Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Un nuevo horizonte se perfila para la economía agrícola de Sinaloa, particularmente para aquella que
sostiene de la agricultura de irrigación. Los inventarios hídricos que alimentan este sector, por tercera
vez consecutiva, se hallan por debajo de esa demanda. Estas señales, más como espectáculo, han
aparecido como noticia en las primeras páginas de los periódicos locales. Los déficits hídricos no sólo
están contribuyendo en la gestación de peligrosos conflictos de intereses, sino que también se denota el
desdén hacia la explicación científica. El discurso oficial sostiene que Sinaloa es un estado “rico en
recursos naturales”. La pregunta es ¿en buscadores? Al menos en el recurso agua, Sinaloa se halla en
escasez de agua es cada vez mayor. A medida que más personas exijan cada vez más suministros limitados,
aumentará el costo y el esfuerzo para construir o incluso mantener el acceso al agua. Y la importancia del agua para
la estabilidad política y social solo crecerá con la crisis ”. En este sentido, resulta inverosímil que aún los
productores y el resto de la sociedad local den por sentado que el vital líquido siempre estará a su alcance. Esta
percepción determina las estrategias de gestión de los recursos hídricos, ora como derecho humano, ora como recurso
económico.
El recurso hídrico, visto como recurso económico, pone al descubierto que el agua es, en primer lugar, poder y “...
cuando hay escasez de agua, las relaciones de poder ocupan un lugar destacado para determinar quién tiene acceso al agua y en
qué condiciones. En segundo lugar, cuando se intensifica la escasez de agua, las personas que carecen de voz en las decisiones
de asignación tienden a ser las primeras en la fila para hacer ajustes a los suministros reducidos ". (PNUD, 2006). 2 ¿Cómo
enfrentar la escasez de agua en una sociedad que asume que los recursos naturales son abundantes? Mientras se
2 PNUD (2006). Informe sobre desarrollo humano 2006. Más allá de la escasez: poder, pobreza y la crisis mundial del agua. Nueva York: Programa de las
encuentran las respuestas adecuadas, el tema se halla en la agenda de la Década Internacional para la Acción
Agua para la Vida 2005-2015, en la que se pone de relevar la importancia de la creciente escasez de agua en
todo el mundo, y la necesidad, tanto a nivel internacional como local, de una mayor integración y cooperación
para garantizar una gestión sustentable, eficiente y equitativa de los escasos recursos hídricos; a nivel local, en
¿Cómo se define la escasez de agua? La FAO 3 enuncia los factores necesarios que necesitan a la escasez de agua
de la siguiente manera:
“Una situación en la que la disponibilidad de agua en un país o en una región es inferior a 1000 m 3 por persona por
"El umbral de 2000 m 3 por persona por año se considera que indica que una región tiene estrés hídrico, ya
que en estas condiciones las poblaciones enfrentan problemas muy grandes cuando ocurre una sequía o
"... la falta de acceso a cantidades adecuadas de agua para usos humanos y ambientales
..."
noviembre de 2012
4 Pereira, Luis S., Ian Cordery y Iacovos Iacovides (2002). Hacer frente a la escasez de agua. París: Programa Hidrológico Internacional,
UNESCO, p.1.
5 White, C. 2012, 'Comprensión de la escasez de agua: definiciones y medidas', Documento de debate de GWF
Asimismo, aclara que no hay consenso acerca de cómo se debe definir y medir la escala de agua, por lo que
sugiere emplear el "indicador de Falkenmark" o el "índice de estrés de agua". En este sentido White (2012)
concluye:
“Este método define la escasez de agua en términos de los recursos hídricos totales que están disponibles
para la población de una región; medir la escasez como la cantidad de agua dulce renovable que está
disponible para cada persona cada año. Si la cantidad de agua renovable en un país es inferior a 1700 m 3 por
persona por año, se dice que ese país está experimentando estrés hídrico; por debajo de 1000 m 3 se dice
que está experimentando escasez de agua; y por debajo de 500 m 3, escasez absoluta de agua ".
A modo de conclusión y desde la perspectiva de la gestión del recurso, Padowski y Jawitz (2009) 6 explican:
“La escasez de agua es un problema complicado que abarca múltiples escalas y afecta a una gran
cantidad de usuarios de diferentes maneras. Para administrar mejor un recurso de esta complejidad, es
ventajoso agrupar el conocimiento colectivo, las experiencias previas y los juicios de valor de los usuarios
en un marco del que los gerentes se basan al tomar decisiones sobre la mejor manera de utilizar el
recurso ".
No lejos de semejantes problemas se halla Sinaloa, toda vez que la recurrencia de estiajes, no sólo son más
prolongados, sino que además se manifiestan con mayor frecuencia e intensidad. Las señales de las carencias
hídricas son puntuales; es decir, se presentan en los municipios de montaña, lo cuales padecen, desde muy
temprano de la temporada, la
discontinuidad del servicio de agua potable como es el caso de los municipios de Choix o de Sinaloa.
Las discontinuidades en los inventarios hídricos locales, define otros límites que consiste en los
cambios observados en la temperatura media anual y los cambios en el rango de las temperaturas máximas y
6 Padowski, JC y JW Jawitz (verano / otoño de 2009). “El futuro de la escasez mundial de agua: desafíos y oportunidades de
políticas y gestión” The Whitehead Journal of Diplomacy and International Relations. Ex-Ante: Priorizando nuestro futuro, Volumen
X, Número 2 págs. 99-114. Disponible en:
http://blogs.shu.edu/diplomacy/files/archives/08%20Jawitz_Layout%201.pdf Consultado el 11 de noviembre de 2012. Asimismo en
el sitio de la revista: http://blogs.shu.edu/diplomacy/archived-issues/ex-anteprioritizing-our-future/
4
estas variaciones, de acuerdo con estudios más acabados (FAO, 2008; Hisas, 2011), 7
señalan que por cada grado centígrado que aumenta la temperatura la pérdida de humedad de la superficie
aumenta un 4%; mientras que los depósitos de agua, por esta misma variación, se ven disminuidos. En este
sentido, se tiene una necesidad improrrogable de evaluar, por un lado, los cambios potenciales del equilibrio
075 (DR-075), sito en el Valle del Fuerte, por Ojeda Bustamante et al (2011) 9 estimaron que la variación anual
de la precipitación se reducirá alrededor del 30% para finales de siglo, en ese mismo sentido diseñaron
escenarios en el sentido de que la lluvia disminuirá en promedio 62, 70 y 110 mm. Asimismo, concluyeron que
el aumento en la temperatura acortará el ciclo fenológico de todos los cultivos, lo cual obligará a adelantar los
programas de cultivo tanto para el ciclo Otoño-Invierno (OI), como los de Primavera-Verano (PV). Del mismo
modo explican que la temperatura, en la medida que se eleve, menguará los rendimientos del maíz.
