C U P O S E N B I E N E S R A Í C E S - YO N C.

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 ADVERTENCIA
La presente publicación expresa únicamente las opiniones e
ideas de sus autores. No debe considerarse una recomenda-
ción que deba seguirse a la ligera. De modo que si el lector
necesita asistencia legal experta debería consultar a un pro-
fesional competente.
Se comercializa y distribuye bajo el supuesto de que ni los au-
tores ni el editor prestan ningún tipo de servicio legal o profe-
sional a algunas de las organizaciones mencionadas en este
libro.
Ni los autores ni el editor de este libro pueden garantizar la
exactitud de la información en él contenida. Los autores y el
editor de esta obra declinan de forma expresa cualquier res-
ponsabilidad, pérdida o riesgo, ya sea profesional o de otro
tipo, derivados directa o indirectamente del uso y la puesta en
práctica de cualquier contenido que figure en ella.

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 INTRODUCCIÓN

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“Al menos
el 80% de
las empresas
constructoras
son
víctimas de
ex torsiones .”

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Sin duda esta estadística sobre los falsos “sindicatos de cons-
trucción”, mafias de delincuentes dedicados a la extorsión
en las obras realizadas en todo el país, muestra una de las
principales preocupaciones de los empresarios del rubro de la
construcción.
Esto es un problema que lleva vigente muchos años, la delin-
cuencia, la corrupción y la extorsión son la plaga de los países
de Latinoamérica. El crimen organizado frena el crecimiento
de un país y de paso se llevan vidas de personas inocentes que
luchan y trabajan duro por el bien de su familia y la sociedad.
El gobierno tendría que haber intervenido de urgencia , pero
la inacción de los sucesivos gobiernos para controlar la delin-
cuencia, genera que las empresas tengan que presupuestar un
monto para pagar “seguridad”. También sucede que son “nues-
tras autoridades” las que muchas veces están coludidas con
estas organizaciones criminales, volviéndolas cada día más
incontrolables.
El cómo surgieron da para un debate largo y tendido, pero a
mi parecer, es innegable que ese tufo de corrupción que nos ro-
dea a diari o tuvo una gran influencia en su creación. Y quiero
citar estas palabras que representan a la perfección mi pare-
cer: “Los delincuentes vieron como los “grandes” políticos co-
braban su “diezmo” en cada obra, entonces también quisieron
su parte del negocio. Esa es la lógica de la corrupción, el de
abajo imita al de arriba”.
Esperamos que poco a poco se vayan erradicando estas ma-
fias, porque a la larga esta situación es insostenible. ¡Hasta
donde hemos llegado! Que para construir, tenemos que nego-
ciar con las mafias y el crimen organizado. Pero como frecuen-
temente dicen los empresarios del rubro: “Así es el negocio de
la construcción”.
Aquí se condensan las experiencias de varios empresa rios y
espero puedan aclarar algunas dudas al respecto a los que
recién se están iniciando, ya que este es un tema con el que
posiblemente van a tener que lidiar en algún momento.

“Si no puedes con tu enemigo, ¿únete a él?”

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¿C ómo lidiar con el cobro de los cupos de obras? ¿Negociar o
confrontarlos?
Sin duda e s una pregunta que frecuentemente los nuevos en
el rubro se harán más de una vez. Así que estas son algunas
recomendaciones que se deben tener en cuenta si son cons-
tructores primerizos o si te topas con esta situación.
La mejor manera (según las experiencias de diversos empre-
sarios) de manejar la problemática de los cupos de obras o
“cupos de seguridad” es negociando con ellos. Lamentable-
mente es así, igual pasa con los taxistas. Es algo realmente
indignante que se haya normalizado esta situación, pero al
confrontarlos se corre mucho riesgo. Arriesgas tú vida, la de
tu familia y la de los trabajadores.
Es de todos los días ver en los noticieros como se exponen las
diferentes formas de extorción de estos delincuentes. Te ame-
nazan con dejarte bombas en tu casa o en tu obra. Y si los de-
nuncias, lo único seguro que obtendrás son las represalias que
se te vendrán encima. Ya que si te revelas y no pagas tu cupo,
vienen con todo su grupo de matones armados y se meten a la
obra a causar daños para amedrentar a tus trabajadores.
Cuando negocies con alguno de estos gremios, por ningú n mo-
tivo permitas que metan a su gente a la obra. Si aceptas esta
condición, te fregaste, porque tendrás que agregar a varios
trabajadores fantasmas en planilla. Sus “trabajadores” son
unos vagos que no hacen nada. Pon las cosas bien clara s des-
de el principio.
Para negociar, puedes argumentar que no quieres a ningún
trabajador suyo porque solo trabajas con tu gente, que son tu
familia con los que estás trabajando y que los cuidas mucho,
etc.
Muestra seguridad y no te dejes intimidar. Ponte de tú a tú
con ellos, no te asustes y por ningún motivo permitas que te
den miedo. Si no olvídate, que van a estar haciendo contigo lo
que quieren. Ya que si ellos te ven que tienes miedo, por más
que negocies con ellos, siempre te van a estar pisando los ta-
lones. Si vienen prepotentes, tú también te pones prepotente,
pero siemp re con educación. No te bajes a su nivel. Que vean
que eres una persona empoderada, fuerte y que no te dejas in-
timidar fácilmente.

