Está en la página 1de 28

El problema del tiempo 1

El problema del tiempo en Física

Renzo Javier Sánchez Lanchipa

Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad Privada de Tacna

RESÚMEN

El presente artículo, recoge comentarios, artículos e investigaciones sobre la relación y estudio

que existe entre tiene el tiempo y la física, planteándose cómo es que la concepción de tiempo

clásica ha ido transformándose y reformulándose debido a diferentes estudios de investigación

que se fundan en el quehacer científico mismo. La realidad cuántica ha abandonado la noción

del tiempo, esta posibilidad de que no pueda existir el tiempo se conoce entre los físicos como

"el problema del tiempo". Y otra cuestión importante e igualmente extraña, es que el tiempo

nunca se invierte, aunque parece que ninguna ley se lo impide.

PALABRAS CLAVE: tiempo, tiempo en física, relatividad, espacio-tiempo, problema del

tiempo.

ABSTRACT

This article includes comments, articles and research on the relationship and study that exists

between time and physics, considering how the conception of classical time has been

transformed and reformulated due to different research studies that are based on the scientific

work itself. Quantum reality has abandoned the notion of time, this possibility that time cannot

exist is known among physicists as "the problem of time". And another important and equally

strange question is that time is never reversed, although it seems that no law prevents it.

KEY WORDS: time, time in physics, relativity, space-time, problem of time.


El problema del tiempo 2

INTRODUCCIÓN

Con la premisa de que el tiempo es una magnitud física con la que medimos la duración o

separación de acontecimientos. El tiempo permite ordenar los sucesos en secuencias,

estableciendo un pasado, un futuro y un tercer conjunto de eventos ni pasados ni futuros respecto

a otro. En mecánica clásica a esta tercera clase se llama "presente" y está formada por eventos

simultáneos a uno dado. En mecánica relativista el concepto de tiempo es más complejo: los

hechos simultáneos ("presente") son relativos al observador, salvo que se produzcan en el mismo

lugar del espacio; por ejemplo, un choque entre dos partículas.

El presente trabajo, es un esfuerzo por indagar acerca de este tema tan controversial como es el

concepto o la idea de tiempo en física, considerando que a través de la historia, las diferentes

teorías y descubrimientos científicos, le han dado una significancia cada vez más compleja y

puede pensarse como la duración de las cosas que están sujetas al cambio.

El tiempo ha sido también llamado "la cuarta dimensión", juntamente con las tres dimensiones

espaciales, anchura, altura y profundidad. El espacio a nuestro alrededor es tridimensional a

simple vista pero, en realidad, hay más dimensiones, por lo que también puede ser considerado

un espacio tetra-dimensional si incluimos el tiempo como cuarta dimensión.

Dentro de las consideraciones físicas, se le considera una variable que, combinada con otras,

permite determinar la posición, movimiento, velocidad y muchas otras magnitudes de un objeto

o sistema.

Es así que ahondaremos en el significado del tiempo en la física actual.


El problema del tiempo 3

Método

El presente artículo es de reseña y revisión de algunos estudios e investigaciones

científicas ya publicadas que analizan el tema del tiempo en física, el material ha sido recopilado

de diferentes fuentes, con la finalidad de brindar una mayor capacidad de análisis y claridad en

este tema controversial para muchos investigadores. Es así que iniciaré este artículo haciendo un

breve recuento sobre la historia del tiempo.

Un poco de historia sobre el tiempo

(La gran época.com, 2017), podemos encontrar curioso el hecho de dividir las horas en

60 minutos y los días en 24 horas: ¿por qué no un múltiplo de 10 o de 12? Por decirlo de forma

sencilla, la respuesta a esta pregunta es que los “inventores” del tiempo no operaban con un

sistema decimal (base 10) ni duodecimal (base 12), sino con un sistema sexagesimal (base 60).

Para un pueblo tan innovador como los antiguos sumerios, los primeros en dividir los

movimientos del cielo en intervalos mensurables, 60 era el número perfecto.

El número 60 puede dividirse en 1, 2, 3, 4, 5, 6, 10, 12, 15, 20 y 30 partes iguales. La

cosa no queda ahí, ya que además los astrónomos sumerios creían que el año tenía 360 días, un

número que es exactamente seis veces 60. El imperio sumerio finalmente cayó, pero a pesar de

todo, el mundo ha seguido utilizando desde hace más de 5.000 años la configuración del tiempo

inventada por los sumerios.

El paso del tiempo

De acuerdo a lo que dice (Sullivan, 2017), los primeros intentos del hombre por controlar

el tiempo datan de las antiguas civilizaciones.


El problema del tiempo 4

Según, el artículo web de (La hora exacta, 2018). El primer reloj creado por el hombre

fue el solar. Se estima su uso en China aproximadamente 3000 años AC, siendo encontrado

además en Egipto un reloj de sol de aproximadamente 1500 años AC.

El primer reloj de sol estaba basado en una estaca clavada en el suelo.

Ya hacia el siglo XIII, un árabe llamado Abul-Hassan introdujo la idea de que todas las

horas tuviesen el mismo largo.

Los relojes de Sol eran sólo de altitud en sus comienzos, únicamente se tenía en cuenta la

longitud de la sombra proyectada por el indicador. Los relojes de sol tenían el inconveniente de

ser nulos en el amanecer, crepúsculo, días nublados y noche. Los romanos marcaban velas en

forma de regla para medir el tiempo en la noche.

Los relojes de agua fueron unas de las respuestas a la necesidad de conocer la hora en

días nublados y durante la noche. Los egipcios emplearon estos relojes, incluyendo una polea y

una cadena en la que sus extremos estaban unidos uno al flotador y el otro a un contrapeso y con

dos recipientes.

Hacia el año 1267/77 se logró controlar el tiempo con un movimiento rotario continuo y

regular mecánicamente, naciendo así el reloj mecánico. Desde ese momento hasta nuestros días

la evolución fue constante, interviniendo en este proceso de desarrollo e inventiva LEONARDO

DA VINCI, GALILEO, HUYGENS y HOOKE entre otros.

Para el siglo VIII ya era posible ver en iglesias de Europa relojes con motores de pesas.

En el siglo XV se inventó el motor de Muelle y la Conoide gracias a bocetos de Leonardo Da

Vinci, permitiendo la construcción de los primeros relojes portátiles. En 1657 Huygens

construyó el primer reloj mecánico de péndulo basándose en el principio de las oscilaciones

desarrollado unos años antes.


