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Exposicion Constitucional
Exposicion Constitucional
GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y
SOCIALES
TEMA:
LA NORMA JURIDICA Y LA NORMA CONSTITUCIONAL
ESTUDIANTES:
Edwin Hamilton González Botello
Kevin Esteban Ordoñez Arévalo
Mirna Yamila García Martínez
Hilvis Yolanda Arias Simón
Esta investigación jurídica se llevó a cabo con la finalidad de poder indagar sobre
temas importantes dentro del curso de Derecho Procesal Constitucional y de esta
manera poder enriquecer nuestro conocimiento.
OBJETIVOS
Conocer las diferencias existentes entre las normas jurídicas y las normas
constitucionales.
La norma en sentido amplio es toda regla de conducta obligatoria o no. En sentido estricto
es toda aquella regla de conducta que impone deberes o confiere derechos.
El tratadista mexicano Máximo pacheco nos dice que la norma jurídica “es una norma de
conducta exterior, bilateral, imperativa y coercitiva que regula las acciones del hombre con el
fin de establecer un ordenamiento justo de la Para Juan Ramírez Gronda, la norma jurídica
es una regla que impone un deber ser coercitivo, es decir que confiere a cierto acto el
carácter de acto jurídico o antijurídico.
La norma jurídica es el mandato o regla que tiene como objetivo dirigir el comportamiento de
la sociedad. En concreto, la norma jurídica confiere derechos e impone deberes a los
individuos de la sociedad. Toda norma jurídica debe respetarse por los individuos, ya que, si
se incumple puede suponer una sanción.
Las normas jurídicas pueden diferenciarse de otro tipo de reglas del Derecho por sus
características:
Bilaterales: existen dos partes, la parte que debe cumplir las normas y, por otro lado, la
parte encargada de exigir su cumplimiento.
Coercible: La norma jurídica, admite y con frecuencia prescribe, el uso de la fuerza para
obtener el cumplimiento o la efectividad de las mismas de tal manera que en el derecho se
permite el uso de la coerción para posibilitar la positividad de sus preceptos, es decir que el
cumplimiento se puede obligar a través de sanciones.
Heterónomas: Es impuesta por el Estado, por lo cual el individuo que se debe someter a
ellas.
En relación con la naturaleza de las normas jurídicas, ha sido desarrollada una amplia
variedad de teorías. Sin embargo, en la actualidad las más importantes y representativas
son estas dos:
Tesis imperativista: afirma que el elemento nuclear de toda norma jurídica es la orden o
mandato mediante el que un sujeto dotado de poder jurídico impone a otro sujeto la
realización de una determinada conducta, positiva o negativa.
A) Tesis imperativistas
Las explicaciones imperativistas de la norma jurídica son muchas y variadas. Sin embargo,
hay un punto de encuentro del que todas ellas parten: la afirmación de que el núcleo central
constitutivo de la norma jurídica es una orden que emite un sujeto jurídico con el propósito
de obligar a otro sujeto a que realice (contenido positivo) o deje de realizar (contenido
negativo) una determinada conducta.
Por tanto, puede considerarse como mensaje típico de la doctrina imperativista, no sólo la
afirmación de que la norma jurídica es una orden de actuación dirigida por un sujeto a otro y
manifestada a través de signos o palabras, sino también la presencia de una amenaza de
sanción que cuenta con el respaldo del poder soberano de que está investido el sujeto que
emite la orden.
Ahora bien, este imperativismo originario (que podemos calificar como “superestricto”) no ha
sido insensible a las numerosas insuficiencias señaladas por sus críticos. Por ejemplo, las
basadas en la constatación de que el Estado no es el único creador del Derecho o de que
éste se compone casi siempre de múltiples tipos o clases de normas.
Así, nos encontramos con una serie de normas en las que resulta muy difícil o del todo
imposible descubrir algún vestigio de carga imperativa, tales como las normas que conceden
facultades, las que establecen el alcance o el límite de vigencia de otras normas, las que
atribuyen competencias, o las que determinan la forma de creación de otras normas. Estos
tipos de normas no contienen realmente signo ninguno de mandato o imposición de un
sujeto jurídico a otro sujeto jurídico.
