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Iglesia Católica[editar]

Según la teología cristiana, toda la Santísima Trinidad está involucrada en la tarea creativa del
universo. Sin embargo, la iniciativa de la creación cubre al Padre.
Actualmente no existe un consenso entre las confesiones cristianas sobre el modo en el cual
el hombre fue creado.

Judaísmo[editar]
Como ya se sabe sobre todo en el Génesis de la Biblia, gracias a los muchos comentarios con
significado literal y alegórico, simbólico o por medio de parábolas, hasta el significado
esotérico de la Kabbalah, también en Mishné Torá Maimonides establece el fundamento de
una relación religiosa sana entre el ser humano y la naturaleza:
Amar y temer a este Dios honrado y venerado es un precepto positivo, como expone: “Ama a Hashem,
tu Elohim”1, y: “Reverencia a Hashem, tu Elohim”2¿Cuál es el camino a seguir para amarLo y temerLe?
Cuando el ser humano reflexione sobre Sus grandes y maravillosas acciones y creaciones, y vea en
ellas Su inigualable e infinita sabiduría, instantáneamente Lo amará, alabará y exaltará; y anhelará
intensamente conocer el Gran Nombre, como dijo David: “Sedienta está mi alma de Hashem, del Elohim
viviente”3. Cuando medite sobre todo esto inmediatamente recapacitará, temerá y reverenciará (a
Hashem), al entender que no es más que una criatura "diminuta, baja y oscura", que se presenta con su
pobre y superficial conocimiento ante el Poseedor del conocimiento absoluto, como expuso David:
“Cuando veo Tus cielos… ¿qué es el hombre para que lo recuerdes?” 4. Acorde a dichas ideas explicaré
importantes conceptos de las acciones del Amo de los Mundos, a modo de introducción al entendedor
para amar a Hashem, como dijeron los Sabios en lo referente al amor: “Así podrás conocer a Quien creó
el mundo (sólo) con Su Palabra”5...

La mayoría de los judíos sabios entienden los caminos de Dios también a través de la
observación de la Creación y las criaturas en ella. Sin embargo, algunos, especialmente los
profetas judíos, primero reciben una visión profética y luego la observan en la realidad:
Resulta entonces que Él es el Conocedor, Él es el Conocido y Él es el Conocimiento mismo, todo en
una unidad. Este concepto, la boca no tiene capacidad de expresarlo, ni el oído de escucharlo, ni el
corazón humano de concebirlo plenamente. Y por eso expone: “jei nafshejá (la vida de tu alma)” 6, y “Jei
paró (por la vida del faraón)”7, pero no dice “jei Hashem (por la vida de Hashem)”, sino “jai Hashem (Vive
Hashem)”8, pues el Creador y Su vida no son dos, como es el caso con los cuerpos vivientes o como la
vida de los ángeles. En consecuencia, Hashem no conoce a las creaciones ni las entiende a partir de
ellas mismas —tal como las conocemos nosotros— sino las conoce a partir de Sí mismo. Pues dado
que Él Se conoce a Sí Mismo, conoce todo, ya que la existencia de todo se basa en Él

Véase también[editar]
 Génesis
 Adán y Eva
 Creacionismo
 Dios

Referencias[editar]
1. ↑ Devarim  6: 5
2. ↑ Devarim 10: 20
3. ↑ Tehilim 42: 3
4. ↑ Tehilim 8: 4-5
5. ↑ Sifrì
6. ↑ Samuel-1 25: 26
7. ↑ Gén. 42: 15
8. ↑ Samuel-1 25: 26

Bibliografía[editar]
 BERKHOF, L. Teología Sistemática. Campinas: LPC, 1995.
 GRUDEM, Wayne. Teología Sistemática. São Paulo: Vida nova, 2006.
 PACKER, J. I.. Creation: God is Creator. In: PACKER, J. I. Concise Theology. Ed.
Tyndale.
 Ruiz de la Peña, Juan Luis (1996). Teología de la creación. Editorial Sal
Terrae. ISBN 9788429307368.
 Sayés, José Antonio (2002). Teología de la Creación. Palabra. ISBN 9788482396439.
 Urbano López de Meneses, Pedro (2004). Creó Dios en un principio: iniciación a la
teología de la creación. Ediciones Rialp. ISBN 9788432135194.

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