Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
*****
Una batalla de todos contra todos jamás vista antes, y que jamás volvería a serlo, entre
magos que habían obtenido el título de ‗Maestros‘ y héroes invocados como ‗Sirvientes‘
– esa es la Guerra del Santo Grial.
Un mago que había obtenido ese título y que ahora se preparaba para unirse a la batalla
se encuentra también aquí, en Shinjuku.
El círculo grabado brillaba color carmesí – y abruptamente, como si algo hubiera sido
cortado, esa luz se perdió.
Antes sus ojos se encontraban cuatro cuchillos de apariencia extraña y dos cuchillos de
carnicero.
Se trataba de un símbolo para invocar a un Sirviente.
Utilizando esas seis hojas favorecidas por ese ‗asesino serial‘, el mago trataba de
invocar al Sirviente -- y seguía fallando.
Generalmente, el tener un objeto con una afinidad al Espíritu Heroico sería suficiente
para invocar a un Sirviente específico.
Por ejemplo, la funda de la espada sagrada que alguna vez fue blandida por el Rey de
los Caballeros.
O tal vez el fósil de la primera piel que mudo una serpiente en este mundo.
Sin embargo, existían dos puntos que llevaron al fracaso a la invocación de esta
ocasión.
Uno era el calibre de mago de este hombre. En esta Guerra del Santo Grial,
completamente diferente de la Cuarta, nos encontramos con que catorce magos se han
convertido en Maestros. Por ello también existen catorce Sirvientes. Se trata del doble
de la norma.
A causa de esto, el Grial que originalmente apoyaría en la invocación, solo podía ejercer
la mitad de su fuerza, y el resto debía de llevarse a cabo por el mago.
Y el otro punto tenía que ver con que tan débil era el Espíritu Heroico que el hombre
estaba tratando de invocar.
El Sirviente que el hombre estaba tratando de invocar era una existencia de solo unos
meros ciento veinte años atrás.
A pesar de su fama, no podía compararse con aquellos adorados como dioses y héroes.
En resumen, lo que era necesario – era un empujón, realizado por cualquier medio
necesario.
En ese caso – ¿Cuándo es que estas armas llevaban a cabo su función más adecuada?
Él crearía una situación en las que estas armas letales pudieran ser utilizadas en la
práctica – si pudiera lograr esto, entonces la conexión con el Sirviente debería ser lo
suficientemente fuerte para la invocación.
Se trataba de una mujer que vendía su cuerpo para vivir. Eso era exactamente lo que
hacia la mujer que se encontraba a su lado actualmente, ¿o no? Originalmente se trataba
solo de una mujer en la cual había puesto un hechizo de sugestión cuando se infiltro por
primera vez en esta ciudad. No tenía ninguna duda sobre tratarla como algo desechable.
Mientras incineraba el círculo mágico y abandonaba el edificio, los ojos del hombre
cambiaron de ser los fríos ojos pertenecientes a un mago a unos que recordaban a un
cálido e inocente joven.
*****
Mientras su corazón latiera, ella viviría. Sin este sonido, su cerebro, órganos y
extremidades estarían muertos.
Este órgano del tamaño de un puño, que parecía que ese pequeño sonido era todo lo que
podía lograr, permitía que uno siguiera con vida.
El pensar en cosas como esa vagamente – esa es la manera en que pasaba sus días,
simplemente siendo llevada por la vida.
Tal vez fue a causa de que habían abusado de ella antes de ser adoptada.
Tal vez fue a causa de que nunca pudo hacer nada cuando era una niña.
Sin embargo, aun si no lo sabía, un ser humano no puede sobrevivir sin ganar dinero.
Incluso Reika sabía esto, así que al menos en el presente, ella se decidió a vivir
vendiendo su cuerpo.
¿Por qué es que alguien como ella, quien repentinamente había cruzado su camino con
un anfitrión el cual había tratado de enamorarla, había aceptado tan fácilmente el vivir
con él – sabiendo que sería explotada?
