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UNIVERSIDAD DE

AMÉRICA
FACULTAD:
PROGRAMAS:
INGENIERIAS
INGENIERIA MECANICA
NOMBRE ASIGNATURA:
CODIGO:
3448L
TRATAMIENTOS TERMICOS
PRÁCTICA
NOMBRE DE LA PRÁCTICA: TRATAMIENTO TERMICO DE
No.
1 RECOCIDO y NORMALIZADO

1 INTRODUCCIÓN Y MARCO TEÓRICO:


INTRODUCCIÓN
Los aceros se someten a un recocido parar reducir la dureza, mejorar la maquinabilidad, facilitar el trabajo
en frío, producir una micro estructura particular o con el fin de obtener propiedades mecánicas, físicas o
químicas determinadas.

El tratamiento en general consiste en una austenizaciòn del acero seguida de un enfriamiento lento, por
ejemplo en el horno, a través del rango de transformación. Este se reconoce como recocido completo.

Cuando se quiere indicar otra cosa es necesario agregar términos específicos a la palabra recocido para
indicar el método de recocido o la condición del material luego del tratamiento. El recocido depende de dos
factores:

La formación de la austenita.

La subsiguiente transformación de la austenita a temperaturas subcriticas elevadas.

Cuanto más cuidadosamente se controlen estos factores mejor resulta el recocido.

El recocido de los aceros es un tratamiento térmico que consiste en calentar el metal hasta una
determinada temperatura y, posterior enfriamiento lento.
Como resultado del enfriamiento lento, el acero se acerca al equilibrio estructural y de fase. Por lo que, el
fin del recocido es la obtención de la estructura equilibrada, la eliminación de los esfuerzos internos y, en
relación con esto, el incremento de la ductilidad y tenacidad del acero necesarias para etapas posteriores
en su uso.
Por lo tanto, después del recocido se obtienen las estructuras indicadas en el diagrama Fe-Fe3C: ferrita
más perlita en los aceros hipoeutectoides; perlita en los aceros Eutèctoide y, perlita más cementita en los
aceros hipereutectoides.

El recocido total se aplica comúnmente a los aceros hipoeutectoides y consiste en el calentamiento a una
temperatura de 30-50 ºC por arriba de la línea A3, permaneciendo a esta temperatura una cuarta parte del
tiempo de calentamiento y un posterior enfriamiento lento dentro del horno hasta una temperatura de 500-
400 ºC y por último enfriándose al aire.

El normalizado es una variedad de recocido en el cual se enfría el material en aire tranquilo, con lo que se
consigue un enfriamiento algo más rápido que en el recocido ordinario.
El recocido y el normalizado son por lo regular, las operaciones iniciales del tratamiento térmico, tienen por
objeto subsanar algunos defectos de procesos anteriores (colada, forjado, etc.). Sin embargo, suele ser
con mucha frecuencia el tratamiento térmico final.
La designación de la normalización es distinta en dependencia de la composición del acero. Para los
aceros con bajo contenido de carbono, la normalización se emplea en lugar del recocido. Para los aceros
con 0.3% de carbono aproximadamente, la normalización se emplea en lugar del temple y del revenido a
alta temperatura.
2 OBJETIVO(S):
Que el estudiante efectúe un recocido total u un normalizado a un acero tratado anteriormente

Que el estudiante Compruebe que el acero recupera sus constituyentes y propiedades originales.

3 EQUIPOS, INSTRUMENTOS Y/O MATERIALES:


Por cada grupo de 4 personas:

Probetas de acero tratadas anteriormente mediante el temple. O en estado de entrega de bonificado: AISI
SAE 1045, 1070, 4140. 4340 , O1, H14 , K100 Y K455 y otros
· Hornos -Mufla
· Durómetro
· Pinzas de sujeción

. Equipo de preparación de muestras metalográficas.


- Microscopios metalográficos.
- Elementos para desbaste y pulido
- Guantes de asbesto

REACTIVOS

Reactivo de ataque para el acero (nital al 2%)

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MÉTODOS Y PROCEDIMIENTOS:
Previo a la práctica el estudiante debe realizar procedimiento en forma de diagrama de flujo y una tabla de
datos para cada parte de la práctica.

Parte 1.

1. Colocar las probetas en el horno y calentar lentamente hasta alcanzar la temperatura de


recocido (austenizaciòn).
2. Mantener esa temperatura durante 30 minutos (dependiendo del tamaño de la pieza, el
tiempo puede variar).
3. Después, enfriar lentamente a 500 ºC dentro del horno y a continuación al aire,
4. Una vez enfriadas las probetas, pulirlas atacarlas y observarlas al microscopio a 400x.
Dibujar lo observado o microfotografiarlas.
5. Efectuar la prueba de dureza y comparar los valores obtenidos con los originales.
Parte 2.

