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Defensiva y Ofensiva
Defensiva y Ofensiva
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Desde el punto de vista militar puede definirse la ofensiva como la manera de obrar de un [ejército]
que ataca al [enemigo], y la defensiva como la actitud en que se coloca el mismo para resistir y
rechazar una agresión. Mientras que el que toma la ofensiva busca al adversario donde se encuentre
para destruirlo, el que se mantiene a la defensiva se esfuerza en impedir su propia destrucción.
La ofensiva tiene como características propias el movimiento, la acción y la iniciativa. La defensiva,
por el contrario, renuncia a la iniciativa y espera el ataque para repelerlo, contentándose con hacer
frente y resistir el choque.
Aceptando la expresión de Carl von Clausewitz, se puede decir que de estas dos formas, la ofensiva
es «la más fuerte, con objeto negativo», y la defensiva, es «la más débil, con objeto positivo».
Los tratadistas militares han preconizado la superioridad de la ofensiva sobre la defensiva,
estimando que es la única que puede conducir a un resultado decisivo. Ni una ni otra suelen
presentarse en la práctica con carácter absoluto.
El que toma la ofensiva no lo hace, generalmente, en todas las partes del teatro de operaciones. En
el campo de batalla ataca con empeño el punto en el que le interesa vencer, economizando fuerzas
para emplearlas en el punto decisivo, donde necesita alcanzar la superioridad.
Del mismo modo que el que se defiende no se limita a rechazar pasivamente los ataques del
enemigo, sino que procura debilitarlo con su resistencia, para caer sobre él, tomando a su vez la
ofensiva tan pronto como se presenta la ocasión favorable para ello (defensa activa).
1. s. f. Situación del que trata de defenderse.
2. estar, o ponerse, a la defensiva 1. Estar en actitud de defenderse, sin pretender atacar: se puso a la defensiva para
prevenir el ataque.2. Estar en actitud recelosa y desconfiada por temor a ser dañado: siempre está a la defensiva conmi
go.
Por otro lado, estaría lo que se conoce como ataque nuclear. Este viene a ser un conflicto
bélico que lleva a que se hagan uso, por uno o por los dos bandos, de las llamadas
armas nucleares como son las bombas atómicas o las armas termonucleares. Es
importante además subrayar que hasta el momento sólo se ha producido un caso en la
historia donde se haya desarrollado una ataque de este tipo: el llevado a cabo por
Estados Unidos contra Hiroshima y Nagasaki en el año 1945.
La política también se vale de ataques para hacer daño a los adversarios, aunque sin el
uso de la violencia física: “El gobernador lanzó un fuerte ataque a la oposición, al calificar
a sus integrantes como ineptos que nunca llegarán a ejercer el poder”, “El diputado me
atacó con un asunto perteneciente a mi vida privada: exijo que se retracte en público”.
En el ámbito del deporte, el ataque es una iniciativa llevada a cabo por un equipo o un
jugador con la intención de derrotar al adversario: “La selección jugó al ataque durante
todo el partido y, sin embargo, terminó derrotada”, “El entrenador pidió que seamos más
agresivos en ataque”.
Para la medicina y la psicología, un ataque es un acceso repentino causado por una
enfermedad, un trastorno o un sentimiento extremo: “El músico permanece internado tras
sufrir un ataque cerebral”, “Al enterarse de la noticia, la mujer tuvo un ataque de nervios y
debió ser contenida por expertos”.
Dentro de ambos ámbitos, podríamos hablar de los conocidos como ataques de
ansiedad. Mareos, un pulso incontrolado, aceleración del ritmo cardíaco o dificultad para
respirar son algunos de los síntomas que indican que una persona está experimentado
uno de aquellos ataques.
Situaciones de mucho estrés suelen ser las principales causas de los mencionados que
además se pueden manifestar con diarrea, sudores fríos, caída abundante del cabello o
vómitos