Está en la página 1de 4

EL DERECHO A LA FAMILIA POR PAREJAS DEL MISMO SEXO.

¿Es idónea la voluntad del constituyente al limitar conceptos referentes a la familia y a la


conformación de esta a través del matrimonio igualitario y la adopción homoparental?

El concepto de familia ha tenido grandes cambios a través de los tiempos. Las transformaciones
sociales han afectado su interpretación. La insurgencia de los grupos LGBTI durante el último siglo
promoviendo iniciativas que les permitan proteger sus derechos constitucionales, dan cuenta de que
existen diferencias en que las teorías tradicionalistas y conservadoras ya no funcionan para una
sociedad contemporánea donde la diversidad no pude ser desentendida ni mucho menos
desprotegida.

A lo largo de los años, las intervenciones con argumento moral y religioso han impedido llegar una
solución efectiva frente al concepto de familia que logre extenderse acogiendo a las parejas del
mismo. Fue necesario un cambio a fondo de la legislación colombiana en busca de un derecho
inclusivo que no discrimine, ni afecte, las garantías de los derechos que gozan las personas
pertenecientes a los grupos LGBTI, no solo como personas sino como familia.

El concepto de familia debatido en más de una ocasión por la Corte Constitucional colombiana se
ha derivado respecto al contenido del artículo 42 de la Constitución Política de Colombia, dicho
artículo no solo establece a la familia como órgano fundamental de la sociedad y de especial
protección por parte del Estado, sino que también lo limita a la familia conformada por un hombre y
una mujer consagrados por un vínculos naturales o jurídicos mediante el matrimonio.

Comprendiendo los nuevos alcances sociales y culturales que han transformado la realidad de la
familia en Colombia y muchos otros países, dándole cabida a todos los tipos de familia, cobijados
por el respeto y la protección que recibiría un núcleo familiar tradicional por parte del Estado.
Haciendo hincapié en el proceso de evolución del concepto en mención, cabe comprar la noción
tratada. En Puerto Rico se ha tratado el modelo de familia como “aquella estructura ideal capaz de
proveer balance emocional y seguridad a sus miembros”, uno de los conceptos más avanzados, pues
es inclusivo no solo con la familia conformada por parejas del mismo sexo sino que, incluye a todos
los tipos de familia, como pueden ser las conformadas por la madre y abuela, madre soltera, padre
soltero, etcétera. En este se entiende que cualquier tipo de familia es capaz de proveer una
estabilidad y brindar las necesidades que todos sus miembros requieren, dejando de lado la idea
tradicionalista de que esto solo lo puede brindar un núcleo familiar tradicional. Sin duda alguna este
concepto es uno de los más inclusivos y avanzados en Latinoamérica.
Es así que países como Puerto Rico, Argentina, Uruguay, Brasil, México, España, Francia y muchos
otros, han servido de ejemplo para que en Colombia no solo se reconozca como legal el matrimonio
a una pareja del mismo sexo, unida por vínculos de afecto con el fin de ayudarse mutuamente, sino
que también se les permita tener una familia en donde tengan la opción de tener hijos. Colombia ha
avanzado notablemente en la inclusión de parejas de mismo sexo en la legislación, principalmente
desde la sentencia C-577 de 2011, con la cual se reconoció este tipo de familia y se le declara los
mismos derecho y garantías con las que cuenta una pareja heterosexual. Sin embargo, se limita la
corte al no abarcar todos los temas referidos a lo que llega a extenderse la normativa colombiana
respecto a este tema, dejándolo abierto a una interpretación donde no se desconozca la sentencia ya
mencionada.

Bajo la jurisprudencia colombiana, caso expuesto en la sentencia C-577 de 2011 o la sentencia SU


