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Temas de Ingenieria Electrica DR Juan Almirall Mesa PDF
Temas de Ingenieria Electrica DR Juan Almirall Mesa PDF
A MI FAMILIA
Agradecimientos
Quiero expresar mi agradecimiento a todos los que de una forma u otra han colaborado a
la realización de este libro. Pero entre todos desearía nombrar de forma explícita al Ing.
Alcides Machín por su apoyo en todos los ordenes. Mención especial requieren también el
Dr. Santiago Dorberrcker y la MSc. Olga Susana Suarez por la valiosa información que
me brindaron, así como también el MSc Roberto Ugarte.
Al Dr. Mario Morera, jefe de nuestro departamento y al Dr. Miguel Castro, director del
CIPEL por su apoyo y por las facilidades que me brindaron para la culminación de esta
obra.
Particular mención requiere mi esposa y mis hijas por su ayuda y paciencia sin límites.
El autor.
Indice
CAPITULO I.- FUENTES DE ENERGIA.
1.1.- Introducción 1
1.2.- Fuentes de energía primaria. 1
1.2.1.- Introducción. 1
1.2.2.- Fuentes de energía no renovables. 2
1.2.3.- Los combustibles radioactivos. 3
1.2.4.- El efecto invernadero y las lluvias ácidas. 3
1.2.5.- Fuentes de energía renovables. 6
1.3.- El transporte de la energía primaria. 9
1.4.- La energía eléctrica: nacimiento y desarrollo. 10
1.4.1.- Reseña histórica 10
1.4.2.- Desarrollo de la energía eléctrica. 10
1.4.3.- Contexto histórico en que se inicia el empleo de la energía eléctrica 12
1.4.4.- El transporte de la energía eléctrica. 13
1.5.- La energía eléctrica y su impacto en la sociedad. 15
1.5.1.- Introducción. 15
1.5.2.- Dimensión n económica. 15
1.5.3.- Dimensión pólitica. 16
1.5.4.- Dimensión ecológica. 17
1.5.5.- El desarrollo científico y la energía eléctrica. 19
1.5.6.- Tendencias actuales del desarrollo de los sistemas eléctricos
de potencia. 19
1.6.- Desarrollo de la energía eléctrica en Cuba. 20
I
2.7.- Trabajo en las redes eléctricas de alta tensión 65
2.7.- Trabajo en las redes eléctricas de alta tensión. 65
2.7.1.- Requisitos generales de seguridad. 68
2.7.2.- Trabajo en las redes eléctricas desenergizadas. 73
2.7.3.- Trabajo con las redes energizadas. 79
2.8.- Tratamiento de urgencia en caso de accidentes eléctricos. 82
2.8.1.- Tratamiento de urgencia de las grandes quemaduras. 82
2.8.2.- Métodos de reanimación de la víctima. 83
2.8.3.- Rescate a accidentados. 85
3.1.- Introducción. 87
3.2.- Comportamiento de los materiales aislantes frente a un campo eléctrico. 98
3.2.1.- Introducción. 89
3.2.2.- Características atómicas de los materiales aislantes. 90
3.2.3.- Polarización en los materiales aislantes. 94
3.2.4.- Permitividad de las sustancias aislantes . 98
3.2.5.- Permitividad compleja. 100
3.2.6.- Variación de la permitividad con la frecuencia y la temperatura. 101
3.2.7.- Conductividad de los dieléctricos. 103
3.2.8.- Angulo de pérdidas y tan . 105
3.2.9. - Variación de la tan con la frecuencia y la temperatura. 107
3.2.10.- Pérdidas de energía en los dieléctricos. 110
3.2.11.- Circuito equivalente de un dieléctrico. 112
3.3.- Aislantes gaseosos. 114
3.3.1.- Introducción. 114
3.3.2.- Aspectos básicos de la teoría cinético molecular de los gases. 115
3.3.3.- Conducción en los gases. 117
3.3.4.- Primer coeficiente de ionización de Townsend. 121
3.3.5.- Segundo coeficiente de ionización de Townsend. 123
3.3.6.- Ley de Paschen. 125
3.3.7.- Mecanismos de ruptura en los aislantes gaseosos sometidos a un
campo eléctrico uniforme. 127
3.3.8.- Ruptura en los aislantes gaseosos sometidos a la acción de un
campo eléctrico no uniforme. 134
3.3.9.- Efecto corona en corriente alterna. 139
3.3.10.- Pérdidas de energía debido al efecto corona. 141
3.3.11.- Descarga autosostenida. 143
3.3.12.- Arco eléctrico en corriente directa. 146
3.3.13.- Arco eléctrico en corriente alterna. 148
3.3.14 - Característica del comportamiento estático del arco eléctrico. 148
3.3.15.- Métodos de extinción del arco eléctrico. 149
3.4.- Aislantes líquidos. 152
3.4.1.- Introducción. 152
3.4.2.- Características generales de los líquidos aislantes. 152
3.4.3.- Conducción en los aislantes líquidos. 153
3.4.4.- Ruptura en los aislantes líquidos. 155
3.4.5.- Envejecimiento de los aislantes líquidos. 158
II
3.4.6.- Determinación de la rigidez dieléctrica en los aislantes líquidos. 159
3.4.7.- Principales líquidos aislantes. 162
3.4.8.- Recuperación de los aceites minerales. 163
3.5.- Aislantes sólidos. 164
3.5.1.- Introducción. 164
3.5.2.- Conducción volumétrica en los aislantes sólidos. 164
3.5.3.- Factores que influyen en la conductividad volumétrica de los aislantes
sólidos. 165
3.5.4.- Conductividad superficial. 168
3.5.5.- Características generales del rompimiento en aislante sólidos. 170
3.5.6.- Ruptura intrínseca o electrónica. 170
3.5.7.- Rompimiento electromecánico. 172
3.5.8.- Ruptura electrotérmica. 172
3.5.9.- Ruptura por descargas. 175
3.5.10.- Ruptura superficial. 179
3.6.- Materiales conductores. 182
3.6.1.- Introducción. 182
3.6.2.- Propiedades de los conductores. 183
3.6.3.- La conductividad y su magnitud recíproca la resistividad. 185
3.6.4.- El coeficiente de temperatura para la resistividad. 187
3.6.5.- Resistividad de las aleaciones. 189
3.6.6.- Superconductividad. 190
3.6.7.- Conductividad térmica de los conductores. 193
3.6.8.- Variación de la resistividad de los metales al deformarse. 194
3.6.9.- Diferencia de potencial de contacto. 195
3.6.10.- Resistencia de contacto entre materiales conductores. 198
3.6.11.- Resistencia, inductancia y efecto pelicular en los conductores. 200
3.7.- Materiales conductores puros mas usados. 203
3.7.1.- Cobre. 203
3.7.2.- Aluminio. 204
3.7.3.- Hierro. 206
3.8.- Materiales conductores para usos especiales. 206
3.8.1.- Materiales usados para la construcción de resistencias eléctricas. 206
3.8.2.- Materiales para contactos. 207
3.8.3.- Metales y aleaciones fusibles. 209
3.8.4.- Materiales para soldaduras. 211
9.6.- Sobretensiones debido a la reiniciación del arco entre los contactos de los
interruptores. 522
9.6.1.- Introducción. 522
9.6.2.- Interrupción de una corriente capacitiva 523
9.6.3.- Interrupción de una corriente inductiva. 524
9.7.- Sobretensiones debido a la limpieza de fallas. 527
9.7.1.- Introducción. 527
9.7.2.- Limpieza de una falla a tierra en una fase cerca del interruptor. 527
9.7.3.- Limpieza de una falla a tierra en una fase alejada del interruptor 529
9.7.4.- Limpieza de una falla trifásica en un sistema aislado. 530
BIBLIOGRAFIA 587
IX
Capítulo I
FUENTES DE ENERGIA
0
1.1.- INTRODUCCION.
1.2.1.- INTRODUCCION.
El desarrollo del hombre como ser social, hasta alcanzar el desarrollo actual, ha estado
marcadamente influenciado por el uso de los diferentes recursos energéticos y de la energía
primaria almacenada en ellos que la naturaleza ha puesto a su disposición. Ahora bien, para el
uso de estos recursos el hombre se ha visto en la necesidad de desarrollar y perfeccionar tanto los
medios de explotación de la energía primaria, buscando una mayor eficiencia en su uso, como los
medios de transporte de los mismos a fin de disponer de ellos en el lugar y en la cantidad
requerida en el momento necesario.
Cada paso que ha dado el hombre en este sentido, desde que comenzó a usar la leña hasta el uso
de la energía atómica y solar, se ha reflejado en su propio desarrollo, ya que cada descubrimiento
o innovación siempre ha ido acompañado del correspondiente impacto económico y social.
Las fuentes de energía primaria de que dispone el hombre son de dos tipos, las agotables y las
renovables. A la primera pertenecen los combustibles fósiles y los materiales radioactivos en
tanto que a la segunda pertenecen todas aquellas fuentes de energía que dependen del sol como es
el caso de la energía eólica, la hidráulica, las biomasas y la energía obtenida directamente de los
rayos del sol.
La distribución aproximada del consumo mundial de las fuentes de energía primaria se muestra
en la Fig. 1.2.1. Del total de los portadores energéticos fósiles se destina algo más de un 30% a la
producción de electricidad.
1
40%
35,67%
Nuclear 30,55%
30% Agua
Gas
Carbón 19,90%
20%
Petróleo
10% 6,70%
5,20%
0%
Alrededor del año 1600 comenzó a ser usado en Inglaterra el carbón mineral, tanto para la
calefacción como para la industria, manteniéndose la iluminación a partir de los mismos
principios y portadores energéticos de siglos anteriores aunque con medios más perfeccionados.
El inicio del empleo de este combustible fósil, de mayor poder energético que la leña y sus
derivados, y el desarrollo alcanzado por los medios de transporte permitieron incrementar
considerablemente el consumo de combustible y con ello un desarrollo más acelerado y sostenido
de la producción industrial y de la mecanización de la misma.
Con la excavación en Pennsylvania, Estados Unidos, del primer pozo de petróleo por la Seneca
Oil Co. en 1858 el hombre comenzó a tener a su disposición en cantidades apreciables otro
combustible fósil que marcaría el desarrollo de la sociedad. Ya el hombre disponía de los
combustibles necesarios para la generación de electricidad y para la explotación del motor de
combustión interna, avances científicos que caracterizarían a la sociedad del siglo XX. El motor
de combustión interna se desarrolla en 1870 y con él se sientan las bases para el desarrollo de los
poderosos medios de transporte de que dispone el hombre en la actualidad; contemporáneo con él
nace el primer generador de electricidad de eficiencia industrial de manos del belga Zenobe
Gramme.
Los combustibles fósiles, a diferencia de otras fuentes de energía, además de ser utilizados en la
generación de electricidad se utilizan en todas las demás necesidades energéticas industriales. Los
aspectos positivos que ha tenido para el desarrollo social el empleo de los combustibles fósiles en
general y en particular para la generación de energía eléctrica son bien conocidos, la sociedad
industrial moderna no existiría sin ellos, sin embargo, las consecuencias negativas que su uso
indiscriminado ha tenido no es hasta hace relativamente pocos años que se han dado a conocer,
2
ya que con el inicio del empleo de los combustibles fósiles se inició el problema ecológico más
grande con que se tiene que enfrentar el hombre en la actualidad: las emanaciones de anhídrido
carbónico (CO2) y de otros gases producto de la combustión de los combustibles fósiles que
provocan el efecto invernadero.
Las reservas fósiles se estiman en alrededor de 2200 Gtep (toneladas equivalente de petróleo). El
consumo actual es de 7 Gtep al año por lo que teóricamente hay energía fósil para poco más de
300 años de mantenerse el consumo actual.
Con respecto a las fuentes fósiles se debe hacer una clara distinción entre yacimientos y recursos.
Una parte de los yacimientos no podrá ser utilizada, por la gran profundidad a la cual se
encuentran y las dificultades de acceso a ellas. En estos casos el gasto de energía para la
extracción sería mayor que la obtenida por la combustión de ellos. Además, las reservas de
petróleo son muy inferiores a las de carbón mientras que su consumo es superior, de alrededor de
un 40 % contra alrededor de un 30 % en el caso del carbón.
Mientras el hombre quemaba la leña o sus derivados este proceso devolvía al medio ambiente
cantidades de CO2 equivalentes a las almacenadas por los árboles en un periodo histórico muy
3
pequeño y no ponía en peligro el equilibrio natural entre el CO2 emitido y el consumido por la
vegetación, pero al comenzar a quemar grandes cantidades de combustible fósil se comienzan a
entregar a la atmósfera grandes cantidades de CO2 y de otros gases almacenados durante largos
periodos históricos, rompiéndose el equilibrio natural.
Esos gases funcionan prácticamente como un filtro que deja pasar los rayos ultravioletas y los
visibles de corta longitud de onda, a la vez que bloquean los infrarrojos de longitud de onda larga,
como se indica en la Fig. 1.2.2. La absorción natural de los rayos infrarrojos por dichos gases
genera un calentamiento llamado efecto invernadero natural. La temperatura media de la
superficie terrestre es llevada a alrededor de +15 ºC, haciendo posible la vida en nuestro planeta.
Estos residuos de los gases determinan el clima terrestre y poseen la función de aislar, en cierta,
medida la superficie de la Tierra y los estratos más bajos de la atmósfera de los estratos
superiores a 6 km. de altura. Esta es la situación natural sin la participación humana.
4
Gases en la Atmósfera Calor reflejado de
50 % CO2 nuevo por los gases
19 % CH4 sobre la superficie
17 % C.F.C. terrestre
4 % N 2H
Las radiaciones
solares llegan a la
Tierra
La combustión del petróleo y del carbón es también responsable de más del 90 % de los óxidos
de azufre y nitrógeno emitidos a la atmósfera que después se transforman en ácidos. Los ácidos
nítrico y sulfúrico así producidos cambian el Ph del agua lluvia que ya llega hasta valores de 4 y
5 (se debe recordar que el Ph del agua neutra es de 7) en los países altamente industrializados.
Estas lluvias ácida destruyen bosques, terrenos y aguas a un ritmo cada vez mayor. El terreno
afectado por las lluvias ácidas se empobrece cada vez más, la vegetación no es la única afectada,
los ecosistemas de los ríos y lagos se ven afectados en su conjunto.
Cabría preguntarse si estos problemas podrían haberse previsto. La respuesta claramente es que
no, ya que el desarrollo científico y tecnológico alcanzado por el hombre a finales del sigo XIX y
principios del XX no permitía crear los medios para ello. Hubo que esperar hasta bien entrado el
siglo XX para que la solución de estos problemas tan importantes comenzará a dar sus primeros
pasos efectivos, impulsada de una parte por el conocimiento y medida exacta del peligro, gracias
al desarrollo científico y tecnológico, y por otra parte por las presiones sociales generadas por
una sociedad más culta, más instruida y más comprometida socialmente consigo misma y con las
generaciones futuras, las que fuerzan a los gobiernos a alcanzar compromisos para limitar los
efectos de este fenómeno. Un paso transcendental al respecto se dio cuando en junio de 1992 se
celebró en Río de Janeiro, Brasil, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, denominada popularmente "La Cumbre para la Tierra" y
considerada por muchos como una de las reuniones más importantes del Siglo XX. El Programa
21, uno de los resultados principales de los programas de acción emanados de esta reunión,
contiene una estrategia en que se vinculan el medio ambiente y el desarrollo a fin de mejorar la
5
amenazada sostenibilidad de la Tierra y sus habitantes. De los dos aspectos contenidos en este
problema, el agotamiento del ozono estratosférico y el efecto invernadero, éste último es el que
guarda una relación más estrecha con una necesidad fundamental de la humanidad, la energía.
Ahora bien, cabe preguntarse: ¿son todos los países responsables por igual de este fenómeno?. La
respuesta es no, la mayor responsabilidad recae sobre los países industrializados del norte pues a
ellos corresponde el 65% de las emanaciones de CO2 a la atmósfera mientras que a los países
subdesarrollados de América, de Africa y del Medio Oriente sólo corresponde el 10 %; sin
embargo, estos últimos son los que pagan el precio más alto de las incipientes consecuencias de
este fenómeno ( sequías que se alternan con inundaciones, aumento de la temperatura media,
lluvias ácidas y su secuela principal, la desertificación, etc.), pues están en desventaja científica,
técnica, económica y organizativa comparados con los países industrializados.
Todas las fuentes de energía renovables están directa o indirectamente relacionadas con la
energía solar. La energía que el sol irradia anualmente hacia la tierra corresponde a 1,7*105
TW/año y de ella el 33% se refleja desde la atmósfera hacia el espacio, el 44% es mayormente
energía térmica que es reflejada por la tierra bajo la forma de rayos infrarrojos, el 20% se usa en
la vaporización del agua (formación de las nubes), el 2% se transforma en energía almacenada en
el viento (energía eólica), en las olas y en las mareas y sólo el 1% se almacena químicamente
(fósiles) y biológicamente (biomasas).
Energía Hidráulica.- La energía hidráulica está determinada por el ciclo del agua, el que está
conformado por las evaporaciones del agua del mar fundamentalmente, la formación de las
nubes, la condensación del vapor en la atmósfera con ello la lluvia, la formación de los ríos y el
retorno de las aguas al mar. La energía hidráulica es, por tanto, un producto de la energía solar.
Las construcciones realizadas por el hombre para aprovechar el ciclo natural del agua permite
combinar la producción de energía eléctrica con sistemas de riego y de prevención de
inundaciones. En la actualidad la energía hidráulica sólo suministra cerca del 5%
aproximadamente de la demanda energética mundial, en forma de energía eléctrica
fundamentalmente, ahora bien aún cuando el hombre no ha llegado al límite de sus posibilidades,
este límite es finito y muy lejos de poder satisfacer las necesidades energéticas de la sociedad
industrial actual.
Si bien los sistemas construidos por el hombre para el aprovechamiento de la energía hidráulica
no representan un problema ecológico global para la sociedad en su conjunto, la construcción de
los embalses que se requieren para la explotación de la energía hidráulica pueden afectar el
equilibrio del ecosistema a escala local. Es de destacar que en la actualidad las ciencia técnicas,
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las biológicas y el desarrollo tecnológico permiten evaluar cada caso en particular, analizar las
futuras consecuencias y tomar medidas preventivas para evitar un desastre ecológico.
Se puede aprovechar también la energía de las mareas. El agua que sube de nivel en la fase de
marea alta es almacenada y en la fase de marea baja se hace fluir a través de una turbina para la
obtención de electricidad. En este caso la producción de energía eléctrica por este medio es
discontinua y cambia con relación a la posición de la Luna respecto a la Tierra. Los países con
sistemas de este tipo en funcionamiento son Francia, Rusia, China y Canadá con una potencia
total instalada de 620 MW.
También es posible aprovechar el gradiente térmico de los mares para su conversión en energía
eléctrica. El primer experimento concreto, con un generador de pocos kW, fue realizado en Cuba
en la Bahía de Matanzas en 1930 por el francés Jaques Arsend d´Arsonval. Se espera que los
primeros proyectos de eficiencia industrial, con alrededor de 1 MW cada uno, comiencen a
funcionar en el Océano Pacífico, cerca de Honolulu en el 2010.
Las biomasas.- La leña fue la primera de las fuentes de energía primarias usadas por el hombre y
su uso comenzó alrededor de medio millón de años atrás, durante la glaciación del Mindel, donde
se reportan los primeros vestigios de la utilización del fuego. Ya en el periodo interglacial del
Mindel y de Wurm, cerca de 35000 años a.C., se utiliza establemente la leña como combustible y
la energía térmica obtenida a partir de ella como fuente de energía en la fabricación de los
primeros utensilios creados por el Homo Sapiens. El descubrimiento y empleo de esta fuente de
energía tuvo una connotación social importante pues con la producción de armas y utensilios el
hombre comienza a abandonar el camino de vivir de los recursos que la naturaleza le brindaba en
forma espontánea por el de transformar esos recursos de acuerdo a sus necesidades, el hombre
había dado un paso gigantesco en su desarrollo como ser social.
Las biomasas están consideradas como una de las principales fuentes de energía renovable en el
futuro para la producción de biocombustibles que sustituyan a los combustibles fósiles y para la
producción de energía eléctrica y eventualmente calor si se hace uso de la cogeneración. El
interés en esta forma de energía está creciendo cada vez más como lo demuestran los frecuentes
congresos internacionales sobre el tema. Según algunos estudios para el año 2025 alrededor del
40% de la energía primaria que necesitaría el mundo podría proceder de las biomasas si éstas
fueran usadas racionalmente.
