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En primer lugar quiero agradecer a el Padre Diego Giraldo rector del Colegio San Francisco

Javier de Pasto, al Consejo directivo, a nuestros profesores, profesoras y todos quienes hoy
se sienten orgullosos por nosotros, bienvenidos, gracias por acompañarnos y haber hecho
posible realizar nuestra graduación, ante estas circunstancias tan insólitas que estamos
atravesando este último año de estudio y en consecuencia la finalización de nuestro
bachillerato en un sistema virtual.

Hubiésemos deseado que este evento se hubiera realizado en circunstancias diferentes, con
presencia de nuestros familiares , amigos y compañeros con los que nos hubiéramos podido
dar un estrecho abrazo de felicitaciones y también quizás de despedida, las circunstancias
sociales causadas por la pandemia no nos lo han impedido, sin embargo reconforta el ánimo
de saber que con este significativo encuentro virtual estamos más unidos, unificando
fuerzas del espíritu que son más poderosas que las fuerzas distanciadoras del peligro, del
temor y la tragedia.

Nos hemos reunido para compartir la satisfacción de culminar esta etapa. Muchos son los
momentos que hoy recordamos con cariño de nuestro proceso educativo, tantos más los que
pasan inadvertidos y los que nos hicieran declinar, pero hoy evocamos como obstáculos
superados, hoy estamos reunidos culminado un peldaño cargado de esfuerzos, sacrificios,
perseverancia, responsabilidades, compromiso y entrega, de igual manera momentos
cargados incertidumbre, temor al futuro (sensación que aún no pasa).

Durante este tiempo de pandemia y finalización de nuestro bachillerato, tuvimos el


acompañamiento de varios maestros, quienes no se conformaron con cumplir con un
horario y nos entregaron además del conocimiento, el amor a la profesión, la pasión por su
área y la disponibilidad que sólo se esperaría de los amigos; sus enseñanzas no fueron
dictadas para ejercer una profesión, es la vida misma que se va orientando con cada
experiencia compartida.

Querida Generación 135, hoy me complace realizar este discurso en honor a todos los
sentimientos de gratitud y esperanza que el día de hoy inundan nuestras almas y corazones,
al reconocer el camino que hemos culminado con las expectativas más altas de un futuro
esperanzador, es por esto que aunque me resulte un poco difícil recopilar todos aquellos,
momentos, y sentimientos que marcaron nuestra historia en este hermoso colegio espero
hacerlo de la forma más honesta, clara y precisa posible. Ya que, hubiésemos deseado
despedirnos con un afectuoso abrazo algo así como esa pequeño recuerdo que guardamos
desde niños sobre la película The high school musical, por la cual esperaríamos recibir
nuestros diplomas con sonrisa de oreja a oreja , tiraríamos nuestros birretes de graduación y
lo más emocionante, estuviéramos a la expectativa de nuestro baile de graduación.

Sin embargo, hoy tengo la plena seguridad de que a ninguno de los aquí presentes se nos
ocurrió que algo tan inoportuno, audaz e irreal llegará a no solo acabar con este sueño, si no
que cambiará también nuestros paradigmas frente a la vida, nuestra forma de relacionarnos
con nuestra familia, amigos, y con el mundo en sí.

La escritora chilena Isabel Allende escribió: ``Ni siquiera sabemos lo fuerte que somos
hasta que nos vemos obligados a sacar fuerzas ocultas, en tiempos de tragedia, de guerra, de
necesidad, la gente hace cosas asombrosas. Es impresionante la capacidad humana para la
supervivencia y la renovación``. El covid-19 nos trajo humildad, nos devolvió esa
humanidad que se había perdido, de la noche a la mañana, muchos empezamos a sufrir por
otros sin necesidad de conocerlos.

Hasta aquí lo cuadre jajaja eso esta extraño


No podemos estar sanos si nuestro mundo no está sano. Es momento de estar todos juntos y
unidos.

Intentemos pasar tiempo de calidad con nuestra familia en casa, disfrutando de las pequeñas
cosas de la vida, intentemos reír, amar, y dedicar tiempo al trabajo interior. Recemos,
meditemos, comamos sano, toquemos música, cantemos, bailemos, escribamos,
entretenernos, durmamos bien, trabajemos nuestro cerebro con buenos pensamientos… es
una buena oportunidad para hacerlo.

Estar en casa nos puede ayudar no solamente a frenar la expansión del virus, sino a darnos
la oportunidad de explorar ciertas emociones y programas subconscientes que hasta ahora
han sido suprimidas e ignoradas.

Necesitamos trabajar con profundidad y regenerar cada nivel de nuestro ser. Solo de esa
manera seremos capaces de emitir nuestras vibraciones y ayudar a que la Madre Tierra se
cure más rápidamente. Toso somos UNO. Todos vivimos en el mismo mundo. Por favor
tratad a la gente y a la naturaleza como os gustaría ser tratados. Dios os bendiga a todos.
Saldremos más fuertes y más unidos. (esto no seeee)

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