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; CapiruLo UT UN DESAFIO PARA LA GEOGRAFIA: EXPLICAR EL MUNDO REAL Raquel Gurevich PRESENTACION Quizé sea la geografia, dentro de las materias del. drea de Ciencias So- ciales, Ja mas cuestionada por sus contenidos y por los problemas que presenta su ensefianza en el aula, pero es, a la vez, la mds abandonada: poco se han ocupado de ella las nuevas corrientes pedagégicas, no cuenta con suficiente difusién de bibliografia actualizada, y su valoracién y legitima- cién como ciencia social son todavia relativamente bajas. Las dificultades con las que los maestros trabajan son muchas y muy variadas; en particular, en lo que se refiere a los contenidos de Ia disciplina, lo hacen en un marco de dudas y confusién acerca de la pertinencia y la actualidad de los temas. El malestar que provoca ensefiar siempre lo mismo y del mismo modo tiene su contraparte en la insatisfaccién de los alumnos, por tener que aprender de memoria abundante informacién, generalmente muy alejada de sus inquietudes ¢ intereses. Frente a esto, las casi tinicas salidas que tiene el docente para combatir el aburrimiento y lograr que los chicos aprendan los temas escolares de la geografia son apelar a la inventiva o la intuicién, recurrir a las noticias de los diarios y la TV, 0 la consulta esporddica y asistemdtica a alguna publicacién reciente. Los libros de texto que existen en plaza mayoritariamente no ‘abordan problematicas del mundo de hoy; edicién tras edicién, presentan los mismos contenidos, con alguna actualizacién estadistica y nuevos modos discursi- Yos que atrapan mas a los chicos, pero en general es escasa la incorporacién de elementos que favorezcan la explicacién y comprensién de los fenéme- DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES nos y procesos espaciales. Los periédicos tienen “mejor informacién” acer- ca de, por ejemplo, los nuevos limites de los paises de Europa, c6mo se conforma y opera el Mercosur, los desastres que ocasionan los tifones en América Central o las tiltimas tecnologfas que se aplican en el agro. Sin embargo, se sigue a pie juntillas el libro de texto. Sus contenidos y los de los programas de geografia que se dan en la escuela poco tienen que ver con la geografia que se ensefia en Ios ambitos académicos, la que se discute en los proyectos de trabajo o la que se produce en las tareas de investigaci6n. La geografia escolarizada es una versién lavada y descolorida de la rea- lidad contempordnea, Ella describe trozos del planeta relatando sus carac- teristicas como si fueran postales congeladas. Si aceptamos que el estudio de la superficie terrestre es su principal objetivo, tal intencién no Hega a satisfacerse pues no alcanza a dar cuenta de los cambios que se producen, y particularmente en un mundo que se transforma a pasos agigantados y a gran velocidad. La geografia de la escuela es la geograffa de fines del siglo XIX y de principios del XX, entendida como la ciencia de los lugares. Es bésicamente cualitativa y su interés radica en identificar y pormenorizar aspectos y atri- butos de cada porcién de la superficie terrestre. Se atiende al criterio de lo tinico, de lo que tiene de excepcional cada lugar, sin posibilidad de realizar articulaciones y generalizaciones que permitan transferir esos conocimien- tos a otros contextos. Asi, por ejemplo, los chicos transcurren por el estudio de innumerables ciudades de los distintos continentes, y contimian sin saber qué es una ciudad. Se empieza desde cero en cada una de las ciudades que se estudian, las cuales se entienden exclusivamente como portadoras de una personalidad propia. En esta concepcién, més erudita que otra cosa, se prioriza la descripcién detallada de cada uno de los elementos, de modo que los contenidos que hay que aprender se convierten en largos inventarios que memorizar. No estamos diciendo que la ciudad de Buenos Aires sea to mismo que la ciudad de San Pablo, sino que podemos entender a ambas y a otras, si nos posicionamos en un enfoque que permita explicar, en este caso, las particularidades de la dindmica de las ciudades latinoamericanas en conjunto. La geografia escolar de tradicién francesa, que se pretende neutra, oculta conflictos, contradicciones y cuestiones problemiaticas. Presenta un mundo en armonia, de folleto turfstico cuando el rasgo més saliente sobre la supet- ficie terrestre es la complejidad de las manifestaciones que tienen lugar en UN DESAFIO PARA LA GEOGRAFIA: EXPLICAR EL MUNDO REAL 65 el territorio y los conflictos dados por 1a diversidad de intereses, racionali- dades y formas de poder puestos en juego. . Llegados a este punto cabe la pregunta: ,cudl es, entonces, el lugar de Ja geograffa en la escuela? {Por qué y para qué vale la pena su aprendizaje? La respuesta la encontraremos en el trabajo cotidiano que imptica inten- tar explicar Jas transformaciones que ocurren en el mundo real, a través det estudio del territorio. La realidad, que es compleja, multiple y contradictoria, nos acerca a diario situaciones probleméticas que merecen constituirse en objeto de es- tudio de nuestsa disciplina. La relacién entre geografia y el problema de la relevancia de su estudio puede resolverse al ocuparnos de problemas terri- toriales actuales. Esto implica recortar una parcela de la realidad que se presenta como significativa, trascendente, conflictiva, y estudiarla en sus Multiples dimensiones. De este modo, los contenidos no vienen dados a priori siguiendo el orden del programa, sino que serén aquellos necesarios para explicar la situacién seleccionada, La clase de geograffa, planteando de este modo el “qué” estudiar, no se convertird en sinénimo de incremento de la cultura general sino que se trata de la delimitacién de un nuevo objeto de estudio. No seré un saber por el saber mismo, por el placer de conocer més, sino trabajar con los chicos en un conocer para intervenir, para decidir, para cambiar, para criticar. PARA SITUARSE MEJOR {Por dénde empezar? Pensamos que serd util recorrer, aunque sea muy brevemente, las principales corrientes de nuestra disciplina que pariciparon y siguen participando del debate teérico-metodolégico. Esta panorémica permitira situar, con mayor claridad, ef alcance de Ja renovacién critica ocurrida en los tiltimos ajios. En un segundo momento, analizaremos las distintas visiones de la relacién naturaleza-sociedad que han prevalecido en cada una de las grandes corrientes del pensamiento geogrdfico. Distintas corrientes en geografia La historia de las disciplinas no puede entenderse en forma independien- te de la historia de la sociedad donde dichas teorfas 0 modelos se producen. 