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Dones en El NT - Aula Abierta 2014 PDF
Dones en El NT - Aula Abierta 2014 PDF
1
No
hay
que
perder
de
vista
que
los
talentos
(y
minas)
de
las
parábolas
no
corresponden
a
lo
que
en
castellano
entendemos
al
usar
esta
palabra.
Son
cantidades
de
dinero.
P.ej.
una
mina
equivalía
a
tres
meses
de
sueldo
de
un
jornalero.
1
son
invitados
a
compartir
la
alegría
de
su
amo,
mientras
que
el
tercero
recibe
el
reproche
de
su
Señor.
Descubro
algunas
líneas
aplicables
al
tema
de
los
dones
espirituales,
que
son
presentadas
más
tarde
en
las
cartas
apostólicas:
-‐ Los
dones
son
dados
o
conferidos
por
el
Señor,
no
son
posesión
na-‐
tural
de
los
siervos.
-‐ El
Señor
conoce
la
capacidad
de
sus
siervos,
según
la
cual
les
equi-‐
pa
con
su
“capital”.
-‐ Él
espera
que
“negocien”
con
este
“capital”,
o
sea
que
no
lo
entie-‐
rren,
sino
que
lo
usen
para
que
rinda
fruto
para
Él
y
su
Reino.
-‐ Él
pedirá
cuentas
de
lo
que
han
hecho
con
su
“capital”
a
su
retorno
y
les
alabará
o
reprochará.
-‐ Recibir
este
capital
es
por
un
lado
muestra
de
confianza
del
Señor,
por
otro
implica
la
responsabilidad
de
atender
diligentemente
la
voluntad
del
Señor
revelada
por
la
dación
de
los
talentos
o
minas
a
sus
siervos.
Siendo
parábolas,
no
es
posible
aplicar
todos
los
elementos
que
en
ellas
aparecen
a
todos
los
aspectos
del
tema
de
los
dones
espirituales
y
el
mi-‐
nisterio
que
los
siervos
de
Jesucristo
ejercen
hasta
que
él
regrese.
Sin
em-‐
bargo
se
puede
delinear
en
términos
concretos
estas
verdades
aplicables
a
los
dones
y
ministerios
en
la
Iglesia
de
Jesucristo.
1.
Definiciones
En
este
estudio
nos
dedicaremos
principalmente
a
conocer
la
amplia
gama
de
dones
y
ministerios
que
el
Señor
Jesucristo
mediante
su
Espíritu
Santo
da
a
su
Iglesia
hasta
que
el
regrese.
χάρισμα
La
palabra
griega
que
traducimos
por
“don”
es
“carisma”.
A
continuación
cito
a
W.
Barclay
con
algunos
cambios
míos:
2
pués
canta
su
himno
al
amor.
Carísmata
son
las
gracias
de
la
vida
cristiana.
2.
Se
utiliza
respecto
de
la
“gracia
y
del
perdón
de
Dios”
dentro
de
la
si-‐
tuación
en
que
el
juicio
y
la
condenación
serían
lo
único
justo.
En
Rom
5:15,
16,
el
pecado
del
hombre
y
el
chárisma
de
Dios
de
gracioso
perdón
son
contrastados.
En
Ro.
6:23
-‐
un
versículo
al
que
volveremos
-‐
la
paga
del
pecado
es
la
muerte,
pero
el
chárisma
de
Dios
es
la
vida
eterna.
3.
…
Pedro
exhorta
a
todo
hombre
a
servir
a
los
otros
de
acuerdo
con
el
chárisma
que
ha
recibido
(1
P.
4:10).
4.
Se
emplea
con
relación
al
“don
que
se
confiere
a
un
hombre
cuando
es
ordenado
para
el
ministerio”.
Timoteo
nunca
debe
desatender
el
don
que
vino
a
él
mediante
la
imposición
de
las
manos
del
presbiterio
(1Tim
4:14;
2Tim
1:6).
El
don
de
Dios
viene
en
este
caso
a
Timoteo
a
través
de
las
manos
de
los
ancianos,
pero
permanece
como
un
don
de
Dios.
5.
Se
utiliza
especialmente
respecto
de
“los
dones
especiales
que
pue-‐
den
ser
aplicados
al
servicio
de
la
iglesia”.
Hay
dos
grandes
listas
de
dones.
Ro.
12:6–8
menciona
profecía,
ministerio,
repartimiento,
enseñanza,
ex-‐
hortación,
presidencia
y
misericordia.
La
lista
de
1Cor
12:8–10
es
más
lar-‐
ga.
1Cor
12:28–30
indica
cuán
diferentes
carísmata
se
dan
a
las
diversas
personas.2
Hasta
aquí
la
definición
de
Barclay.
Más
tarde
veremos
que
hay
más
de
dos
listas
de
dones
en
el
NT,
y
esto
nos
llevará
más
adelante
a
la
interpretación
que
demos
al
tema
de
los
dones.
Una
buena
y
útil
definición
encontré
en
Deiros.3
“…
los
dones
del
Espíritu
Santo
son
dones.
Aquí
el
énfasis
cae
sobre
el
carácter
de
aquello
que
se
recibe
como
don
del
Espíritu.
No
se
trata
de
talentos
latentes,
pericias
escondidas
o
aptitudes
que
se
despiertan.
Los
dones
vienen
de
Dios;
no
están
en
nosotros.
Los
carismas
no
son
meramente
más
y
mejor
de
algo
que
ya
está
pre-‐
sente,
no
importa
cuán
elevado
sea.
