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Este libro fue seleccionado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes para el Fondo del Libro y la
Lectura del año 2018 en la línea de Creación.
Marcelo Gatica Bravo
HISTORIA UNIVERSAL
DE UNA TRENZA
A mi madre
a mis abuelas
I
Gloria Fuertes
HISTORIA UNIVERSAL DE UNA TRENZA
8
Primavera 1957
remoto.
silencio blanco.
9
Invierno 1945
otro.
10
Otoño 1960
11
Primavera 1978
Caerán a tu lado
mil, Y diez mil a tu
diestra; Mas a ti
no llegarán. No te
sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu
morada. Pues a sus ángeles
mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te
llevarán, Para que tu pie no
tropiece en piedra.
Salmos 91: 7-12
sospechó el verdadero
oficio de la abuela)
12
Primavera 1967
y del otro.
13
Otoño 1950
cruz oxidada.
14
Invierno 1988
mi tiempo abismal.
15
Primavera 1963
microscópico.
16
Invierno 1977
17
Primavera 1985
de matemáticas:
18
Otoño 1985
19
Invierno 1985
20
Otoño 1998
dicha.
21
23
II
DECÁLOGO SILENTE
23
I
mundo.
24
II
del cuerpo)
25
III
26
IV
27
V
gruesa.
28
VI
29
VII
30
VIII
cargado a cuestas.
mano.
31
IX
No te confundas.
necesario.
relojes metálicos.
animales celestes.
en el corazón.
32
X
un paso solar.
33
35
III
PENÚLTIMOS ATARDECERES
Blanca Varela
35
00/00/06
entre un cuerpo y
un espíritu en vuelo.
en las entrañas
el vértigo de la huida.
vocabulario
36
00/00/05
Estallar
y gemir
blanquecina de la
puerta
que ya es una
nebulosa.
37
00/00/04
ángeles,
aquel agujero
negro.
desechables
invisibles a la luz.
Ahora,
fisonomías tragadas
mi madre.
Ahora,
intransferible de texturas y
colores
38
y adentro hay temblores oceánicos.
Ahora,
39
00/00/03
columpia en el corazón.
días inconclusos.
Escarbas en aquella
40
00/00/02
otros se hunden en
palabras y cifras.
como un abecedario
secreto.
mundo.
41
00/00/01
A mi madre
Estábamos en lo penúltimo
Estábamos a la espera
Afuera:
Adentro:
Afuera:
Adentro:
un océano cósmico.
42
00/00/00
Te sumerges en la arena
de la noche.
Mientras tanto,
comienza a florecer
un ángel de luz,
un roble en tu costado.
43
IV
CORTE
Elvira Hernández
45
CORTE
¡Corte!
Aserrada
la Historia con mayúsculas
en diminutas astillas.
¡Corte!
Ahora es escribir
en el margen nuestra travesía
en el desierto.
¡Corte!
Aquella tarde
no había
luz. Sólo
unos ojos oscuros donde
no hay posibilidad
de avistamiento de la luz
en ninguna de sus formas.
¡Corte!
46
Y en su reemplazo aparece un lenguaje
silente y áspero
que agita el cuerpo
y cuya onda expansiva
¡Corte!
¡Corte!
En casa,
dos rituales:
Cada hoja,
cada pétalo
cada palabra
fulminadas por la combustión del miedo.
47
Luego frente al espejo
sin decir una palabra
con la dignidad de Juana de Arco.
Nos rapamos el cabello, el corazón y los ojos.
¡Corte!
¡Corte!
¡Corta! ¡ Hija!
¡Corta!¡Mamá!
(A veces
las tijeras rompen la piel
como si fuera tierra
arada
que en su momento florecerá
como roca viva)
48
LA RISA DE UN 4 DE SEPTIEMBRE
49
Por alguna triste razón nos separaban ciertas calles
apócrifas.
Quizás,
el miedo.
Aunque frente a un espejo
en la Plaza de Armas
todos éramos peones.
50
4 DE OCTUBRE
tragó todas las flores de Cauquenes. Donde tocaba tierra está se volvía
debían ser como mortajas como monjas en luto. Aterrizó un tal Arellano
Stark y fue recibido en el Club Social del pueblo por los patrones de
fundo.
51
Aquellos que se persignaban en la trinidad y que no se golpearon el
uva semiseca las que dan un vino exquisito para unos hoteles
Pero el espíritu
es otra cosa.
52
EL ÚLTIMO TREN (1974)
A mi abuela Rosa
El ojo
inmóvil
y girando
como un torbellino
y atrapando
todo el horizonte
de la tarde.