Reika no sabía porque había hecho aquello, pero el pensar en ello ocasionaba que su
cabeza doliera, así que se detuvo.
Al menos él no usaba la violencia contra ella. Lo más que había hecho era pedirle
pequeñas sumas de dinero.
Por alguna razón, ella no podía denegar sus peticiones – jamás podría haberlo intentado
siquiera.
No lo entendía por completo, pero tal vez era aquello que llamaban ―amor‖.
Reika pensaba en ello de esta manera. Pensaba en ello así y era feliz.
Siendo que eran cosas distantes en el futuro, pensar en todo eso era una molestia para
Reika.
No tenía idea de lo que pasaría en su vida durante los próximos días, pero al menos se le
permitiría vivir para ver el siguiente día – Al menos eso pensaba Reika.
Sintiendo un golpecito en su rostro, Reika giro sus ojos color claro hacia el hombre.
Cuando trato de ponerse de pie se dio cuenta de que algo evitaba que lo hiciera.
―… ¿Qué, es esto?‖
Reika lanzo esa pregunta hacia Hyouma, el hombre con quien se encontraba viviendo.
Hyouma la miro con unos ojos fríos, una mirada que ella jamás le había visto.
Reika los conocía. Esos eran los ojos de alguien que utiliza la violencia. Eran los ojos
de alguien que valoraba a quien estaba frente a él como una existencia sin valor.
―¿Re…producir?‖
―Sí. Reproducir la escena del crimen. Me temo que eso es lo que necesito para invocarlo
a él. Necesito cortar pedazos a una mujer como tú utilizando sus cuchillos.‖
―¿Qué….?‖
Eso era lo que ella siempre había hecho, y lo que ella había planeado hacer también en
esta ocasión.
Sin embargo, Hyouma había dicho justo ahora que la cortaría en pedazos.
Sin notar el cambio en Reika, Hyouma levanto su mano derecha, la cual tenía un
extraño tatuaje, y comenzó a entonar extrañas palabras.
―Llénese. Llénese. Llénese. Llénese. Llénese. Dejen que cada uno se dé la vuelta cinco
veces, rompiendo simplemente el tiempo ya cumplido.‖
―Deja que la plata y el acero sean la esencia. Deja que la piedra y el archiduque de los
contratos sean la fundación. Deja que mi gran maestro sea el ancestro. Levanta un muro
contra el viento que habrá de caer. Cierra los cuatro portales cardinales. Sal por la
corona. Rota los tres caminos divididos que llegan hasta el Reino.‖
Su presentimiento se convertía en una convicción, Reika hablo con una voz temblorosa
mientras agitaba su cabeza.
Hyouma no respondió.
Sin embargo, no por duda sino porque estaba decidiendo donde atacar.
Él tenía que reproducir esos asesinatos brutales, así que necesitaba matarla de la más
dolorosa manera posible.
Una enorme sensación de calor quemaba su cuerpo, centrada en el cuchillo que la había
apuñalado.
Todas esas ocasiones en las que había sido golpeada antes no eran nada comparadas a
este dolor intenso.
"¡...ah......!"
―Yo obtendré todas las virtudes de los Cielos. ¡Yo tendré el dominio de todos los males
del Infierno!‖
Al fin, la voz que había estado gritando que se detuviera ya no podía realizar ningún
sonido.
―— ¡Desde el Séptimo Cielo, atendido por las tres grandes palabras del poder, aparece
desde el anillo de las limitaciones, Protector del Balance!‖
En un instante, ella entendió que moriría. El miedo exploto dentro de ella, atravesando
su cuerpo entero.
Ella nunca había deseado morir de esta manera, con una crueldad sin sentido y con tal
desesperación.
¿Cuántos segundos de zozobra tendría que esperar hasta que el cuchillo descendiera?
¿Acaso debería ella de aceptar su muerte dentro un lapso menor a diez segundos?
No.
"¡No...!"
Y así, de esa manera Reika fue llevada más allá de su propio límite.
―¡Perra…!‖
Hyouma la miro lleno de odio y lanzo una fuerte patada a la boca de su estómago.
