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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA


CENTRO UNIVERSITARIO DE OCCIDENTE
DIVISIÓN DE CIENCIAS DE LA SALUD CURSO: PROPEDÉUTICA MÉDICA
CARRERA DE MÉDICO Y CIRUJANO SEMANA: 8
PRIMER AÑO. 2020

LA ENTREVISTA

Todo profesional que necesita establecer relaciones con otras personas, va a necesitar de la
entrevista, así, por ejemplo: los médicos, psicólogos, trabajadores sociales, sociólogos, etc. Cada uno de
ellos la utilizará de diferentes maneras, de acuerdo a las necesidades de su profesión. Vemos pues que
la entrevista constituye un instrumento necesario para poder establecer una relación profesional.
A continuación citaremos algunas definiciones de entrevista, las cuales consideramos bastante
acertadas:
1.- Bigham Moore dice: “La entrevista es una seria conversación, que se propone un fin determinado
distinto del simple placer de conversar”. Le reconoce tres funciones que son:
RECOGER DATOS, MOTIVAR E INFORMAR.
2.- Simonds nos dice que: “es un método para reunir datos durante una consulta privada o una reunión;
una persona, que se dirige al entrevistador, cuenta su historia, da una versión de los hechos o
responde a las preguntas relacionadas con el problema estudiado o con la encuesta emprendida”.
La naturaleza de la entrevista varia con el propósito perseguido o el uso al cual se le destina.
Siendo esos usos diversos, pero que los reduciremos nosotros a 3:
a) Recoger hechos
b) Motivar o influir
c) Informar
También podemos distinguir:
a) La entrevista de diagnóstico: cuyo propósito es recoger la biografía del sujeto y determinar a
través de lo que dice sus opiniones, actitudes y características personales.
b) La entrevista terapéutica o de consejo : que procura readaptar socialmente al sujeto y reorganizar
su afectividad.

De acuerdo a todo, lo anterior, concluimos que la entrevista es una situación PSICOSOCIAL compleja,
cuyas diferentes funciones, aunque formalmente analizables, se disocian difícilmente en la práctica
profesional.
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Existen muchos factores que hacen susceptibles de modificaciones a las técnicas de la entrevista según
el uso que se haga de ella; así:
1.- Los objetivos: que se quieren alcanzar con la entrevista.
2.- El sitio donde se lleva a cabo (clínica, domicilio, emergencia de un hospital, etc.)
3.- Naturaleza del problema o de la situación (un cuadro gripal vrs. Enfermedad venérea, etc.)
4.- El entrevistado: (paciente lloroso, con barreras lingüísticas, con problemas visuales, etc.)

Es fundamentalmente necesario que el entrevistador tenga siempre muy claro cuáles son los objetivos
que persigue, para poder lograr el éxito.

Dentro de las limitaciones existentes, tenemos la incomodidad y por lo mismo deben buscar al
momento de realizar la entrevista, comodidad y un lugar en donde se pueda respetar la privacidad del
entrevistado.

El entrevistado debe sentir que las preguntas que se le hacen son importantes y significativas, para ello
es necesario explicar en forma que lo satisfaga, la utilidad de las mismas para conocer sus necesidades e
intereses.
Si el médico es el que inicia la entrevista, es decir, si él ha hecho venir al paciente, la incertidumbre del
entrevistado al no saber por qué se le llama desaparece con facilidad, si se le da una explicación al
respecto del por qué.
La situación es diferente, si es el entrevistado quien se presentó voluntariamente.
Roethliberger y Dickson nos dicen que: “el técnico no tiene que olvidar que la entrevista misma es una
situación social y que por consiguiente las relaciones sociales entre el entrevistador y el sujeto
determinan en parte, lo que se dice en el transcurso de ella”.