No
se
trata
del
mejoramiento
de
facultades
o
potencialidades
que
ya
tenemos,
no
importa
cuán
nobles
ellas
sean.
Se
trata
de
dación
y
no
de
educación;
de
capaci-‐
dades
que
Dios
da
por
su
gracia
y
poder,
y
no
de
habilidades
que
nosotros
desarrollamos.
Como
señala
Leslie
B.
Flynn:
“Así
pues,
los
dones
espirituales,
por
su
fuente,
naturaleza,
y
propósito
sobrenatu-‐
2
Barclay,
W.,
1977.
Palabras
griegas
del
Nuevo
Testamento
-‐
su
uso
y
su
significado,
pp.48–
50.
3
Deiros,
Pablo
A.
Dones
y
ministerios.
-‐
1a
ed.
-‐
Buenos
Aires:
Publicaciones
Proforme,
2008.
276
p.;
22x15
cm.
-‐
(Programa
de
formación.
Ministerial
por
Extensión
/
Pablo
Deiros)
3
Leslie
B.
Flynn,
19
Dones
del
Espíritu
(Miami:
Logoi,
1974),
39.
3
ral,
deben
distinguirse
de
los
talentos
naturales,
aunque
a
menudo
puedan
estar
interrelacionados.”4
El
siguiente
gráfico
lo
ilustra
(Deiros/Flynn):
TALENTO DON
Quisiera
destacar
la
última
parte:
“…
a
menudo
pueden
estar
interrelacio-‐
nados”.
El
soberano
Espíritu
de
Dios
puede
combinar
en
nuestro
ministerio
los
talentos
naturales
que
Dios
nos
ha
dado
como
seres
humanos,
con
los
do-‐
nes
espirituales
que
el
Espíritu
Santo
confiere,
para
su
gloria
y
para
el
mi-‐
nisterio
eficaz
en
su
iglesia.
Esto
es
subrayado
por
Grudem,
cuando
dice:5
“Un
don
espiritual
es
una
habilidad
potenciada
por
el
Espíritu
Santo
y
utilizada
en
cualquier
ministerio
de
la
iglesia.
Esta
amplia
definición
incluye
tanto
los
dones
relacionados
con
las
habilidades
naturales
(tales
como
la
enseñanza,
el
mostrar
misericordia,
o
la
administra-‐
ción)
como
los
dones
que
parecen
ser
más
«milagrosos»
y
menos
relacionados
con
las
habilidades
naturales
(tales
como
la
profecía,
la
sanidad,
o
el
discernimiento
de
espíritus)”.
2.
El
hilo
conductor
Este
pensamiento
puede
guiarnos
como
hilo
conductor
en
la
consideración
de
los
dones,
pues
muestra
la
tremenda
amplitud
que
descubrimos
al
ocu-‐
parnos
más
profundamente
del
tema.
Sea
como
fuese
la
posible
combinación
de
dones
naturales
y
espirituales,
la
premisa
indispensable
siempre
debe
ser:
5
Grudem,
Wayne
2009:
Teología
Sistemática.
Miami,
Florida:
Editorial
Vida.
4
Los
dones
espirituales
se
conceden
para
capacitar
a
la
iglesia
para
lle-‐
var
a
cabo
su
ministerio
en
este
mundo
hasta
que
Cristo
regrese.
Todo
está
subordinado
a
este
propósito.
Y
aquí
tenemos
la
conexión
entre
las
dos
parábolas
de
Jesús
y
lo
que
los
apóstoles
exponen
en
sus
cartas.
Todo
lo
que
la
iglesia
necesita
para
su
ministerio
en
el
mundo,
proviene
de
Dios
y
de
su
Espíritu,
y
por
ende
es
don
de
gracia,
sea
talento
natural
santi-‐
ficado
por
Dios
o
don
sobrenatural
conferido
directamente
por
el
Espíritu
Santo.
Los
dones
de
gracia
son
dados
para
el
servicio
y
para
la
edificación
del
Cuerpo
de
Cristo
(Rom
12:1-‐8),
para
provecho
del
Cuerpo
de
Cristo
(1Cor
12:7).
En
este
sentido
es
cierto
lo
que
G.
Hoerster
6dice:
“No
hay
que
pro-‐
curar
obtener
el
don
de
gracia
en
sí
y
como
tal,
es
más
bien
el
ministerio
en
la
iglesia
que
será
ejercido
mediante
este
don.”
Entonces
debemos
sostener
que
dones
de
gracia
son
dones
de
servicio
o
de
ministerio
que
son
dados
para
la
edificación
de
la
Iglesia
de
Cristo
(1Cor
12:4).7
Es
obvio
que
el
don
es
dado
según
la
tarea
encomendada.
En
1Cor
12:4-‐6
se
nos
describe
la
actuación
del
Dios
Trino
de
la
manera
siguiente:
1.
El
Espíritu
Santo
da
los
dones
(en
el
nuevo
nacimiento,
a
veces
en
un
proceso
gradual).
2.
El
Señor
Jesucristo
determina
las
tareas
(ministerios)
según
los
dones
conferidos.
3.
Dios
el
Padre
genera
la
energía
necesaria
para
el
ejercicio
del
ministerio.
De
todas
estas
indicaciones
podemos
concluir
que
los
dones
de
gracia
en
su
totalidad
son
dados
por
el
Dios
Trino
y
sirven
para
un
propósito
su-‐
premo
–
glorificar
al
Dador,
edificar
a
su
Iglesia
(su
Cuerpo)
y
mostrar
al
mundo
su
señorío.