Los bajos niveles de almacenamiento de las una vez presas de Sinaloa de este año (2012) son
evidentes expresiones de que las lluvias no fueron solo escasas, sino que también hay una indiscutible escasez
de agua. Esta carencia ha obligado al gobierno del estado a tomar la decisión de reducir la superficie irrigable
de cultivos para el ciclo OI, particularmente la siembra de maíz. Este reajuste alcanza una cifra del 40 por
ciento de un total de 500 mil hectáreas que solían sembrarse, lo cual obliga a suponer una interacción
7 FAO (2008). Cambio climático y seguridad alimentaria: un documento marco. Roma: FAO.
Hisas, Liliana (2011). La brecha alimentaria. Los impactos del cambio climático en la producción de alimentos: una perspectiva 2020. Alexandria, Virginia: Fondo
Ecológico Universal
8 Gerten, DD, Heinke, JJ, Hoff, HH, Biemans, HH, Fader, MM y Waha, KK (2011). Disponibilidad mundial de agua y requisitos para la
9 Ojeda Bustamante, Waldo, Ernesto Sifuentes Ibarra, Mauro Íñiguez Covarrubias y Martín J. Montero Martínez. Impacto del
dinámica entre el pasado y el futuro en lo que concierne la producción de alimentos. Es decir, habrá menos
desplazados por la sequía. Aparte de la magnitud del número de gente sedienta, significa que estas personas
padecieron la angustia de ver cómo el agua de sus arroyos y sus norias se fue secando; mientras que el auxilio
oficial se dilataba. El fenómeno per se obligar a pensar que si en los municipios de montaña, la demanda de agua
excede a su oferta, entonces tal señal se debe considerar como una forma de escasez. La FAO (2012) 10 en su
informe “Afrontar la escasez de agua. Un marco de acción para la agricultura y la seguridad alimentaria ”identifica
Las tres dimensiones principales que caracterizan la escasez de agua son: una falta física de
disponibilidad de agua para satisfacer la demanda; el nivel de desarrollo de la infraestructura que controla
agua necesarios.
Dimensiones que en mayor o menor grado están presentes en los municipios citados y la gente que en ellos
¿Dónde estamos y hacia dónde vamos? Pregunta Raskin y sus colegas en su libro Great Transition. La
¿pueden emerger, en cada municipio, del silencioso agotamiento de los recursos hídricos? Ambas preguntas
pareciera no tener las mejores las respuestas, no obstante no está por demás poner atención de lo que afirma Hardin
y sus colegas (2011) 12 en el sentido de que la “La conversión de la tierra a la agricultura no solo impacta la
evaporación local y la respuesta hidrológica, sino que también puede influir en la distribución de la lluvia y la
demanda evaporativa en el paisaje circundante”. Esta premisa sugiere pensar que Sinaloa, después de poco más de
10 FAO (2012). Hacer frente a la escasez de agua. Un marco de acción para la agricultura y la seguridad alimentaria. Roma: FAO, pág. ix.
11 Raskin, Paul, Tariq Banuri, Gilberto Gallopin, Pablo Gutman, Al Hammond, Robert Kates, Rob Swart (2002). Gran Transición. La promesa y el
atractivo de los tiempos que se avecinan. Boston: Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo-Instituto Tellus de Boston.
12 Harding, R., Best, M., Blyth, E., Hagemann, S., Kabat, P., Tallaksen, LM y ... Haddeland, I. (2011). MIRAR: Conocimiento actual
del ciclo global del agua terrestre. Revista de hidrometeorología, 12 ( 6), 1149-1156. doi: 10.1175 / JHM-D-11-024.1
6
cien años de practicar la agricultura de irrigación, la cual obligó a deforestar aproximadamente un millón de
hectáreas, los efectos negativos de tal destrucción se están dejando sentir tanto en la distribución de las
Estas áreas circundantes son los municipios de montaña que resienten las alteraciones ambientales
influenciadas por la expansión e intensidad de la agricultura de irrigación y sufren el continuo riesgo de su propia
seguridad hídrica. La seguridad hídrica municipal es un tema distante en el marco de la agenda para el desarrollo
municipal, del que no se le da la atención obligada hasta que ocurre la escasez de agua o se desata alguna
epidemia (diarrea, cólera, hepatitis A). La acentuación de la insuficiencia de agua multiplica la pobreza a tal punto
que pone en riesgo la salud pública. En este sentido Van Damme (2001) 13 señala que "el comportamiento higiénico
es prácticamente imposible sin una fuente de agua potable y un medio seguro para eliminar los desechos humanos
y de otro tipo". La ausencia de estas condiciones en las comunidades rurales, no sólo desequilibra el sistema de
El agua tiene un papel importante en la mitigación de la pobreza y la seguridad alimentaria local (FAO,
2000). 14 Las cabeceras municipales y comunidades aledañas a ellos aún tienen la fortuna de ver correr su
arroyo o su río habrán notado que su escorrentía tarda escasos días y llevan menos agua. Tampoco pueden
pescar y programar regadíos para cultivos de autosuficiencia alimentaria. Por ello, como dice la FAO (2000) "Es
imperativo que se desarrolle una mejor comprensión del tamaño relativo y la importancia de los diversos flujos
de agua y de cómo estos flujos se modifican a través de las actividades humanas". Modificación que genera, a
Se trata de pensar en la seguridad hídrica de los municipios, particularmente los de montaña, toda vez
que los sistemas hídricos locales se han modificado por las grandes obras de infraestructura hidráulica (presas).
13 Van Damme, Hans (octubre de 2001). Superar la escasez de agua y las limitaciones de calidad. Focus, 9. Instituto Internacional de Investigaciones sobre
14 FAO (2000). Nuevas dimensiones en seguridad hídrica. Servicios de agua, sociedad y ecosistemas en los 21 S t siglo. Roma: Organización de las Naciones
generar, almacenar agua y controlar las inundaciones, también retienen sedimentos, lo que a su vez provoca el
hundimiento y la erosión de los deltas productivos. Entretanto, se está extrayendo agua de los acuíferos costeros
y fuentes subterráneas a un ritmo mayor que el de su reposición, práctica claramente insostenible ”(Rio + 20
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible). 15 Frente a la escasa prudencia de quienes
toman decisiones en materia de agua, los efectos esperados de estas acciones son, por un lado, la acentuación
y expansión de la precariedad hídrica de las comunidades rurales y, por el otro, se propicia la inseguridad
alimentaria local .
