EL ALCOHOL Y EL

Corteza Cerebral: El alcohol deprime los centros inhibitorios de

CEREBRO
comportamiento, haciendo que la persona que bebe tenga menos
inhibiciones; ralentiza el procesamiento de la información de los
ojos, boca y otros sentidos; también inhibe los procesos de
pensamiento, razón por la cual les es difícil pensar claramente.
A corto plazo, el alcohol puede causar apagones, es decir, cortos
lapsos de memoria en el que las personas se olvidan de lo que
ocurrió en tramos de tiempo

Cerebelo: El alcohol afecta a este centro de movimiento y el

equilibrio, lo que da como resultado una falta o alteración del
equilibrio y a lo que se le llama “fanfarronería”.

Hipotálamo: El alcohol deprime los centros nerviosos en el

hipotálamo, los cuales controlan la excitación sexual y el
rendimiento. Puede provocar que el impulso sexual aumente y el
rendimiento del mismo disminuya.
Médula: Es el área encargada de funciones automáticas como la
respiración, conciencia y temperatura corporal. El alcohol provoca
somnolencia; también puede provocar respiración lenta y baja
temperatura.