B) Tesis antiimperativistas
Así, el elemento esencial de la ley es siempre el juicio de la razón, que dictamina qué actos
deben ser realizados por ser justos y buenos, y qué otros actos no deben ser realizados por
ser injustos y malos.
De ahí que la fórmula representativa de toda norma jurídica fuera precisamente ésta: “Si es
A, entonces debe ser B”. Por ejemplo, si alguien comete homicidio (en la hipótesis de que
alguien cometa homicidio), será (deberá ser) castigado, como homicida, a la pena que se
contemple. Y así, esta norma no ha de ser interpretada como un mandato o prescripción de
no cometer homicidio, sino como un juicio hipotético acerca de las consecuencias que deben
producirse en el supuesto de que tenga lugar el homicidio.
La opción imperativista y la opción antiimperativista son solamente los dos enfoques más
generalizados y representativos durante los siglos XIX y XX en relación con la naturaleza de
la norma jurídica. Pero a lo largo de la historia del pensamiento jurídico han sido formuladas
otras muchas explicaciones alternativas.
Entre ellas podemos señalar aquellas que definen el Derecho como:
Organización natural de los grupos humanos,
Conducta correlativa,
En todas ellas las normas jurídicas no desempeñan la función primaria de imponer a los
destinatarios determinadas órdenes de hacer o no hacer.
Esta conclusión no impide reconocer, sin embargo, que esas órdenes o mandatos
presuponen también algún juicio de valor acerca de las conductas que imponen.
Es lógico. Cuando la norma jurídica manda, prohíbe o permite unas determinadas conductas
frente a otras, lo hace porque, en base al dictamen valorativo de la razón, considera que eso
es lo más justo y razonable.
El mensaje directivo de las normas jurídicas se encuentra polarizado en torno a estos dos
núcleos centrales:
Una condición o supuesto al que se supedita el nacimiento de ese deber (el supuesto
jurídico)
Conforme a este punto de vista, se entiende que, dado que las normas jurídicas imponen
siempre alguna conducta en el supuesto de que se produzcan los hechos previstos como
condición, su estructura lógica puede ser representada en una fórmula del siguiente tenor:
El supuesto jurídico.
El inicio del deber que la norma jurídica impone de hacer o dejar de realizar una determinada
conducta depende siempre de que se den o no se den ciertas circunstancias o supuestos
que la propia norma jurídica específica, unas veces de forma completa, exhaustiva y
explícita, y otras veces de manera implícita. Es decir, el nacimiento de ese deber está
subordinado a la presencia de esa realidad, que es designada habitualmente con el nombre
de supuesto de hecho o supuesto jurídico.
El supuesto jurídico es, pues, todo aquellos que entra en la previsión de las normas jurídicas
como condición para que se dé la consecuencia.
La consecuencia jurídica
La mayoría de los autores sostiene que el contenido fundamental de toda norma jurídica es
la imposición de la conducta que han de realizar los sujetos obligados en cada caso. Por
eso, afirma también que la imposición de deberes es la “consecuencia” característica de las
normas jurídicas.
Este hecho ha propiciado el debate sobre cuál de los dos (deber o derecho) es el elemento
nuclear de la consecuencia, si bien existen buenas razones para inclinarse por la tesis de la
primacía del deber. En efecto, lo que sucede en la mayoría de los casos es que, si bien la
norma incluye también la atribución de un derecho correlativo, la consecuencia o efecto
directamente prevenido en esa norma se concreta en la imposición de un deber.
Por ello, parece razonable concluir que el deber es siempre el contenido nuclear de todas o,
al menos, de la mayor parte de las normas jurídicas.
El método pragmático consiste en tales casos en tratar de interpretar cada noción trazando
sus consecuencias prácticas respectivas. ¿Se deducen diferencias prácticas de que sea
cierta tal noción y no la otra? Si hay diferencias prácticas, esas consecuencias prácticas
constituirán el significado de la noción; si no hay consecuencias prácticas, significando las
alternativas prácticamente la misma cosa, toda disputa es vana.