En los países tropicales la energía de las biomasas puede desempeñar un papel fundamental,
ejemplo de ello son los países productores de azúcar a partir de la caña de azúcar donde se utiliza
el bagazo como combustible. Las fuentes de energía renovable más usadas en la actualidad son
las biomasas. Por ejemplo, en Cuba han llegado a alcanzar hasta el 30% del balance de energía
nacional y está considerada a escala mundial como una de las principales fuentes de energía
renovable del futuro. Sus posibilidades están aún muy lejos de haberse agotado. Aunque más
limpia que el uso de los combustibles fósiles, también su combustión arroja a la atmósfera CO2.
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El biogas.- Una fuente de energía renovable que debe alcanzar un gran desarrollo en el futuro es
el biogas que se obtiene a partir de la fermentación de sustancias orgánicas fuera del contacto con
el aire. De las múltiples sustancias orgánicas factibles de ser empleadas es el excremento de los
animales el más usado en la actualidad.
La producción del biogas, además de incrementar las fuentes de energía renovables, evita la
dispersión del metano que es uno de los agentes causantes del efecto invernadero. Además, los
residuos de producción bajo la forma de desechos sólidos se pueden utilizar como abonos
inodoros y no contaminantes, reduciéndose así la contaminación de los terrenos y de las aguas
subterráneas.
El biogas se produce en muchos países, sin embargo, los países con programas más avanzados
son China y la India, países en que ya se ha pasado de la construcción de equipos a pequeña
escala o familiares a la de sistemas de uso comunitario.
La energía solar directa.- La energía solar directa puede utilizarse explotando tanto características
térmicas (colectores solares, espejos parabólicos, turbinas térmicas, etc.), como sus características
fotoeléctricas. En ambos casos el problema es la necesidad de almacenar la energía para su uso
posterior, y aunque se han perfeccionado grandemente tanto los sistemas de almacenamiento,
fundamentalmente sobre la base de la conversión de la energía eléctrica en energía química,
como los convertidores electrónicos para el cambio de corriente directa en alterna y viceversa, la
eficiencia del ciclo en su conjunto aún es muy baja. Este sistema, aunque ni remotamente
comparable con la quema de los combustibles fósiles, también es contaminante a menos que se
use la energía eléctrica en el momento y tal como se genera, debido fundamentalmente a las
emanaciones de gases durante la conversión de la energía eléctrica en química y viceversa y a los
restos de estos sistemas una vez terminada su vida útil.
La energía eólica.- Para que la energía del viento sea aprovechable se requiere de vientos
constantes y con una velocidad mínima de 4 m/s. Existen ya en la actualidad generadores de hasta
1,5 MW y a la cabeza de su empleo marchan Dinamarca, Suecia Canadá, Alemania y los Estados
Unidos (California). El aprovechamiento de este tipo de energía renovable trae consigo
problemas de ruido, estéticos, además de ocupar un área de consideración que no se puede
dedicar a otros usos.
El ciclo idóneo del hidrógeno es a partir de su obtención con energía solar: la energía solar separa
el agua obteniendo hidrógeno y oxígeno, los que en el segundo ciclo, es decir en la fase de la
combustión producirán de nuevo agua.
8
Ya en la actualidad la ciencia tiene resuelto en lo fundamental el problema de los motores para
este combustible, pero aún el costo de su obtención está por encima de las posibilidades
económicas actuales.
Como se planteó anteriormente, hace alrededor de medio millón de años, durante la glaciación
del Mindel, se reportan los primeros vestigios de la utilización del fuego y ya en el periodo
interglacial del Mindel y de Wurm, cerca de 35000 años a.C., se utiliza establemente la leña
como combustible y la energía térmica obtenida a partir de ella como fuente de energía en la
fabricación de los primeros utensilios creados por el Homo Sapiens. En esta época el transporte
de la leña, fuente de energía primaria utilizada, se reducía a la capacidad de carga individual del
hombre.
Durante el lapso de tiempo transcurrido entre los años 3000 - 1500 a.C., con el desarrollo de los
medios de transporte por tierra usando tracción animal y por agua, usando incluso la energía
eólica, el hombre crea las condiciones necesarias para iniciar el transporte, a distancias
apreciables y en volúmenes considerables para la época, de la leña y de sus derivados, que
seguían siendo la fuente de energía fundamental utilizada por él, aunque ya usaba el sebo, los
aceites vegetales y los minerales que afloraban a la superficie de la tierra para la iluminación. De
esta forma queda establecido el primer sistema de transporte regular de recursos energéticos
usado por el hombre.
Esto tuvo un gran impacto social pues permitió al hombre vivir en comunidades relativamente
lejanas a los puntos de abastecimiento de portadores energéticos y con ello poder producir sus
armas y utensilios en lugares fijos, lo que contribuyó en forma decisiva al perfeccionamiento y
diversificación de éstos.
Las bases para la revolución que tiene lugar en el transporte en general y en el de los recursos
energéticos en particular se sientan en el siglo XVIII con la invención de la máquina de vapor y
el inicio de la primera gran revolución industrial: el comienzo de la mecanización de los procesos
productivos. La revolución en los medios de transporte como tal se inicia con la inauguración en
1825 de la primera línea férrea en Inglaterra usando la locomotora a vapor.
La sustitución de la tracción animal por la de las máquinas a vapor, más eficientes y poderosas,
permitió transportar más recursos energéticos y dar inicio a la sustitución de la leña por los
combustibles fósiles, inicialmente el carbón mineral. Esto aumentó la disponibilidad de
combustible, con el consiguiente reflejo en el desarrollo industrial que se aceleró, aumentando la
disponibilidad de utensilios y herramientas de trabajo con su consiguiente abaratamiento y con
ello un mayor uso social.
La economía y el desarrollo social de los Estados Unidos y de los principales países capitalistas
europeos creció ininterrumpidamente hasta alrededor del año 1875, en que el crecimiento
comenzó a disminuir para verse reanimado de nuevo a partir de 1885 en forma explosiva gracias
a dos nuevos aportes de la ciencia: el motor de combustión interna y el uso de la energía eléctrica.
A partir de estos dos adelantos científicos, con su desarrollo sucesivo se ha llegado a los medios
modernos de transporte de portadores energéticos: el ferocarril, los barcos cisternas, etc.
9
El considerable incremento en la explotación de las minas de carbón que tuvo lugar en Inglaterra
a partir del siglo XVIII no tardó en poner de manifiesto que asociado a la hulla se presentaba un
cierto “aire inflamable” (gas) peligroso para los mineros que podía usarse como combustible,
siendo el pionero en su uso J. Lowter, quien en 1730 hizo llegar a la superficie del terreno un
tubo a través del cual salía el gas el que llevado hasta el vecino pueblo de Witenhaven donde lo
usó para el alumbrado de sus oficinas. Nacía así otro medio de transporte de recursos energéticos,
gas en este caso, que tan ampliamente se usó hasta las primeras décadas del siglo XX en el
alumbrado público y doméstico y que fue el antecedente histórico de los grandes gasoductos y
oleoductos que se explotan en la actualidad.
El desarrollo alcanzado por las ciencias en el siglo XIX y en particular por la física dieron lugar a
múltiples descubrimientos, entre ellos a uno que marcaría un hito en el desarrollo de la sociedad
humana: en el otoño de 1831 Michael Faraday descubrió que si un imán y una bobina de alambre
con forro aislante se mueven uno con respecto al otro se genera en la bobina una fuerza
electromotriz capaz de impulsar la circulación de una corriente eléctrica. De esta forma nacieron
los generadores magnetoeléctricos y se sentaban las bases para el desarrollo de las máquinas
dinamoeléctricas.
El descubrimiento siguió al nivel de experimentos físicos hasta que en los primeros años de la
década de los setenta del siglo XIX el belga Zenobe Gramme, carpintero de profesión, desarrolló
el primer generador de corriente directa realmente práctico que se fabricó en el mundo.
A partir del equipo desarrollado por Gramme, y comprenderse la importancia económica del
mismo, es que ya en 1882 eran activadas las primeras centrales eléctricas de eficiencia industrial
en Londres, Nueva York y Milán, las que distribuían la energía eléctrica a sus consumidores
mediante cables eléctricos. Nacía así un nuevo medio de transporte, el transporte de energía con
lo que el hombre había dado un paso trascendental en su desarrollo.
Los primeros usos de la electricidad fueron con fines de alumbrado público, en franca
contradicción con el alumbrado de gas en la milenaria lucha del hombre contra las tinieblas.
El desarrollo de la energía eléctrica nace lleno de contradicciones internas, tanto técnicas como
económicas, siendo la fundamental la lucha entre los que se inclinaban por el empleo de la
corriente eléctrica en forma de corriente directa y los que se inclinaban por un uso en forma de
corriente alterna. Esta contradicción, motivada en el fondo por intereses económicos y
hegemónicos, solo podía ser resuelta por un ente imparcial, el vertiginoso desarrollo alcanzado
10
por la ciencia, y en particular la física en su decursar histórico, y es así como dos nuevos inventos
han de inclinar la balanza de forma decisiva hacia el empleo de la energía eléctrica en forma de
corriente alterna: el transformador y el motor de inducción.
Sin embargo, el hecho que posiblemente ayudó más al triunfo de la corriente alterna sobre la
corriente directa fue el motor de inducción polifásico, sencillo y eficiente creado en 1887 por el
brillante inventor croata de ascendencia serbia Nikola Tesla, radicado en Estados Unidos de
América, quien anunció el principio general en que se basa su funcionamiento en conferencia
dictada el 16 de Mayo de 1888 en el Instituto Americano de Ingenieros Electricistas en Nueva
York. Apenas transcurrido un mes de aquella memorable conferencia Westhinghouse le compró a
Tesla todas sus patentes relacionadas con este invento por un millón de dólares en efectivo y el
pago futuro de un dólar por cada HP instalado
El triunfo de la corriente eléctrica alterna sobre la directa también hizo que ésta se atribuyera un
éxito, en este caso espantoso, cuando en 1888 el estado de Nueva York aprobó que, “...en lo
adelante los condenados a muerte serian ejecutados por electrocución en una silla eléctrica
alimentada por corriente alterna...”. Comenzaba así el uso de la electricidad con fines
antihumanos, la que después fuera tan usada en los conflictos bélicos y en la represión social, aun
después de ser prohibido su uso para estos fines por la Convención de Viena.
Otro aspecto importante y de gran connotación económica es que el uso del transformador
permitió aprovechar al máximo las posibilidades brindadas por la transformación de la energía
mecánica en energía eléctrica, posibilitando el empleo de otras fuentes de energía como son la
eólica, la de los mareas y principalmente la energía hidráulica que fue la primera que se explotó
para la generación de energía eléctrica. Estas fuentes de energía ya eran conocidas y explotadas
desde hacia mucho tiempo en molinos de viento, arietes hidráulicos, etc., pero su uso se limitaba
a la localidad. Sin embargo, la transformación de estos tipos de energía en energía mecánica y
posteriormente en energía eléctrica permitió su uso a cualquier distancia del punto de generación.
Por su parte el motor eléctrico con sus infinitas posibilidades en la conversión de la energía
eléctrica en mecánica abría el camino a una nueva revolución industrial, en este caso a la
automatización de los procesos industriales, y con ello un incremento tanto cuantitativo como
cualitativo de la producción industrial. Con el se cerraba el ciclo tan deseado:
11
ENERGÍA MECÁNICA ENERGÍA ELÉCTRICA ENERGÍA MECÁNICA.
El rápido desarrollo de la Primera Revolución Industrial en Inglaterra estuvo determinado por dos
factores: la pujanza del nuevo sistema económico capitalista y la educación. La tradición de
educación técnica de calidad, bastante extendida en la Inglaterra de entonces comparada con el
resto de Europa le permitió disponer del personal calificado necesario para su industria. Los
países más desarrollados de Europa, fundamentalmente Alemania y Francia se percataron de esto
e iniciaron un esfuerzo sostenido al respecto, esfuerzo educacional en que por primera vez el
Estado juega un papel de vanguardia, aparece la intervención gubernamental en el desarrollo de
la ciencia y la técnica, aspecto este que jugará un papel muy importante en el decursar del siglo
XX. Por ejemplo, ya en 1880 se hizo obligatoria en Inglaterra la enseñanza primaria, y en
Alemania, en regiones como Prusia, ya se alcanzaba casi un 98 % de escolarización. Este
desarrollo educacional fue lo que permitió a estos países disponer rápidamente del personal
calificado que requería la nueva revolución industrial que se iniciaba.
Desde el punto de vista económico la industria eléctrica nace en los momentos en que se
desarrollan intensamente los procesos monopolistas del capitalismo, los que se manifiestan en
ella con fuerza tal, quizás como en ninguna otra esfera. Se puede decir que la industria de la
energía eléctrica y de los equipos eléctricos nace monopolizada. Ejemplos típicos de ello son en
Alemania la Siemens y la AEG (Allegemeine Elektrizitätsgesellschaff). En el caso de los Estados
Unidos de América el proceso de monopolización fue aún más intenso y un ejemplo típico de ello
es la General Electric Company, fundada el 15 de Abril de 1892 como resultado de la fusión de la
Edison General Electric Company y la Thomson-Houston Electric Company, cada una de las
cuales era ya de por sí una poderosa corporación surgida de la absorción previa de otras
compañías eléctricas más pequeñas.
Un ejemplo típico de los primeros centros de investigación de este tipo fue el creado por Edison
en 1880 donde reunió un grupo de científicos y una buena dotación de equipos, con lo que llegó a
obtener 1100 patentes. Se iniciaba así un proceso de vinculación de la ciencia con la industria,
que se fue desarrollando a lo largo del siglo XX.
12
1.4.4.- EL TRANSPORTE DE LA ENERGIA ELECTRICA.
El desarrollo de las líneas de transporte de energía eléctrica nace con el desarrollo comercial de
esta nueva fuente de energía. Ya en 1884 los italianos Goluard y Gibbs lograron transmitir
mediante una línea aérea de 40 Km de longitud, operada a 2 kV, una potencia de 20 kVA desde la
localidad italiana de Lanzo hasta la exposición de Turín para alimentar el servicio de iluminación
de ésta. También en 1889 Westinghouse instaló un sistema que llevaba la energía eléctrica que
suministraban alternadores monofásicos de 720 kW impulsados por turbinas hidráulicas
instaladas en las cataratas de Willamita. a la ciudad de Oregón, mediante una línea de
transmisión aérea de más de 20 km. de largo y operada a 4 kV. En ambos caso el objetivo
fundamental era más propagandístico que comercia.l
En el año 1891 las firmas AEG alemana y la Oerlikon suiza tendieron la primera línea de
transmisión trifásica desde una planta hidráulica al pie de la presa del río Neckar, en Lauffen
hasta la Exposición Electrotécnica Internacional de Francfort de Meno a una distancia de 175 km.
Nacían así las líneas de transporte de energía eléctrica tal como la conocemos en la actualidad.
Por su parte las líneas de transporte de energía eléctrica soterradas, usando cables aislados,
nacieron en 1891 en Inglaterra con el tendido de una línea de 12 km de longitud alimentada a
10 kV, la cual, a pesar de tener la fantástica cantidad de 7000 empalmes, se mantuvo en
operación hasta 1933 sin que presentara grandes problemas de operación lo que demuestra el
avance tan grande experimentado por la industria eléctrica en menos de dos décadas de iniciado
su desarrollo.
A diferencia de los medios de transporte de energía primaria, las líneas de transporte de energía
eléctrica desde sus inicios se vieron sometidas a regulaciones impuestas por la sociedad las que
fueron rápidamente establecidas como normas de estricto cumplimiento. Las principales
regulaciones tenían que ver con la seguridad, continuidad del servicio y estética y a partir de la
segunda mitad del siglo XX se le comienzan a exigir, en forma creciente, por factores ecológicos.
El aspecto estético de las líneas de transporte de energía eléctrica se planteó desde sus inicios, lo
que forzó a la incipiente industria eléctrica a buscar soluciones rápidamente, desarrollándose la
transmisión empleando cables aislados que eran instalados en conductos soterrados.
La continuidad del servicio tiene una gran importancia económica y social, ya que la energía
eléctrica en forma de corriente alterna no se puede almacenar, se produce en el instante en que se
ha de consumir, por lo que difiere ostensiblemente de los demás servicios energéticos en cuyo
caso se pueden almacenar cantidades considerables de recursos energéticos y tener una reserva de
energía primaria almacenada.
En sus inicios, la continuidad del servicio estuvo muy influenciada por la generación, pero una
vez resuelto el problema de la operación de generadores en paralelo los problemas fundamentales
asociados a la continuidad del servicio pasaron a las líneas de transporte de la energía eléctrica.
Las posibles causas en la interrupción del servicio se deben a tres razones fundamentales: fallas
por causas eléctricas, fallas por causas mecánicas y fallas, tanto mecánicas como eléctricas,
causadas por la acción intencionada de provocar una falla. Este último tipo de fallas en la
literatura técnica se agrupan bajo la denominación muy genérica de vandalismo, ya que ella no
analiza las causas que motivan la acción, sino la forma de la acción.
13
El desarrollo alcanzado por la ciencia en la rama de las construcciones a finales del siglo XIX era
ya inconmensurable respecto a los requerimientos que planteaban las líneas de transporte de
energía eléctrica, por lo que este aspecto favoreció el desarrollo de las mismas, limitándose las
fallas mecánicas fundamentalmente a situaciones de catástrofes naturales.
En el caso de las fallas eléctricas la situación era bien diferente, la ciencia se enfrentaba a una
problemática totalmente nueva y tendría que desarrollar las herramienta necesarias para
combatirlas.
Las interrupciones del servicio a la larga siempre están asociadas a una falla del aislamiento,
siendo las causas fundamentales de que éste falle las sobretensiones externas (producida por los
rayos), las sobretensiones internas (debido a la energía almacenada en el campo electromagnético
asociado a la corriente circula por un conductor) y las debidas al efecto de la contaminación.
Las afectaciones económicas debidas a las incidencias de los rayos sobre las líneas de transporte
de energía eléctrica y el daño causado a los equipos instalados en ellas motivaron que las grandes
compañías invirtieran cuantiosos recursos en la investigación del desarrollo de este fenómeno
natural y la creación de los medios necesarios para limitar sus efectos. Desde el punto de vista
teórico se pudo llegar a determinar, ya avanzado este siglo, la esencia de este fenómeno
determinándose la ley que rige su desarrollo y es a partir de entonces que se logra avanzar en
forma sostenida en el desarrollo de los medios de protección contra sus efectos.
Estos avances científicos pronto se generalizaron a toda la sociedad ya que el conocimiento del
desarrollo del rayo ha permitido, en la protección de edificaciones, instalaciones industriales, etc.,
pasar del pararrayos pasivo de Franklin a los modernos pararrayos activos que disminuyen las
probabilidades de impacto en los lugares no previstos y por tanto disminuyen los riesgos de
muerte y también de daños económicos.
El caso de la contaminación requiere un análisis más detallado pues los factores desencadenantes
de ella son de dos tipos: de origen natural y de origen artificial producto del mismo desarrollo de
la sociedad. Así se tiene, por ejemplo, que un puerto marítimo que facilita el acceso por mar de
los combustibles fósiles, lo que unido a las disponibilidades de agua para enfriamiento es el lugar
ideal para la instalación de una planta generadora de electricidad. Al haber disponibilidad de
energía eléctrica y de combustibles fósiles éste se convierte en el lugar ideal para la instalación de
centros industriales y esto a su vez implica más desarrollo urbanístico. Todo el proceso en su
conjunto da lugar a que a la contaminación natural por aerosoles marinos que podía existir en el
lugar se le sume la contaminación generada por el desarrollo social del lugar. Esta contaminación
al caer sobre las líneas y subestaciones eléctricas provoca fallas del aislamiento con las
consecuentes interrupciones en el servicio. Para que no se presenten problemas en una región
como la antes descrita es necesario que su desarrollo se analice a escala global y no por sectores
para evitar problemas de contaminación que pongan en peligro el mismo pues ya en la actualidad
el desarrollo científico y tecnológico permiten controlar la contaminación industrial.
Los logros en la lucha contra los efectos de la contaminación ambiental sobre el aislamiento de
los sistemas eléctricos, junto con los resultados obtenidos en la protección contra los rayos,
fueron quienes posibilitaron el vertiginoso desarrollo que tuvieron las líneas de transmisión a
partir de la Segunda Guerra Mundial. Este desarrollo estuvo basado en el continuo incremento de
las tensiones para poder transportar los crecientes volúmenes de energía que el desarrollo
industrial y social requerían.
