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Sentencia 00260 de 25 de agosto de 2016 Consejo de Estado, Sección segunda, C.

P:
Carmel Perdomo Cuéter

Demandante: Lucinda María Cordero Causil

Demandado: Municipio de Ciénaga de Oro (Córdoba)

Medio de control: Nulidad y restablecimiento del derecho

Hechos

Acorde con la sentencia, en el acontecer fáctico se expresa que la demandante prestó sus
servicios al municipio de Ciénaga de Oro por el tiempo de 13 años y 1 mes, tiempo en el
que, afirma, no se le pagaron sus prestaciones sociales.

Dicho que se sustenta exponiendo que desde el 1 de julio de 1986 hasta el 30 de diciembre
de 1997, estuvo vinculada mediante contratos de prestación de servicios, como "maestra
municipal"; en línea con ello, expone que para el año 1998 fue amparada por la ley 60 y
115 situación legalizada atreves del decreto No 057 de enero 31 de 2002 por no estar
certificado el municipio"; en consecuencia, continuó vinculada como maestra en la escuela
"Nuevas Aguascoloradas" desde la fecha del 1 de febrero de 2002 hasta el 10 de Marzo de
2011. Por último, fue declarada como insubsistente mediante decreto 1041 de 12 de julio de
2010 sin que en dicho acto mediara el por qué se estaba tomando esta decisión.

Asevera que se trató de una verdadera relación laboral, teniendo en cuenta que prestó sus
servicios como docente de tiempo completo en la Escuela "El Brujo" bajo subordinación, en
tanto cumplía las órdenes del rector de dicha institución y el secretario de educación
municipal en iguales condiciones que los demás profesores de planta (horario, reglamento
escolar, preparación de clases y reuniones periódicas) pero bajo la figura del contrato
estatal, para el empleador evitar el pago de prestaciones sociales y los aportes a seguridad
social a su cargo. De igual manera asevera que su última remuneración fue de $1.250.000,
con fundamento en que se encontraba en el Grado 09 del escalafón docente.

Para finalizar, expone que el 16 de octubre de 2012, solicitó el reconocimiento de sus


derechos salariales y prestacionales, lo que le fue negado mediante oficio 514 de 6 de
noviembre de la misma anualidad, confirmado con Resolución 475 de 17 de diciembre
siguiente, actos administrativos demandados.

Con motivo de lo expuesto, la demandante, mediante apoderado, presentó el medio de


control de nulidad y restablecimiento del derecho contra el municipio de Ciénaga de Oro
(Córdoba), a fin de solicitar que se decretare la nulidad de las Resoluciones 514 de 6 de
noviembre de 2012 y 475 del 17 de diciembre del mismo años, la primera negando la
existencia de la relación laboral y negando el consecuente pago de los derechos laborales y
prestacionales reclamados y la segunda con la cual se resolvió el recurso de reposición
interpuesto contra la anterior, tomando la decisión de confirmarla.

Instancias anteriores

Se indica que la competencia estuvo en a cargo del Tribunal Administrativo de Córdoba, a


través de la Sala tercera de decisión, en sentencia fechada del 30 de septiembre de 2014,
negó las pretensiones esbozadas en la demanda, sosteniendo para ello que al momento de
reclamar las prestaciones sociales derivadas de la existencia de la relación laboral
"encubierta" bajo la celebración de contratos u órdenes de prestación de servicios, se
encontraban extintos los derechos de la actora para la reclamación de dichas acreencias
laborales, teniendo en cuenta que la reclamación sobrepasó el tiempo de 3 años otorgados
por la norma para la reclamación de los mismos. Inconforme con la decisión, la accionante
presentó el recurso de apelación.

Problemas jurídicos

Para la presente decisión, el Consejo de Estado entró a resolver varios problemas jurídicos,
en los cuales encontramos: el primero se centró en determina la procedencia de la
declaratoria de prescripción de la totalidad del derecho deprecado, pese a estar concernidos
los aportes al sistema de seguridad social en pensiones, y de no ser cierta dicha hipótesis,
entrar a determinar si a la demandante le asiste razón jurídica o no para reclamar del
municipio de Ciénaga de Oro (Córdoba) el pago de las prestaciones salariales y sociales no
devengadas durante el tiempo que permaneció vinculada como docente contratista, en
aplicación del principio de "primacía de la realidad sobre formalidades", o por el contrario,
si los contratos de prestación de servicios (o cualquiera que sea su denominación) que
celebró con dicha entidad territorial se ajustan a la normativa legal vigente, por cuanto no
se configuraron los elementos de subordinación y continua dependencia que alega, propios
de una relación laboral.

