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El capitalismo propone que el dinero marque la medida del intercambio de bienes y servicios, y
que sea obtenido de diferentes formas:
Para que todo ello sea posible, es necesario que exista la propiedad privada, y que el ejercicio
productivo y comercial sea libre, o sea, que cada quien invierta en lo que quiera y coseche los
frutos o las pérdidas que el mercado le depare.
En las sociedades capitalistas, por lo tanto, las relaciones de producción y trabajo, y de consumo
de bienes y servicios, están determinadas respectivamente por un sistema salarial y un sistema de
precios. De esa manera, los individuos consumen lo que la cantidad de dinero que producen les
permite.
La sociedad entera funciona, entonces, buscando obtener un beneficio, esto es, un ingreso
económico mayor a los egresos, que permita un excedente de capital (con el cual consumir,
invertir o ahorrar).
Ver también: Neoliberalismo
Por otro lado, el capitalismo construye una sociedad dividida en clases sociales de acuerdo a su
ingreso económico y posesión de capitales (o propiedades). Dichas clases sociales son, de acuerdo
a la mirada marxista del capitalismo:
La burguesía y alta burguesía, dueña de los medios de producción (fábricas, tiendas, etc.),
o de los grandes capitales de inversión.
La clase trabajadora, cuya participación en la sociedad es vender su capacidad de trabajo,
sea calificada (profesionales, técnicos) o no (obreros).
El lumpen o el sector improductivo de la sociedad.
Origen e historia del capitalismo
El capitalismo no siempre ha operado de la misma forma en que hoy lo hace. Aunque sus inicios
formales datan del siglo XVI y XVII, hubo importantes antecedentes en diversos momentos y
lugares de la historia.
Su antecedente más directo se ubica hacia el final del Medioevo, a medida que surgía de la
sociedad feudal una nueva clase social dominante: la burguesía, cuya actividad comercial permitía
la acumulación de dinero u otros activos (mercancía, y después maquinaria), lo cual es un rasgo
fundamental para el surgimiento de la lógica capitalista.
El espíritu del capitalismo clásico de la época fue comprendido por el economista y filósofo
escocés Adam Smith (1723-1790). Fue plasmado en su La riqueza de las naciones (1776), de donde
surgió el fundamento central del libre mercado, que aconsejaba la menor intromisión del Estado
posible.
Sus ideas fueron luego parte de la filosofía del Liberalismo del siglo XIX, época que presenció el
desarrollo del sistema de fábricas, y el gigantesco éxodo de las regiones rurales a las urbanas que
éste ocasionó, dando origen así a la clase obrera o proletariado.
Críticas al capitalismo
O sea, que el trabajo de los obreros es capitalizado por la burguesía, que extrae de ello una
plusvalía o ganancia, eximiéndose así de tomar parte en el trabajo.
Esta mirada, nacida en el seno de la brutal sociedad capitalista del siglo XIX, proponía que el
capitalismo reproducía la pobreza, yendo en beneficio únicamente de las clases pudientes, que
necesitaban de grandes cantidades de trabajadores que explotar.
Por otro lado, la crítica ecológica apunta a que la actividad industrial y el consumo de energía que
sostiene el modelo capitalista de producción es inviable e insostenible en el tiempo, ya que
impone un altísimo costo ecológico al planeta. El cambio climático, la contaminación ambiental y
la destrucción de ecosistemas son parte de las responsabilidades que se le achacan al modelo
capitalista mundial.
Durante todo el siglo XX, el capitalismo en occidente y en otras partes del mundo se defendió
como la alternativa socioeconómica al comunismo. Este último era desarrollado por
los totalitarismos del bloque oriental.
El conflicto entre ambos modos de organización económica y social, conocido como la Guerra Fría,
enfrentó a Estados Unidos y la URSS como líderes de cada grupo, en los campos de la economía,
la innovación tecnológica, la influencia política y la fuerza militar. Sin embargo, fue un
enfrentamiento indirecto: ninguno de estos países le declaró la guerra al otro.
Por otro lado, hoy en día el socialismo se considera una doctrina que, inserta en el mundo
capitalista, intenta manejar a través del Estado el ejercicio del mercado para obligarlo a
responder a las necesidades económicas y sociales de la población.
Muchos países capitalistas de relativo éxito poseen modelos tildados de socialistas o, a lo sumo, de
socialdemócratas. Es decir que procuran “domesticar” el capitalismo para darle un rostro más
humano.
Fuente: https://concepto.de/capitalismo/#ixzz6X6lChv8b
Su origen se puede encontrar alrededor de los siglos XVI y XVII y su revolución surgió al
presentarse la revolución industrial en Inglaterra.
Tiene la característica de exigir demasiado del ser humano, y es considerado por algunas personas
como un régimen de explotación, aunque otros lo consideran como un régimen de libertad.
Aquí existe un derecho a tener una propiedad privada, y la clase social más alta es denominada
como burguesía capitalista.
Se trata de un sistema que substituye al feudalismo, pero que provoca la concentración de las
ganancias en unas cuantas manos.
En este régimen, las personas que concentran las riquezas, pueden influir directamente en el
gobierno, modificando la estructura socioeconómica en forma discrecional.
Fuente: https://www.ejemplode.com/53-conocimientos_basicos/2841-
ejemplo_de_capitalismo.html#ixzz6X6ixd2xR
https://economipedia.com/definiciones/capitalismo.html
Ventajas:
Lo positivo es el gran talento que tiene el capital personal para crear riquezas por medio
de la producción.
Tienen una gran capacidad para autoreformarse.
Fomentan habitualmente la iniciativa de cada persona, es decir la iniciación de un ejercicio
para así obtener beneficios en un futuro.
Desventajas:
El capitalismo internacional financiero fue un gran agitador de las guerras y mostró una
insensibilidad frente a los pueblos.
Pone delante la libertad propia, encima de los derechos humanos.
El reparto de la riqueza no es igual.
https://www.billin.net/glosario/definicion-capitalismo/