Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Improvisar libremente
La escucha
Improvisar conlleva muchas tomas de decisiones en una fracción de segundo, tanto
inconscientes como conscientes. Esta toma de decisiones está estrechamente ligada a la capacidad
y tipo de escucha que el improvisador posea.
La escucha es el acto voluntario de enfocar la atención en el/os sonido/s pudiendo
concluir con algún tipo de reflexión dependiendo del tipo de escucha, ya sea global, enfocada a un
sonido/s determinado/o o algún aspecto en concreto que caracterice a éste/estos.
Libertad y Responsabilidad
Según la RAE, libertad es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de
otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
Entender este concepto desde el arte trae tanta controversia como hecho de entenderlo desde un
aspecto filosófico, político o social. En definitiva el concepto libertad que propone la
improvisación libre tiene que ver con posibilidad de elegir los elementos necesarios para crear un
mundo sonoro propio en pro de construir un lenguaje musical único, pudiendo convivir con
cualquier otro.
Lenguaje
El improvisador ordena su gramática ayudando así a desarrollar el material sonoro que va
eligiendo a lo largo de su vida, cabe decir que el propio material sonoro irá mutando, quitando o
añadiendo reglas de ese mismo lenguaje musical, es una relación simbiótica.
El beneficio es obvio, un músico capaz de escuchar, es un músico capaz de improvisar o
interpretar una obra de manera viva y cambiante, según el entorno.
El instrumento
Este particular mundo sonoro que construye un improvisador a lo largo de toda su vida se crea
alrededor de su propia visión del instrumento. La improvisación conduce al músico a involucrarse
en una imparable exploración en pro de nuevo material para sus improvisaciones. Esto hace, entre
otras muchas cosas, que un improvisador conozca su instrumento desde diferentes puntos de
vista, ampliando así sus posibilidades.