A diferencia del dolor de ser apuñalada, este fue un dolor que suspendió sus actividades
vitales. Reika giro hacia el borde del círculo mágico. Se encontraba, si podía decirse de
esta manera, completamente consiente, tal vez a causa del intenso dolor.
―¿Acaso tienen que ser cinco personas entonces…? ¿O acaso tengo que ir y matar a
trece? Maldición. Esto es tan molesto.‖
"Ka, ah..."
Su corazón aún continuaba operando, acelerándose para permitir que continuara la vida
de la existencia llamada Rikudou Reika.
Sin embargo, el dolor hace mucho había superado el límite permisible para los
humanos.
Poco a poco notaba que los sentidos de su cuerpo iban desapareciendo.
Sin embargo no podía encontrar ningún alivio en el hecho de que ya no sufriría más.
Aplastando las dudas que había tenido por tantos años, solo pudo dar una sola respuesta.
-- Yo deseo vivir.
Al siguiente instante una increíble tempestad surgió del centro del círculo.
El círculo mágico se activó, y el prana acompañado por una fiera luz carmesí fue
liberado.
Reika estaba cautivada por la fantástica escena que transcurría ante ella y Hyouma, a
diferencia de antes, expresaba su deleite con una respuesta segura.
Hyouma estaba estupefacto por la voz la cual estaba mucho más allá de sus
expectativas.
Después de todo, él había estado extremadamente seguro que ese famoso asesino no
podría haber sido una chica en lo absoluto.
Hyouma estaba sorprendido por la chica que emergió del círculo. Su cabello plateado
era denso y corto y sus pálidos y gélidos ojos azules miraban al mago sin ningún interés.
La chica agito su cabeza y declaro.
―Sí. Lo que tu intentabas invocas era al Sirviente Assassin. Nuestro verdadero nombre –
es ‗Jack el Destripador‘.‖
Hyouma, como un mago, entendía que no era del tipo adecuado para el combate.
Sin embargo, una rata puede asesinar de las maneras que una rata lo haría, y Hyouma
estaba orgulloso de sus tácticas.
De la manera en la que luchaba, fiero como una rata de alcantarilla, astuto y tenaz.
Para lograr ganar la Guerra del Santo Grial, los Sirvientes que luchaban con grandes
fanfarrias – por ejemplo las llamadas clases primarias como Saber y Lancer, o el
poderoso pero incontrolable Berserker debían ser evitados.
Aun considerando su propio rango de mago, no podía creer que pudiera ponerlos a
funcionar, ni siquiera podría permitirles el utilizar todo su poder.
Assassin era el Sirviente más adecuado para él. No había ninguna duda de ello.
Sin embargo, el Espíritu Heroico que debía ser invocado como Assassin estaba
predefinido. Esto significaba también que, tan pronto como un Sirviente es identificado
como Assassin, se podrían tomar contramedidas.
Un asesino serial con tan poca historia y que también poseyera la ‗monstruosidad‘ digna
de un Espíritu Heroico.
Cuando la chica se dirigió a ella, pareció como si dos sonidos se empalmaran. Era un
sonido extraño, como si ella hubiera pronunciado tanto ―Maestro‖ como ―Madre‖ al
mismo tiempo.
―Por favor espera. Te ayudaremos ahora. Está bien. Todo va a estar bien.‖
―Duele…‖
Jack sacudió gentilmente el cabello de Reika llena de afecto, y dio la vuelta para encarar
a Hyouma nuevamente.
Jack asintió brevemente ante las palabras de Hyouma, sin ninguna clase de emoción.
Hasta ahí todo estaba bien, pero para Hyouma los problemas solo estaban comenzando.
Observado por esos dulces, puros e inhumanos ojos, Hyouma no pudo evitar sentir
miedo.
Así es como debía ser, pero de alguna manera – no podía evitar sentir como si se
encontrara en territorio enemigo.