La seguridad hídrica, según Gray y Sadoff (2007) dieciséis, se define como "la disponibilidad de una cantidad y
calidad aceptables de agua para la salud, los medios de vida, los ecosistemas y la producción, junto con un nivel aceptable
de riesgos relacionados con el agua para las personas, el medio ambiente y las economías". La definición implica criterios
estrictos de medición para precisar parámetros que alerten de los peligros a los que se exponen los inventarios hídricos y
de sus efectos negativos sobre las personas y los ecosistemas. El diseño de parámetros serviría, como lo suger Schultz y
Uhlenbrook (2007), 17 para "... definir la ubicación y las dimensiones de las estructuras hidráulicas, gestión del agua,
protección contra inundaciones, suministro de agua potable y sistemas de saneamiento para aumentar la seguridad del
agua".
sobre las escalas y umbrales que indiquen la ausencia o grado de seguridad hídrica (Lautze y
15 Rio + 20 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible. Planeta bajo presión: nuevos conocimientos hacia
soluciones. Rio + 20. Documento de política 1. Seguridad hídrica para un planeta bajo presión. Transición a la sostenibilidad:
retos y soluciones interconectados. Disponible en:
http://www.diversitas-international.org/resources/outreach/PolicyBrief%20Rio20%20WaterSecurity%20Spanish.pdf
Consultado el 29 de noviembre de 2012
dieciséis Gray, David y Claudia W. Sadoff, C. (2007). ¿Hundirse o nadar? Seguridad hídrica para el crecimiento y el desarrollo. Política de agua 9:
545–571.
17 Schultz, Bart y Stefan Uhlenbrook (2007). 'Seguridad hídrica': ¿Qué significa, qué puede implicar? Delft, Países Bajos:
UNESCO-IHE, pág. 3
18 Lautze, J. y Manthrithilake, H. (2012). "Seguridad del agua: conceptos antiguos, nuevo paquete, ¿qué valor?" Documento de debate 1250 de
entendimiento del concepto, estos autores sugieren la siguiente tabla para diseñar un índice que cuantifique la
seguridad hídrica.
Tabla 1
Marco de indicadores de seguridad hídrica
Las dimensiones conceptuales contenidas en la tabla 1 y las escalas de medición que sugerimos dan pautas
para su adaptación a nivel de municipios. La cuestión es esperar que los municipios tienen la capacidad para
crear una base de datos confiables. Asimismo, no está por demás tener presente que la salud humana está
estrechamente vinculada con los ecosistemas y la calidad del medio ambiente (National Research Council,
2012). 19
Mayor atención recibe la seguridad alimentaria (Cumbre Mundial sobre la Alimentación, Noviembre
1996, Roma) 20 que la seguridad hídrica. En la Declaración de La Haya sobre la Seguridad Hídrica para el Siglo
“Los recursos hídricos y los ecosistemas relacionados que los proporcionan y sustentan están amenazados por la
contaminación, el uso insostenible, los cambios en el uso de la tierra, el cambio climático y muchas otras fuerzas. El
19 Consejo Nacional de Investigaciones (2012). Ciencia para la protección del medio ambiente. El camino por delante. Washington,
20 El Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (Roma, 1996) contiene la definición de seguridad alimentaria: “Existe
seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y
nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar a cabo una vida
activa y sana. ”Todavía no hay una definición sobre seguridad hídrica.
9
claro, porque son los pobres los primeros y los más afectados. Esto lleva a una simple conclusión: seguir como
Los siete principales retos que esta Declaración asume, lejos todavía se encuentran para que formen
parte no sólo de la agenda hídrica del estado de Sinaloa y sus municipios, sino de manera especial de los
principales usuarios del agua: los exportadores de hortalizas. Quienes, dada la naturaleza de sus inversiones y
ante el escaso interés oficial de redactar una agenda hídrica, bien harían de elaborar la propia, porque los
Los escenarios por la escasez de agua en Sinaloa son cada vez más complejos. Los estiajes (que son
más prolongados) y las inundaciones devienen como una problemática que adquiere nuevas tendencias y
dimensiones. Los problemas ambientales evolucionan como dificultades económicas y luego como problemas
sociales (Fur y Ijjas, 2012) 21 que, dada su propia naturaleza, el interés público pareciera no prestarles la atención
que requiere cada situación particular. Ya no es suficiente declarar que anormalidades climáticas se deben al
Niño oa la Niña, por lo que crear una red de instrumentos hidroclimatólogicos es un imperativo con el fin
observar, en tiempo real, la formación y dirección de las bandas de nubosidades y estimar las probabilidades de
lluvias, hasta diseñar los índices climáticos locales (Verdon-Kidd & Kiem, 2010). 22 Se trata, sobre todo, de
La lluvia es uno de los factores clave que determina la sustentabilidad de las áreas de riego a tal grado
que define la necesidad de riego suplementario para satisfacer la demanda de agua del cultivo. Khan, et al
(2008) 23 sostienen:
La variabilidad de las precipitaciones en las cuencas superiores de los ríos determina el agua disponible en los
21 Attila Fur y Flora Ijjas. “Cambio climático: enfoques innovadores para la modelización y simulación de los recursos hídricos y la
dinámica socioeconómica”, en Netra Chhetri (editar) (2012). Dimensiones humanas y sociales del cambio climático. Rijeka, Croacia: In
Tech, págs. 65-86. Este libro se encuentra disponible en:
www.intechopen.com
22 Verdon-Kidd, Danielle. C. y Kiem, Anthony. S. (2010). Cuantificación del riesgo de sequía en un clima no estacionario. Revista de
23 Khan, SS, Gabriel, HF y Rana, TT (2008). Índice de precipitación estándar para rastrear la sequía y evaluar el impacto de la lluvia en los
mantos acuíferos de las áreas de riego. Sistemas de riego y drenaje, 22 ( 2), 159-177. doi: 10.1007 / s10795-008-9049-3
10
cumplir con los requisitos de uso de agua para cultivos. En las regiones de riego, el volumen de lluvia por encima de
los requisitos de agua de los cultivos y la capacidad de almacenamiento del suelo ingresa al agua subterránea y
expansión de los centros urbanos, la construcción de presas y diques, y los sistemas de canales también
han alterado los regímenes naturales de flujo de forma significativa. Estos cambios han contribuido a las
los ecosistemas ribereños en distintas escalas espaciales y temporales (The National Academies of
Science, 2007). 24
Un riesgo oculto es la sequía (UNISDR, 2011). 25 Así que revelar este riesgo en sus distintas dimensiones
sirve para replantear el desarrollo de los municipios. ¿En qué medida un municipio de montaña, como es el caso
de Choix, Sinaloa, Badiraguato, Cosalá, San Ignacio y otros, disponen de un indicador que les permite identificar
sus capacidades para enfrentar los riesgos que implican la escasez de agua? Los efectos de largos estiajes no se
pueden soslayar. Los impactos sociales y económicos de la sequía se concentran en los hogares pobres del
medio rural cuya subsistencia depende de la agricultura de temporal. Este riesgo, prácticamente invisible, se
extiende, con toda crudeza, sobre la producción agrícola, los medios de vida rurales y las economías urbanas y
La gestión del riesgo por sequía es una condición necesaria para prevenir la emergencia hídrica y
definir la seguridad de ésta. Para avanzar en esta idea, no está por demás tener en mente lo que sugiero
“… Sólo con acciones organizadas, coherentes, apegadas a las leyes y reglamentos vigentes,
así como a los usos y costumbres locales, se podrán mitigar los efectos nocivos del fenómeno,
24 Las Academias Nacionales de Ciencias (2007). River Science en el Servicio Geológico de Estados Unidos. Washington,
25 UNISDR (2011) Informe de evaluación global sobre la reducción del riesgo de desastres. Ginebra, Suiza: Estrategia internacional de las Naciones Unidas para la reducción de desastres.