14
Con el incremento de las tensiones surgía a la palestra otro problema, las fallas por
sobretensiones internas, que no por esperadas han causado menos estragos, y cuya solución ha
estado marcada por la revolución científico técnica actual mediante el desarrollo de equipos de
desconexión más rápidos y efectivos, mejores materiales aislantes, etc. a los que ahora se le
adicionan autómatas con inteligencia artificial capaces de realizar las operaciones programadas
en el instante en que su efecto es menor. Para el desarrollo de toda esta tecnología ha sido
necesario diseñar poderosos “software” que realicen evaluaciones de un altísimo grado de
complejidad por el enorme número de variables involucradas y sólo posibles mediante el uso de
los novedosos sistemas de cómputo moderno que permiten, incluso, análisis en tiempo real de las
condiciones de operación, algo impensable 30 o 40 años atrás.
1.5.1.- INTRODUCCION.
Desde sus inicios la energía eléctrica ha tenido un gran impacto en la sociedad, siendo ella, junto
al motor de combustión interna, los avances científicos que sacaron a la economía de los
principales países capitalistas de la crisis económica que se había comenzado a desarrollar a
partir de 1875. Como se ve desde sus inicios es un adelanto científico de importancia vital para la
sociedad, siendo la base de todo el desarrollo de la sociedad industrial actual.
La electrificación es uno de los soportes sobre los que descansa la sociedad industrial moderna y
tomando como base los indicadores de la electrificación de un país es posible valorar el
desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas del mismo y el grado de satisfacción de las
necesidades materiales y espirituales del hombre que éstas han logrado.
Fig.1.5.1.- Relaciones de consumo de energía y población entre los años 1890 y 2020
Si se analiza el crecimiento de la demanda de electricidad se verá que ésta crece en forma más
acelerada en muchos países asiáticos y latinoamericanos (entre un 5 y un 10 % anual) que en los
países occidentales desarrollados donde las legislaciones ambientalistas son más estrictas,
alcanzando entonces el problema una dimensión ética y moral pues este crecimiento más
acelerado no se debe a un incremento en el consumo social de energía eléctrica sino que se debe,
fundamentalmente, al traslado hacia esos países de industrias altamente consumidoras pero que
también son por lo general altamente contaminantes, mientras que ellos se reservan para sí las
industrias de avanzada menos consumidoras y menos contaminantes.
Debido a que la energía eléctrica está destinada a satisfacer una de las necesidades básicas del
hombre la misma tiene una gran connotación política ya que las decisiones que se toman en esta
esfera productiva afecta a grandes sectores sociales, por lo que en muchas ocasiones predomina la
voluntad política sobre la socio-económica presentándose el caso de proyectos de bajo
rendimiento económico que se mantienen y desarrollan debido a los grandes beneficios sociales
que reportan.
Es una industria altamente sensible a los cambios en las políticas económicas y donde la
privatización o la conservación del control de ella por parte del gobierno de un país es en
ocasiones fuente de conmoción social ya que de ello depende que la magnitud de los beneficios
que ella reporta llegen en mayor o menor grado a toda la sociedad y en particular a la parte menos
pudiente de la misma.
Ahora bien se privatice o no esta esfera productiva el Estado siempre se verá obligado a cumplir
sus funciones reguladoras ya que el desarrollo de los Sistemas Eléctricos de Potencia (SEP)
involucra a muchos sectores de la sociedad, tómese como ejemplos de alta connotación social el
de los problemas ecológicos que se derivan del empleo de los combustibles fósiles en la
16
generación de energía eléctrica y en los problemas de toda índole que implica el otorgamiento de
un derecho de vía para la construcción de un nueva línea aérea.
Desde el inicio del empleo de la corriente eléctrica el hombre conoció de los efectos perjudiciales
de la circulación de la corriente por el cuerpo humano y para evitarlo ha desarrollado un
sinnúmero de herramientas aisladas y de herramientas aislantes para disminuir el peligro de
electrocución de los trabajadores que desempeñan su actividad laboral en la rama eléctrica
(primer grupo social de riesgo). Además, ha perfeccionado el aislamiento y normado la forma de
empleo y de instalación de las herramientas y equipos eléctricos de uso industrial para la
protección contra riesgos de accidentes eléctricos a los trabajadores industriales (segundo grupo
social de riesgo) y por último, ha aumentado la seguridad de las instalaciones eléctricas sociales,
casas, escuelas, hospitales, etc., para disminuir los riesgos de accidentes eléctricos al resto de la
población (tercer grupo social de riesgo.
Los trabajadores del primer grupo social de riesgo, en especial aquellos que trabajan con los
sistemas eléctricos de alta tensión energizado, han sufrido los efectos de los campos eléctricos
intensos generados por estas instalaciones y conocen los efectos sobre el estado de ánimo de una
persona que ellos pueden producir, los riegos de las cargas inducidas en líneas desenergizadas y
los medios para evitarlos, etc., pero no es hasta el desarrollo de la revolución científico técnica
desatada por la electrónica moderna que el hombre pudo disponer de equipos de medición y
evaluación del efecto de los campos electromagnéticos en su conjunto, que unido a los medios de
procesamiento de información, le permitieron detectar otros efectos desconocidos hasta la fecha.
.
Así, por ejemplo, cada día crece más la preocupación científica y social sobre los efectos
ecológicos de los campos eléctricos y magnéticos asociados a la corriente eléctrica donde quiera
que ésta esté presente, ya que los estudios epidemiológicos sobre la leucemia infantil y la
exposición residencial a las líneas de alta tensión parecen indicar un aumento de los riesgos y se
ha informado de peligros excesivos de leucemia y tumor cerebral. Por otra parte las fuerzas
electromagnéticas liberan el radón existente en las paredes de los edificios, elemento que es
asimilado por el organismo con serio riesgo para aquellas personas con cáncer no desencadenado.
Los estudios realizados por Nancy Wertheiner y Ed Leeper de la Universidad de Colorado, sobre
casos de leucemia infantil en Denver, descubrieron una relación entre los casos observados y la
proximidad a líneas de alta tensión y/o a grandes transformadores. En 1987 Savirz, de la
Universidad de Carolina del Norte, publicó los resultados de sus estudios durante siete años, de
cáncer en menores de 15 años, donde plantea que los menores expuestos a campos
electromagnéticos corren de 1,3 a 1,5 veces más riesgos de contraer cáncer y que en el caso de la
leucemia los riesgos se duplican. Estudios referidos a casos de Suecia y Dinamarca en 1993, con
técnicas mejoradas para la evaluación del grado de exposición, han confirmado la evidencia de un
posible riesgo de cáncer debido a la exposición doméstica, la que incluye en este caso la
exposición debido a los equipos electrodomésticos, de los cuales, contrario a lo que se creía
inicialmente, los hornos por microondas no son los equipos más peligrosos, sino que lo son las
secadoras de pelo y las batidoras.
Estudios como los señalados abundan, y aún cuando no se ha llegado a conclusiones definitivas
por parte de la ciencia, pero la reacción social no se ha hecho esperar. Se rechazan solicitudes de
17
derechos de vía para la construcción de nuevas líneas, se exige la disminución de los niveles de
intensidad de estos campos a nivel del suelo, etc. Se le plantea a la ciencia un nuevo reto, en ello
se trabaja arduamente desde hace algunos años, pero hasta ahora, la única solución es disminuir
los niveles de intensidad del campo electromagnético.
La oposición al otorgamiento de nuevos derechos de vía por oposición del público y a la presión
de los movimientos ecológistas sobre los órganos legislativos que han logrado, principalmente en
los paises desarrollados, legislaciones ambientalistas relativamente severas, se ha convertido en
un serio problema y ocasiona considerables atrasos en los proyectos y en la ejecución de las
obras, encareciendo el desarrollo eléctrico, renglón éste de que por si requiere cuantiosas
inversiones.
Hay una franca contradicción entre las nutridas legislaciones ambientalistas, en muchas ocasiones
aprobadas, si no totalmente al menos parcialmente, por intereses políticos sobre todo en épocas
de elecciones, y los requerimientos que se plantean a los Sistemas Eléctricos de Potencia (SEP)
de dar un servicio confiable y económico. En muchas ocasiones ya no es posible atender los
reclamos de un servicio confiable y a la vez atender las preocupaciones del público sobre el
efecto de los campos eléctricos, los requerimientos estéticos, etc.
Este problema ha motivado ingentes esfuerzos de investigación por parte de los grandes
consorcios eléctricos con el apoyo de los gobiernos, pues el problema, como se planteó, tiene una
fuerte connotación política. Como resultado de este esfuerzo se aumentan los estudios sobre los
efectos de los campos electromagnéticos, pero también se ha desarrollado un ingente trabajo de
investigación para explotar mejor los derechos de vía existente usando circuitos de seis y doce
fases, compactando las líneas gracias a los avances logrados por la actual revolución introducida
en el aislamiento externo por los aisladores poliméricos, etc., pero esto plantea un problema
ético.: ¿se va a resolver el problema de los derechos de vía agravando el problema en los
otorgados? y otro económico ¿van los gobiernos a subvencionar estas nuevas construcciones que
para mantener los niveles de campo electromagnético por debajo de los límites establecidos, se
hacen prácticamente irrentables?
Los daños ecológicos no se refieren sólo a sus efectos sobre los hombres, se realizan estudios
sobre las aves y sobre la vegetación. Estudios realizados en España demuestran los efectos
negativos de las líneas de alta tensión debido al alto número de aves, algunas endémicas, que
mueren al chocar contra sus conductores, número que parece ser mayor que las que mueren al
chocar contra conductores igualmente tendidos pero desenergizados.
También se reportan daños a equipos electrónicos sensibles debido a estos campos, estableciendo
las normas valores tales que una persona situada debajo de una línea y que sea portadora de un
marcapasos no debe sufrir daños por desperfectos en este equipo, lo que por desgracia ha
sucedido.
Otro elementos que han traído consigo afectaciones ecológicas ha sido el empleo de aceites
sintéticos no biodegradables como material aislante en transformadores y capacitores como es el
caso de los denominados BPC (bifenil pentaclorohidratado) los que se encuentran prohibidos en
la actualidad. También a escala local se han producido afectaciones por residuos ácidos en
plantas termoeléctricas. En la actualidad se estudia intensamente las posibles consecuencias
ecológicas del empleo del SF6 en interruptores y otros equipos eléctricos.
18
1.5.5.- EL DESARROLLO CIENTIFICO Y LA ENERGIA ELECTRICA.
La industria eléctrica se ha caracterizado por ser una industria de gran dinamismo en la que los
adelantos científicos y tecnológicos pasan rápidamente a incorporarse a la actividad productiva y
por tanto a la sociedad, un ejemplo elocuente de ello es el bombillo incandescente, el motor de
inducción, los sistemas de calefacción eléctricos, la asimilación con gran rapidez de los adelantos
de otras esferas como es el caso de la electrónica al aplicarlo a los modernos sistemas de
protección, de control de los motores eléctricos modernos o como es la introducción en la rama
del aislamiento eléctrico de nuevos materiales, como es el caso del aislamiento polimérico que ha
provocado una verdadera revolución técnica en la construcción de líneas para el transporte de
energía eléctrica y como es el caso de los adelantos en la cerámica con los nuevos varistores a
base de óxidos metálicos, en particular el caso de los varistores a base de óxido de cinc, que han
revolucionado en los últimos años la protección de sistemas y maquinas eléctricas contra las
descargas atmosféricas.
En esta esfera los adelantos científicos salen muy pronto de detrás de las paredes de los
laboratorios para incorporase a la producción. Desde sus inicios esta industria, debido a las
condiciones históricas en que nació de rápido auge del capitalismo y por tanto de una intensa
competencia, requirió de investigaciones científicas no solamente esenciales sino que, y
fundamentalmente, requería de la investigación aplicada a la producción, razón por la cual
comienzan a proliferar los centros de investigaciones adjuntos a las propias empresas productoras
y subvencionadas por éstas, a la par que se comienza a contratar servicios de investigación a las
universidades.
Como se señalo anteriormente,un ejemplo típico de los primeros centros de investigación de este
tipo fue el creado por Edison en 1880 donde reunió un grupo de científicos y una buena dotación
de equipos, con lo que llegó a obtener 1100 patentes. Se iniciaba así un proceso de vinculación de
la ciencia con la industria, que se fue desarrollando a lo largo del siglo XX. como se ha señalado
con anterioridad. Incuestionablemente, la industria eléctrica fue una de las pioneras en iniciar el
camino de vinculación entre la ciencia y la tecnología.
Desde los inicios de la industria eléctrica los hombres de ciencia que trabajaban para ella
comprendieron que el futuro de la misma dependía de la operación de generadores de corriente
alterna en paralelo. Cuando el desarrollo tecnológico permitió esta operación comenzó una rápida
expansión de los SEP, la cual primero abarco las plantas generadoras de la misma compañía y
posteriormente la interconexión entre SEP de diferentes compañías, conformándose SEP de
dimensiones nacionales. Este proceso traía aparejado una gran cantidad de requerimientos legales
y en todos los casos la participación del Estado como elemento regulador e impositivo dada las
ventajas que la interconexión tenia para los estados nacionales.
19
En la actualidad en los países desarrollados, vencida ya la etapa de interconexión, se avanza
rápidamente en la integración de los diferentes SEP en una sola unidad con una dirección
centralizada y políticas de desarrollo unificadas. En los países subdesarrollados todavía se trabaja
intensamente en la interconexión de sus sistemas eléctricos.
El inicio del empleo de la electricidad en Cuba comienza en la ciudad de Cárdenas (24 de Enero
de 1889) por iniciativa de un grupo de comerciantes, y casi un mes después en la Ciudad de la
Habana (22 de Febrero de 1889), pero en este caso bajo el control de la compañía
norteamericana, con sede en Nueva York, Spanish-American Light & Power Company. Al igual
que en el resto del mundo, el servicio eléctrico cubano nacía con el signo distintivo de la época,
el de la monopolización, etapa esta que llega a su clímax el 19 de Marzo de 1928 con la
institucionalización en Cuba de la mal llamada Compañía Cubana de Electricidad, una nueva
compañía creada expresamente para ello en los Estados Unidos el 10 de Diciembre de 1927
como subsidiaria de la norteamericana American & Power Foreign Company. La participación
del gobierno de Machado en la constitución de la misma fue reconocida por los propios dueños
de este monopolio.
Esta compañía mantuvo su monopolio absoluto hasta que el 6 de Agosto de 1960 el gobierno
cubano procedió a la expropiación forzosa a favor del Estado Cubano de esta compañía en
respuesta a la drástica reducción decretada por el gobierno norteamericano de la participación en
su mercado de los azúcares cubanos. Se hacía así justicia histórica a Antonio Guiteras.
En el año 1958 el servicio eléctrico se brindaba por más de 60 sistemas aislados. Por su
importancia se destacaban los sistemas Occidental y Oriental, operados por la Compañía Cubana
de Electricidad con una capacidad instalada de 397.1 MWe en plantas termoeléctricas y 13 098
km de líneas. En muchos poblados la electricidad se suministraba sólo en algunas horas del día y
las zonas rurales prácticamente carecían de este servicio. Es importante señalar que las
20
actividades de desarrollo, investigaciones y proyectos se realizaban en Estados Unidos y los
trabajos de construcción de plantas eran ejecutados por empresas norteamericanas.
Cuando fue nacionalizada la Compañía Cubana de Electricidad, el Gobierno Revolucionario
comenzó a dar pasos para llevar la electrificación a todas las regiones del país y estableció una
estrecha relación con la URSS y Checoslovaquia para garantizar los suministros de equipos y
proyectos que permitieran el desarrollo eléctrico, así como la creación de la infraestructura
técnica para resolver los objetivos planteados por el desarrollo económico y social.
Las inversiones realizadas en el período de 1959-1989 han permitido alcanzar los siguientes
resultados:
Llevar el grado de electrificación desde el 56 % hasta el 90 % multiplicando en más de 3
veces los núcleos consumidores electrificados
Se ha multiplicado en 10 veces la potencia instalada en las plantas eléctricas de la rama
con relación a 1958
En el año 1973 se conectaron los sistemas Occidental y Oriental a 110 kV creándose el
Sistema Electroenergético Nacional, y en 1980 quedó enlazada a 220 kV desde Mariel
hasta Santiago de Cuba.
Se modificó la estructura del consumo destacándose el incremento en el sector industrial.
21
BIBLIOGRAFÍA.
3. Fernández Luis.
Redes de alta tensión en zonas urbanas.
Ambiente ecológico, 1998
6. Sarmiento Hector G.
Algunas tendencias en los sistemas eléctricos de potencia.
Boletín IIE, Marzo/Abril de 1995.
11. Turrini.Enrico
El camino del Sol. Un desafío para la humanidad a las puertas del tercer milenio Una
esperanza para lo países del Sur.
CUBASOLAR, 1999.
22
12. Vilaragut Llanes Juan José
Energía y Medio Ambiente: un nuevo paradigma.
Trabajo presentado para defender el “Examen de Mínimo” de Filosofía, 1997
23
Capítulo II
En los trabajos con la energía eléctrica el aspecto más importante es el de limitar la magnitud de
la corriente que pueda llegar a pasar por el cuerpo humano, por lo que en muchos trabajos es
imprescindible aumentar la resistencia eléctrica interpuesta entre el cuerpo y las partes
energizadas, para lo cual se usan diversas herramientas y medios aislados y se hace todo lo
posible para garantizar un aislamiento confiable a todos los equipos conectados a las redes
eléctricas.
Para un mismo trayecto de la corriente a través de cuerpo humano el peligro a que están
sometidas las personas depende de la intensidad de la corriente y del tiempo que ésta esté
circulando por el cuerpo; sin embargo, los valores de estos parámetros que se especifican en la
literatura son de muy difícil aplicación en la práctica para la protección contra los accidentes
eléctricos, por lo que se sigue el criterio de definir las tensiones de contacto a partir de las cuales
el riesgo ya no es permisible. Los valores de las tensiones de contacto dependen de si se trata de
corriente directa o alterna y en este último caso de la frecuencia de la tensión aplicada.
Los accidentes con corriente directa son mucho menos frecuentes de lo que se podría creer en
consideración al número de aplicaciones de la corriente continua y de los accidentes mortales que
se producen únicamente en condiciones muy desfavorables. Esto es debido, en parte, al hecho de
que para duraciones de choque superiores al periodo del ciclo cardiaco el umbral de fibrilación
ventricular es mucho más elevado que en corriente alterna.
La impedancia del cuerpo humano se puede dividir en dos partes fundamentales: la impedancia
de la piel y la impedancia interna del cuerpo.
La impedancia de la piel esta formada por una capa semiconductora con pequeños elementos
conductores: los poros. El valor de la impedancia de la piel depende de varios factores entre los
que se destacan: la tensión aplicada, la frecuencia de la tensión aplicada, la magnitud de la
corriente, el tiempo de duración del paso de la corriente, el área de la superficie de contacto y la
presión ejercida sobre ella, el grado de humedad y la temperatura de la piel.
22
En la Tabla 2.2.1 se muestran los valores típicos de la impedancia total del cuerpo humano vivo
para el paso de la corriente mano-mano o mano-pie con áreas de contacto entre 50-100 cm2 bajo
condiciones ambientales secas. En la Fig. 2.2.1 se puede apreciar la variación de la impedancia
total del cuerpo humano con la tensión.
6000
5000
4000
95%
3000
50%
2000 5%
1000
0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
23
2.3.- EFECTO DE LA CORRIENTE ELECTRICA EN EL CUERPO HUMANO.
Al hacer contacto una persona con un objeto energizado circulará por ella una corriente eléctrica,
la cual se clasifica según sus efectos como:
No perceptible
Perceptible o molesta
Peligrosa para la vida
El menor valor de la corriente perceptible por el ser humano depende de muchos factores, tales
como: edad, sexo, parte del cuerpo que hace contacto, presión, superficie de contacto, estado
anímico de la persona, humedad, temperatura, etc.
Desde el punto de vista práctico es importante la percepción sobre las manos. En los
experimentos realizados se ha determinado que el valor mínimo perceptible depende de sí se trata
de corriente alterna o de corriente directa tal como se muestra en la Tabla 2.3.1 y en la Fig. 2.3.1.
Las principales diferencias entre los efectos de la corriente alterna y aquellos de la corriente
directa sobre el cuerpo humano proceden del hecho de que las excitaciones de corriente
(estimulación de los nervios y de los músculos, provocación de la fibrilación ventricular, etc.)
estén unidas a las variaciones de intensidad de la corriente fundamentalmente cuando la corriente
se establece o se interrumpe. Para producir una misma excitación, las intensidades de corriente
necesarias en corriente directa son de dos a cuatro veces superiores a aquellas que son necesarias
en corriente alterna. Lo antes expuesto explica la razón por la que en corriente directa sólo el
establecimiento y la interrupción de la corriente son perceptibles en el nivel del umbral de la
corriente perceptible y ninguna otra sensación se siente durante el paso de la corriente.