La
iglesia
hace
bien
en
conocer
la
plenitud
de
los
dones,
descubrir
su
rele-‐
vancia
para
la
actualidad
y
poner
en
práctica
este
capital
precioso
que
el
Señor
nos
ha
dejado
como
su
legado
hasta
que
retorne
en
gloria.
3.
Listas
de
dones
en
las
cartas
apostólicas
y
maneras
de
clasificarlos
Es
interesante
observar
el
acercamiento
variado
de
los
exégetas
a
la
cues-‐
tión
de
la
descripción
de
los
dones,
tanto
en
cuanto
a
su
número
como
también
en
cuanto
a
su
clasificación.
Cada
uno
de
los
acercamientos
que
6
Hoerster,
Gerhard
1983:
Gnadengaben
im
Neuen
Testament.
Witten:
Bundesverlag.
7
El
NT
hace
una
excepción,
pues
aparentemente
el
don
de
lenguas
sirve
para
la
edifica-‐
5
presentaré
a
continuación
tiene
su
propia
lógica,
y
a
la
vez
refleja
la
casi
imposibilidad
de
llegar
a
conclusiones
finales
fundados
en
un
consenso
común.
Pero
esto
no
debe
preocuparnos,
pues
aun
los
intentos
de
descri-‐
bir
y
clasificar
los
dones
de
gracia
reflejan
a
mi
criterio
la
multiforme
y
abundante
gracia
que
encuentra
su
expresión
en
ellos.
Comenzaré
con
el
loable
y
muy
interesante
intento
de
un
autor
latinoame-‐
ricano,
Pablo
A.
Deiros.
Me
gusta
el
título
de
su
obra,
que
en
si
ya
constitu-‐
ye
una
interpretación
anticipada:
Dones
y
Ministerios.8
Es
decir,
los
dones
y
el
ministerio
resultante
de
ellos
constituyen
una
unidad
inseparable.
3.1
Las
9
categorías
de
dones
según
Deiros
Deiros
desarrolla
un
interesante
bosquejo
de
los
dones,
clasificándolos
en
9
categorías.
Al
presentarlas
no
digo
que
necesariamente
esté
de
acuerdo
con
esta
clasificación,
pero
me
parece
digna
de
ser
presentada,
pues
cons-‐
tituyen
un
interesante
acercamiento
al
tema:
1. Dones residentes. Aquí
considera
a
personas
como
dones
de
Dios,
dados
a
su
Iglesia:
Apóstoles
Profetas
Evangelistas
Pastores
Maestros
Pastores-‐maestros
Otros
dones
residentes
El
don
de
enseñar
El
don
de
presidir
El
don
de
administrar
El
don
de
interceder
2.
Dones
de
servicio
El
don
de
servicio
El
don
de
hospitalidad
El
don
de
ayudas
El
don
de
exhortación
El
don
de
repartir
o
dar
El
don
de
hacer
misericordia
El
don
de
ser
misionero
3.
Dones
de
revelación
El
don
de
palabra
de
sabiduría
El
don
de
palabra
de
ciencia
La
relación
de
estos
dones
con
otros
El
don
de
discernimiento
de
espíritus
5.
Dones
de
poder
8
V.s.
nota
al
pie
2
6
El
don
de
hacer
milagros
El
don
de
fe
El
don
de
liberación
6.
Dones
de
sanidades
Una
comunidad
terapéutica
Una
comunidad
de
terapeutas
Una
comunidad
que
hace
terapia
7.
Dones
de
inspiración
El
don
de
profecía
El
don
de
interpretación
de
lenguas
8.
Dones
de
lenguas
9.
Dones
de
renunciamiento
El
don
de
celibato
El
don
de
pobreza
voluntaria
El
don
de
martirio
Esta
categorización
es
por
demás
interesante
por
incluir
algunos
“dones”,
que
generalmente
no
se
consideran
como
tales
(v.s.
la
categoría
9).
Otro
autor,
Leslie
B.
Flynn,
discute
diecinueve
dones
del
Espíritu.
De
hecho,
tal
es
el
título
de
su
excelente
libro
sobre
el
tema.
En
su
lista,
Flynn
inclu-‐
ye:
el
don
apostólico,
de
profecía,
de
evangelismo,
de
pastoreo,
de
la
ense-‐
ñanza,
de
exhortación,
de
conocimiento
y
de
sabiduría,
de
ayudar,
de
la
hospitalidad,
de
dar,
de
gobierno,
de
misericordia,
de
la
fe,
de
discernimien-‐
to,
de
milagros,
de
sanidad,
de
lenguas
y
de
interpretación
(de
lenguas).
La
conclusión
de
este
autor
es
que
“los
dones
se
superponen
unos
a
otros.
Esto
hace
difícil
separar
completamente
algunos
de
los
demás.
Justamente
el
de
profecía
incorpora
cierta
cantidad
de
enseñanza.
El
evangelismo
también
contiene
parte
del
don
de
enseñanza.
Los
dones
de
ayuda
(ministerio)
y
el
de
mostrar
misericordia
están
relacionados.
