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Moisés

Moisés es una figura importante para las religiones abrahámicas, donde se le venera como
profeta, legislador y líder espiritual. Fue un hebreo que creció como un príncipe egipcio. En
hebreo su nombre es Moshé (‫שה‬ ֶׁ ֹ ‫)מ‬.5 También llamado Moshe Rabbenu en hebreo ( ‫מ ֹשֶׁ ה ַרבֵּנּו‬, lit.
«Moisés nuestro maestro»), es el profeta más importante en el judaísmo. También es un profeta
importante en el cristianismo, el islam y el bahaísmo y otras religiones abrahámicas.
Las referencias fundamentales acerca de Moisés se hallan en las Sagradas Escrituras del
monoteísmo (Torá, Antiguo Testamento, Corán). Para
el judaísmo, Moisés es el hombre encomendado
por Dios para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud
en Egipto y conducir el Éxodo hacia la Tierra prometida,
siendo por ello el primer profeta y legislador de Israel.
Según la tradición bíblica, Moisés era descendiente
de Leví, transmitió la Ley al pueblo hebreo y sentó las
bases para el sacerdocio y el culto israelita. La tradición
judeocristiana atribuye a Moisés la autoría de los cinco
primeros libros bíblicos (Pentateuco).6 En cuanto a
evidencia material extra-bíblica acerca de Moisés, los arqueólogos carecen de ella. Fuera del
marco de la creencia, la falta de objetos que permitirían corroborar o incluso evaluar la validez
de los textos bíblicos, genera hipótesis y conjeturas diversas.

Nombre de Moisés
Tradicionalmente, el origen del nombre Moisés está relacionado con la noción del agua, tanto
en las fuentes egipcias como en las hebreas. En la antigua lengua egipcia el sufijo mses tenía el
valor de "engendrado por" (entregado o librado por); al mismo solía anteponerse la fuente de
origen o creación.8 Moisés significaría inicialmente "entregado por las aguas", debiéndose ello a
que el infante hebreo fue hallado en ellas, por lo que las aguas del río Nilo fueron interpretadas
como su origen.
La narración del Libro del Éxodo tiende a sugerir una idea semejante, donde la acción
de engendrar da lugar a aquella de salvar: «Y cuando el niño [Moisés] creció, ella [su madre
biológica] lo trajo a la hija del Faraón, la cual lo prohijó [es decir, lo recibió y adoptó], y le puso
por nombre Moisés, diciendo: "Porque de las aguas lo saqué"»
(2:10).9
A partir de ello tradicionalmente se atribuye al nombre Moisés el
significado de "salvado de las aguas".10 En su registro conocido como
las Antigüedades judías (93-94 d.C.), el historiador
judeorromano Flavio Josefo reafirma lo expresado por la Biblia,
recurriendo además a la etimología egipcia, para finalmente
confirmar que el nombre Moisés significa "salvado de las aguas".11
Como nombre, Moisés se relaciona con la noción del agua y no sólo
en sentido pasivo, dado que la tradición del pueblo hebreo de quien
fuera "salvado" hizo un salvador y en aquel por las aguas "librado"
encontró su libertador (es decir, quien lo liberó de la esclavitud en
Egipto).12 De ahí que el nombre Moisés en hebreo es
pronunciado Moshé, forma activa que denomina tanto a líder de los israelitas como a quien
actuará como representante de ellos ante Yahvéh y, finalmente, los proveerá de
la Ley. Moshé es emisario de la voluntad divina y por consiguiente entendido
como proveedor o dador tanto de la libertad del pueblo israelita como de "los diez grandes
preceptos" a ser desde entonces observados
Miembro de la familia del faraón
La princesa egipcia (mencionada por Flavio Josefo como Termutis21) descubrió la cesta y a
Moisés dentro de ella. Miriam se acercó y consiguió que la princesa encargara que una hebrea
amamantase y cuidase de la criatura; la hebrea en cuestión fue la propia madre de Moisés.16
Durante dos años Iojebed amamantó a Moisés y después la criatura le fue entregada a la
princesa. Moisés fue criado como si fuese hijo de la princesa egipcia y el hermano menor del
futuro faraón de Egipto.22
A través de la Mishná, la tradición hebrea conserva un relato de cómo Moisés, aún siendo una
criatura perdió gran parte de su capacidad de hablar
debido a un incidente que ocurrió ante el faraón en
Egipto.23
Cuando Moisés se hizo adulto, observó el trabajo de los
esclavos hebreos. Un día, al ver la brutalidad con la que
un capataz egipcio maltrataba a un esclavo hebreo,
Moisés acabó con la vida del egipcio, acto que lo
condujo a tener que dejar Egipto.