66 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Los marcos de referencia de las disciplinas son hist6ricamente producidos; en este caso, la historia de la geografia es el resultado de las diferentes .concepciones del mundo que tuvieron lugar en Jos diferentes momentos coneretos de produccién de la ciencia. Asi, tenemos un conjunto de enfo- ques, resultados, diagnésticos y valoraciones, que se tienen en cuenta en la éefinicién y tratamiento de los problemas. Haremos ahora una revisin de las diferentes corrientes del pensamiento geografico contemporéneo, siendo necesario aclarar que sus rasgos principa- les perduran y conviven en Ja actualidad, con distinta fuerza segiin los casos. La corriente positivista. La ubicamos entre mediados del siglo XIX y comienzos del. XX, Esqueméticamente se puede hablar de una postura de- terminista, de un determinismo natural, Enclavada en el orden de Ja natu- raleza, en esta Corriente impera lo permanente, lo inmutable, Le interesan los fenémenos. circunscritos al dmbito de la “superficie terrestre”. El naturalismo aplica el método de las ciencias naturales como Unica via para cientifizar las sociales, Pretende alcanzar mayor neutralidad y rigor cientifico, dado que el problema b4sico era originalmente acentuar el status cientifico de la geografia. La_corriente regionalista, humanista. La ubicamos desde mediados det siglo XIX y comienzos del XX. Enclavada en el historicismo, esta postura entiendé que él conocimiento de lo humano se realiza ‘a través del estudio de casos particulares. Se dedica al-estudio,de Jo, excepcional, lo tinico, lo _ irrepetible que tiene cada lugar sobre la superficie terrestre (de ahf que se hable del “excepcionalismo en geografia”) La observacion ese] instrumen- to analitico clave, y la funcién basica de esta escuela es describir el paisaje y la regién. Se considera y se valora la accién humana (frente a lo espon- taéneo o Io natural), como la capacidad de adaptarse, reaccionar, elegir, actuar, De ahi que el referente mas representativo de esta etapa en geografia sea el Hamado posibilismo. “Se rompe con la idea de una determinacién lineal del_ medio sobre el hombre” (Grau y Lopez Guallar, 1984). . La nueva geografia.o geografia cuantitativa, La ubicamos después de la -Segunda.Guerra Mundial. Recupera los argumentos de universalidad y ra- ~Cionalidad, por lo que reedita la postura positivista, y afiade otros nuevos| para formar parte entonces del neopositivismo. Esta geografia trabaja con| UN DESAF{O PARA LA GEOGRAFIA: EXPLICAR EL MUNDO REAL, 67 gran cantidad de datos, pero no hay relacién entre la abundancia de ellos y , la explicacién que produce (Gémez Mendoza, 1982). Construye modelos ahistéricos, y deja de ser la biologfa positivista la ciencia que marca el horizonte para ocupar su lugar Ja matemética y Ja fisica. El lenguaje mate- miatico y la légica formal son instrumentos clave de esta escuela para estu- diar la distribucién espacial de los fenémenos y buscar sus leyes. _ La geografta critica. La ubicamos a partir de los affios 60. Pone.en el _ centro de su interés al hombre y sus problemas, definiendo as{ Ja naturaleza social de la geografia. Incorpora la historia como perspectiva ineludible para lograr explicaciones que permitan entender.la realidad y poder luego operar sobre ella. Propone. una mirada global, integradora, y niega Ja neu- talidad de Ja ciencia. Sus andlisis incorporan los conceptos de multicausalidad. (a diferencia de una relacién lineal causa-efecto) y de miiltiples racionali- —ades (a diferencia de una unica racionalidad dominante). El espacio es reinterpretado; se lo concibe como un producto social. “No es cualquier espacio, es el que la sociedad construye y crea, modifica y transforma, por ello la produccién del espacio es siempre social. {...] No se niega lo natural, significa que lo social y lo natural se relativizan, entran en una intenciona- * tidad en el momento en que son insumidos por el proceso histérico” (Trin- ca, 1989). Las confrontaciones cldsicas de nuestra disciplina han pivoteado sobre determinismo y posibilismo; sobre excepcionalismo y concepcién cientifica (Grau y Lépez Guallar, 1984), En la practica escolar ha habido dicotomia _ y alternancia entre naturalismo e¢ historicismo, siendo practicamente nula la_ presencia de la geograffa cuantitativa y la de la geograffa critica. Vimos cémo cada una de las corrientes recorta un objeto de estudio diferente y también un modo particular de acercarse a él. Tratan distintos aspectos, priorizan y dan mayor atencién a algunas cuestiones y dejan de lado otras, se ocupan de diferentes temas. Alrededor del nombre Puna, por ejemplo, pueden construirse distintas representaciones ¢ interpretaciones de esa realidad. No hay un Unico inventario que relevar, no hay un tnico paisaje por percibir, no hay una tinica cuestién que explicar. Por lo tanto, los contenidos que se seleccionen en uno y otro caso han de ser diferentes, aun cuando el nombre que los convoca (la Puna) sea el mismo. 