Varios
dones
parecen
caber
dentro
de
otros.”9
3.2
La
clasificación
según
Grudem
Grudem10
por
su
parte
clasifica
los
dones
según
los
pasajes
bíblicos,
donde
aparecen,
y
llega
a
la
cantidad
de
22:
1
Corintios
12:28-‐30
1. apóstol11
ἀποστόλους
(pl)
2.
profeta
προφήτας
(pl)
3.
maestro
διδασκάλους
(pl)
9
Citado
por
Deiros
2008:41
10
Grudem
2009:1075
11
Grudem:
Estrictamente
hablando,
ser
un
apóstol
es
un
oficio,
no
un
don
(vea
capítulo
47,
pp.
952–58,
sobre
el
oficio
de
apóstol).
7
4.
milagros,
lit.
poderes
δυνάμεις
(pl)
5.
dones
de
sanidad
χαρίσματα
ἰαμάτων
(pl)
6.
ayudas
ἀντιλήμψεις
(pl)
7.
administración
κυβερνήσεις
(pl)
8.
lenguas γένη
γλωσσῶν
(pl)
1
Corintios
12:8–10
9.
palabra
de
sabiduría
λόγος
σοφίας
10.
palabra
de
conocimiento
λόγος
γνώσεως
11.
fe
πίστις
ἐν
τῷ
αὐτῷ
πνεύματι
(5)
dones
de
sanidad12
(4)
milagros
(2)
profecía
προφητεία
(sustant.)
12.
distinguir
entre
espíritus
διακρίσεις
πνευμάτων
(8)
lenguas
13.
interpretación
de
lenguas
ἑρμηνεία
γλωσσῶν
(aquí
tenemos
la
raiz
de
la
palabra
hermenéutica)
Efesios
4:1113
(todo
en
pl)
(1)
apóstol
ἀποστόλους
(2)
profeta
προφήτας
14.
evangelista
εὐαγγελιστάς
15.
Pastor-‐maestro
ποιμένας
καὶ
διδασκάλους
Romanos
12:6–8
(2)
profecía
προφητείαν
κατὰ
τὴν
ἀναλογίαν
τῆς
πίστεως
16.
Servicio
διακονία
(3)
enseñanza
ὁ
διδάσκων
ἐν
τῇ
διδασκαλίᾳ
17.
Alentar
ὁ
παρακαλῶν
ἐν
τῇ
παρακλήσει
18.
Contribuir
ὁ
μεταδιδοὺς
ἐν
ἁπλότητι
19.
Liderazgo
ὁ
προϊστάμενος
ἐν
σπουδῇ
20.
Misericordia
ὁ
ἐλεῶν
ἐν
ἱλαρότητι
1
Corintios
7:7
χάρισμα
ἐκ
θεοῦ
chárisma
ek
theou
don
de
Dios:
21.
matrimonio
ἡ
γυνή
+
ὁ
ἀνήρ
(esposa
y
esposo)
22.
celibato
ἄγαμος
(el
contexto
de
1Cor
7
explica
este
tipo
de
“don”)
1
Pedro
4:11
el
que
habla
(que
cubre
varios
dones)
εἴ
τις
λαλεῖ,
ὡς
λόγια
θεοῦ
el
que
presta
algún
servicio
εἴ
τις
διακονεῖ,
ὡς
ἐξ
ἰσχύος
ἧς
χορηγεῖ
ὁ
θεός
(que
cubre
varios
dones)
12
Los
números
entre
paréntesis
corresponden
al
don
que
aparece
en
los
otros
textos
también.
13
Grudem:
Esta
lista
ofrece
cuatro
tipos
de
personas
en
términos
de
oficios
o
funciones,
no,
hablando
estrictamente,
cuatro
dones.
Para
tres
de
las
funciones
de
la
lista,
los
dones
correspondientes
serían
la
profecía,
la
evangelización
y
la
enseñanza.
8
Es
notable
la
ausencia
de
1Cor
14,
pero
a
la
vez
lógica,
pues
este
capítulo
no
enumera,
sino
más
bien
aplica
los
dones
mencionados
en
1Cor
12+13.
Sin
embargo
quiero
anotar
que
en
1Cor
14:39
aparece
el
verbo
profetizar
προφητεύειν,
que
es
la
acción
de
un
profeta
y
de
su
profecía.
Y
al
parecer
Pablo
de
da
un
lugar
muy
prominente
entre
los
dones.
Grudem
llega
a
un
total
de
22
dones,
que
a
su
vez
podrían
ser
divididos
en
varias
subcategorías,
como
otros
hacen.
Pregunta
con
justa
razón
y
a
la
vez
introduce
nuevas
categorías
de
dones
(en
azul
y
subrayado):
“¿Cuántos
diferentes
dones
existen
entonces?
Ello
depende
sim-‐
plemente
en
lo
específicos
que
queramos
ser.
Podemos
confeccio-‐
nar
una
lista
muy
breve
de
solo
dos
dones
como
hace
Pedro
en
1
Pedro
4:11:
«el
que
habla»
y
«el
que
presta
algún
servicio«.
En
esta
lista
de
solo
dos
asuntos
Pedro
incluye
todos
los
dones
menciona
dos
en
cualquier
otra
lista
porque
todos
ellos
caen
en
una
de
estas
dos
categorías.
De
un
lado,
podemos
tomar
los
oficios
de
profeta,
sacerdote,
y
rey
del
Antiguo
Testamento,
y
tener
una
lista
de
tres
tipos
de
dones:
los
dones
proféticos
(en
este
amplio
sentido)
inclui-‐
rían
los
que
implican
enseñar,
alentar,
exhortar
o
reprender
a
otros.
