Responda sus preguntas y ofrézcales información cobre el COVID-19. Transmita a su hijo o adolescente la seguridad Limite la exposición de su familia a la cobertura de noticias. Intente mantener las rutinas. Si cierran las escuelas, elabore un cronograma para actividades de estudio y para actividades de descanso o entretenimiento. Sea el modelo a seguir.
Técnicas para enfrentar la ansiedad
La distracción
Si estás atravesando una época estresante en tu vida y previenes posibles ataques de
ansiedad, es importante que prestes atención a tus sensaciones internas, utilizando la distracción (por ejemplo, si no se trata de ansiedad social, puedes ponerte a hablar con alguien). Algunos métodos comunes de distracción son: cantar, bailar, iniciar una conversación con otra persona, mirar los escaparates de las tiendas si te encuentras en la calle o, incluso, fijarte en cifras numéricas que tengas a tu alrededor y hacer operaciones matemáticas con ellas.
Autoinstrucciones
La técnica de autoinstrucciones nos a ayudará a saber cómo controlar la ansiedad gracias
a modificar los pensamientos ansiógenos. Este método sirve para reconducir nuestros temores a través de mensajes que nos enviamos a nosotros mismos. Pero, para que la técnica funcione, hemos de estar convencidos realmente de las frases que nos decimos. Algunos ejemplos son: Recuerda que lo que estás sintiendo es una exageración provocada por la ansiedad. Estas sensaciones no pueden causarte ningún daño. No luches contra tus sensaciones. Simplemente, acéptalas. Pasarán. Evita agrandar tu miedo con pensamientos catastróficos que no tienen ninguna base real. Acuérdate de que si dejas de alimentar tus temores y tus pensamientos catastrofistas, el miedo y las sensaciones desagradables terminarán por desaparecer. Mi miedo trata de advertirme de un peligro irreal. Por lo tanto, no le haré caso. Piensa en la satisfacción que sentirás tras haber controlado el pánico por ti mismo/a.
Ejemplo de pausa activa
Relajate. Cierra los ojos y has tres respiraciones profundas.
Relaja tu cuello. Lentamente flexiona tu cabeza hacia atrás (como si quisieras mirar al techo) y luego hacia adelante llevando el mentón hacia el pecho. Gira la cabeza hacia la derecha (como si trataras de mirar tu espalda) y sostén esa posición por 5 segundos. Vuelve la cabeza al centro y cambia hacia el lado contrario. Inclina la cabeza hacia la izquierda y luego hacia la derecha (intentando llevar el oído al hombro). Puedes ayudarte con la mano. Sube los hombros hacia las orejas, mantenlos ahí por 5 segundos y suéltalos rápidamente. Entrelaza las manos y lleva los brazos por delante y hacia arriba (como si quisieras tocar el techo). Estira los brazos. Cruza tus manos detrás de la espalda y estira los brazos. Mantén la espalda recta. Cierra las manos lo más fuerte que puedas y luego ábrelas. Repítelo varias veces. Estira los brazos a la altura del pecho y realiza movimientos circulares de las muñecas hacia adentro y hacia afuera para relajar tensiones. De pie, lleva la rodilla derecha al pecho, sostén por diez segundos con las manos y cambia de pierna. De pie, lleva la rodilla derecha al pecho, sostén por diez segundos con las manos y cambia de pierna.