Revelación en la zarza ardiente


Según la narración bíblica, en cierta ocasión, Moisés llevó a su rebaño al monte Horeb,31 y allí
vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando Moisés intentó aproximarse para observar más
de cerca aquella maravilla, Dios le habló desde la zarza, revelando su identidad e intención a
Moisés:
No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. [...]
Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. [...] Bien
he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus
opresores, pues he conocido sus angustias. Por eso he descendido para librarlos de manos de los
egipcios y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y
miel [...] Ven, por tanto, ahora, y te enviaré al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a
los hijos de Israel. [...] "Yo soy el que soy".

Las diez plagas sobre Egipto


Moisés obedece y regresa a Egipto, donde es
recibido por Aarón. Ambos organizan una reunión
para informar a los israelitas sobre lo ocurrido y,
luego de señales, revelaciones y proezas llevadas a
cabo por Moisés, los hebreos lo seguirán como
enviado que trae la palabra de Yahvéh.36
Lo más difícil fue persuadir al faraón para que dejase marchar a los hebreos, quienes no
obtuvieron su permiso hasta que Yahvéh envió diez plagas sobre los egipcios.37 Esta serie de
eventos comenzó con el agua tornándose sangre y culminó con la muerte de todos los
primogénitos egipcios, lo cual causó tal terror entre los egipcios que el faraón terminó por
permitir que el esclavizado pueblo hebreo dejara finalmente Egipto

La Tierra Prometida es uno de los nombres para la Tierra de Israel, es decir, la región que
según la Biblia le fue prometida por Dios a Abraham y sus
descendientes. La Tierra Prometida se describe como la porción
situada entre la costa de Egipto hasta la orilla del Éufrates.1 La
promesa fue hecha en primer

lugar a Abraham,2 renovada luego a su hijo, Isaac, y al hijo de


este, Jacob, nieto de Abraham:
Yahveh estaba en lo alto [...] y dijo: « Yo soy Yahveh el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de
Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. » —Génesis 28:13.
Aunque el propósito de Dios era liberar a los hebreos mediante Moisés, no había llegado Su
debido tiempo; además Moisés tampoco estaba preparado para encargarse del pueblo de Dios.
Tenía que pasar por otros cuarenta años de preparación. A fin de reunir los requisitos para
dirigir al pueblo de Dios, debía desarrollar cualidades como la mansedumbre, la humildad, la
gran paciencia, la apacibilidad de genio y el autodominio, y debía aprender a confiar en Jehová
a un grado mayor. Tenía que prepararse para evitar el desánimo y la desilusión y resistir
dificultades, así como para tratar con bondad, calma y determinación la multitud de problemas
que se presentarían en una gran nación. Tendría ya la dignidad, confianza y aplomo propios de
un miembro de la casa de Faraón, así como dotes de organización y mando, pero la humilde
ocupación de pastor en Madián le permitió desarrollar otras cualidades que aún serían más
importantes para su futura comisión.

Josué
Josué o Yehoshúa (en hebreo: ַ‫ )יְהֹושֻׁ ע‬es el nombre del
sucesor de Moisés, cuyo significado es Yahveh salva o Yahveh
de salvación.2Josué es un destacado profeta bíblico, cuya vida
es narrada en el Libro de Josué. Fue escogido por Dios para
suceder a Moisés como líder de los israelitas durante la
conquista de Canaán; Josué conquistó la mayor parte del
territorio de la tierra prometida y la distribuyó entre las doce
Tribus de Israel.3 Ello tuvo lugar posiblemente hacia 1230-1210 A.C.4 Es venerado por el
judaísmo, el cristianismo y el islam.
Según los textos bíblicos, Josué fue el sucesor de Moisés en las campañas militares llevadas a
cabo por los hebreos en la conquista de Canaán. Era hijo de Nun, de la tribu de Efraín.6 Nació
en Egipto y tenía probablemente la misma edad que Caleb, con quien suele relacionársele.
Participó en los acontecimientos narrados en el Éxodo como ayudante de Moisés. Fue el
comandante de los israelitas en la batalla contra los amalecitas en Refidín.7
Se convirtió en el lugarteniente de Moisés, y lo esperó a mitad de camino cuando éste subió
al Monte Sinaí a recibir los Diez Mandamientos.8 Fue también uno de los doce exploradores
enviados por Moisés a la tierra de Canaán,9 y el único, junto con Caleb, en traer un informe
alentador. Su nombre original era Osea u Oseas y Moisés le puso el nombre de Josué, cuyo
significado en hebreo es Yahveh salva o Yahveh de salvación, y de hecho Yahveh lo elige como
instrumento para realizar su plan de conquista de la tierra prometida.
Conquistó Jericó, cuyas murallas se derrumbaron cuando los sacerdotes que custodiaban el Arca
de la Alianza tocaron los shofarim (trompetas de cuerno de cordero), siguiendo las órdenes de
Yahvé.10 Todos los habitantes de la ciudad, incluyendo mujeres y niños, fueron muertos, a
excepción de la ramera Rahab, que había colaborado con los espías enviados por Josué, y su
familia. La ciudad fue destruida por completo, y Josué maldijo a quien intentara reconstruirla.
Al intentar atacar la ciudad de Hai, sus tropas sufrieron una derrota a causa del pecado de Acán,
quien se había apropiado de objetos preciosos que Yahvé había decidido que fueran destruidos.
Acán fue lapidado, y Josué logró finalmente conquistar Hai, mediante una hábil estrategia. Los
habitantes de Hai sufrieron la misma suerte que los de Jericó. El total de hombres y mujeres
exterminados fue de 12.00011 Posteriormente, y Josué levantó un altar a Yahvé en el monte
Ebal.
A causa de los éxitos de Josué, los hititas, amorreos, cananeos, pereceos, jebeos
y jebuseos establecieron una alianza contra los israelitas. Los gabaonitas consiguieron evitar ser
exterminados por los israelitas gracias a una estratagema12 Josué venció a continuación a una
alianza de cinco reyes amorreos que pretendían atacar a los gabaonitas; durante la batalla, para
ayudar a los israelitas, Yahvé hizo que el sol se "detuviera" en el cielo. 13 Tras la victoria, Josué
ejecutó personalmente a los cinco reyes.14

A continuación Josué conquistó las ciudades de Maquedá, Libná, Laquis, Eglón, Hebrón y


Debir.
En todas ellas fueron exterminados todos sus habitantes: "todo lo que tenía vida lo exterminó,
como Yahveh, Dios de Israel, se lo había mandado".15Después venció a Yabín, rey de Jasor, y
consumó la conquista de la tierra prometida.

Fue un gran conquistador que cumplió con el objetivo


de reconquistar la tierra prometida y luego la
repartiría entre las llamadas Doce Tribus de Israel.

Incluso fue contemporáneo de Moisés de quien supo


ser su mano derecha en la conquista que se relata en
el Éxodo, y lo esperó cuando Dios lo citó a Moisés
para entregarle la tabla de los Diez Mandamientos.

No es algo caprichoso el nombre que recibió ya que


en hebrero significa salvación.
Había nacido en Egipto y disponía de unas enormes cualidades militares que lo llevaron a
liderar el ejército que terminó por conseguir el objetivo primordial que era recuperar la tierra
prometida y devolver allí al pueblo israelí.

Josué tenía una enorme cualidad más, que era la humildad, que le permitía ser dirigido sin sentir
ningún tipo de inquietud o molestia por ello.

Siempre respetó la autoridad de Dios y la de Moisés y por ello es que Dios lo eligió como
sucesor de Moisés.