Para el caso del Normalizado:


3. Después, enfriar lentamente al aire tranquilo.
4. Una vez enfriadas las probetas, pulirlas atacarlas y observarlas al microscopio a 400x.
Dibujar lo observado o microfotografiarlas.
5. Efectuar la prueba de dureza y comparar los valores obtenidos con los originales.
6. Comparar los resultados del normalizado y del recocido.
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CÁLCULOS Y RESULTADOS:

CUESTIONARIO
Parte 1.

1. ¿Cuál es el propósito del recocido?


2. ¿Recuperó el acero sus constituyentes y propiedades originales? ¿Por qué?
3. ¿Qué relación hay entre el recocido y la resistencia a la corrosión?
4.- Explicar las diferentes variantes que existen del tratamiento térmico de recocido.

Parte 2.

5.- ¿Qué es el normalizado y que tipo de estructura produce?


6.- ¿Qué diferencia existe entre el normalizado y el recocido?
7.- ¿Qué ventajas ofrece el enfriamiento al aire?
8.- ¿Por qué se dice que tanto el normalizado como el recocido son tratamientos térmicos
iniciales y, sin embargo, muchas ocasiones se utilizan como tratamiento térmico final?

6. ANEXOS:
PREPARACION DE MUESTRAS PARA ANÁLISIS METALOGRAFICO

Fig 1 Equipo de desbaste con disco abrasivo Fig 2 Equipo de pulido semiautomático con
abrasivos

Las técnicas metalográficas se han desarrollado precisamente para identificar


las fases presentes en los metales y en sus aleaciones, y parar explicar el
mecanismo de su formación. Estas fases que constituyen el agregado metálico
son generalmente, de tamaño microscópico y, para su observación y estudio,
es preciso preparar debidamente la probeta. Una superficie metálica en la que
se van a observar unas fases microscópicas ha de ser plana y estar pulida.
Plana porque la pequeña profundidad de foco de los sistemas ópticos de
observación a grandes aumentos no permitiría enfocar la imagen
simultáneamente en planos situados a distintos niveles; y estar debidamente
pulida parar que solo puedan aparecer en él detalles propios de su estructura,
y no de circunstancias ajenas a ella que puedan enmascararla.

OBJETIVO
Conocer y practicar las técnicas más comunes de preparación de las probetas
para su posterior observación y análisis metalográfico.

EQUIPO
Equipo completo de preparación de muestras metalográficas, microscopios
metalográficos.

PROCEDIMIENTO
DESBASTE
La superficie a pulir, primero se desbasta pasándola sucesivamente por
papeles con abrasivos de granos cada vez más finos (por ejemplo hidrófobos –
admiten lubricar con agua – u otros) acabando con el 600. Los papeles se
apoyan sobre una superficie plana (vidrio grueso por ejemplo) y la probeta –
que se apoya sobre ellos por la cara a desbastar – se frota moviéndola en una
dirección hasta que se observen en su superficie sólo marcas de desbaste
correspondientes al papel de que se trate. La dirección de desbaste se gira 90
grados al pasar de un papel al siguiente. Conviene insistir en el desbaste sobre
un determinado papel – aún después de haber desaparecido las marcas del
papel anterior -, con el objeto de eliminar cualquier deformación plástica bajo
la superficie, consecuencia de alguna operación previa (mecanizado, desbaste
con presión excesiva etc.) esta precaución es especialmente importante al
desbastarse metales o aleaciones blandas. El tiempo que hay que insistir en un
determinado abrasivo después de haber desaparecido las rayas del anterior
será mayor a medida que se pasa a abrasivos más finos.

A la fase siguiente – pulido – la probeta y las manos del operador deben llegar
perfectamente lavadas y limpias.

PULIDO
La superficie de la probeta desbastada hasta el grano más fino, y limpia se
pasa ahora por unos paños impregnados en diferentes abrasivos. El tipo de
paño y el abrasivo dependen del material de la probeta y de las posibilidades
del laboratorio. Los paños suelen ser de lana pura, seda, terciopelo etc., y los
abrasivos suspensiones de alúmina o magnesia de distintos grados.
Recientemente se emplean unas pastas con polvo de diamante, clasificadas
según el tamaño medio de las partículas de este, expresado en micras. Estas
pastas se extienden sobre los paños, que se lubrican con líquidos especiales.
Los paños de pulido suelen ir sujetos a unos discos – que pueden girar o no –
pero también pueden ir sencillamente, apoyados sobre un vidrio grueso, plano
y limpio.

El paño debe estar siempre húmedo y con suficiente abrasivo. Si el disco gira,
la probeta apoyada suavemente sobre el, debe también moverse describiendo
círculos, pero en sentido contrario; si el disco no girase, la probeta se moverá
como se ha indicado, pero girándola sobre si misma de vez en cuando. En
ambos casos, el propósito es que el pulido de la probeta se haga en todas las
direcciones para evitar –arrastres- entre fases de distinta dureza, o de
inclusiones. Conviene disponer, a ser posible, de distintos juegos de paños; al
menos para acero, cobre y sus aleaciones, y aleaciones ligeras.