Allí donde una norma ha sido prevista para ser aplicada, necesariamente habráinterpretación
De ahí que habiéndose inspirado nuestro derecho constitucional en la doctrina española,
para la cual la Constitución es derecho positivo vigente, es
a jurídica que debe ser aplicada; entonces debemos concluir que existe obviamente, conmay
or razón, una interpretación constitucional. Bien relaciona en el tiempo César Landa el
desarrollo de los derechos fundamentales con la interpretación, pero no debemos pasar por
alto que ello se debió a que tal desarrollo se plasmó en normas jurídicas destinadas a ser
aplicadas, en la incorporación normativa de derechos constitucionales subjetivos que
quedaban sujetos a aplicación por los órganos encargados de administrar
justicia constitucional.
El Método de Interpretación Constitucional.
Del Art. 138° de la Constitución se establece que los jueces preferirán la aplicación de la
norma constitucional frente a cualquier otra norma en caso de incompatibilidad. El método
de interpretación constitucional presupone, entonces, que toda interpretación implementada
conforme a los criterios y teorías ya desarrollados, se somete a lo establecido en la
Constitución, es decir, deberá siempre preferirse la interpretación quesea conforme o más
conforme a la Constitución. Así, si por su alcance (ya sea por ser restrictiva o extensiva) o
por su fuente o por su método, se llega a una interpretación que termine transgrediendo
alguna norma del texto constitucional, no quedará más remedio que recurrir a la
interpretación que en cada caso quede como alternativa, siempre, claro está, que la elegida
se someta a lo previsto en la Constitución. Víctor García Toma señala que desde el punto de
vista doctrinario es posible establecer cuatro tipos de interpretación constitucional, que son:
a) Interpretación de la Constitución.
Los Principios de Interpretación constitucional.
Estos Principios que, entre otros autores cita el Dr. Aníbal Torres Vásquez, comúnmente
Son aceptados como los siguientes:
Por este Principio, la Constitución se interpreta como un todo o una unidad, sin considerar
sus disposiciones como normas aisladas.
b) Principio de la coherencia.
Principio éste por el cual no deberían tener cabida las contradicciones entre las normas
constitucionales. Postula la concordancia entre las distintas normas constitucionales que
protejan diferentes bienes jurídicos.
c) Principio de la funcionalidad.
Por el que se busca el respeto a las competencias delos distintos órganos, conforme al
diseño preestablecido por la Constitución. Así, ningún órgano estatal invadirá el ámbito
competencial de otro, lográndose de esta manera un trabajo coordinado y en armonía.
d) Principio de la eficacia.
También se utiliza la denominación “in dubio pro homine” para referirse a este principio.
Por este principio, en caso de duda, ésta se dilucidará a favor de la libertad del ser humano,
como garantía de la efectiva vigencia de los derechos (subjetivos) fundamentales.
Esta interpretación persigue como objetivo esencial una Carta que tenga duración como
texto normativo y como programa político.
Implica que cada régimen político significa una especial concepción de la sociedad y el
Estado. La interpretación constitucional tenderá así a afianzar el régimen político adoptado
por la sociedad a través de la propia Constitución.
Conclusiones Generales
La Interpretación Jurídica es de vital importancia, pues el Derecho sólo puede será aplicado
tras ser interpretado. Por tanto, no puede haber Derecho sin Interpretación.2°.- La
Interpretación jurídica no sólo permite la aplicación del Derecho, sino que además va más
allá: descubre su mensaje correcta o incorrectamente; le da su verdadero significado,
alcance y sentido o se lo quita; lo acerca a la Justicia o a la Injusticia.3°.- El desarrollo de
tantos métodos para interpretar la norma, o el derecho en general, demuestra que el estudio
de la interpretación nunca termina por descubrir, ni totalmente y de manera inequívoca ni
satisfactoriamente, el mensaje expresado en la norma; sólo aspiramos a aproximarnos lo
más posible a esta meta
Se llaman nacionales aquellas disposiciones normativas que se aplican a un solo país; por
ejemplo, nuestro código penal, la ley de almacenes generales de depósito. Son norma
extrajeras, las que solo tienen vigencia en otro país, por ejemplo la constitución de
Honduras, el código penal de Colombia. Son normas jurídicas uniformes las que se pueden
aplicar en dos o más países por mutuo acuerdo. A estas normas jurídicas uniformes también
se les denomina Internacionales; por ejemplo podemos citar los tratados internacionales
celebrados entre dos o más Estados. Tal es lo que sucede con el Código de derecho
Internacional Privado, el Tratado General de Integración Económica Centroamericana.