214 de 2016, con base en las disposiciones constitucionales, se reconoce a las parejas homosexuales
casadas o que vivan en unión de hecho con las mismas garantías, derechos y obligaciones que las
parejas heterosexuales. Así mismo, el concepto de familia deja de entenderse de manera tradicional,
surgida del vínculo matrimonial de manera aislada y se interpreta bajo los parámetros del
pluralismo, entendido junto con el derecho a la igualdad y la no discriminación. Es así como se
construye en esta década un derecho inclusivo que se enfrenta a las construcciones ideológicas y
protege a las minorías afectadas por el desconocimiento de los cambios culturales de la nueva era.
En el entendido que todo ser humano tiene derecho a unirse libremente con otro, conformar una
familia encaminada a realizar plenamente un plan de vida, ejecutarlo de manera cómoda y en
condiciones de igualdad frente al desarrollo humano, esto quiere decir que es una sociedad como la
colombiana establecida como un Estado Social de Derecho no puede existir un trato
desproporcionado y diferenciado, las garantías para las minorías están plasmadas en la
Constitución, incluida en tal protección las personas homosexuales porque de no protegerse se ven
vulnerados los derechos a la libertad, dignidad humana y la igualdad.

En un sistema democrático y constitucional los ciudadanos no están caracterizados y separados, no


hay categorías humanas, por esto resulta inadmisible que las parejas homosexuales no puedan
contraer vínculos solemnes tales como el matrimonio o de manera natural mediante unión marital
de hecho, de igual manera, poder formar una familia basada en la cooperación y el respeto mutuo
entre padres e hijos. Además, en razón a la igualdad, la promoción de los matrimonios y uniones de
personas del mismo sexo no es causal para que el matrimonio heterosexual no se lleve a cabo, ni
para que los heterosexuales continúen procreando o no puedan adoptar, la aprobación de una no
excluye el cumplimiento de la otra.
En contraste, los salvamentos de voto o demandas de nulidad hacia las aprobaciones concurridas
por la Corte Constitucional, facultando a los órganos jurisdiccionales para establecer el matrimonio
civil y adopción homoparental, son controvertidas por diferentes organismos y personas de cuerpos
colegiados, tal es caso de la sentencia SU 214 de 2016 con el salvamento de voto del magistrado
Jorge Ignacio Pretelt Chaljub que dice la aprobación de estos temas como aborto, eutanasia ,
dosis personal, y ahora matrimonio y adopción homosexual, por parte de la corte, traiciona la
voluntad del constituyente y además no serán aceptados por el Congreso de la República, debido a
que estas conductas son rechazadas por la mayoría del pueblo colombiano y por esto solo podría
permitirse con una reforma a la Constitución Política y al Código Civil colombiano, mas no gracias
a reformas que evaden los debates en el Congreso y los controles judiciales y políticos. Entonces la
Corte Constitucional no puede pretender suplantar las grandes discusiones del constituyente.
Igualmente señala que para incluir a parejas del mismo sexo dentro de la institución del matrimonio
significaría una modificación de sus elementos esenciales y la alteración de la naturaleza jurídica,
convirtiéndolo en una figura jurídica totalmente diferente a la que está establecida.

Finalmente, con base en lo anterior se entiende que la familia es un derecho fundamental y el


matrimonio como medida directa de conformación de familia, y que, sin discriminar a nadie y
buscando proteger los derechos de todas las personas. El Estado colombiano crea un concepto que
va mucho más allá que la concepción de un vínculo jurídico y “natural”. Es inconcebible entonces
que todo el avance jurídico que ha desarrollado la Corte Constitucional no se vea materializado en
la realidad. Aunque las personas pertenecientes a la Comunidad LGBTI han alzado su voz,
visibilizando la discriminación en razón de su orientación sexual, logrando innumerables avances
jurídicos en cuanto al derecho inclusivo, no es esto suficiente para acabar con el problema de la
discriminación, la forma idónea para lograr la efectividad de las normas mencionadas a lo largo de
esta posición es que el avance jurídico se enfoque en una total eliminación de la orientación sexual
como un factor determinante para asegurar las garantías constitucionales, en el cual los grupos
ideológicos no puedan llegar a vulnerar los derechos de las personas. Las luchas por el
reconocimiento real de derechos se están tomando los escenarios políticos y están logrando
transformar un orden sociocultural que está demasiado arraigado en la sociedad. Cuando el Estado
colombiano logre llevar al plano real toda su teoría inclusiva como se ha planteado, entonces podrá
ser como se plantea en la Carta Magna, un Estado Social de Derecho que respeta los derechos y las
garantías de todas las personas.
Realizado por:

Catalina Cuervo
Sharon Castillo
Natalia Gómez
Cristian Camelo
5A

También podría gustarte