"Un día fui al parque y me senté a observar a las personas que paseaban
y conversaban y sonreían, de pronto en un banco lejano estaba sentada una niña un tanto maltrecha por su apariencia, y con ojos profundamente tristes, descubrí que nadie la miraba, nadie la notaba, era como si estuviera ausente y solo yo pudiera verla, pues todos seguían tranquilos en sus quehaceres sin prestarle atención. Me conmovió su profunda tristeza, y me quedé largamente esperando que alguien le hablara o por último le regalara una sonrisa. Llegó la tarde y con ella las sombras y nadie se acercó... mientras regresaba a casa, me di cuenta de una gran torpeza... YO tampoco me acerqué a darle una sonrisa, y esperaba que "alguien" si lo hiciera. Me prometí que al otro día volvería como a la misma hora con la esperanza de encontrar a la niña de ojos tristes y darle una sonrisa, e incluso atraverme conversar con ella, haber si le sacaba una sonrisa... esa noche no dormí bien, como si la soledad y honda pena que sus ojos transmitían me hubieran traspasado dichas sensaciones... la mañana la ocupé en cosas sin importancia esperando llegara la hora de la tarde para ir al parque. Fui a sentarme al mismo banco esperanzado en ver a la niña... ¡ahí estaba otra vez, con su misma cara, su cuerpo desgarbado y mustio, como lánguida y ausente... me paré como un resorte y me acerqué a su banco, y ella deposito su mirada triste en mí y me siguió con la vista hasta llegar a su lado. Le dije "¡Hola!", y con una voz muy débil respondió mi saludo... le pregunté sin más por qué su pena, yo quería confirmar que su mirada si era de pena... y ella me respondió.. "Sr. yo soy diferente".. no me esperaba esa respuesta.. y de inmediato busqué usar esa información en su ayuda... como me habían enseñado... "ser diferente no es malo", de hecho es una gran cosa ser diferente, yo busco serlo todos los días y me cuesta, y tú te reconoces diferente, eso está muy bien. "No me entiende Ud"., me dice la niña, "...soy muy diferente...", y en ese momento me percato de un abultamiento en su espalda y reconozco una joroba!!!
Me quedé perplejo de mi estupidez.. y sugerí.. como buscando salir de mi bochorno... "yo creo que tú eres como un pequeño ángel que está cuidando a las personas que pasean en este parque, eso creo.."... me sentí muy torpe, quería ayudar su pena y me contrarió, cómo no me había fijado en su joroba antes !!!, cuando escucho mi frase, que la verdad yo no medité mucho, pues buscaba salir del fiasco, me pregunta con una voz dulce y melodiosa, muy distinta a tu antigua voz de pena... "Ud. cree eso que dice..."??? nuevamente me pone en aprieto y reparo en mi nueva estupidez de compararla con un ángel y le digo, un poco confundido por su luminosidad cuando me preguntaba..., ""¡¡¡Sí, si, si claro... yo creo que eres como un pequeño y hermoso ángel que está cuidando a las personas, eres como un ángel guardián!!!", la verdad es que sentí que de pronto..mi voz temblaba ante esa mirada tan brillante de la pequeña niña, y me quedé como extasiado mirándola, no supe cuando tiempo pasó, lo que sí sé es que estábamos sólo ella y yo, ya había oscurecido, y en esa tenue luz de la oración, donde parece que es la hora del silencio, algo maravilloso ocurrió, ante mis atónitos ojos, de esa horripilante joroba, como en una metamorfosis, se abrió y emergieron dos hermosas y magníficas alas, y la voz de la niña ya cada vez más angelical me dice, ¡¡¡"Es cierto…soy un ángel"!!!, mi aturdimiento era gigante... miraba a mi alrededor y era todo luz, lo único que se me ocurrió fue preguntarle porque nadie más pudo verla, y sentí que yo era el único que la vio, y ella me lo confirmó. "Sólo tú podías verme, soy tu ángel guardián, y soy yo el que te cuida, no tú a mí".. La primera vez que te preocupaste de ver más allá de ti mismo y de tus preocupaciones, tristezas y dolores, pudiste verme... he estado siempre aquí, a un paso de tu tristeza y dolor, y sólo hoy te diste permiso de salir de ella para ver a alguien más.. y pudiste verme".
Desde ese día mi vida cambió.. ya nunca más pude sentirme triste o sólo... hay un ángel guardián que cuida de mí, y de vez en cuando, las veces que me permito salirme de mí, y abandonar mi pena, mi dolor, mi rabia, lo veo nuevamente y me extasío... en la paz de sus ojos, y sus alas envuelven mi corazón...