Por su fuente:
Son legislativas las que tienen su origen en el poder legislativo del Estado. Consuetudinarias
las que se originan en la costumbre, esto es, la práctica repetida de una determinada
conducta que se considera socialmente obligatoria. Jurisprudenciales, las que se basan en
las sentencias y resoluciones de los tribunales de Justicia.
Son generales las que tienen validez en todo el territorio del Estado. Son locales las que
tienen validez solamente en una parte determinada de ese territorio. En los estados
federales son normas generales las que tienen validez para todo el territorio de la
federación; son locales, las que solo tienen validez en las diferentes entidades federativas o
estados que la componen. En los estados unitarios, como el nuestro, las norma son
generales, que por tanto, solo se aplican dentro de su correspondiente territorio, por lo que
son locales.
Pueden ser de vigencia determinada o de vigencia indeterminada las primera son aquellas
cuyo ámbito temporal de validez se encuentran establecidos de antemano, es decir, cuando
comienzan a ser obligatorias y cuando dejaran de serlo. Las de vigencia indeterminada por
el contrario, son las que no tienen establecido cuando se iniciará y cuando terminara su
vigencia.
Este punto de vista para clasificar las normas jurídicas se refiere a las diferentes ramas del
derecho. Para su comprensión estudiar el punto sobre la clasificación o división del derecho.
Aquí se toman en cuenta cuales son las personas obligadas por las normas jurídicas, de
manera que estas pueden clasificarse en genéricas e individualizadas. Las primeras obligan
a todos los que se encuentran en el supuesto previsto, por ejemplo las constituciones, los
códigos, las leyes ordinarias, los reglamentos. Las segundas obligan solo a determinadas
personas por referirse a situaciones jurídicas en particular; tal es lo que sucede con los
contratos, las sentencias, los testamentos.
Desde este punto de vista se les clasifica en: constitucionales, ordinarias, reglamentarias e
individualizadas.
Por su sanción:
Atendiendo a este criterio, las normas jurídicas se clasifican en perfectas, más que
perfectas, menos que perfectas e imperfectas.
Las normas perfectas establecen una sanción idónea para suprimir la infracción, castigando
con la nulidad la inexistencia del acto. Las normas más perfectas tienen por objeto imponer
un castigo, exigiendo además una reparación pecuaria del daño al sujeto que haya
lesionado algún derecho. Esta sanción aparece cuando no puede reponerse la cosa
lesionada al Estado que guardaba antes del daño. Las normas menos que perfectas son
aquellas cuya sanción no anula el acto violatorio pero establecen penas para que quien ha
causado el daño. Las normas imperfectas carecen de sanción. Son muy numerosas en el
derecho público y, sobre todo en el internacional.
Por su cualidad:
Desde este punto de vista, se clasifican en positivas y negativas. Las primeras también se
denominan permisivas y atribuyen a una persona la facultad de hacer o de omitir algo. Las
negativas, llamadas también prohibitivas, prohíben determinado comportamiento, ya sea de
acción o de omisión.
Se clasifican en primarias y secundarias. Aquellas tienen sentido pleno por ellas mismas;
estas son complementarias de las otras, teniendo solo sentido cuando se les relaciona con
ellas.
Las de iniciación son las que establecen el momento en que entraran en vigor otras normas,
por ejemplo cuando un artículo transitorio de una ley hace referencia a la fecha en que esta
deba iniciar su fuerza obligatoria.
Las de duración son aquellas que establecen el tiempo de vigencia de la norma, y que,
generalmente, se encuentran contenidas en los transitorios de la misma norma.
Las de extinción son las que quitan la vigencia u obligatoriedad a la norma la cual puede ser
total o parcial; las primeras son abrogatorias y las segundas derogatorias.