―Tal vez no para los hechizos pequeños, pero cuando se trata de hechizos grandes uno
tiene que transmitirlos por medio de palabras, ¿acaso me equivoco?‖
Este Sirviente pensaba en él como un enemigo el cual tenía que ser eliminado.
En ese instante pudo sentir como si algo hirviendo hubiera sido puesto en su boca.
Las palabras que deseaba gritar no emergieron. El único discurso que pudo lograr fue un
ridículo sonido de respiración.
Con un dolor intenso, con sangre brotando como si se tratara de un balde infinito,
Hyouma entro en pánico por completo.
En este momento Sagara Hyouma, habiendo perdido su capacidad de hablar, era menos
que una rata y había sido reducido a un simple pedazo de carne.
Habiendo confirmado esto, Jack camino hacia Reika nuevamente.
Tal vez fue el cómo su expresión estaba tan llena de preocupación por ella.
―…No te preocupes.‖
*****
Pero había un cierto sentimiento de que algo estaba mal en su cuerpo, el cual no podía
alejar de su mente.
Las ataduras de sus pies habían desaparecido. Reika se puso de pie, miro su mano
derecha y frunció el ceño.
La herida en su mano derecha había sido cosida, pero con un método que parecía
demasiado burdo. Un hilo negro emergía aleatoriamente como si se tratara de un
gusano, y ponía en duda el si realmente la herida había sido cerrada.
La voz provino justo de su costado. Dándose la vuelta se encontró con la chica de hace
unos momentos, quien la miraba fijamente con una expresión de inocencia infantil.
Reika encaro a la chica de nuevo y comenzó a hablar con ella.
―¿Nosotras?‖
―Lo siento, en verdad no lo entiendo. Um, ¿Cuál dijiste que era tu nombre?‖
"Mm..."
"Yep."
―Podríamos. Pero este lugar es peligroso así que movámonos a otro lugar.‖
Reika inclinó su cabeza hacia un lado, mirando a lo que solía ser una persona la cual se
encontraba respirando fantasmal y pesadamente. No había sangre fluyendo de su
quijada perdida o de su muñeca. Justo como la mano de Reika, habían sido cosidas con
un método quirúrgico caótico.
Reika le dio un vistazo a Hyouma, a quien Jack llevaba en hombros. Para comenzar,
cualquiera que viera a una persona con su muñeca derecha cortada y sin su mandíbula,
lo reportaría.
Tal vez detectando su duda, Jack sacudió su cabeza de lado a lado rápidamente.
"¿Estará bien?"
Al final, fue justo como Jack lo dijo, nadie podía encontrar algo extraño en la apariencia
de la chica Reika, caminando delante a solas, volteaba en algunas ocasiones a dar un
vistazo, pero no podía localizar a Jack.
Y aun así, siempre que decía las palabras ―Jack‖, ella escuchaba la respuesta ―¿Sucede
algo?‖
Era algo misterioso, pero con tantas cosas incomprensibles que habían sucedido
recientemente, ella no podía molestarse en hacer mención de ello, y prosiguió el
tranquilo camino a su departamento.
*****
-- Jack el Destripador le contó a Reika sobre la ‗Guerra del Santo Grial‘ de una manera
simplificada, ya que ella no tenía ningún tipo de conocimiento sobre magia.
El Santo Grial, capaz de realizar cualquier milagro, había sido reproducido por un grupo
de grandes magos. Sin embargo, el Grial podía concederle su deseo solo a uno.
A un Maestro escogido por el Santo Grial se le otorga un Recipiente para el Grial y los
Hechizos de Comando. Después de eso, uno tiene que invocar a un Espíritu Heroico, el
Sirviente, y utilizarlo para ganar y sobrevivir.
Todos los Sirvientes tienen sus propias características especiales… Jack el Destripador
se encuentra en la clase Assassin.
Y, muy probablemente, Reika fue elegida por Hyouma como un sacrificio humano para
invocarla.
El Grial, magos, Sirvientes… ella asimilo todas estas cosas que sonaban ridículas, de las
cuales hablaba Jack.