53
Entre lo efectivo y la eficacia
bajo las armas
los trenes
se iban alejando como esos finales
amarillos
marchitos
de las películas de vaqueros de las 5 de la tarde.
54
Ya no volverían
los viajes a Chillán donde
bajo la luvia en Parral el abuelo bajo una tarde gris
abrió el corazón
de barro de Rosa
y la abuela por primera vez
pudo descansar sobre un roble
pese
a que hubo día
que bajo una lluvia de navajas
pendió sólo
un diminuto paraguas
de nube
que fue lo más parecido
a un globo de agua.
El roble y la rosa
el agua y el viento
reescribieron juntos un poema
de amor a sangre y a espíritu.
En sus ojos
se podía
ver la geometría
de las líneas del tren
como una catarata
transparente.
Todo
cabía el iris de la abuela.
55
Mientras guardaba el boleto
sin viaje
ni tacto.
Mi diminuto
corazón de niña.
Se columpiaba
en el ritmo
cardíaco
de la abuela
Rosa.
En esa esquina
del corazón
nebulosa
que pese
al murmullo metálico
y cierta
lluvia de pájaros oscuros
atrapamos
la hora exacta
de la partida
bajo la piel
fotografiamos
aquel tren que no volvería
ese sonido
del origen.
56
RELOCA EL CAMPO DE LOS INGENUOS
57
Éramos ingenuos en Reloca.
Tontamente
bellamente
ingenuos.
58
Reloca multiplicada por cientos
campos
en las coordenadas geográficas
de una memoria
sin raíces
ni donde posar la cabeza
Éramos tontos
e ingenuos
y felices en los campos de Reloca.
Embarcados
en un naufragio de tierra
y de barro
y de sal
y de sol
y de horizonte
sin saberlo
pero con la sensación
de vivir bajo
los efectos
de un televisor a color.
59
V
MAMÁ Y
EL REINO DE AGUA
Pero mamá,
¿acaso no hay gente también
que solo vive para
ver las cosas hermosas?
62
COPIA DEDICADAS A LA TÍA MARÍA
Afinando la semilla,
decías - pensando que luego seríamos árboles.
63
A ciencia cierta
se que un poema no puede contener
la luminosidad
de tu sonrisa
ni la extensión
continental de tus abrazos.
Me recreo
en la memoria
vuelvo al cuaderno
de caligrafía
y la palabra mar se me hace más
ancha
y la palabra María tiene
un sonido
un fuego que no se desvanece
con nada.
64
PINGÜINA
Nada de doncellas
Ni barbies.
Envuélvete en la tierra
que es lo más parecido a la sangre.
65
Nada de yugos.
El horizonte
en este pueblo
es cuadrado
y plano
geométricamente
inverso para las mujeres.
¡Hijita estudie!
66
EL PESCADOR DE COLMENAS
tanto aire acumuladas. Pero no se cansa del aire, del caminante, del
67
Cree en la risa del adulto niño: aquel diablillo encarnado, con el
tarde sino la vida. Si fue poeta, fue el más rico de todos. Nunca le
68
A LAS RANAS SE LAS COMIERON LOS
EUCALIPTUS
69
En los pasillos de las fábricas de papel, en los áticos de
Chile. Alguien toma el control y decide exterminar los
árboles silvestres de los campos de Reloca.
70
EL PATIO DE AGUA
Y el patio se llenará
de un cielo vertical.
Una
llama
de tiempo
donde cabe el color
rojo de mi rubbik
del agua.
En el ojo del patio
la abuela traduce del viento
el lenguaje
de los ángeles.
Y el patio se llenará
de libélulas y abejas
flores al vuelo.
Cabros chicos que
sueñan en ser árboles
frente al peso de las estatuas.
Y el patio se llenará
de sol y fuego
Bajo
la geología
de la trenza
se ancla
como memoria
como ventana
como veleta
de espíritus
un magma oceánico
que refresca
la piel para dar el siguiente paso de agua.
71
ÍNDICE
DECÁLOGO SILENTE
I 24
II 25
III 26
IV 27
V 28
VI 29
VII 30
VIII 31
IX 32
X 33
PENÚLTIMOS ATARDECERES
00/00/06 36
00/00/05 37
00/00/04 38
00/00/03 40
00/00/02 41
00/00/01 42
00/00/00 43
CORTE
Corte 46
La risa de un 4 de septiembre 49
4 de octubre 51
El último tren (1974) 53
Reloca el campo de los ingenuos 57