68 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Distintas visiones de la relacién naturaleza-sociedad Asf como las formas cambian en el mundo real, las concepciones tam- bién lo hacen. Queremos decir que los conceptos no son eternos, sino his- téricamente construidos. En tal sentido, analizaremos ahora, por ser una telacién fundamental en la geografia, distintas visiones de la relacién natu- raleza-sociedad que han tenido lugar a lo largo del tiempo. En el transcurso de 1a historia de nuestra disciplina, el concepto de la relacién naturaleza-sociedad ha ido modificéndose. En algunos momentos el peso estuvo en lo natural exclusivamente; en otros, en una relacién asimétrica donde Ja naturaleza imponia sus condi nes al hombre; en otros, en una relaci6n de mayor control por parte de los hombres, y asi sucesivamente. Podemos sintetizar las diferentes posturas, aun con riesgo de caer en cierto esquematismo, del siguiente modo. Seguin Vila Valenti (1984): a) Visién tradicional. Data de los siglos V y IV a. C. y también reaparece en el siglo XVIII. La naturaleza ejerce influencias sobre e} hombre, tanto de forma individual como sobre un conjunto humano, sobre Jos pueblos. b) El concepto de medio ambiente. Data del siglo XIX y recoge las ideas evolucionistas. El medio es una realidad envolvente, un entorno. En gene- ral, se refiere al medio ambiente ffsico-natural y se prioriza la relacién entre el medio fisico y Jos seres vivos, Se inscriben en esta visién el ambientalismo, la ecologfa y el ecologismo (hoy ampliado desde el punto de vista teérico- metodolégico), y el evolucionismo. c) El hombre agente, organizador, creador del medio. “Ya no se trata de influencias mds o menos ocuitas de la naturaleza [...] el hombre ya no es una pasta blanda que la naturaleza moldea; es un actor. Es, lite- ralmente, una de las fuerzas de ja naturaleza" (Febvre, 1922, en Vila Valenti). Se habla del paisaje humanizado, humano. En el sentido del posibilismo, se entiende a principios de siglo al hombre como factor geografico, d) Desde mediados de siglo se reconocen dos grandes corrientes. Una €8 aquella en la que perduran y se renuevan conceptos naturalistas, es decir, se sigue la linea ecologista, ambientalista, con renovaciones tedri- cas. El ecosistema y el geosistema, derivados de la biologia, son las pa- labras clave de esta postura. La otra pone en el centro de su atencién la accion humana sobre el medio fisico y la formacién de nuevos medios. La UN DESAFIO PARA LA GEOGRAFIA: EXPLICAR EL MUNDO REAL 59 ciudad aparece como el caso extremo de artificialidad del medio, y las tematicas recurrentes de esta linea son la degradacién ambiental y la politica ambiental. Diremos, finalmente, que bablar de la relaci6n naturaleza-sociedad supo- ne, ante todo, preguntamos qué sociedad y qué naturaleza se relacionan. No es lo mismo situar la escena en 1450, en 1870, en 1950 0 en Ia actualidad. “Desde Ja aparicién del hombre sobre la tierra, la naturaleza est4 siendo siempre redescubierta” (Santos, 1992), El hombre, o més bien la sociedad €n su accionar colectivo y no desde una intervenci6n individual, la modifica progresivamente. “Hablar de sociedades implica partir de la base de que no son los individuos quienes usan la naturaleza sino las sociedades que los agrupan, é involucra una evaluacién critica de las decisiones tomadas por quienes las manejan” (Brailovsky, 1991). Esta aconteciendo un proceso de humanizacién cada vez mayor en el cual Ja naturaleza se torna cada dfa mas culturizada, més artificializada. A través de la tecnificacién, la sociedad impone a la naturaleza sus formas. Es decir que los objetos culturales, artificiales, van dejando su huella y son, por lo tanto, hist6ricos. Geografta fisica-geografia humana E! modo como se ha planteado la relacién naturaleza-sociedad nos lleva a redefinir la division entre geografia fisica y geografia humana. cEs posible pensarlas escindidas? {Existen de forma independiente la una de la otra? ;Es la geografia fisica una parte de la geografia humana? Deciamos antes que la realidad es un todo complejo en el que intervienen. miiltiples y diversos elementos. Aigunos pertenecen al mundo. fisicg, natu- Jal, y otros son de orden econémico, social, politico, cultural. "Es por ello que se rigen por leyes, regularidades, légicas y dindmicas diferentes} +-3Cuando recortamos y definimos una parcela de la realidad como una situacién problemética, ella es intrinsecamente un conjunto de relaciones entramadas de dichos elementos. Por qué fragmentarla en vez de intentar abordar su estudio a partir de las relaciones y articulaciones de los elemen- tos que ayuden a entender el problema? Seguramente no intervendrn todos los temas escolares ni en el orden riguroso previsto de los curriculos, pero estaremos mas cerca de un conocimiento explicativo del fenémenos. 70 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES, A modo de ejemplo, tomemos el caso de la introduccién de nuevas especies agricolas en dreas dridas (el caso de la provincia de La Rioja, Reptiblica Argentina). Un nuevo paisaje se conforma: cultivos que antes no estaban, canales de riego, pequefias obras de infraestructura productiva, tecnologias importadas, nuevos personajes en la zona, conversaciones nue- vas estén en boca de la gente, informacién no habitual comienza a mane- Jarse, etcétera. Hagamos el ejercicio de pensar dénde se ubicarfa esta temética si inten- téramos separar Ja geografia fisica de la humana\Répidamente desechamos tal separacién, entender este proceso de agriculturi 6n implica hacer jugar los aspectos fisico-naturales tanto como los sociales y econémicos. La situaci6n es una, real y concreta, pero para poder abordarla se cons- truyen intelectualmente categorfas de andlisis, conceptos, contenidos, méto- dos de indagacién y recoleccién de datos, etcétera. En este caso, uno de los contenidos a trabajar serd el correspondiente a entender por qué se desarro- lla un drea desértica en La Rioja. No se elimina el tratamiento del clima, el telieve, el suelo, sino que se lo pone a disposicién del fendmeno que interesa analizar. Otro contenido para ser trabajado es el de las condiciones de vida de la poblacién local: quiénes son, cudntos son, de qué viven, cémo influyen las condiciones naturales en sus vidas cotidianas, por qué la migracién hacia Jos centros urbanos es tan frecuente, qué posibilidades ofrecen las nuevas actividades productivas, etcétera. La divisién entre geografia fisica y geografia humana es ficticia, pues ya no existe sobre el planeta ningtin lugar que pueda concebirse como natural: todos estén impregnados de un modo u otro por la accién del hombre, recibiendo y enviando informacién, siendo fotografiados o barridos por los satélites_! En nuestro ejemplo vimos cémo la naturaleza ha sido modificada y ya no existe mas tal como aparece en los mapas fitogeograficos. Este proceso de artificializacién de Ja naturaleza ocurre en escala planetaria, con diferentes grados de intensidad (nuestro ejemplo es de un orden minimo comparado con otras situaciones de’acciones humanas sobre el medio).' Esto implica que la separacién entre geograffa fisica y geografia humana no condice con las manifestaciones espaciales concretas y se constituye