ASPECTOS QUE DEBEN OBSERVARSE: Durante el desarrollo de la entrevista;


a) Asociación de ideas: no solo es importante vigilar la asociación de ideas en el paciente, por
cuanto que podrían darnos claves valiosas, sino que también debemos observar este fenómeno
en nosotros mismos, pues nuestras propias asociaciones podrían despistarnos y llevarnos lejos de
lo que realmente nos está diciendo el paciente.
b) Cambios en la conversación: a veces puede ocurrir que lo que nosotros creemos que es un
cambio de conversación desde el punto de vista del paciente, sea la continuación de algo que esta
subconscientemente entrelazado con lo que él está diciendo. Por otra parte, los cambios en la
conversación, que por cierto resultan bastante frecuentes, puede significar que el paciente tiene
la impresión de estar diciendo demasiado, o bien que a él le resulta difícil o penoso seguir
adelante.
c) Primeras y últimas palabras: es importante observar estas palabras, de cerca a veces reflejan una
gran sinceridad. Podrían ilustrarnos a cerca de cómo considera el paciente al entrevistador, o
cómo interpreta él las relaciones que existen entre ambos. Las palabras finales podrían reflejar
también lo que él piensa hacer acerca de su situación.
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d) Repetición de temas: Si el entrevistado vuelve constantemente hacia el mismo tema, aquí cabe
pedirle aclaración o ampliación del mismo, pues podría tratarse de un tema que tiene significado
para el paciente y ser importante para entender la situación.
e) Incoherencia: a veces la charla del entrevistado nos parece confusa y hasta falta de sentido.
Cuando el entrevistado trata constantemente de esquivar el tema, o bien deja algunas lagunas en
su conversación en forma notoria, debemos tomar nota que éste podría ser debido a presiones
íntimas, tales como confusión, culpabilidad, ambivalencia, etc.
f) Significado disimulado: a veces un niño dice que no le gusta el balompié y en realidad lo que
ocurre es que sus compañeros no quieren que él juegue o bien que no sabe jugarlo. La madre
soltera que no desea volver a ver al papá de su hijo, también es un caso que como el anterior
podría ocurrir, por tanto, es bueno tomar nota que, en ocasiones, el entrevistado verbaliza algo
queriendo significar una cosa distinta de lo que literalmente dicen las palabras.

ACTITUDES DEL ENTREVISTADOR:


Al hablar de las actitudes del entrevistador debemos recordar que su ambivalencia, prejuicios, razones
objetivas y subjetivas, etc., afectan las relaciones entre él y el entrevistado. Si el entrevistador no
puede, por ejemplo, sufrir la frustración o la pobreza, encontrará difícil comprender la tolerancia del
paciente.
Es conveniente que el entrevistador repare en sus propios prejuicios. Los prejuicios acerca de temas
como raza, ideas políticas o religiosas, etc.
Las pequeñas aberraciones hacia la gente MAL VESTIDA, GORDA, FLACA O SUCIA, HACIA LAS MUJERES
AGRESIVAS O A LOS HOMBRES DÉBILES O IRRESPONSABLES, ETC., O EL ODIO O DESPRECIO POR actos
como mentir, robar, matar, etc., podrían impedir al entrevistador ser de utilidad al entrevistado que trate
de ayudar.
Es una muy buena idea hacer una lista de nuestros propios PREJUICIOS a efecto de iniciar un proceso
de razonamiento y educación que nos permita algún control sobre los mismos. No quiere decir esto que
son inadecuados en el momento en que estamos actuando en situación profesional. En consecuencia, la
meta debe ser AUTOCONTROL, en vez de ausencia de sentimientos.

Debe tenerse presente, también que la aceptación del entrevistado por parte del entrevistador no es
nada fácil. Para cada actitud o hecho que el paciente presente, el entrevistador tiene desarrollada otra
desaprobación o aprobación, basada en sus normas y en las experiencias de su vida que él cree que
simbolizan lo correcto y lo lógico. Si en estas circunstancias el entrevistador tiene muchos aspectos
negativos y ninguna comprensión, si es incapaz de contenerse y controlar sus propias emociones,
entonces el paciente seguirá tan mal como antes porque el entrevistador difícilmente podría hacer algo
por él.

CONOCIMIENTO Y COMPRENSIÓN DE LA NATURALEZA HUMANA:

Es fácil reconocer hechos objetivos, como por ejemplo, la temperatura de una habitación, pero no es tan
sencillo calificar anticipadamente la conducta de la gente, por cuanto que el comportamiento humano es
MOTIVADO; muchas veces la motivación de la conducta es inconsciente. El caso de la mujer que
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sinceramente confiesa AMAR a su marido y sin embargo lo fastidia constantemente; el caso del niño que
es inteligente pero fracasa como escolar, etc., son ejemplos frecuentes y muestran que el ser humano no
sigue la línea que nosotros creemos correcta y tal vez más fácil de seguir. Por otra parte, debemos
recordar que un mismo hecho tiene distinto significado emocional para diferentes personas y que cada
persona reaccionará de acuerdo con el significado que para ella tenga el hecho de que se trate.

