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Título: Hacke-mate al sistema de patentes


Autor: Luski, Martina
Publicado en: RDCO 297, 09/08/2019, 1047
Cita Online: AR/DOC/2253/2019

Sumario: I. Introducción.— II. La real realidad.— III. Patentar o no patentar. Esa es la cuestión.— IV.
Un mundo ideal.— V. Bonus track.— VI. El futuro ya llegó.
(*)
I. Introducción
Los derechos de propiedad intelectual son los derechos que se confieren a las personas sobre las creaciones
artísticas o industriales que son producto de su intelecto (1).
Una patente es un derecho de propiedad industrial. Específicamente, y según la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual ("OMPI"), es un derecho exclusivo que se concede al titular de una invención por un plazo
determinado. La invención puede consistir en un producto o en un procedimiento que sea nuevo o brinde una
solución técnica nueva a un problema (2).
Las patentes protegen los intereses de los inventores que innovan de manera revolucionaria y próspera en
términos comerciales. Adicionalmente, las patentes otorgan a sus titulares derechos exclusivos para fabricar,
vender, importar, comercializar o licenciar la invención y, de este modo, les aseguran el control sobre la
explotación comercial de la misma (3).
Los criterios que deben cumplirse para obtener una patente se encuentran establecidos en las leyes
nacionales de Propiedad Intelectual y pueden variar de un país a otro. Generalmente, para obtener una patente,
el inventor debe demostrar que su tecnología es nueva, útil y no evidente para un experto en la materia (4).
Para obtener una patente, el inventor debe describir cómo funciona su invención, cómo puede producirse y
qué se puede hacer con ella. De este modo, y luego del análisis que realice la Oficina de Patentes, podrá obtener
el reconocimiento que merece y acceder a los derechos exclusivos con respecto a su invención (5). Como
contrapartida, su aporte le permitirá a la sociedad hacer u obtener algo que antes no podía o no tenía y la
información tecnológica de la patente pasará a formar parte de una base de datos a nivel mundial que le
permitirá a dicha sociedad continuar evolucionando (6).
Como corolario, la difusión de información tecnológica producto de la presentación de solicitudes de
patentes reduce el desequilibrio de conocimiento entre los países desarrollados y los países en desarrollo (7).
La protección que otorga el sistema de patentes es nacional y por tiempo limitado.
Habitualmente, la vigencia de una patente es de veinte años, contados a partir de la fecha de presentación de
la solicitud correspondiente en la Oficina de Patentes del país donde el titular desea proteger su invento. Luego
de finalizado ese plazo, el invento pasa al dominio público y cualquiera puede explotar la tecnología (8).
Los derechos concedidos son derechos privados otorgados por un organismo estatal, por lo que sólo
producen efectos jurídicos en el país o la región en la que se concede. De este modo, los inventores o las
empresas que quieran proteger sus innovaciones en mercados extranjeros deben solicitar protección en cada uno
de los países en donde pretendan comercializar o proteger sus invenciones.
En suma, el sistema de patentes resulta beneficioso para los inventores y para la sociedad. Por este motivo,
la mayoría de los países cuenta con una Ley de Patentes.
En la Argentina, por ejemplo, la Ley de Patentes entró en vigor en 1995, pero, desde 1819, concedemos
derechos exclusivos a los inventores (9).
No hace falta decir que en 1819 y en 1995 el tiempo pasaba más lento que hoy y la tecnología era muy
diferente que la actual.
II. La real realidad
 

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El mundo y la industria progresan impulsados por la inventiva. Vemos aparecer cada día objetos nuevos y
procedimientos que mejoran y facilitan la vida de las personas y se suceden con tanta celeridad que, a poco de
aparecidos, ya nos parecen viejos (10).
La Propiedad Intelectual se encuentra íntimamente relacionada con el desarrollo de un país. Si se quiere
entender el grado de crecimiento de una nación se debe mirar el número de solicitudes de patentes presentadas
en la Oficina de Patentes local. Si la cantidad de solicitudes presentadas es grande, el grado de desarrollo de ese
país también lo es. De cualquier manera, para obtener una verdadera fotografía del país en análisis, deberá
analizarse cuántas de esas solicitudes son extranjeras y cuántas domésticas. Por caso, Estados Unidos y Europa
cuentan, aproximadamente, con un cincuenta por ciento de cada grupo. Esto demuestra que son países
desarrollados que, además, se encuentran abiertos a la inversión extranjera. Mejor, imposible.
Tampoco es casualidad que, en China, una de las economías que presentó mayor crecimiento en los últimos
años, se haya observado el volumen más alto de solicitudes de patentes en el último análisis de la OMPI, pues
los innovadores y creadores de ese país, al igual que las empresas que invierten en él, procuran proteger y
promover su trabajo (11).
En suma, el camino parecería ser el de patentar. Sin embargo, hasta ahora no profundicé en qué consiste el
trámite para solicitar una patente. Voy a sintetizarlo diciendo que es... complejo.
Lo bueno es que existe el Tratado de Cooperación en materia de Patentes ("PCT") de la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual para facilitar y abaratar el proceso de obtención de patentes en varios países
al mismo tiempo (12). Este Tratado fue ratificado por la mayoría de los países que adhirieron al Acuerdo
Internacional sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el comercio o
"ADPIC" (13). Lo malo es que Argentina aún no es miembro, aunque sería un objetivo nacional ratificarlo
pronto.
Lo bueno y malo, al mismo tiempo, es que Internet cambió todos los paradigmas, así como la realidad en la
que vivimos y también rompió la barrera de los mercados locales, por lo que pareciera que no hay otra opción
que pensar en algo más para que el sistema de patentes mundial siga en vigor y cumpla con sus objetivos.
III. Patentar o no patentar. Esa es la cuestión
En general, el trámite para patentar un invento contiene varios pasos: presentación de la solicitud,
publicación de la invención, análisis de fondo y concesión de la patente. A esto se le pueden sumar vistas
formales y de fondo, emitidas por las Oficinas de Patentes en determinados casos, así como observaciones de
terceros que posean algún interés legítimo relacionado con la invención.
Como consecuencia de esto, los trámites de patentes suelen demorar varios años.
El mundo ideal de las patentes debería consistir en un trámite abreviado, que no dure más que unos días, y
debería incluir los siguientes pasos: presentación de la solicitud, análisis de la invención y concesión de la
patente (14).
En cuanto a la publicación, que sirve para que cualquier tercero que posea un interés legítimo pueda
presentar observaciones a una solicitud de patente, tengo mis reparos.
Actualmente, en Argentina, la publicación tiene lugar entre la presentación y el análisis de la solicitud. Sin
embargo, considero que debería realizarse luego de la concesión de la patente, como en Japón, con el objeto de
reducir los tiempos del trámite y proteger los derechos de sus titulares (15).
En este último caso, si un tercero tuviera un interés legítimo para realizar una observación, y el reclamo
prosperara, se anularía la patente. Esto en Japón funciona. Las patentes se conceden en un año y el porcentaje de
patentes anuladas es ínfimo. No será el mundo ideal, pero sin duda es un mundo mejor.
En la Argentina y en otros países de Latinoamérica, como Brasil, pueden transcurrir años hasta que
efectivamente se conceda una patente (16).
En nuestro caso, una patente puede demorar entre cuatro y seis años desde la presentación de la solicitud
 

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hasta su concesión. Esto, siempre y cuando, no se presenten inconvenientes durante el trámite, que no son
previsibles ni por el inventor ni por sus abogados (entre otros, vistas de la Oficina de Patentes, observaciones
presentadas por terceros, etc.).
Todo este tiempo se descuenta de la vigencia total de la patente.