como un obstdculo para la comprensién de las transformaciones que ocurren en Ja realidad. UN DESAFIO PARA LA GEOGRAFIA: EXPLICAR EL MUNDO REAL 7 Es la propia organizacién social Ja que prefigura la dinémica y provoca transformaciones en el medio natural. De allf que los elementos de la natu- raleza le interesan a la geograffa, vistos como condicionantes de Jo social y no como elementos de igualdad de condiciones que los factores histérico- sociales, a estos tiltimos les compete el rol de ser decisores y determinantes (Rojas, 1989, citado por Trinca). El caso referido a la contaminacién del Riachuelo, planteado en otro de los capitulos de este libro, constituye un buen ejemplo para mostrar esa particular articulacién entre “lo fisico y Jo humano”. Si bien en el estadio actual de desarroilo de la humanidad son los ele- mentos de orden socioeconémico los que regulan, planean, crean y recrean las condiciones naturales, estas acciones de ningiin modo inhiben Ja accion de la naturaleza. El hecho de que algunas sociedades puedan anticipar y prevenir riesgos naturales como terremotos 0 inundaciones, puedan provo- car luvias sobre las plantaciones, o retrasar o anular el granizo 0 Jas hela- das, no significa que la naturaleza haya sido dominada totalmente. Las catdstrofes naturales se considerardn entonces como incidentes criticos, ries- gos naturales, y estas sociedades seran menos vulnerables a los impactos ambientales que otras, que no puedan controlarlos o elaborar estrategias para reducir las pérdidas materiales yfo humanas. PARA EXPLICAR MEJOR La geografia, junto con las otras materias del 4rea, tiene como objetivo analizar, interpretar y pensar criticamente el mundo social. Por ello, le cabe a nuestra ciencia la tarea de comprender cémo se articulan histéricamente la naturaleza y Ja sociedad, pues las distintas formas de organizacién espa- cial son el resultado del particular modo en que las sociedades en determi- nados momentos histéricos se relacionan con Ja naturaleza, transform4ndola segin sus necesidades e intereses. La geografia utiliza marcos referenciales, conceptos, contenidos, meto- dologias y técnicas para Nevar adelante sus tareas. En algunos casos, toma. de otras disciplinas sociales y naturales sus respectivas formas de abordaje de ja realidad, y en otros, opera con categorfas intelectuales e instrumenta- tes que Je son propias. 72 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Es nuestro propésito presentar ahora algunos conceptos y argumentacio- nes téorico-metodoldgicas de la disciplina. Entre muchos posibles: de ser elegidos, seleccionamos los que siguen pues entendemos que Ja capacidad de anélisis y explicacién que ellos permiten es muy potente. El espacio producido El espacio no es una cosa ni un lugar donde las cosas estan, sino que “es un conjunto de cosas y relaciones juntas” (Santos, 1988). Esta formado por dos Componentes que se integran continuamente: un conjunto de elementos naturales, mas o menos modificados por-la accién humana, y un conjunto de relaciones sociales, que definen una sociedad en un momento dado. Esto supone diferenciar entonces un aspecto mds estructural y otro mas dindmico, respectivamente, Las distintas combinaciones sobre el territorio de los elementos naturales y artificiales dan como resultado determinadas configuraciones espaciales. En cada momento histérico varia el arreglo de los objetos sobre el territorio, y son las condiciones econdmicas, sociales, culturales y politicas las que en cada momento hist6rico le dan significados distintos. Como estas condiciones se hallan en perpetuo cambio, el espacio también se transforma a ese ritmo, y los cambios cuantitativos y/o cualita- tivos que sufre van marcando las especializaciones de cada uno de los lugares. . Los diferentes modos en Ia utilizaci6n del territorio significan una valo- racién distinta de la naturaleza; esto significa que la relacién naturaleza- sociedad se juega de un modo particular en cada caso, “Cada lugar tiene un papel, un valor” (Santos, 1988). A la hora de analizar cudl es ese papel, intervienen elementos de la naturaleza, una sociedad que los valora y apro- pia, y una intencionalidad que orienta esa accién. Naturaleza y sociedad no pueden entenderse como dos entes indepen- dientes sino articulados permanentemente, y son las leyes sociales las que sobreconstruyen a las naturales (Coraggio, 1988). En este proceso de valo- rizacién del espacio distinguimos las siguientes fases: apropiacién de los medios naturales, creacién de una naturaleza artificializada, apropiacién de ella, creacién y apropiacién de formas espaciales (Moraes, 1987). Las formas espaciales resultan entonces como correlatos de las relaciones de produccién vigentes en la época en que fueron creadas y, a la vez, tienen funciones propias del presente. Interesa el andlisis de las funciones actuales UN DESAFIO PARA LA GEOGRAF 1A: EXPLICAR EL MUNDO REAL 73 que tienen las distintas formas espaciales, porque es él uso social el que les da significado, La base natural se va modificando por masas de construcciones e inver- siones de todo tipo que, en distintos momentos histéricos, sé van depositan- do sobre la superficie terrestre, Esta transformacién se leva a cabo a través de las distintas fases del proceso ‘productivo (produccién, circulacién, dis- tribucién, consumo). Ellas quedan cristalizadas en las formas espaciales; por io tanto, la divisién territorial del trabajo resulta un concepto basico pata entender cémo se organiza un espacio, Este concepto cambia hist6ri- camente, pues, por ejemplo, la divisién del trabajo de la época colonial no es la misma que la actual. No podemos seguir hablando de paises exporta- dores de materias primas y paises industrializados como eran entendidos para el siglo XIX, pues hoy bdsicamente las relaciones comerciales se hacen centro-centro, quedando ta periferia excluida del intercambio. Por lo tanto, estudiar la actual divisi6n territorial del trabajo es un punto clave para interpretar el mapa del mundo de hoy. El paisaje transformado “Es todo aquello que vemos, que nuestra vista alcanza” (Santos, 1988). El conocimiento de un paisaje est4é muy \igado a la percepcién que de él tenemos, pues no es el mismo paisaje el que aparece desde el nivel del suelo que desde un balcén, o el registro