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Te conviene hacerte “amigo” de ellos, así se van a convertir en
tus “aliados forzosos”. Te van avisar cualquier cosa, te “apo-
yan”, te “protegen”, te “cuidan” la obra para que no entren a
robar o para que no se metan otros gremios.

¿C uánto es lo que cobran por mes?

El cobro suele ser entre un 6 a un 10%, dependiendo de la en-
vergadura del proyecto u obra. Todo depende de cómo lo nego-
cies, ya que puedes llegar a reducirlo hasta al 35% aproxima-
damente del monto que te piden.
Es un gasto adicional que hay que considerar. Tienes que te-
nerlo presupuestado e incluirlo en una partida presupuesta-
ria. “Es parte de tus costos.” Allí va el presupuesto de “PAZ
SOCIAL” y no queda más que “estar con Dios y con el Diablo”.
Una vez que pagas, te dan un “voucher” o sticker que com-
prueba que estas “colaborando”, por si vengan otros gremios a
cobrarte.

¿C ómo se paga a estos maf iosos , en un solo pago hasta que

termine la obra o mensual?
Algunos te hacen un solo cobro o puede ser mensual. Aquí
todo depende de cómo negocies, aunque es más conveniente
negociar para que el pago sea mensual por todo el tiempo que
dure la obra.

Eso sería cuando se construye directamente con personal pro-

pio, en caso contrate a una constructora o inmobiliaria para
todo el tema de campo, ¿también vendrían a mi o es directa-
mente con la constructora?
En ese caso, el contratista es el que se encarga de ver ese
“tema” de los “sindicatos”.
Es mejor dejarlo todo en manos de un contratista y así te li-
bras de ese problema tú directamente. Claro quizá te suben
un poco más el precio ya que los pagos lo van a asumir ellos.
Pero te quitas de una vez ese peso de encima.

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Y si de todos modos te tienes que encargar tú de la obra, bus-
ca a otra persona de confianza y que conozca del tema, para
que se encargue de la negociación con el líder del sindicato.

¿Y si mejor pago a algún policía o seguridad privada para que

cuide la obra?
Puede que estés pensado: “¿Y si mejor pago seguridad priva-
da en lugar de estar alimentando a esas lacras y dándoles el
gusto de que me metan m ano al bolsillo?”. Puede parecer una
opción válida, pero piénsalo más detenidamente…
¿Un policía o seguridad privada contra cuantos?, no sería la
primera vez que maten a un policía. Sabiendo que te van a ir
a buscar hasta tu casa, tendrías que contratarlo de guardaes-
paldas todo el día para que te proteja a ti y a tu familia. Ni la
policía puede garantizar tu seguridad.
Es un tema bastante complejo ya que por lo general una em-
presa de seguridad solo se encarga de cuidar en la puerta. Si
es armado cobran algo de 6000 mensual. Con arma no letal
5500. Son dos personas que se turnan cada 12h. Para esto es
necesario comprar un módulo o caseta. Ojo, esto es sólo para
evitar que te roben. Ya que igual ellos no se meten con los de
construcción civil. Te dirán que esa no es su chamba.

¿No se les puede denunciar ?

De poder se puede. Si tienes tiempo y recursos para estar al
pendiente de todo el proceso puedes hacerlo. El problema está
en que casi todos los empresarios del rubro acceden a pagar y
entonces se convierte en una batalla que te va a tocar enfren-
tar solo, poniendo en riesgo tu vida y la de tu familia. Además,
poner una denuncia tampoco te asegura nada.
Incluso cuando vas a poner tu denuncia es la misma policía la
que te aconseja de no meterte en problemas, que pagues no-
mas tu cupo por “seguridad”, sino hasta te pueden matar. Ten
mucho cuidado con este tema, ya que pasa también que hay
policías que forman parte de estas organizaciones criminales
y pueden aprovechar estas circunstancias en contra tuya.

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Así es como está la realidad. Si no pagas es peor. Piénsalo
bien, ya que los que te cobran cupos suelen ser marcas, sica-
rios, asaltantes, etc. Lamentablemente tenemos que ceder y
negociar.
Pero no te asustes los que ya están un buen tiempo en este
mundo de la construcción, saben que es “normal”. Como dicen,
no queda de otra que agregar una partida más. Esto lo vas
aprendiendo cuando entras a la cancha. Evítate problemas e
“invierte” en tu propia protección.
Recuerda, más vale que digan “aquí corrió una gallina y no,
aquí murió un gallo”.

Fin

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