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COMPETITIVIDAD

Primeramente, cuando hablamos de competitividad debemos tener en cuenta que


existe una interacción entre dos o más organizaciones la cual se ve afectada por
factores internos o externos. En cuanto a los factores internos podemos considerar
la actividad económica a la que se dedica cada empresa, esto es los productos y/o
servicios que ofrecen, por otro lado, en el ambiente externo se ubican los clientes,
proveedores y la demanda que posean los productos o servicios en el sector en el
que la empresa u organización opera.
Se cree que para que una empresa logre una mayor ventaja competitiva debe existir
sencillamente un aumento de la capacidad de inversión de la apertura comercial. Lo
que si es cierto es que para lograr un mayor grado de competitividad y que esta sea
sostenible se exige una implementación de una variedad de políticas que permitan
superar los obstáculos que se presenten para alcanzarla.
Según Michael Porter es fundamental el poder determinar la calidad y la cantidad de
los factores productivos, recursos naturales, capitales y tejido empresarial. Para
lograr obtener un puesto altamente competitivo, toda organización debe tener clara
idea acerca de cuál es la necesidad del producto en relación con la oferta existente,
pues es muy importante que exista una demanda exigente en busca de artículos que
se superen y se anticipen a las necesidades.
Ahora bien, el nivel de competitividad en las organizaciones hoy en día se ve cada
vez más afectado por un factor que es de vital importancia, la innovación. La
innovación se puede definir en este sentido como aquella herramienta fundamental
que permite a las empresas diferenciarse de la competencia, permanecer
competitivos en el mercado y al mismo tiempo sirve de mucho para fabricar y
acceder más fácilmente a un cierto nicho de mercado conforme a lo que desea la
empresa.
En ese orden de ideas, para llevar a cabo un proceso exitoso que le permita a
cualquier empresa llegar a ser altamente competitiva, es necesario pasar por
distintas etapas referentes al proceso de innovación desde como realizar una
oportuna identificación de oportunidades del negocio teniendo en cuenta las
necesidades que tengan los clientes, hasta el posterior desarrollo e introducción de
las nuevas ideas al mercado de manera exitosa generando una solución novedosa.
En conclusión, podemos decir que, para lograr ventaja competitiva, es necesario que
como empresa debemos mantener en mejora continua la productividad, es decir,
hacer más con lo óptimo para alcanzar la eficiencia, también mantenerse en
procesos de innovación permanente, es decir, hacer las cosas de manera diferente,
y, por último, se requiere de la adopción de un sistema basado en estrategias que
estén enfocadas en una visión a largo plazo. Por último, la fuente de esta
competitividad es el capital humano, el cual debe adaptar sus competencias
conforme a cómo evoluciona el mercado.
NATALIA SOFIA SENCIO MENDOZA

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