―Ya veo. Así que Jack, ¿En verdad eres el Sirviente de Hyouma?‖
―Ese era el plan original, eso creemos. Pero justo cuando estábamos a punto de ser
invocadas como un Sirviente, fuimos atraídas por palabras más poderosas que las de él.‖
-- Yo deseo vivir. No quiero morir. Nunca aceptare una muerte como esta.
Reika deseó con toda su fuerza por la única cosa necesaria que cambiaría la situación
ante la muerte que estaba acechando cerca.
Esta oración fue respondida por Jack – como resultado, ella arribó, invocada no como la
Sirviente de Hyouma si no de Reika.
Por lo tanto – era dudoso el que alguien alguna vez haya logrado interferir en una
situación como esta con anterioridad.
Sin mencionar el que ese intruso, con la idea de evitar una muerte inminente, haya
realizado un deseo con una resolución más grande que la del invocador. Todo lo que
rodeaba el contrato entre Jack y Reika era completamente anómalo.
Mientras Jack explicaba brevemente los temas de las clases de los Sirvientes y sus
características especiales, ella saco aquella cosa que había guardado en su bolsa y la
puso sobre la mesa.
―Oh, cielos.‖
Se trataba de la mano derecha de Hyouma. Lo que parecía un tatuaje que imitaba tres
cuchillos estaba gravado en el dorso de su mano.
"Oh..."
―Él aún sigue con vida, así que siguen funcionando… ¿acaso está aquí?‖
"Mmm..."
Con toda honestidad, Reika no podía pensar en algo que deseara ordenarle a Jack. Sin
embargo, el poder de los Hechizos de Comando era inmenso, aun así era algo que
incluso podía ser manipulado por Reika. Podía ser utilizado como una carta del triunfo
para revertir una situación sobrecogedoramente adversa.
―Eso es cierto. No quiero salir lastimada… pero tampoco quiero desperdiciar nada.
Por alguna razón, Reika se sintió con ganas de acariciar la cabeza de Jack. La chica lo
acepto felizmente.
*****
A pesar del hecho de que su mano había sido cortada, Hyouma lloro de angustia cuando
los Hechizos de Comando fueron removidos a la fuerza. ¿Acaso su sentido del dolor
aún estaba conectado? ¿O acaso era por la desesperación de que su calificación como
Maestro en la Guerra del Grial – que sus aspiraciones se habían perdido?
―No, cualquier cosa puede funcionar como Contenedor. Cualquier objeto a la mano será
automáticamente reconocido como el Contenedor del Grial.‖
Como si tales palabras hubieran causado que recordara algo repentinamente, Reika
procedió a preguntar.
―Hyouma. Cuando vivías aquí, ¿Acaso no había algo que siempre llevabas contigo y
que era realmente importante?‖
―Wow, eso es sorprendente… esta es la primera vez que hemos visto un corazón
mineralizado.‖
―Yep, es un corazón humano. Eso es brillante. ¿Acaso fue una maldición? ¿O algún tipo
de enfermedad?‖
*****
Ella había realizado un contrato con un Sirviente, se le habían transferido los Hechizos
de Comando y había obtenido el Contenedor.
―Así que Madre, ¿Qué es lo que harás en esta Guerra del Grial?‖
Vivir – eso fue lo primero que había deseado, y había sido concedido.
―… Si, lo hay.‖
―Ya veo.‖
Era un deseo importante que quería ver concedido, sin importar a quien tuviera que
enfrentar para hacerlo.
Reika, quien no tenía nada que desear, no podía rechazarla – ni creía estar calificada
para hacerlo.
―… ¿De verdad?‖
La única cosa que ella podía usar para pagarle a esta chica, que había derrotado este
destino, era su ser mismo.
Aun así, dado que Rikudou Reika era un amateur, ni siquiera siendo un mago, era poco
probable que se convirtiera en la fuente principal de prana.