Los
dones
sacerdotales
incluyen
todo
lo
que
implica
mostrar
misericordia
y
cuidar
de
aquellos
en
necesidad
o
implica
interceder
ante
Dios
(tal
como
orar
en
lenguas).
Los
dones
reales
implicarían
todo
lo
que
tenga
que
ver
con
la
administración
o
el
gobierno
o
el
orden
en
la
iglesia.”14
3.3
Otras
clasificaciones,
número
de
dones
y
mi
premisa
teológica
Algunos
clasifican
los
dones
en
• Dones
de
conocimientos
(distinguir
entre
espíritus,
palabra
de
sa-‐
biduría,
palabra
de
conocimiento)
• Dones
de
poder
(sanidad,
milagros,
fe)
• Dones
de
la
palabra
(lenguas,
interpretación,
profecía)15
Según
esto
sería
posible
confeccionar
una
lista
de
dones
mucho
más
am-‐
plia
que
los
22
dones
que
Grudem
enumera,
pues
existen
diferentes
tipos
de
servicio
o
de
administración
etc.
No
quiero
dejar
de
mencionar
un
don,
que
al
parecer
no
aparece
solamen-‐
te
en
la
lista
de
Flynn,
y
que
puede
estar
relacionado
el
don
de
servicio
-‐
diakonía.
Me
refiero
al
14
Grudem
2009:1076
15
Grudem:
Esta
clasificación
es
de
Dennis
y
Rita
Bennet,
The
Holy
Spirit
and
You
(Logos
Internacional,
Plainfield,
NJ,
1971),
p.
83.
La
real
categorización
de
los
Bennett
habla
de
los
dones
de
revelación,
los
dones
de
poder,
e
inspiracionales
o
dones
de
compañerismo,
y
los
relacionan
en
orden
inverso
al
que
yo
he
ofrecido
aquí.
9
don
de
la
hospitalidad.
(Rom
12:13):
ταῖς χρείαις τῶν ἁγίων κοινωνοῦντες, τὴν φιλοξενίαν
διώκοντες16. Compartiendo
para
las
necesidades
de
los
santos,
practicando
la
hospitalidad.
Un
don
precioso,
que
aquí
no
aparece
como
tal,
sino
más
bien
como
una
recomendación
a
los
creyentes.
Estoy
seguro
por
expereriencia
personal,
que
detrás
de
los
que
practican
la
comunón
de
la
necesidad
de
los
santos
y
la
hospitalidad
está
la
obra
del
Espíritu
Santo.
En
vista
de
las
varias
opciones
de
ampliar
las
listas
de
los
dones,
concuer-‐
do
y
concluyo
con
Grudem:
El
propósito
de
todo
esto
es
simplemente
decir
que
Dios
le
da
a
la
iglesia
una
asombrosa
variedad
de
dones
espirituales,
y
todos
ellos
son
muestra
de
su
multiforme
gracia.
De
hecho,
Pedro
dice
tanto
co
mo:
«Cada
uno
según
el
don
que
ha
recibido,
minístrelo
a
los
otros,
como
buenos
administradores
de
la
multiforme
gracia
de
Dios»
(1
P
4:10;
aquí
la
palabra
«multiforme»
es
poikilos,
que
significa
«tener
muchas
facetas;
tener
una
rica
diversidad»).17
Entonces
hemos
visto
la
dificultad
de
llegar
a
conclusiones
inconmovibles
en
lo
que
se
refiere
al
número
de
dones.
Y
esto
no
es
nada
raro,
pues
Pablo
(y
en
menor
grado
Pedro)
no
presentan
una
“teología
sistemática
de
los
dones”
ni
listas
completas
en
sí.
Pero
parto
de
la
premisa
teológica
de
que
los
dones
espirituales
co-‐
rresponden
a
los
ministerios
que
son
ejercidos
por
medio
de
ellos
y
a
las
necesidades
del
Cuerpo
de
Cristo,
que
es
edificado
por
ellos.
Y
los
dones,
bien
ejercidos
en
toda
su
diversidad,
deben
conducir
a
una
mayor
unidad
en
el
Cuerpo
de
Cristo
y
a
la
interdependencia
de
los
miem-‐
bros
en
la
Iglesia
del
Señor.
Pues
proceden
del
Dios
Trino
y
Uno,
modelo
excelso
de
diversidad
en
unidad.
4.
Algunos
dones
en
particular
1.
Profecía
No
pretendo
establecer
una
escala
de
valores
ni
menos
mis
propias
prefe-‐
rencias,
pero
me
parece
que
según
Rom
12:6
y
1Cor
14:3,
5b,
19ª
la
profe-‐
cía
ocupa
un
lugar
prominente
entre
los
dones.
Al
buscar
las
definiciones
16
Holmes,
M.W.,
2010.
The
Greek
New
Testament:
SBL
Edition,
Lexham
Press.
17
Grudem
2009:1077
10
del
don
de
la
profecía
o
de
la
acción
de
profetizar,
uno
encuentra
todo
un
bosque,
que
consta
de
muchos
diferentes
árboles.
¿Cuál
será
el
árbol
co-‐
rrecto?
Pienso
que
podemos
excluir
de
entrada
la
idea
de
que
profetizar
como
don
en
la
iglesia
tiene
que
ver
exclusivamente
con
el
futuro
(aunque
puede
contener
elementos
predictivos).
Rom
12:6
indica
que
la
profecía
debe
ser
ejercida
“conforme
a
la
medida
de
la
fe”.
El
texto
griego
usa
la
palabra
“analogía
de
la
fe”,
que
debemos
entender
correctamente.
