La ductilidad es el producto de la falta de direccionalidad entre los enlaces de los
átomos y de las estructuras cristalinas lo que permite que exista un deslizamiento cristalográfico por tensión.
Esta falta de direccionalidad permite la existencia de vibraciones térmicas se
transmitan a través de un átomo vibrante a los demás, por ello la elevada conductividad térmica.
Los electrones libres proporciona la elevada conductividad eléctrica, estos
electrones también intervienen en el brillo metálico, que se absorbe y se irradia fácilmente por la luz incidente de una gran gama de longitudes de onda.