―Oh, um, pero, el que se trate solo de gente mala sería lo mejor. Tal vez solo sea nuestro
gusto, pero el alma de una persona mala está más contaminada y es más deliciosa.‖
Ella es una existencia que predica el caos ante el orden, llevando a cabo hazañas
malignas. Por lo tanto, al parecer las almas de la misma naturaleza son más fáciles de
digerir.
Indicándole que esperara un momento, Reika camino hacia Hyouma con la mano
cortada en sus manos.
―No estoy segura de lo que quisiste decir, pero parece que dijiste que lo hiciste. Te lo
agradezco. Probablemente realizaste algún tipo de hechizo sobre mí ¿cierto? No
guardare rencor contra ti por eso. Después de todo, es gracias a ti que pude conocer el
maravilloso sentimiento de amar a alguien.‖
―Si, es verdad. Yo te amé después de todo. Pero me traicionaste, así que no puede
evitarse. En verdad no es posible. Lo lamento. Tú vivirás como un hermoso recuerdo.‖
Con una sonrisa marga que demostraba que no podía entenderle, Reika anuncio a Jack.
…De manera similar, ella no sentía dudas en borrar a alguien que no le importaba en
lo más mínimo.
Si nadie podía ser culpado por no lamentar la muerte de ella – entonces a ella no podía
importarle lo opuesto en lo más mínimo.
Disponer de su cadáver marchito fue más fácil de lo que había pensado que seria.
Al haber sido aplastado, la cosa que ella tiro en el contenedor de basura no parecía un
ser humano en lo absoluto, y no parecía nada más que un gran montón de hojas secas.
Ni siquiera permanecía la peste de la sangre. Solo la mano derecha, con sus Hechizos de
Comando robados, preservaba su frescura. La única cosa que ella tenía para recordarlo
era esta mano. La atesorare, pensó Reika.
―Es por eso que nosotros bebimos toda su sangre también. Slurp. Aunque sabía bastante
mal.‖
―Ya veo.‖
Tan pronto como se recostó en su cama y cerro sus ojos, Reika quedo inconsciente de
inmediato.
*****
Una espesa niebla cubría sus alrededores, y cada vez que respiraba se sentía como si un
veneno se filtrara en su cuerpo.
Mirando su propia mano, se sorprendió al darse cuenta de que tan delgada era y
comprendió que de alguna manera ella se había transformado en Jack.
No tenía sueños.
Sin embargo, era claro que su realidad había sido aplastada por un destino inescapable.
Ella sufría de pobreza y solo se trataba de un asunto de si moriría de inanición o
enfermedad.
Lo que Reika vio en la mujer de mediana edad a través de esa ventana fue su
inescapable desesperación.
Ella sufría en la desesperación de saber que no tenía ninguna escapatoria excepto en la
bebida, sufría en la desesperación de ni siquiera saber si tendría comida el día de
mañana y sufría en la desesperación de su propia falta de sueños.
―Madre.‖
―¡Silencio!‖
Dejando salir esto con una expresión asemejándola a una bruja, ella cerró la ventana de
un golpe.
Tal vez la chica estaba consciente de que sería rechazada. Ella dejo caer su cabeza y
contuvo las lágrimas.
Y así, sin nada que hacer – comenzó a vagar por la oscura calle.
Voces, voces, voces, voces. Todas ellas, voces que jamás se lamentarían por ellas.
"Madre."
La mujer de antes estaba de pie a solas, esperando por un cliente. Un hombre camino
hasta ella, pero pareció que no pudieron acordar un precio, así que el hombre escupió y
se marchó.
"Madre."
Reika supo que esto era algo similar a la hechicería – pero la mujer, por supuesto, no lo
sabía. Ella simplemente parecía perpleja ante la repentina densidad de la niebla.
La mujer, moviendo sus manos para apartar la niebla, no noto en absoluto que la chica
se aproximaba.
"Madre."
La mujer grito, agitándose de miedo, ante su llamado. Sin embargo, ella pareció haber
notado que la chica ante ella era la chica de antes. La mujer, su expresión mezclada con
alivio y enojo dijo:
―Lo lamento.‖
¿Quién habría entendido, quién habría creído, que la verdadera forma de Jack el
Destripador, el legendario asesino serial que tenía conocimientos sobre disección y se
deslizaba por la oscuridad de la noche para realizar sus silenciosas disecciones, era una
chica que evocaba tanta lastima?