que tiene un nifio rural y otro que vive en el medio urbano. No sélo depende del punto de referencia que tomemos sino también de la seleccién que todo observador realiza cuando observa. Se trata, pues, de superar los aspectos fenomenoldgicos (lo visible, lo ob- servable, el modo como el fenémeno se presenta) para llegar a “captar su significado”. ¢ Mucho se ha hablado de Ja diferencia entre “paisaje_n: y paisaje cultural, humanizado o-artificial. Recuperando algun: que tratamos anteriormente, podemos decir que el paisaje natural hoy dia prdcticamente- sno existe, pues ha sido transformado por el hombre, constituyendg. entonces el lamado paisaje artificial” Cuando mas compleja y con mayor. grado de desarrollo es la vida social, més artificial es el paisaje. Ya dijimos que en los Gltimos 50 aiios el mundo ha “fijado” gran cantidad y diversidad de objetos atornilldndolos a la superficie terrestre. Las ciudades son el mejor ejemplo de esto: selvas de hormigén, cemento, acero y vidrio. 74 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES. Los paisajes cambian en Ja medida en que desaparecen cosas, aparecen cosas nuevas y permanecen otras. Estos cambios dejan marcas de los dis- tintos momentos histéricos. Pueden ser de tipo estructural, por ejemplo el nuevo trazado de una linea de subterrdneos, la remodelacién de zonas costeras, etcétera. También hay cambios de tipo funcional, por ejemplo, el microcentro al mediodfa y a la medianoche; un 4rea dé parques recreativos un dia jueves y un dfa domingo, etcétera. Es interesante cémo en los paisajes podemos rastrear objetos pertene- cientes a distintos momentos; se habla entonces de “el tiempo materializado en paisajes” (Moraes, 1987). Desde ta realidad y hacia ella De la realidad se extraen los elementos para pensar el mundo. Aqui el papel de la observacién es clave para percibir c6mo se presentan Jos fend- menos, qué aspecto tienen. Ya dijimos que no podemos quedamos con s6lo describir lo visible, lo fisonémico, pues “lo que se ve y lo que no se ve forman una unidad que debe ser explicada” (Bagt, 1970). Es importante tener en cuenta que la observacién directa no devela ja esencia y el signi- ficado de esa realidad observada. Para comprenderla y poder explicar su estructura y cémo funciona, debemos pasar a una construccién conceptual © compuesta por distintos niveles de abstraccién. En un momento posterior, cuando se identifican en otros lugares o en otras circunstancias las situacio- nes antes analizadas, hablamos de generatizaci6n, de ideas generales: se encuentran explicaciones que enlazan distintos Jugares 0 situaciones. Luego podremos volver a la realidad concreta con otros ojos, mAs explicativos, y podremos captar un tanto més ajustadamente su significado, De modo que, a partir del andlisis de situaciones concretas (que no tienen por qué ser necesariamente cercanas, locales), podemos alcanzar a entender Ja organizacién espacial. ' Acercarse a lo inmediato, lo cotidiano, a través del contacto directo con el medio, estudiar el lugar in situ o realizar estudios de campo, sin duda aumentan la calidad de la indagacién acerca de lo real, para luego ir desa- rrollando abstracciones cada vez més complejas. No siempre es posible salir al medio; entonces las fuentes de informacién indirectas serén de gran uti- lidad: bibliografia en, general (textos, revistas especializadas, informes téc- nicos, novelas), articulos periodisticos, informacién estadistica (censos, UN DESAF{O PARA LA GEOGRAFIA; EXPLICAR EL MUNDO REAL 7S anuarios, publicaciones seriadas), cartografia, fotografias, imagenes sateli- tales. Esa realidad que estudiamos estd inserta en un conjunto de relaciones més generales de modo que, al estudiar aspectos parciales del fenémeno, se conocen elementos del todo. Y a la vez, para entender aspectos particulares es necesario abordarlos desde una mirada global, integradora. Lo particular ¥ lo general estén entonces relacionados en el caso concreto que estemos estudiando. Volvamos a nuestro ejemplo en las nuevas modalidades productivas en La Rioja. Si queremos entender ese nuevo paisaje que se est4 conformando, no alcanza con analizar los elementos inmediatos del lugar, los que estén a la vista. Debemos incorporar niveles de explicacién més generales como insercién en nuevos mercados, oportunidad de Ja contraestacién (verano/ invierno) para satisfacer la demanda de los paises del Norte, alza de precios de productos agricolas especializados, tipos de empresas y las tecnologias que adoptan, etcétera. Los conceptos mercado y tecnologfa, por ejemplo, son de un orden de generalidad superior a compra-venta y agricultura bajo riesgo, respectiva- mente. Siguiendo con el caso analizado, los referentes ms concretos serian: productores agricolas argentinos que se “conectan” con consumidores euro- peos y el sistema de canales instalados en Jas fincas. Como los conceptos son herramientas que pueden aplicarse en otras situaciones, nos permitirdn entender m4s allé del caso analizado. Cuanto més generales sean, mayor capacidad explicativa tendrén de un niimero de eventos particulares. Es decir que podremos entender la dindmica de otras zonas 4ridas puestas en produccién en lugares bien diferentes, aun cuando habré especificidades en cada uno de ellos que deber4n ser tomadas en cuenta. Se verén favorecidas asi operaciones intelectuales tales como las de generalizacidén y aplicacién de ideas generales, mas abstractas. Si bien entendemos que el conocimiento es un proceso de ida y vuelta permanente entre lo concreto y lo abstracto, de cardcter iterativo, pensamos que el hecho de partir de una situacién concreta y transcurrir luego por diferentes niveles de generalidad permite volver a esa y otras situaciones coneretas con una mirada més sistemética, mds explicativa. Estas tltimas cuestiones nos jlevan al tema de las escalas en geografia. 