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Fate/Apocrypha:Acto 1 Unbirth

El sabio clama. “Ábrete, Portal Celestial. ¡Bendícenos y concédenos un milagro!”

*****

--Se trataba de un lugar rodeado interminablemente por deseos.

La glotonería y la lujuria atraían a la avaricia y a la hambruna por la fama, lo cual atraía


violencia y halagos. Todos se arrojaban gustosos a este infierno sin fin.

Las mujeres vendían sus cuerpos, los hombres su violencia.

Los hombres vendían sus cuerpos, las mujeres su honor.

Burlándose y siendo objeto de burla; devorando y siendo devorados; hiriendo y siendo


heridos; violando y siendo violados.

Este lugar es Shinjuku.

Un lugar que solo brillaba realmente al amparo de la oscuridad de la noche.

Una batalla de todos contra todos jamás vista antes, y que jamás volvería a serlo, entre
magos que habían obtenido el título de ‗Maestros‘ y héroes invocados como ‗Sirvientes‘
– esa es la Guerra del Santo Grial.

Un mago que había obtenido ese título y que ahora se preparaba para unirse a la batalla
se encuentra también aquí, en Shinjuku.

Sin embargo, aún se enfrentaba a un dilema.

…Era incapaz de invocar a su Sirviente.

En la azotea de un edificio de departamentos, un círculo mágico fue dibujado con


sangre humana.

El círculo grabado brillaba color carmesí – y abruptamente, como si algo hubiera sido
cortado, esa luz se perdió.

―…No está funcionando.‖

El hombre dejo caer sus hombros decepcionado.

Antes sus ojos se encontraban cuatro cuchillos de apariencia extraña y dos cuchillos de
carnicero.
Se trataba de un símbolo para invocar a un Sirviente.

Utilizando esas seis hojas favorecidas por ese ‗asesino serial‘, el mago trataba de
invocar al Sirviente -- y seguía fallando.

―Esto no es suficiente. Si, en verdad no es suficiente.‖

Generalmente, el tener un objeto con una afinidad al Espíritu Heroico sería suficiente
para invocar a un Sirviente específico.

Por ejemplo, la funda de la espada sagrada que alguna vez fue blandida por el Rey de
los Caballeros.

O tal vez el fósil de la primera piel que mudo una serpiente en este mundo.

Si uno prepara algo como eso, el invocar a un Sirviente en específico es en comparación


algo mucho más sencillo.

Sin embargo, existían dos puntos que llevaron al fracaso a la invocación de esta
ocasión.

Uno era el calibre de mago de este hombre. En esta Guerra del Santo Grial,
completamente diferente de la Cuarta, nos encontramos con que catorce magos se han
convertido en Maestros. Por ello también existen catorce Sirvientes. Se trata del doble
de la norma.

A causa de esto, el Grial que originalmente apoyaría en la invocación, solo podía ejercer
la mitad de su fuerza, y el resto debía de llevarse a cabo por el mago.

Y lamentablemente, este hombre no era más que un mago de segunda clase.

Y el otro punto tenía que ver con que tan débil era el Espíritu Heroico que el hombre
estaba tratando de invocar.

Él era débil, aunque solo en términos de creencias.

El Sirviente que el hombre estaba tratando de invocar era una existencia de solo unos
meros ciento veinte años atrás.

A pesar de su fama, no podía compararse con aquellos adorados como dioses y héroes.

En resumen, lo que era necesario – era un empujón, realizado por cualquier medio
necesario.

―¿Qué debería hacer ahora…?‖

Mientras se lamentaba el hombre comenzó a rascarse la cabeza.


Después de un momento tuvo una buena idea. Esas seis armas eran cuchillas
especializadas para una ‗tarea‘ específica.

En ese caso – ¿Cuándo es que estas armas llevaban a cabo su función más adecuada?

La respuesta era, obviamente, cuando eran utilizadas en la práctica.

Él crearía una situación en las que estas armas letales pudieran ser utilizadas en la
práctica – si pudiera lograr esto, entonces la conexión con el Sirviente debería ser lo
suficientemente fuerte para la invocación.

―Así que básicamente necesito a una mujer.‖

El hombre eligió a alguien adecuado para el rol de inmediato.

Se trataba de una mujer que vendía su cuerpo para vivir. Eso era exactamente lo que
hacia la mujer que se encontraba a su lado actualmente, ¿o no? Originalmente se trataba
solo de una mujer en la cual había puesto un hechizo de sugestión cuando se infiltro por
primera vez en esta ciudad. No tenía ninguna duda sobre tratarla como algo desechable.

―…De acuerdo, hagámoslo.‖

Mientras incineraba el círculo mágico y abandonaba el edificio, los ojos del hombre
cambiaron de ser los fríos ojos pertenecientes a un mago a unos que recordaban a un
cálido e inocente joven.

Su profesión era la de anfitrión, su nombre de trabajo era ―Hikaru‖. El mago, cuyo


verdadero nombre era Sagara Hyouma, se mezcló en la ciudad de deseos –
prácticamente a la perfección.

*****

Para Rikudou Reika, el sonido del corazón era extraño.

Mientras su corazón latiera, ella viviría. Sin este sonido, su cerebro, órganos y
extremidades estarían muertos.

Este órgano del tamaño de un puño, que parecía que ese pequeño sonido era todo lo que
podía lograr, permitía que uno siguiera con vida.

Reika no podía evitar sentir que era algo extraño.

Uno no vive, sino que el corazón le permite vivir.

El pensar en cosas como esa vagamente – esa es la manera en que pasaba sus días,
simplemente siendo llevada por la vida.

No conocía cual era el propósito de su vida.


Tal vez fue a causa de que no tenía una familia.

Tal vez fue a causa de que habían abusado de ella antes de ser adoptada.

Tal vez fue a causa de que nunca pudo hacer nada cuando era una niña.

…Reika no sabía nada.

Sin embargo, aun si no lo sabía, un ser humano no puede sobrevivir sin ganar dinero.

Incluso Reika sabía esto, así que al menos en el presente, ella se decidió a vivir
vendiendo su cuerpo.

Afortunadamente nunca había tenido problemas con algún cliente.

¿Por qué es que alguien como ella, quien repentinamente había cruzado su camino con
un anfitrión el cual había tratado de enamorarla, había aceptado tan fácilmente el vivir
con él – sabiendo que sería explotada?

Reika no sabía porque había hecho aquello, pero el pensar en ello ocasionaba que su
cabeza doliera, así que se detuvo.

Sagara Hyouma era gentil.

Al menos él no usaba la violencia contra ella. Lo más que había hecho era pedirle
pequeñas sumas de dinero.

Aun cuando hacia esto, no la amenazaba violentamente. Él simplemente lo requería.

Por alguna razón, ella no podía denegar sus peticiones – jamás podría haberlo intentado
siquiera.

No lo entendía por completo, pero tal vez era aquello que llamaban ―amor‖.

Reika pensaba en ello de esta manera. Pensaba en ello así y era feliz.

Un día, el hombre despertaría solo.

O tal vez continuarían con su amor.

¿Boda? ¿Dar a luz? ¿Una familia? O tal vez ¿divorcio?

Siendo que eran cosas distantes en el futuro, pensar en todo eso era una molestia para
Reika.