Por
esto
quisiera
presentar
una
aclaración
lingüística:
ἀναλογία
[proporción,
analogía]
ἀνάλογος,
«correspondiente
al
λόγος»;
de
ahí
ἀναλογία,
«corres-‐
pondencia»,
«proporción».
En
Romanos
12:6
el
carisma
de
profe-‐
cía
debe
darse
en
correspondencia
con
la
fe,
no
como
lo
que
se
cree
(cf.
vv.
3,
6),
sino
como
el
creer
mismo.
No
puede
haber
ejercicio
alguno
de
dones
tales
como
el
de
curación
si
no
hay
fe,
pero
puede
haber
un
ejercicio
inauténtico
de
la
profecía
(cf.
1
Co.
12:10;
14:29).
De
ahí
el
recordatorio
que
el
profetizar
ha
de
hacerse
en
proporción
a
la
fe
…
[G.
Kittel,
I,
347–348]18
Esto
es
de
mayor
importancia
–
la
correspondencia
con
la
fe,
pero
la
fe
revelada
en
las
Escrituras
y
basada
en
ellas.
No
todos
los
exégetas
interpretan
“la
medida
de
la
fe”
de
Rom
12:6
de
la
misma
manera.
Aun
las
traducciones
en
las
Biblias
españolas
reflejan
los
diferentes
intentos
de
definir
esta
palabra
griega
‘analogía’:
medida,
pro-‐
porción,
o
literalmente
analogía,
que
sería
lo
más
adecuado.
Algunos
exégetas
piensan
que
aquí
se
trata
de
una
clausula
restrictiva,
en
el
sentido
de
que
el
profeta
debería
hablar
solamente
cuando
está
seguro
de
su
inspiración,
y
sin
agregar
palabras
propias.
Otros
lo
interpretan
co-‐
mo
una
restricción
objetiva
en
el
sentido
de
que
el
profeta
debe
asegurar-‐
se
que
su
mensaje
no
esté
en
oposición
a
ninguna
verdad
de
la
fe
cristiana,
“revelada
o
dada
una
vez
dada
a
los
santos”
(Jud
3).
Personalmente
estoy
convencido
de
la
segunda
interpretación,
pues
tra-‐
tándose
de
un
don
espiritual
ejercido
correctamente,
estará
en
plena
con-‐
cordancia
con
lo
revelado
por
el
Espíritus
Santo
a
los
profetas
del
Antiguo
Pacto
y
manifestado
en
la
doctrina
de
los
apóstoles.
Después
de
haber
aclarado
el
término
‘analogía’,
considero
también
de
valor
la
explicación
de
Grudem:
Muchas
personas
pueden
profetizar
en
la
congregación.
Otro
gran
beneficio
de
la
profecía
es
que
ella
provee
oportunidad
de
par-‐
ticipación
a
todos
en
la
congregación,
no
solo
a
aquellos
que
son
oradores
hábiles
o
que
tienen
dones
para
la
enseñanza.
Pablo
dice
que
él
quiere
que
«todos»
los
corintios
«profetizaran»
(1
Co
14:5)
18
Kittel,
G.,
Friedrich,
G.
&
Bromiley,
G.W.,
2002.
Compendio
del
diccionario
teológico
del
11
y
añade:
«Todos
pueden
profetizar
por
turno,
para
que
todos
reci-‐
ban
instrucción
y
aliento»
(1
Co
14:31).
Esto
no
significa
que
en
realidad
todo
creyente
será
capaz
de
profetizar,
pues
Pablo
dice:
«¿Son
todos
profetas?»
(1
Co
12:29).
Pero
sí
significa
que
cualquie-‐
ra
que
reciba
una
«revelación»
de
Dios
tiene
permiso
de
profetizar
(dentro
de
las
normas
de
Pablo),
y
esto
sugiere
que
muchos
lo
ha-‐
rán.
A
causa
de
esto,
una
mayor
apertura
al
don
de
profecía
podría
ayudar
a
superar
la
situación
en
la
que
muchos
que
asisten
a
nues-‐
tras
iglesias
son
meros
espectadores
y
no
participantes.
Quizás
con-‐
tribuimos
al
problema
de
un
«cristianismo
de
espectadores»
sofo-‐
cando
la
obra
del
espíritu
en
esta
área.19
El
criterio
principal
en
la
definición
del
don
de
profecía,
por
más
variadas
sean
los
puntos
de
vista,
se
encuentra
en
1Cor
14:3:
“El
que
profetiza,
habla
a
los
hombres
para
edificación,
exhortación
y
conso-‐
lación”.
Personalmente
concluyo
que
el
don
de
profecía,
cualquiera
sea
su
inter-‐
pretación,
nunca
descuida
la
Palabra
de
la
Biblia,
más
bien
se
inspira
en
ella,
la
aplica
en
este
triple
sentido
a
la
vida
del
individuo
o
de
la
iglesia
y
de
esta
manera
muestra
su
afinidad
con
el
Espíritu
Santo.
Pues
él
que
con
su
aliento
divino
inspiró
a
los
escritores
humanos
de
la
Sagrada
Escritura,
¿no
usará
este
don
para
que
la
Escritura
sea
útil
en
este
triple
propósito,
que
Pablo
amplía
un
poco
más
en
2Tim
3:16?
2.
Discernimiento
de
espíritus
ἄλλῳ
διακρίσεις
πνευμάτων
(a
otro
es
dado
discernimiento
de
espíritus,
1Cor
12:10).