El problema del tiempo 5

El avance del reloj había sido importante, aunque quedaban cuestiones sin resolver como

el desgaste de las piezas y la consiguiente inexactitud en la medición del tiempo.

Los relojes atómicos, por su parte, comenzaron a construirse en 1949, constituyéndose en

una de las primeras aplicaciones pacificas de la energía nuclear. Por último, digamos que el uso

de las propiedades del cuarzo en los relojes se inició en los Laboratorios Beil, en Estados Unidos,

y a partir de 1980 se popularizó su uso en los relojes pulsera, que reemplazaron el clásico

cuadrante redondo por una pantalla donde se puede efectuar una lectura directa de la hora. Se ha

recorrido ya un largo camino.

Durante el Siglo XX la producción seriada desplazó la mano de obra, el cuarzo reemplaza

la electromecánica y la fibra óptica ofrece una elevada tecnología. (La hora exacta, 2018).

¿Qué es el tiempo en física?

En física se llama tiempo a una magnitud que sirve para medir la duración o la separación

de uno o más acontecimientos. Esto permite ordenarlos en una secuencia (pasado, presente,

futuro) y determinar si ocurren o no en simultáneo.

De acuerdo a (Lopez, 2016), Galileo, sin lugar a dudas, fue el primer gran representante de

la física moderna, que se constituye como ciencia en Europa hacia mediados del siglo

XVII

Sus trabajos sobre astronomía y mecánica constituyen los fundamentos de la

nueva ciencia centrada, fundamentalmente, en el movimiento. En el método de esta nova

scientia imperaba un estudio riguroso de los fenómenos físicos y la necesidad de precisión

en la determinación de ciertas magnitudes.


El problema del tiempo 6

Cuentan los especialistas que Galileo cantaba una rítmica y simple tonada como

forma de medir el tiempo según los tonos de la melodía. Es evidente que determinar

intervalos temporales era una empresa imprescindible.

Supongamos que queremos medir la velocidad de una bola que cae sobre un plano

inclinado (experimento que Galileo llevó a cabo), para ello debemos determinar la

distancia recorrida por la bola y el tiempo que utilizó en recorrer esa distancia. De esta

manera, la velocidad estará dada por v=d/t, donde la variable d es la distancia recorrida y la

variable t, el tiempo Pero, ¿qué medía Galileo cuándo decía que media el tiempo? ¿Qué es esa

variable t que aparece frecuentemente en las ecuaciones y formulaciones de la física que, como

vemos Galileo necesitó medir recurriendo a métodos poco ortodoxos? La física moderna del

siglo XVII no es sin embargo –un mero conjunto de fórmulas donde se relacionan variables a

determinar. Comprender esto es comprender que la nueva ciencia física asume, entre otras

cosas, una nueva configuración del mundo (nuevas entidades, nuevas relaciones, etc.).

Cuando preguntamos qué medía Galileo cuando buscaba determinar la variable t,

estamos haciendo una pregunta en la cual pedimos que se nos expliciten una serie de

definiciones: qué cosa es esa que se está midiendo y determina la variable t . ¿Existe esa

dimensión como algo fuera de nosotros? ¿Es mensurable? ¿Ese algo es independiente y

separado del cambio de las cosas (v.g. algo separado de la melodía musical que medía y

determinaba una cierta cantidad)?

Atisbar unas respuestas a estas preguntas nos acerca a comprender mejor el lugar que

ocupa el tiempo en la física moderna; sin embargo, las respuestas a estos interrogantes están lejos

de ser unívocas: el papel que juega el tiempo en la disciplina está fuertemente ligado a las
El problema del tiempo 7

diferentes teorías físicas y los supuestos ontológicos y epistemológicos que utilizan. Recorrer,

aunque sea brevemente, tales teorías allanará el camino para esclarecer nuestros interrogantes.

En 1687, con la publicación de los Philosophiae Naturalis Principia

Mathematica (Principios matemáticos de filosofía natural)de Newton, termina de

consumarse lo que los historiadores de la ciencia denominan “la revolución científica”. Con tal

monumental obra, no sólo se ofrecía un corpus teórico sintético y vasto capaz de dar cuenta

de los fenómenos del movimiento tanto en la Tierra como en los cielos, sino que se

consolidaba una forma de conocer y hacer física: al modo matemático. Las famosas Leyes de la

Mecánica de Newton junto con su Ley de Gravitación Universal, ofrecen un claro ejemplo

de ello.

Sin embargo, la mecánica newtoniana no se agota aquí: es también un conjunto de

supuestos y compromisos filosóficos que sirven de base y guía. Entre ellos encontramos

su peculiar concepción del tiempo y el espacio. Dice Newton:“ El tiempo absoluto,

verdadero y matemático, por sí mismo y por su propia naturaleza, fluye uniformemente

sin referencia a nada externo, y se dice con otro nombre duración”.

Sostener esta posición, es sostener la idea de que existe un tiempo absoluto: el tiempo

es una magnitud que es idéntica para todos los observadores independientemente de sus

estados de movimiento. Es decir, dado un conjunto de acontecimientos y un conjunto de

observadores, si se les pide que ordenen temporalmente los acontecimientos en pasado, presente

y futuro, todos coincidirán en el orden temporal que les asignen y en los intervalos temporales

que midan entre ellos. La misma concepción newtoniana vale para el espacio que, valga la

aclaración, es independiente del tiempo: los eventos ocurren en un tiempo y en un espacio, y a

su vez éstos son algo diferente y separado de los eventos.


El problema del tiempo 8

El éxito predictivo y explicativo de la mecánica de Newton fue formidable. Se creyó

tener una teoría completa y precisa capaz de explicar la totalidad de los fenómenos. Los siglos

XVIII y XIX fueron testigos de tal éxito, y muy pocos se animaron a cuestionar los

fundamentos básicos de la teoría tales como la concepción absoluta del tiempo y del espacio.

Además, quienes cuestionaron estos presupuestos básicos de la teoría de Newton

fueron incapaces de articular una nueva teoría física sobre supuestos distintos con

tanto alcance, capacidad explicativa y predictiva como la de Newton.

Sin embargo, a principios del siglo XX la teoría de la relatividad iba a cambiar este modo de

entender el tiempo de la física clásica.