Tesis relevantes

La prescripción extintiva es aplicable en materia de acreencias laborales, salvo que se trate


de aportes en pensión, teniendo en cuenta su condición periódica, la cual los hace
imprescriptibles, lo contrario ocurre con las prestaciones sociales y salariales, las cuales sí
son susceptibles de aplicación de esta figura, para lo cual se indica que Quien pretenda el
reconocimiento de la relación laboral con el Estado y, en consecuencia, el pago de las
prestaciones derivadas de esta, en aplicación del principio de la primacía de la realidad
sobre las formalidades, deberá reclamarlos dentro del término de tres años contados a partir
de la terminación de su vínculo contractual.

Respecto de la configuración del “contrato realidad2, la Corporación afirma que el contrato


de prestación de servicios se desfigura cuando se comprueban los tres elementos
constitutivos de una relación laboral, esto es, la prestación personal del servicio, la
remuneración y la continuada subordinación laboral, de lo que surge el derecho al pago de
prestaciones sociales a favor del contratista, en aplicación del principio de la primacía de la
realidad sobre las formalidades establecidas en las relaciones laborales, consagrado en el
artículo 53 de la Constitución Política, con el que se propende por la garantía de los
derechos mínimos de las personas preceptuados en normas respecto de la materia. De lo
anterior, indica el Consejo de Estado que se presenta en el caso motivo de Litis, toda vez
que el acervo probatorio presentado para ello, permite establecer que se dio una verdadera
relación laboral, a pesar de que la figura contractual se basó en contratos de prestación de
servicios.

Por lo anterior, se revocó la sentencia de primera instancia y se reconoció la existencia del


contrato de trabajo con la entidad demandada, lo cual desbocó en el pago de las
prestaciones sociales debidas y que no fueran motivo de prescripción, además de la
cancelación de los montos en materia de pensión.

Aportes del estudiante

La figura del contrato por prestación de servicios es una fórmula contractual que ofrece y
permite la legislación laboral para aquellos empleadores que necesitan ejecutar de un
carácter transitorio en la empresa, sin que esté tenga que costear con las erogaciones
propias de los empleados por contratación laboral dentro de la compañía; a raíz de ello,
los pagos por concepto de Seguridad social (Salud y pensión) se cargan a la obligación del
contratista, con ello también se generan cambios en las obligaciones de las partes,
teniendo en cuenta que la parte contratada posee una mayor autonomía en la ejecución
de sus labores, libertad, entre otras. Tomado lo anterior, el contrato por prestación de
servicios se convierte en una de las mejores herramientas para los empleadores, teniendo
en cuenta el cumplimiento de las características anteriormente esbozadas.

Sin embargo, en la práctica del mercado laboral se ha dado una normalización de esta
forma de contratación para el empleo temporal de personas dentro de funciones que son
del giro permanente de actividades de la empresa, es decir, que se establecen con un
carácter de permanencia, generando así un desgaste laboral del trabajador frente a los
ahorros de nómina del empleador, generando así trabajadores sin una protección fija
dentro del sistema de seguridad social y sin los respectivos aportes pensionales.

Ante dicha situación, el sistema normativo colombiano ha establecido un principio de


prevalencia de la sustancialidad sobre la forma, aplicado a una primacía de la realidad
sobre la forma, en razón a ello se comenzó a implementar por la jurisprudencia la figura
del "contrato realidad", el cual se centra en la protección del trabajador en situaciones
tales en las que el vínculo contractual se establece bajo una figura pero su ejecución
(realidad) desnaturaliza dicha forma y la convierte en una relación diferente, es decir, una
relación laboral. Se presenta entonces como forma de protección para el trabajador, en el
cual la demostración de la realidad práctica configura las consecuentes obligaciones
propias de un empleador, generando así un retorno del equilibrio contractual y una
"sanción" en contra del patrono.

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