26 Velasco, I. y Montesillo-Cedillo, J. (2007). Elementos en la gestión de cuencas en condiciones de sequía. (Español). Gestión Y Política
En lo inmediato todo hace suponer que las administraciones públicas municipales no sólo están escasas
del conocimiento necesario sobre el citado fenómeno de la sequía, sino que además carecen de los medios para
predecirla y manejarla.
Las transformaciones climáticas irrumpieron sobre una administración pública local con bajos niveles en
educación ambiental y con muy poco interés por erradicar ese especial analfabetismo. El caso más relevante es
cuando llega la temporada del estiaje. La ausencia de datos históricos sobre este fenómeno les reduce sus
grados de libertad para anticipar la magnitud de los impactos y formular las medidas de mitigación. El Plan
Estatal de Desarrollo de Sinaloa y los planes municipales pocas líneas dedicadas sobre la situación hídrica local
en términos de planificar para el mediano y largo plazo y, de manera especial, para el corto plazo, la
contingencia hídrica.
La planificación de corto plazo de la sequía se asume como la acción mínima para administrar los
impactos que provoca el estiaje. Este tipo de planificación define un plan de contingencia y el desarrollo de
una respuesta. Asimismo, describa las acciones subsecuentes que se deben seguir en la medida que la
situación empeora. Contiene los indicios que guían el momento de actuar y el momento para detenerse. Al
mismo tiempo, se desarrollan herramientas prácticas tales como instrumentos de predicción, modelos de
abastecimiento de agua potable, sistemas de toma de decisiones entre otros, que ayuden a los gerentes de
las juntas de agua potable, a los productores primarios y otros administradores de recursos naturales, en sus
27 Neal, BB y Moran, RR (2009). Sequías y mitigación de sequías en la planificación de los recursos hídricos.
Para desarrollar los criterios de la planificación hídrica municipal se necesitan los fundamentos de una
política de agua local, la cual asuma que el agua es un factor limitante para el desarrollo. En este sentido, Blignaut
“El uso del agua no puede seguir creciendo al ritmo actual indefinidamente dadas las limitaciones de
suministro, la probable disminución de la disponibilidad de agua debido a los cambios en las condiciones
climáticas, la presión socioeconómica y demográfica para aumentar el uso de agua potable para uso
Comprender estos tomar nota de las restricciones naturales que implica obtener el agua pública y
las limitaciones organizacionales, tanto como sociales, que no están preparadas frente a un estado de
escasez del recurso, que de suyo, no sólo determina el rediseño del sistema de distribución, sino también
Las variaciones climáticas obligan a buscar nuevas fuentes locales de aprovisionamiento de agua para
los consumos rural-urbano, agrícola, ganadero e industrial. Hasta ahora se ha demostrado, al menos en
Sinaloa, que no basta tener grandes presas y extensos sistemas de canales para su conducción como garantía
de abasto. La ausencia de una política de prospectiva hídrica auspicia el regreso a los pozos ya medidas
desesperadas como lo es el llamado rescate de agua. Estas medidas derivadas en una cascada de dificultades
de las que destacan los problemas financieros que desembocan en el abultamiento de la deuda pública
municipal. Esta nueva situación coloca a los municipios, particularmente a los municipios pobres, en un dilema:
La disyuntiva orilla a los Ayuntamientos a que propicien la posibilidad de dar cabida a la empresa
privada para que esta sea la que financie el servicio y establezca un control racional sobre el consumo de agua
recurso crítico. Las señales de este estado son las dificultades que las comunidades enfrentan para lograr su
acceso. Este se asume como la capacidad que tiene la comunidad para beneficiarse realmente de los
28 Blignaut, J. y van Heerden, J. (2009). El impacto de la escasez de agua en las iniciativas de desarrollo económico.
recursos y la gama de relaciones que intervienen que van más allá de las que se derivan de los derechos de
propiedad por sí solos (Langridge, Smith, y Lohse, 2006). 30
PH Gleick (2011) 31 con cierto sarcasmo titula su artículo de la siguiente manera: “Cuando vienen los
cambios climáticos y fracasan las políticas de agua. ¿Orar por la lluvia? Este título se deriva de la situación de
sequía severa por la atraviesa el estado de Texas, donde el gobernador de ese estado, Rick Perry, declaró de
manera oficial los "Días de oración por la lluvia". En este mismo sentido el gobernador de Sinaloa, Mario López
Valdés, en el año
2011, frente a un escenario de intenso estiaje, sugirió a los sinaloenses que rezaran para que lloviera. Los
productores y exportadores agrícolas, por su lado, han hecho oficial el día 24 de junio de cada año como el día
que acuden al Templo de la Lomita a rezar para que llueva y haya buenas cosechas. Dado que rezar para que
llueva no implica ningún costo tanto para el sector público, como privado ¿Qué otra cosa podría hacer el Estado,
Quienes tienen a su cargo la administración pública de los tres niveles de gobierno, federal, estatal y
municipal aún no logran comprender (ni es de su interés comprenderlo dado el corto tiempo que permanecerán
en el puesto) que los recursos hídricos representan un fenómeno complejo y es, al mismo tiempo, un factor
2009) y su disponibilidad no es un asunto de la voluntad divina. Por otro lado, las políticas y leyes nacionales de
agua resultan inadecuadas, sobre todo para los municipios, para afrontar los retos que plantea el fenómeno global
de la escasez de agua y sus consecuencias que parecen ser inevitables (Eckstein, G., 2009). 32 Fenómenos que no
sólo presentarán una variabilidad significativa, sino que además serán acentuadamente diferenciados.
La escasa comprensión de los problemas que envuelve la seguridad hídrica a escala de municipios
30 Langridge, R., J. Christian-Smith y KA Lohse. 2006. Acceso y resiliencia: analizando la construcción de resiliencia social ante la amenaza
31 Gleick, Peter, H. (2011) ”. Cuando llegan los cambios climáticos y fracasan las políticas del agua. ¿Rezar por la lluvia?
http://www.huffingtonpost.com/peter-h-gleick/texas-climate-change_b_919643.html
32 Eckstein, G. (2009). Escasez de agua, conflictos y seguridad en un mundo de cambio climático: desafíos y oportunidades para el derecho y las políticas
catástrofe hídrica, sino que además dificulta establecer un sistema de indicadores integrados de agua para las
zonas urbanas y rurales de tal forma que siente las bases para la seguridad hídrica por un lado y, por el otro,
favorezca la formulación de un modelo particular que anticipe la catástrofe (Fengshun, Dongguo, Chun, y Xuezhi,
2012). 33 En este sentido, quienes tienen a su cargo las administraciones públicas municipales no la tienen fácil,
dado el escaso tiempo que permanecen en el puesto para aprender los temas básicos sobre el ambiente y la
velocidad y aleatoriedad en que ocurren los fenómenos meteorológicos (sequía, inundaciones, heladas, etc.).