En 1905 se formula la teoría especial de la relatividad y para 1916 su generalización, la

teoría general de la relatividad. Para Einstein, el tiempo y el espacio ya no pueden entenderse de

manera absoluta, sino que estarán sujetos al movimiento de los observadores o se

modificarán si éstos están siendo afectados por campos gravitatorios.

La medida de tiempo de dos relojes (o la distancia medida por dos reglas rígidas) podría

no coincidir en función de estos parámetros. Esto socava ciertos conceptos que se tenían por

factuales y absolutos, como el de simultaneidad: para un observador en movimiento dos eventos

pueden ser simultáneos, pero podría no ser así para otro observador que se mueve a una

velocidad, digamos, mucho mayor respecto del primero ¿quién está en lo correcto? Esta

pregunta carece de sentido: de ahora en más el orden de los sucesos, los intervalos

temporales transcurridos entre ellos e incluso la simultaneidad de dos sucesos dependerán

del sistema de referencia que se escoja.


El problema del tiempo 9

Pero las teorías de Einstein nos enfrentan a un escenario aún más extraño: si situados en

el paradigma de la mecánica clásica podíamos medir y hablar del tiempo y del espacio de manera

separada, aquí ya no cabe esta distinción.

En la mecánica clásica entendíamos que el espacio es una totalidad tridimensional y el tiempo,

independiente del espacio, representaba una totalidad unidimensional. Para Einstein, por el

contrario, el tiempo no es sino una dimensión en una totalidad espacio-temporal

cuadrimensional, cuyas dimensiones no pueden ser escindibles. De esta manera “tiempo” y

“espacio” pierden el carácter privilegiado y fundamental que cumplían en la física newtoniana

como algo ajeno a los fenómenos; Einstein dice: “Para nosotros, físicos convencidos, la

diferencia entre pasado y futuro no es más que una ilusión, aunque tenaz”. De alguna manera, a

los ojos de las leyes de la física, el pasado y el futuro son indistintos.

Pese a esta posición de Einstein que se desprende de sus teorías, el tiempo fue y

sigue siendo un problema físico y filosófico abierto. Reichenbach, un conocido filósofo de

mediados del siglo XX, insistía en que “ si hay una solución al problema filosófico del

tiempo, está escrita en las leyes de la física” .

Vale la pena ilustrar un caso particular que sirvió como modelo canónico para

pensar el tiempo en física y en la filosofía que se dedicó a encontrar un fundamento físico de

algunas de sus características. Nuestra experiencia nos dicta que el pasado es diferente del futuro,

y éstos a su vez difieren del presente. Pero más aún, la experiencia nos dicta que el tiempo parece

tener una dirección prefijada, como si hubiese una flecha que siempre apuntase en el mismo

sentido hacia el futuro. Esto parece ser una característica fundamental de lo que llamamos

tiempo, y tanto físicos como filósofos dedicaron buena parte de sus esfuerzos en encontrar

razones físicas para estas características fundamentales.


El problema del tiempo 10

El tiempo debía ser –bajo esta perspectiva–reductible a proceso físicos que presentaran

tales rasgos; la idea consistía en encontrar leyes y procesos que fueran asimétricos y

que tuvieran sólo un sentido posible (es decir, que fuesen “irreversibles”). Habiendo

encontrado tales procesos, habríamos dado con una manera fundamentalmente física de

representar y explicar ciertas características del tiempo.

Hacia mediados del siglo XIX, los desarrollos de la termodinámica y luego de la

mecánica estadística, dieron una clave posible para iluminar este asunto. El Segundo

Principio de la Termodinámica, que nos habla de procesos irreversibles, puede formularse

así: los sistemas físicos aislados tienden a estados de máxima entropía y, una vez en tales

estados, tienden a permanecer en ellos. La clave de este punto radica en notar que la

entropía tiene sólo una dirección posible en su variación: su constante incremento.

El siguiente paso, bajo este marco, era relativamente simple: vincular la dirección

del tiempo (que apunta hacia el futuro) con el aumento de la entropía. (Lopez, 2016)

De esta manera tendríamos, también, un criterio para distinguir pasado de futuro: los

estados de baja entropía se hallan necesariamente en el pasado y los estados de alta

entropía en el futuro.

¿Qué podemos sacar en limpio luego de este breve recorrido? ¿Existe una idea del tiempo

unívoca, común a toda la física?

(Lopez, 2016), a la luz de lo expuesto, lejos estamos de dar una idea completa y definida de

qué es el tiempo: la discusión aún permanece abierta. Sin embargo, aquí podríamos

concebir dos caminos posibles para completar la respuesta: o no es posible una

determinación unívoca de qué es el tiempo en física (pues, cada teoría nueva que surja entenderá

de una manera diferente la noción de tiempo en virtud de los presupuestos epistémicos y


El problema del tiempo 11

ontológicos que sostenga), o es posible determinar qué es el tiempo en física una vez

que tengamos La Teoría Física Completa. Las líneas actuales de investigación en física

teórica tienden a seguir esta última vía, pero cabe preguntarnos si esto es, acaso, posible.

En su artículo el Tiempo en la Física de Newton a Einstein (García, 1989), describe que el

concepto físico de tiempo se establece en lo que llamamos la cinemática: la teoría del

movimiento, entendido ya como movimiento local, y sin tratar todavía de las fuerzas que lo

producen.

El tiempo absoluto de Newton

(Lara, 2001), nos dice que en sus principios, Newton claramente distingue dos nociones de

tiempo: el absoluto y el relativo. Sobre las características de cada uno de ellos nos dice:

El tiempo absoluto, verdadero y matemático, por sí mismo y por su propia

naturaleza, fluye igual sin relación a ninguna cosa externa y con otro nombre

se le llama duración [...] En contraste, el tiempo relativo, aparente y común, lo

considera como una medida (exacta o inexacta) sensible y externa de la

duración en términos de un movimiento, el cual es comúnmente utilizado en

lugar del tiempo verdadero; como son las horas, los días, los meses, los años.

Newton obviamente está tratando de diferenciar entre el tiempo y la medida del tiempo.

Pero nótese que para que sea posible obtener una medida del tiempo, Newton se ve forzado a

concebir al tiempo absoluto como un concepto que incluye dos aspectos diferentes, pero

íntimamente relacionados en su teoría: el de continuidad y el de la igualdad de sus partes. Esto

nos permite afirmar que el tiempo absoluto de Newton es un concepto que, por un lado, se puede

considerar ontológico en términos de su continuidad y, por el otro, una especie de abstracción

matemática, la cual permite hablar, sin problemas, de su igualdad, es claro que cuando él habla
El problema del tiempo 12

del fluir igual del tiempo, no está haciendo referencia a un misterioso devenir, sino que lo que

quiere decir es que el tiempo, además de ser continuo, es susceptible de ser medido en unidades

exactamente iguales.