La corriente comienza a ser peligrosa a partir de los 2 mA. Al aumentar la corriente se intensifica
la dificultad del control sobre los músculos por donde circula. Para un determinado valor no es
posible soltar la mano, a este nivel de corriente se le denomina corriente para soltarse. La
probabilidad acumulativa de este valor se muestra en la Fig. 2.3.2. En palabras de la seguridad de
las personas el valor máximo de la corriente para soltarse es considerado aquel que afecta al 0.5%
de las personas (9 mA para los hombres, 6 mA para las mujeres y 4.5 mA para los niños); valores
que excedan la corriente para soltarse deben ser considerados potencialmente mortales. Al
aumentar los niveles de corriente se llega a producir la asfixia por dificultades en la respiración,
para valores aún mayores se produce la fibrilación ventricular.
24
Tabla 2.3.1.- Efecto de la corriente alterna y de la corriente directa en los seres humanos.
98
Contacto
95 Tacto firme
Probabilidad acumulativa (%)
90
80
50
20
10
5
2 Hombre (medida)
1 Mujeres (asumida)
0,5
25
99
98
95 Mujeres
Hombres
90
20
10
5
0,5 % 0,5 %
2 6 mA
1 9 mA
0,5
6 8 10 12 14 16 18 20 22
Corriente para soltarse (mA efectivos)
Fig.- 2.3.2.- Distribución de la corriente mínima para soltarse en
adultos.
Para personas adultas se puede plantear, en general, que el efecto de la corriente es menor para
los hombres que para las mujeres y que para los niños; es decir, los valores de corriente que
soportan en todos los casos son superiores. En la Tabla 2.3.3 se muestra un resumen de los
efectos que produce la corriente eléctrica alterna al circular por el cuerpo de una persona.
En resumen se puede plantear que los efectos más significativos de la corriente eléctrica sobre el
cuerpo humano son:
Alteraciones de la piel.
Contracción espasmódica de los músculos.
Parálisis respiratoria.
Falla del corazón.
Fibrilación ventricular.
Quemaduras.
Hemorragias.
Electrólisis de la sangre.
Etc.
Tabla 2.3.3.- Efectos físicos de la corriente eléctrica sobre los seres humanos.
Corriente en mA Efectos
<1 No se percibe
1-8 Sensación de shock no doloroso
8-15 Shock doloroso
15-20 Shock doloroso y pérdida del control muscular
20-50 Contracciones musculares severas
50-100 Posible falla del corazón
100-200 Probable falla del corazón, fibrilación ventricular
>200 Quemaduras severas y/o falla del corazón
Uno de los efectos más peligrosos es la contracción espasmódica de los músculos de la mano en
contacto con las partes energizadas, ya que la persona puede permanecer pegada al circuito
(agarrotamiento de los músculos de la mano), y al no poder soltar el elemento energizado está
expuesto al riesgo eléctrico un tiempo mayor. Algunos autores más conservadores fijan en 10 mA
la corriente necesaria para el comienzo de este fenómeno.
La parálisis respiratoria, al igual que la falla del corazón, ocurre cuando la corriente circula por
los músculos correspondientes, la persona no consigue respirar, pierde el conocimiento y puede
morir por asfixia. La parálisis respiratoria puede prolongarse después del accidente; de ahí la
27
importancia de la aplicación de la respiración artificial durante el tiempo requerido después del
accidente. La parálisis respiratoria puede aparecer a partir de los 30 mA.
La corriente eléctrica, sobre todo a tensiones bajas, puede provocar la fibrilación ventricular,
fenómeno éste que consiste en un temblor desordenado de las fibras musculares del corazón, el
ritmo cardiaco se vuelve desordenado e irregular y puede sobrevenir la muerte. Esta acción
desordenada del músculo cardiaco afecta los ventrículos de forma tal que sus diferentes porciones
no se contraen coordinadamente, por lo que es insuficiente el envío de sangre al cuerpo,
consecuencia esta fatal si no se interrumpe rápidamente el paso de la corriente.
En los accidentes eléctricos de poca duración, inferiores a la duración del ciclo cardiaco (0.75
segundos), la fibrilación sólo ocurrirá cuando el contacto se produzca durante la fase T del ciclo
cardiaco que se extiende sobre el 20% aproximadamente de la duración total del mismo, es decir,
0.15 segundos tal como se muestra en la Fig. 2.3.3.
El umbral de fibrilación ventricular depende de factores fisiológicos tales como la anatomía del
cuerpo, estado de las funciones cardiacas, etc., pero también de parámetros eléctricos tales como
la duración y recorrido de la corriente. En corriente alterna (50 o 60 Hz), el umbral de fibrilación
decrece considerablemente si la duración del paso de la corriente se prolonga más allá de un ciclo
cardiaco.
Adaptando los resultados de las experiencias efectuadas sobre animales a los seres humanos se ha
podido establecer, en una característica de duración del shock eléctrico contra la magnitud de la
corriente que circula por el cuerpo, una curva que, para el trayecto que va de la mano izquierda a
los dos pies, limita la región por debajo de la cual la fibrilación ventricular es imposible,
Fig. 2.3.4.
Para corrientes del orden de los 4 A el fenómeno que se presenta es la parálisis del corazón
durante el tiempo que dure el paso de la corriente, no presentándose en estos casos fibrilación
ventricular. En el caso de shocks de corta duración al cesar el paso de la corriente en la mayoría
de los casos se restablece el ritmo cardiaco.
Las quemaduras resultantes de accidentes eléctricos pueden ser de dos tipos: las quemaduras
normales producto de los arcos eléctricos, cortocircuitos o incendios de la ropa, normalmente
denominadas quemaduras externas y las producidas por los contactos eléctricos directos debido a
la circulación de altas corrientes por el interior del cuerpo. Las quemaduras externas se
caracterizan por la destrucción de una parte de la superficie del cuerpo, destrucción ésta que
penetra en el cuerpo cubriendo la misma área, en tanto que las quemaduras internas penetran en
el cuerpo en forma cónica, según la trayectoria de la corriente, por lo que es difícil determinar la
magnitud de la quemadura.
Es de destacar que no todas las consecuencias provocadas por el contacto con un elemento
energizado recaen sobre el accidentado, sino que éste puede realizar acciones inconscientes que
afecten a otras personas.
28
T
R R Fibrilación ventricular
ECG T
P P
Q S Q S
120
Tensión arterial
80
40
0
mm Hg
No todas las personas son igualmente sensibles ante la corriente eléctrica y como se ha planteado
las mujeres y los niños son más sensibles que los hombres La intensidad de la corriente que
soporta el cuerpo humano está en relación inversa al tiempo de circulación de ésta, tal como se
expresa en la relación siguiente:
29
I 2 t 0,027 2.4.1
Donde:
I - Máxima corriente efectiva a través del cuerpo en Amperes.
t - Tiempo de circulación de la corriente en segundos.
Como la resistencia del cuerpo humano puede ser considerada constante para propósitos
prácticos, la relación 2.4.1 equivale a decir que la fibrilación puede evitarse manteniendo los
watt-segundo totales de energía absorbida por el cuerpo durante el contacto en un valor dado, que
sea el mínimo para la duración del contacto dentro de un rango de 0.03-3 segundos. A esta
relación comúnmente se le denomina constante de energía.
10000
Duración del paso de la corriente
1000
10
10 100 1000
mA
La magnitud absoluta de la corriente que puede circular por el cuerpo de una persona esta dada
por:
U IZ 2.4.2
Donde:
U - Tensión eléctrica aplicada al cuerpo.
Z - Impedancia total que se ofrece al paso de la corriente.
I - Magnitud de la corriente.
La magnitud de la tensión con que se haga contacto depende del azar, correspondiendo a las
tensiones de uso doméstico (110 y 220 V) la mayor probabilidad por su uso tan extendido. A
medida que se pasa a tensiones superiores el riesgo es menor para la generalidad de las personas,
no así para el personal especializado. La impedancia total que se ofrece al paso de la corriente por
el cuerpo, cuando se hace contacto mano-pie, por ejemplo, tiene tres componentes tal como se
muestra en la Fig. 2.4.1.
30
La impedancia de contacto de la mano con el cuerpo energizado (Z1) es prácticamente resistiva
(R1) y depende del estado de la piel, humedad, suciedad, área de contacto, presión que se ejerza
sobre él, etc. En la Tabla 2.4.1 se exponen los valores de R1 para diferentes tipos de contactos.
Tabla 2.4.1.- Resistencia nominal del cuerpo humano para diferentes tipos de contactos.
Resistencia ( k )
Tipo de contacto
Seco Húmedo
R1
R2
R3
31
Si se aumenta considerablemente R1 se puede disminuir la circulación de la corriente por el
cuerpo hasta valores tales que no solamente no sean peligrosos, sino que tampoco sean
perceptibles. Los métodos comúnmente usados para ello son:
Empleando guantes aislados.
Empleando herramientas aisladas.
Empleado herramientas aislantes.
La impedancia al paso de la corriente que ofrece el cuerpo humano varía de individuo a individuo
y además, depende del tipo de contacto que se efectúe : mano-pie, mano-mano, cabeza-mano, etc.
La impedancia de contacto (Z3) también es prácticamente resistiva (R3) y tiene su efecto más
notable en el caso de los contactos mano-pie y cabeza-pie, siendo los parámetros fundamentales
que inciden en su valor: el área de contacto, resistividad del piso o suelo, tipo de contacto (directo
o a través de algún tipo de calzado). En la Tabla 2.4.2. se exponen los valores de resistencia de
contacto de algunos materiales. Los métodos prácticos para aumentar su valor son los siguientes:
Empleando botas aisladas.
Empleando mantas aisladas.
Recubriendo el piso con materiales de alta resistividad.
Para el uso de cada uno de los elementos antes señalados se plantean requisitos de estricto
cumplimiento, entre los cuales se destacan: la verificación periódica con la certificación
correspondiente, su uso bajo las regulaciones establecidas, su guarda y cuidado bajo las
condiciones requeridas, etc.
Material Resistencia
Suelas de goma >20 M
Pisos de cemento sobre gravilla secos 1 - 5 M
Pisos de cemento con gravilla secos 0.2 - 1 M
Suelas de piel secas 0.1 - 0.5 M
Suelas de piel húmedas 5 - 20 k
Pisos de cemento con gravilla húmedos 1-5 k
Las lesiones motivadas por los accidentes eléctricos pueden deberse a fuentes directas o
indirectas. Las causas de las lesiones más comunes son:
La acción refleja ocasionada por el paso de la corriente puede producir caídas que causen
heridas, rasguños, huesos fracturados, etc.
Los daños en el sistema nervioso motivados por choques o quemaduras pueden causar la
pérdida de funciones motoras, temblores y/o parálisis.
32
Las quemaduras producidas por arco eléctrico o corrientes inducidas pueden causar
periodos prolongados de intenso y doloroso sufrimiento. Las quemaduras de tercer grado
requieren por lo general de injertos de piel.
Metales fundidos y/o quemaduras que afectan a los ojos pueden causar ceguera.
El ruido de una explosión debido a un arco eléctrico puede causar sordera parcial o
completa.
Las quemaduras en los órganos internos producidas por corrientes inducidas pueden
causar mal funcionamiento de dichos órganos.
Si las lesiones son severas pueden causar la muerte como en los siguientes casos:
Una caída inducida por un choque eléctrico puede causar lesiones físicas fatales.
Cuando la piel sufre quemaduras severas una gran cantidad de líquido fluye hacia la zona
afectada para contribuir al proceso de curación. Esto crea una sobrecarga del sistema
renal que puede terminar en un fallo de los riñones.
Un trauma severo provocado por quemaduras masivas puede causar una falla general del
organismo.
La quemadura de órganos internos puede causar la muerte. Así, mientras más crítico sea
el órgano que se queme, mayor es la posibilidad de muerte.
Si la víctima inhala plasma sobrecalentado y productos fundidos de un arco eléctrico, los
pulmones no serán capaces de funcionar correctamente y se producirá la muerte.
Fallo del corazón debido a la fibrilación ventricular y/o paro cardiaco.
Las causas que pueden dar lugar a los accidentes eléctricos son tres:
Los contactos eléctricos directos.
Los contactos eléctricos indirectos.
Los arcos eléctricos.
El índice de riesgo de los contactos eléctricos depende del tipo de contacto que se efectúe los que
pueden ser por:
Contacto directo.
Contacto indirecto.
Los contactos directos son los que ocurren al ponerse una persona en contacto con un elemento
normalmente energizado y los contactos indirectos están asociados a fallas del aislamiento.
El índice de riesgo de un contacto eléctrico está determinado por varios elementos
probabilísticos, siendo los más importantes los siguientes:
1. La probabilidad de que una parte conductora accesible esté energizada: 1-S(t).
2. La probabilidad de que alguien haga contacto con dicha parte conductora durante el tiempo
que esté energizada: K(t).
3. La probabilidad de que la tensión del elemento energizado sea superior al límite de tensión
establecida como peligrosa para el tiempo que dure el contacto eléctrico según la Tabla 2.5.1:
U(t).
33
Tabla 2.5.1.- Tiempos máximos de desconexión permisibles.
Debe quedar claro que en los contactos directos con las partes que están normalmente
energizadas debe evitarse siempre que la tensión de la misma se superior a la tensión máxima de
contacto permisible, la que se considera normalmente de 50 V para tensiones de corriente
alterna y de 120 V para tensiones de corriente directa para tiempos de aplicación de hasta 5
segundos.
En el caso de los contactos indirectos, a menos que la carcaza de los equipos fijos esté puesta a
tierra efectivamente, se presentará una tendencia al incremento del potencial de la carcaza de los
equipos que podría llegar a alcanzar una tensión igual a la de la tensión del conductor con el que
la misma ha hecho contacto. Esta probabilidad se evalúa por la inseguridad del aislamiento
1-S(t) donde S(t) es la seguridad que debe brindar el equipo eléctrico.
En el caso de un equipo portátil la probabilidad de que una persona haga contacto con él durante
el tiempo que dure la falla es igual a la unidad, K(t) = 1, no siendo igual en el caso de los equipos
fijos donde K(t) < 1 y donde es fácil limitar el tiempo de persistencia de la posible tensión de
contacto poniendo a tierra efectivamente la carcaza del equipo y usando sistemas de desconexión
automáticos.
La corriente que ha de circular por el cuerpo de la persona que establece el contacto depende de
la impedancia del cuerpo de la persona, la que no es lineal y depende de muchos factores, y de la
impedancia de puesta a tierra a través de la cual se cierra el circuito; por lo antes expuesto es muy
difícil de hablar de limitar la corriente y lo común es establecer la tensión de contacto límite que
se considera peligrosa para un tiempo de aplicación dado U(t) que como se señaló anteriormente
es de 50 V en corriente alterna y de 120 V en corriente directa para tiempos de aplicación de
hasta 5 segundos.
34
Ahora bien, el efecto de esta tensión de contacto depende de las condiciones de operación del
sistema tal como se muestra en la Fig. 2.5.1 y en la Fig. 2.5.2 para un sistema efectivamente
puesto a tierra y para uno aislado.
Como se puede apreciar en el caso de la Fig. 2.5.1 la corriente que circula por el cuerpo de la
persona puede ser alta debido a que sólo está limitada por la impedancia del cuerpo de la persona
y por las impedancia de puesta a tierra del sistema en su conjunto, la que por lo general es muy
pequeña .
En el caso de los sistemas aislados, como el de la Fig. 2.5.2, la corriente que circulará por la
persona está limitada básicamente por la impedancia del acoplamiento capacitivo, la cual es tan
alta que hace que en la mayoría de las tensiones de uso doméstico e industrial la corriente que
circule sea muy pequeña, y por tanto, no ofrece mayores peligros debido a su efecto directo
aunque no evita los accidentes indirectos debido a los efectos colaterales que puede provocar la
molestia causada por el shock eléctrico.
En el caso de los sistemas efectivamente puestos a tierra la probabilidad de que una persona haga
contacto con la carcaza, o cualquier otra parte conductora energizada debido a una falla en el
aislamiento, es muy pequeña ya que está limitada solamente al tiempo que demore la
desconexión de la falla por los sistemas automáticos de desconexión de que están provistos estos
sistemas.
Contacto indirecto
Contacto directo
IT
IT
U0
RT
IT
35
Contacto indirecto
Contacto directo i IT
U0 IT
RT
IT
Los contactos directos son los que ocurren cuando se toca un cuerpo cualquiera que está
energizado, siendo tres las causas fundamentales de que dicho cuerpo esté a un potencial dado:
1. Que por acción del campo eléctrico de un elemento energizado cercano se induzcan cargas en
la superficie de un elemento o cuerpo conductor.
2. Que por la acción del campo electromagnético producido por la corriente que circula por un
conductor se induzca un potencial sobre un cuerpo conductor cercano.
3. Que el elemento conductor forme parte de una red eléctrica en servicio.
Inducción de cargas por efecto del campo eléctrico. Todo objeto, o eventualmente un ser vivo, en
las cercanías de un fuente de alta tensión adquiere una carga "q" por efecto del campo eléctrico
producido por dicha fuente. Dicha carga está dada por:
q EhC 2.5.2
Donde:
q - Carga inducida.
E - Campo eléctrico a nivel del objeto.
h - Altura del objeto.
C - Capacitancia a tierra del objeto.
La corriente que circularía de ponerse a tierra dicho objeto está dada por:
I cc j ω E h C 2.5.3
Para el cálculo de dicha corriente es necesario conocer la intensidad del campo eléctrico (la cual
depende de la tensión y de la altura respecto a tierra de la fuente de alta tensión), la altura del
objeto en cuestión y su capacidad respecto a tierra. Capacidades típicas de algunos objetos
comunes son:
36
Persona---------------------------------100 pF
Automóvil normal---------------------750 pF
Omnibus grande ---------------------2000 pF
Camión grande------------------------3000 pF
Por otro lado se tiene que el campo eléctrico tiene un efecto directo sobre la persona. Un campo
eléctrico puede afectar a una persona por influencia de fuerzas sobre su cara o sobre el cabello e
inducir corrientes que pueden penetrar bajo la superficie de la piel. En dependencia de la
intensidad del campo eléctrico así será la sensación que sentirá la persona, por ejemplo, a
intensidades de 8 kV/m mucha gente reporta sensaciones similares a las de la brisa suave, a
niveles superiores de campo describen algo como hormigueo distribuido por el cuerpo o reptar
sobre la piel o entre la ropa y la piel. Para personas expuestas por su trabajo a campos eléctricos
se recomienda que:
E Tiempo de exposición
(kV/m) durante 24 horas
5 Ilimitado
10 180 minutos
15 90 minutos
20 10 minutos
25 5 minutos
Para evitar la circulación de corrientes peligrosas debido a las cargas inducidas en un objeto dado
se recomienda que el campo eléctrico a nivel del suelo no debe sobrepasar los 12 kV/m y la
corriente de contacto no debe sobrepasar los 5 mA. La distribución de campo a nivel del suelo
para algunos casos típicos se muestran en la Fig. 2.5.3 y en la Fig. 2.5.4.
Contacto con un conductor energizado. Los contactos con un conductor energizado, el más
peligroso de todos los contactos directos, ocurren durante el servicio normal de la red al tocarse
partes energizadas de la misma, y para evitarlos es necesario cumplir al pie de la letra todas las
medidas de seguridad establecidas.
Para evitar este tipo de contacto los métodos de trabajo más usados son:
El aislamiento de las partes energizadas que lo requieran.
37
El uso de barreras o cubiertas protectoras.
La interposición de obstáculos.
El alejamiento de las partes energizadas.
El uso de barreras y señales provisionales.
Aislamiento de las partes energizadas. Las partes energizadas de una instalación o equipo que lo
requiera deberán estar completamente cubiertas con un aislamiento que no se pueda retirar salvo
destruyéndolo y que sea capaz de resistir con durabilidad los efectos mecánicos, eléctricos,
térmicos y químicos a que estará sometido en el servicio normal. Se debe aclarar que las pinturas,
lacas, barnices y productos similares no cumplen estos requerimientos.
Barreras o cubiertas protectoras. La protección por barreras o cubiertas protectoras está destinada
a impedir el acceso a las partes de cualquier instalación que por su función no estén aisladas, es
decir, impedir el acceso a las partes energizadas de la instalación. Las barreras o cubiertas
protectoras deben estar firmemente fijadas y las mismas sólo se podrán retirar mediante el
empleo de herramientas adecuadas y nunca se energizará la instalación con ellas quitadas. Este
medio de protección es el que se emplea en los tomacorrientes, interruptores de pared, cajas de
desconectivo, terminales de motores de baja tensión, etc.
