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Santiago, diecinueve de diciembre de dos mil dieciséis.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de

su considerando cuarto, que se elimina.

Y se tiene en su lugar y además presente:

Primero: Que apela la recurrente de protección contra

la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Temuco

que rechazó la acción constitucional que dedujo contra la

Conservadora de Bienes Raíces de Loncoche, en la que

cuestionó la legalidad de su actuación al no haber

procedido del modo como fue resuelto por el tribunal

competente, al abstenerse la aludida funcionaria de

inscribir una medida precautoria de prohibición de celebrar

actos o contratos sobre el inmueble sub lite, desde que,

según se desprende del mismo informe que la Conservadora

evacua, interpretó y entregó un alcance extensivo a los

artículos 12 letra d) y 13 de la Ley Nº19.253.

Segundo: Que para claridad de lo que se decidirá, son

hechos no discutidos en autos, los siguientes:

1.- En causa Rol Nº C-255-2015, caratulada “Sociedad

Agrícola La Cascada Ltda. con Neculpán”, sobre nulidad de

inscripción efectuada según el procedimiento reglado en el

Decreto Ley Nº2.695, seguidos ante el Juzgado de Letras de

Panguipulli, con fecha 2 de junio de 2016, se decretó la

medida precautoria de prohibición de celebrar actos y

contratos respecto del bien raíz inscrito a fojas 1257


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Nº867 del Registro de Propiedad del año 2009, del

Conservador de Bienes Raíces de Loncoche, resolución que no

fue objeto de recursos.

2.- El 5 de julio de 2016, se notificó a través de

receptor judicial a la Conservadora de Bienes Raíces de

Loncoche la señalada medida precautoria, para que

procediera a su inscripción.

3.- El día 6 siguiente, la funcionaria rehusó el

registro requerido, por tener el inmueble la calidad de

indígena, citando como fundamentos de su rechazo lo

dispuesto en los artículos 12 letra d) y 13 de la Ley

Nº19.253.

4.- La recurrente de protección no reclamó ante el

juez competente de la negativa de la inscripción, de

acuerdo con lo dispuesto en el artículo 18 del Reglamento

del Registro del Conservador de Bienes Raíces.

Tercero: Que el recurso de protección ha sido

instituido por el constituyente como una acción cautelar

destinada a evitar las posibles consecuencias dañosas

derivadas de actos u omisiones ilegales o arbitrarias que

produzcan privación, perturbación o amenaza en el goce de

alguna o algunas de las garantías que expresamente señala

la Constitución Política de la República en su artículo 20,

a fin de restablecer el imperio del derecho y otorgar la

debida protección a quien pueda resultar afectado.


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Cuarto: Que, entonces, corresponde dilucidar si la

actuación de la funcionaria recurrida, es ilegal y/o

arbitraria, teniendo presente al efecto la jurisprudencia

de esta Corte cuando la cuestión de fondo en la que incide

está sometida al conocimiento del Tribunal competente.

Quinto: Que los artículos 296 y 297 del Código de

Procedimiento Civil y 13 del Reglamento del Registro

Conservatorio de Bienes Raíces disponen que: “La

prohibición de celebrar actos o contratos podrá decretarse

con relación a los bienes que son materia del juicio…”, y,

que, “Cuando la prohibición recaiga sobre bienes raíces se

inscribirá en el Registro del Conservador respectivo, y sin

este requisito no producirá efecto respecto de terceros”. A

su turno, la norma reglamentaria expresa que: “El

Conservador no podrá rehusar ni retardar las inscripciones:

deberá, no obstante, negarse, si la inscripción es, en

algún sentido legalmente inadmisible”.

Sexto: Que los Conservadores de Bienes Raíces, según

lo preceptuado en el artículo 446 del Código Orgánico de

Tribunales, son "Ministros de Fe encargados de los

registros conservatorios de bienes raíces, de comercio, de

minas, de accionistas, de sociedades propiamente mineras,

de asociaciones de canalistas, de prenda agraria, de prenda

industrial, de especial de prenda y demás que les

encomienden las leyes". Por otra parte, en las

disposiciones del Reglamento Conservatorio, la regla


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general está constituida por la obligación que afecta al

Conservador de inscribir los títulos que se le presenten,

resultando excepcionales las situaciones que regulan los

artículos 13 y 14, esto es, el Conservador de Bienes Raíces

debe negarse sólo en el evento que la inscripción sea

legalmente inadmisible.

Séptimo: Que tal como ha sido anteriormente resuelto

por esta Corte, el “recto sentido y alcance de la excepción

prevista por el legislador –a nivel del rechazo a practicar

la inscripción requerida- se encuentra en las expresiones

„legalmente inadmisible‟, esto es, que por aplicación de la

ley resulte inaceptable la anotación o no susceptible de

ser subsumida en la legalidad vigente. En este orden de

ideas, en el artículo 13 citado, se ejemplifican

irregularidades en su mayoría formales, salvo aquélla

relativa a que sea „visible en el título algún vicio o

defecto que lo anule absolutamente‟(…) -de modo que- la

negativa aquí normada, responde a una irregularidad

ostensible y manifiesta, preferentemente formal y que sólo

sería posible rehusar la inscripción por razón de orden

sustantiva o de fondo cuando el defecto surja del mero

examen del título mismo, sin requerir antecedentes de

contexto, ajenos al documento y se trate, además, de un

vicio que traiga aparejada la sanción de nulidad absoluta”

(Corte Suprema Rol Nº16.192-13).