El tiempo relativista de Einstein

(No cierres los ojos.com, 2018). La teoría de la relatividad surgió a partir de una contradicción

entre las leyes del movimiento de Isaac Newton y las leyes del electromagnetismo del científico

escocés James Clerk Maxwell. Newton había descrito la naturaleza en función de la materia en

movimiento, regida por fuerzas que actúan entre los objetos. Maxwell abordó el comportamiento

de los campos eléctricos y magnéticos, y dijo que la luz era una oscilación que atravesaba esos

campos a una velocidad constante, independientemente de la velocidad a la que se moviera la

fuente de luz.

Einstein desarrolló sus ideas mediante experimentos imaginarios. El más importante estaba

protagonizado por dos hombres: uno en un tren a toda velocidad y el otro en el andén. En una

versión (abajo), Bob, dentro del tren, enciende una linterna, apunta a un espejo que tiene

directamente encima en el techo del vagón y mide el tiempo que tarda la luz en llegar al espejo y

volver. Simultáneamente, el tren pasa junto al andén a casi la velocidad de la luz. Desde el

andén, Pat, el observador estacionario, ve el haz de luz que llega al espejo y vuelve a bajar, pero

el tren se ha movido durante el tiempo que la luz ha empleado en hacer ese recorrido, lo cual

significa que, en lugar de desplazarse en línea recta hacia arriba y hacia abajo, ha viajado en

diagonal. Para Pat, en el andén, el haz de luz ha hecho un recorrido mayor y, como la luz siempre

viaja a la misma velocidad, tiene que haber pasado más tiempo.


El problema del tiempo 13

La explicación de esto por Einstein se convirtió en la base de la relatividad especial. La

velocidad es una medida de unidades de distancia por unidades de tiempo. Por tanto, la

constancia de la velocidad de la luz ha de explicarse por una inconstancia en el flujo de tiempo.

Los objetos que se desplazan rápidamente por el espacio se mueven más despacio en el tiempo.

El reloj del tren y el de la estación avanzan a ritmos distintos en función del marco de referencia

desde el que se observen. Bob ve que el reloj del tren en marcha avanza con normalidad, pero

para Pat ese reloj avanza muy despacio.

El pasajero del tren veloz no percibirá la ralentización del tiempo. Los mecanismos que

miden el tiempo (la oscilación de un péndulo, la vibración de un cristal de cuarzo o el

comportamiento de un átomo) son fenómenos físicos que obedecen a leyes universales. Según la

relatividad especial, estas leyes permanecen inmutables dentro del marco de referencia, ya sea el

tren en movimiento o cualquier otro grupo de objetos que se mueven al mismo tiempo.

A modo de finalizar esta primera parte Newton y estaba equivocado, pueden ser erróneas

todas las demás teorías científicas. Y esto es dañino para la futura educación de nuestros hijos,

sobre todo porque argumentan desde una falsedad a la que los propios divulgadores científicos

dan pábulo. Newton no estaba equivocado, sus ecuaciones son ciertas, simplemente no eran

universales.

El final del tiempo

(Barbour, 1999), Una de las grandes preguntas de la física es si hay algún tipo de marco

invisible en el que todo se desarrolla. Newton introdujo las nociones de espacio absoluto y

tiempo absoluto. El espacio absoluto es como un bloque de vidrio translúcido que se extiende

desde el infinito hasta el infinito; es un marco de referencia fijo en el que todo sucede. El tiempo

newtoniano es como un río invisible que fluye uniformemente y para siempre. El problema con
El problema del tiempo 14

esto es que no podemos ver ese marco invisible; todo lo que vemos son cosas que se mueven

unas con respecto a otras. Este es el punto de vista relacional, frente al punto de vista absoluto de

Newton. El reto ha sido crear una teoría que contenga relaciones genuinas entre cosas genuinas,

y no relaciones entre cosas reales y cosas no observables. A eso es a lo que he dedicado gran

parte de mi tiempo. Me ha dado las ideas que ahora estoy tratando de desarrollar en una

cosmología completa, una explicación completa de lo que es el universo.

El físico teórico Julian Barbour, propone una física sin tiempo, desde un polémico punto de

vista en el cual el tiempo, tal como lo percibimos, no existe más que como ilusión, añadiendo

que algunos problemas en las teorías de la física surgen de suponer su existencia como real.

Barbour, argumenta que no tenemos ninguna evidencia del pasado más allá de nuestra memoria

de él, y de igual modo, que no hay evidencia de un futuro que no sea nuestra creencia en el

mismo. «El cambio se limita a crear una ilusión de tiempo, con cada momento individual

existiendo por derecho propio, completo y entero.» Él llama a estos momentos los "Ahoras".

Todo es una ilusión: no hay movimiento ni cambio alguno. El físico afirma a continuación que la

ilusión del tiempo es lo que interpretamos a través de lo que él llama "cápsulas de tiempo", que

representan «cualquier patrón fijo que genere o codifique la apariencia de movimiento, cambio o

historia».

La teoría de Barbour, trasciende el escepticismo de la del universo de bloque, ya que niega

no sólo el paso del tiempo, sino también la existencia de una dimensión objetiva del mismo. La

naturaleza ordena los "Ahoras", por la semejanza inherente entre unos y otros.

Dicha ordenación es lo que convencionalmente llamamos orden temporal, pero no proviene de

"Ahoras" ocurriendo en momentos específicos, ya que no se producen, ni proviene de una


El problema del tiempo 15

existencia invariable a lo largo del eje de tiempo (en un universo bloque), sino que dicha

ordenación se deriva meramente de su contenido real.

Un nuevo modelo físico propone que el tiempo es sólo una ilusión

(Lumbreras, 2009), Son conceptos tan básicos que se resisten a ser definidos, y, sin

embargo, sobre ellos se basa toda nuestra ciencia. ¿Qué son el espacio y el tiempo? Su

interpretación ha variado a lo largo de la Historia y aún hoy es posible que una nueva manera de

comprenderlos provoque la próxima revolución científica. Ya tenemos ejemplos como Julian

Barbour, que propone un modelo serio de física alternativa en la que el tiempo no existe más que

como una ilusión en nuestras mentes. Es posible que el espacio y el tiempo no tengan otra

naturaleza que la que les asignemos por convención.