2.0 kV pico / m
1.5
1.0
0.5 b
a
m
0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
10 kV pico /m
0.9
0.8
0.7
0.6
0.5
0.4
b
0.3
a
0.2
0.1
m
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130
En la aplicación de este método es imprescindible tener en cuenta los parámetros normales para
la altura de las personas tal como se muestra en la Fig. 2.5.5. Este método también se emplea para
limitar el acceso a aquellas partes de una instalación en las cuales no se garantice que las
tensiones de contacto y de paso sean menores que las permisibles.
Alejamiento de las partes energizadas. El alejamiento de las partes energizadas está destinado a
mantener éstas inaccesibles por distancia y con ello evitar contactos involuntarios. La instalación
que emplee este método de protección debe estar diseñada de forma tal que todas las partes
energizadas estén totalmente fuera del alcance de una persona, como por ejemplo es el caso de las
líneas aéreas de transmisión y de distribución de energía eléctrica. Las partes a diferentes
tensiones no podrán ser tocadas simultáneamente, por lo que las mismas tendrán entre ellas una
separación que dependerá del nivel de tensión, pero que nunca será menor de 2.5 m hacia arriba y
de 1.5 m hacia abajo y horizontalmente.
Este método de protección es el más usado en las subestaciones eléctricas donde la distancia de
seguridad es un aspecto de primordial importancia en la protección de los trabajadores. La
distancia de seguridad en una subestación se calcula adicionando a las dimensiones medias del
hombre una distancia básica o valor básico que depende de la tensión de trabajo del sistema. En
lugares donde puedan circular equipos se considerará, en lugar de la altura media de un hombre,
la del equipo de mayor altura. Los valores de las distancias básicas o valores básicos para
diferentes niveles de tensión se muestran en la Tabla 2.5.2.
En las Fig. 2.5.6 y Fig. 2.5.7 se muestran ejemplos típicos de protección en que se considera el
nivel básico para el cálculo de las distancias de seguridad en subestaciones.
39
225 cm
175 cm
a b
175 cm
125 cm
c d
40
Fig. 2.5.6 .- Ejemplo típico de protección en que se considera el nivel
básico para el cálculo de las distancias de seguridad en
subestaciones.
41
Barreras y señales provisionales. Cuando se realizan trabajos que requieren retirar temporalmente
barreras protectoras normales como paneles, puertas, o se desea impedir el acceso a partes
energizadas de una instalación, se deben emplear señales y barreras que alerten del peligro al
personal.
Las cintas para barreras son cintas plásticas resistente al desgaste por rozamiento de un mínimo
de dos pulgadas de ancho, marcadas y coloreadas para indicar claramente al personal de la
naturaleza de los peligros a que pueden estar expuestos si cruzan la línea de la cinta.
Tales cintas deben ser de color rojo o amarillo para que sean bien visibles. Generalmente las
cintas de color rojo ó rojo con rayas blancas son las preferidas para esta aplicación. Cualquier
color que se escoja debe ser normalizado y utilizado consistentemente para una misma
aplicación.
Las señales de alerta deben ser de un diseño normalizado y fácilmente legible. Ellas deben
colocarse de manera que alerten al personal de un peligro inminente. Deben colocarse en la
entrada del área de trabajo y deben alertar de forma clara y precisa de los peligros o de la
condición energizada.
Este tipo de contacto sucede cuando se tocan partes conductoras accesibles que están energizadas
a causa, normalmente, de una falla del aislamiento. Cuando se presenta una falla en el
aislamiento de un equipo aparece una diferencia de potencial entre las partes conductoras
42
accesibles, ahora energizadas y otros puntos (otro equipo, la tierra, etc.) que se mantienen a
potencial cero; esta diferencia de potencial se conoce como tensión de contacto.
En la protección contra este tipo de contacto se emplean diferentes métodos de trabajo como por
ejemplo, empleando aislamiento doble o reforzado en las herramientas de trabajo portátiles
(taladros de mano, pulidoras, etc.), o por medio de la separación eléctrica en equipos de uso
personal (máquinas de afeitar, equipos de masaje etc.); método este que consiste en el empleo de
transformadores con el secundario aislado de tierra para alimentar dichos equipos, Fig. 2.5.8.
Los sistemas de puesta a tierra más generales que se emplean en los sistemas industriales son los
denominados TN y los TT que se muestran en la Fig. 2.5.9 y en la Fig. 2.5.10 respectivamente.
En los sistemas TN, tal como se puede apreciar en la Fig. 2.5.9, la carcaza de todos los equipos
deben estar conectadas al conductor de protección contra fallas PE, que los conecta directamente
al punto neutro del sistema el cual debe estar puesto a tierra efectivamente en un lugar lo más
próximo posible al transformador o generador. En este tipo de circuito el conductor cumple al
mismo tiempo las funciones de conductor neutro y de conductor de protección, denominándose
este tipo de conexión como TN-C para diferenciarla del caso en que se usa un conductor para el
neutro y otro para el cable de protección, caso que se denomina TN-S. Todos estos sistemas son
tributarios de sistemas de desconexión automáticos a partir de unidades de desconexión que
emplean relés de sobrecorriente instantáneos o fusibles.
En los circuitos TN la corriente de falla a tierra está limitada solamente por la impedancia de los
conductores, la que comúnmente es pequeña, por lo que en el caso de un contacto eléctrico
directo la corriente que circulará por la persona estará prácticamente limitada sólo por la
impedancia total que ésta le ofrezca. En el caso de los contactos indirectos la tensión de contacto
será pequeña así como su tiempo de aplicación dado que en estos sistemas siempre los sistemas
de desconexión automáticos son de muy pequeño tiempo de operación.
En el caso de los sistemas TT, tal como el mostrado en al Fig. 2.5.10, la magnitud de la corriente
que circula por el cuerpo de la persona, en el caso de un contacto eléctrico directo, está limitada,
además de por la impedancia total que ofrece la persona, por la resistencia de puesta a tierra del
sistema. La resistencia de puesta a tierra debe estar dentro de los parámetros establecidos para
cada tipo de instalación ya que estos sistemas son también tributarios de sistemas de desconexión
automáticos activados por detectores de las corrientes residuales que circulan a través del sistema
de puesta a tierra. Si la resistencia de puesta a tierra, por cualquier razón, es mayor que la que
corresponde al límite superior establecido, los sistemas de desconexión automáticos no operaran
correctamente y con ello aumentará el tiempo de duración de los contactos eléctricos directos y
también la tensión de contacto en el caso de los contactos indirectos.
En los sistemas aislados de tierra o conectados a ella a través de una alta impedancia
comúnmente denominados IT la carcaza de cada equipo debe ser conectada directamente a tierra
para fijar su potencial y evitar las molestias que, aunque no peligrosas, puede provocar el
contacto eléctrico. En ellos la desconexión automática instantánea no es obligatoria.
43
L1
L2
L3
PE
L1
U0 IT
N
IT
PE
RT
44
L1
U0 IT
N
RN
IT RA
Las protecciones automáticas en todos los casos requieren la coordinación entre el tipo de puesta
a tierra del sistema de distribución y las características de los dispositivos de protección para
poder garantizar que en ningún punto de la instalación se mantenga, durante un tiempo mayor
que el permisible, una tensión de contacto o de paso superior a los valores previstos en la
Tabla 2.5.1.
El tiempo de desconexión nunca será mayor de 5 segundos para las partes de la instalación que
alimenten equipos montados permanentemente (fijos) y de 0, 4 segundos o menos para la parte de
la instalación que alimente equipos portátiles.
45
AMPLIFICADOR
BOBINA DE
DISPARO
110 V CARGA
TRANSFORMADOR
DE CORRIENTE
0,165
IK 2.5.4
t
Donde:
I - Máxima corriente efectiva a través del cuerpo (A).
t - Tiempo de duración del contacto (s).
La tensión de contacto es aquella a que puede ser sometido el cuerpo de una persona por contacto
con una carcaza o estructura metálica que normalmente no está a tensión, pero que sube su
potencial respecto a tierra debido a una falla y la misma está dada por:
0,165 S
IK 2.5.5
t
Donde:
- Resistividad superficial (-m).
En los sistemas de potencia de alta capacidad, como por ejemplo en las subestaciones, es también
necesario definir a tensión de paso, que es la tensión que puede aparecer entre los pies de una
persona parada cerca de un electrodo de puesta a tierra o en otro punto cualquiera por donde
circule una alta corriente de falla a tierra. La tensión de paso está dada por:
0,165 0,25 S
IK 2.5.6
t
46
En las Fig. 2.5.12 y Fig. 2.5.13 se muestra esquemáticamente el cálculo de las tensiones de paso y
de contacto. Como se puede apreciar en dichas figuras la tensión de paso y de contacto dependen
de la resistencia de la puesta a tierra, de la resistencia de contacto y de la resistencia del cuerpo.
La resistencia de la puesta a tierra debe ser lo más pequeña posible, mientras que la resistencia de
contacto con el suelo (RF) debe ser lo mayor posible. Por esta ultima razón es que en las
subestaciones se emplean medios de alta resistividad para cubrir el suelo, siendo la gravilla el
más usado. Para considerar que el valor de la resistencia de una puesta a tierra es adecuada tiene
que cumplirse que el producto de la corriente de falla por la resistencia de la puesta a tierra no
produzca una tensión de contacto ni de paso superior a la permisible, por tanto, la resistencia de
puesta a tierra tendrá que ser necesariamente menor a medida que sea mayor la capacidad de
cortocircuito de la red.
La tensión transferida es un aspecto de particular importancia en los casos en que el cable neutro
de la instalación se ponga a tierra en un solo punto. La mejor forma de disminuir los posibles
efectos de la tensión transferida es la de cubrir toda el área de la instalación con una malla de
tierra.
ICC R1
ICC 2 RX
ICC
U paso 2 R F 2 R X I K R2 IK
Upaso
2 RF
RX RX
R0
RF IK RF
R1 R2 R0
47
ICC
ICC RX
ICC Ucontacto
R
UC R X F IK R1 IK
2
RF/2
RX
R2
RF
2 IK
R1 R2
Malla de
Tierra EC EM
ET
EP
Tierra Remota
Fig. 2.5.14.- Tensiones peligrosa que se presentan en una subestación
con malla de tierra.
EP - Tensión de paso. EC - Tensión de contacto.
EM -Tensión de malla. ET - Tensión transferida.
48
2.5.7.- ARCOS ELECTRICOS.
El arco eléctrico ocurre cuando una cantidad apreciable de corriente fluye a través de lo que
anteriormente había sido aire. Ya que el aire no es un conductor el flujo de corriente circula a
través de los vapores del material de los terminales del arco y de las partículas de aire ionizadas.
Esta mezcla de materiales a través de la cual circula la corriente del arco se conoce como plasma.
Los arcos eléctricos son extremadamente calientes. La temperatura en el arco puede alcanzar
decenas de miles de grados Celcius. Estas altas temperaturas pueden causar quemaduras fatales a
distancias de hasta tres metros y aún mayores. Aún en el caso de que las quemaduras directas no
resulten de inmediato fatales, las ropas pueden incendiarse y causar quemaduras que si pudieran
ser mortales. La cantidad de energía, y por tanto el calor, en un arco es proporcional a la
corriente y por tanto a los VA de cortocircuito en el punto del sistema donde éste ocurre.
Debido a que la energía del arco determina el grado de calor y, por lo tanto, el grado de la lesión,
el nivel de tensión tiene un efecto relativo en los peligros del arco. Los sistemas de baja tensión
pueden ser tan peligrosos como los de alta tensión.
Los efectos que ocasiona un arco eléctrico pueden ser de naturaleza térmica o debido a la
explosión que ellos pueden producir. Los efectos de naturaleza térmica lo que producen son
quemaduras las que pueden ser de primer, segundo o tercer grado. La magnitud de la quemadura
que puede sufrir una persona por un arco eléctrico depende de algunos factores entre los que se
destacan:
La distancia.- La magnitud del daño ocasionado a una persona u objeto es inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia a que se encuentre éste del arco. El doble de la
separación significa un cuarto del daño.
Coeficiente de absorción de la ropa.- Depende del tipo de ropa, pues materiales diferentes
absorberán diferentes cantidades del calor radiante.
Temperatura.- A mayor temperatura del arco mayor serán los daños causados.
Tiempo.- A mayor tiempo de exposición, mayor es el daño producido. Si los sistemas de
protección actúan rápidamente la exposición, y por tanto los daños producidos, se verán
reducidos.
Cuando ocurre un arco eléctrico, el aire se sobrecalienta instantáneamente. Esto causa una
expansión de aire con un frente de onda que puede alcanzar presiones de 500 a 1000 kg por metro
cuadrado. Tales presiones son suficiente para hacer explotar gabinetes, convertir láminas
49
metálicas en proyectiles, convertir herrajes en balas, derribar puertas y lanzar metales fundidos a
extremadamente altas velocidades.
La explosión no ocurre siempre. Algunas veces un arco no va acompañado de una explosión pero
cuando esto sucede puede ser letal.
Para realizar cualquier tipo de trabajo en instalaciones eléctricas energizadas es necesario que se
hallan previsto las medidas y los medios de protección adecuados para evitar accidentes.
El aislamiento tanto de las herramientas como de los medios de protección debe reunir
características eléctricas y mecánicas específicas de forma tal que su empleo no suponga riesgo
alguno para el operador.
Entre los medios de protección individuales se encuentra la ropa de trabajo, los trajes especiales,
los espejuelos, cascos, etc. y entre los medios de protección aislados están las mantas y
alfombras, las cubiertas de goma, las mangueras protectoras de línea, etc.
Las herramientas de trabajo para instalaciones energizadas deben reunir características eléctricas
y mecánicas tales que su empleo no suponga riesgo alguno de contacto eléctrico para el operador.
En esta clasificación de herramientas de trabajo se incluyen todas las herramientas aisladas o
aislantes que permitan llevar a la práctica trabajos de mantenimiento y operaciones con el sistema
energizado. Las funciones fundamentales de estas herramientas son las de proporcionar el
aislamiento necesario a los operadores respecto a los conductores y partes energizadas, así como
aislar y soportar conductores y elementos energizados durante la realización de los trabajos.
Ropa de trabajo.- La ropa de trabajo diaria utilizada para garantizar la seguridad eléctrica brinda
protección principalmente contra la llama. Los materiales utilizados industrialmente en la
confección de ropa de trabajo se incluyen en cuatro categorías:
Materiales sintéticos.
Mezclas de algodón y de materiales sintéticos.
Un cien porciento de algodón.
Materiales especialmente diseñados para retardar la acción de la llama.
Estos materiales proporcionan diferentes grados de protección contra los arcos eléctricos. La ropa
debe cumplir los siguientes requisitos:
Mangas largas para proporcionar protección completa a los brazos.
Espesor y peso adecuado para mejorar la protección térmica y mecánica.
50
Materiales sintéticos.- La ropa fabricada de materiales sintéticos no tratados como el poliéster y
el nilón proporcionan una protección térmica pobre y no deben usarse nunca en áreas donde
puedan ocurrir arcos eléctricos. Muchos de estos materiales aumentan el peligro en caso de un
arco eléctrico ya que se derriten sobre la piel cuando se exponen a altas temperaturas causando
los siguientes problemas :
El material derretido forma un sello térmico que mantiene el calor e incrementa la
severidad de la quemadura.
Afecta la circulación sanguínea en la zona cubierta por el material fundido lo cual
contribuye a las infecciones.
La eliminación del material fundido es extremadamente dolorosa y puede incrementar el
trauma que sufre la víctima.
Mezclas de algodón y materiales sintéticos. - Aunque estas ropas resultan menos vulnerables a la
fusión que las fabricadas en base a materiales sintéticos puros, resultan lo suficientemente
vulnerables como para no ser usadas en áreas donde existan peligros de un arco eléctrico.
Algodón. La ropa de trabajo fabricada en base a algodón puro es una mejor selección que la
fabricada en base a materiales sintéticos. El algodón no se derrite sobre la piel cuando se calienta,
al contrario al quemarse se desintegra, alejándose de la piel. La ropa gruesa de algodón
proporciona una barrera mínima de protección térmica contra el arco ya que se incendia
rápidamente. Por lo tanto el algodón brinda cierta protección térmica.
Materiales para retardar la acción de la llama.- El algodón y las mezclas de algodón y materiales
sintéticos pueden ser utilizados para ropa de trabajo, si son tratados químicamente. Estos
materiales son impregnados con sustancias químicas que retardan la combustión y proporcionan
un nivel adicional de protección contra el fuego y el calor. Debido a que el tratamiento químico
se degrada con los lavados sucesivos, frecuentemente estos materiales se utilizan en la confección
de ropas desechables que se usan sobre la ropa normal de trabajo.
Los materiales tratados químicamente se les conoce como materiales retardadores de la llama,
pues no producen llama y brindan una protección térmica bastante buena, sin embargo son poco
resistentes a la energía irradiada por un arco eléctrico.
Dentro de la ropa de trabajo mención especial requiere la diseñada y construida para la protección
térmica y contra resplandores, ya que la extremadamente alta temperatura y contenido calórico de
un arco eléctrico puede causar quemaduras extremadamente dolorosas y/o mortales. Los
uniformes de trabajo de protección térmica se deben utilizar por los trabajadores que están
expuestos de manera rutinaria a la probabilidad de un arco eléctrico y deben mantenerse limpios
y libres de sustancias contaminantes.
Los trajes contra resplandores deben ser utilizados siempre que un trabajador esté donde la
posibilidad de un arco eléctrico sea mayor que lo normal. Los trajes contra resplandores están
compuestos generalmente de dos piezas: el protector de cara o caperuza y la chaqueta, aunque
algunos incluyen también pantalones. La chaqueta debe sellar herméticamente para evitar la
entrada de gases supercalentados producto del arco eléctrico.
51
Lávelas de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Generalmente el empleo de agua
caliente y detergente es suficiente.
No mezcle ropa resistente al fuego con ropa de otro tipo en el mismo lavado.
No utilice lejía u otro tratamiento a no ser que sea recomendado por el fabricante.
Recuerde que el lavado deteriora el tratamiento químico de algunos materiales
retardadores. Siga la recomendaciones del fabricante respecto a las veces que puede ser
lavada la prenda sin afectar su vida útil.
Inspeccione el uniforme de trabajo y el traje contra resplandor antes de cada uso. Si éste
está contaminado, grasiento, gastado o dañado en cualquier parte, este debe lavarse o
reemplazarse según sea el caso.
Cuando un trabajador está expuesto a los peligros de un arco eléctrico, debe utilizar protección
completa de la cabeza, los ojos y las manos. La protección de la cabeza y los ojos se garantiza si
el trabajador está usando un traje contra resplandor, de lo contrario debe usar casco y pantalla
para los ojos ó gafas. La protección de las manos se logra usando guantes aislantes de goma
cubiertos con protectores de piel.
Cascos.- Los cascos se encuentran entre los medios de protección individuales; ahora bien para
que el uso de los cascos sea efectivo deben ser resistentes a los impactos, al fuego y tener las
características dieléctricas requeridas para los trabajos con electricidad. En la construcción de los
cascos se emplean disímiles materiales los que, aparte de las características ya mencionadas,
deben ser resistentes a las sales, a los derivados del petróleo, a las radiaciones solares, y al
envejecimiento producto del ozono. Según las normas ANSI los cascos se construyen de tres
clases:
Clase A.- Reduce el impacto de caídas de objetos y reduce el peligro de contacto con conductores
expuestos de baja tensión. La tensión de prueba es de 2000 V de fase a tierra. Se recomienda usar
al personal que trabaja alrededor de circuitos de baja tensión.
Clase B.- Reduce el impacto de caídas de objetos y reduce el peligro de contacto con conductores
expuestos de tensiones medias. La tensión de prueba es de 20000 V de fase a tierra. Se
recomienda usar al personal que trabaja alrededor de circuitos de baja, media y alta tensión.
Clase C.- Reduce el impacto de caída de objetos. Esta clase no ofrece protección eléctrica. No
debe ser usado por el personal que trabaja alrededor de conductores energizados de cualquier
tensión.
Los cascos aislados clase A o B deben ser usados por los trabajadores siempre que exista la
posibilidad de que estén expuestos a shock, arco, explosión, golpes mecánicos o lesiones. Todos
los componentes del casco deben inspeccionarse diariamente. Si se detectan abolladuras, grietas o
cualquier otro daño, el casco debe ser sacado de servicio. Los cascos clase A y B pueden
limpiarse con agua tibia y jabón, debe evitarse el uso de otros solventes. Siempre consulte las
instrucciones del fabricante respecto a las características específicas de limpieza.