Las perturbaciones por la escasez de agua, al menos en Sinaloa, han dejado de ser una amenaza
para el día de mañana. Las restricciones ya son del presente. En tanto, aún hay personas cínicas
(administradores públicos y empresarios) que no sólo minimizan la magnitud de estos peligros, sino que tratan,
por todos los medios, de hacer inaudibles las voces que se esfuerzan por advertir de la gravedad de aquella
situación. Advertencias que de un modo u otro significa poner en la mesa de discusión y análisis el actual
modelo agrícola-económico local y sus patrones de producción. Tarea intelectual que implica descubrir cómo
De acuerdo con lo anterior, resulta necesario distinguir la escasez de agua que provocan las actividades
humanas, de la que es determinante por cuestiones climáticas. Para una u otra, algunos de los estudiosos de los
recursos hídricos han desarrollado instrumentos de medición para evaluar el grado de estrés y disponibilidad de
agua como son el Indicador de Falkenmark, el Índice de Escases de Agua de Gleick, el Índice de Estrés Social del
los Índices de Vulnerabilidad de Recursos Hídricos, el Índice local de uso y reutilización relativa de agua, el Índice
33 Fengshun, Y., Dongguo, S., Chun, X. y Xuezhi, T. (2012). Evaluación de la seguridad hídrica urbana basada en la teoría de catástrofes. Ciencia
34 Boelens, R., L. Cremers y M. Zwarteveen (eds.) (2011). Justicia Hídrica: Acumulación, Conflicto y Acción Social. Lima: IEP y Fondo
Editorial PUCP.
15
Suministro de Agua, entre otros, ayudan a dilucidar la magnitud del déficit hídrico (Brown & Matlock, 2011). 35
Los instrumentos anteriores de medición son medios para dimensionar la magnitud del problema de la
escasez y disponibilidad de agua a escala local. Representan, además, un “radar” que indica la dirección de
cambio tanto de las reservas y como de uso del recurso. Cambios que están definidos por el crecimiento de la
población municipal, acentuación de la demanda de agua para uso agrícola, demanda energética, la
urbanización, el turismo, el cambio climático, entre otras variables naturales y sociales (ONU / WWAP, 2003). 36
Desatender la posibilidad de cuantificar, mediante indicadores, los inventarios hídricos por quienes están a cargo
de la administración pública, especialmente esta materia tan sensible como lo es el agua, significa posponer la
Se trata de encausar una gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH) con base en los criterios
que marca el Programa 21 en su Capítulo 18 “Protección de la calidad y el suministro de los recursos de agua
dulce: aplicación de criterios integrados para el aprovechamiento , ordenación y uso de los recursos de agua
dulce ”, especialmente en los subcapítulos 18.3 y 18.5. El primero explica la escasez generalizada de agua
dulce y el segundo sugiere siete grandes áreas para entender los sistemas hídricos, respectivamente. La
hídrico, sobre todo en las zonas áridas y semiáridas, de manera tal que no se dejen de lado las prioridades
La gente que habita en municipios de montaña, al menos en Sinaloa, transita sobre un proceso de
35 Brown, Amber y Marty D. Matlock (abril de 2011). Una revisión de los índices y metodologías de escasez de agua. Universidad de Arkansas,
36 ONU / WWAP (Naciones Unidas / Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos). 2003. 1 er
Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo: Agua para todos, agua para la vida. París,
Nueva York y Oxford. UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y Berghahn Books.
37 Fernández Cirelli, Alicia y Alejandra V. Volpedo, “Las tierras secas de Iberoamérica” en Alicia Fernández Cirelli y Elena Abraham
(editar) (2002). El agua en Iberoamérica. De la Escasez a la Desertificación. Buenos Aires: CYTED XVII CETA-Centro de Estudios
Transdiciplinarios del Agua , Facultad de Ciencias Veterinarias, pp.11-26
dieciséis
evolución de esta restricción significa que, por un lado, quienes carecen de agua tienen oportunidades menores
para mejorar su situación económica y, por el otro, las funciones de las cuencas no sólo se complican, sino
además se eleva la vulnerabilidad de las comunidades más pobres (ONU, 2007). 38 A esta amenaza, habrá que
agregar la carencia de estudios locales que estimen los riesgos que encierra la calidad del agua, que a su vez se
relaciona con la variación de la precipitación y sus efectos asociados con un mayor número de eventos extremos
La escasez hídrica local es un asunto que incumbe a todos, que si no se aborda de manera integral las
consecuencias en el futuro serán adversas. En este sentido, conviene recordar la pregunta que se formuló en el
Tercer Foro Mundial del Agua Kyoto 19-20 de marzo 2003 40 que dice: “¿Cómo se pueden desarrollar políticas sin
tener información adecuada sobre el recurso agua • una escala local •? Asimismo, se enmarcó
eficiente del agua requiere de inversión en el conocimiento mismo del recurso hídrico, la
Desde esta perspectiva, significa que la administración pública tanto estatal como municipal, si tuvieran la
conciencia de la complejidad de los riesgos que implica la escasez y seguridad hídricas, ya estarían
enfocadas, por un lado, a formular políticas integrales en las que el agua se entienda como un activo a
disposición de los pobres y, por el otro, diseñarían estrategias sustentadas en la ingeniería geológica para su
preservación y conservación.
38 ONU / AGUA / WWAP, (2007). El Agua, una responsabilidad compartida. 2o Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
de los Recursos Hídricos en el Mundo. Zaragoza: Sociedad Estatal Expoagua Zaragoza 2008, SA
39 Aboites, Luis, Enrique Cifuentes, Blanca Jiménez y María Luisa Torregrosa, (2008). Pendientes nacionales del agua. Agenda. México:
40 BID, GIRH, GWP y CARE INTERNACIONAL (2003). Agua y pobreza. Informe de avance sobre la iniciativa regional para América
El Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: poder, pobreza y la crisis mundial del agua 41
muestra un resumen de cómo se ha dado el uso del agua desde 1900 y durante el Siglo XX,
“Los patrones de uso del agua también han cambiado. En 1900, la industria utilizaba aproximadamente el
6% del agua mundial. Ahora usa cuatro veces esa parte. Durante el mismo período, la proporción de agua
de los municipios se triplicó, al 9%. Sin embargo, mientras que la demanda de agua industrial y municipal
creció espectacularmente en el siglo XX, la agricultura todavía se lleva la parte del león. En los países en
desarrollo, la agricultura todavía representa más del 80% del consumo de agua ”.