El espacio y el tiempo están completamente entrelazados en el espacio-tiempo, y ya no son

inmutables, sino que se ven deformados por la materia que contienen. Es su geometría, la que

define la inercia ahora, ya que los marcos de referencia inerciales son los que siguen las

geodésicas (caminos de mínima distancia) de este nuevo paisaje.

Sin embargo, nuestra experiencia nos indica que el tiempo sí existe. Barbour intenta

explicar el origen de esta persistente ilusión. En Platonia todas las posibles configuraciones del

universo existen eternamente. Sin embargo, estas configuraciones aparecen con distinta

intensidad.

Describe una bruma que se concentra en las mejores soluciones de la ecuación del

universo, de una manera que recuerda a las probabilidades de la Mecánica Cuántica. Las

soluciones que resuenan mejor son las que tienen más coherencia interna. Esta coherencia interna

se manifiesta en la creación de lo que él define como cápsulas del tiempo.


El problema del tiempo 16

Una cápsula del tiempo es un patrón estático que crea o codifica la apariencia de

movimiento, cambio o historia. Por lo tanto, nuestra impresión de tiempo y movimiento sólo se

debe a las huellas que deja, que son en realidad eternas, y a los recuerdos en nuestra consciencia

que son también patrones eternos.

Bradbury imagina que el universo tiene probablemente una tendencia a encontrar más

apropiadas las soluciones con más estructura. Esto hace que los universos que contienen

consciencias sean los preferidos (ya que nada hay más complejo que la consciencia). Esto podría

explicar el hecho de que la realidad que observamos es altamente compleja y estructurada, que es

un estado altamente improbable estadísticamente.

El duradero enigma del tiempo: ¿no existe, no ha existido y no existirá?

(Actualidad.com, 2015), La humanidad empezó a dudar de la existencia del tiempo hace

unos cien años cuando las teorías especial y general de la relatividad de Einstein demolieron la

idea del tiempo como constante universal. ¿Cómo abordan actualmente esta idea los científicos?

De acuerdo con la teoría especial de la relatividad de Albert Einstein, no se pueden determinar

los acontecimientos de tal manera que sean descritos como simultáneos. Dos acontecimientos

que ocurren "ahora" para usted, ocurrirán en distintos momentos para todos, que se mueven a una

velocidad diferente, recuerda el bloguero Josh Richardson, que analizó las ideas más relevantes

del problema del tiempo en el mundo científico. De esta forma, el resultado de la teoría de

Einstein es una imagen del universo que actúa como un "bloque" estático que no cambia, en el

cual el futuro y el pasado no difieren, de tal forma que la izquierda y la derecha no difieren

físicamente, sugiere.

Las ecuaciones de la física no expresan qué eventos están sucediendo en este momento. Además,

las teorías de la relatividad de Einstein sugieren que no solo no existe el presente común, sino
El problema del tiempo 17

que todos los momentos son igualmente reales, escribe el bloguero citando a 'Scientific

American'.

El tiempo tampoco existe en la Ecuación de Wheeler-DeWitt, que pretendía unir la relatividad y

la mecánica cuántica. "Podemos decir que el tiempo simplemente desapareció de la ecuación de

Wheeler-DeWitt. Es una cuestión por la que muchos teóricos se quedan desorientados. Quizá la

mejor manera de pensar acerca de la realidad cuántica es abandonar el concepto de tiempo para

que la descripción fundamental del universo sea intemporal", expresa Carlo Rovelli, físico de la

Universidad del Mediterráneo en Marsella, Francia, citado por la revista 'Discover'.

Según el científico Julian Barbour cada momento es completo y existente en sí. Él llama a estos

momentos "ahoras" ("nows"), escribe Richardson, haciéndose eco de otra opinión acerca del

tiempo expresada en el portal Popular Science. De esta manera, Barbour comparte la opinión de

Einstein, para el que el tiempo era solo una "ilusión persistente".

El tiempo, "una ilusión óptica": ¿ocurrió ya nuestro futuro?

(Actualidad.com, 2014), ¿Cuál es la diferencia entre el martes que viene y una estación de

tren, por ejemplo, en Ámsterdam? ¿Qué ambos existen? ¿No será entonces que el martes que

viene ya existe de la misma manera que existe dicha estación?, sugiere el físico Adam Frank.

La mayoría de las personas cree, siguiendo las ideas de Isaac Newton, que el espacio y el

tiempo son magnitudes separadas. El espacio es tridimensional y el tiempo es una duración o un

flujo que discurre por todos los puntos del espacio a un ritmo que no cambia. Este modelo

probablemente es perfectamente lógico para la mayoría de personas en el mundo. El único

problema es que este modelo es incorrecto, sostiene el físico Adam Frank de la Universidad de

Rochester en la cadena NPR.
El problema del tiempo 18

En realidad, como han demostrado las teorías de Albert Einstein, el espacio y el tiempo no

están desvinculados. Es decir, que "el próximo martes existe de la misma forma que la Estación

Central en Ámsterdam", explica el científico. La realidad que vivimos está compuesta de tiempo-

espacio cuatridimensional: un espacio tridimensional y el tiempo cuya única dimensión es

pasado/futuro. En este modelo tiempo-espacio, todos los objetos en el espacio están presentes de

la misma manera que están presentes todos los eventos, tanto pasados como futuros.

Desde este punto de vista, el flujo de tiempo tal y como lo entendemos, no sería más que

una ilusión óptica, afirma el físico. En realidad, no es que nosotros nos estemos moviendo desde

nuestro pasado hacia nuestro futuro, sino que toda la línea de nuestra vida ya existe, desde el

momento del nacimiento hasta el momento de la muerte. Es decir, todos los acontecimientos de

nuestra vida, pasados, presentes o futuros, ya tienen lugar y siempre existían en el universo

cuatridimensional del tiempo-espacio.

No obstante, este modelo ha desatado mucha polémica entre filósofos, a lo que se une el

hecho de que nuestros conocimientos de física no son absolutos. Es probable que en el futuro sea

descubierto otro modelo de tiempo y de espacio que reemplace a la teoría de relatividad de

Einstein, cambiando de esa forma la perspectiva sobre una cuestión básica que, sin embargo,

-escribe el físico- sigue siendo la misma: ¿Será que el martes que viene ya ha sucedido o que el

día de nuestra muerte ya está determinado? 