Por lo tanto, el médico debe tratar de usar sus fundamentos científicos y debe ser objetivo, en un
intento de comprender las implicaciones de las situaciones que presencia, de la conducta que observa, y
de las palabras que escucha. Por otra parte, la postura de juzgar o de escandalizar y censurar en vez de
entender, deberá ser abolida. La importancia para ser de utilidad al paciente, es tratar de entender las
causas de su conducta. Si la conducta del paciente es antisocial, será el uso de ciertos postulados
científicos lo que nos permitirá entenderla y no nuestros propios principios morales. Además, nuestra
comprensión hará que el paciente aprenda a confiar en nosotros, mientras que si lo hacemos temer a
nuestras sanciones morales, ocurrirá lo contrario.

COMO ENTREVISTAR:

Aunque aparentemente un hábil entrevistador proceda como por intuición y muy naturalmente, es
indudable que atrás de su habilidad hay ciertos conocimientos acerca de las relaciones humanas, sobre
psicología, diferencia cultural, etc. Por supuesto no podríamos negar que también hay parte de intuición
y procesos no conscientes; pero cometeríamos un error muy grande si tratáramos de exagerar la
importancia de este último, en detrimento de los conocimientos fundados científicamente. Aparte de lo
dicho a continuación esbozaremos una serie de requisitos que es importante tomar en cuenta:

a) OBSERVAR: no sólo es importante observar lo que el entrevistado dice y hace sino también lo
que no dice, lo cambios de expresión, el rubor en el rostro, la tensión muscular, la excitabilidad,
etc.-
Pero para que la entrevista resulte fructífera es necesario observar lo más objetivamente que sea
posible. Es indudable que en el proceso de observar una situación entran las apreciaciones, los
intereses y la observación del observador, lo cual puede deformar o alterar el cuadro real.
En consecuencia es importante notar los hechos, gestos, etc. Tal como son, sin consignarlos
previamente desvirtuando por apreciaciones personales, que posteriormente podrían ser
considerados como los propios hechos, para dar a la observación su justo valor, es bueno recordar
que la gente no siempre dice lo que siente, ni siempre actúa como piensa, a veces por ejemplo,
atrás de la agresividad manifiesta de una persona, puede haber temor o inseguridad.

b) ESCUCHAR: Un buen entrevistador debe ser una persona que sabe escuchar, a veces es preciso
saber escuchar no solamente atenta e inteligentemente sino también demostrarlo. En estos casos
una pequeña interrupción oportuna muestra el interés y la atención de quien escucha. Una
esmerada atención facilita la comprensión de los silencios del entrevistador permitiendo al
entrevistado hablar sobre sus problemas, a veces cuando el foco del problema es reciente puede
ser útil que el entrevistado hable otras veces, si el foco del problema es lejano, quizá sería
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conveniente no dejarlo hablar mucho sobre el tema. Este juicio solo podría formarlo el que sabe
escuchar a la perfección y aun así resultará una tarea difícil.

c) OÍR ANTES DE HABLAR: después de decirle al entrevistado para qué se le ha llamado o visitado o
por el contrario preguntarle para qué ha llamado él al médico, para que hable debe estimulársele.
A través de las palabras del paciente, el médico, si logra prescindir de ideas estereotipadas que
pudiera tener acerca del paciente, logrará conocerle mejor y conocer sus puntos de vista y su
enfoque del problema. Antes de hacer alguna sugestión también es bueno escuchar al paciente
estimulándole a que él opine, no sería remoto que el paciente tuviera correcta solución para el
problema o una buena idea para lograr su arreglo.