6 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Las escalas y el tiempo en la geografia Cada escala corresponde a un nivel de intencionalidad diferente: lo local, lo regional, lo nacional, lo mundial. Estos niveles no pueden entenderse de forma independiente unos de fos otros, aun cuando implican distintos nive- les de anélisis y de conceptualizacién de ios fenémenos y procesos. Las explicaciones de los fenémenos no residen en Jas dreas mismas y muchas veces no es posible entender determinadas configuraciones espacia- les si no es considerando racionalidades, actores y mediaciones de diferente orden que se encuentran fuera de ellas. Ya vimos que se deben conocer las condiciones: mundiales para saber cémo cada lugar se relacionaré con el resto, c6mo competird, etcétera. En este sentido puede decirse que “el mundo hace los lugares”. Los lugares se entienden desde el mundo, es decir que sus significados son relativos a condiciones més generales. No es posible comparar dos situaciones distintas de orden local o regio- nal (el grado de industrializacién de Salta, Ushuaia y Viedma, por ejemplo) sino es haciendo referencia al orden nacional y/o mundial (qué lugar ocu- pan en el contexto nacional y/o mundial). El patron de comparacién, de referencia, es un orden més global, mds general, pues desde alli pueden elaborarse las explicaciones de los fendmenos. Veamos dos pequefios ejemplos que muestran la interdependencia de las escalas. No es posible entender la realidad algodonera del Chaco sin analizar la situacién de esa produccién regional en el contexto nacional. En otras pa- labras, equivale a preguntarse: ,qué lugar ocupa ese cultivo regional en la economia nacional? ,Cémo influyen diferentes situaciones de afuera del Chaco, extrarregionales, sobre la vida de la regién? ~Cémo inciden aspectos tales como la entrada de indumentaria importada mas barata, la reduccién del consumo de prendas de vestir en los principales centros urbanos, la sustitucién por materiales sintéticos?, etcétera. Diremos entonces que lo que ocurre en el Chaco “tiene que ver” con lo que ocurre en otras areas del pais (Buenos Aires, Rosario, Cérdoba, que corsumen el producto) y aun en lugares extranacionales (Taiwan, que avan- za en Ja colocacién de textiles). Vemos, entonces, como la respuesta a una pregunta que partfa de Jo regional nos Ilevé a un dmbito mas general, el nacional, y éste a uno internacional. UN DESAF{O PARA LA GEOGRAFIA: EXPLICAR EL MUNDO REAL” 71 Otro ejemplo serfa la epidemia del célera. No podemos recortar el pro- blema a los limites nacionales ni mucho menos a los regionales, pues se trata de una problemdatica que debe analizarse en escala continental. Encon- ‘traremos las respuestas situando e1 problema en Ja realidad latinoamericana. Por otro lado, la geografia estudia un conjunto integrado de fenémenos We ocurren en perfodos de tiempo. En las formas espaciales podemos re- conocer tiempos histéricos diferentes pues en elas coexisten cosas del pasado, de distintos pasados, del presente y gérmenes del futuro. Poner una edad a las cosas y a las acciones de las sociedades permite reconstruir los momentos de un proceso. Por eso es importante hacer refe- rencia a] momento temporal en el que los objetos se constnuyen, en el que las personas viven, en el que la informacién se propaga, etc. En definitiva, los paisajes revelan las diferentes posibilidades hist6ricas que tuvieron cada uno de ellos, a través de sus calles, de sus edificios, de monumentos, de los servicios con que cuentan, etc. (Santos, 1988). Al analizar una forma espacial no sélo reconoceremos cosas de distintos pasados (unos més lejanos, otros mas cercanos) sino cosas y acciones det presente, Hacer Ia lista de las acciones y objetos del presente permite a los gedgrafos interpretar la dindmica de los lugares y anticipar futuras formas espaciales. Una consecuencia importante de datar los objetos que se desa- rrollan en el tesritorio es que los hechos diferentes que ocurren en un mismo tiempo tienen relacidn entre si. Esto no quiere decir que porque ocurran en un mismo tiempo vayan a resultar formas espaciales iguales, pues el grado de desarrollo econémico, las pautas culturales y el contexto sociopolitico condicionan las posibilidades de cada lugar. Le cabe entonces, a la geografia el trabajo de estudiar los objetos y las acciones presentes en el territorio, la cantidad y calidad de las interacciones, pues dan cuenta de la historia que se est4 haciendo en ese momento. Podemos comparar dos ciudades a través del mimero de viajes diarios que se hacen, si tienen o no aeropuerto y subterraneos, el movimiento del correo, el ntimero de aparatos de TV y computadoras, la cantidad y origen de periddicos y revistas que circulan: realizar esta tarea es indagar el pre- sente de ambas. Ya vimos cémo una misma forma espacial contiene tiempos distintos y también remite a escalas de andlisis diferentes. Los conceptos de mundia- lizacién y globalizacién ayudan a captar el significado de cada parte y armar el rompecabezas del mundo actual. 78 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES. Mundializacion y globalizacién Grandes cambios tecnolégicos y productivos han ocurrido, particutarmente a partir de las Wiltimas décadas, que han flevado a una creciente globalidad en los intercambios comerciales y en la circulacién de la informacion disponible. La actividad industrial ha sido hist6ricamente la que marcd la Gifusién de un tipo de formas en el territorio que hoy son dominantes. En este sentido, mucho se ha discutido acerca de “un mundo sin fronteras, con todos y cada uno de sus habitantes en estado de vinculacién permanente con sus iguales, cualquiera que sea la distancia a la que se encuentren, gracias al desarrollo de tas comunicaciones. (...] En la década del *20 fue la radio, en la del *60 la TV, y en Ja del ‘90 los nuevos medios y técnicas productos det desarrollo informatico”. (Landesman, 1991). Las relaciones econémicas, sociales, politicas y culturales se han mundializado. Esto significa que, en escala planetaria, se produce una mun- dializacién de los mercados, del dinero, del consumo, de Ja cultura, de la politica, de las técnicas, etcétera. Vivimos en un mundo donde comparti- mos, al mismo tiempo, valores, simbolos, técnicas, objetos y una naturaleza culturizada. Bienes y servicios de todo tipo se propagan por el territorio. No s6lo se trata de la cantidad creciente de poblacién que consume determinados productos o despliega una determinada forma de vivir. Es un fenémeno cualitativamente nuevo en la historia de la humanidad que gran parte de ella comparta los mismos modos de hacer las cosas (Santos, 1988). En escala planetaria, corresponde una ldgica mundial que guia las