Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESQUEMA. Se pone el objeto ante la menee, o en la realidad, como si fuera un boceto (un
paisaje, una caza de té o el rostro de un anciano), o se lo pone en la memoria, donde se
convierte en un boceto que procede del recuerdo de una imagen-objeto definida.
TIEMPOS DEL PROCEDIMIENTO. Ninguna pausa para pensar la palabra precisa: solo
acumulación infantil de palabras escatológicas básicas hasta sentirse satisfecho. Eso
desembocará en un grandioso ritmo de adición al pensamiento de acuerdo con la Gran Ley de
la ocasión, el timing.
TIMING. Nada puede detenerse si fluye en el tiempo y según las leyes del tiempo - el énfasis
shakesperiano de la necesidad dramática de hablar en el momento, de manera inalterable y
con una lengua acuñada para siempre - nada de correcciones (excepto obvios errores
racionales, cales como nombres o inserciones calculadas, es decir, no actos de escritura sino
inclusiones).
CENTRO DE INTERÉS. No empezar con una idea preconcebida de lo que se dirá sobre la
imagen, sino con un cenero de interés, la joya, tema de la imagen en el momento de la
escritura, y hay que escribir hacia delante, nadar en el mar de la lengua hasta ganar la cosca de
la liberación periférica y la extenuación - nada se piensa dos veces, salvo por una razón
estrictamente poética o si se agrega un post scriptum. Nunca hay que volver a pensar algo para
"mejorarlo" o solventar una impresión, la mejor escrirura es siempre la más dolorosamente
personal, aquella que fue arrancada por la fuerza de los cuidados de la cuna - hay que cantar
por uno mismo la canción de uno mismo - ¡sopla!, ¡ahora! - la manera propia es la única
manera posible - "buena" o "mala" - siempre honesta ("cómica"), espontánea, "confesional",
interesante porque no está mediada por el "oficio". El oficio es el oficio.
ESTRUCTURA DEL TRABAJO. Las extravagantes modernas estructuras (ciencia ficción, etc.)
proceden de un lenguaje muerto, los temas "diferentes" dan la ilusión de una "nueva" vida.
Hay que seguir crudamente los contornos del movimiento alrededor del tema, como la roca en
el río, para que la mente fluya sobre la joya del centro (que el espíritu ruede, aunque sea una
vez) hasta ganar un pivote, donde lo que era un “comienzo" muy vago se convierta en una
necesidad aguda de "conclusión" y el lenguaje se acorte en una carrera contra el tiempo en el
curso mismo del tiempo - una carrera que
siga las leyes de la Forma Profunda, hasta la conclusión, las últimas palabras, la última gota - la
Noche es el Final.
ESTADO MENTAL. Cuando resulte posible, hay que escribir "sin conciencia" en un semi-trance
(como la "escritura en trance" de Yeats) y permitir que el inconsciente admita en sí mismo un
lenguaje desinhibido, de un interés necesario, "moderno" hasta un punto que el arte
consciente preferida censurar, y hay también que escribir con excitación, velozmente, con
calambres por tipear, según acuerdos mínimos (como desde el cenero hacia la periferia) con
las leyes del orgasmo, la "ofuscación de la conciencia" de Reich. Acabar desde adentro - irse a
lo distendido y lo dicho.