Los cascos deben conservarse limpios y sin grietas, pues estas lo hacen perder tanto sus
características eléctricas como las mecánicas. Para conocer si los cascos están en buen estado
deben someterse a ensayos eléctricos con el objetivo de determinar el valor de corriente de fuga.
El procedimiento a seguir para los cascos es el siguiente:
52
1. Se prepara una cantidad de agua suficiente que contenga 6 gramos de cloruro de sodio por
litro de agua en un recipiente lo suficientemente grande para que quepa el casco tal como se
muestra en la Fig. 2.6.1.
2. Se invertirá el casco y se llenará con el agua preparada hasta una distancia del borde de 30
mm.
3. Se introducirá el casco en el recipiente que tiene el agua preparada.
4. Se sumergirán los electrodos que están conectados a los terminales de la fuente de tensión,
uno en el interior del casco (el terminal de alta tensión) y el otro en el exterior (terminal de
tierra). El agua en el interior del casco y en el exterior deben estar al mismo nivel.
5. Partiendo de cero se elevará la tensión a una velocidad de 1 kV/segundo hasta el valor que
especifica la norma de prueba vigente y se mantendrá dicha tensión durante 3 minutos.
6. Se medirá la corriente de fuga máxima alcanzada en este intervalo de tiempo la que no puede
ser mayor de la especificada por la norma . Si la corriente es mayor que la especificada el
casco no sirve.
Los trajes contra destellos proporcionan una protección excelente de la cara contra los gases
calientes y los metales fundidos. Las gafas reducen la intensidad de la luz ultravioleta por lo que
son también recomendadas. La protección de cara y ojos debe usarse siempre que exista la
posibilidad de estar expuesto a un arco eléctrico y a la explosión que puede acompañarlo.
Las situaciones de trabajo más comunes que requieren el uso de protección de cabeza y ojos son:
Trabajando próximos a líneas aéreas energizadas expuestas.
Trabajando en cubículos de conmutación, próximo a conductores energizados.
Siempre que se recomiende el uso de trajes contra resplandor.
Cuando cualquier regulación local o norma requiera el uso de cascos aislados ó
protectores de ojos.
Siempre que haya peligro de lesión en la cabeza, la cara o los ojos debido a shock
eléctrico, arco ó explosión.
Los protectores de cara deben limpiarse antes de cada uso. Una tela suave, libre de fibras y agua
tibia generalmente proporciona la acción limpiadora necesaria; sin embargo la mayoría de los
fabricantes suministran los materiales de limpieza apropiados para sus equipos.
53
A
En gran parte de los trabajos que se realizan con los circuitos eléctricos energizados se emplean
guantes, botas o mantas aisladas (o alguna combinación de ellos), construidos a base de goma.
Inicialmente estos medios fueron construidos a base de goma natural, a la cual se le añadían
ciertos aditivos a fin de variarles el grado de flexibilidad y su resistencia al envejecimiento. Con
el desarrollo de los materiales sintéticos se han obtenido materiales con características
dieléctricas y mecánicas superiores a las de la goma natural y con mayor resistencia al
envejecimiento.
Para garantizar una larga vida útil a estos medios es necesario conocer las principales causas de
su envejecimiento, fundamentalmente los requisitos a cumplir durante su explotación y guarda.
Los medios aislantes construidos a base de goma, y en especial los de goma natural, están
sometidos a un proceso de oxidación debido al cual se pueden presentar en ellos agrietamientos y
cortaduras que provocan su destrucción. Este proceso de oxidación es el causante del
envejecimiento dieléctrico de estos medios y que puede llegar a la destrucción de los mismos. En
presencia de ozono este proceso se acelera considerablemente por lo que se debe ser cuidadoso ya
que la formación de ozono es común en los trabajos con las redes eléctricas energizadas debido a
la ocurrencia de chispas, arcos eléctricos y a la aparición del efecto corona.
El efecto del envejecimiento con el ozono se acelera considerablemente cuando la goma está
sometida a esfuerzos mecánicos, ya que ello contribuye aún más a la ruptura de las grandes
cadenas moleculares y a la aparición de cadenas moleculares más cortas que poseen
características diferentes y que son las causantes de la aparición de los agrietamientos y rajaduras
en la superficie de estos medios aislantes, fundamentalmente de los guantes que son, por sus
características de empleo, los más afectados.
54
Las medidas para el cuidado e inspección de los guantes, botas, mantas, etc. se debe llevar a
cabo, como un requerimiento imprescindible a fin de prevenir un accidente, de forma
"INDIVIDUAL" y si se detectan defectos o se tiene la sospecha de que existan deben ser
sometidos a pruebas dieléctricas. Estos medios se deben guardar en lugares limpios, secos,
frescos y oscuros, guardándose en sus estuches y nunca emplearse cinta adhesiva para su
empaquetamiento, pues el pegamento de las cintas adhesivas puede reaccionar químicamente con
el material de estos medios de trabajo. Nunca deben guardarse en forma tal que en ellos se
puedan presentar dobladuras o pliegues debido a los cuales se puedan llegar a producir rajaduras
o cuarteaduras. Las mantas en específico la mejor forma de guardarlas es colgadas o enrolladas y
guardadas en su estuche.
Para preservar las botas y los guantes del sudor lo más recomendable es usar los mismos con
medias o guantes finos de algodón, a fin de que éste absorba el sudor. Antes de su uso deben ser
inspeccionados cuidadosamente y en particular los guantes deben ser inflados para determinar
posibles daños; para ello se recurrirá a un compresor o serán probados enrollándolos a partir del
puño.
Los guantes nunca se usarán solos, sino cubiertos por un guante protector de piel o de un material
similar que provea a los guantes dieléctricos de una protección mecánica adecuada. El guante
protector será de un tamaño adecuado y de forma tal que no deforme al guante dieléctrico de su
forma natural. La separación mínima entre los extremos de los guantes de goma y los guantes
protectores es de 25 mm. Los guantes protectores se usarán sólo para este trabajo y deben estar
sanos y libres de incrustaciones metálicas, grasa u otras sustancias químicas. Estos elementos
deben producirse mediante un proceso sin costuras y en cada unidad debe ser claramente
marcada, como mínimo, la clase, fecha de fabricación y tipo. Los tipos son dos:
1. Tipo I - Fabricados de goma de origen vegetal no resistente al ozono.
2. Tipo II - Fabricados de productos sintéticos elastoméricos resistentes al ozono.
La clase depende de la tensión de trabajo para la cual estén destinados. Las clases son:
55
Los guantes se fabrican de cuatro longitudes normalizadas:
267 cm (10 pulgadas).
356 cm (14 pulgadas).
406 cm (16 pulgadas).
457 cm (18 pulgadas).
Alfombras aislantes de goma. - Las alfombras aislantes de goma se utilizan para cubrir y aislar
pisos para la protección del personal. No confunda las alfombras aislantes de goma con las
alfombras de goma utilizadas en la prevención de caídas y resbalones. Las alfombras aislantes de
goma están claramente marcadas y etiquetadas.
Las alfombras aislantes de goma se construyen de cinco clases de tensiones desde la clase 0 hasta
la clase 4, dos tipos diferentes y tres subcategorías diferentes.
Las alfombras aislantes de goma tienen que estar marcadas claramente y de forma permanente
con el nombre del fabricante, tipo y clase. Esta marca debe colocarse como máximo cada 3 pies
(1m).
Las alfombras se utilizan en áreas donde existe la posibilidad de un shock eléctrico. Debido a que
las alfombras colocadas permanentemente están sometidas a daños, contaminación e
incrustaciones de materiales extraños, no son confiables como fuente única de aislamiento
eléctrico.
Las alfombra de goma se emplean generalmente con el propósito de brindar aislamiento eléctrico
y evitar resbalones. Las alfombras deben inspeccionarse cuidadosamente antes de realizar
trabajos que requieran su uso como protección principal; generalmente se utilizan como
protección de respaldo, empleándose en conjunto con guantes, mantas, mangas, etc., cuando el
contacto eléctrico es probable. La clase, máxima tensión de trabajo y las tensiones de CA para
probarlas son iguales a las de los guantes y botas.
Mantas de goma. - Las mantas de goma son dispositivos de goma aislante que se utilizan para
cubrir superficies conductoras energizadas. Ellas se fabrican en una gran variedad de tamaños y
se utilizan siempre que los empleados estén trabajando en áreas donde pueden estar expuestos a
conductores energizados.
Las mantas se fabrican para cinco clases básicas de tensiones (0 a 4), dos tipos básicos (I y II) al
igual que los guantes pero hay dos modelos (A y B). Las mantas tipo I están hechas de un
elastómero no resistente al ozono, mientras que las tipo II sí lo son. Ambos tipos se fabrican en
los modelos A y B. El modelo A no posee reforzamiento interno, mientras que el modelo B está
reforzado internamente. Las mantas tienen un reborde en toda su periferia. Este reborde no puede
ser menor de 8 mm de ancho y de 1.5 mm de alto. Las mantas pueden tener ojales para facilitar
su aseguramiento al equipo, pero estos no pueden ser metálicos.
Las mantas tienen que estar marcadas, ya sea imprimiendo la información directamente en la
manta o fijando una etiqueta con el código de colores apropiado. Las mantas de goma deben ser
usadas siempre que exista peligro de lesiones debido al contacto entre cualquier parte del cuerpo
y partes energizadas de un sistema eléctrico. Las mantas pueden ser utilizadas para cubrir
56
interruptores, líneas, barras o pisos de hormigón. Estas se diferencian de las alfombras en que
ellas no están permanentemente instaladas.
Las mantas de goma deben ser inspeccionadas cuidadosamente antes de cada uso. Después
pueden ser colocadas sobre las barras y conductores ó colgadas para formar barreras aislantes.
Compruebe siempre la última fecha de prueba de la manta y no la use si tiene mas de un año de
realizada.
Cubiertas de goma.- Las cubiertas de goma son dispositivos de goma aislantes que se emplean
para cubrir equipos específicos para proteger al trabajador de contactos accidentales. Ellos
incluyen diferentes tipos de equipos como : cubiertas para aisladores, cubierta para terminales de
cables, etc. Las cubiertas de goma se les da la forma adecuada para ajustarse al equipo especifico
para el que fue diseñado.
Al igual que los guantes, las cubiertas de goma se fabrican para cinco clases básicas de tensión (0
a 4), dos tipos básicos (I y II) pero hay cinco modelos (A, B, C, D, E.). El tipo I está fabricado de
compuestos de goma que no son resistentes al ozono, mientras que las del tipo II están hechas de
elastómeros resistentes al ozono. Ambos tipos se construyen en los modelos A, B,C,D y E.
Modelo Descripción
A Caperuzas de aisladores
B Protectores de final de línea.
C Conectores de mangueras protectoras de líneas.
D Cubiertas de terminal de cables
E Cubiertas variadas
Mangueras protectoras de líneas.- Las mangueras de goma aislante protectoras de líneas, son
dispositivos portátiles utilizados para cubrir las líneas expuestas de los sistemas de potencia y
protegen a los trabajadores de contactos accidentales. Los segmentos de los protectores de líneas
se les da la forma adecuada para cubrir completamente la línea a la cual se aplican.
Las mangueras aislantes protectoras de líneas se fabrican en cinco clases básicas de tensiones
(0 a 4), tres tipos básicos (I, II y III) y cuatro modelos (A, B, C y D). El tipo I se fabrica de
compuestos de goma que no son resistentes al ozono. El tipo II se fabrica de elastómeros
resistentes al ozono. El tipo se fabrica a partir de elastómeros resistentes al ozono y polímeros
termoplásticos, este tipo es elástico. Los tres tipos se comercializan en los modelos A, B, C y D.
57
Modelo Descripción
A Modelo recto, de sección transversal constante
B Modelo con conector final. Similar al modelo recto
con un conector en uno de los extremos
C Modelo con bordes alargados, con los bordes mayores
alargados hacia fuera
D Similar al C con un conector moldeado en un extremo
Las mangueras protectoras de líneas tienen que estar marcadas, ya sea imprimiendo la
información directamente en la manguera o fijando una etiqueta con el código de colores
apropiado.
Los protectores de líneas deben utilizarse siempre que el personal esté trabajando en o próximo a
líneas energizadas o líneas que pudieran ser energizadas.
Los protectores de líneas deben inspeccionarse cuidadosamente antes de cada uso. Cualquier
protector que parezca estar defectuoso o dañado debe ser retirado de servicio hasta que sea
probado.
Los protectores de líneas deben aplicarse antes de cualquier actividad que exponga al trabajador a
un posible contacto con un conductor energizado. Cuando se utilizan más de una sección de
manguera protectora, deben emplearse cubiertas conectoras de mangueras de manera que la línea
quede completamente cubierta.
Mangas de gomas. - Las mangas de gomas se emplean para la protección de los brazos y los
hombros de los trabajadores que pudieran estar en contacto con conductores energizados. Estas se
usan sobre los brazos y complementan a los guantes de goma en la protección completa de los
brazos y las manos.
Las mangas aislantes se fabrican para cinco clases de tensiones básicas (0 a 4), dos tipos básicos
(I y II) y dos modelos (A y B). El tipo I está hecho de compuestos de goma no resistentes al
ozono, mientras que el tipo II está hecha de elastómeros resistentes al ozono. Las mangas modelo
A están hechas de forma recta, mientras que el modelo B presenta una curvatura en la zona del
codo.
Las mangas de goma se construyen sin costuras, tienen una terminación lisa con bordes
reforzados. Las mangas se fabrican con ojales de bordes reforzados, no metálicos, que permiten
colocar las correas que las fijan al trabajador.
Las mangas de goma deben usarse siempre que el personal esté trabajando en o próximo a líneas
energizadas o líneas que pudieran ser energizadas. Estas deben ser inspeccionadas antes de cada
uso, compruebe la última fecha de prueba marcado en la manga, si ésta tiene más de 12 meses de
realizada, no se use hasta que sea nuevamente probada.
58
2.6.3.- PRUEBAS DE CONTROL A LOS GUANTES, BOTAS Y MANTAS AISLADAS.
Para que estos medios garanticen la vida de los trabajadores cuando estos realizan trabajos en
sistemas eléctricos energizados es indispensable asegurar que estén en buen estado, por lo que se
requiere probarlos con una periodicidad de 6 meses para las botas, guantes y mangas y de un año
para las mantas y los protectores. En la periodicidad sólo se toma en cuenta el tiempo
transcurrido desde la anterior prueba, independientemente de que el medio de protección en
cuestión se haya usado o no; razón por lo cual los que se encuentren almacenados deberán ser
probados antes de usarse. Antes de someterse a pruebas dieléctricas serán inspeccionados
cuidadosamente, inspección en la cual se revisarán posibles pliegues o dobladuras debido a un
inadecuado almacenamiento, o la presencia de burbujas, magulladuras, agrietamiento u otro
defecto que pueda afectar su utilización y por tanto estos deben ser desechados; los aceptados
pasarán a las pruebas eléctricas. Antes de las pruebas eléctricas deben ser lavados con una
solución débil de detergente y agua, enjuagados cuidadosamente y secados al medio ambiente o
en una corriente de aire caliente que no exceda los 65 ºC.
Los guantes (y de ser posibles las botas) deben ser sometidos a comprobación neumática, para lo
cual es necesario un equipo que sea capaz de sostener los guantes por todo su borde superior a la
vez de aplicarle aire comprimido hasta un presión de 2 atmósferas. En el sistema existirá una
válvula de paso del aire y un manómetro que indique la presión. La presión de aire debe
mantenerse durante tres minutos después de cerrada la válvula de paso. Con esta prueba se puede
confirmar la existencia de cuarteaduras o ampolladuras. Si durante este tiempo la presión en el
manómetro no disminuye, o no se percibe salida de aire, el guante está apto para pasar a la
próxima prueba.
Las pruebas eléctricas a los guantes y a las botas se realizarán de la forma siguiente:
1. Se prepara una solución de agua conductora en un recipiente en que quepa el guante o la bota.
2. Se llenan los guante o las botas con la solución hasta una distancia dada del borde la que
depende de la clase del medio de que se trate.
3. Se introducen en el recipiente que contiene la solución de agua conductora en forma tal que el
nivel del agua, durante la prueba, sea el mismo dentro que fuera.
4. Se sumergirán dos electrodos que están conectados a la fuente de prueba: uno en el interior
del guante o bota (el terminal de alta tensión) y el otro en el recipiente exterior. No deben
existir burbujas de aire ni en la superficie interior ni en la exterior del guante o bota que se
este probando. El esquema general de prueba se muestra en la Fig. 2.6.2.
5. Partiendo de cero se elevará la tensión a razón de 1 kV/s hasta el valor especificado por la
norma de que se trate y se mantendrá durante 1 minuto, registrándose durante ese intervalo la
máxima corriente de filtración, la que debe ser menor que la especificada por la norma para el
tipo de guante o bota de que se trate.
6. La tensión se disminuirá a cero a la misma velocidad que se empleó para subirla.
Las cubiertas de goma y las mangueras protectoras de línea requieren métodos de prueba
específicos de acuerdo a la configuración particular de cada tipo.
A
Fig. 2.6.2.- Esquema del sistema de prueba para guantes y botas aisladas.
Los detectores de ausencia de tensión son los dispositivos usados para detectar la presencia o la
ausencia de tensión en una instalación eléctrica cualquiera. Los detectores deben dar una
indicación clara de la presencia o no de tensión por el cambio de una señal dada, la que puede ser
audible y/o visible.
La indicación visible debe ser claramente perceptible por el operador bajo condiciones normales
de iluminación, esto es particularmente importante en los diseñados para trabajar en el exterior
por lo que en los mismos el elemento indicador está protegido por una visera. Los que dan como
respuesta una señal audible ésta debe ser lo suficientemente intensa como para que pueda ser
percibida con claridad bajo las condiciones de ruido normales.
En las instalaciones de baja tensión el dispositivo detector de ausencia de tensión más antiguo es
la denominada lámpara de prueba que consiste de un bombillo incandescente, de la tensión
adecuada, y de dos puntas de prueba. Mediante este dispositivo se puede determinar si una
instalación de fuerza dada está energizada o no; sin embargo, el mismo no es capaz de detectar
elementos que estén energizados debido a la acción de campos electrostáticos y de campos
electromagnéticos débiles debido al alto consumo de energía del mismo.
60
Un dispositivo que no tiene la desventaja de las lámparas de prueba es el detector de ausencia de
tensión del tipo resistivo, comúnmente de indicación visual, conocido popularmente como neón.
También existen dispositivos de acoplamiento electromagnético de indicación visual para el
trabajo en baja tensión, que son capaces de indicar la magnitud de la tensión.
Los detectores de ausencia de tensión usados en los sistemas eléctricos para tensiones superiores
a 1 kV son de dos tipos:
Los resistivos.
Los capacitivos.
Los detectores capacitivos son aquellos dispositivos que basan su principio de operación en la
detección de la corriente capacitiva que pasan por él a tierra, mientras que los resistivos lo hacen
sobre la base de la corriente que circula a través de un resistor localizado en el mismo.
La tensión nominal (Un) de un detector de ausencia de tensión está asociada a aquella tensión
para la cual el mismo da una indicación clara en su operación y la que se toma comúnmente
como la tensión de trabajo asignada al equipo (Ur) para las condiciones de operación de que se
trate. En el caso de detectores con más de un rango de tensión nominal de trabajo debe quedar
claramente especificada la tensión nominal mínima (Un,min) y la tensión nominal máxima
(Un, max).
Clase A: Detector con una o varias tensiones nominales para los cuales la tensión de umbral debe
cumplir la siguiente relación:
0,15 U n U t 0,40 U n
Clase B: Detector con un rango estrecho de tensión nominal en el cual U n ,max 2 U n.min en él que
debe cumplirse la siguiente relación:
61
Clase D: En el caso de que un detector dado no se adapte a ninguna de las clases anteriores la
relación entre la tensión nominal y la tensión umbral debe acordarse entre el productor
y el comprador, lo que debe quedar registrado en la documentación del equipo.
Los detectores de ausencia de tensión se construyen de dos formas diferentes: como una unidad
simple que incluye el soporte aislante o como piezas independientes que es necesario acoplar a la
hora de su empleo tal como se muestra en la Fig. 2.6.3. La longitud mínima (L1) de las varas
aislantes de soporte de acuerdo con la tensión de trabajo es la siguiente:
Ur (kV) L(mm)
Ur ≤ 36 525
2 4
1
3
1 2 4
3
Además de las pruebas establecidas normalmente para las varas aislantes de soporte de estos
dispositivos, en ellos se debe revisar siempre antes de su uso el estado del dispositivo de señal de
ausencia de tensión y en el caso de los dispositivos de señal audible siempre se debe probar la
correcta operación del mismo accionando el sistema de prueba que todos tienen que tener por
norma.