No tenía idea de lo que pasaría en su vida durante los próximos días, pero al menos se le
permitiría vivir para ver el siguiente día – Al menos eso pensaba Reika.

Y sabía que eso estaba equivocado.


*****

―Heeeey, Reika. ¿Me estas escuchando?‖

Sintiendo un golpecito en su rostro, Reika giro sus ojos color claro hacia el hombre.

Cuando trato de ponerse de pie se dio cuenta de que algo evitaba que lo hiciera.

Sus tobillos se encontraban atados con una cuerda.

―… ¿Qué, es esto?‖

Reika lanzo esa pregunta hacia Hyouma, el hombre con quien se encontraba viviendo.

Hyouma la miro con unos ojos fríos, una mirada que ella jamás le había visto.

-- Si, esos ojos,

Reika los conocía. Esos eran los ojos de alguien que utiliza la violencia. Eran los ojos
de alguien que valoraba a quien estaba frente a él como una existencia sin valor.

Pero, ¿Por qué sucedió tan de pronto…?

Aun cuando ella lo amaba. Aun cuando ella aun lo amaba.

―No funcionara a menos que lo reproduzca.‖

Su suave voz, inesperadamente, hizo que el cuerpo entero de Reika se congelara.

―¿Re…producir?‖

―Sí. Reproducir la escena del crimen. Me temo que eso es lo que necesito para invocarlo
a él. Necesito cortar pedazos a una mujer como tú utilizando sus cuchillos.‖

―¿Qué….?‖

Para poder soportar la violencia, uno simplemente necesita forzar a su corazón a un


estado de muerte temporal.

Eso era lo que ella siempre había hecho, y lo que ella había planeado hacer también en
esta ocasión.

Sin embargo, Hyouma había dicho justo ahora que la cortaría en pedazos.

-- ¿Qué se suponía que significaba eso?

-- ¿Cuál era el significado de cortarla en pedazos?

―De acuerdo, el círculo mágico está completo.‖


El hedor a sangre, al cual cualquier residente de Shinjuku ya se habría acostumbrado,
hizo que el corazón de Reika latiera mientras se enfrentaba a la muerte.

Sin notar el cambio en Reika, Hyouma levanto su mano derecha, la cual tenía un
extraño tatuaje, y comenzó a entonar extrañas palabras.

―Llénese. Llénese. Llénese. Llénese. Llénese. Dejen que cada uno se dé la vuelta cinco
veces, rompiendo simplemente el tiempo ya cumplido.‖

Era como un hechizo, pensó Reika.

A pesar de la falta de cualquier contenido particularmente perturbador, un grito


comenzó a nacer dentro de Reika.

―Deja que la plata y el acero sean la esencia. Deja que la piedra y el archiduque de los
contratos sean la fundación. Deja que mi gran maestro sea el ancestro. Levanta un muro
contra el viento que habrá de caer. Cierra los cuatro portales cardinales. Sal por la
corona. Rota los tres caminos divididos que llegan hasta el Reino.‖

Hyouma tomo un cuchillo en su mano.

―Por favor no…‖

Su presentimiento se convertía en una convicción, Reika hablo con una voz temblorosa
mientras agitaba su cabeza.

Hyouma no respondió.

La punta de su cuchillo delineaba el cuerpo de Reika, como si estuviera perdida.

Sin embargo, no por duda sino porque estaba decidiendo donde atacar.

No tendría sentido acabar con ella de un solo golpe.

Él tenía que reproducir esos asesinatos brutales, así que necesitaba matarla de la más
dolorosa manera posible.

Finalmente Hyouma decidió donde apuñalarla.

―—Yo declaro que este será el lugar.

Tu cuerpo deberá servirme. Mi destino recaerá en tu espada.

Doblégate al llamado del Santo Grial. Si te doblegas a esta voluntad y razón…


¡entonces responde!‖

Hyouma gritó y levanto el cuchillo a lo alto.

El brazo derecho de Reika sintió un impacto.


"¿......Huh?"

Un segundo después, el dolor la asalto y Reika comenzó a gritar.

Una enorme sensación de calor quemaba su cuerpo, centrada en el cuchillo que la había
apuñalado.

―¡Me… duele… me duele!‖

Todas esas ocasiones en las que había sido golpeada antes no eran nada comparadas a
este dolor intenso.

―--- ¡Un juramento será realizado aquí!‖

Otro cuchillo la apuñalo, en el abdomen en esta ocasión.

"¡...ah......!"

No hubo un impacto a diferencia de la primera ocasión.

Pero el dolor se multiplico.

Reika, sintiendo su vida fluyendo fuera de ella, gritó.

Palabras, unas que nunca había pensado en su vida entera, la sobrecogieron.

―Yo obtendré todas las virtudes de los Cielos. ¡Yo tendré el dominio de todos los males
del Infierno!‖

Él apunto y la apuñalo en su hombro izquierdo.

Al fin, la voz que había estado gritando que se detuviera ya no podía realizar ningún
sonido.

―— ¡Desde el Séptimo Cielo, atendido por las tres grandes palabras del poder, aparece
desde el anillo de las limitaciones, Protector del Balance!‖

Un cuchillo se balanceaba sobre su cabeza.

En un instante, ella entendió que moriría. El miedo exploto dentro de ella, atravesando
su cuerpo entero.

No. Yo no deseo esto.

Ella nunca había deseado morir de esta manera, con una crueldad sin sentido y con tal
desesperación.

¿Cuántos segundos de zozobra tendría que esperar hasta que el cuchillo descendiera?
¿Acaso debería ella de aceptar su muerte dentro un lapso menor a diez segundos?

No.

Yo nunca desearía eso.

¡No quiero, No lo deseo, no, no no no no no no no no no no no no no -- !

"¡No...!"

Y así, de esa manera Reika fue llevada más allá de su propio límite.

Un cuchillo había sido clavado a través de su palma derecha directamente en el suelo de


concreto. Ella sujeto el cuchillo con su mano perforada.

Reuniendo toda la fuerza en su cuerpo, ella lo extrajo y lo lanzo hacia el rostro de


Hyouma.

Habiendo soportado el dolor del hechizo, él detuvo el encantamiento y grito mientras


que un repentino dolor lo asalto desde el exterior.

―¡Perra…!‖

Dejando salir sonidos que ya no formaban palabras, Reika blandió el cuchillo


nuevamente.

Hyouma la miro lleno de odio y lanzo una fuerte patada a la boca de su estómago.

A diferencia del dolor de ser apuñalada, este fue un dolor que suspendió sus actividades
vitales. Reika giro hacia el borde del círculo mágico. Se encontraba, si podía decirse de
esta manera, completamente consiente, tal vez a causa del intenso dolor.

No hubo ningún cambio en el círculo mágico. Ni siquiera comenzó a brillar.

―¿Acaso tienen que ser cinco personas entonces…? ¿O acaso tengo que ir y matar a
trece? Maldición. Esto es tan molesto.‖

Hyouma pateo el piso mientras tiraba de su cabello.

Sangre se derramaba de la boca de Reika mientras observaba.

"Ka, ah..."

Su corazón aún continuaba operando, acelerándose para permitir que continuara la vida
de la existencia llamada Rikudou Reika.

Sin embargo, el dolor hace mucho había superado el límite permisible para los
humanos.
Poco a poco notaba que los sentidos de su cuerpo iban desapareciendo.