―Lo siento, Madre. Lo siento, lo siento, lo siento. Pero deseo regresar. Yo deseo
regresar. Deseo regresar. Yo deseo regresar --‖
Finalmente obteniendo una parte de la mujer, la chica presiono contra su cara aquella
cosa que olía a sangre, y comenzó a llorar.
Es probable que ella reine perpetuamente como un misterio eterno, una oscuridad eterna
gravada en la historia de Inglaterra.
*****
Por un momento, Reika se encontró confundida por el hecho que de que estaba
durmiendo en su propia cama.
Después de aclarar su mente, se dio cuenta de que lo que había sucedido antes se trataba
de un sueño.
No podía creer que pudiera recrear un Londres del siglo 19 a tal grado solo con el poder
de su mente, siendo un lugar al que nunca había ido y mucho menos conocía algo de él.
Probablemente tenía algo que ver con el hecho de que había realizado un contrato con
un Sirviente.
"¿Jack...?"
Cuando miro más cuidadosamente, pudo notar un gran bulto en las sabanas. Dándole la
vuelta a las sabanas de manera gentil, para no perturbarla, encontró a Jack acurrucada
ahí, abrazando sus rodillas y durmiendo silenciosamente.
"Oh cielos."
Aun si estuviera despierta, no había nada que tuviera que realizar por la mañana.
*****
―Lo que utilizamos el día de ayer fue la habilidad del ‗ocultamiento de la presencia‘
perteneciente a la clase Assassin. Nosotras no desaparecimos, solo borramos nuestra
presencia. Nosotras no podemos llevar nada cuando nos encontramos en forma
espiritual.‖
―Eso solo es la clase de criatura que somos los asesinos. Estamos confiadas en que
ningún Sirviente podría detectarnos mientras sea de noche.‖
A pesar del hecho de que ella no podía ver a Jack, Reika sentía que la chica estaba
alzando su pecho llena de orgullo.
―Oh, sí. Um, debería de ser en este edificio… ¿acaso era en este piso?‖
Reika obtuvo confirmación de las placas de nombres que mostraban cada piso.
Cuando llegaron al cuarto piso por medio del elevador, Reika hizo justo lo que Jack le
indico y se trasladó al baño de mujeres como primer paso.
"¿'Noble Phantasm'...?"
―¿Qué es eso?‖
Los Sirvientes son héroes de tiempos antiguos, y sus historias giran alrededor de ciertas
armas y herramientas, grandes y pequeñas.
-- Una lanza demoniaca que atraviesa el corazón sin fallar utilizando la modificación de
las probabilidades.
―Sí. Cuando nosotras estuvimos ahí, el smog en Londres era horrible. Era
completamente oscuro – tan mal que no podíamos respirar, tan mal que no podíamos
abrir nuestros ojos.‖
La mezcla de humo y niebla que se libera con la quema del carbón es llamada smog.
Del siglo 19 al 29, Londres fue asediada por smog en muchas ocasiones.
El peor momento fue el del Gran Smog en 1952. Se dice que la densa niebla de sulfuro
que cubrió Londres causo más de 10,000 muertes.
Nadie podría escaparla jamás. Quien quede atrapado en ella morirá en agonía, todos
ellos.‖
"Um... ¿Jack?
Mientras Jack decía esto, la niebla que los rodeaba, la cual ya había obtenido un color
profundo, dejo un área limpia alrededor de Reika.
*****
Realizaban préstamos monetarios a la gente con una sonrisa, y después les quitaban
todo con un rostro malévolo.
Aun en esta línea de trabajo eran bien conocidos por sus métodos de recolección rudos,
haciendo uso de sus ventajas como un sindicato del crimen aun activo.
