Libro: Sin fines de lucro, Por qué la democracia necesita de las humanidades
Autor: Martha C. Nussbaum
Editorial: Katz editores Capitulo a Reseñar: Capitulo 3 Reseñado por: Juan David Romero Parra Capítulo 3: Educar ciudadanos: los sentimientos morales (y antimorales) En este capítulo Martha Nussbaum, nos adentra en la problemática y la necesidad de crear una reflexión sobre qué tipo de educación, estamos recibiendo niños y jóvenes, también plantea la idea de que antes de iniciar a crear planes para incentivar y mejorar el futuro de la educación, debemos identificar primero que problemáticas se encuentran los educandos, en la trayectoria de convertirse de estudiantes a ciudadanos que forman parte de una sociedad democrática Esta vez, la escritora toma como eje a la sociedad estadounidense, y que, en opinión personal, esta sociedad está en niveles muy similares a nuestra sociedad colombiana, por diferentes aspectos y situaciones que vivimos día a día, como lo puede ser la discriminación hacia las personas por su color de piel, su orientación sexual, influencias económicas o diferencias de ideologías, también cabe mencionar, la violencia de genero hacia la mujer. Hay que resaltar que, no solo estos lamentables acontecimientos se viven en las instituciones educativas, de por sí, las podemos evidenciar en las calles de nuestro país con mucha frecuencia. Como respuesta a esto podemos encontrar varias tácticas para erradicar estas problemáticas, podemos nombrar varias campañas de concientización, marchas y manifestaciones de libertad de expresión, canciones, publicidades y diferentes formas de alzar la voz en contra de estas prácticas discriminatorias, la pregunta aquí es ¿Funcionan? ¿Generan algún cambio?, en realidad y en la mayoría de veces, no… Es allí donde nos preguntamos ¿Qué pasa en nuestra sociedad y por qué nos continuamos comportando de esa forma? Y si, son bastantes las interrogantes que nos hemos planteado, pero sencillamente una opción para acabar con todo esto es empezar a identificar lo que le estamos inculcando a los pequeños al inicio de su vida estudiantil, ¿es lo correcto?, también hay que corroborar quienes son las personas que están acompañando su formación, a quien le estamos entregando el poder de inculcar a los niños ideologías y si son las correctas, para que en un futuro empiecen a desenvolverse en nuestra sociedad, pero no solo hay que dejar todo de mano de los docentes y que ellos se encarguen de todo, también desde casa debemos fundamentar los valores y principios para con ellos mismos y para con los demás integrantes de la sociedad a la que van a formar parte próximamente, haciendo cita a una de las frases con las que Martha Nussbaum da inicio a este capítulo, “El primer afecto del niño es amarse a sí mismo; y el segundo, que del primero se deriva, amar a los que lo rodean, porque en el estado de flaqueza en que se halla, solo conoce a las personas por la asistencia y las atenciones que recibe. (Jean-Jacques Rousseau, Emilio o De la educación, Libro IV, 1762)”, enseñar a los pequeños que, así como ellos merecen respeto, deben brindar respeto hacia los demás y a su vez. Al mismo instante en que se va desarrollando, Martha Nussbaum, va proponiendo varias formas en las cuales se puede transformar el sistema educativo en el cual estamos establecidos, claro está, este cambio debe cumplir con varios aspectos como ser dado a conocer de una forma correcta, y debe dar garantía de que a futuro, va a brindar referentes para generar un cambio en la sociedad, por ende las formas de cambio que se van brindando, también deben dar apertura a la capacidad de los estudiantes de ver el mundo desde varias perspectiva, entre esa, la perspectiva del otro, y a su vez ir dando pie al cambio a los han crecido con la ideología de que otros son seres inferiores a ellos, que tratan a los demás como objetos y manipulan a su gusto. Se puede concluir que, a lo largo de este capítulo, la respuesta a una posible pregunta de cómo crear estrategias para el futuro de la educación y a su vez con estas estrategias, ir educando a los ciudadanos de una forma moral o mucho mejor aún, reeducarlos sobre conductas y distintos valores, es posible y esto a la medida que se logre reformar las bases de la educación, generar nuevos modelos de la misma, donde la igualdad y el respeto, y el amor, sea de forma equitativa para uno mismo y para los demás, la forma de educar ciudadanos, parte desde los más pequeños, los niños.