Este balance permite inferir que la agricultura de irrigación, dada sus prácticas de uso del agua, es la
actividad que enfrentará, más que las comunidades urbanas y rurales, los retos de la escasez de agua (al
menos aquí en Sinaloa). Este dilema se ha hecho presente en el cierre del ciclo Otoño-Invierno de 2013, en la
que poco más de 190 mil hectáreas sufrieron daños por el descenso de la temperatura y la escasez de agua.
Este fenómeno meteorológico ha colocado tanto el gobierno federal como del estado en una encrucijada: por
un lado, se regatean los recursos financieros para resarcir la pérdida agrícola y, por el otro, los productores
(agrícolas) carecen de fondos para pagar sus deudas e iniciar su proceso de resiembra (si es que aún les
queda tiempo).
Mientras que la agricultura enfrenta sus propias crisis, las administraciones públicas municipales
pareciera que no se han dado cuenta de la recurrencia y dilatación de los estiajes, que no sólo se manifiestan
mediante la escasez estacional del agua, sino además han atrapado a las comunidades urbanas y rurales con la
red de la vulnerabilidad hídrica. Tampoco se dan su tiempo, porque los considerar una pérdida, para prever los
41 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2006). Desarrollo humano. Informe 2006. Más allá de la escasez: energía, pobreza y la crisis
42 Viviroli, D., DR Archer, W. Buytaert, HJ Fowler, GB Greenwood, AF Hamlet, Y. Huang, G. Koboltschnig, MI Litaor, JI López-Moreno, S.
Lorentz, B. Schädler, H. Schreier, K Schwaiger, M. Vuille y R. Woods. El cambio climático y los recursos hídricos de las montañas:
descripción general y recomendaciones para la investigación, la gestión y las políticas. Hidrología y Ciencias del Sistema Terrestre, 2011,
Vol. 15 Edición, págs. 471-504. doi: 10.5194 / hessd-7-2829-2010
18
"Es probable que la combinación de cambios en la estacionalidad y cambios en la escorrentía total tenga
consecuencias para la disponibilidad de agua en el futuro, aumentando los desafíos para la gestión de los
Los testigos de esta indolencia y desatención son los planes municipales de desarrollo de los
municipios de Sinaloa. Son documentos ebrios de verbos y objetivos que reflejan síntomas peligrosos de
El Plan Municipal de Desarrollo 2011-2013 del municipio de Culiacán 43 es el documento público que
exterioriza tales atributos. El eje desarrollo económico sustentable, en el tema del agua (p.67), señala que "el
agua es primordial para la vida, una tarea fundamental de esta administración será garantizar el servicio y la
calidad del agua potable en todo el municipio". 44 Tan solo treinta palabras ocuparon los redactores del
documento para un tema del que se han escrito tratados, exhaustivos informes y en el que cientos de científicos
Más adelante, el cuadro que resume las demandas ciudadanas sobre agua potable (p.71) se distingue
por ser una ornamentada lista de verbos tales como: implementar, incrementar, activar, sustituir, elaborar,
realizar, invertir y concluir, que muy lejos quedan de formular un compromiso para diseñar los indicadores que
induzcan a esbozar los escenarios para los próximos cincuenta o cien años respecto a la seguridad hídrica
para las próximas generaciones de este municipio. ¡Y definen el eje como Desarrollo económico
sustentable! 45
El Plan Municipal de Desarrollo 2011-2013 del municipio de Mazatlán, sobre el tema del agua, adolece
de un examen de las disponibilidades hídricas locales y de su relación con las necesidades sociales y
Presa Picachos se distingue por formulario tan solo un objetivo que trata de la gestión de recursos financieros
para desarrollar obras de ingeniería hidráulica para el abasto de agua potable para la ciudad de Mazatlán.
44 Para el periodo 2011-2013 la administración del municipio de Culiacán ha tenido dos presidentes municipales: el primero fue
Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien pidió licencia para dejar el cargo y contender por la gubernatura del estado de Sinaloa. En su
lugar, el Congreso del estado de Sinaloa designó como presidente interino a Moisés Aarón Rivas Loaiza para continuar con esta
tarea administrativa.
No hay, ni por asomo, un desglose de la historia de los desabastos de agua que ha padecido la gente de este
municipio, ni mucho menos del rediseño de su futuro sobre la disponibilidad de este bien y de su derecho de
acceso al mismo que garantice la seguridad hídrica. El citado documento, más allá de ser un collage de
El Plan Municipal de Desarrollo Ahome 2011-2013 es un documento en el que Ahome despierta tantas
veces que se quedó dormido en el tema del agua. Se hace alusión (pp. 105-106) sobre el recurso estratégico
tan solo como forma de infraestructura e inversiones en millones de pesos. Quizás alguien, sin quererlo, omitió
hacer mención de las carencias o amenazas que implican la escasez del recurso hídrico ya las que está
2011-2013 del municipio de Choix. Lo más que se dice sobre el tema del agua es: "Se desaprovecha el agua
de lluvia del Municipio y falta agua para consumo humano y actividades agrícolas". ¡Diecisiete palabras!
Cuando este H. Ayuntamiento es el primero que clama por ayuda financiera y equipo de transporte para el
abasto del vital líquido, en el primer trimestre de cada año, porque las comunidades ya se les agotó el agua de
sus arroyos y pozos. El “Plan” se queda mudo frente a una explicación necesaria respecto a la escasez y
seguridad hídricas locales para los próximos cien años. ¡Y su agenda parte “Desde lo Local”.!