Mientras tanto, los inventores que se encuentran en trámite y no cuentan con protección provisoria en sus
países, se ven obligados a revelar en detalle cómo se realiza su invención para poder aspirar a obtener una
patente y deben esperar años para lanzar sus productos y servicios para estar realmente protegidos. Esto les
genera la pérdida de oportunidades de negocio y un riesgo por el hecho de tener que revelar información al
momento de la presentación de la solicitud y no tener (al menos, en Argentina) herramientas para accionar
contra terceros, en caso de que comentan infracciones, hasta la efectiva concesión de la patente (que, por
supuesto, no está garantizada) (17).
Ser el primero en lanzar un producto o servicio innovador es clave. Por lo tanto, es importante que los
tiempos de las patentes acompañen a los tiempos del mercado y que los inventores puedan explotar sus
desarrollos de manera segura.
Si bien las Oficinas de Patentes del mundo tienen en claro que existen para contribuir con el avance
tecnológico nacional, a veces se ven envueltas en cuestiones formales que surgen de la propia normativa y esto
azota a la innovación.
Por otra parte, el trámite para solicitar una patente incluye en, general, el pago de tasas a las oficinas
nacionales y el pago de honorarios a los profesionales intervinientes (al menos, un abogado y un técnico o
ingeniero). Por supuesto, esto es razonable dado que la gestión y análisis de este tipo de trámites requiere
personal especializado en las oficinas públicas, así como abogados y técnicos que puedan asesorar a los
inventores y velar porque el procedimiento de concesión de patentes sea adecuado. Sin embargo, al tratarse de
tareas muy complejas, las tasas y los honorarios son elevados y muchas veces resultan inaccesibles para algunos
inventores.
Las grandes compañías cuentan con recursos para lidiar con los problemas que generan los largos tiempos y
altos costos de las patentes, pero las pequeñas y medianas empresas no.
En este contexto, cada vez que recibo una consulta acerca de la patentabilidad de un invento, me apena
pensar lo complejo, largo y costoso que será el proceso para poder hacerlo.
Pareciera que el sistema de patentes vigente crea el efecto contrario al pretendido: desalienta la innovación y
muchos inventos permanecen como secreto comercial por una cuestión económica y una estrategia comercial.
De este modo, algunos inventores deben conformarse con una protección precaria y la sociedad pierde la
posibilidad de crecer económicamente.
A mayor abundamiento, los altos costos y tiempos extensos que implican hoy los trámites de patentes
también perjudican a las Oficinas de Patentes y a los estudios jurídicos porque la presentación de una menor
cantidad de solicitudes impacta negativamente sobre sus ingresos.
Es cierto que no puede concederse una patente a cualquiera, porque ello implica otorgar derechos exclusivos
sobre un campo de la industria, pero, tampoco puede negarse la protección por cuestiones temporales o
económicas porque ello repercute negativamente en la sociedad. Debe primar el respeto por la innovación.
IV. Un mundo ideal
La demanda de títulos de propiedad intelectual aumentó significativamente, en el último tiempo. A esto se le
suma que se trata de una materia compleja. En consecuencia, la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual y la International Trademark Association (INTA) comenzaron a promover el uso de la inteligencia
artificial, la inteligencia de datos y las nuevas tecnologías, como la de cadena de bloques o blockchain, para
abordar los desafíos crecientes que enfrentan las Oficinas de Propiedad Intelectual (18).
Por este motivo, comencé a pensar que sería interesante hackear el sistema actual de patentes.
 

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¿Qué ocurriría si creáramos una oficina-virtual-mundial de patentes?


Por supuesto, cuando me refiero a hackear no lo hago en sentido literal, pero ¿qué tal si estableciéramos un
nuevo sistema mundial para tramitar patentes a través de una app? ¿Y utilizáramos inteligencia artificial para su
análisis? (19). Concederíamos patentes de amplio alcance en pocos minutos.
Por ejemplo, se me ocurre que los inventores podrían completar una solicitud de patente sencilla y de
manera online, pagar una tasa razonable a la "Oficina Mundial de Patentes" (que se crearía ad-hoc). Luego, la
tasa podría ser transferida a la Oficina Nacional de Patentes perteneciente al domicilio del inventor (20). ¡Por
supuesto, se aceptarían pagos en criptomonedas! (21).
