bien se dijo la vulneración de los derechos colectivos se torna un hecho notorio y de público conocimiento.
Respetuosamente,
MAYERLI SILVA RAMÍREZ
C.C. 1.110.579.683 de Ibagué Tolima Estudiante adscrita a la Clínica Jurídica de Derechos Humanos e Intereses Públicos, adscrita al Consultorio Jurídico y Centro de Conciliación de la Universidad de Ibagué