―Hey, ¿Sr. Murano? Odio tener que decirle esto, pero si sigue así va a tener que vender
un par de órganos. ¿Entiende lo que estoy diciendo? Y lo dejare tan claro para que hasta
un idiota pueda entenderlo. ¡Lo que estoy diciendo es, va a tener que suicidarse, vender
sus órganos y usar el dinero del seguro solo para pagar los malditos intereses!‖
Cielos.
Rikudou Reika había leído por casualidad acerca de un reporte noticioso sobre
préstamos ilegales, el cual fue publicado en una revista --
―¿Qué demonios? ¿Acaso hay un incendio…?‖
Y Reika por casualidad conocía su dirección y les había traído esta tragedia.
"¡Gaah...!"
Era tal que el simple hecho de respirarlo quemaba la garganta, y el simplemente abrir
los ojos causaba que se ulcerasen
Dijo Jack con un tono despreocupado mientras corría con un cuchillo en una de sus
manos.
Ellos podrían no haberse dado cuenta, pero aquellos que trataban de escapar eran
engañados por la niebla, y simplemente corrían en círculos en el mismo lugar.
"¡Ha!"
La voz de una joven chica, poco acorde con esta compañía, sonó repentinamente.
"Gheh -- "
―¡¿Qu-- quién?!‖
Las palabras del hombre, cuya garganta había sido quemada tan horriblemente, no
podían ser escuchadas como algo más que carraspeos.
―Un asesino.‖
Aun así, la suave voz de la chica contesto.
-- ¿Un asesino?
¿Qué diablos significaba eso?, pensó el hombre. De cualquier forma, sus ojos y garganta
sentían dolor, uno insoportable.
Déjame estar en paz, déjame estar en paz, déjame estar en paz – guoh.
"¡¡Hiiih -- !!"
―Por nada.‖
Los nidos, cubiertos de desperdicios y heces, donde las sucias ratas corrían, de ninguna
manera era un lugar para descansar.
Cuando duermes por la noche alguien podría atacarte. Cuando te levantabas por la
mañana alguien podría haber muerto – ese era el tipo de mundo en el que habitaba.
Es por eso que ella no podía evitar sentir que ‗ir a casa‘ era una ocasión que no tenía
nada que ver con ella.
…Su propio ser, para quien el sentimiento de estar vivo era tan tenue como la niebla.
…La chica, para quien la palabra ―vivir‖ ni siquiera podía ser aplicable.
De acuerdo a la chica, era común que los Sirvientes y los Maestros tuvieran la misma
disposición.
―… No pasa nada. Ahora, regresemos. Pero antes de ello, ¿te importaría si paramos en
el supermercado?‖
―Nosotras estaremos en forma spiritual, así que no nos molesta en realidad… aunque
quisiéramos saber el porqué de la pregunta.‖
―¿Cena…?‖
―¿Qué es eso?‖
Jack inclinó su cabeza inocentemente. Parecía que el problema para ella no era si le
gustaban o no, si no siquiera el saber que era este platillo llamado ‗hamburguesa‘.
―Son muy deliciosas. ¿Por qué no comes conmigo ya que estas aquí?‖
―Um, comer no es necesario para los Sirvientes. Estaremos bien aun si… no comemos.‖
Aunque Jack había dicho que estaría bien, parecía triste de alguna forma.
―Podemos, pero…‖
Comer no era necesario para los Sirvientes. Sin embargo, eso no quería decir que no
tuvieran sentido del gusto.
En ese caso, lo que era necesario – era un buen gusto, y curiosidad tal vez.
―Sabe delicioso. ¿Qué tal si te digo que es una recompensa por tu buen trabajo?‖
Ante las palabras de Reika, una gran sonrisa apareció en el rostro de Jack el
Destripador, y comenzó a bailar alrededor con una expresión de felicidad.
Mientras observaba esa sonrisa, ella pensó en un deseo para cuando alcanzaran el Santo
Grial.
Era un deseo tan puro, tan sincero y tan ingenuo – y como tal, era un pequeño deseo que
nunca podría ser concedido para el asesino y su madre.