Sin embargo no podía encontrar ningún alivio en el hecho de que ya no sufriría más.

La vida de Reika fluía fuera de ella con cada segundo.

Ella no tenía idea de la razón por la cual había vivido.

No sabía porque se le había permitido vivir.

Aplastando las dudas que había tenido por tantos años, solo pudo dar una sola respuesta.

-- Yo deseo vivir.

Ella simplemente deseaba seguir viviendo. No deseaba morir. No deseaba morir en


medio de tanto dolor.

Habiendo vivido en la desesperación, acepto la primera respuesta que vino a su mente


mientras se enfrentaba a la muerte.

Ella deseaba vivir simplemente porque lo deseaba así.

No quería morir porque ese no era su deseo.

De eso se trataba todo y nada más.

Si – que simple y clara era esa verdad.

―Yo no… quiero… morir.‖

Una sola gota se derramó en el círculo mágico.

Al siguiente instante una increíble tempestad surgió del centro del círculo.

Hyouma podía sentirlo. Era un sorprendente remolino de prana – pasando a través de


todos los obstáculos, ¡un monstruo poco común hará su aparición en esta realidad!

―…Es esto… ¿¡Acaso lo logre!?‖

La voz del mago se sacudió de felicidad.

-- Deseas vivir, ¿cierto?

Era la dulce y bastante clara voz de una chica joven.

La voz se dirigió no hacia Hyouma, si no solo a Reika.

Sin la más mínima duda, Reika respondió a esa voz.


-- Yo deseo vivir.

Reika realizó su deseo. Ella se aferró a este con desesperación.

La chica susurro con un tono dulce.

-- De acuerdo. Nosotras lo entendemos. Formemos nuestro contrato, Madre.

El círculo mágico se activó, y el prana acompañado por una fiera luz carmesí fue
liberado.

Reika estaba cautivada por la fantástica escena que transcurría ante ella y Hyouma, a
diferencia de antes, expresaba su deleite con una respuesta segura.

―… ¿Acaso funciono? ¡Lo hizo! ¡Bien, en verdad lo hizo!‖

La clara voz de la chica alcanzo a Hyouma mientras este danzaba alrededor.

―Pregunta -- ¿acaso eres quien nos invocó?‖

Hyouma estaba estupefacto por la voz la cual estaba mucho más allá de sus
expectativas.

Después de todo, él había estado extremadamente seguro que ese famoso asesino no
podría haber sido una chica en lo absoluto.

―¿Qué? ¿Huh? ¿Acaso cometí algún error…?‖

Hyouma estaba sorprendido por la chica que emergió del círculo. Su cabello plateado
era denso y corto y sus pálidos y gélidos ojos azules miraban al mago sin ningún interés.
La chica agito su cabeza y declaro.

―No, no hubo ningún error.

Tú nos invocaste. Nosotros somos lo que buscabas.‖

―Así que eso significa que tú eres…‖

―Sí. Lo que tu intentabas invocas era al Sirviente Assassin. Nuestro verdadero nombre –
es ‗Jack el Destripador‘.‖

El rostro de Hyouma se ilumino, lleno de felicidad.

―Lo logre… ¡invoque al correcto!‖

Hyouma, como un mago, entendía que no era del tipo adecuado para el combate.

La hechicería que su casa había pasado de generación en generación se especializaba en


poderes poco espectaculares como la sugestión y el ocultamiento, y es por ello que
terminaron siendo ridiculizados como ―ratas‖.

Sin embargo, una rata puede asesinar de las maneras que una rata lo haría, y Hyouma
estaba orgulloso de sus tácticas.

De la manera en la que luchaba, fiero como una rata de alcantarilla, astuto y tenaz.

Para lograr ganar la Guerra del Santo Grial, los Sirvientes que luchaban con grandes
fanfarrias – por ejemplo las llamadas clases primarias como Saber y Lancer, o el
poderoso pero incontrolable Berserker debían ser evitados.

Aun considerando su propio rango de mago, no podía creer que pudiera ponerlos a
funcionar, ni siquiera podría permitirles el utilizar todo su poder.

Assassin era el Sirviente más adecuado para él. No había ninguna duda de ello.

Sin embargo, el Espíritu Heroico que debía ser invocado como Assassin estaba
predefinido. Esto significaba también que, tan pronto como un Sirviente es identificado
como Assassin, se podrían tomar contramedidas.

Consciente de esto, Hyouma busco a un Sirviente completamente desconocido – o al


menos que jamás hubiera participado en una Guerra del Grial anteriormente.

Un asesino serial con tan poca historia y que también poseyera la ‗monstruosidad‘ digna
de un Espíritu Heroico.

En otras palabras, Jack el Destripador.


Hyouma saltaba de alegría y trato de apresurarse al lado de Jack. Sin embargo, ella giro
y le dio la espalda a Hyouma, arrodillándose ante el lastimero sacrificio humano
llamado Reika.

―¿Te encuentras bien, Madre?‖

Cuando la chica se dirigió a ella, pareció como si dos sonidos se empalmaran. Era un
sonido extraño, como si ella hubiera pronunciado tanto ―Maestro‖ como ―Madre‖ al
mismo tiempo.

―¿Huh? W-Whoa, espera. Détente. Hey.‖

La chica no presto atención a la orden de Hyouma de detenerse.

―Por favor espera. Te ayudaremos ahora. Está bien. Todo va a estar bien.‖

―Duele…‖

―Lo lamentamos, Madre. Por favor resiste un poco más.‖

Jack sacudió gentilmente el cabello de Reika llena de afecto, y dio la vuelta para encarar
a Hyouma nuevamente.

―…Tú eres el sirviente Assassin. Tu verdadero nombre es ‗Jack el Destripador‘… eso es


correcto, ¿cierto?‖

Jack asintió brevemente ante las palabras de Hyouma, sin ninguna clase de emoción.

Hasta ahí todo estaba bien, pero para Hyouma los problemas solo estaban comenzando.

―Tú eres mi Sirviente, ¿cierto?‖

Los helados ojos azules brillaron como un par de gemas.

Observado por esos dulces, puros e inhumanos ojos, Hyouma no pudo evitar sentir
miedo.

Los tres hechizos de comando estaban gravados en el anverso de su mano.

Él sentía que si no los poseyera habría perdido su estatus de mago.

Aquel que la invoco era el mago llamado Sagara Hyouma.

Así es como debía ser, pero de alguna manera – no podía evitar sentir como si se
encontrara en territorio enemigo.

Jack, sin responder las preguntas de Hyouma, tomó su símbolo – el cuchillo de


apariencia extraña que se encontraba tirado en el suelo.
Ese simple acto acelero los latidos de Hyouma.

―Respóndeme, Assassin. De -- ¿De quién eres el Sirviente?‖

―Es inconveniente el ser un mago, ¿cierto?‖

Jack repentinamente comenzó a murmurar.

―Tal vez no para los hechizos pequeños, pero cuando se trata de hechizos grandes uno
tiene que transmitirlos por medio de palabras, ¿acaso me equivoco?‖

―¿Qué hay de ello?‖

―Aun peor, si tuvieras que ejecutar un Hechizo de Comando, no simplemente puedes


desearlo. Después de todo, el deseo no será concedido si no lo mencionas con las
palabras adecuadas.‖

En un instante su sentido de supervivencia le mando una alerta muy fuerte.