62
La máxima corriente de filtración permitida en estos dispositivos es de 0,5 mA.
Herramientas aisladas.- Son aquellas fabricadas a partir de materiales conductores y que son
recubiertas de un material aislante, pueden ser: parcialmente aisladas o totalmente aisladas. El
material de recubrimiento deberá ser resistente a la temperatura y quedará fuerte e íntimamente
adherido al material original de la herramienta y debe tener un espesor mínimo de 1 mm, incluso
en la zona donde se sitúen marcas.
Las parcialmente aisladas son aquellas en que la cabeza de trabajo de la herramienta queda sin
recubrir de material aislante y las totalmente aisladas aquellas en las que solamente queda sin
recubrimiento aislante la parte activa de la herramienta. Las primeras son las más comunes y
entre ellas se encuentran los destornilladores aislados, los alicates aislados, las pinzas de corte,
etc., comúnmente usados en baja tensión.
Este tipo de herramienta sólo debe ser usado para el fin que fueron concebidas y nunca deben
sufrir golpes y esfuerzos superiores a los permisibles. En su explotación se debe ser en extremo
cuidadoso a fin de que la mano no vaya más allá de la empuñadura que tiene la herramienta y que
es la destinada para el contacto con las manos.
El estado del aislamiento que brinda el recubrimiento aislante de las herramientas aisladas es de
vital importancia para evitar accidentes. El estado de las herramientas de trabajo aisladas se
evalúa sobre la base de la magnitud de la corriente de fuga, la cual nunca podrá ser mayor de
2 mA. El método para efectuar las pruebas se explica a continuación aplicado a un destornillador
aislado:
1. Se montará el mismo sistema de prueba que el usado para los guantes y botas.
2. Se sumergirá la herramienta en el recipiente que contenga la solución, de modo que el
aislamiento sobresalga 30 mm sobre la superficie del líquido.
3. Se sostendrá la herramienta por la parte sin recubrimiento y se introducirá en el recipiente
hasta el nivel adecuado (Fig. 2.6.4). Partiendo de cero se incrementará la tensión de C.A. a
razón de 0.5 kV/s hasta alcanzar los 5 kV. y se mantendrá durante 3 minutos. La corriente de
fuga máxima no deberá ser mayor que la especificada en la norma de que se trate.
4. La tensión se disminuirá a cero a la misma velocidad que se empleó para subirla.
Herramientas aislantes.- Son aquellas obtenidas a partir de materiales aislantes que confieren al
producto una elevada resistencia mecánica y una alta rigidez dieléctrica. Son construidas de
material aislante en todas sus partes, excepto en la cabeza de trabajo que puede ser de material
63
conductor. Ejemplo de ellas son las varas usadas por los linieros en los trabajos de las redes de
alta tensión: varas de operación, varas de manipulación (ametralladoras), tijeras de cortar
alambres, etc.
A
Entre los cuidados fundamentales que se deben tener con estas herramientas están:
No someterlas a esfuerzos mecánicos superiores a los establecidos para cada tipo.
Mantenerlas limpias y secas.
Guardarlas en lugares donde no se pueda presentar condensación de humedad en su
superficie.
Someterlas a pruebas con la periodicidad establecida.
La verificación eléctrica de las herramientas aislantes se debe efectuar como mínimo una vez al
año y cada prueba debe ir acompañada de la certificación correspondiente.
Estas herramientas, por el riesgo tan grande que implica el fallo de una de ellas, antes de su uso
deben ser inspeccionadas cuidadosamente y en caso de que se detecte alguna anomalía en el
estado de la misma debe ser verificado mediante un probador portátil y en caso de que esté fuera
de norma debe ser retirada de servicio; en caso de no existir el probador portátil la herramienta
será sacada de servicio.
Las pruebas eléctricas definitorias se tienen que realizar necesariamente en un laboratorio de alta
tensión, pues las mismas consisten esencialmente en aplicar a lo largo de todo el cuerpo aislante
de la herramienta 100 o 75 kV entre dos anillas situadas a 30 cm de separación entre ellas,
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dependiendo de si se trata de una herramienta nueva o en uso, tal como se muestra en la
Fig. 2.6.5. Se elevará la tensión a razón de 2 kV/s y se mantendrá por 5 minutos en dicho valor.
La tensión se disminuirá a cero a la misma velocidad con que se elevó. Se considera que la
herramienta pasa la prueba si no se presentan descargas superficiales, daños en la superficie o
elevación de la temperatura en ninguno de los tramos probados; en caso contrario, se retira de
servicio la herramienta para su revisión y determinar si se envía a mantenimiento o se retira de
servicio definitivamente.
30 cm
Herramienta
Anillo conductor
Soporte aislante
Los trabajos de explotación y mantenimiento de las redes eléctricas tienen como objetivo
garantizar la continuidad de este servicio de tan vital importancia para la sociedad, pero para que
ellos sean plenamente exitosos deben realizarse sin la ocurrencia de accidentes laborales de
ningún tipo.
Los accidentes que el hombre observa durante su vida laboral y social son muy variados, pero la
concepción del accidente por lo general se asocia a traumas físicos y/o a daños materiales
evidentes, sin pensar que pueden existir accidentes en los cuales no hay lesionados ni daños
materiales evidentes, pero sí daños económicos.
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No se lesiona el liniero y no se rompen loa aisladores.
No se lesiona el liniero y se rompen los aisladores.
Se lesiona el liniero y no se rompen los aisladores.
Se lesiona el liniero y se rompen los aisladores.
Aparentemente en el primer caso no ha ocurrido nada, sin embargo, da lugar a pérdidas de tiempo
debido a la interrupción del flujo productivo; aspecto este que es común, en mayor o menor
grado, a los cuatro casos señalados.
La rama de la ingeniería que estudia las reglas que establecen las condiciones bajo las cuales un
trabajador puede desarrollar la actividad laboral, para la cual ha sido entrenado, con eficiencia y
seguridad es la Seguridad Industrial y dentro de ella la Seguridad Eléctrica es la que estudia,
norma y regula todo lo necesario para la convivencia segura entre las instalaciones eléctricas y
los equipos conectados a ellas con el hombre.
La Seguridad Eléctrica establece las normas para evitar el contacto con puntos de potencial así
como el posible tiempo de exposición a un contacto eléctrico. Lógicamente no sólo deben ser
analizados los aspectos de seguridad relacionados sólo con su componente eléctrica, sino también
aquellos de naturaleza mecánica o de otro tipo asociados o producto de la actividad del hombre
alrededor del uso de la electricidad.
Desde el punto de vista de los contactos eléctricos, como es lógico, no toda la población está
sujeta a los mismos riesgos de contactos eléctricos, siendo más frecuente la ocurrencia de
accidentes en aquel sector que realiza sus actividades en las cercanías o en contacto con puntos
energizados de las redes eléctricas, por lo que se definen dos grandes grupos de riesgo.
Primer grupo.- A este grupo pertenece aquella parte de la población que no está expuesta a un
contacto eléctrico directo, ya que desarrolla sus actividades relativamente lejos de elementos
metálicos con tensión aplicada, permanentemente o no. Como resulta obvio este grupo de riesgo
involucra al mayor número de personas: amas de casa, estudiantes, niños, etc. Para este grupo el
problema de la Seguridad Eléctrica se resuelve sin involucrarlos conscientemente en el problema
mediante: la aplicación de normas de construcción y fabricación seguras, el empleo de medios de
protección rápidos y efectivos que limiten la duración del contacto eléctrico, con el diseño de
aparatos de uso doméstico que minimicen las posibilidades de un contacto eléctrico, etc.
Segundo grupo.- A este grupo pertenece aquella parte de la población que desarrolla sus
actividades en la construcción, operación y/o mantenimiento de los sistemas eléctricos, sin hacer
contacto directo con las partes energizadas pero próximos a ellas. Por la variedad de actividades
que desarrollan en los sistemas eléctricos este grupo se divide en tres subgrupos.
Subgrupo I..- Trabajadores que desempeñan sus labores en la cercanía de puntos con potencial
permanente pero que no entran en contacto directo con ellos:
Linieros de construcción.
Linieros telefónicos.
Linieros de servicios.
Electricistas generales.
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Subgrupo II.- Trabajadores que desempeñan sus labores en contacto con puntos, aparatos o
equipos con potencial que por defectos pueden adquirir potencial durante un corto tiempo:
Operadores de subestaciones.
Operadores de plantes eléctricas.
Subgrupo III.- Trabajadores que desempeñan sus labores en contacto con puntos energizados con
potencial permanente como es el caso de los linieros que trabajan con el sistema energizado.
Para que se presente un accidente, con lesión, entre trabajadores del segundo grupo deben
concurrir una serie de factores entre los que se tienen:
Cuando se estudian con detenimiento los accidentes laborales se ve que casi en su totalidad
dependen de los obreros o de las administraciones y en muy pequeño número a imprevistos.
Cuando la causa del accidente depende del trabajador se le denomina acto inseguro y cuando la
causa depende de la administración se le denomina condición insegura.
Acto inseguro es toda violación cometida por el trabajador de las normas, preceptos,
procedimientos y reglas que comúnmente han sido aceptadas como seguras:
Transgresión de los reglamentos de seguridad.
Ignorancia en el empleo de los equipos de seguridad.
Violación de la disciplina laboral o tecnológica.
Imprudencias, descuidos o negligencias.
Capacidad disminuida por cualquier causa.
Desequilibrio emocional.
Factores personales: mal carácter, temeridad, irritabilidad, etc.
Etc.
Las condiciones inseguras son los factores que dependen única y exclusivamente de la
administración y de los elementos laborales, entre los que se tienen:
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Ausencia de protecciones.
Condiciones laborales deficientes.
Condiciones sanitarias deficientes.
El trabajo en los sistemas eléctricos puede ser efectuado con las líneas energizadas o
desenergizadas y en ambos casos los accidentes que se presentan siempre están asociados a:
Trabajos mal planificados.
Falta de preparación para la ejecución del trabajo.
Violación de las reglas de seguridad.
Indisciplina laboral.
Maltrato a las herramientas y medios de trabajo.
Inexperiencia unida a la falta de adiestramiento.
Etc.
Los procedimientos de trabajo y de seguridad deben revisarse anualmente, ya que los cambios en
las redes eléctricas, la introducción de nuevas técnicas o la ocurrencia de accidentes son razones
más que suficientes para modificar un procedimiento existente o implementar uno nuevo.
La seguridad en los trabajos en las redes eléctricas de potencia es, en definitiva, un problema de
preocupación personal. En la mayoría de los accidentes eléctricos, la víctima se considera el
último eslabón de la cadena ya que el empleo de procedimientos y equipos de seguridad
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apropiados hubieran evitado el accidente. El equipamiento y los procedimientos pueden haber
existido pero en última instancia es el trabajador quien toma la decisión de utilizarlos o no. Los
trabajadores deben estar conscientes que esta decisión final puede significar la vida o la muerte.
Cada individuo es el máximo responsable de su propia seguridad. Los pasos que se señalan a
continuación son todos pasos individuales que puedes ser seguidos por cada persona que trabaje
en o en las proximidades de circuitos y conductores eléctricos energizados y comúnmente se le
denomina método de seguridad de los seis pasos.
Piense (esté consciente de lo que está haciendo). - Muchos accidentes pudieran haberse evitado si
la víctima lesionada se hubiera concentrado en los aspectos de seguridad de su trabajo. Pensar en
problemas personales u otros problemas mientras se trabaja en o próximo a conductores
energizados es una manera fácil de sufrir un accidente. Siempre esté alerta a los peligros de la
electricidad alrededor del área de trabajo.
Entienda sus procedimientos de trabajo.- Cada empresa tiene definidos sus procedimientos de
seguridad. Cada trabajador debe estar completamente familiarizado con todos los procedimientos
de seguridad que afectan su trabajo. El conocer los pasos requeridos y las razones de porqué esos
pasos pueden salvar una vida.
Siga sus procedimientos.- En el pasado, algunas empresas han permitido la violación de los
procedimientos de seguridad en el nombre de la producción, tales acciones han probado ser
costosas en término de sufrimiento humano y muertes. La violación de un procedimiento de
seguridad sin una buena razón se convierte en un delito condenable. Que constituye una buena
razón debe ser decidido en base a condiciones locales; sin embargo excusas de poco peso que
puedan poner en peligro la vida, no pueden ser aceptadas.
Recuerde que nada es más triste que un reporte de accidente explique que la muerte o la lesión
del trabajador se debió a que no estaba usando el equipo de seguridad apropiado.
Pregunte si usted no está seguro.- La ignorancia mata y lesiona muchas personas cada año. Nadie
se lesiona por realizar una pregunta y especialmente si es una pregunta relacionada con la
seguridad. Cualquiera que no esté seguro acerca de una situación particular debe sentirse
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animado a realizar preguntas, que deben se respondidas inmediatamente y con la mayor amplitud
posible por un personal calificado.
No conteste si usted no sabe.- Nadie debe responder una pregunta si no está completamente
seguro de la respuesta. Los que se autoproclaman expertos deben mantener sus opiniones para
ellos mismos.
Los requisitos que a continuación se relacionan constituyen los requisitos generales mínimos a
tener en cuenta en los trabajos de mantenimiento y reparación de las instalaciones eléctricas.
1. Los trabajadores deben haber pasado satisfactoriamente el examen médico periódico que
exige la compañía con respecto a su preparación física y estado mental para el trabajo que han
de realizar.
2. Los trabajadores participarán en los cursos y entrenamientos técnicos y de seguridad relativos
al mantenimiento y reparación de dichas instalaciones.
3. Es responsabilidad de la persona encargada del trabajo el prohibir la realización de todo
trabajo a personal no calificado para el mismo.
4. Los responsables del trabajo están en la obligación de realizar todas las comprobaciones
necesarias que garanticen la seguridad del trabajo.
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5. Todo responsable está en la obligación de comprobar que las órdenes dadas han sido
entendidas por el que tiene que ejecutarlas.
6. Los medios de protección tanto individuales como colectivos serán de uso obligatorio para la
realización de cualquier trabajo que lo requiera.
7. No se le permitirá a los trabajadores durante las horas de labor, ingerir bebidas alcohólica, ni
trabajar bajo sus efectos o los efectos de tratamientos con medicamentos que depriman o
causen estado de somnolencia.
8. Ningún trabajador debe realizar trabajos para los cuales no ha sido debidamente preparado y
autorizado.
9. Cuando se note alguna condición insegura o peligrosa, debe ser comunicada al superior
inmediato para su corrección.
10. Correr, gritar o silbar no está permitido, para no crear alarma o confusión a los demás
trabajadores.
11. No tirar materiales ni herramientas, ni dejarlas en posición que puedan caerle encima a
alguien o a algo y provocar un accidente.
12. Si se está realizando algún trabajo que no pueda terminarse al final de la jornada laboral, dejar
el área protegida y señalizada de forma tal que no ofrezca peligro para otros.
13. Prestar el máximo de atención a lo que se está realizando, manteniéndose alerta de todo lo
que ocurra a su alrededor.
14. Todos los trabajadores deben mantener un interés constante con la seguridad personal y
colectiva.
15. Obedecer los avisos y señales de peligro. Estos están colocados para la protección y seguridad
del personal.
16. Todo personal antes de retirarse del lugar de trabajo, deberá informar acerca de cualquier
condición que pueda afectar la seguridad en dicha instalación.
17. Aprender y practicar las técnicas establecidas de resucitación y rescate. Todo el personal de
operación está obligado a tener un dominio total de las técnicas de respiración artificial para
aplicarlos correctamente si se presentara la ocasión.
18. Los carros de brigadas, así como todas las instalaciones han de poseer un botiquín para
primeros auxilios.
19. Es obligatorio el uso de los cascos de protección dentro del área de trabajo.
20. Los trabajadores que están alrededor de equipos o líneas energizadas deben considerar el
efecto de cada uno de sus actos o movimientos y no hacer nada que pueda ofrecer peligro
para ellos o para los demás. Los trabajadores deben siempre colocarse cuidadosamente en una
posición segura y evitar posibles resbalamientos, tropezones o movimientos hacia las partes
energizadas.
21. Ningún trabajador puede exceder los límites del trabajo ordenado por el responsable del
trabajo.
22. Todo trabajador, cuya obligación no requiera su proximidad a los equipos o elementos que
pudieran estar energizados, debe mantenerse fuera de la zona de peligro.
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23. Los equipos o líneas eléctricas deben siempre considerarse energizados, a menos que
positivamente se conozca que están bajo autorización de trabajo, desconectados y con los
equipos de protección conectados.
24. Al realizarse operaciones en seccionadores, interruptores y fusibles, hay que adoptar una
posición segura durante la maniobra.
25. Los operarios que realicen trabajos próximos a equipos o circuitos energizados deben
proveerse de los medios de protección correspondientes y de las herramientas especiales que
se requieran.
26. La distancia mínima de aproximación a equipos energizados a la cual puede trabajar el
personal calificado es la siguiente:
27. Las distancias señaladas en el punto (26) podrán ser disminuidas si se colocan resguardos
protectores entre las partes energizadas y el equipo donde se va a trabajar.
28. Ningún trabajador podrá trabajar solo estando peligrosamente cerca de circuitos energizados.
29. Todo trabajador está obligado a comunicar a su superior inmediatamente cualquier lesión
que sufra durante las horas de trabajo.
30. Está prohibido operar, manejar o mover equipos, maquinarias y/o materiales al personal que
no esté debidamente capacitado y autorizado para ello.
31. Evitar pasar por sitios donde se esté trabajando en alturas. Nunca pasar o colocarse debajo de
cargas suspendidas.
32. No colocar latas de aceite, gasolina, trapos impregnados con estos u otros materiales
combustibles, cerca de hornos, llamas o cualquier otro lugar donde puedan incendiarse.
33. Cuando se realiza trabajo que tiene continuación por otro personal, el saliente está en la
obligación de informar al entrante sobre el estado del trabajo y las condiciones de seguridad.
En áreas de trabajo cerradas deben tomarse medidas extras que garanticen la seguridad del
personal, como pasos generales en estos locales se deben cumplir los siguientes parámetros:
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3. Los espacios cerrados deben estar bien ventilados para evitar la concentración de gases que
pudieran explotar en presencia de un arco eléctrico.
4. Las salidas deben estar claramente marcadas. Los trabajadores deben estar familiarizados
con las salidas antes de entrar en un área de trabajo cerrada.
5. Las áreas de trabajo cerradas deben estar bien iluminadas de manera que sean bien visibles
los peligros.
En las redes eléctricas desenergizadas el primer paso, de obligatorio cumplimiento para todos, es
el conocer y comprobar que el sistema ha sido desenergizado, por lo que se requiere de
instrumentos especiales, los denominados medidores de ausencia de tensión. Tal como su nombre
lo indica estos instrumentos no necesitan ser muy exactos, sino lo suficiente para determinar si
hay o ausencia de tensión.
De estos instrumentos existen dos tipos: los probadores de proximidad y los probadores de
contacto. Los probadores de proximidad no son exactos y no indican el valor de la tensión que
estápresente: ellos indican la presencia de tensión por la iluminación de un dispositivo y/o la
emisión de sonido. Su uso más común es en los sistemas de alta tensión.
Los probadores de contacto requieren hacer contacto metal con metal en el circuito energizado y
pueden ser del tipo indicador, como es el caso del neón, pero la mayoría de los dispositivos
modernos están equipados con voltímetros digitales que indican el valor de la tensión. Su uso
más común es en los sistemas de baja tensión.
Los cables de tierra son conductores que conectan temporalmente los conductores de la red
desenergizada a los puntos de puesta a tierra. Ellos son usados para brindar a los operarios la
seguridad requerida para su trabajo. Para su instalación debe comprobarse previamente que la red
esté esenergizada o se podrá trabajar en ella hasta que todos los cables de tierra estén
debidamente instalados.
En los casos de puestas a tierra ejecutados incorrectamente que se muestran en la Fig. 2.7.3 y
Fig. 2.7.4, para las mismas condiciones de trabajo, en paralelo con el operador queda la
combinación serie de la resistencia del cable de tierra Rj y la de la tierra Rgd = 0.1 , la tensión
aplicada al operador sería de 1000 V y la corriente que circularía por él de 2 A. Este ejemplo
explica claramente la importancia de una correcta puesta a tierra de los conductores de una red a
la hora de efectuar trabajos en la misma.
2. Identifique los puntos del sistema a los cuales se van a conectar las grapas; asegúrese de
escoger aquellos puntos que disminuyan la longitud de conductor a utilizar.