Empezemos
nuevamente
con
una
difinición
lingüística:
“diákrisis,
διάκρισις,
«distinción,
discriminación
clara,
discernimiento,
juicio»,
término
utilizado
para
referir
la
capacidad
de
distinguir
los
espíritus:
diákrisis
pneumaton,
διάκρισις
πνευμάτων
(1
Cor.
12:10).
Para
Pablo
significa
la
capacidad
sobrenatural
de
distinguir
los
espíritus
y
los
secretos
de
los
corazones
(cf.
1
Cor.
14:29;
1
Jn.
5:1).
Parece
haber
sido
unos
de
los
dones
peculiares
de
la
era
apos
tólica,
especialmente
cuando
el
cuerpo
doctrinal
todavía
no
estaba
bien
establecido,
ni
del
todo
desarrollado,
y
abundaban
los
«engaña
dores»
(2
Jn.
2:7).
19
Grudem,
W.,
2007.
Teología
Sistemática:
Una
introducción
a
la
doctrina
bíblica,
Miami,
12
En
el
Evangelio
aparece
como
capacidad
de
leer
«los
signos
de
los
tiempos»
(Mt.
16:3),
en
el
sentido
de
reconocer
a
Jesús
como
signo
por
excelencia.
Para
Pablo
el
discernimiento
de
los
espíritus
es
un
poder
y
un
carisma
(Ro.
12:10),
la
facultad
de
leer
y
de
juzgar
el
dis-‐
curso
profético
y
las
tensiones
en
las
relaciones
fraternas
(1
Cor.
14:29);
el
don
de
«distinguir
lo
bueno
y
lo
malo»
(Heb.
5:14).
De
mo-‐
do
que
el
discernimiento
es
la
capacidad
interior
de
percibir
en
dón-‐
de
obra
el
Espíritu
Santo,
el
espíritu
evangélico,
el
Espíritu
de
Cristo:
en
las
situaciones,
en
las
decisiones,
en
los
acontecimientos
y
en
los
problemas.
Y
de
percibir,
también,
en
dónde
obra
el
espíritu
de
Sata-‐
nás,
el
espíritu
de
la
mentira,
el
espíritu
del
engaño,
el
espíritu
de
amargura,
el
espíritu
de
confusión.
El
discernimiento
no
termina
nunca,
porque
en
el
camino
personal
de
cada
cual
y
de
la
comunidad
en
general
continuamente
se
presentan
situaciones,
problemas,
dificultades
que
no
se
pueden
resolver
mecá-‐
nicamente,
sino
que
tienen
que
ser
afrontadas
con
el
Espíritu
de
Je-‐
sús.”
20
Este
don
es
de
especial
importancia
también
en
vista
del
peligro
advertido
en
1Tim
4:1,
donde
Pablo
indica
el
peligro
procedente
de
espíritus
enga-‐
ñadores,
que
propagarán
“doctrinas
de
demonios”.
Y
Juan
lanza
la
misma
advertencia
en
1Juan
4:1
exhortando
a
que
se
prue-‐
be
los
espíritus
si
son
de
Dios
δοκιμάζετε
τὰ
πνεύματα
εἰ
ἐκ
τοῦ
θεοῦ
ἐστιν.
El
verbo
dokimadzo
implica
la
idea
de
constatar
la
genuidad
de
algo
o
alguién,
examinándolo.
Dada
la
gran
confusión
ética
y
doctrinal
que
gobierna
actualmente
la
sociedad
y
partes
de
la
iglesia,
este
don
recobra
mucha
vigencia.
También
es
interesante
notar
que
en
1Cor
11:28
aparece
el
mismo
verbo,
exhorando
a
los
particpantes
de
la
mesa
del
Señor
a
un
sincero
autoexamen.
3.
Dones
de
administración
(1Cor
12:28)
κυβερνήσεις
Aquí
cabe
de
entrada
una
aclaración
importante.
Como
veremos
más
adelante,
no
es
una
traducción
del
todo
satisfactoria
en
las
Biblias
de
lengua
hispana.
El
sentido
de
esta
palabra
queda
más
claro
al
ser
traducida
por
‘dones
de
guía
y
orientación’.
κυβερνήσεις
Dones
de
administración.21
Aunque
el
sustantivo
perso-‐
nal
de
la
misma
raíz
de
esta
palabra
aparece
en
Hechos
27:11
y
Apo-‐
calipsis
18:17,
con
el
significado
de
«timonel»
o
«piloto»,
esta
misma
20
Berzosa,
A.R.
ed.,
2013.
Gran
Diccionario
Enciclopédico
de
la
Biblia,
p.649.
21
Gr.
κυβερνησεις;
es
un
«hapax
legomenon»
en
el
NT
(significa
que
aparece
una
solo
vez
esta
palabra).
13
palabra
aparece
tres
veces
en
la
LXX
(PROV
1:5;
11:14;
24:6),
donde
comporta
la
idea
verbal
de
dar
«guía/orientación»
a
alguien.
Dado
que
en
el
castellano
moderno
la
palabra
administración
evoca
la
idea
de
«habilidades
administrativas»,
lo
cual
se
encuentra
bien
lejos
de
lo
que
Pablo
tenía
en
mente,
la
mejor
traducción
de
este
término
podría
ser
«acciones
de
guía/orientación»,
aunque
es
probable
que
se
re-‐
fiera
a
dar
consejo
sabio
a
la
comunidad
entera,
y
no
simplemente
a
los
individuos.22
Este
don
es
más
necesario
que
nunca,
y
por
esta
razón
lamento
que
se
siga
traduciendo
en
varias
Biblias
como
«dones
de
administración».
En
un
mundo
lleno
de
desorientación
ética
y
moral
se
necesita
de
personas
espirituales
dotadas
de
este
don
para
dar
orientación
y
dirección
a
la
juventud
especialmente.
4.
Pastores
y
maestros
ποιμένας
καὶ
διδασκάλους
(Ef
4:11)
Son
dones
que
se
presentan
en
forma
de
personas
equipadas
con
la
capacidad
del
pastoreo
y
la
enseñanza.
A
mi
criterio
una
gran
necesidad
en
la
iglesia
de
hoy.
Varios
exégetas
ven
aquí
una
combinación
natural
de
tareas,
pues
el
pastor
generalmente
apacienta
y
alimenta
al
rebaño,
la
iglesia,
por
la
enseñanza
de
la
Palabra
de
Dios.
Pero
también
existen
otras
combinaciones,
p.ej.
pastor-‐evangelista,
de
manera
que
el
cuidado
pastoral
y
la
Palabra
de
Dios,
sea
en
forma
de
enseñanza
o
evangelización,
dificilmente
pueden
ser
separados.
La
finalidad
de
su
ministerio
es
descrita
con
diáfana
claridad
en
Ef
4:12:
πρὸς
τὸν
καταρτισμὸν
τῶν
ἁγίων
εἰς
ἔργον
διακονίας,
εἰς
οἰκοδομὴν
τοῦ
σώματος
τοῦ
Χριστοῦ 23, lit.
para
capacitar,
equipar,
perfeccionar
a
los
santos
para
la
obra
del
ministerio
(servicio),
para
la
edificación
del
cuerpo
de
Cristo.24
Pastores
y
maestros
como
dones
de
Dios
a
la
iglesia,
son
equipados
por
el
Señor
con
posiblemente
varios
de
los
dones,
que
hemos
mencionado
en
las
listas
anteriores.
De
significado
es
también
el
término
εἰς
οἰκοδομὴν
(para
la
edificación) en
Ef
4:12. En
base
a
la
idea
de
que
la
iglesia
es
la
casa
de
22
Fee,
G.D.,
1994.
Primera
Epístola
a
los
Corintios,
Grand
Rapids,
MI:
Nueva
Creación.
23
Nestle,
E.
et
al.,
1993.
The
Greek
New
Testament
27th
ed.,
Stuttgart:
Deutsche
Bibelge-‐
sellschaft.
24
En
inglés:
perfecting—The
Greek
implies
correcting
in
all
that
is
deficient,
instructing
and
completing
in
number
and
all
parts
(el
griego
implica
corregir
todo
lo
que
es
defi-‐
ciente,
implica
instruir
y
completar
en
número
y
en
todas
las
partes).
14
Dios,
el
templo
santo
en
el
Señor
según
Ef
2:21-‐22
(ἐν
ᾧ
πᾶσα
οἰκοδομὴ
συναρμολογουμένη
αὔξει
εἰς
ναὸν
ἅγιον
ἐν
κυρίῳ,
22
ἐν
ᾧ
καὶ
ὑμεῖς
συνοικοδομεῖσθε
εἰς
κατοικητήριον
τοῦ
θεοῦ
ἐν
πνεύματι)25
y
la
inclusión
de
todos
los
miembros
de
la
familia
de
Dios
(Ef
2:19),
Pablo
destaca
en
el
cap.
4
la
tarea
de
los
dones
en
forma
de
personas
dotadas
para
el
ministerio
específico
de
preparar
al
Cuerpo
de
Cristo
para
la
obra
del
ministerio
en
sus
más
amplias
dimensiones.
Personalmente
creo
que
pastores
y
maestros
no
necesariamente
tienen
que
“abultar”
un
montón
de
dones,
pero
con
preferencia
deben
procurar
aquellos
que
concuerdan
y
corresponden
con
la
tarea
de
equipar
a
los
san-‐
tos
para
la
obra
del
ministerio,
la
edificación
de
la
iglesia.
5.
Conclusión
Pablo
exhorta
a
Timoteo:
“Aviva
el
don
que
has
recibido”
26(2Tim
1:6).
Me
gustaría
parafrasear:
Descubre
el
don
que
hay
en
ti,
permite
que
te
inspire
y
anime,
y
practícalo
en
obediencia
y
confianza
en
el
Señor.
Pide
que
sea
de
bendición
para
la
iglesia
y
los
seres
humanos,
que
te
rodean.
6.
Bibliografía
Nota:
Con
pocas
excepciones
he
procurado
hacer
uso
de
la
biblioteca
elec-‐
trónica
Logos
5,
que
recomendamos
a
los
estudiantes
de
la
EET
para
sus
estudios
online;
de
manera
que
la
mayoría
de
los
títulos
mencionados
pro-‐
ceden
de
esta
herramienta
útil.
Prescindo
aquí
de
una
lista
bibliográfica,
pues
los
títulos
de
los
libros
cita-‐
dos
se
encuentran
en
las
notas
de
pie
de
página.
25
Nestle,
Eberhard
et
al.,
1993.
The
Greek
New
Testament
27th
ed.,
Stuttgart:
Deutsche
Bibelgesellschaft.
26
lit.
aviva
el
fuego
del
don
de
Dios,
que
está
en
ti…
15