Físicos presentan una importante teoría que mantiene que el tiempo es una creación de la

mente.

(Gallardo, 2016), Una de las conclusiones que emergen de la teoría de la relatividad de

Einstein es que el tiempo es, evidentemente, relativo: depende de la velocidad a la que se mueve

en el espacio un observador, por lo cual se considera que es parte de un compuesto llamado


El problema del tiempo 19

tiempo-espacio. Aquí Einstein ya había esbozado algo que recientemente está siendo formulado

abiertamente diciendo que es la mente la que crea el tiempo. El tiempo no existe

independientemente de la percepción.

Para los seres humanos, el tiempo se mueve en una única dirección que va desde la

anticipación a la experiencia y a la memoria. Aparentemente el tiempo progresa linealmente del

pasado hacia el futuro, dejando consecuencias tangibles. Esto convencionalmente parece algo

innegable, sin embargo, desde la perspectiva de la física, estos tres tiempos son en realidad lo

mismo. En términos científicos, las leyes de la física son temporalmente reversibles, lo que

significa que los mismos efectos ocurren no obstante si el tiempo corre hacia adelante o hacia

atrás. 

Algunos físicos explican la dirección de la flecha del tiempo como una propiedad

emergente de la interacción de partículas a nivel cuántico. Esto quiere decir, en cierto punto, que

cuando empiezan a interactuar con objetos más grandes, las extrañas propiedades del mundo

cuántico pierden coherencia y disminuyen las probabilidades de que puedan existir en dos

lugares al mismo tiempo (superposición) y cosas por el estilo (como la  spooky action at a

distance del entrelazamiento cuántico). Es en este punto, al disolverse el extraño comportamiento

de las partículas subatómicas, en el que el tiempo emerge como una característica matemática

considerable del universo. Esto es explicado por la física a través de la ecuación Wheeler-

DeWitt. La ecuación sostiene que la gravedad obliga a las partículas subatómicas a comportarse

de manera clásica, por así decirlo, permitiendo que emerja el universo sólido, predecible y linear

que observamos.

En una nueva teoría publicada en la misma revista en la que Einstein publicó sus artículos

sobre la relatividad general, (Robert Lanza, director de Astellas Global Regenerative Medicine y
El problema del tiempo 20

Dmitry Podolsky, de la Universidad de Harvard, pusieron a prueba la ecuación Wheeler-

DeWitt). Sus resultados muestran que los efectos de la gravedad entran en acción demasiado

tarde para romper la coherencia de las propiedades cuánticas, lo cual pone seriamente en duda

que la gravedad sea responsable de la dirección universal de la flecha del tiempo. 

"Nuestro trabajo muestra que el tiempo no existe como algo que esté allá afuera

corriendo del pasado al futuro, sino que es una propiedad emergente que depende de la

habilidad del observador de preservar información de los eventos experimentados", dice

Lanza, quien es autor también de la teoría del biocentrismo, la cual sugiere que el espacio y el

tiempo son constructos de nuestros sentidos biológicamente limitados. Y afirma de manera

categórica "de hecho el observador crea el tiempo".

Esta afirmación no es tan radical como podría parecerle a algunos, en realidad es algo que han

señalado numerosos filósofos desde hace siglos y que se encuentra en las tradiciones místicas de

diversas religiones. Consideremos algunas proposiciones filosóficas sobre la existencia del

tiempo solamente como una creación de la mente  o, mejor dicho, como un constructo relativo a

la mente. Podemos hablar de un continuum espacio-tiempo-mente.

“Ahora”. La Física del tiempo, de Richard Müller

(Alvarez, 2017), La pretensión del autor es estudiar la evolución del universo con el fin

de hallar una definición de tiempo que pueda armonizarse con el Big Bang.

Ahora es un breve repaso de las teorías físicas más importantes del siglo XX —relatividad,

cosmología y física cuántica— que utiliza como línea argumental el concepto de tiempo, analiza

sus paradojas y explica las aportaciones experimentales más recientes. El autor, Richard Müller,

es un físico de primer nivel y ha trabajado en contacto con científicos y matemáticos de

renombre. Discípulo de Richard Feynman, cuya influencia se percibe a lo largo del libro, empezó
El problema del tiempo 21

su carrera académica en el campo de las partículas elementales y ha sido más tarde cuando ha

entrado en el terreno de la cosmología.

La pretensión de Müller en Ahora es estudiar la evolución del universo con el fin de hallar

una definición de tiempo que pueda armonizarse con el Big Bang. En este sentido, no se

limita a interpretar datos puramente empíricos, sino que los aprovecha para reflexionar y discutir

conceptos filosóficos como, por ejemplo, el libre albedrío, a partir de la noción de simultaneidad

y la velocidad de la luz como velocidad límite, o el determinismo, basándose en el principio de

incertidumbre de Heisenberg.

Sus interpretaciones filosóficas no siempre son profundas, si bien hay que agradecer al autor que

distinga claramente lo que es física contrastada de lo que constituye especulación personal.

Müller rechaza frontalmente la teoría “fisicalista”, a juicio de la cual solo existe lo que es

mensurable, y que, por decirlo así, es la teoría “políticamente correcta” en la física actual.

Aunque se declara creyente, con unas creencias próximas al gnosticismo, critica por

inconsistente el deísmo ilustrado —es decir, la idea de un Dios creador, pero incapaz de alterar

las leyes de lo creado— y no admite una inteligencia creadora de las leyes de la evolución del

universo, como postula un importante grupo de cosmólogos que han llegado a esta ciencia a

partir de la astrobiología, de la astronomía, e incluso de la historia de la ciencia, entre los que

cabe citar a Owen Gingerich. Por otra parte, Müller justifica la ética mediante una especie de

metafísica de la empatía bastante inconsistente. Además, el trato que dispensa a todas las

religiones es despectivo, sin matizaciones, aunque en un apéndice de este ensayo, donde da a

conocer sus creencias, ofrece una relación de citas de premios Nobel creyentes.

Ahora puede resultar de interés para aquellos que, con buena formación científica y matemática,

se sientan atraídos por la historia de la física y la cosmología. A veces es difícil entender las
El problema del tiempo 22

explicaciones, pero se intercalan con descripciones literarias que hacen la lectura menos árida.