Por otro lado, el Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016, Sinaloa es una tarea de todos reconoce que los
temas ambientales “… no han entrado en la agenda de riesgos. No obstante que el calentamiento global y el
cambio climático son temas de interés público, social y gubernamental en otras entidades federativas, en
Sinaloa no se cuenta con una sociedad ocupada y preocupada en los asuntos climáticos. ” En este mismo
sentido, aunque hace un análisis de los desequilibrios del capital natural y el ambiente de Sinaloa (pp.155-
158), del agua tan sólo alcanza a mencionar que “se manifiestan tendencias de degradación del suelo por el uso
excesivo de la labranza y un manejo inadecuado del agua; las presas presentan alto grado de azolvamiento y la
El Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016, Sinaloa es tarea de todos, como documento marco
para los 18 planes de desarrollo municipal, debió, al menos, redactar algunas líneas que expresaran
algún tipo de compromiso para llevar a cabo acciones locales, en materia de agua e higiene, y contribuir
con las Metas de Desarrollo del Milenio para el año 2015. Este vacío se reproduce en los planes
municipales de desarrollo arriba mencionado, el cual denota no sólo el desinterés por el análisis de la
disponibilidad y usos de los recursos hídricos , sino también se deja ver la apatía por explicar y medir el
grado de interdependencia entre los inventarios hídricos municipales y el progreso económico. Estas
Conclusiones
La gestión integral de los recursos hídricos con enfoque local es un tema que pareciera no tener prioridad en la
toma de decisiones para la asignación de los volúmenes hídricos. Los planes de riego y de agua potable que se
derivan de estas asignaciones suscitan la sospecha de que no incorporan el principio preocupación en lo que
concierne a las reservas hídricas y su relación con la escasez y seguridad hídricas. Este binomio no es un asunto
simple si se formulan sus combinaciones desde la complejidad de los fenómenos, en tanto señales, del cambio
climático. Cada componente implica pedir el auxilio de conceptos científicos complejos para entender las
consecuencias ambientales y sociales si se traspasaran los umbrales de los almacenamientos de agua tanto
Los políticos locales que tienen una responsabilidad en la administración pública estatal o municipal y
los diseñadores de los planos de desarrollo presumen una cultura del desinterés por los temas ambientales y de
la naturaleza. En el tema del agua, al menos, exhiben esa especialidad; Asimismo, se destacan signos de un
reduccionismo extremo, por sus escasas ideas, sobre esta delicada agenda. Por si quedaba alguna duda, el
grado de dificultad y complejidad del manejo de los recursos hídricos locales aumenta en cada ciclo. Las
propondrán soluciones concretas. Una de ellos mismos es el estudio de las reservas hídricas y la calidad de las mismas
¿Qué entrañan los planes de desarrollo, tanto estatal como municipales, que minimizan un tema de
tan especial relevancia, como lo es el agua? La omisión de diagnósticos siembra dudas y no da una
orientación sobre el futuro del agua local. También es notoria la desatención que exhiben de la meta 10 del
Objetivo 7, ambos inscritos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y tampoco formulan acciones
especiales que contribuyan a las aspiraciones del Decenio Internacional para la Acción «El agua, fuente de
vida», período 2005-2015. Estos descuidos obligan a suponer que aún no se ha entendido que el agua marca
Poco más de cien años de explotación intensiva y extensiva del agua en Sinaloa, ha llegado el momento
de pagar las consecuencias. Las cuencas de los ríos de Sinaloa representan, por un lado, el rompecabezas del
deterioro de los ecosistemas locales que se va perfeccionando en la medida que se intensifican las actividades
económicas y se expande la urbanización. Por el otro, son la perspectiva de la pobreza hídrica de los municipios
donde el vital líquido escasea, en tanto que aguas abajo no sólo se suscita e intensifica la competencia por el
recurso, sino que además se encuentran, aunque aislados por ahora, los gérmenes de los conflictos por aquél.
Un cisma se abre entre aquellos administración indetenibles tendencias y los Consejos de Cuenca
quienes, según la Comisión Nacional del Agua, tienen la misión de “contribuir a la mejor del agua… y
preservación de la cuenca”, pero en la realidad no van más allá de ser “un grupo de personas que se reúnen sin
posibilidad real de tomar, y menos implementar, decisiones informadas”. Las decisiones de estos organismos
pasan totalmente inadvertidos para el grueso de la sociedad, quien a su vez es co-creadora de las debilidades
ambientales que se extienden e incrementan por todos los rincones de la cuenca, sin que haya fuerza alguna que
las detenga.
El agua es un asunto de todos. Sinaloa es un estado que ha pasado por repetidas experiencias de
cómo balancear los inventarios hídricos disponibles, por temporada, entre el uso urbano y las actividades
económicas. Pero de la experiencia al aprendizaje aún hay una distancia significativa. Los ríos y los arroyos se
distinguen por llevar poca agua y los municipios por tener más gente. Desde aquí se inaugura una nueva forma
de entender los
22
ríos en las nuevas generaciones. En aún el río yace seco y las riberas son minas de arena y grava. Lo más curioso,
nadie reacciona y reclama. Los ríos, al menos en Sinaloa, agonizan. Las presas y la variación de los factores
climáticos se encargarán de lo que aún queda. Por ahora sólo van quedando las nostalgias mediante las cuales se
velar por ese acceso y por la definición de la seguridad hídrica. La insuficiencia de agua incorpora el deterioro
financiero de los municipios, el desgaste de maquinaria y equipos para extracción y traslado de agua, el
consumo extraordinario de energía humana, sofoca poco a poco los cultivos y las plantaciones de frutales, y
remata con los pequeños hatos . La recurrencia de la escasez de agua reduce el espacio de oportunidades
para alejarse del fantasma de la pobreza. Ese espacio se define por cinco ecuaciones: disponibilidad, acceso,
capacidad, uso y medio ambiente. 46 Son ecuaciones que no sólo muestra la relación entre el agua y la gente
evaluación de los recursos hídricos está el diseño de la respuesta para prever la magnitud del sufrimiento de la
gente. La inercia técnica y política de la autoridad estatal en materia de agua pone en entredicho una estricta
disciplina en la revisión de las reservas de agua. En esta misma dimensión, también se halla la autoridad
municipal responsable de velar por la disponibilidad y acceso al vital líquido. Sin duda, la demanda de agua se
está elevando en la mayoría de los municipios; mientras que las reservas hídricas se agotan en breves lapsos. La
escasez y seguridad hídricas se definen mutuamente, de manera tal que bien vale la pena buscar respuesta a la
siguiente pregunta ¿Qué se puede esperar en el futuro? ¿En qué se debe uno preparar para responder a los
46 Estas ecuaciones son indicadores de cuya combinación surge el Índice de Pobreza de Agua (Índice de Pobreza del Agua, WPI). Para
mayor detalle consultar: Lawrence, Peter, Jeremy Meigh y Caroline Sullivan (octubre de 2002 (marzo de 2003)) El índice de pobreza hídrica:
una comparación internacional. El documento se encuentra disponible en los siguientes sitios: www.keele.ac.uk/depts/ec/kerp o
Los planes de desarrollo difunden esperanzas, pero sobre todo diseñarán los futuros diagnósticos,
objetivos y metas para la economía y la sociedad; quienes (Lewis, 1949; Myrdal, 1959; Bassols, B., 1965;
Waterston, 1965; Tinbergen, et al, 1969; Kuklinski, 1977; Matus, 1977) formularon las técnicas y métodos
desarrollo económico y el desarrollo humano, se habló desde entonces de un “estilo de desarrollo” (Sunkel y
Gligo, 1980). 47 Sin embargo, la inclusión de esta categoría (medio ambiente) en un plan no ha ido más allá
La señal más elocuente de esta usurpación se halla, al menos en Sinaloa, en el Plan estatal y los
planes municipales, en los que la planificación no sólo se le ha despojado de sus principios y métodos, para ser
de ésta un documento falto de contenido , sino que además se inhabilitan las capacidades de las fuerzas
sociales para la construcción de sus aspiraciones. La perspectiva de aquellos planes se percibe como un
horizonte de la banalización donde la pobreza de agua es sólo para la gente sin historia. Por ahora, la escasez
de agua y los efectos de los largos estiajes es privativo de los pobres. En el futuro inmediato, la crisis local del
Referencias bibliográficas
Aboites, Luis, Enrique Cifuentes, Blanca Jiménez y María Luisa Torregrosa, (2008).
