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Crítica de libros

La muerte de la medicina con rostro humano


Petr Skrabanek. Ediciones Díaz de Santos, 1999.

Más que frente a un libro de medicina, nos en- de hipocondríacos sanos, junto a la negación de la
contramos frente a un ensayo sobre la medicina en muerte; aquellos sujetos que cumplan las normas no
el que el autor ha desarrollado de forma técnica toda han de fallecer por una enfermedad previsible. Si
una serie de interrogantes sobre aquellos aspectos de esto sucediese, probablemente sobre el paciente se
la medicina que están modificando el comporta- cerniría la duda de que hubiese ocultado algún fac-
miento social de nuestros días. Existe un interesante tor de riesgo, un mal comportamiento por el cual ha
prólogo realizado por los traductores, que nos sitúa sufrido el castigo.
al autor científica y profesionalmente, y la situación El culto al estilo de vida es el título del segundo
en la que desarrolló el libro. Estamos ante la obra apartado en el que se hace crítica acerada y porme-
póstuma de un prestigioso epidemiólogo que llegó a norizada de aquellos consejos que son capaces de
formar parte de los editorialistas del Lancet, y que prolongar la vida. Tras una revisión histórica de las
poco después de finalizar el libro fallecía a conse- diferentes pautas de estilo de vida que se han acon-
cuencia de un cáncer de próstata. sejado para prolongarla (¿recuerdan al doctor Ke-
El libro se divide en tres partes cuyos títulos ya llog?), el autor vivisecciona la recomendación gene-
representan una declaración de intenciones. En el ralizada del ejercicio físico, el control del colesterol,
primero, La ideología de la salud, expone la evolu- del sexo (“la promiscuidad es un término indefinido
ción de la medicina epidemiológica hacia un adoc- empleado con frecuencia por epidemiólogos y que,
trinamiento ideológico que obliga a la sociedad a en el fondo, lo que implica es que uno tiene más
mantener un nivel constante de salud como sinóni- amantes que el epidemiólogo”), del alcohol y del ta-
mo de felicidad. Para ello los teóricos de la salud baco. Según el autor, y acompañado por 213 citas
pública han desarrollado un adiestramiento a través bibliográficas en gran parte de revistas de reconoci-
de la represión de prácticas consideradas socialmen- do impacto científico, la eliminación de su consumo
te insanas y que por equiparación se han convertido no ha sido suficientemente demostrado individual-
en inmorales (sexo, alcohol, tabaco y drogas). Para mente como para hacer uso específico para un pa-
Petr se ha evolucionado de la medicina clásica, en la ciente determinado, y para lo único que ha servido
cual se atendía a los enfermos y su enfermedad, a ha sido para conseguir una represión social de orden
la “medicina anticipativa” que intenta conseguir “es- político-religiosa cuya finalidad sería el manteni-
peculaciones probabilísticas sobre el riesgo futuro de miento de mano de obra sana que aumente su rendi-
los llamados desórdenes multifactoriales en indivi- miento. De esta práctica no se libra ni la Organiza-
duos, y a prometer a sus clientes que –siempre que ción Mundial de la Salud (OMS), evolucionada a
sus factores de riesgo sean regularmente evaluados una estructura policial en cuyas actuaciones se roza
y debidamente modificados siguiendo un complejo en ocasiones el “fascismo de la salud”. La situación
ensamblado de reglas definidas como el «estado de es tal que se silencian los beneficios que estas “prác-
vida saludable»– la mayoría de las enfermedades, si ticas perniciosas” representan para otras enfermeda-
no todas, pueden prevenirse o, al menos, posponer des tan frecuentes como la que se quiere prevenir
su aparición casi definitiva”. Según el autor esta me- (se hace campaña relacionando el alcohol y la cirro-
dicina ha llevado como resultado la realización de sis hepática, y no sale de los círculos científicos su
screenings para diferentes enfermedades, muchos beneficio sobre la cardiopatía isquémica). La evolu-
de ellos de dudoso resultado epidemiológico, con ción de los gurús de la salud está evolucionando ha-
un elevado costo sanitario cuando no representan un cia la negación de la asistencia a los pacientes con
expansivo negocio lucrativo para médicos y mutuas hábitos tóxicos, seleccionando para los tratamientos
privadas. Esta práctica está llevando a una situación a los “inocentes” que no los consumen.

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MEDICINA INTENSIVA, VOL. 24, NÚM. 1, 2000

La tercera parte corresponde a La medicina coer- Estado para mantener el control social, junto a jue-
citiva, en la que se expone cómo la unión de las ces, religiosos, educadores y filósofos. En un último
obligaciones anteriormente expuestas da lugar al de- apartado nos alerta del peligro de la genética, el
sarrollo de una conducta universal aceptando la sa- screening genético se usará por las compañías en
lud como término de felicidad, y que será impuesta aras de la mejora de rendimiento, y seleccionará a
por el Estado, con la ayuda, a menudo voluntaria, de los individuos genéticamente saludables para obte-
la clase médica. En este pensamiento único, las au- ner trabajo y cobertura médica, dándose la paradoja
toridades sanitarias no rendirán cuentas a la pobla- de que aquellos individuos con mayor potencial para
ción de su actuación, sobre todo cuando algunas de enfermar serán excluidos de la asistencia médica,
estas decisiones pueden provocar daños potenciales. aun estando sanos.
Según el autor esta situación es comparable al mar- En conclusión, nos encontramos frente a una vi-
xismo-leninismo: “cuando uno está limpiando el sión cataclísmica y manipuladora de la salud pobla-
bosque, las astillas vuelan alrededor”. La medicina cional, que muchos pueden llegar a tildar de panfle-
está alterando su finalidad pasando a la tiranía médi- to de un paciente terminal bajo efectos de los
ca; ya no se ofrece información adecuada para que mórficos. Sin embargo, la trayectoria profesional del
el enfermo elija y acepte su riesgo, sino que obliga a autor y el adecuado apoyo bibliográfico a muchas de
la racionalidad de cualquier comportamiento. Desde sus afirmaciones, hace como mínimo recomendable
el punto de vista del paciente el médico se encuentra su lectura.
embebido de un halo moral, científico y carismático
irrefutables; sin embargo, es como mínimo dudoso
en muchos casos. De esta visión elitista se sirve el R. JORDÁ MARCOS

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