Este Sirviente era peligroso.

Este Sirviente pensaba en él como un enemigo el cual tenía que ser eliminado.

―Yo te exijo con el Hechizo de Comando --‖

En ese instante pudo sentir como si algo hirviendo hubiera sido puesto en su boca.

Cuando lo ignoro y trato de ordenarle ―comete suicidio‖, pudo notarlo,

-- su mandíbula, había desaparecido.

"¡¡ ------ !!"

Las palabras que deseaba gritar no emergieron. El único discurso que pudo lograr fue un
ridículo sonido de respiración.

―Y tampoco necesitas esto.‖

Su muñeca sintió un impacto.

Con un dolor intenso, con sangre brotando como si se tratara de un balde infinito,
Hyouma entro en pánico por completo.

" ------ !! -- ! -- ! --- !!"

Aun así fue incapaz de hablar.

En este momento Sagara Hyouma, habiendo perdido su capacidad de hablar, era menos
que una rata y había sido reducido a un simple pedazo de carne.
Habiendo confirmado esto, Jack camino hacia Reika nuevamente.

―Nosotras te arreglaremos ahora. Podría… ser un poco incómodo. Lo lamentamos.‖

Le informó la chica con una mirada apenada.

Tal vez fue a causa de la lástima que mostraba.

Tal vez fue el cómo su expresión estaba tan llena de preocupación por ella.

―…No te preocupes.‖

Murmuro Reika y perdió la conciencia.

*****

-- Cuando despertó nuevamente, la nauseabunda agonía había desaparecido.

Pero había un cierto sentimiento de que algo estaba mal en su cuerpo, el cual no podía
alejar de su mente.

Las ataduras de sus pies habían desaparecido. Reika se puso de pie, miro su mano
derecha y frunció el ceño.

La herida en su mano derecha había sido cosida, pero con un método que parecía
demasiado burdo. Un hilo negro emergía aleatoriamente como si se tratara de un
gusano, y ponía en duda el si realmente la herida había sido cerrada.

Pero el sangrado se había detenido… y ya no sentía más dolor.

―Bien, imagino que está bien mientras ya no duela.‖

―Si. El que no duela es algo bueno.‖

La voz provino justo de su costado. Dándose la vuelta se encontró con la chica de hace
unos momentos, quien la miraba fijamente con una expresión de inocencia infantil.
Reika encaro a la chica de nuevo y comenzó a hablar con ella.

―Um, tú eres la chica que me salvo, ¿cierto?‖

―Sí, eso es correcto. Eso fue lo que nosotras hicimos.‖

―¿Nosotras?‖

―Sí. Nosotras somos uno, y uno somos todos.‖

―Lo siento, en verdad no lo entiendo. Um, ¿Cuál dijiste que era tu nombre?‖

―Jack el Destripador. Jack estaría bien, o Assassin.‖


―Hmm… esos no suenan como el nombre de una chica.‖

"Mm..."

Viendo la decepción de Jack, Reika se apresuró a continuar.

―Pero Jack se escucha bien. ¿Acaso puedo llamarte Jack?‖

"Yep."

―—Ahora. Me gustaría saber exactamente lo que sucedió. ¿Me lo podrías explicar,


Jack?‖

―Podríamos. Pero este lugar es peligroso así que movámonos a otro lugar.‖

―Si, lo comprendo. Oh, pero -- ¿Qué deberíamos hacer con Hyouma?‖

Reika inclinó su cabeza hacia un lado, mirando a lo que solía ser una persona la cual se
encontraba respirando fantasmal y pesadamente. No había sangre fluyendo de su
quijada perdida o de su muñeca. Justo como la mano de Reika, habían sido cosidas con
un método quirúrgico caótico.

―Vamos a llevarlo con nosotros. Podría volverse necesario más tarde.‖

Jack levanto a Hyouma sin mucho esfuerzo.

―Por favor llévanos a tu casa, Madre. Nosotras te seguiremos.‖

"Oh, um, pero..."

Reika le dio un vistazo a Hyouma, a quien Jack llevaba en hombros. Para comenzar,
cualquiera que viera a una persona con su muñeca derecha cortada y sin su mandíbula,
lo reportaría.

Tal vez detectando su duda, Jack sacudió su cabeza de lado a lado rápidamente.

―Estará bien, estará bien.‖

"¿Estará bien?"

"Yep. Nadie lo sabrá, nadie lo sabrá."

Al final, fue justo como Jack lo dijo, nadie podía encontrar algo extraño en la apariencia
de la chica Reika, caminando delante a solas, volteaba en algunas ocasiones a dar un
vistazo, pero no podía localizar a Jack.

Y aun así, siempre que decía las palabras ―Jack‖, ella escuchaba la respuesta ―¿Sucede
algo?‖
Era algo misterioso, pero con tantas cosas incomprensibles que habían sucedido
recientemente, ella no podía molestarse en hacer mención de ello, y prosiguió el
tranquilo camino a su departamento.

Ella guio a Jack hasta la cocina y preparo algo de té.

―Te lo agradecemos, Madre.‖

Como siempre se trataba de un método extraño para referirse a alguien, como si


sobrepusieras las palabras ―Maestro‖ y ―Madre‖.

―¿Por dónde deberíamos comenzar?‖

―Hmm… ¿Qué te parece desde el principio?‖

―De acuerdo. Te explicaremos tanto como nos sea posible.‖

*****

-- Jack el Destripador le contó a Reika sobre la ‗Guerra del Santo Grial‘ de una manera
simplificada, ya que ella no tenía ningún tipo de conocimiento sobre magia.

El Santo Grial, capaz de realizar cualquier milagro, había sido reproducido por un grupo
de grandes magos. Sin embargo, el Grial podía concederle su deseo solo a uno.

A un Maestro escogido por el Santo Grial se le otorga un Recipiente para el Grial y los
Hechizos de Comando. Después de eso, uno tiene que invocar a un Espíritu Heroico, el
Sirviente, y utilizarlo para ganar y sobrevivir.

Todos los Sirvientes tienen sus propias características especiales… Jack el Destripador
se encuentra en la clase Assassin.

Y, muy probablemente, Reika fue elegida por Hyouma como un sacrificio humano para
invocarla.

El Grial, magos, Sirvientes… ella asimilo todas estas cosas que sonaban ridículas, de las
cuales hablaba Jack.

―Ya veo. Así que Jack, ¿En verdad eres el Sirviente de Hyouma?‖

―Ese era el plan original, eso creemos. Pero justo cuando estábamos a punto de ser
invocadas como un Sirviente, fuimos atraídas por palabras más poderosas que las de él.‖

-- Yo deseo vivir. No quiero morir. Nunca aceptare una muerte como esta.

Reika deseó con toda su fuerza por la única cosa necesaria que cambiaría la situación
ante la muerte que estaba acechando cerca.
Esta oración fue respondida por Jack – como resultado, ella arribó, invocada no como la
Sirviente de Hyouma si no de Reika.

Esto probablemente era un evento sin precedentes.