Seguidamente, la invención se sometería a un análisis automático y rápido que realizaría la misma app, a
través del uso de inteligencia artificial, para entender si la invención cumple con los requisitos de patentabilidad
(novedad, actividad inventiva y aplicación industrial).
En particular, la aplicación compararía el invento con otros productos y procedimientos, patentados o no,
que estarían listados en una base de datos mundial para validar si la invención es novedosa. Es decir, una suerte
de Google Patents mejorado (22).
La búsqueda de antecedentes de patentes, para saber si el invento presentado es novedoso les insume mucho
tiempo a los examinadores de las Oficinas de Patentes, que deben revisar cientos de antecedentes, lo que da
lugar a errores humanos porque muchas veces no pueden analizar la totalidad de los antecedentes relevantes. A
través del uso de inteligencia artificial y una capacidad de procesamiento mayor, la búsqueda se haría en pocos
segundos y los resultados tendrían una fiabilidad superior.
Posteriormente, y también mediante inteligencia artificial, se analizaría la altura inventiva del desarrollo.
Esto sería lo más desafiante pero un buen algoritmo desarrollado junto con los examinadores podría llegar a
buen puerto. De este modo, se definiría rápidamente si el invento es patentable o no.
Vale destacar que, en campos acotados, la inteligencia artificial tiene mayor capacidad de almacenamiento,
procesamiento y mejores tiempos de respuesta que un humano de cualquier edad (23). Desde luego, el algoritmo
podría cometer errores, tal como nosotros, los humanos, pero, seguramente, menos (24).
Soy consciente de que esta idea puede resultar algo pretenciosa, pero, debemos tener en cuenta que, para
otros trámites, igualmente delicados, como los judiciales o administrativos, ya se implementó el uso de
inteligencia artificial. Por ejemplo, el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
desarrolló "Prometea", un sistema diseñado para predecir la solución de expedientes jurídicos simples que emite
predicciones mejor que un humano (25).
Tampoco se me escapa que la Ley de Datos Personales de Argentina prohíbe expresamente que una decisión
judicial o administrativa que implique apreciación o valoración de conductas humanas tenga como único
fundamento el resultado del tratamiento informatizado de datos personales (26) pero, esto podría cambiar a
partir del lanzamiento Plan Nacional de Inteligencia Artificial, que fue presentado recientemente en la Argentina
(27). En el marco de dicho Plan, se está analizando la normativa actual para entender si debe actualizarse para
alcanzar los objetivos de desarrollo de nuestro país.
Por último, podría aplicarse la tecnología de blockchain (28) para emitir el título de la patente, en el caso que
corresponda. Esto, además, nos permitiría migrar hacia el mundo de los contratos inteligentes o smart contracts
(29) , que ya tienen fama de ser más seguros que los contratos tradicionales en papel (que pueden perderse, ser
destruidos o desconocidos por sus firmantes).
Parece un cuento de ciencia ficción, pero el Parlamento Europeo ya está analizando implementar la
tecnología de blockchain en materia de patentes (30).
La patente concedida pasaría a formar parte de la base de datos pública de la app y si alguien quisiere
presentar observaciones o anular la patente, podría hacerlo. Tal vez podría presentar el reclamo a través en la
app denominada Crowdjury, que es un "sistema de justicia para la Era de la Colaboración", que introduce el uso
 

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del blockchain y promueve la creación de sistemas descentralizados de justicia (31). De este modo, el conflicto
se resolvería en poco tiempo y se evitaría un pleito judicial tradicional largo y costoso.
¡No quiero imaginarme cuánto más rápido sería todo el proceso de concesión electrónica de patentes cuando
se lance al mercado la tecnología 5G! (32).