Después de afirmar que Josué tenía el poder y autoridad de Moisés (véase vers. 5), el Señor le

encargó que basara todos sus hechos en la ley. No debía apartarse de ella (véase vers. 7), y la

ley no debía apartarse de sus labios, esto es, todo lo que hablara tenía que ser conforme a la ley.

Debía meditar constantemente sobre los preceptos contenidos en ella (vers. 8). Los hombres de

las tribus de Rubén, Gad y Manasés, que heredarían los territorios ya conquistados al oriente del

Jordán, recibieron la orden de unirse a las demás tribus para conquistar el resto del territorio. Al

aceptar ese encargo y al hacer convenio de matar a todo el que rehusara hacerlo, estas tribus

mostraron su deseo de aceptar la orden.

Casi al final de su vida Josué reunió al pueblo para darle una bendición y advertencia final, tal

como Moisés había hecho. Tales mensajes debían ser considerados significativos porque lo que
un profeta dice al aproximarse a la muerte parece constituir un esfuerzo de su parte para limpiar

sus vestidos de la sangre del pueblo, dejando así caer sobre los habitantes plena responsabilidad

de la conducta de cada uno (véase Jacob 1:19). Josué recordó a Israel exactamente lo que Dios

había hecho milagrosamente por ellos en el pasado y los instó a elegir a quién servirían.

Juan el Bautista

Juan el Bautista ( conocido como profeta Yahya en el Corán),10 o simplemente el


Bautista o San Juan, fue un predicador ambulante judío11 coetáneo de Jesús de Nazaret, nacido
a finales del siglo I a.C.1 Es venerado como un importante personaje religioso12 en
el cristianismo, el islam y la fe bahá'í.13 Está considerado un profeta por todas estas confesiones
y varias ramas del cristianismo le han proclamado santo. Es considerado un personaje muy
importante en el mandeísmo, pero no su fundador.14
Juan usaba el bautismo como sacramento central de su movimiento mesiánico. 15 La mayoría de
los académicos está de acuerdo en que Juan bautizó a Jesús.1617 Algunos estudiosos creen que
Jesús fue discípulo de Juan181920 y varios evangelios cuentan que algunos de los seguidores de
Jesús habían sido antes discípulos de Juan.21 Juan el Bautista también fue mencionado por el
historiador judío Flavio Josefo.22 Algunos expertos mantienen que Juan estaba influenciado23
por los esenios, una secta con algunas características ascéticas que esperaba un apocalipsis y
practicaba rituales muy relacionados con el bautismo24 aunque no hay evidencias que apoyen
esta hipótesis.25
Según el Nuevo Testamento, Juan anticipó a una figura mesiánica mayor que él mismo,26 y el
que vino fue Jesús. Los cristianos hablan de Juan como si fuera el precursor de Jesús,27 por
haber anunciado su venida. Juan también tiene elementos en común con el profeta Elías
Juan el Bautista fue un hombre escogido y apartado por Dios para un propósito. El cual
era, preparar el pueblo de Israel para la venida de Jesucristo (Lc 1:15-17; Jn 1:6-7). Aquel
Salvador que anunciaban las Santas Escrituras, quien por medio de Él, Dios ofrecería perdón y
reconciliación a todas las naciones de la tierra (Is 53:5-6, 11). Por lo tanto, Dios usó a este
profeta para dar conocimiento de salvación y perdón de pecados por medio de Jesucristo (Lc
1:77).
Su llamado consistía en la predicación y el bautismo de arrepentimiento (Mt 3:1-3, 11; Mr
1:4-5; Lc 3:3).

La otra parte de su llamado consistía en el bautismo para perdón de pecados (Mr 1:4-5; Lc


