Nació en un mundo que no lo comprendía, un mundo que no esperaba su presencia; creció en un

mundo que aparentaba su inexistencia, un alrededor que lo reprochaba, que lo cuestionaba, que
amonestaban sus acciones; creció en una orbe de dificultades que le hicieron abrir sus ojos a
temprana edad, que le hicieron aprender a lo prematuro. Ahora puedo decir que no hay persona
que conozca que sepa hacer tantas cosas, que sepa desenvolverse en cualquier profesión como si
la hubiese estado practicando toda su vida, no conozco a alguien que sea tan simultáneo en sus
actividades, tan excéntrico y polifacético… Quizá de todo lo que aprendió le hizo falta aprender a
crecer en el amor… y no es que no hubiese amado jamás, es más encontró una y otra vez el amor;
incluso lo demostró constantemente con el cariño por sus hijos, pues ellos se convirtieron en el
tesoro más grande que pudo existir, no recuerdo alguna vez que el se negara a complacer la
felicidad de mi espíritu infantil puesto que se regocijaba con esa sonrisa enternecedora, no
recuerdo que hiciera todo mal pues solo puedo recordar aquel amor desbordante por hacer las
cosas bien para nosotros, un padre atípico que se especializó en sinfín de actividades para seguir
hacia adelante, la persona que me miraba con ternura cuando yo enojada no podía descifrar las
letras o quien un poco cascarrabias cocinaba esos platos tan exquisitos, quien me enseñó a
montar bicicleta, quien bailo conmigo el vals, quien aplaudía y gritaba más que todos los padres
cuando recogía mis calificaciones o me entregaban una mención de honor, recuerdo que siempre
intento ser mejor como cuando me acompaño por primera vez en mi intento por entrar a la
universidad, o quien me presentaba con orgullo a sus conocidos. También me enseñó a crecer con
dificultades para desarrollar mis cualidades, también se sigue enorgulleciendo cada vez que nos
encontramos y también me sigue viendo todavía con ojos de ternura, los cuales tras 63 años no
dejan de sorprenderse, también es el mejor abuelo que halla visto jamás, también fue el mejor
padre que me acompaño en el momento que más lo necesite.