Siguiendo con la tormenta de ideas, si la invención fuera patentable, el alcance de la protección podría ser
trasnacional, sin perjuicio de que las infracciones podrían defenderse localmente... ¡hasta que se creen los
Honorables Tribunales de Internet!
V.   Bonus track
Por supuesto, en todo este proceso nuevo existirían excepciones a la patentabilidad, las que deberían
repensarse teniendo en cuenta las necesidades actuales de la sociedad y los derechos humanos.
Por ejemplo, la exclusión del software como materia patentable de muchas Leyes de Patentes del mundo
debería revisarse (33). Convengamos que el software tiene aplicación industrial y, en general, es novedoso y
entraña una actividad inventiva.
Actualmente, esta industria es la que le permite a la sociedad evolucionar a pasos agigantados y, en la
opinión de algunos especialistas, la exclusión de los programas informáticos de la normativa de patentes se debe
a los problemas prácticos que se plantean durante los trámites, tales como la búsqueda de antecedentes y el
examen de fondo (34).
Por lo tanto, si facilitáramos el proceso para patentar, podríamos proteger a la Industria del Software como
se merece.
VI. El futuro ya llegó
Hace unos días, leí un post en Twitter que decía que es fácil criticar las costumbres del pasado por creer que
llegamos a la época de la sabiduría. Sin embargo, nuestros nietos nos juzgarán como nosotros juzgamos a
nuestros abuelos. Para evitar eso, habría que pensar como pensarán mañana (35).
Debo aclarar que reconozco que muchos especialistas disentirán con esta propuesta, pero, creo que es bueno
abrir el debate y pensar más allá de nuestros propios intereses.
Realicé este análisis considerando la realidad tecnológica y con la expectativa de conciliar el derecho de
propiedad de los titulares de patentes, los derechos de los competidores a la libre competencia y los derechos de
los ciudadanos a acceder a mejores productos y servicios y a un mundo mejor, donde exista la igualdad y el
acceso a las mismas oportunidades.
Un sistema de protección de patentes como el propuesto podría normalizar las reglas de juego a nivel
mundial, facilitar el terreno para un recambio tecnológico más veloz (que debería producirse de manera
sustentable y amigable con el medioambiente), acelerar la concesión de patentes y reducir el precio de la
tecnología para que todos podamos acceder a ella y vivir mejor.
Es inverosímil que en esta era de la abundancia (de recursos y de tecnología), millones de personas sufran
escasez y no tengan el mismo acceso a lo que hemos logrado o a lo que somos capaces de producir como
sociedad (36).
Si el desarrollo de la app es un plan muy ambicioso para pensarlo a nivel mundial, porque implicaría la
suscripción de nuevos tratados internacionales para potenciar lo que ya se logró a través de otros acuerdos como
el Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT), tal vez, podríamos comenzar con una prueba piloto en
Argentina y avanzar con la creación de Tribunales especializados en Propiedad Intelectual.
Como ciudadanos del mundo, ya alcanzamos un estado de bienestar impensado, si lo comparamos con eras
anteriores. Si hace años creamos un sistema de Propiedad Intelectual para fomentar un entorno propicio para la
innovación, no tiene sentido seguir apoyando un sistema de patentes analógico que se aleja cada vez más de ese
objetivo. Ahora, sólo tenemos que seguir mejorando y permitir que todos tengan igual y fácil acceso a lo que
 

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hemos conseguido.
No debemos olvidar que vamos hacia un futuro sin fronteras nacionales y tenemos que estar preparados.
 (*) Abogada, con especialización en Derecho Empresarial (UADE). Agente de la Propiedad Industrial
(INPI). Magíster en Propiedad Intelectual (Universidad Austral). Especialista en patentes (Japan Patent Office).
Profesora de posgrado.
 (1) Ver ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO, "¿Qué se entiende por 'derechos de propiedad
intelectual'?", en https://www.wto.org/spanish/tratop_s/trips_s/intel1_s.htm. Último acceso el 26/05/2019.
 (2) Ver ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, "¿Qué es una patente?", en
https://www.wipo.int/patents/es/. Último acceso 25/05/2019.
 (3) Cfr. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, "La innovación y la
propiedad intelectual", en https://www.wipo.int/ip-
outreach/es/ipday/2017/innovation_and_intellectual_property.html. Último acceso 25/05/2019.
 (4) El Acuerdo Internacional sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con
el comercio o "ADPIC" es el Anexo 1C del Acuerdo de Marrakech, por el que se establece la Organización
Mundial del Comercio, y fue firmado en Marrakech, Marruecos, el 15 de abril de 1994. Ver Acuerdo sobre los
"ADPIC" en https://www.wipo.int/treaties/es/text.jsp?file_id=305906. Lo ratificaron 164 países, conforme a lo
informado en el sitio web de la Organización Mundial del Comercio (ver
https://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/org6_s.htm). Por lo tanto, podemos sostener que la
mayoría de los países del mundo adhieren al sistema de protección de patentes y han adecuado su legislación
nacional a dicho Acuerdo, lo que, en consecuencia, produce la homogeneización de la normativa mundial en la
materia.
 (5) Ver ob. cit. 4.
 (6) Cfr. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, "¿Cuáles son las ventajas
de los documentos de patentes como fuente de información?", en
https://www.wipo.int/sme/es/ip_business/patents/advantages.htm. Último acceso el 26/05/2019.
 (7) Ver ob. cit. 4.
 (8) Ver ob. cit. 3.
 (9) Ver ley 24.481 de Patentes de Invención de la República Argentina, publicada en el Boletín Oficial el
20/09/1995 y sus modificatorias.
 (10) Cfr. BENSADON, Martín, citando a Pedro C. BREUER MORENO en Derecho de Patentes, Ed.
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2012, p. 1.
 (11) Cfr. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL, "Indicadores mundiales
de propiedad intelectual: la presentación de solicitudes de patentes, registro de marcas y diseños industriales
alcanzó nuevos niveles récord en China", en https://www.wipo.int/pressroom/es/articles/2018/article_0012.html.
Último acceso el 25/05/2019.
 (12) Tratado de Cooperación en Materia de Patentes de la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual. Entrada en vigor: 31/03/2002. Modificado: 02/10/2001.
 (13) Ver ob. cit. 5.
 (14) Por supuesto, en el caso de que existan defectos de forma o de fondo con respecto a la solicitud, el
titular debería tener la posibilidad de enmendarla. La diferencia con la situación actual debería radicar en los
plazos y costos del trámite, que deberían ser menores.
 (15) Ver Ley de Patentes del Estado del Japón, publicada en
http://www.japaneselawtranslation.go.jp/law/detail/?id=3118&vm=04&re=02.

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 (16) Cfr. MOURÃO MAGALHÃES, Rodrigo — MACHADO, Eduardo — GURVITZ, Mônica, "Brazil's
Best Counsel - Chapter Opening: Patent Prosecution", en https://www.leadersleague.com/en/news/brazil-s-best-
counsel-chapter-opening-patent-prosecution. Último acceso el 25/05/2019.
 (17) Ver protección provisoria de patentes en BENSADÓN, Martín, "Derecho de Patentes", Ed. Abeledo
Perrot, Buenos Aires, 2012, ps. 392-399.
 (18) El tema fue tratado en el evento anual nro. 144 organizado durante este año 2019 por la International
Trademark Association (INTA) en la Ciudad de Boston, EE,UU. Ver también: (i) Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual, "Inteligencia artificial y propiedad intelectual", en https://www.wipo.int/about-
ip/es/artificial_intelligence/. Último acceso el 26/05/2019; y (ii) SUPERTRAMP, Alexander, "How IP Offices
Use Artificial Intelligence", en https://www.worldipreview.com/contributed-article/how-ip-offices-use-artificial-
intelligence. Último acceso el 25/05/2019.