d) PREGUNTAR: quizá la clave de la entrevista está en el arte de preguntar. Las preguntas deben ser
amistosas; se pregunta con el deseo de comprender y ayudar, cuando el deseo de ayudar es
sincero y la forma que sigue es inteligente, generalmente el entrevistado responde positivamente.
Algunas veces, los entrevistadores, entusiasmados por sus conocimientos escolares de psicología,
preguntan excesivamente. Si lo hacen innecesariamente por curiosidad, no podemos pensar de
ellos sino que parecen detectives principiantes.
El médico debe tratar de conocer que es necesario para ayudar al cliente (paciente) en términos
generales, debe preguntar:
d.1.- Para obtener informes específicos que son necesarios y
d.2.- Para llevar la conversación de canales inútiles a canales útiles.
Esto último se refiere también a hacer hablar a los entrevistados asuntos que al parecer, le
presenten alguna dificultad.
Es preferible hacer preguntas orientadoras en vez de aquellas que se contestan con SI o NO. No
existen preguntas claves. Tampoco podemos confiar ciegamente en ciertas palabras que algunos
entrevistadores consideran claves, pues estas palabras dan magníficos resultados en ciertos casos
y resultados negativos en otros.
Tampoco está reglamentado si se debe preguntar mucho o poco, lo primero podría cohibir al
entrevistado, lo segundo podría pensar que no nos interesa su relato. Debe irse al ritmo del
entrevistado, sin tener normas rígidas en cuanto a preguntar rápido o despacio, se obtiene más
información siendo comprensivo y amistoso; que tratando de conseguir mucha información por
métodos no ortodoxos.

e) HABLAR: ir al ritmo del entrevistado parece ser una cuestión recurrente en un buen
entrevistador. En este caso significa que el lenguaje a usar en la conversación debe ser aquel que
resulte comprensible al entrevistado. La jerga profesional y los tecnicismos, deben quedar al
margen, lo principal del lenguaje es lograr comprensión y esto puede conseguirse a través de un
lenguaje claro y sencillo. Las inflexiones de voz y el tono, merecen algún cuidado de parte del
entrevistador, principalmente en sus comentarios para seguridad del entrevistado, para que siga
hablando, etc.
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f) CONTESTAR PREGUNTAS PERSONALES: a menudo las preguntas personales confunden al


entrevistador, por tanto es necesario que trate de comprender la razón que el entrevistado tiene
para formular las preguntas de carácter personal por una serie de razones. A veces es
simplemente porque quiere demostrarse atento y sociable, o para conocer mejor a la persona
que lo está ayudando a ver si es como él lo había idealizado; otras veces podría ser para desviar la
conversación, o puente para introducir a la conversación algún tópico que le interesa, o bien
porque el entrevistado está desarrollando sentimientos de amistad hacia el entrevistador y por tal
razón se sienta con derecho o con obligación para formular ciertas preguntas. En cualquier caso,
lo mejor parece ser dar una respuesta afable, franca y breve, para luego volver al tema de la
entrevista, sin perder el objetivo de la misma.

g) ACONSEJAR: el entrevistador debe aconsejar al paciente cuando esté listo para recibir consejos y
la situación lo indique. A veces es bueno dar un consejo al entrevistado, para mostrarle que se
tiene interés en él; otras veces un consejo permite apreciar si el paciente es capaz de movilizarse
en pos de un fin. Pero en general, antes de entrar a dar consejos es mejor fomentar la
AUTODETERMINACIÓN del paciente y estimularlo para que tome decisiones.

h) INTERPRETACIÓN: el entrevistador a menudo tiene que interpretar una serie de hechos y


situaciones que tienen estrecha relación con la conducta del entrevistado. Debe buscar el miedo
o la ansiedad bajo la hostilidad, dependencia o enfermedad crónica. Debe evaluar hipótesis y ser
flexible para abandonarlas o tratar de confirmarlas.

A veces el entrevistador debe interpretar algunas situaciones al entrevistado. Pero para ello debe
tener establecida una buena relación profesional y estar seguro de que su interpretación es
correcta.

i) DIRECCIÓN: el entrevistador debe saber qué material es útil de obtener y cuál no, cuándo
suspende la entrevista, cuándo estimular al entrevistado para que hable, cuándo preguntar,
cuándo permanecer callado, etc., en resumen, debe estar alerta durante la entrevista, guiándola,
por los canales más adecuados, es decir, debe dirigir la entrevista. Al dirigir la entrevista, es
importante tener en mente los objetivos de la misma y sobre todo, es importante saber qué es lo
que se puede ofrecer al paciente.

NOTA: ESTE DOCUMENTO ES REPRODUCIDO CON FINES EXCLUSIVAMENTE DOCENTES, POR DR. VICTOR
MANUEL GIORDANO NAVARRO. SE DESCONOCE LA FUENTE ORIGINAL.

ENDELS/endels
29/3/2020.
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