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problemas físicos"
Es importante elegir un zapato que consiga dar estabilidad a nuestro cuerpo para
evitar futuros dolores de espalda
Algunos dolores de espalda y de rodilla tienen su origen en los pies. Con un estudio
biomecánico y una revisión podológica completa se puede descubrir de donde
provienen estas alteraciones.
Es cierto, aunque cada vez menos. Se acostumbran al valor las cosas de forma aislada,
cuando realmente no debería ser así, ya que nuestro cuerpo resulta del equilibrio entre
sus segmentos, y cuando alguno se desajusta, repercute directamente sobre el resto.
Teniendo en cuenta que el pie es nuestra base, deberíamos empezar siempre por
valorar posibles alteraciones biomecánicas para entender como se organizan
mecánicamente sobre él el resto de la cadena cinemática, es decir, la rodilla, la cadera,
la columna...
Seguro que sí. Para entenderlo, debemos acostumbrarnos a ver al cuerpo como una
estructura organizada, en la que cada una de sus partes se apoya y equilibra sobre la
de más abajo, para conseguir un equilibrio de fuerzas y de cargas.
La espalda, a nivel lumbar, se sostiene sobre un solo disco vertebral, que es pequeño,
y soporta el 50% del peso corporal, carga que se ve incrementada cuando
transportamos un objeto, como puede ser un maletín, un ordenador o una caja de
herramientas, especialmente sobre una de las manos. También cuando en el trabajo
adoptamos posturas incorrectas, e incluso cuando tenemos malos hábitos por ejemplo
al estar sentados, escribir o usar un ordenador.
Para que el disco nos dure en buen estado y al cumplir años no nos amargue la vida,
debemos valorar si trabaja en equilibrio. Si una de las bóvedas de soporte o pie, es
diferente a la otra, se produce una repercusión directa sobre la rodilla y la columna.
Por tanto disminuye seriamente la estabilidad de las mismas y consecuentemente su
duración y resistencia en el tiempo.
¿Cuándo se recomienda realizar un estudio biomecánico del pie? ¿En qué consiste?
El pie, como cualquier otra parte del cuerpo, puede presentar problemas de índole
genético o hereditario, que ya son evidentes desde el nacimiento. Otras veces, puede
presentar problemas originados por compresión durante el embarazo, por tanto hay
que valorarlo cuando nace el bebé.
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Si no hay ninguno de esos casos, hay que vigilar su evolución de desarrollo evitando
posturas repetitivas que el niño puede 'grabar' como normales y harán que luego,
cuando empiece a gatear o caminar, se vean incrementadas con la carga. Si no hay
ninguno de estos problemas objetivables, debería hacerse una revisión de salud
cuando empiece a caminar y posteriormente hacia los 2–3 años de edad.
Seguro que sí. Los dos grandes problemas que tenemos en una sociedad civilizada son
los suelos duros y uniformes y la moda en el calzado, especialmente femenino, donde
los criterios de salud son sustituidos por criterios estéticos.
Un calzado adecuado evitaría muchos problemas, como los llamados juanetes, dedos
en garra, dolor metatarsal y garantizaría la estabilidad de la rodilla, de la cadera y de
la columna.
Sera necesario aplicar una plantilla cuando nos encontremos con un problema de
desequilibrio de pies o de ejes, que requiera estabilizar las cargas. Tengamos presente
que una plantilla es un suelo equilibrado y ajustado a cada pie de forma muy
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personalizada, y que no influye solo en como se aguanta cuando se está de pie, sino en
cómo se mueve en la actividad diaria.
En este sentido creo que es muy importante que las personas entiendan que cualquier
plantilla estandarizada o confeccionada sin un examen biomecánico previo, hecho por
un profesional, es decir, por un podólogo, puede resultar perjudicial.