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No Hace Falta que Hagas un Presupuesto ¿Quieres Saber la Razón?

Por Antonio Martín Morín


Es bastante posible que en tu lucha por tener unas finanzas controladas te hayas
topado una y mil veces con el enorme muro del…presupuesto.

Imagino que tendrás decenas de presupuestos hechos. En hojas de cálculo, en


aplicaciones para Smartphone, incluso en páginas escritas a bolígrafo.
Seguro que todos los comenzaste con mucha ilusión de mantener organizadas tus
finanzas. Todo iba bien durante una o dos semanas pero siempre salía algún
gasto que rompía en mil pedazos tu presupuesto tan bien calculado y trabajado.

O no puedes con la tentación de comprar algo que sabes que no necesitas, que
comprándolo te saltarías el presupuesto pero piensas que te lo debes a ti mismo,
que hoy has tenido un día duro en el trabajo, por ejemplo.

En poco tiempo, el presupuesto pasa al olvido y ninguno de tus hábitos nocivos ha


cambiado.

El presupuesto es de las partes más duras que tienen las finanzas personales. Un
muro para mucha gente, que al final, les acaba impidiendo tener, precisamente,
las finanzas bien gestionadas.

Y es lo que le da mucha mala fama, por aburridas, a las finanzas personales. La


verdad es que la palabra “presupuesto” es muy poco sexy.
Bien, si no puedes saltar el muro del presupuesto, si simplemente mencionarlo te
pone malo, pues NO HAGAS UN PRESUPUESTO.

¿Qué? Pero si un presupuesto es básico para tener unas finanzas controladas.

No, lo siento, no es fundamental. Sí, es una herramienta que ayuda mucho pero
es un medio para un fin, no el fin en sí mismo.

Fundamental es tener un fondo de emergencias. Fundamental es no endeudarse.


Fundamental es ahorrar nada más ingresar dinero. Un presupuesto NO es
fundamental.

Los presupuestos tradicionales no funcionan a largo plazo por la misma razón que
las dietas tradicionales tampoco lo hacen. Se necesita mucha constancia y a la
primera flaqueza en que te saltas el presupuesto/dieta, ya hay que volver a
empezar de cero.

La Clave está en los hábitos, los presupuestos te marcan un camino, unos hábitos
que tal vez no sean los tuyos. Cada persona tiene una serie de hábitos. Estos
hábitos son cómodos para ti y te mantienen en un camino conocido día a día.
Los hábitos son fáciles de aplicar, convenientes y se ajustan a tu estilo de vida.
Marcan tu zona de confort.

La única manera de salir de esos hábitos perjudiciales es crear un nuevo hábito


saludable. Un hábito que sustituya al anterior.

¿Cómo Puedes Cambiar las Rutinas Básicas de tu Vida?


Aquí tienes algunas ideas:

Poner barreras a los hábitos caros. Por ejemplo, si gastas mucho en tarjetas de
crédito, déjalas en casa. Esto hace que sea mucho más complicado gastar en
artículos innecesarios y que realmente no necesitas.
Busca y elimina el hábito más perjudicial para tus finanzas. Si te gastas
mucho dinero en comprar discos de música que luego muchas veces ni escuchas,
evita ir a tiendas de música, centros comerciales, etc.
Pasa más tiempo con gente que tenga hábitos menos caros. Si pasas la
mayor parte de tu tiempo con amigos que tienen hábitos caros, gastarás más, que
si lo haces con personas con hábitos más baratos.
Busca maneras de modificar tus hábitos caros para cambiarlos por hábitos baratos
y poner así en forma tus finanzas.

Es mucho más efectivo que darte de cabezazos con un presupuesto.

Conclusión:
Si hacer un presupuesto es la principal barrera que te separa, o uno de ellas, de
controlar tus finanzas, no tengas un presupuesto.

Enfócate en modificar y cambiar tus hábitos hacia unos mejores desde el punto de
vista de tus finanzas. Al final ahorrarás más dinero, te frustrarás menos y lograrás
con mayor facilidad tus objetivos.

Actividad proyecto de vida: programa tu vida para cinco años, los activos
que deseas obtener, y realiza un presupuesto de ingresos, gastos, inversiones y
préstamos de manera mensual, para cumplir tus metas a cinco años.

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