3:3), donde aquel que escuchaba el mensaje se arrepentía de aquellos actos de rebeldía que
habían ofendiendo a Dios. Por lo tanto, aquella persona arrepentida iba a Juan para ser
Bautizada como señal de arrepentimiento (Mt 3:6).
Juan Bautizaba en el Rio Jordán sumergiéndolos en agua como símbolo de lavamiento y
purificación. Su significado era la muerte de la antigua manera de vivir, llena de vicios y
pecados, resucitando de la misma forma a una nueva vida en Cristo (Ro 6:4).
Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así
como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva
(Romanos 6:4) 
¿Por qué fue bautizado Jesús por
Juan el Bautista?
A simple vista no tiene sentido por
qué Jesús, el hombre perfecto y sin
pecado fue a Juan para ser bautizado
por él (Is 53:9; 2 Co 5:21; 1 Pe
2:22-24; 1 Jn 3:5). De hecho, el
mismo Juan el Bautista se le oponía,
reconociendo que un hombre
pecador como él, no era digno de
bautizar al perfecto Hijo de Dios
(Jn 1:27; Mr 1:7; Lc 3:16). Por lo
tanto, Juan dijo: “Yo necesito ser
bautizado por ti, ¿y tú vienes a
mí?” (Mt 3:14), mas Jesús
respondió: “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia” (Mt 3:15).
De esta manera, se refería a la Justicia con la que Cristo reviste nuestras vidas cuando
nos acercamos a Él. Tomando nuestro pecado y dándonos de su Justicia (Is 53:5-6; Ro
3:21-24, 4:25; 2 Co 5:21).

Cómo fue el Nacimiento de Juan el Bautista?


El Nacimiento de Juan el Bautista lo encontramos en
el primer capítulo del evangelio de Lucas. Cuando el
ángel Gabriel se le apareció a su padre Zacarías mientras
este servía en el Templo (Lc 1:8-11). Su nacimiento fue
un hecho relevante debido que su madre Elisabet era una
mujer estéril, y tanto ella, como Zacarías eran muy ancianos (Lc 1:7).
Desde antes de su nacimiento, Dios había escogido a Juan como instrumento para llevar
acabo su voluntad (Lc 1:15-17). Incluso hasta su nombre fue escogido por Dios (Lc 1:13), el
cual significa “El Señor es bondadoso”. Mostrando de esta manera la bondad de Dios con
Zacarías y Elisabet, quienes andaban irreprensibles en las ordenanzas de Dios (Lc 1:6).
Juan el Bautista fue lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre (Lc 1:15).
Fue consagrado para un servicio especial, similar al voto Nazareno el cual incluía no beber ni
vino, ni sidra (Lc 1:15).
Su misión era hacer que los pecadores se convirtiera a Dios (Lc 1:16; Jn 1:6-7; Is 40:3).
Preparando de esta manera el pueblo de Israel para la venida del Mesías anunciado por los
profetas. Quien llevaría el pecado del pueblo y traería
salvación.

¿Cómo fue la Muerte de Juan el Bautista?


El

profeta Juan el Bautista era un hombre intrépido, y su mensaje confrontaba a muchos (Mt 3:7-
9). Tanto así, que enfrento al mismo rey Herodes Antipas por cometer adulterio, al casarse con
Herodías la mujer de su hermano Felipe, quien era gobernador de Traconite e Idumea (Mr 6:17-
18).
Por esta razón, Herodes Antipas mando a encerrar a Juan el Bautista en la cárcel, debido a que
lo confrontaba en su pecado diciendo: “No te es licito tener la mujer de tu hermano” (Mr
6:18).
La Biblia dice que mientras que Herodes daba una fiesta con motivo de su cumpleaños, entre los
cuales se encontraban sus gobernadores y gente importante de su gobierno, la hija de Herodías
danzo delante del rey y este le ofreció lo que pidiere bajo juramento (Mr 6:21-23). Por lo tanto,
la joven influenciada por su madre le pidió en un plato la cabeza de Juan el Bautista (Mr 6:24).
El Herodes se entristeció porque admiraba la integridad de Juan (Mr 6:20). Pero al final por
causa del juramento y debido a presión de Herodías y sus invitados, ordeno la muerte de Juan el
Bautista (Mr 6:26-28).

Puntos Fuertes y Logros


 Fue un mensajero escogido por Dios para anunciar la venida de Jesucristo.
 Era un predicador cuyo tema central fue el arrepentimiento.
 Su mensaje era confrontador.
 Tenía un estilo de vida relevante, apartado de los lujos.
 Fue un hombre inflexible e íntegro para Dios.
Debilidades y Errores:
 En momentos difíciles tuvo duda temporal acerca de la identidad de Jesús.

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