EL ESCRIBIENTE EN
HACIENDA SUELE LLEGAR:
 Con culpa exagerada:
o Infinitas losas o
o Losas muy
grandes.
"¿Me permites sugerirte que te
tomes la culpabilidad excesiva
por lo que es? No es sino una
especie de orgullo invertido. Es
justo sentir una lástima decente
por lo que haya ocurrido. Pero
culpabilidad, no.
Tal como la ve Bill, #68
Puedo lograr la "humildad para
hoy", únicamente en la medida en
que pueda evitar el obstáculo de la
culpabilidad y la rebeldía por un
lado y, por el otro, aquel engañoso
paraíso donde se ven
desparramadas sobre toda la tierra
las monedas de oro falso del
orgullo. De esta forma, puedo
encontrar y seguir el camino real
hacia la humildad, que se halla
entre los dos extremos.
7º Paso, AA
No podemos contar
completamente con nuestros
amigos para resolver todos
nuestros problemas. Un buen
consejero nunca lo pensará
todo por nosotros. Él sabe que
cada elección final debe ser
cosa nuestra. Por lo tanto, nos
ayudará a eliminar el temor, la
conveniencia y el autoengaño,
posibilitándonos así hacer
elecciones que sean cariñosas,
prudentes y honestas.
Tal como la ve Bill, #83
LOSAS
¿Qué es una losa?
 Una losa es una creencia negativa que el escribiente viene
cargando desde que llega a la experiencia o que el padrino le
“siembra” para facilitar el trabajo durante el apadrinamiento en
hacienda.
 Esta creencia se considera “losa” por ser limitante o negativa,
porque genera sentimientos de culpa, vergüenza, indignidad,
inmerecimiento o incapacidad.
 También puede distorsionar la imagen de sí mismo afectando la
idea de lo que soy y de lo que no soy.
Origen de nuestras losas.
 Nuestras experiencias.
 Los mensajes que recibimos (en especial en la infancia).
 La educación que recibimos en nuestra familia, escuela y sociedad.
 La moral y cultura dominante en nuestro entorno.
Losas más comunes.
 Culpas.
 Creencias negativas o limitantes.
 Sobre lo que soy o no soy.
 Respecto a lo que “debe ser”.
 Sobre lo que es y no es un hombre.
 Sobre lo que es y no es una mujer.
 Sobre ser merecedor.
 Sobre ser incapaz.
 Creencias que generan miedos y fobias.
¿Por qué se deben quitar las losas?
 Porque es parte de la liberación del escribiente.
 Porque eso le permite ubicarse en la realidad con humildad.
 El escribiente no debe irse con losas salvo en los contados casos
que éstas ayuden para contener alguna conducta destructiva.
 El padrino es responsable de quitar las losas durante el cierre del
proceso (etapa de sugerencias después de 2ª catarsis) explicando
con detenimiento porqué es errónea la creencia (qué el escribiente
no es lo que cree, qué no es responsable de lo que cree, qué lo que
es no lo hace indigno ni inmerecedor ni incapaz, etc.).
Cómo quitar losas.
 Durante el esclarecimiento, el padrino como conducto de Dios y a
través de la fuerza de la palabra puede quitar losas:
 Cuando un ahijado se siente culpable por un comportamiento, el
padrino le explica que no nació así sino que las circunstancias lo
llevaron a volverse de esa manera.
 Le señalaremos puntualmente cuales son esos hechos y que el
comportamiento que le causa culpa no es parte de su naturaleza…
que él no es “eso”.
 Se le indica que es responsable (no culpable) de todos sus actos y
de sus consecuencias pero que ahora puede cambiar.
Losas en cada instinto.
 SEXUAL: Soy puta, soy puto, soy impotente, soy eyaculador precoz, soy frígida, soy lujurioso(a), si
siento placer soy puta o mala, sentir placer = miedo/muerte, las mujeres no valen, las mujeres son
pendejas, las mujeres son inferiores, los hombres son superiores, los hombres son violentos, los
hombres no lloran, el hombre manda, etc.
 EMOCIONAL: Soy un culero, soy un ojete, soy malo, no merezco amor, para mí no hay amor, soy tonto/pendejo,
mi destino es la soledad, etc.
 SOCIAL: Soy inferior, soy superior, el mundo es peligroso, la gente es mala.
 MATERIAL: Mi destino es ser pobre, sin dinero no valgo/soy, el dinero es malo, debo tener dinero para sentirme
seguro, etc.

Esclarecimiento.
 Durante el apadrinamiento en hacienda se debe esclarecer la desviación y descoyuntamiento de cada
uno de los instintos y marcar defectos de carácter.
 Esclarecer es poner en claro o dilucidar un asunto o cosa.
 Nuestros instintos al nacer son perfectos, ya que son dones de Dios y cada uno tiene un propósito.
Durante nuestro 4º y 5º Paso vemos que nuestros instintos excedieron ese propósito llevándonos a
ciegas. Podemos darnos cuenta que ahora están deformados a causa de una imposición, que nos
han desviado del propósito que deben cumplir cada uno de ellos y a cometer daños.
 Por lo anterior, el esclarecimiento es una parte esencial de la liberación del escribiente pues le
ayuda a entender la causa de sus comportamientos; además, cuando comprenda de donde vienen
sus problemas podrá corregirlos.
 Para esclarecer debemos asegurarnos de que el ahijado se encuentra en condiciones de escuchar y
entender. Si es necesario hay que dejar que descanse un rato para asegurar que esté en
condiciones de escuchar pues lo que se le dirá es muy importante para su vida.
 Al esclarecer, podemos hacerlo instinto por instinto. Mostramos como el instinto se fue deformando,
empezando con la imposición de los instintos de otro sobre los suyos, y con sus propios actos
continuó la deformación hasta que el instinto descoyuntado a un grado extremo se convirtió en
defectos de carácter. Si no es el caso, se le hace ver las consecuencias de su instinto desviado.

Guía y dirección.
 El padrino debe dar las indicaciones necesarias para cada uno de los defectos.
 Las sugerencias deben ser específicas en cada una de sus áreas problemáticas.
 Las indicaciones deben ser personales y basadas en el 4º paso del ahijado.
 Debemos dar guía y dirección siendo objetivos y dando sugerencias específicas en cada una de las
situaciones importantes de la vida del ahijado.
 Si se tienen dudas es mejor preguntar a un padrino de experiencia y, mejor, pedir la guía de Dios.

Hacia la liberación.
 Un ser humano libre de losas puede caminar libremente.
 Un ser humano libre sabe quién es.
 Un ser humano que recupera su identidad sabe que ocupa un lugar en el plan perfecto de Dios y que
ese plan lo incluye de manera plena.