 (19) La Inteligencia Artificial es una disciplina científica que pretende simular con máquinas cada una de
las distintas facultades de la inteligencia humana. Supone que el hombre puede programar una computadora
para reproducir todas las funciones cognitivas, tales como el aprendizaje, el razonamiento, el cálculo, la
percepción, la memorización, el descubrimiento científico o la creatividad artística. Cfr. GANASCIA, Jean-
Gabriel, "Inteligencia artificial: entre el mito y la realidad", en "El Correo de la Unesco. Julio-septiembre 2018".
Accesible desde https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000265211_spa. Ultimo acceso: 28/02/2019.
 (20) Para balancear el impacto negativo que se produciría sobre el PBI de los países que adhirieran a este
nuevo sistema de patentes, debido a la posible reducción de la prestación de servicios jurídicos y a la baja en la
recaudación de tasas nacionales, todos nos veríamos beneficiados por un recambio tecnológico más veloz, que
fomentaría la economía y mejoraría la vida de las personas.
 (21) Ver CHOHAN, Usman W., "Cryptocurrencies: A Brief Thematic Review"m Social Science Research
Network (SSRN), en https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3024330. Último acceso el
25/05/2019.
 (22) Google Patents es una base de datos de patentes, propiedad de Google LLC. Ver sitio web
https://patents.google.com/.
 (23) El aprendizaje automático en el que se basa la inteligencia artificial se fundamenta en el ejemplo. Se
alimenta a una computadora con ejemplos sobre determinado tema (en este caso, podrían ser solicitudes de
patentes) para que la inteligencia artificial los analice y comprenda. Esto le permite a la computadora "razonar"
a partir de esos ejemplos e identificar por sí sola otros ejemplos similares. Luego, el algoritmo se entrena y se
perfecciona. Finalmente, el algoritmo se vuelve sólido y puede distinguir ejemplos con precisión.
 (24) Cfr. EVERS, Vanessa, "De robots y hombres", en El Correo de la Unesco, julio-septiembre 2018",
disponible desde https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000265211_spa. Ultimo acceso: 28/02/2019.
 (25) El sistema "Prometea" funciona de la siguiente manera: el procedimiento es conducido íntegramente
por inteligencia artificial. Cuando el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibe
un expediente a dictaminar, que no ha sido analizado por ninguna persona, el personal carga el número de
expediente a la inteligencia artificial Prometea y, en pocos segundos después, el sistema de inteligencia artificial
busca la carátula en la página web del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires y lo asocia
con otro número (vinculado a las actuaciones principales). Luego, va a la página del Poder Judicial de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (Juscaba), busca y lee las sentencias de primera y segunda instancia. Seguidamente,
analiza más de 1400 dictámenes (emitidos durante 2016 y 2017), para finalmente emitir la predicción. En
concreto, Prometea detecta un modelo determinado para resolver el expediente y ofrece al Ministerio la
posibilidad de completar algunos datos para imprimir o enviar a revisar el dictamen por el personal, con base en
ese modelo. Esto mismo podría hacer, si se tratara de dictar una sentencia. Incluso, sucedió que ingresó un
expediente a la Fiscalía, que había sido preclasificado por una persona del equipo sobre un tema y Prometea, en
pocos segundos, sugirió aplicar un modelo de dictamen vinculado a otro tema diferente y, precisamente, este era
 

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el que correspondía. Cfr. CORVALÁN, Juan Gustavo, "La primera inteligencia artificial predictiva al servicio de
la Justicia: Prometea", en LA LEY 29/09/2017, 29/09/2017, 1.
 (26) Ver Ley 25.326 de Protección de los Datos Personales de la República Argentina, publicada en el
Boletín Oficial el 02/11/2000 y sus modificatorias. Ver también: VELTANI, Darío — IANELLO, Romina.
"Conceptos y mejores prácticas en la aplicación de la Ley de Protección de Datos Personales. La Resolución
4/2019 de la Agencia de Acceso a la Información Pública", en LA LEY 2019-A. Año LXXXIII, 49.