La traducción, por otra parte, es mejorable.

La física del tiempo

(Clemente de la Torre, 2002), es en la física donde el concepto de tiempo ha alcanzado su mayor

nivel de abstracción, precisión y rigor, aunque esto ha sido también cuestionado (ver ‘El tiempo

y la física’, Ciencia Hoy, 19:20, 1992). De la física surgen algunas características sorprendentes

del tiempo. Esta ciencia, cumpliendo su misión humanística, brinda conocimiento fundado sobre

la naturaleza en la que está inserta la humanidad. En este caso, el conocimiento del tiempo a

través de la física trae muchos interrogantes y dificultades no resueltas y puede llevarnos a

fascinantes y fantásticas especulaciones que pueden superar a la más osada ciencia-ficción.

Es útil, cuando queremos entender algo difícil, acudir a metáforas para asimilarlo con otras cosas

que sí entendemos. Sin embargo, a pesar de que el uso de las metáforas es un valioso

instrumento didáctico, ellas no nos revelan la naturaleza íntima de las cosas. En el mejor de los

casos, sirven para familiarizarnos y acostumbrarnos a sobrevivir con la dificultad. En el peor de

los casos, caemos en el error de identificar, sin matices, los conceptos claros de las metáforas con

los conceptos oscuros que queremos aclarar. Este error es muy común cuando pensamos en el

concepto de tiempo. Es casi inevitable apelar al movimiento constante e irreversible del agua en

un río sereno como metáfora para el tiempo. ‘El tiempo fluye’, ‘¡Qué rápido pasa el tiempo!’, ‘El

tiempo no vuelve’. Ahora bien, ¿desde dónde y hacia dónde fluye el tiempo? ¿A qué velocidad

pasa el tiempo?; ¿a 60 minutos por hora? ¿Desde dónde no vuelve? Esta metáfora no sirve

porque contiene la falacia lógica de la circularidad: no podemos explicar al tiempo porque el

movimiento del agua en el río es el cambio de posición respecto del tiempo, ¡qué es lo que

queremos explicar! De hecho, es extremadamente difícil pensar en el tiempo sin caer en este
El problema del tiempo 23

error de lógica. Otra metáfora confusa es asociarle al tiempo una existencia objetiva similar a la

que le asignamos a los objetos materiales. Podemos ‘perder’ tiempo o ‘ganarlo’. ‘El tiempo es

oro’. Pero, ¿dónde está guardado el tiempo que no se pierde? ¿Cuántos quilates pesa un

segundo?

En contraste con la complejidad y abstracción del tiempo tenemos objetos, sistemas físicos,

extremadamente sencillos y bellos (los antiguos, no los actuales de cuarzo) que se usan para

medir el tiempo. Los relojes son sistemas físicos que pueden estar en diferentes estados visitados

periódicamente, por ejemplo cada vez que el péndulo vuelve a su posición inicial, y de esta

forma determinan una unidad de medida de tiempo. La complejidad del tiempo y la simpleza del

reloj nos sugieren definir el tiempo en forma operativa como ‘aquella cosa que se mide con una

cosa que se llama reloj’. Esta opción, adoptada por muchos pensadores, nos permite zafar de la

trampa del tiempo pero no es totalmente satisfactoria porque no resuelve nuestra inquietud sobre

él, y además cae fácilmente en la falacia de circularidad. Desafío al lector a definir o explicar lo

que es un ‘reloj’ sin usar para nada el concepto de tiempo que se pretende definir. (En la

descripción dada arriba de lo que es un reloj, se usó el concepto de periodicidad que no es otra

cosa que la repetición, en el tiempo, de un estado del sistema.)

Hawking define las formas posibles de viajar en el tiempo

(tendencias21.net), En un artículo publicado esta semana por la revista Daily Mail, el

famoso físico británico Stephen Hawking, ha definido las vías que, según las teorías actuales de

la física, podrían servirnos para viajar en el tiempo. 

Para entenderlas, explica la revista Discovery se debe pensar, en primer lugar, en el

tiempo como si éste fuera una dimensión más, similar a la altura, el ancho o la longitud de todas

las cosas.
El problema del tiempo 24

Hawking ilustra esta idea con el ejemplo de la conducción de un coche: los vehículos

pueden ir hacia delante, en una dirección; pero también pueden ir hacia derecha o izquierda: ésa

sería otra dirección. Por último, también pueden subir por una carretera de montaña (tercera

dirección). La cuarta dimensión que el coche recorrería sería el tiempo. 

Atajos en el espacio tiempo 

¿Pero cómo podríamos hacer ese “giro” y desplazarnos hacia el futuro o el pasado? En

primer lugar, según Hawking, en teoría podría hacerse a través de ciertos portales espacio-

temporales conocidos como agujeros de gusano que, según las ecuaciones de la teoría de la

relatividad, son "atajos" que recorren el espacio y el tiempo. 

El físico escribe que estos agujeros de gusano se encuentran por todas partes (en la

llamada espuma cuántica o fundación del tejido del universo), a nuestro alrededor. 

El único problema que presentan para cualquiera que quiera viajar en el tiempo es que

son demasiado pequeños (se encuentran en el nivel cuántico o subatómico de la materia) como

para que en ellos quepan personas o medios de transporte espacio-temporal. 

Si fuera posible, con una técnica futura, hacer un agujero de gusano lo suficientemente

grande, entonces, podríamos viajar a través de ellos a otros planetas situados a años luz de

distancia del nuestro o quizás al pasado, para ver a los dinosaurios, afirma Hawking. 

Los ríos del tiempo 

Otra interesante idea que plantea Hawking sobre los viajes en el tiempo en su artículo es

que éstos podrían hacerse navegando por los “cambiantes ríos del tiempo”. Según el físico, “el

tiempo fluye como un río y parece como si cada uno de nosotros fuera inexorablemente

arrastrado por su corriente” pero, de hecho, el tiempo es como un río en otro sentido: fluye a

diferentes velocidades en distintos sitios, y ahí está la clave para el viaje al futuro. 
El problema del tiempo 25

Esta idea fue propuesta por otro físico: Albert Einstein, hace un siglo. Einstein pensó que

debía haber sitios donde el tiempo se desaceleraba y otros donde se aceleraba. 