Otra alternativa es el pulido electroquímico.

ATAQUE
Una superficie pulida revela ya una serie de hechos interesantes, como pueden
ser grietas, inclusiones, fases (si su forma y color las hacen diferenciables),
poros, etc. Pero, normalmente, la probeta hay que atacarla por un reactivo que
actúa de forma selectiva sobre los diversos constituyentes estructurales (fases,
límites de grano, impurezas, zonas deformadas, etc.)

Antes de atacar, la probeta debe estar desengrasada y limpia – lavado con éter
de petróleo, acetona y alcohol (a 96 grados) no suele ser suficiente para un
perfecto desengrase. Sin embargo, éste será perfecto si se la pasa brevemente
por un paño con alúmina o magnesia húmedas. Un lavado posterior con agua
abundante, corriente y limpia, seguido de un secado con alcohol absoluto (para
evaporar el alcohol se utiliza corriente de aire de un secador de pelo por
ejemplo), dejará la probeta dispuesta para ser atacada. Naturalmente, no se
podrá tocar con los dedos la superficie pulida.

En el ataque por inmersión, el reactivo se pone en una cápsula en la que se


introduce la probeta, con la superficie pulida hacia arriba para observar el
proceso. Conviene mover la cápsula para que el reactivo gira suavemente.
Durante el ataque no se sujetará la probeta con las pinzas. El tiempo de
ataque es muy variable y solo la práctica o la observación repetida de la
probeta al microscopio dirán cuándo debe darse por terminado.

Después del ataque se lavará de nuevo con abundante agua corriente y limpia,
secando con alcohol absoluto como se ha indicado.
EL MICROSCOPIO

Fig. 3 Microscopio metalúrgico con el trazado del haz luminoso a través del sistema óptico.

Todas las operaciones descritas tienen por objeto revelar, en una superficie
metálica plana, sus constituyentes estructurales para ser observados al
microscopio. El microscopio es aún el instrumento más útil para el
metalurgista, por eso es importante saber sacar un rendimiento óptimo de sus
grandes posibilidades. El operador debe conocer los principios ópticos de su
funcionamiento, que se encontrará descrito en cualquier libro de física o,
incluso, en las instrucciones o manual de la casa constructora. Desde el punto
de vista práctico, acaso valga la pena subrayar la necesidad de que el sistema
óptico, desde la lámpara de iluminación al ocular o a la placa, esté
perfectamente limpio, por los procedimientos adecuados a los lentes, espejos,
vidrios planos, etc. Debe también comprobarse el ajuste de todo el sistema, y
manejarse todos sus mandos con pleno conocimiento de sus efectos. La
técnica de la iluminación (oblicuidad, intensidad y color), la posición de los
diafragmas, la selección de objetivos y oculares, el enfoque etc., son aspectos
que el individuo adquiere con cierta rapidez si practica con interés y atención.
Fig. 4 Esquema del microscopio electrónico y óptico

Es muy importante la actitud personal hacia lo que el microscopio le ofrece; la


probeta se lleva al microscopio para estudiar unos detalles que importan a la
técnica, pero el individuo no debe sustraerse a la indiscutible belleza de
algunas de las formas que observe. Si sabe incorporar la sensación estética a
la estimación del valor práctico de las estructuras, habrá logrado multiplicar el
rendimiento de su trabajo, porque se recreará y le interesará a la vez.

El examen de una probeta debe ser completo, observándola, sucesivamente, a


simple vista, en macrografía y en micrografía.

El que se pueda prescindir de la macrografía, por innecesaria, o el fijar los


aumentos en micrografía depende, naturalmente, del tipo y naturaleza de la
microestructura a estudiar.

Nunca será demasiado todo lo que se insista en advertir que lo que se observa
es una sección plana de la probeta, y que los detalles o fases estructurales
revelados hay que imaginarlos en tres dimensiones (ocupan el volumen de un
cuerpo). Es importante habituarse desde el primer momento a trasladar la
imagen plana, que da el microscopio, a una representación en el espacio. Esto
no es fácil, pero el esfuerzo que ello significa creará un hábito que compensará
después espléndidamente.

7 REFERENCIAS:
ASM. Metals Handbook, Vol.7 Atlas of Microstuctures of Industrial Alloys. American society for
Metals, 1972.

ASM. Metals Handbook, Vol.8 Structures and Phase Diagrams. American society for Metals, 1973.

AVNER, S. H. Introducción a la Metalurgia física. Mc Graw hill 1995

BRICK, R.M., PENSE, A.W. y GORDON, R.B. Structure and properties of engineering Materials,
Mc Graw Hill 1977.

GOMEZ MORENO, O. J. Manual de laboratorio de Tratamientos térmicos UIS

Elaboró
Revisó
Autorizó
Cargo
Docente
Director de Programa o Coordinador de Área

Decanatura o Dirección Ingenierías

Nombre
ING. Metalúrgico. OSCAR CHAMARRAVÌ GUERRA

Firma

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