Mientras que existan Hechizos de Comando, la invocación de un Sirviente era en


comparación un ritual simple por sí mismo. Uno simplemente debía dibujar un círculo
mágico y recitar el hechizo – y en algunas ocasiones se podría dar el caso de que incluso
el hechizo era innecesario. Si uno deseaba atraer a un Sirviente específico, simplemente
debía preparar un símbolo con afinidad al Espíritu Heroico.

La invocación también lleva un muy corto tiempo. Mientras que la invocación de un


Espíritu Heroico es un ritual de gran magnitud, con el respaldo del Santo Grial no se
requería de mucho tiempo.

Por lo tanto – era dudoso el que alguien alguna vez haya logrado interferir en una
situación como esta con anterioridad.

Sin mencionar el que ese intruso, con la idea de evitar una muerte inminente, haya
realizado un deseo con una resolución más grande que la del invocador. Todo lo que
rodeaba el contrato entre Jack y Reika era completamente anómalo.

Mientras Jack explicaba brevemente los temas de las clases de los Sirvientes y sus
características especiales, ella saco aquella cosa que había guardado en su bolsa y la
puso sobre la mesa.

―Así que, Madre. Nosotras deseábamos hablar contigo sobre esto.‖

―Oh, cielos.‖

Reika cubrió su boca con una mano por reflejo.

Se trataba de la mano derecha de Hyouma. Lo que parecía un tatuaje que imitaba tres
cuchillos estaba gravado en el dorso de su mano.

―Estos son los Hechizos de Comando. Normalmente aparecen en el brazo de un mago


que se ha convertido en un Maestro… um, son como boletos para proporcionar
órdenes.‖

"Oh..."

Reika toco de manera nerviosa el dorso de la mano rígida.

―Él aún sigue con vida, así que siguen funcionando… ¿acaso está aquí?‖

"Mmm..."

Con toda honestidad, Reika no podía pensar en algo que deseara ordenarle a Jack. Sin
embargo, el poder de los Hechizos de Comando era inmenso, aun así era algo que
incluso podía ser manipulado por Reika. Podía ser utilizado como una carta del triunfo
para revertir una situación sobrecogedoramente adversa.

―Si él muere los Hechizos de Comando desaparecerán también. Eso sería un


desperdicio, así que nosotras lo mantendremos cerca, al menos eso creemos.‖

―Eso es cierto. No quiero salir lastimada… pero tampoco quiero desperdiciar nada.

Bien, ¿me harías el favor?‖

―Si, de acuerdo. Nosotras no somos muy buenas en operaciones de trasplante, pero


haremos nuestro mejor esfuerzo.‖

Por alguna razón, Reika se sintió con ganas de acariciar la cabeza de Jack. La chica lo
acepto felizmente.

*****

La transferencia llevo una hora.

A pesar del hecho de que su mano había sido cortada, Hyouma lloro de angustia cuando
los Hechizos de Comando fueron removidos a la fuerza. ¿Acaso su sentido del dolor
aún estaba conectado? ¿O acaso era por la desesperación de que su calificación como
Maestro en la Guerra del Grial – que sus aspiraciones se habían perdido?

En cualquier caso, Hyouma había perdido su última oportunidad de sobrevivir.

Durante la transferencia, la mano de Reika dolía como si estuviera siendo quemada,


pero el dolor desapareció pronto. Aun se sentía algo caliente y dolía un poco, pero eso
también disminuyo gradualmente.

―Ahora, el Contenedor del Grial.‖

―¿Acaso este Grial es algo como una copa de vino?‖

―No, cualquier cosa puede funcionar como Contenedor. Cualquier objeto a la mano será
automáticamente reconocido como el Contenedor del Grial.‖

Como si tales palabras hubieran causado que recordara algo repentinamente, Reika
procedió a preguntar.

―Hyouma. Cuando vivías aquí, ¿Acaso no había algo que siempre llevabas contigo y
que era realmente importante?‖

Hyouma quedo paralizado.

―Hmm, Estoy segura… si, se trata de esto.‖

Reika sostenía un rubí más grande que su mano.


―¿Se trata de esto?‖

―Wow, eso es sorprendente… esta es la primera vez que hemos visto un corazón
mineralizado.‖

―Un, ¿Un corazón?‖

Al escuchar esto Reika casi lo deja caer sin pensarlo.

Los ojos de Jack estaban completamente abiertos llenos de curiosidad y sorpresa.

―Yep, es un corazón humano. Eso es brillante. ¿Acaso fue una maldición? ¿O algún tipo
de enfermedad?‖

―¿Así que esto es el Santo Grial?‖

Jack olfateo la gema y asintió.

―Si, se trata de esto. No hay duda de ello.‖

*****

Ella había realizado un contrato con un Sirviente, se le habían transferido los Hechizos
de Comando y había obtenido el Contenedor.

Rikudou Reika se había convertido en un Maestro tanto en nombre como en la realidad


y se encontraba en la posición para usar al Sirviente Assassin.

―Así que Madre, ¿Qué es lo que harás en esta Guerra del Grial?‖

―Hm, cierto. Mi deseo ya ha sido concedido después de todo.‖

Vivir – eso fue lo primero que había deseado, y había sido concedido.

Eso quería decir que había regresado a ser su ser original.

Aquel que vivía vagamente, siendo arrastrada por la corriente.

―Ah… ¿Acaso hay un deseo que quisieras concedido, Jack?‖

―… Si, lo hay.‖

La expresión de Jack se ensombreció. La manera en que sostenía la taza de té con


ambas manos y sorbía de ella era bastante linda, pensó Reika distraída.

―Nosotras deseamos regresar a nuestra madre.‖

―¿Regresar con su madre?‖


―Sí. Nosotras deseamos regresar dentro de nuestra madre. Es muy cómodo ahí dentro.‖

―Ya veo.‖

Sin importar su contenido, parecía que Jack tenía un deseo.

Era un deseo importante que quería ver concedido, sin importar a quien tuviera que
enfrentar para hacerlo.

Reika, quien no tenía nada que desear, no podía rechazarla – ni creía estar calificada
para hacerlo.

―Así que tendremos que unirnos a la Guerra entonces.‖

―… ¿De verdad?‖

―Oh, sí. Tú me salvaste después de todo.‖

Era un deseo que posiblemente no podría ser concedido.

Era una situación donde ser asesinado hubiera sido común.

La única cosa que ella podía usar para pagarle a esta chica, que había derrotado este
destino, era su ser mismo.

―Aunque no me gustaría salir lastimada.‖

―No te preocupes, no dolerá… eso creemos.‖

―De acuerdo. Bien, entonces vayamos a la guerra.‖

Jack asintió, sus ojos resplandeciendo.

―Yep, ¡vayamos a la guerra!‖

―Así que… ¿Qué debería hacer? No se pelear.‖

―Bien, Madre, nosotras requerimos prana para luchar.‖

La existencia misma de un Sirviente consume una enorme cantidad de prana, aunque


Jack, al pertenecer a la clase Assassin, consume mucho menos en comparación con
Saber o Berserker.

Aun así, dado que Rikudou Reika era un amateur, ni siquiera siendo un mago, era poco
probable que se convirtiera en la fuente principal de prana.