Tenía razón, escribe Hawking, y la prueba llegó con la red de satélites de

posicionamiento global (GPS) que, además de ayudarnos a navegar por la Tierra, ha revelado

que el tiempo va más rápido en el espacio: los precisos relojes instalados dentro de estas

aeronaves ganan alrededor de un tercio de la billonésima parte de un segundo cada día. El

problema no está en los relojes: lo que ocurre es que la masa de la Tierra arrastra al tiempo y lo

hace más lento. 

Esta sorprendente realidad abre la puerta a la posibilidad de viajar en el tiempo, por los

diversos ríos temporales, afirma el físico. 

Ondas gravitacionales, el descubrimiento que se llevó el Nobel de Física

(emol.com, 2017). El hallazgo que fue detectado por primera vez en 2015, ya había sido

aventurado 100 años antes por el reconocido científico Albert Einstein en su Teoría de la

Relatividad.

Fue el 11 de febrero de 2016 cuando un grupo de científicos del Observatorio de

Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) salió a decirle al mundo: ¡Lo hicimos!",

finalmente habían logrado detectar ondas gravitacionales en el Universo gracias a un preciso

instrumento construido especialmente para esto. Hoy, la Academia sueca de las Ciencias le

entregó el Premio Nobel a tres científicos de este proyecto.

Las ondas gravitacionales son perturbaciones en el espacio-tiempo que se producen

cuando un cuerpo masivo es acelerado, hasta ahora se han detectado colisiones entre grandes

agujeros negros a millones de años luz del Sistema Solar y se han logrado confirmar cuatro

hallazgos en un plazo cercano a los dos años. Desde 2015, cuando fueron detectadas las primeras
El problema del tiempo 26

ondas, el evento ha sido ampliamente reconocido por publicaciones científicas, siendo el

descubrimiento del año en 2016 de Science, además de galardones como el Premio Princesa de

Asturias y ahora homenajeados por el Nobel de Física. El descubrimiento ha sido tan importante

en la astronomía mundial que reconocidos físicos como el británico Stephen Hawking las han

catalogado como "una nueva forma de mirar el Universo". 

Con estas ondas los científicos esperan entender tanto a los agujeros negros como a otros

cuerpos celestes fuera del Sistema Solar, así como también el origen del Universo, ya que se

espera que durante el Universo primitivo se produjeran señales similares a estas ondas

gravitacionales. Antes de su detección, lo único que se sabía de estas ondas gravitacionales era la

predicción realizada por Albert Einstein un siglo antes en la confección de su Teoría de la

Relatividad y el efecto en el espacio-tiempo que tenía esta perturbación, sin embargo, el físico no

logró comprobar su existencia. Para el futuro los astrofísicos aventuran importantes

descubrimientos gracias a esta nueva forma de estudiar el Universo y los posibles hallazgos que

se puedan entregar esta materia.

Discusión

Las paradojas de Einstein sobre el tiempo y el espacio, afirmó que todo el movimiento del

universo es relativo, porque en el espacio remoto no hay nada contra lo cual se pueda medir.

El tiempo sigue siendo un concepto escurridizo a pesar de que forma parte íntegra de nuestra

vida. ...

Desde la Física sabemos que forma parte íntegra del tejido espaciotemporal,

complementando las tres dimensiones del espacio.

El espacio-tiempo es el modelo matemático que combina el espacio y el tiempo en un

único continuo como dos conceptos inseparablemente relacionados. En este continuo espacio-


El problema del tiempo 27

temporal se representan todos los sucesos físicos del Universo, de acuerdo con la teoría de la

relatividad y otras teorías físicas.

De acuerdo con Hawking, la teoría de la relatividad de Albert Einsten confirma que es

posible viajar en el tiempo. La teoría de Einstein señala que cuando los objetos aceleran su

velocidad en el espacio, también se acelera el ritmo del tiempo, por lo que si el

objeto viaja suficientemente rápido, puede ir al futuro.

El campo gravitacional afecta los intervalos de tiempo. Pero, según ya vimos al enunciar

la teoría especial de la relatividad, el tiempo y el espacio no pueden separarse. El verdadero

escenario para los sucesos naturales es el espacio tiempo. Lo que se afirme para el espacio o lo

que se diga para el tiempo es una expresión verdadera sólo en un marco de referencia particular.

Las cuestiones relativistas se expresan en el espacio tiempo. Vistos desde esta

perspectiva, se puede concluir que el campo gravitacional, al cambiar los intervalos de tiempo,

altera la geometría del espacio tiempo.

La gravitación induce una curvatura; el espacio tiempo deja de ser plano y se convierte en

un espacio no-euclidiano, donde prevalece la geometría de Riemann. Cuando la gravedad no es

muy intensa, la curvatura es ligera y el espacio tiempo aparenta ser plano. Las conclusiones de

Einstein tienden entonces, como un caso límite, a las de Newton.

El atraso en la marcha de los relojes causado por el campo gravitacional indica de

inmediato que el espacio-tiempo es curvo.

Linkografía

https://www.lagranepoca.com/news/ciencia-y-tecnologia/110238-medicion-del-tiempo-invento-

sumerios.html (Kerry Sullivan, 2017)

http://www.lahoraexacta.com.uy/historia-del-tiempo/ (Cristian López, 2016)


El problema del tiempo 28

http://www.redalyc.org/html/343/34300503/ (Garcia, 1989)

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen1/ciencia2/50/html/sec_4.html

http://www.nocierreslosojos.com/teoria-relatividad-eintein/

https://www.tendencias21.net/Un-nuevo-modelo-fisico-propone-que-el-tiempo-es-solo-una-

ilusion_a3879.html (Lumbreras, 2009)

https://actualidad.rt.com/ciencias/171221-tiempo-einstein-relatividad-fisica-cuantica

https://actualidad.rt.com/ciencias/view/139776-tiempo-ilusion-optica-ocurrio-futuro

https://pijamasurf.com/2016/10/el_tiempo_no_existe_mas_que_en_la_mente/1.2. Artículos de

reseña o revisión de un área o temawww.eldiarioexterior.com/ahora-la-fisica-del-tiempo-

48816.htm

https://www.tendencias21.net/Hawking-define-las-formas-posibles-de-viajar-en-el-

tiempo_a4417.html La física del tiempo

http://www.cienciahoy.org.ar/ch/ln/hoy71/fisica.htm

https://www.emol.com/noticias/Tecnologia/2017/10/03/877652/Recordemos-las-ondas-

gravitacionales-el-descubrimiento-que-se-llevo-el-Nobel-de-Fisica.html

También podría gustarte