Las declarativas o explicativas son las que precisan o explican algunos conceptos
abundando en conceptos para hacer más claro el contenido de la norma jurídica.
Las permisivas son las que establecen el caso de excepción con relación a otras normas.
Las interpretativas son aquellas que facilitan el conocimiento del contenido de otras, toda
vez que existen normas jurídicas que no son claras entonces aparecen otras disposiciones
interpretando puntos obscuros de las anteriores.
Las sancionadoras establecen las sanciones que deben imponerse a quienes infringen el
proceso primario.
Las taxativas son las que mandan independientemente de la voluntad de aquellos a quienes
obliga. Las dispositivas son las que pueden dejar de aplicarse por voluntad de las partes, es
decir, valen solo mientras las partes así lo quieran.
LA NORMA CONSTITUCIONAL
La constitución, como norma superior permite construir un sistema de jerarquía, a partir del
cual se deriva el resto del ordenamiento jurídico, la posición privilegiada de la carta permite
que sea considerada como último dispositivo del reconocimiento de derecho y el primero al
incitar la formación y estructura del Estado; sus características permiten que sea
interpretada de acuerdo a los cambios sociales. Su extremo poder vinculante, su marcada
ambigüedad, pero al mismo tiempo su alto contenido político y axiológico.
La constitución, la mayoría de las veces se nos presenta de dos formas: Como un todo, vale
decir, con un complejo sistemático de proposiciones normativas, o como una norma cargada
de una peculiar forma de obligar. La norma fundamental no deja ser una norma
esencialmente jurídica aun cuando sobre ella, insistimos, se vierta en demasía toda una
mezcla con notables ingredientes axiológicos, políticos y sociológicos; Ella, después de todo
se presenta en forma de precepto imperativo, facultativo y estructural tal y como lo hacen las
normas jurídicas inferiores.
SU EXTREMO PODER VINCULANTE:
Al insertarse, por obra del constituyente, en un cuerpo normativo superprotegido, con base
en el cual se erigen como fundamentales una serie de derechos y garantías, la norma
constitucional exige su plena observancia, no solo de las autoridades públicas, si no, en
igual forma, de toda persona natural o jurídica nacional o extranjera que se considere
miembro activo o pasivo del grupo social.
DISCIPLINAS JURIDICO-CONSTITUCIONALES:
Al referirnos a este punto de la exposición vamos a concluir que en el afán de lograr una
mayor y mejor sistematización de la materia, y para que el estudio de la misma responde a
un método aceptado por la doctrina, es que se distinguen distintos segmentos de la
disciplina.
La unidad.
El marco material del ordenamiento jurídico está compuesto por los factores sociales,
económicos, políticos, sociológicos y religiosos hayan creado la necesidad que viene a suplir
esa norma. Esta norma cuando sale a la luz debe contener solución a las necesidades
creadas por los componentes mencionados
Se refiere a que las normas no existen por si solas, aisladas unas de otras, sino que, las
mismas forman parte de un todo junto a las demás normas del ordenamiento jurídico.
Este fundamento según Kelsen se encuentra en el hecho de que toda norma es válida
porque existe un superior que sustenta esta validez, de esta forma, el ordenamiento jurídico
esta jerarquizado a través de un orden en el que existen normas superiores y normas
inferiores. Se organiza según esta pirámide:
Lagunas normativas y axiologicas.
Existe una laguna normativa cuando un determinado caso concreto no puede subsumirse en
los géneros normativos legales de sistema. Son los vacíos legales, es decir, son los temas
no regulados por el ordenamiento jurídico, con la característica que debieran ser regulados
por las normas del derecho positivo.
Lagunas axiológicas.
Son aquellas en las que, no obstante existir una norma jurídica que regule el caso, el
juzgador considera que la decisión lógica, que se inclina por pensar que el legislador, al
hacer la previsión general, no ha comprendido ese caso concreto, puesto que de haberlo
tenido en cuenta hubiera adoptado una decisión diferente de la que resulta de la aplicación
del derecho según la fórmula legal existente.
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA