SÍNTESIS TEOLÓGICA

Tesis 1:
INTERPRETACIÓN DE LA SAGRADA ESCRITURA

1. CRITERIOS HERMENÉUTICOS A PARTIR DE LA NATURALEZA DE

LA SAGRADA ESCRITURA

La Biblia es palabra humana y Palabra de Dios. Por ello, en toda hermenéutica

que aspire a ser interpretación de la Sagrada Escritura es necesario no olvidar
estos dos aspectos inseparables: "Dios habla en la Sagrada Escritura por
medio de hombres y en lenguaje humano; por lo tanto, el intérprete de la
Escritura, para conocer lo que Dios quiso comunicarnos, debe estudiar con
atención lo que los autores querían decir y Dios quería dar a conocer con
dichas palabras" (DV 12).

La relación que encontramos entre estos dos aspectos importantes sigue la

lógica de la Encarnación, es decir, Dios se comunica al hombre adaptándose a
su realidad histórica, ontológica y cultural. "La Palabra de Dios, expresada en
lenguas humanas, se hace semejante al lenguaje humano, como la Palabra del
eterno Padre, asumiendo nuestra débil condición humana, se hizo semejante a
los hombres" (DV 13). Por ello, para la redacción de los libros sagrados, Dios
escogió a hombres que con sus facultades y medios escribieron lo que Él
mismo les inspiró (cfr. DV 11).

Por tanto, como la Sagrada Escritura es una realidad divina y humana al

mismo tiempo, no se puede separar ni prescindir bajo ningún concepto, la
mediación humana, sin la cual se llegaría a un fundamentalismo basado en
una lectura literal y descontextualizada de la Biblia, y la autoría de Dios, sin la
cual se estudiaría el texto bíblico bajo un simple aspecto cultural.

De esta doble naturaleza de la Escritura se pueden derivar dos clases de

criterios hermenéuticos: los derivados de la mediación humana y los derivados
de la inspiración divina.

Criterios que derivan de la mediación humana

 La intención del autor: es importante conocer los condicionamientos y

la situación del autor para conocer lo que Dios quiere decir en la
Escritura (cfr. DV 12)
 El contexto sociocultural, histórico y geográfico en el que se redactan
los textos bíblicos al ser escritos para unas determinadas comunidades.
 Los aspectos redaccionales como puede ser el uso de un determinado
género literario o una estructura literaria determinada. Por ello, se hacen
necesarios para una correcta interpretación de la Escritura el uso de
métodos como el análisis de géneros literarios, la crítica literaria y

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textual, los métodos filológicos y lingüísticos, los métodos histórico-

críticos (Cfr. DV 12)
 Uso de las ciencias humanas que ayudan a descubrir la antropología
cultural, la psicología, la sociología, la economía, política, etc.

Criterios derivados de la inspiración divina de la Sagrada Escritura

No hay que olvidar que la Sagrada Escritura se debe interpretar en el mismo

Espíritu en el que ésta fue escrita, ya que es este mismo Espíritu el que nos ha
dado a conocer toda la Revelación de Dios para con el hombre manifestada en
hechos y palabras (cfr. DV 2.12).

Por tanto, “debiéndose interpretar en el mismo Espíritu en que fue escrita, la

Constitución dogmática Dei Verbum, señala tres criterios básicos 1 para tener
en cuenta la dimensión divina de la Iglesia…” (VD 34):

 Interpretar el texto considerando la unidad de toda la Escritura ya que

ésta se interpreta y se comprende a la misma luz de sí misma, es decir,
los pasajes más complicados pueden ser explicados por otras perícopas
del mismo texto sagrado, al conformar una única historia de Salvación,
cuya plenitud de Revelación es Cristo, y ser el mismo Espíritu el que
anima y dirige toda la historia de la Salvación.
 Tener presente la Tradición viva de toda la Iglesia: La Sagrada
Escritura nació en el seno de las comunidades cristianas y se ha
transmitido hasta hacerse normativa en el seno de éstas. Por ello, su
interpretación se ha de hacer en el seno de la tradición apostólica y
eclesial, atendiendo a la tradición viva de la Iglesia y teniendo en cuenta
el Magisterio de la Iglesia, auténtico y verdadero intérprete de la
Sagrada Escritura
 Observar la analogía de la fe, es decir, interpretar la Sagrada Escritura
teniendo en cuenta la cohesión de las verdades de fe entre sí y en el
proyecto total de la Revelación.

2. INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA EN LA IGLESIA: MÉTODOS Y

LECTURAS2

La hermenéutica pretende superar la distancia que existe entre el tiempo en el

que los autores pusieron por escrito los textos de la Sagrada Escritura dirigidos
a sus primeros destinatarios, de los que hoy forman sus actuales destinatarios
para así poder actualizar correctamente el mensaje de los textos de forma que
nutran la vida cristiana del hombre y de la mujer de hoy.

1
Cfr. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA 111-114
2
Cfr. PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA, “La interpretación de la Biblia en la Iglesia” (1993)

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Métodos

Ahora bien, en cuanto a métodos de interpretación de la Biblia se puede

distinguir principalmente dos grandes bloques: métodos de interpretación
diacrónicos, que se encarga, a grandes rasgos, de estudiar el proceso de
redacción del texto hasta que conoció su forma definitiva, y los métodos
sincrónicos, que se encargan de analizar e interpretar el texto en su forma
final hasta que entró a formar parte del canon de la Escritura. No obstante, no
se puede olvidar que ningún método es válido por sí mismo y en su unicidad,
sino que es necesaria la complementación o la interpretación de la Palabra de
Dios desde los diversos métodos de interpretación de la Sagrada Escritura.

El método histórico- crítico es el principal método utilizado en el estudio de la

Sagrada Escritura y en su interpretación al ser indispensable para el estudio
científico del sentido de los textos antiguos. El hecho de que la Escritura sea
Palabra de Dios en lenguaje humano admite y requiere como legítima la
utilización de este método para su justa comprensión.

Sus principios fundamentales son:

 Es un método histórico: Pues es un estudio diacrónico que estudia los

procesos históricos que a lo largo del tiempo han llevado a que el texto
tenga esa forma definitiva.
 Es un método crítico ya que se sirve de los criterios científicos objetivos
(crítica textual) para hacer accesible el sentido bíblico al lector moderno.
 Es un método analítico que estudia el texto bíblico como si fuera
cualquier otro texto de la antigüedad permitiéndole, sin embargo al
exégeta captar mejor el contenido de la revelación divina.

El método histórico - crítico cuya finalidad es dejar en claro, de modo sobre

todo diacrónico, el sentido expresado por los autores y redactores, recorre
algunas etapas:

 La crítica textual: teniendo en cuenta el testimonio de manuscritos y

papiros antiguos, como de traducciones antiguas y de los Padres, se
procura establecer un texto bíblico próximo al texto original como sea
posible.
 La crítica literaria: está formada por un análisis lingüístico, que engloba
un análisis morfológico y sintáctico, y un análisis semántico que se
esfuerza por buscar el comienzo y el final de las unidades literarias, de
verificar la coherencia interna de los textos y de encontrar las
divergencias e indicios varios que manifiestan el carácter compuesto de
algunos textos.

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 La crítica de los géneros que procura determinar los géneros

literarios, su ambiente de origen (sitz in lebem), sus rasgos específicos y
su evolución.
 La crítica de las tradiciones que trata de situar los textos en las
corrientes de tradición donde estos surgieron (sacerdotal,
deuteronomista)
 La crítica de la redacción que estudia las diferentes modificaciones
que han sufrido los textos hasta haber quedado fijados en su estadio
final. Esta última etapa, a diferencia de las anteriores, no se queda en un
mero análisis diacrónico, sino que concluye con un análisis sincrónico:
se explica el mismo texto por las relaciones entre los distintos
elementos, considerándolos bajo el aspecto de mensaje comunicado por
el autor a sus contemporáneos.

En algunos casos, puede darse una etapa conocida como crítica histórica que
busca precisar el alcance histórico de los acontecimientos históricos que se
relatan.

Aunque gracias a este método se ha abierto un nuevo acceso a la Biblia

mostrando que es una colección de libros, también es necesario afirmar su
carácter limitado al reducir la búsqueda del sentido del texto bíblico a las
circunstancias históricas de su producción sin interesarse por las posibilidades
que tiene también en relación con el curso de las épocas posteriores de
revelación bíblica así como de la historia de la Iglesia.

Así pues, como ningún método científico está capacitado para corresponder a
toda la riqueza de los textos bíblicos, han ido surgiendo diferentes métodos o
análisis que ayudan también a interpretar la Sagrada Escritura. En primer lugar,
aparecen los métodos de análisis literario caracterizados por ser métodos
sincrónicos que estudian el texto bíblico en su redacción final.

 Análisis retórico:

Su novedad no radica en lo que es sino en su aplicación al texto bíblico pues

consiste en analizar el texto bíblico desde el punto de vista de la retórica, desde
el arte de componer y dar discursos persuasivos. Es importante tener en
cuenta que todo discurso comporta tres elementos fundamentales: el orador
(autor), lo que se está diciendo (el discurso) y el auditorio (el destinatario).

La nueva retórica, que investiga por qué tal uso específico del lenguaje es
eficaz y llega a comunicar una convicción, aplicada a la Biblia, quiere penetrar
en el corazón del lenguaje de la revelación en cuanto lenguaje religioso
persuasivo y medir su impacto en el contexto social de la comunicación. Para
ella, la Biblia no es un simple enunciado de verdades, sino que es un mensaje

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dotado de una función de comunicación en un cierto contexto y que comporta

un dinamismo de argumentación y una estrategia retórica.

Respecto a sus límites, se puede aducir que si el interés es meramente

descriptivo se convierte en un análisis puramente estilístico.

 Análisis narrativo

Esté análisis propone un método de comprensión y de comunicación real del

mensaje bíblico que corresponde a las formas de relato y de testimonio,
modalidades fundamentales de comunicación entre personas humanas,
características también de la Sagrada Escritura. En este análisis es necesario
distinguir los métodos de análisis, que pueden ser numerosos (intriga,
personajes, punto de vista del narrador, autor real e implícito, lector real e
implícito... ) y la reflexión teológica que considera las consecuencias que
comporta, para la adhesión a la fe, la naturaleza de relato de la Sagrada
Escritura y deduce de allí una hermenéutica pastoral y práctica.

El análisis narrativo subraya que el texto funciona como un espejo, en el

sentido de presentar una cierta imagen de mundo que ejerce su influjo sobre
los modos de ver del lector y lo lleva a adoptar ciertos valores más bien que
otros. Este método puede contribuir a facilitar el paso, frecuentemente difícil,
del sentido del texto en su contexto histórico al alcance para el lector de hoy.
No obstante, este análisis puede correr el peligro de excluir toda elaboración
doctrinal de los datos que contienen los relatos de la Biblia.

 Análisis semiótico:

Fundado por Ferdinand de Saussure, la semiótica contribuye a la comprensión

de la Sagrada Escritura, Palabra de Dios expresada en lenguaje humano,
haciendo estar más atentos a la coherencia de cada texto bíblico como un todo,
que obedece a mecanismos lingüísticos precisos. El acercamiento semiótico
debe estar abierto a la historia: la de los autores de los textos, primero; la de
sus autores y sus lectores, después. Existe por tanto, el gran riesgo de dejar
afuera el mensaje del texto por centrar todo su interés en la profundización del
texto literario bíblico.

En definitiva, los métodos literarios permanecen insuficientes para la

interpretación de la Escritura al considerar cada escrito de modo aislado, ya
que en la Biblia los textos no están desprovistos de relaciones entre ellos sino
que, por el contrario, son un conjunto de testimonios de una misma gran
Tradición.

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Acercamientos

Se encuentran también distintos métodos de acercamiento y de

interpretación de la Sagrada Escritura. En primer lugar, aparecen los
acercamientos basados sobre la Tradición entre los que se destaca:

 Acercamiento canónico que parte de la Biblia en su conjunto e

interpreta cada texto bíblico a la luz del Canon de las Escrituras, es
decir, de la Biblia en cuanto recibida como norma de fe por una
comunidad de creyentes. Procura situar cada texto en el interior del
único designio divino, con la finalidad de llegar a una actualización de la
Escritura para nuestro tiempo. Este aspecto se basa en que la Escritura
inspirada es la Escritura tal y como la Iglesia la ha reconocido como
regla de fe y, al mismo tiempo, es la comunidad el lugar adecuado para
la interpretación de los textos canónicos. La autoridad eclesial debe
vigilar para que la interpretación sea fiel a la Tradición que ha producido
los textos (cfr. DV 10).
 Acercamiento a través de las tradiciones judías. El AT desemboca en
el judaísmo, dentro del cual se origina el NT y la Iglesia naciente. Por
ello, es evidente que puede ser de gran utilidad el recurso a las fuentes
judías: targumim arameos, literatura judía apócrifa, Qumran, etc.
También es muy útil el conocimiento de los métodos judíos de exégesis
(hagadá, halaká, pesher), que son utilizados también en la propia Biblia
(Crónicas, argumentos escriturísticos de San Pablo, etc.). Es importante
situar el texto dentro de cada una de las tradiciones judía o cristiana
cuyo cuadro de conjunto es diferente: la religión judía define a un pueblo
y una práctica de vida a partir de un escrito revelado y de una tradición
oral; mientras que la cristiana es la fe en el Señor Jesucristo muerto,
resucitado y vivo la que reúne a la comunidad.
 El acercamiento basado en la historia de los efectos del texto. Este
acercamiento se basa en dos principios: un texto no se convierte en obra
literaria si no hay lectores que le den vida y por otro lado, la apropiación
del texto puede efectuarse de un modo individual o comunitario,
tomando forma en diferentes dominios. Con este método se mide la
evolución de la interpretación en el curso del tiempo en función de las
preocupaciones de los lectores y de evaluar la importancia del papel de
la tradición para aclarar el sentido de los textos bíblicos. Su límite
principal es que, como evidencia la historia, existen corrientes de
interpretación tendenciosas y falsas que han tenido efectos nefastos
como el antisemitismo o cualquier otra discriminación racial.

En segundo lugar, están los acercamientos al texto bíblico por las ciencias
humanas, puesto que la Palabra de Dios se enraíza en la vida de grupos
humanos.

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 Acercamiento sociológico: los textos bíblicos están ligados

recíprocamente a las sociedades en las cuales nacen. Este método
pretende un conocimiento de los comportamientos sociales que
caracterizan los medios en los cuales las tradiciones bíblicas se han
formado ya que estas llevan las marcas de los ambientes socio-
culturales que las han transmitido. Conocer los datos sociológicos que
contribuyen a hacer comprender el funcionamiento económico, cultural,
y religioso del mundo bíblico, es indispensable a la crítica histórica. Este
acercamiento puede encontrarse con la mayor dificultad de poder aplicar
métodos actuales a medios históricos muy alejados en el tiempo, así
como a la falta de documentación suficiente en la Biblia para dar una
visión de conjunto o conceder a los aspectos económicos e
institucionales más atención que a las dimensiones personales y
religiosas.

 Acercamiento por la antropología cultural en íntima conexión con el

anterior con la diferencia de que este se interesa por un vasto conjunto
de otros aspectos, no sólo económicos e institucionales, que se reflejan
en el lenguaje, el arte, y la religión, pero también en los vestidos,
ornamentos, fiestas, danzas y todo lo que concierne a la etnografía.
Procura definir las características de las personas en el medio social con
todo lo que implica de conocer el medio rural o urbano así como a los
valores reconocidos por la sociedad. Su aspecto más positivo es el
hecho de que facilita la distinción entre los elementos permanentes del
mensaje bíblico con fundamento en la naturaleza humana de las
determinaciones contingentes, debidas a culturas particulares. No
obstante, tampoco está en condiciones, por sí mismo, de dar cuenta de
la contribución específica de la Revelación.
 Acercamientos psicológicos y psicoanalíticos: Los estudios de
psicología y psicoanálisis aportan a la exégesis bíblica un
enriquecimiento al permitir que los textos de la Biblia puedan ser
comprendidos mejor en cuanto experiencias de vida y reglas de
comportamiento. Por ello, abren el camino a una comprensión
pluridimensional de la Escritura y ayudan a decodificar el lenguaje
humano de la Revelación. No obstante, debe tenerse en cuenta que no
se trata solo de describir el lenguaje simbólico sino también de captar la
función de revelación e interpelación (Dios entra en contacto con el
hombre). Tiene también el peligro de no respetar las fronteras de cada
una de estas disciplinas así como de confundir la religiosidad
espontánea y la revelación bíblica, o poner en duda el carácter histórico
del mensaje bíblico.

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Se encuentra, en tercer lugar, algunos acercamientos llamados contextuales

puesto que la interpretación de un texto depende siempre de la mentalidad y de
las preocupaciones de los lectores.

 Acercamiento liberacionista: No es que adopte un método especial,

sino que partiendo de puntos de vista socio-culturales y políticos propios,
practica una lectura bíblica orientada en función de las necesidades del
pueblo, que busca en la Biblia el alimento de su fe y de su vida. No se
contenta con una interpretación objetivante, concentrada en lo que dice
el texto en su contexto de origen, sino que busca una lectura que nace
de la situación que está viviendo ese pueblo. Parte de dos principios
fundamentales: Dios está presente en la historia del pueblo para salvarlo
y es el Dios de los pobres que no tolera la injusticia ni la opresión, por
ello se compromete en el combate por la liberación de los oprimidos. Al
mismo tiempo tiene varios elementos: el sentido profundo de la
presencia de Dios que salva; la insistencia sobre la dimensión
comunitaria de la fe; la urgencia de la praxis liberadora enraizada en la
justicia y en el amor; una relectura de la Biblia que busca hacer de la
Palabra de Dios la luz y el alimento del Pueblo de Dios, en medio de sus
luchas y de sus esperanzas. Aunque es un método complicado de
practicar por la mutabilidad de la realidad, presenta como límite principal
el hacer demasiado hincapié o centrar toda la atención en una
escatología terrestre olvidando, en algunos casos, la dimensión
escatológica trascendente de la Escritura.
 Acercamiento feminista cuya finalidad principal es la liberación de la
mujer y la conquista de derechos iguales a los del varón. Podemos
hablar de que tiene tres formas: la forma radical que rechaza la
autoridad de la Biblia porque ha sido producida por varones para
justificar la superioridad de éstos; la forma neo-ortodoxa que acepta la
Biblia como profética y capaz de servir para su finalidad porque toma
partido por los débiles y por las mujeres; y la forma crítica que utiliza una
metodología sutil para descubrir la posición de la mujer en la predicación
de Jesús y en las iglesias paulinas. Se sirve de los métodos propios de
la exégesis, especialmente de método histórico-crítico, agregando dos
criterios principales: el criterio feminista de liberación de la mujer en la
línea de la teología de la liberación; y el sociológico apoyándose en el
estudio de las sociedades. Su objetivo principal es el redescubrimiento
del olvidado papel de la mujer en la Iglesia de los orígenes, teniendo en
cuenta que el Dios de la Biblia es el Padre, Dios de la ternura y del amor
maternal. Tiene como límites la interpretación de los textos de modo
tendencioso y discutible, el rechazo a los textos inspirados para
anteponerles una construcción hipotética diferente, y el perder de vista la
enseñanza evangélica del poder como servicio.

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Finalmente, aparece el acercamiento o lectura fundamentalista que parte del

principio de que, siendo la Biblia Palabra de Dios inspirada y exenta de error,
debe ser leída e interpretada literalmente en todos sus detalles. Por
interpretación literal entiende una interpretación primaria, literalista, es decir,
que excluye todo esfuerzo de comprensión de la Biblia que tenga en cuenta su
crecimiento histórico y de su desarrollo. Exige una adhesión incondicionada a
actitudes doctrinarias rígidas e impone, como fuente única de enseñanza sobre
la vida cristiana y la salvación, una lectura de la Biblia que rehúsa todo
cuestionamiento y toda investigación crítica. Rechaza no sólo el carácter
histórico de la revelación sino el hecho de que la Palabra de Dios esté
expresada en palabras humanas y hubiese sido escrita por autores humanos
cuyas capacidades eran limitadas. Por eso, tiende a tratar el texto bíblico como
si hubiese sido dictado palabra por palabra; insiste en la inerrancia de los
detalles de los textos bíblicos en materia histórica o científica; no tiene en
cuenta el crecimiento de la tradición evangélica descuidando el modo como las
comunidades primitivas comprendieron el impacto por Jesús de Nazaret y su
mensaje; tiende a la estrechez de puntos de vista como en lo relativo a la
cosmología; se fija en el principio de “sola Scriptura” separando la
interpretación de la Biblia de la tradición guiada por el Espíritu Santo,
desarrollada en conexión con la Escritura en el seno de una comunidad de fe.
El fundamentalismo es antieclesial pues desprecia los credos, los dogmas, las
prácticas litúrgicas. Se presenta como una forma de interpretación privada
apoyada en lectura no crítica de los textos bíblicos para confirmar ideas
políticas y actitudes sociales marcadas por prejuicios y contrarias al Evangelio.

3. LA BIBLIA EN LA VIDA DE LA IGLESIA

La constitución dogmática Dei Verbum en el capítulo IV aborda el tema de la

Biblia en la Sagrada Escritura destacando algunos aspectos esenciales tales
como la veneración por la Sagrada Escritura como se venera el Cuerpo de
Cristo; y el considerar la Palabra de Dios como norma suprema de fe, sustento
y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente
límpida y perenne de vida espiritual (DV 21). Por ello, pide un fácil acceso a la
Sagrada Escritura por parte de los fieles cuidando adecuadamente las
respectivas traducciones (cfr. DV 22).

En su tarea de comprender profundamente la Escritura de modo que alimente a

los hijos de Dios, la Iglesia motiva a exégetas y teólogos a trabajar en común
esfuerzo para poder explicar y anunciar la Palabra de Dios sin olvidar que se
constituye también como alma de la misma teología (cfr. DV 23-24). No
obstante, invita también a quienes por oficio, están dedicados al ministerio de la
Palabra, a leer y estudiar asiduamente la Sagrada Escritura de modo que
puedan conocer la ciencia suprema de Jesucristo (cfr. DV 25)

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 SÍNTESIS TEOLÓGICA

Por otro lado, el documento de la Pontificia Comisión Bíblica “La interpretación

de la Biblia en la Iglesia”, respecto a este tema recuerda que la Sagrada
Escritura no es simplemente un documento histórico sino que es Palabra de
Dios que se dirige a la Iglesia y al mundo entero, haciendo necesaria, en
efecto, una práctica de la actualización y de la inculturación del mensaje
bíblico, así como los diversos modos de utilización de los textos inspirados, en
la liturgia, la lectio divina, el ministerio pastoral y el movimiento ecuménico.

A través de la actualización los textos antiguos son releídos a la luz de las

nuevas circunstancias y aplicados a la situación que viva el pueblo.
Básicamente se funda en cuatro principios: el valor para todas las culturas y
épocas otorgado por la plenitud de sentido del texto bíblico, aplicación del
mensaje a las circunstancias presentes por medio de un lenguaje adaptado y
discerniendo los puntos esenciales del mensaje; teniendo en cuenta la unidad
dinámica entre Antiguo y Nuevo Testamento, pese a sus relaciones complejas,
y el dinamismo de la tradición viviente de la comunidad de fe. Por ello, se
anima a actualizar el texto bíblico pero sin caer en lecturas tendenciosas o
principios teóricos en desacuerdo con la Escritura o en contra de la justicia y la
caridad evangélicas.

Por otro lado, la inculturación hace referencia al enraizamiento del mensaje

bíblico en los diversos terrenos. Su fundamento teológico es la convicción de
fe, que la Palabra de Dios transciende las culturas en las que se expresa, y
tiene la capacidad de poder llegar a otras culturas. La inculturación no termina
con la traducción a otra lengua de la Biblia sino que debe interpretar el mensaje
bíblico en relación explicita con los modos de sentir, pensar, vivir y expresarse,
propios de cada cultura, de modo que se pueda llegar a la formación de una
cultura local cristiana extendida a todas las dimensiones de la existencia.

Por último, el documento aborda el uso de la Biblia en la liturgia, en la lectio

divina, en el ministerio pastoral y en el ecumenismo, temas que desarrollará
ampliamente la Verbum Domini de Benedicto XVI (2010) que dedica un
capítulo (nn. 50-89) a hablar sobre la Palabra de Dios en la Iglesia. En un
primer momento destaca la relación intrínseca que existe entre la Palabra de
Dios y la Iglesia que, al acoger la Palabra, permite la contemporaneidad de
Cristo en la vida del hombre.

En segundo lugar, se destaca la liturgia como el lugar privilegiado de la Palabra

de Dios y se insiste en el nexo vital entre la Sagrada Escritura y los
sacramentos, en particular, con la Eucaristía; al tiempo que se recuerda la
importancia del Leccionario, de la proclamación de la Palabra, del ministerio de
lectorado, y sobre todo, de la preparación de la homilía que, según dice
Francisco, requiere un “tiempo prolongado de oración, estudio, reflexión y
creatividad pastoral” (EG 145)

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 SÍNTESIS TEOLÓGICA

En tercer lugar, y en cierto sentido, la parte más amplia dentro de este apartado
es la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia (nn. 72 - 89), en la que hace una
relación de la Palabra de Dios con las diferentes realidades de la vida eclesial y
de la vida de los creyentes. Se destaca la catequesis como momento
importante para redescubrir el lugar central de la Palabra de Dios; los
encuentros eclesiales en los que se ha de subrayar la importancia de la
Palabra de Dios, la escucha, lectura creyente y orante de la Biblia; la lectura
personal y orante de la Biblia (lectio divina) por parte de todo el Pueblo de Dios
de modo que cree el encuentro con Cristo, permita profundizar en el sentido de
la pertenencia eclesial y sustente una familiaridad más grande con Dios (Cfr.
VD 86-87)

En cuanto al ecumenismo se refuerza la convicción de que escuchar y meditar

juntos la Escritura hace vivir una comunión real, aunque todavía no plena, e
impulsa al diálogo de la caridad y de la verdad. Las Sagradas Escrituras, por
tanto, son instrumento preciso en la mano poderosa de Dios para lograr la
unidad que el Salvador muestra a todos los hombres. En efecto, se requiere la
profundización de aquellos aspectos que mantienen la distancia tales como el
papel del Magisterio y el sujeto autorizado de la interpretación en la Iglesia. No
obstante, se ha avanzado en el trabajo ecuménico con traducciones comunes
de la Biblia en diversas lenguas

ANEXO

Sentidos de la Escritura

 El sentido literal, que consiste en conocer lo que el texto dice en sí

mismo, que no hay que confundirlo con una lectura literalista, es
comprender el texto según las convicciones literarias de su tiempo. Es
aquél que ha sido expresado directamente por los autores humanos
inspirados. Siendo el fruto de la inspiración, este sentido es también
querido por Dios autor principal y esta es una de las tareas del exegeta.
 Sentido espiritual que se puede definir, según la fe cristiana, como el
sentido expresado por los textos bíblicos, cuando se los lee bajo la
influencia del Espíritu Santo en el contexto del misterio pascual de Cristo
y de la vida nueva que proviene de Él.

 Sentido pleno que se define como un sentido profundo del texto,

querido por Dios, pero no claramente expresado por el autor humano.
Se descubre la existencia de este sentido en un texto bíblico, cuando se
lo estudia a la luz de otros textos bíblicos que lo utilizan, o en su relación
con el desarrollo interno de la Revelación. Su fundamento radica en el
hecho de que el Espíritu Santo es el autor principal de la Escritura de

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 SÍNTESIS TEOLÓGICA

forma que guía al autor humano en sus expresiones hasta el punto de

que no percibe toda la profundidad que éstas esconden en su mensaje.

Finalmente, podemos hablar del agente que ha de interpretar la Sagrada

Escritura, en relación con la tradición de la Iglesia. En primer lugar, podemos
hablar de que todos los miembros de la Iglesia tienen su lugar, para que así
arda su corazón en el estudio y en la oración en el contexto de su vida
personal. No obstante, podemos destacar el papel de los obispos, que como
sucesores de los apóstoles son testigos y garantes de la Tradición y, en cuanto
que son colaboradores suyos, los sacerdotes, cuya primera obligación es la
predicación de la Palabra de Dios y están dotados de un carisma particular
para aplicar la Palabra de Dios a las circunstancias concretas de la vida.
Finalmente, podemos destacar el papel y la misión del exégeta que pone todo
su saber al servicio de la Iglesia, mediante la búsqueda de los sentidos de la
Escritura, la aplicación de los métodos de interpretación, estudiando y
explicando la Sagrada Escritura para poner sus riquezas a la disposición de los
pastores y los fieles. Por ello, deben tener en cuenta el carácter histórico de la
revelación bíblica, actualizar el mensaje bíblico, el alcance cristológico que Ésta
tiene y la relación entre la Biblia y la Iglesia.

No obstante, no hay que olvidar que "el oficio de interpretar auténticamente la

palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio
vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo" (DV
10). Por eso, en último término es el magisterio quien tiene la misión de
garantizar la auténtica interpretación y de indicar si alguna interpretación
particular es incompatible con el auténtico evangelio

BIBLIOGRAFÍA

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA 101-141

CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA DEI VERBUM

BENEDICTO XVI, Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, San

Pablo, Madrid 2011.

FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, Verbo Divino, Estella

2013

PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA, La interpretación de la Biblia en la Iglesia,

PPC, Madrid 2007.

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