Está en la página 1de 1

Control del Gasto Cardíaco

Llegados a este punto, sería muy útil repasar el control del gasto cardíaco, como se ha
resumido en la figura 21-2. El gasto está determinado por el volumen sistólico y la
frecuencia cardíaca, y a su vez, el primero depende del volumen telediastólico y del
telesistólico. El volumen telediastólico depende de la precarga, de la adaptabilidad
ventricular y del tiempo de llenado diastólico. El volumen telesistólico depende de la
contractilidad y, para no extendernos demasiado, de la presión arterial o poscarga (que no
se muestran en la fig. 21-2). La activación simpática aumenta la contractilidad, que a su
vez está disminuida por la insuficiencia cardíaca, al igual que ocurre con algunos de los
fármacos más habituales en veterinaria. El incremento en la frecuencia cardíaca actúa
directamente aumentando el gasto cardíaco, aunque también disminuye el tiempo de
llenado diastólico, lo que compromete el incremento del gasto cardíaco. La frecuencia
cardíaca se eleva por la activación simpática y la desactivación del parasimpático. La
activación simpática también acorta la duración sistólica, lo que ayuda a preservar el
tiempo de llenado diastólico. Los efectos añadidos de la activación simpática sobre el
corazón se evidencian al comparar la función cardíaca de un perro normal durante el
reposo y durante un ejercicio intenso

También podría gustarte