inversio- nes, ja circulacién de bienes y personas, la distribucién de las mercaderias. Estamos en un momento -histérico en el que es creciente la incorporacién de Ja ciencia, la tecnologia y la informacién a la vida cotidiana, Por ejemplo, la pasada Guerra del Golfo fue seguida por todos los ojos del mundo a través de una sola mirada. Un banco de datos de importancia tiene usuarios en mas de 30 pases. A través de una videoconferencia es posible un inmediato encuentro intemacional sobre cualquier tema, en el cual tos participantes no necesitan moverse de sus casas. Los tendidos de redes de cables de fibra Optica aumentan cientos de veces la capacidad de transmitir informaci6n. Una baja pronunciada de las acciones en la Bolsa de Tokio puede arruinarle el desayuno a un inversor de Nueva York (Landesman, 1991). UN DESAFIO PARA LA GEOGRAFIA: EXPLICAR EL MUNDO REAL 719 Las oleadas de capital que se invierten en rubros como cibernética, biotecnologia, nuevas quimicas, informatica, electrénica, crean y recrean las formas espaciales. Si bien tanto las formas espaciales rurales como urbanas tienen un contenido cientifico-técnico, la red urbana es fundamental en la organizacién del espacio, porque es el medio urbano desde donde se coman- dan los procesos de produccién. ‘Un punto importante a tener en cuenta es que este medio cientifico- técnico (Santos, 1988) es una tendencia que se da sélo en determinados puntos o manchas més o menos extensas en el espacio; no se da en todas partes, es decir que su distribucién no es homogénea. Esto implica que cuando analizamos cada lugar particular encontraremos légicas que trabajan en diferentes escalas (a veces pueden ser contrastantes la que opera en escala local y la que lo hace en escala nacional/mundial) porque aquella “aldea global” que se postulaba en los afios 60 no borra las particularidades ni las especificidades de cada lugar. Un efecto de las nuevas tecnologias (...] es aumentar la distancia social entre quienes tienen acceso a ellas y Jas usan y quienes no. En vez de unificar el planeta y convertirlo en una aldea global, han reemplazado las barreras del tiempo y del espacio por barreras de acceso, privilegio y capa- cidad, [...] Cada ola adicional de nuevas tecnologias [...] refuerza esas barreras, convirtiendo a quienes viven en un mismo pats —e inclusive en la misma ciudad— no s6lo en desconocidos sino en extranjeros el uno para el otro (W. Bamett Pearce, 1992). En sintesis, diremos que asistimos a un momento histérico en el que, atendiendo a Ja nueva divisidn territorial del trabajo, crece la circulacién, el movimiento, Ja especializacién, Cuando la produccién se mundializa, las posibilidades que cada lugar tiene (recursos naturales, poblacién calificada, entre otras cosas), resultan fundamentales para definir su papel en el mundo. Ya vimos que las distintas utilizaciones que se hacen del territorio sig- nifican una valorizacién diferente. Las especializaciones productivas se ven facilitadas por el aumento de la circulacidn en el nivel planetario, de objetos y personas, y el desarrollo de los sistemas de transporte y comunicaciones. Los movimientos e intercambio son permanentes y cada vez més intensos. Esto hace que se tormnen falsas algunas dicotomfas, como las de campo- 380 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES ciudad y agro-industria. Hoy~sus términos se interpenetran, se confunden, se imbrican el uno en el otro. El campo y la ciudad, por. Sempto, no pueden pensarse de modo ‘inde- pendiente ya que en ambos se despliegam actividades econémicas que se complementan. Existe una interdependencia mutua entre el campo y la ciudad, principalmente en lo que se refiere al abastecimiento de productos alimenticios y de materias primas para ser industrializadas (maderas, fi- bras textiles, minerales). Reparemos en el hecho de que los muchos y variados objetos que nos rodean se originan en una materia prima que proviene de la naturaleza. Pensar de este modo la relacién campo-ciudad nos lleva a replantear los enfoques sectoriales, Generalmente se estudia el sector agropecuario, el industrial y el de servicios separados entre si. Sin embargo, los productos agricolas estén en intima relacién con la industria en dos sentidos, Por un lado, por ser el sector industrial el que le provee los insumos tecnoldgicos, maquinarias, fertilizantes, agroqu{micos, etc., para su desarrollo, y por otro, al ser también las industrias las que adquieren las materias para sus estable- .cimientos. En esta visién, el sector servicios aparece profundamente rela- cionado con el campo y la ciudad, y también con las diferentes actividades productivas. Por ejemplo, las materias primas legan a la ciudad a partir de un sistema de transporte. Los equipos tecnoldgicos que se utilizan en el agro también son Ievados al campo por los transportes. Las personas, a su vez, se desplazan de un sitio a otro para realizar acciones de distinto tipo (Secretaria de Educagao, Sido Paulo, 1988). De modo que la circulacién, “ distribucién y el consumo de productos estén fntimamente relacionados con el proceso global de produccién y, por lo tanto, deben ser estudiados de forma integrada. En la seccién siguiente abordaremos una metodologfa para analizar la cadena de produccién de diferentes productos; con ella se recuperan de forma integrada los términos campo y ciudad, a la vez que se supera el enfoque sectorial. La regién y tos circuitos de produccién La regionalizacién clasica dividfa el mundo en regiones auténomas, aisla- das entre sf. Hoy, con Ja internacionalizacién de la economfa hay una total interdependencia entre las diferentes dreas, pues ellas se relacionan, estén Ip foray v Coe UN DESAFIO PARA ee ao ELMUNDOREAL RL , 2 =i! abiertas, son mas vulnerabes, bea doe in més auténomas (Santos, 1988). Comprender una regién nom{a en un nivel global y st | cmconaniena de la eco- yf tesritorio de un pafs. Cobra especial importancia, entonces, presencia y el comportamiento de aquellos agentes involuctados en & proceso. Nos referimos a la necesi- dad de analizar el papel del Estado, los diferentes actores individuales 0 sociales, las instituciones, las empresas, etcétera. Desde esta concepcién, hay cambios permanentes en los limites regiona- les; ya no son de una vez y pata siempre los mismos y los tiempos