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CONTROL SOCIAL Y SUS FORMAS

Todo conflicto amerita un control por parte del Estado; lo cual significa poner
límites con relación a su ejercicio sobre el ciudadano. En efecto, el ciudadano,
deberá entender los límites al control y con ello su legitimación. Pero esta
revisión al poder y control del Estado no es sólo con relación al aparato, a la
sociedad política, sino también a la sociedad civil, pues hasta ella se extiende
ese poder control que es expresión del sistema en su conjunto.
La situación criminal para el Estado busca reducirlo y eximir a la ciudadanía de
toda opresión de su libertad.
Razonablemente, el estudio de la criminalidad, no deber ser alejado de la
realidad social del país, así como del estudio del poder, de la política, la
economía, la historia.
La realidad de nuestro país no puede ser ajeno a su ciudadanía, no podemos
ocultar que los ultimo 30 años hemos pasado por acontecimiento altamente
criminales y sus modalidades acompañados con la tecnología se han hecho
continuos y perjudiciales para aquellos que realmente buscan el bien de su
familia; el fin supremo de la sociedad.
Son incontables los delitos los hemos visto en nuestro país; robo, hurto,
estafas, violación al derecho de la intimidad, a la libertad de expresión, etc.
Donde no solo están dispuestos “hombres de a pie” sino hombre que legislan y
administran el Estado.
Como dice Juan Bustos Ramírez “Una política más humana en la dirección
propuesta implica a su vez una participación más activa de la sociedad en el
sistema penal, democratizando nuestras instituciones estatales que ahora
padecen de una seria crisis de legitimidad”.
La criminalidad no debe estar en un versus con el Estado, la criminalidad no
radica en aumentar la represión. Sino en reincorporar a las personas que
delinquieron a una sociedad libre de peligros.

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