En ese caso, el prana debería de ser restaurado desde otras fuentes…

―El comer almas humanas será suficiente para nosotras.‖


―¿Almas humanas? Um, ¿Acaso eso los mataría?‖

―…Si, eso suponemos.‖

―Hmm… supongo que no puede evitarse.‖

―Oh, um, pero, el que se trate solo de gente mala sería lo mejor. Tal vez solo sea nuestro
gusto, pero el alma de una persona mala está más contaminada y es más deliciosa.‖

La naturaleza de Jack el Destripador es mal caótico.

Ella es una existencia que predica el caos ante el orden, llevando a cabo hazañas
malignas. Por lo tanto, al parecer las almas de la misma naturaleza son más fáciles de
digerir.

―Ya veo. Así que… ¿acaso Hyouma sabría bien?‖

Cuando Reika señalo a Hyouma, Jack asintió con su cabeza.

―Yep. Además se trata de un mago, así que sería delicioso.‖

Indicándole que esperara un momento, Reika camino hacia Hyouma con la mano
cortada en sus manos.

Ella se agacho, sus ojos se encontraron mientras él temblaba de miedo.

―¿Alguna vez me amaste Hyouma?‖

" -- ¦ ¦¦¦! ¦ ¦¦¦!"

Reika sonrió cuando Hyouma asintió y comenzó a llorar.

―No estoy segura de lo que quisiste decir, pero parece que dijiste que lo hiciste. Te lo
agradezco. Probablemente realizaste algún tipo de hechizo sobre mí ¿cierto? No
guardare rencor contra ti por eso. Después de todo, es gracias a ti que pude conocer el
maravilloso sentimiento de amar a alguien.‖

Reika presiono la mano derecha cortada contra su mejilla.

―Si, es verdad. Yo te amé después de todo. Pero me traicionaste, así que no puede
evitarse. En verdad no es posible. Lo lamento. Tú vivirás como un hermoso recuerdo.‖

" -- ¦¦! ¦ ¦¦¦¦ ¦¦¦ ¦¦ ¦¦¦ ¦¦¦¦¦¦ ¦¦¦¦!"

Con una sonrisa marga que demostraba que no podía entenderle, Reika anuncio a Jack.

―Puedes comértelo. Oh, pero sería preferible si no ensuciaras el lugar… comételo en el


baño.‖
Reika no guardaba emociones profundas sobre el hecho de que se le había permitido
seguir viviendo.

…De manera similar, ella no sentía dudas en borrar a alguien que no le importaba en
lo más mínimo.

Una madre lamentaría la muerte de su hijo.

Un amante lamentaría la muerte del ser amado.

Si nadie podía ser culpado por no lamentar la muerte de ella – entonces a ella no podía
importarle lo opuesto en lo más mínimo.

Observando a Hyouma mientras todo su cuerpo se sacudía, luchando desesperadamente


para sobrevivir, Reika tranquilamente se sirvió otra taza de té.

Disponer de su cadáver marchito fue más fácil de lo que había pensado que seria.

Al haber sido aplastado, la cosa que ella tiro en el contenedor de basura no parecía un
ser humano en lo absoluto, y no parecía nada más que un gran montón de hojas secas.

Ni siquiera permanecía la peste de la sangre. Solo la mano derecha, con sus Hechizos de
Comando robados, preservaba su frescura. La única cosa que ella tenía para recordarlo
era esta mano. La atesorare, pensó Reika.

―No te agrada el olor de la sangre o si ¿Madre?‖

―No, en realidad no.‖

―Es por eso que nosotros bebimos toda su sangre también. Slurp. Aunque sabía bastante
mal.‖

―Oh, lo lamento. No tenías por qué hacer eso por mí.‖

Jack agito su cabeza de lado a lado.

―Oh, no, si Madre es feliz, nosotras somos felices.‖

―Ya veo.‖

―Bien… nosotras también seriamos felices si acariciaras nuestra cabeza.‖

Cumpliendo la modesta petición de Jack, Reika acaricio su cabeza.

―¿Así está bien?‖

―Sí. Gracias, Madre.‖


La tímida chica era bastante infantil – tanto que casi era impensable que ella acabara de
asesinar a un hombre hace poco tiempo.

―Me gustaría descansar un poco ahora. ¿Está bien?‖

―Yep. Buenas noches. No te preocupes. Nosotras te protegeremos, Madre.‖

―Si, te lo agradezco, Jack.‖

Como era de esperarse, la fatiga comenzaba a apoderarse de ella.

Tan pronto como se recostó en su cama y cerro sus ojos, Reika quedo inconsciente de
inmediato.

*****

Y, ella comenzó a soñar.

La primera cosa que sintió fue un desgarrador y sofocante frio.

Una espesa niebla cubría sus alrededores, y cada vez que respiraba se sentía como si un
veneno se filtrara en su cuerpo.

Mirando su propia mano, se sorprendió al darse cuenta de que tan delgada era y
comprendió que de alguna manera ella se había transformado en Jack.

Jack estaba mirando a través de la ventana de una casa.

Dentro del triste cuarto una mujer se encontraba riendo.

La mujer reía y se entregaba al alcohol. Su corazón y cuerpo estaba acabados, se había


convertido en una existencia que simplemente luchaba para sobrevivir día a día.

No tenía sueños.

La única cosa que existía para ella era la realidad.

Sin embargo, era claro que su realidad había sido aplastada por un destino inescapable.
Ella sufría de pobreza y solo se trataba de un asunto de si moriría de inanición o
enfermedad.

Reika miro desde afuera de la ventana, junto con Jack.

…No, tal vez no.

Lo que Reika vio en la mujer de mediana edad a través de esa ventana fue su
inescapable desesperación.
Ella sufría en la desesperación de saber que no tenía ninguna escapatoria excepto en la
bebida, sufría en la desesperación de ni siquiera saber si tendría comida el día de
mañana y sufría en la desesperación de su propia falta de sueños.

Sin embargo, Jack – solo veía en ella a su ―Madre‖.

―Madre.‖

Susurro la chica en voz baja.

Como si se tratara de un perico, ella lo susurro una y otra vez.

"Madre, madre, madre, madre, madre."

Ella comenzó a golpear en la ventana, suavemente, incesante,

La mujer, aparentemente notándolo finalmente, la regaño mientras abría la ventana.

―¡Silencio!‖

Dejando salir esto con una expresión asemejándola a una bruja, ella cerró la ventana de
un golpe.

Tal vez la chica estaba consciente de que sería rechazada. Ella dejo caer su cabeza y
contuvo las lágrimas.

Y así, sin nada que hacer – comenzó a vagar por la oscura calle.

Había voces riendo, voces encantadoras, gritos y chillidos.

Voces, voces, voces, voces. Todas ellas, voces que jamás se lamentarían por ellas.

¿Qué tan lejos había caminado? La chica se detuvo repentinamente.

"Madre."

La mujer de antes estaba de pie a solas, esperando por un cliente. Un hombre camino
hasta ella, pero pareció que no pudieron acordar un precio, así que el hombre escupió y
se marchó.

"Madre."

…Abruptamente, la niebla comenzó a volverse más espesa.

Reika supo que esto era algo similar a la hechicería – pero la mujer, por supuesto, no lo
sabía. Ella simplemente parecía perpleja ante la repentina densidad de la niebla.

En las manos de la chica se encontraba un solo cuchillo.


"Madre."

La mujer, moviendo sus manos para apartar la niebla, no noto en absoluto que la chica
se aproximaba.

La chica permaneció de pie ante la mujer.

"Madre."

La mujer grito, agitándose de miedo, ante su llamado. Sin embargo, ella pareció haber
notado que la chica ante ella era la chica de antes. La mujer, su expresión mezclada con
alivio y enojo dijo:

―¡No me asustes así!‖

―Lo lamento.‖

Quien lo habría sabido – el significado de esa disculpa.

La chica rápidamente cortó la garganta de la mujer de lado a lado.

¿Quién habría entendido, quién habría creído, que la verdadera forma de Jack el
Destripador, el legendario asesino serial que tenía conocimientos sobre disección y se
deslizaba por la oscuridad de la noche para realizar sus silenciosas disecciones, era una
chica que evocaba tanta lastima?

―Lo siento, Madre. Lo siento, lo siento, lo siento. Pero deseo regresar. Yo deseo
regresar. Deseo regresar. Yo deseo regresar --‖

Con lágrimas de miseria, la chica disecciono a la angustiada Madre.

Finalmente obteniendo una parte de la mujer, la chica presiono contra su cara aquella
cosa que olía a sangre, y comenzó a llorar.

-- Regresar, regresar, nosotras deseamos regresar.

-- Después de todo es tan cálido. Es tan cálido aquí.

Los lamentos de la chica no alcanzaron a nadie.

Ella se sumió en la desesperación y desapareció sin lograr su sueño. ¿Acaso fue


asesinada? ¿Acaso escogió la muerte? ¿Acaso simplemente falleció? – nadie lo sabía.

Es probable que ella reine perpetuamente como un misterio eterno, una oscuridad eterna
gravada en la historia de Inglaterra.

No se trataba ya de un simple asesino.


Había obtenido de otros la creencia conocida como miedo – un ―Espíritu Heroico
Inverso‖.

*****

Finalmente despertó de su sueño.

Por un momento, Reika se encontró confundida por el hecho que de que estaba
durmiendo en su propia cama.

Después de aclarar su mente, se dio cuenta de que lo que había sucedido antes se trataba
de un sueño.

―Pero se sintió tan real.‖

No podía creer que pudiera recrear un Londres del siglo 19 a tal grado solo con el poder
de su mente, siendo un lugar al que nunca había ido y mucho menos conocía algo de él.

Probablemente tenía algo que ver con el hecho de que había realizado un contrato con
un Sirviente.

Al pensar esto, Reika comenzó a buscar a su Sirviente, Jack el Destripador.

"¿Jack...?"

Cuando miro más cuidadosamente, pudo notar un gran bulto en las sabanas. Dándole la
vuelta a las sabanas de manera gentil, para no perturbarla, encontró a Jack acurrucada
ahí, abrazando sus rodillas y durmiendo silenciosamente.
"Oh cielos."

Sintiendo que no debería despertarla, Reika acaricio suavemente la cabeza de Jack. Ya


que ella no tenía un trabajo regular podía utilizar su tiempo libremente.

No había necesidad de preocuparla.

Aun si estuviera despierta, no había nada que tuviera que realizar por la mañana.

―…Solo un poco más.‖

Murmurando esto, Reika puso su brazo alrededor de la cabeza de Jack y cerro


nuevamente sus ojos.

*****

Cuando anocheció, Reika salió a las calles con Jack.

Jack le explico a Reika acerca de la técnica llamada ―forma espiritual‖ la cual la


remueve completamente de la vista.

―¿Acaso es diferente de la que utilizaste la noche pasada?‖

Jack respondió, ―Así es.‖

―Lo que utilizamos el día de ayer fue la habilidad del ‗ocultamiento de la presencia‘
perteneciente a la clase Assassin. Nosotras no desaparecimos, solo borramos nuestra
presencia. Nosotras no podemos llevar nada cuando nos encontramos en forma
espiritual.‖

―No podía verte en lo absoluto. ¿En verdad solo borraste tu presencia?‖

―Eso solo es la clase de criatura que somos los asesinos. Estamos confiadas en que
ningún Sirviente podría detectarnos mientras sea de noche.‖

A pesar del hecho de que ella no podía ver a Jack, Reika sentía que la chica estaba
alzando su pecho llena de orgullo.

―Pero Madre, ¿Acaso hay aquí montones de gente mala?‖

―Oh, sí. Um, debería de ser en este edificio… ¿acaso era en este piso?‖

Reika obtuvo confirmación de las placas de nombres que mostraban cada piso.

"Financiamiento Akagami Co. – correcto, es aquí. Es en el cuarto piso. "

―¿Todos los que se encuentran en el cuarto piso?‖

―Sí. Es correcto, el piso entero está lleno de gente de esta compañía.‖


―Bien, entonces entremos sin ser detectados, Madre‖

Cuando llegaron al cuarto piso por medio del elevador, Reika hizo justo lo que Jack le
indico y se trasladó al baño de mujeres como primer paso.

―¿Qué es lo que vas a hacer?‖

―Usar nuestro Noble Phantasm.‖

"¿'Noble Phantasm'...?"

―Una habilidad secreta de los Sirvientes – nosotras.‖

Jack materializo su cuerpo. Ella sostenía una linterna antigua en su mano.

―¿Qué es eso?‖

―Este es nuestro Noble Phantasm de Espacio Cerrado: ‗La Niebla‘.‖

Los Sirvientes son héroes de tiempos antiguos, y sus historias giran alrededor de ciertas
armas y herramientas, grandes y pequeñas.

-- Una espada sagrada de luz, forjada en el planeta.

-- Una lanza demoniaca que atraviesa el corazón sin fallar utilizando la modificación de
las probabilidades.

-- Riendas que controlan bestias provenientes de la Era de los Dioses.

La linterna que Jack sostenía era una de estas.

―¿Alguna vez has escuchado sobre ‗el Humo‘, Madre?‖

―Si, he oído de ello. Te refieres a Londres ¿cierto?‖

―Sí. Cuando nosotras estuvimos ahí, el smog en Londres era horrible. Era
completamente oscuro – tan mal que no podíamos respirar, tan mal que no podíamos
abrir nuestros ojos.‖

La mezcla de humo y niebla que se libera con la quema del carbón es llamada smog.

Del siglo 19 al 29, Londres fue asediada por smog en muchas ocasiones.

El peor momento fue el del Gran Smog en 1952. Se dice que la densa niebla de sulfuro
que cubrió Londres causo más de 10,000 muertes.

Jack abrió la compuerta de la linterna y toco gentilmente la vela dentro de ella.


Una flama se encendió al mismo tiempo, algo parecido al humo comenzó a filtrarse del
fondo de la linterna.

―Este Noble Phantasm puede recrear esa niebla.

Nadie podría escaparla jamás. Quien quede atrapado en ella morirá en agonía, todos
ellos.‖

Una expresión preocupada apareció en el rostro de Reika.

"Um... ¿Jack?

Entonces… ¿No moriría yo también? Preferiría que no sucediera eso.

Una sonrojada Jack agito su cabeza de lado a lado.

―¡E-está bien, está bien! ¡Estarás bien, Madre!‖

Esta niebla puede ser ‗dirigida‘. Así que no se acercara a ti.

Mientras Jack decía esto, la niebla que los rodeaba, la cual ya había obtenido un color
profundo, dejo un área limpia alrededor de Reika.

―Ahora – solo depende de nosotros el terminar con ellos uno a uno.

Hora de marcharnos, Madre.‖

*****

Financiamientos Akagami era, para ponerlo de manera simple, un prestamista del


mercado negro.

Realizaban préstamos monetarios a la gente con una sonrisa, y después les quitaban
todo con un rostro malévolo.

Aun en esta línea de trabajo eran bien conocidos por sus métodos de recolección rudos,
haciendo uso de sus ventajas como un sindicato del crimen aun activo.

―Hey, ¿Sr. Murano? Odio tener que decirle esto, pero si sigue así va a tener que vender
un par de órganos. ¿Entiende lo que estoy diciendo? Y lo dejare tan claro para que hasta
un idiota pueda entenderlo. ¡Lo que estoy diciendo es, va a tener que suicidarse, vender
sus órganos y usar el dinero del seguro solo para pagar los malditos intereses!‖

Hey, ¿está escuchándome? Le estoy preguntando -- ¿huh?

Cielos.

Rikudou Reika había leído por casualidad acerca de un reporte noticioso sobre
préstamos ilegales, el cual fue publicado en una revista --
―¿Qué demonios? ¿Acaso hay un incendio…?‖

Y Reika por casualidad conocía su dirección y les había traído esta tragedia.

En el momento en que respiraron la densa nube de humo que los envolvía, se


desmayaron del dolor.

"¡Gaah...!"

―Ugh… Yo, no puedo… respirar…‖

―¡A-alguien! ¡La ventana! ¡Abran una ventana --!‖

Un smog fuertemente acido los rodeaba.

Era tal que el simple hecho de respirarlo quemaba la garganta, y el simplemente abrir
los ojos causaba que se ulcerasen

Duele… demonios, como duele, ¡ayuda! ¡Ayuda!.

¡Ayúdenme! ¡Alguien ayúdeme! ¡Quien sea --!

Dijo Jack con un tono despreocupado mientras corría con un cuchillo en una de sus
manos.

El alterado hombre rápidamente se encontró corriendo contra la pata de un escritorio y


cayo torpemente al suelo.

―¡Te… tengo que salir de aquí…!‖

¿Salir? ¿Pero a dónde? ¿A dónde podría él correr?

Ellos podrían no haberse dado cuenta, pero aquellos que trataban de escapar eran
engañados por la niebla, y simplemente corrían en círculos en el mismo lugar.

"¡Ha!"

La voz de una joven chica, poco acorde con esta compañía, sonó repentinamente.

"Gheh -- "

Y, dejando detrás este chillido ridículo – un colega colapso ante él.

―¡¿Qu-- quién?!‖

Las palabras del hombre, cuya garganta había sido quemada tan horriblemente, no
podían ser escuchadas como algo más que carraspeos.

―Un asesino.‖
Aun así, la suave voz de la chica contesto.

-- ¿Un asesino?

¿Qué diablos significaba eso?, pensó el hombre. De cualquier forma, sus ojos y garganta
sentían dolor, uno insoportable.

Se estaba sofocando y no podía respirar.

Sus ojos le dolían y no podía ver nada.

Deseaba que alguien se apresurara y viniera a calmar su dolor.

Por favor, detén este dolor por mí.

Déjame estar en paz, déjame estar en paz, déjame estar en paz – guoh.

Jack, manejando el cuchillo con destreza, disecciono su cuerpo.

―Prana – recuperado. Corazón – gulp.‖

Ella se tragó el corazón que tenía el terror grabado en su torrente sanguíneo.

Mirando alrededor de ella, localizó un nuevo blanco.

―Hmmmm… ¡te encontré!‖

"¡¡Hiiih -- !!"

Mientras que el estómago de Jack se quejaba de un hambre considerable, ella extrajo


todos y cada uno de los corazones de cada uno de ellos y logro llenarse hasta quedar
complacida.
*****

―Gracias por la comida.‖

―Por nada.‖

Para el momento en que Jack regreso, la niebla se había disipado.

―Bien, entonces vayamos a casa.‖

Antes las palabras de Reika, Jack se detuvo abruptamente.

Observando inexpresiva, la chica le hizo una pregunta a Reika.

―… ¿Nos vamos a casa?‖

―Así es. ¿Acaso había algo más que quisieras hacer?‖

―No, nada más. Es solo que… parecía extraño, el ir a casa.‖

―¿A qué se debe eso?‖

―—Nosotras no teníamos un hogar.‖

La chica recordó los callejones, rodeados de la niebla y la peste.

Los nidos, cubiertos de desperdicios y heces, donde las sucias ratas corrían, de ninguna
manera era un lugar para descansar.

Cuando duermes por la noche alguien podría atacarte. Cuando te levantabas por la
mañana alguien podría haber muerto – ese era el tipo de mundo en el que habitaba.

Es por eso que ella no podía evitar sentir que ‗ir a casa‘ era una ocasión que no tenía
nada que ver con ella.

La chica explico esto de manera torpe.

―Ya veo… así que es por eso.‖

Reika miro fijamente a la deprimida chica.

…Su propio ser, para quien el sentimiento de estar vivo era tan tenue como la niebla.

…La chica, para quien la palabra ―vivir‖ ni siquiera podía ser aplicable.

De acuerdo a la chica, era común que los Sirvientes y los Maestros tuvieran la misma
disposición.

En este caso, este encuentro era, de cierta forma – destino quizás.


"¿Madre...?"

―… No pasa nada. Ahora, regresemos. Pero antes de ello, ¿te importaría si paramos en
el supermercado?‖

―Nosotras estaremos en forma spiritual, así que no nos molesta en realidad… aunque
quisiéramos saber el porqué de la pregunta.‖

―Pensé que sería agradable el comprar algunos ingredientes para la cena.‖

―¿Cena…?‖

―Sí. Estoy pensando en preparar carne de hamburguesa.‖

―¿Qué es eso?‖

Jack inclinó su cabeza inocentemente. Parecía que el problema para ella no era si le
gustaban o no, si no siquiera el saber que era este platillo llamado ‗hamburguesa‘.

―Son muy deliciosas. ¿Por qué no comes conmigo ya que estas aquí?‖

―Um, comer no es necesario para los Sirvientes. Estaremos bien aun si… no comemos.‖

Aunque Jack había dicho que estaría bien, parecía triste de alguna forma.

―Oh, ¿Acaso no pueden comer?‖

―Podemos, pero…‖

Comer no era necesario para los Sirvientes. Sin embargo, eso no quería decir que no
tuvieran sentido del gusto.

En ese caso, lo que era necesario – era un buen gusto, y curiosidad tal vez.

―Sabe delicioso. ¿Qué tal si te digo que es una recompensa por tu buen trabajo?‖

―.... ¡De acuerdo!"

Ante las palabras de Reika, una gran sonrisa apareció en el rostro de Jack el
Destripador, y comenzó a bailar alrededor con una expresión de felicidad.

Mientras observaba esa sonrisa, ella pensó en un deseo para cuando alcanzaran el Santo
Grial.

‗Yo deseo ser feliz.‘

Era un deseo tan puro, tan sincero y tan ingenuo – y como tal, era un pequeño deseo que
nunca podría ser concedido para el asesino y su madre.

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