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Octavo: Que del análisis conjunto de las disposiciones

citadas y de acuerdo con el razonamiento que precede,

aparece meridianamente claro que el examen que debe

efectuar el Conservador no puede referirse a la pertinencia

de la resolución judicial, pues tal análisis fue efectuado

por el juzgador al momento de hacer lugar a la medida

precautoria solicitada, debiendo limitarse el escrutinio

funcionario a examinar el contenido de la resolución según

las orientaciones que por vía meramente ejemplar se

mencionan en el ya aludido artículo 13, “si no es auténtica

o no está en el papel competente la copia que se le

presenta; si no está situada en el departamento o no es

inmueble la cosa a que se refiere; si no se ha dado al

público el aviso prescrito en el artículo 58; si es visible

en el título algún vicio o defecto que lo anule

absolutamente, o si no contiene las designaciones legales

para la inscripción.”.

Noveno: Que la funcionaria recurrida sostuvo en su

informe que no incurrió en acto ilegal o arbitrario al

negarse a la inscripción de la medida precautoria, por

tener el predio la calidad de indígena, según lo que

estatuyen los artículos 12 letra d) y 13 de la Ley

Nº19.253; sin embargo, dicha actuación conlleva una

calificación del predio que no le está permitida,

incumpliendo lo ordenado mediante resolución judicial.


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Décimo: Que, en consecuencia, la actuación de la

funcionaria recurrida resulta ilegal, por cuanto contraría

el texto expreso del artículo 446 del Código Orgánico de

Tribunales y se aparta del contenido del artículo 13 del

Reglamento del Registro del Conservador de Bienes Raíces,

lo que implica que ha dejado de cumplir con los deberes

propios del cargo que detenta. Pero, además, resulta

arbitraria, por cuanto es claro que su actuar se basa en la

interpretación que ella ha hecho de las reglas aplicables

por el juez del grado para ordenar la medida precautoria de

celebrar actos y contratos, lo que es enteramente ajeno e

impropio de sus atribuciones como Ministro de Fe Pública.

Undécimo: Que esta actuación ilegal y arbitraria de la

recurrida, vulnera especialmente la garantía que asiste a

la sociedad agrícola recurrente de obtener una tutela

efectiva del derecho que se discute en el juicio de

nulidad, consagrada en el artículo 19 Nº3 de la

Constitución Política de la República, desde que, en razón

de la decisión de la Conservadora, podría verse privada o

burlada, en último término, de su pretensión de obtener la

restitución del bien raíz.

Por estos fundamentos y de conformidad con lo que

dispone el artículo 20 de la Constitución Política de la

República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la

materia, se revoca la sentencia apelada de doce de agosto

de dos mil dieciséis pronunciada por la Corte de


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Apelaciones de Temuco y se declara en su lugar que se acoge

el recurso de protección deducido por Gustavo Andrés

Navarrete Saavedra en representación de la Sociedad

Agrícola La Cascada Limitada en contra de la Conservadora

de Bienes Raíces de Loncoche, quien deberá proceder a

inscribir la medida precautoria de prohibición de celebrar

actos o contratos respecto del bien raíz inscrito a fojas

1257 Nº867 del Registro de Propiedad del año 2009 a su

cargo, debiendo asimismo informar de lo actuado

directamente al Juzgado de Letras de Panguipulli, en los

autos Rol NºC-255-15, caratulados “Sociedad Agrícola La

Cascada Limitada con Neculpán”, en los que se agregará

copia de la presente sentencia, tanto en el cuaderno

principal, como en el de medida precautoria.

Acordada con el voto en contra de la Ministra señora

Egnem, quien fue de parecer de confirmar la sentencia en

alzada teniendo además presente que el conflicto de que

tratan estos antecedentes puede ser conocido y sustanciado

en un procedimiento disciplinario.

Regístrese y devuélvase.

Redacción a cargo de la Ministra señora Sandoval.

Rol N° 65.356-2016.

Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema


integrada por los Ministros Sr. Sergio Muñoz G., Sra. Rosa
Egnem S., y Sra. María Eugenia Sandoval G., y los Abogados
Integrantes Sr. Álvaro Quintanilla P., y Sr. Jorge Lagos G.
No firman, no obstante haber concurrido al acuerdo de la
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causa, la Ministra señora Egnem por estar con permiso y el


Abogado Integrante señor Lagos por estar ausente. Santiago,
19 de diciembre de 2016.

Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema.

En Santiago, a diecinueve de diciembre de dos mil dieciséis,


notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.

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