Pendientes nacionales del agua. Agenda. México: Academia Mexicana de Ciencias. Attila Fur y Flora
Ijjas. “Cambio climático: enfoques innovadores para la modelización y
Simulación de recursos hídricos y dinámicas socioeconómicas ”, en Netra Chhetri (edit.) (2012).
Dimensiones humanas y sociales del cambio climático. Rijeka, Croacia: In Tech, págs. 65-86. Este libro se
encuentra disponible en: www.intechopen.com
BID, GIRH, GWP y CARE INTERNACIONAL (2003). Agua y pobreza. Informe de
avance sobre la iniciativa regional para América Latina y el Caribe. págs. 6-10. Blignaut, J. y van
Heerden, J. (2009). El impacto de la escasez de agua en la economía
iniciativas de desarrollo. Agua SA, 35 ( 4), 415-420.
Boelens, R., L. Cremers y M. Zwarteveen (eds.) (2011). Justicia Hídrica: Acumulación,
Conflicto y Acción Social. Lima: IEP y Fondo Editorial PUCP.
Brown, Amber y Marty D. Matlock (abril de 2011). Una revisión de los índices de escasez de agua y
Metodologías. Universidad de Arkansas, The Sustainability Consortium, págs. 1-7
47 Sunkel, O. y N. Gligo (1980). Estilos de desarrollo y medio ambiente en la América Latina. 2 v. (El Trimestre Económico,
Pereira, Luis S., Ian Cordery y Iacovos Iacovides (2002). Hacer frente a la escasez de agua. París:
Programa Hidrológico Internacional, UNESCO, p.1.
25
Raskin, Paul, Tariq Banuri, Gilberto Gallopin, Pablo Gutman, Al Hammond, Robert Kates,
Rob Swart (2002). Gran Transición. La promesa y el atractivo de los tiempos que se avecinan. Boston: Instituto de Medio
Ambiente de Estocolmo-Instituto Tellus de Boston.
Schultz, Bart y Stefan Uhlenbrook (2007). 'Seguridad hídrica': ¿Qué significa, qué
implica? Delft, Países Bajos: UNESCO-IHE, pág. 3
Sunkel, O. y N. Gligo (1980). Estilos de desarrollo y medio ambiente en la América Latina.
2 v. (El Trimestre Económico, Lecturas 36). México: Fondo de Cultura Económica. Las Academias Nacionales de
Ciencias (2007). River Science en el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Washington, DC: Prensa de las Academias Nacionales.
ONU / AGUA / WWAP, (2007). El Agua, una responsabilidad compartida. 2o Informe de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo. Zaragoza: Sociedad
Estatal Expoagua Zaragoza 2008, SA
PNUD (2006). Informe sobre desarrollo humano 2006. Más allá de la escasez: poder, pobreza y
la crisis mundial del agua. Nueva York: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pág.
173.
UNISDR (2011) Informe de evaluación global sobre la reducción del riesgo de desastres. Ginebra,
Suiza: Estrategia internacional de las Naciones Unidas para la reducción de desastres.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2006). Desarrollo humano. Informe 2006.
Más allá de la escasez: energía, pobreza y la crisis mundial del agua. Nueva York: Palgrave Mcmillan, p. 137.
Van Damme, Hans (octubre de 2001). Superar la escasez de agua y las limitaciones de calidad.
Focus, 9. Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias, págs. 6 a 7
Velasco, I. y Montesillo-Cedillo, J. (2007). Elementos en la gestión de cuencas en
condiciones de sequía. (Español). Gestión Y Política Pública, 16 ( 1), 5-27.
Verdon-Kidd, Danielle. C. y Kiem, Anthony. S. (2010). Cuantificación del riesgo de sequía en una
Clima no estacionario. Revista de hidrometeorología, 11 ( 4), 1019-1031. doi: 10.1175 /
2010JHM1215.1
Viviroli, D., DR Archer, W. Buytaert, HJ Fowler, GB Greenwood, AF Hamlet, Y.
Huang, G. Koboltschnig, MI Litaor, JI López-Moreno, S. Lorentz, B. Schädler,
H. Schreier, K. Schwaiger, M. Vuille y R. Woods. El cambio climático y los recursos hídricos de las montañas:
descripción general y recomendaciones para la investigación, la gestión y las políticas. Hidrología y Ciencias del
Sistema Terrestre, 2011, Vol. 15 Edición, págs. 471-504. doi: 10.5194 / hessd-7-2829-2010
Referencias electrónicas
Culiacán. Plan Municipal de Desarrollo 2011-2013. Disponible en:
http://culiacan.gob.mx/wp-content/uploads/2011/09/plan-municipal-de-desarrollo-
culiacan.pdf Consultado el 29 de enero de 2013 FAO (sf). Agua. Disponible en http://www.fao.org/nr/water/issues/scar
Lautze, J. y Manthrithilake, H. (2012). 'Seguridad hídrica: conceptos antiguos, paquete nuevo, qué
¿valor?' Documento de debate 1250 de GWF, Foro mundial del agua, Canberra, Australia. Disponible en:
http://www.globalwaterforum.org/wp-content/uploads/2012/11/Water-security_Oldconcepts-new-package-so-what-GWF-1250.pdf?9d7b
Consultado el 30 de noviembre de
2012.
Ojeda-Bustamante, Waldo, Sifuentes-Ibarra, Ernesto, Íñiguez-Covarrubias, Mauro, &
Montero-Martínez, Martín J .. (2011). Impacto del cambio climático en el desarrollo y requerimientos
hídricos de los cultivos. Agrociencia, 45 ( 1), 1-11. Recuperado en 18 de noviembre de 2012, de
Padowski, JC y JW Jawitz (verano / otoño de 2009). “El futuro del agua global
Escasez: desafíos y oportunidades de políticas y gestión ” The Whitehead Journal of Diplomacy and
International Relations. Ex-Ante: Priorizando nuestro futuro, Volumen X, Número 2 págs. 99-114.
Disponible en:
http://blogs.shu.edu/diplomacy/files/archives/08%20Jawitz_Layout%201.pdf Consultado el 11 de noviembre de
2012. Asimismo en el sitio de la revista:
http://blogs.shu.edu/diplomacy/archived-issues/ex-ante-prioritizing-our-future/
Rio + 20 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible. Planeta bajo
Presión: nuevos conocimientos hacia soluciones. Rio + 20. Documento de política 1. Seguridad hídrica
para un planeta bajo presión. Transición a la sostenibilidad: retos y soluciones interconectados. Disponible
en: http://www.diversitasinternational.org/resources/outreach/PolicyBrief%20Rio20%20WaterSecurity%20Spanish.pdf
Consultado el 29 de noviembre de 2012 “Escasez de agua: La importancia de Water & Access” disponible
en: