Está en la página 1de 1

PRÁCTICAS DE LA VIDA ZOE

Ejercicio N° 3
“Morir al alma”

Comer a Cristo es como comer un plato de comida. Lo comemos, lo disfrutamos. No


es un ayuno, no es algo que hacemos con el alma, es una experiencia. No importa la
hora, el lugar o la circunstancia, necesitamos comer a Cristo.

“Morir al alma” implica declarar: “Señor, renuncio al gobierno de mi alma sobre mi vida.
Renuncio. No me gobiernan mis pensamientos, ni mis emociones, ni mi voluntad.
Señor, hablá Vos. Expresate Vos. Hacelo Vos”. Te invito a hacer esta declaración en
voz alta.

Debemos recordar que no se trata de decir: “¿Hablé bien o hablé mal?”, sino de
preguntarnos: “¿Quién habló? ¿Hablé yo o habló Cristo?”. No digamos: “Yo serví al
Señor en esto”. ¡No! Cristo es quien sirve a través de nosotros. Cristo es quien habla a
través de nuestra boca. No tenemos el objetivo de imitar a Cristo o de ser como Cristo.
No pensemos: “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”. Permitamos que Él lo haga, dejemos
que el Cristo que está en nosotros lo haga a través nuestro.

Vamos a la práctica:

Declarar: “Señor, ya no me gobierno yo. Hablá Vos. Hacelo Vos. Cociná Vos. Cerrá el
negocio Vos. Expresate Vos”. Esta declaración de que lo haga Cristo a través de
nosotros trae fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno.

BERNARDO STAMATEAS – MODO ESPÍRITU

También podría gustarte