que pueden durar esas divisiones regionales son también muy variables, “Como el espacio se torna uno para atender a las demandas de la globalizacién, Jas regiones aparecen como las distintas' versiones de la mundializacién” (Santos, 1988), Es interesante destacar que cuanto mayor es el grado de mundializaci6n, mds singulares y particulares se erigen Jos lugares. Justamente porque hacen jugar sus especificidades de forma com- petitiva, y asi afirman su diferenciacién geogréfica. Cualquier fraccién del planeta se entiende, entonces, desde e) cruce de la realidad global con sus condiciones particulares. Esto implica tener en cuenta la historia del lugar, las condiciones preexistentes al momento de la internacionalizaci6n. As{ podemos explicar cémo el mismo proceso global en escala mundial tiene distintos resultados particulares, segtin los lugares, Si tenemos en cuenta que Ja regién ha cambiado de significado, pues hoy el mundo se encuentra organizado en subespacios articulados dentro de una légica global, resulta mas explicativa de tal realidad la conceptualizacién de circuitos espaciales de produccién. Los circuitos permiten reconstruir las distintas fases 0 eslabones del proceso productive de un determinado pro- ducto. Se entiende por circuito productivo al conjunto de encadenamientos que se verifican dentro de una misma activi- dad productiva y que se vinculan entre sf dando lugar aun proceso secuencial y obligado, que va desde Ja obtencién de la materia prima inicial hasta la entrega del producto elaborado al mercado de consumo final (Rofman y -olros, 1987). 82 DIDACTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES. Esto significa hacer el seguimiento desde Ia fase productiva hasta et consumo final (la produccién primaria, la fase industrial, Ja comercializa- cidn, etc.), Implica ademés ¢] andlisis del papel de tos diferentes actores sociales y agentes econdmicos intervinientes. Importan no sélo aquellos que se hallan en un marco regional delimitado territorialmente, sino que también comprende a otros agentes situados fuera de ese subespacio y sin cuya intervencida no se podria reconocer ni-evaluar adecuadamente tal pro- ceso. Las relaciones entre agentes asf planteadas vinculan unidades de de- cisién dentro de una actividad central, en la que unos agentes producen insumos para otro u otros hasta que finalmente el producto final entre en el ciclo del consumo o la inversién, dentro o fuera de la regién analizada (Rofman, 1983). A modo de ejemplo tomaremos el circuito del azticar. En él intervienen gran cantidad de agentes que cumplen distintas funciones en cada uno de los eslabones productivos. En la fase agricola, estén presentes mayoritaria- mente en la provincia de Tucumén, los pequefios caferos independientes. El 90 % de los productores son minifundistas con bajo nivel de mecanizacién, utilizan mano de obra familiar y sus rendimientos son, en general, bajos. En cambio, en Salta y Jujuy se hallan grandes y pocas empresas que concentran la mayor parte de la produccién. Cuentan con alta tecnificacién y sus pro- piedades tienen grandes extensiones. Industrializan su propia cafia y cum- plen las tareas de comercializacién. Aprovechan nurierosos subproductos del proceso de fabricacién del azicar (papel, alconafta) y han introducido otros cultivos como citricos, hortalizas y legumbres. Estos ingenios, por su tamafio y por la diversificaci6n productiva que poseen, se colocan en una posicién muy ventajosa en lo que hace a su poder de negociacién y formas organizativas (Rofman, 1989). Quisimos mostrar que el abordaje tedrico-metodolégico de un estudio regional desde la nocién de circuitos productivos supone, entonces, poner en relaci6n las variables recursos naturales, produccién, tecnologia, capital, intercambios, poblacién. UN DESAFIO PARA LA GEOGRAFIA: EXPLICAR BL. MUNDO REAL. 83 Reflexidn final En el proceso de conocimiento de la realidad social, la geografia tiene un lugar importante en Ja medida en que en ella se encuentran el pasado, el presente y el futuro. Como “la geografia se alimenta del movimiento del mundo”, la posibilidad de trabajar en el presente intentando entender el mundo real y sus transformaciones es el gran desafio de la disciplina. Muchos temas y problemas de interés geografico entran en la agenda de cuestiones problemdticas en un nivel global. Entre ellos, los m4s importantes a tener en cuenta son: Ja relacién medio ambiente-desarrollo, el proceso de industrializacién, las transformaciones en la relacién campo-ciudad, el pro- ceso de urbanizacién en escala mundial y, especialmente, en los paises subdesarrollados, Hicimos particular hincapié en la incorporacién de la perspectiva histé- Tica para la comprensién cabal de los procesos. Hoy mas que nunca, en un momento de grandes cambios politicos, sociales y econémicos en el nivel mundial, es fundamental analizar este tiempo no como una transicién entre dos perfodos sino como un perfodo en si mismo, Entenderlo significa poder identificar qué es lo que est cambiando, quiénes lideran los procesos y cudles son sus intencionalidades. Serd dtil, por lo tanto, el aporte de cono- cimientos acerca de las redefiniciones del papel del Estado en la sociedad, los cambios que estén ocurriendo en las diferentes ramas de la produccién, las nuevas localizaciones, la revotucién de los materiales, la revolucién de Jas comunicaciones, Se trata, en definitiva, de estar atentos a las expresiones actuales de la cultura y de la naturaleza como a sus interrelaciones. Profundizar nuestro trabajo en esta linea puede dar las bases para el conocimiento de la nueva arquitectura del mundo. BIBLiocraria Bagi, Sergio (1970): Tiempo, realidad social y conocimiento, México, Siglo XXI. Barnett Pearce, W. (1992): “Una nueva manera de discriminar”, diario Clarin, 2-3-1992, ACTIMIDADES. 1- Enel mundo actual, {£5 posible una separacion entre la Geogratia Fisica y Humana?’ éPor qué? Ejemplificar 2 Fundamenta ta inexistencia def paisaje natural. 2+ Explicar la frase: “Los lugares se entienden desde el mundo” 4. éPor qué es reievante en la Geografia la nocién del tiempo? 5+ Aquese refiere Santos con “la distribucion no es homogénea” 6 Explicar con tus palabras: “La Geografia se alimenta del movimiento de! mundo”

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