 (27) Ver publicación de CASA ROSADA, "El Gobierno presentó la nueva Agenda Digital 2030", en
https://www.casarosada.gob.ar/informacion/actividad-oficial/9-noticias/44081-el-gobierno-presento-la-nueva-
agenda-digital-2030. Último acceso el 25/05/2019.
 (28) La expresión "blockchain" hace referencia a una tecnología digital que garantiza la veracidad de las
operaciones por internet. Se trata de un registro compartido por millones de ordenadores conectados donde se
inscriben y archivan las transacciones de dos partes de manera verificable, permanente y anónima sin necesidad
de intermediarios. Ver definición de "blockchain" en https://www.fundeu.es/recomendacion/cadena-de-bloques-
mejor-que-blockchain/. Último acceso el 25/05/2019.
 (29) "Un contrato inteligente (o smart contract) es un programa informático que facilita, asegura, hace
cumplir y ejecuta acuerdos registrados entre dos o más partes (personas físicas o jurídicas). Son algoritmos que
operan en un ambiente con la característica principal de no poder ser controlados por ninguna de las partes y que
ejecutan un contrato en forma automática." Ver GRANERO, Horario R., "Los contratos inteligentes y la
tecnología blockchain (su encuadre en el Código Civil y Comercial de la Nación)", en el El Dial. elDial.com -
DC24BB. Último acceso el 25/05/2019.
 (30) Ver COLEMAN, Lester, "European Parliament Foresees Impact of Blockchain On Peoples' Daily
Lives", en https://www.ccn.com/eu-parliament-blockchain-impact. Último acceso el 25/05/2019.
 (31) Ver AST, Federico — SEWRJUGIN, Alejandro, "Crowdjury, un Sistema de Justicia para la Era de la
Colaboración", en https://medium.com/astec.crowdjury-un-sistema-de-justicia-para-la-era-de-la-colaboraci
%C3%B3n-fbe142fe15a7. Último acceso el 25/05/2019.
 (32) Ver GSMA, "The 5G era: Age of boundless connectivity and intelligent automation", en
https://www.gsmaintelligence.com/research/?file=0efdd9e7b6eb1c4ad9aa5d4c0c971e62&download. Último
acceso el 25/05/2019.
 (33) En muchos países, como el nuestro, la mayoría de las veces la industria del software debe quedar
relegada a la protección que le otorga el Derecho de Autor. Es cierto que el procedimiento para obtener la
protección del software a través de las leyes de Derecho de Autor habitualmente es más rápida, económica y la
protección es internacional, pero no se realiza un análisis del software presentado, por lo que tampoco se obtiene
un título sino un principio de prueba y una fecha cierta. El alcance del derecho y la previsibilidad que otorga
este tipo de protección es mucho menor que la que otorgaría el sistema de patentes. De cualquier manera,
entiendo que es tema para otro debate y que la modificación debería ir acompañada de la creación de tribunales
especializados en Propiedad Intelectual.
 (34) Cfr. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL — COMITÉ
PERMANENTE SOBRE EL DERECHO DE PATENTES, "Exclusiones a la patentabilidad y excepciones y
limitaciones a los derechos de los titulares de Patentes", en https://www.wipo.int/edocs/
mdocs/scp/es/scp_15/scp_15_3-annex1.pdf. Último acceso el 25/05/2019.
 (35) en Twitter por Daniel Molina (@rayovirtual) el 8 de enero de 2019. "Es fácil criticar las costumbres del
pasado creyendo que hemos llegado a la época de la sabiduría. Pero nuestros nietos nos juzgarán como nosotros
juzgamos a nuestros abuelos. Para escapar de ese círculo habría pensar como pensarán mañana, no con nuestros
valores. Nietzsche", en https://twitter.com/rayovirtual/status/1046080058052550659. Último acceso el
25/05/2019.

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 (36) Ver RUTGER BREGMAN, "Utopía para Realistas", Ed. Salamandra. Barcelona (España), 2017.

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