3. Póngase los equipos de seguridad requeridos.
4. Verifique que el sistema está desenergizado.
5. Asegúrese que todo el personal innecesario ha salido del área.
6. Conecte el terminal de tierra primero.
7. Apriete firmemente la grapa de tierra. Recuerde que la resistencia de contacto puede marcar
la diferencia entre una conexión segura y una peligrosa.
8. Conecte la grapa del terminal de fase al dispositivo aislante que se emplee para su conexión.
9. Haga contacto firme entre el terminal de fase de la tierra de seguridad y el conductor
desenergizado.
10. Repita los pasos del 6 al 9 para cada uno de los conductores que serán conectados a tierra.
11. Registre la localización de cada tierra de seguridad con un número diferente.
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N A B C
RJ
RJ RJ
RJ
RT
RJ RJ
RJ
RT
75
RJ
RJ
RJ
RJ RJ
RJ
R Hombre
RT
76
RJ RJ RJ
RT RT RT
RJ R Hombre RJ RJ
RT RT RT
77
RJ RJ RJ
RT RT
RJ R Hombre RJ RJ
RT
78
La retirada de los equipos de puesta a tierra de seguridad es tan peligrosa como la aplicación,
recomendándose los siguientes pasos:
1. Colóquese todos los equipos de seguridad requeridos.
2. Retire uno a uno cada una de las conexiones de fases.
3. Retire la conexión de tierra.
4. Compruebe que todas las puestas a tierra se ha quitado.
Primero: Compruebe que el detector está funcionando correctamente. Para ello verifique su
funcionamiento en una línea energizada o mediante su sistema de comprobación.
Los trabajos con las redes energizadas tienen como objetivo poder efectuar los trabajos de
reparación y mantenimiento sin retirar el servicio lo que evita pérdidas económicas y molestias a
los consumidores. Su empleo más común es en las redes de alta tensión habiéndose desarrollado
para ello un gran número de herramientas aislantes, de medios de protección, etc., y los
procedimientos de trabajo adecuados para cada tipo de tarea a realizar.
El trabajo con las líneas aéreas energizadas puede efectuarse por tres métodos :
Manual.
A distancia.
A potencial.
Los medios de trabajo y las herramientas que se emplean en cada caso difieren, pero un elemento
común a todos es la necesidad de cumplir con las distancias de seguridad. En relación con los
sistemas energizados la distancia de seguridad esta compuesta por tres elementos o componentes
que deben ser analizados para el sistema en cuestión: componente de arco, componente de
seguridad, y componente normativo.
Donde:
D - Componente eléctrico.
Umax - Tensión efectiva máxima de línea a tierra en (kV).
t - Factor de tensión transiente máximo por unidad.
Para tensiones de 362 kV y menores t = 3.
Hasta 552 kV t = 2,4.
Hasta 800 kV t = 2.
Como la ubicación del hombre dentro del área de trabajo con puntos permanentes de potencial
puede implicar, debido a los movimientos que el puede ejecutar, que algunos puntos del cuerpo
estén a una distancia menor que la suma de las componentes anteriores (CA + CS) es necesario
establecer una nueva componente que contemple esta situación y que se denomina componente
normativa (CN).
La distancia que toma en consideración la suma de CA, CS y CN y los factores que la afectan se
denomina distancia mínima de aproximación. Las distancias mínimas establecidas por la OSHA
(Ocupational Safety and Health Administration de los E.U.A.), para personal calificado, son las
siguientes:
Situar cualquier parte del cuerpo a distancias menores que las establecidas por la norma para la
distancia mínima de aproximación es una de las violaciones más peligrosas en los trabajos con
redes eléctricas energizadas.
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Una de las técnicas más usadas en los trabajos de reparación y mantenimiento con las redes
eléctricas energizadas es la que se desarrolla mediante el uso de guantes de goma y otros equipos
de protección auxiliares, la que se denomina comúnmente técnica manual. Su uso más
generalizado es para trabajar sobre circuitos energizados desde 5 kV Hasta 35 kV.
Esta técnica de trabajo requiere de un buen trabajo en equipo; el personal que lo ejecuta debe
mantenerse en buenas relaciones y comunicación. La comunicación es esencial mientras se está
ejecutando el trabajo para lograr una alta eficiencia y seguridad.
En este método se emplean como elementos de primerísima importancia los vehículos aislados y
las plataformas aislantes. La función del vehículo aislado es la de suministrar suficiente fortaleza
mecánica y eléctrica para soportar con seguridad y aislar de tierra y transportar al personal con
sus herramientas y materiales de trabajo. La función de las plataformas aisladas es la de aislar de
tierra al personal y aunque su movilidad es mucho menor que la de las cestas aislada, esta es
suficiente para ejecutar la mayoría de los trabajos.
La técnica a potencial se emplea sólo en las líneas de 110 kV y superiores y consiste en poner al
operario, que tiene que trabajar con las partes energizadas, al potencial de la línea mediante el
empleo de algún elemento aislante, normalmente vehículos y escaleras aislantes. Este método
siempre requiere del apoyo de personal desde la estructura . Para eliminar las molestias que
causan las altas intensidades de campo a que van a estar sometido los operarios que estarán a
potencial es aconsejable el empleo de trajes apantallados, los que basan su principio de operación
en la jaula de Faraday.
Cuando una persona sufre un accidente eléctrico debe recibir de inmediato atención en el mismo
lugar del accidente y proceder a su traslado a un centro hospitalario lo más rápido que las
circunstancias lo permitan. En todos los casos se debe proceder de inmediato a una inspección del
accidentado, a su reanimación y por último al tratamiento de urgencia de las grandes quemaduras,
si es que estas existen.
Inspección del accidentado.- Los aspectos más importantes a tener en cuenta en esta inspección
son los siguientes:
Comprobar si el individuo está más o menos consciente y si conserva sus funciones vitales:
respiración, coloración de la piel y pulso.
Si el resultado de la inspección del punto anterior es satisfactorio no debe levantarse a la
víctima sino aflojársele las ropas y procurar tranquilizarlo.
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Se debe colocar al accidentado en posición de cubito lateral para evitar regurgitaciones en las
vías respiratorias y la posible aspiración del vómito.
Si existen traumatismos asociados hay que revisar las posibles fracturas, en especial de la
columna vertebral; así como observar si presenta quemaduras o alguna hemorragia
importante.
Como consecuencia del accidente la persona puede presentas un shock. El shock no es más que
una depresión intensa y brusca de todas las funciones vitales, que puede presentarse como
consecuencia de traumatismo, quemaduras extensas o profundas, hemorragias profusas, fracturas,
etc.
En el shock tiene lugar una disminución progresiva del volumen de sangre circulante, por que los
vasos capilares se dilatan y se hacen permeables al plasma sanguíneo. En el caso de traumatismo
con hemorragia abundante se debe detener el sangramiento rápidamente en prevención del shock.
Los síntomas más generales del shock son:
El pulso se nota débil y rápido.
La piel se nota pálida, fría y pegajosa.
Si mantiene su conciencia, reacciona con dificultad a los estímulos externos.
Puede haber nauseas y vómitos.
Puede haber pérdida del conocimiento y la respiración ser dificultosa.
Reanimación de la víctima. El tratamiento debe ser inmediato, antes de que hayan transcurrido
más de cuatro minutos desde el momento del accidente, pues transcurrido este tiempo la
recuperación no es posible, la muerte es irreversible. Los aspectos más importantes a considerar
en la reanimación son:
La respiración artificial debe ser inmediata, ininterrumpida y duradera, el mejor
procedimiento es el método boca a boca.
Si después de realizar unas pocas insuflaciones no se nota el pulso, la pupila está dilatada y
existe palidez extrema es que no se ha corregido el paro cardiaco; en este caso se debe asociar
la respiración artificial boca a boca con masaje cardiaco externo. Cuando se ha producido
fibrilación ventricular es necesario mantener la respiración artificial y el masaje cardiaco
externo hasta llegar al centro hospitalario más cercano. Debido a que el tiempo necesario para
que el accidentado recupere la conciencia puede ser largo, es indispensable mantener las
maniobras de resucitación hasta que no se detecten signos certeros de muerte real.
Las quemaduras grandes y extensas producen grandes pérdidas de proteínas y agua que conducen
rápidamente al shock por hipotensión arterial y anuria significativa. En estos casos, si el
accidentado ha recobrado el conocimiento, se le debe suministrar una cucharadita de bicarbonato
de sodio en 250 ml de agua, limitándose los cuidados locales a mantener caliente a la víctima
para evitar cualquier enfriamiento una vez conseguida la recuperación inicial. Por su intensidad
las quemaduras pueden ser de:
Primer grado: son aquellas en las cuales la piel se enrojece.
Segundo grado: son aquellas en la cuales la piel se ampolla.
Tercer grado: son aquella en que la piel se quema y se carboniza.
Método boca a boca.- Los pasos a seguir para la aplicación de este método son los siguientes:
1. Acuéstese al accidentado de espaldas, quítese con los dedos, de su boca, cualquier objeto o
sustancia extraña.
2. Colóquese una mano debajo de su cuello y levántelo. Inclínese su cabeza hacia atrás, tanto
como sea posible, sujetándola por detrás con la otra mano.
3. Tírese de la barbilla hacia arriba hasta que la cabeza esté completamente inclinada hacia atrás.
4. Colóquese la boca del auxiliador firmemente sobre la boca de la víctima, apriétese los
orificios de su nariz, tapándola, y sóplese fuertemente para hacer que su pecho se hinche. Si
se trata de un niño colóquese la boca sobre su nariz y boca al mismo tiempo cuando se sopla.
5. Apártese la boca y escuche el sonido del aire exhalado. Repítase la acción de soplar. Si no
hay expulsión de aire, cámbiese la posición de la cabeza y boca de la víctima. Su lengua
puede estar bloqueando el paso del aire.
6. Si todavía no se consigue que el aire circule, vuélvase a la víctima de lado y golpéele
fuertemente entre los omóplatos varias veces, a fin de desalojar cualquier sustancia extraña de
la garganta. Si se trata de un niño, cuélguesele un momento cabeza abajo y golpéele
fuertemente con firmeza entre los omóplatos. Límpiele la boca.
7. Para adultos sóplese vigorosamente cada cinco segundos. Para niños pequeños realice soplos
pequeños uno cada tres segundos. Si se prefiere puede colocarse un pañuelo sobre la boca de
la víctima (o nariz) y sóplese a través de él. Persevere hasta que la víctima empiece a respirar.
8. Trasladar al accidentado lo más rápido posible a un centro hospitalario, para ello abríguelo
bien a fin de calentarlo. Cuando reviva no debe permitírsele que se incorpore, al menos
durante una hora. Todo el cuerpo, incluyendo el corazón, está necesitado de oxígeno; si la
víctima se levanta demasiado de prisa hay peligro de colapso grave.
Método A. Para este método se coloca al accidentado de espaldas sobre una superficie plana,
luego levántese y sosténgase sus hombros con una almohada o una prenda de ropa de tal forma
que su cabeza cuelgue hacia atrás. Para evitar que la lengua caiga hacia atrás y le obstruya la
tráquea un asistente debe asir la lengua firmemente con un pañuelo, sacarla hacia afuera como
sea posible y mantenerla así. Si no se dispone de ningún asistente, la cabeza del accidentado debe
girarse hacia un lado todo cuanto sea posible. Este método consta de dos movimientos:
1. Arrodillarse junto a la cabeza del accidentado, colocar sus antebrazos sobre el pecho y
doblarlos como sea posible, entonces se le sujeta firmemente por debajo de los codos. Tírese
de sus brazos hacia arriba, hacia afuera y hacia atrás con un movimiento de barrido apartando
sus codos hacia abajo. Esto provoca una expansión de la cavidad torácica y de este modo el
aire es arrastrado hacia los pulmones, lo que equivale a una inspiración.
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2. Llévese lentamente los brazos doblados, a la inversa, a lo largo del mismo camino y apriétese
luego firmemente contra la parte frontal del pecho y las costillas. Esto obliga al aire a salir de
los pulmones, lo que equivale a una espiración. Estos movimientos, que deben realizarse
suave y rítmicamente, han de ejecutarse doce veces por minuto, por lo cual cada ciclo
completo debe durar cinco segundos, tres para el primer movimiento y dos para el segundo.
Cuando comience la respiración natural, el ritmo de la respiración artificial debe de adaptarse
al de aquella.
Método B.- Para este método los pasos a seguir son los siguientes:
1. Vuélvase al accidentado cara abajo, con sus brazos doblados, quedando la frente encima de
sus manos. Boca y nariz deben estar libres de toda obstrucción, y deberá tener el cuello
totalmente extendido de forma que sobresalga la barbilla. Varios golpes firmes dados entre
los hombros con la palma de la mano pueden ayudar a suprimir cualquier obstrucción Una
nueva elevación de la cabeza del accidentado colocado algo debajo de sus manos cruzadas,
ayudará a mantener su cabeza inclinada hacia atrás.
2. Arrodíllese junto a la cabeza del accidentado, colocando las rodillas junto a su cabeza y los
pies junto a los codos.
3. Colóquese las manos sobre los omóplatos, con los pulgares apretados en la línea media y los
dedos extendidos, teniendo los brazos extendidos.
4. Inclínese hacia adelante suavemente, aplicando una ligera presión al apoyar la parte superior
del cuerpo solamente; cuéntese uno, dos, marcando los segundos. Así se provoca la salida del
aire.
5. Inclínese hacia atrás, aflojando gradualmente la presión, y deslícense las manos hacia los
codos del accidentado contando tres.
6. Elévese y estírese los brazos del accidentado hasta notar resistencia contando cuatro, cinco,
marcando los segundos. Esto provoca una inspiración.
7. Extiéndanse los brazos del accidentado y colóquese las manos sobre su espalda contando seis.
8. Repítanse los movimientos precedentes de manera rítmica diez veces por minuto, hasta que se
recupere la respiración.
En muchas ocasiones la respiración artificial no es suficiente por sí sola ya que hay afección en el
corazón por lo que se requiere de una reanimación más integral: la reanimación cardio-
respiratoria.
La incapacidad del corazón para mantener la sangre circulando se detecta fácilmente tomando el
pulso en la arteria carótida mediante la presión con los dedos en una de las cara del cuello del
accidentado.
Esta técnica de reanimación produce una gran fatiga en los socorristas, razón por la cual se
recomienda, que siempre que exista la posibilidad, sea aplicada por dos personas, una de las
cuales se encarga de la respiración boca a boca y la otra se encarga del masaje pectoral.
Cuando se aplica por dos socorristas se realizará de la siguiente forma: las compresiones
pectorales, se aplicarán tratando en todo momento de mantener un ritmo que alcance entre
ochenta y cien (80 - 100) compresiones por minuto, aplicándose de forma continúa cinco
compresiones y después se aplican las dos insuflaciones repitiéndose este ciclo.
Cuando se aplica por un solo socorrista se harán de manera continúa quince (15) compresiones
torácicas y después se aplican dos (2) insuflaciones , tratando de mantener un ritmo que alcance
entre ochenta y cien (80 - 100) compresiones por minuto.
Es importante recordar en todo momento que cuando se inicie este procedimiento sólo se podrá
detener cuando:
La víctima haya recobrado el pulso y la respiración normal.
Personal calificado se haga cargo de la víctima.
Personal calificado certifique la muerte de la víctima.
Como se vio anteriormente, uno de los factores principales que contribuye al éxito de los
métodos de reanimación es el tiempo transcurrido entre la ocurrencia del accidente y el inicio de
la reanimación, estableciéndose como aceptable que el accidentado pueda ser bajado en no más
de dos minutos para evitar daños cerebrales.
Para poder cumplir con esta exigencia será necesario que el personal se encuentre debidamente
preparado para esta contingencia y tenga los medios apropiados para hacerlo.
Al respecto los siguientes aspectos deben tenerse en cuenta cuando se produce un accidente:
Los rescatadores no deben realizar ninguna acción que comprometa su vida o la de otros.
Llamar por ayuda especializada por cualquier medio al alcance.
Actuar con prontitud para minimizar el tiempo de exposición y asegurar no convertirse en
víctimas ellos mismos.
Procurar la apertura de las vías respiratorias del accidentado.
Si la víctima no respira, comenzar con la respiración artificial.
Si la víctima no responde, ubíquelo en una superficie dura y plana, tome el pulso en la
carótida, si no se detecta el pulso comenzar la reanimación cardiaca.
86
Capítulo III
Materiales electrotécnicos
3.1.- INTRODUCCION.
Desde el punto de vista de su uso en las aplicaciones eléctricas, los materiales electrotécnicos se
han dividido en cuatro grupos:
Conductores.
Semiconductores.
Aislantes.
Magnéticos.
La conductividad eléctrica es el parámetro que define a cual de los tres primeros grupos pertenece
un material dado, o lo que es lo mismo, cual es su comportamiento frente a un campo eléctrico.
Su comportamiento frente a un campo magnético define cual de ellos pertenece al grupo de los
materiales magnéticos.
Las diferencias estructurales entre estos tres grupos de materiales están dadas por la cantidad de
energía requerida por los portadores de carga para pasar de la banda prohibida a la banda de
conducción.
Los materiales aislantes son sustancias en las cuales la banda prohibida es tan grande que la
conductividad por electrones prácticamente no se observa bajo condiciones normales. Es
necesario suministrar a los electrones una gran cantidad de energía para que puedan cruzar dicha
banda, lo que se refleja en una pobre conductividad.
Los semiconductores son las sustancias en las cuales la banda prohibida es estrecha y puede ser
salvada a expensas de acciones energéticas externas pequeñas. Los portadores de carga sólo
necesitan una excitación relativamente pequeña (entre 0,12 y 5,3 eV) para pasar dicha banda y
convertirse en electrones libres. Esta energía externa se puede suministrar por: cambios de
temperatura (debido a la agitación térmica), energía luminosa, flujo de partículas nucleares,
campo eléctrico, campo magnético, acciones mecánicas, etc.
Los conductores son las sustancias en las cuales la banda prohibida no existe, estando toda la
banda saturada de electrones, incluso se superponen las bandas. Como consecuencia de esto, los
electrones son libres en el material, ya que pueden pasar de la banda saturada a los niveles no
ocupados de la banda libre impulsados por la acción del campo eléctrico.
87
Los materiales aislantes se emplean para crear el aislamiento eléctrico que rodea a los elementos
conductores de corriente de los dispositivos eléctricos y que separa entre sí a los que están bajo
distinto potencial.
Atendiendo a su estado físico los materiales aislantes se dividen en gaseosos, líquidos y sólidos.
En un grupo especial se pueden reunir los materiales endurecibles, los que son líquidos en el
estado inicial en que se introducen en el aislamiento al hacerlo, pero después se endurecen y el
aislamiento acabado y en explotación es sólido, ejemplo típico de ello son los esmaltes y
barnices. Es de destacar que todos los gases, aún los obtenidos a partir de materiales conductores,
son aislantes.
Desde el punto de vista de su naturaleza química los materiales aislantes pueden ser orgánicos e
inorgánicos. Los materiales orgánicos son los compuestos a base de carbono, por lo general
también contienen, oxígeno, alógenos u otros elementos. Las demás sustancias se consideran
inorgánicas, muchas de ellas contienen silicio, aluminio, oxígeno, etc.
Los materiales aislantes inorgánicos, en la mayoría de los casos, no son flexibles ni elásticos y
suelen ser frágiles; su tecnología de fabricación es relativamente complicada. Por lo general su
temperatura de trabajo es mucho más alta que la de los materiales orgánicos.
Existen materiales de propiedades intermedias entre los orgánicos y los inorgánicos, estos son los
denominados materiales semiorgánicos, en cuyas moléculas, además de los átomos de carbono,
hay átomos de otros elementos que de ordinario no figuran en la composición de las sustancias
orgánicas y que son más característicos de los materiales inorgánicos, como es el caso del silicio,
que es uno de los componentes esenciales de muchos aislantes inorgánicos, entre ellos el vidrio,
la porcelana, la mica, etc.
De los fenómenos antes señalados, la ruptura para campos eléctricos superiores al crítico tiene
características particulares distintivas en los dieléctricos gaseosos, líquidos y sólidos por lo que
su estudio se hace particular para cada uno de ellos.
88
3.2.- COMPORTAMIENTO DE LOS MATERIALES AISLANTES FRENTE A UN CAMPO
ELECTRICO.
3.2.1.- INTRODUCCION.
Al aplicarse un campo eléctrico a un material aislante éste no debería dejar pasar la corriente a
través de él, ya que su resistencia debe ser infinita, sin embargo no es así, pues ellos dejan pasar
una pequeña corriente a la que normalmente se le denomina corriente de fuga volumétrica.
La resistividad volumétrica del material es el parámetro físico que caracteriza al material aislante,
pues como se puede apreciar en la ecuación 3.2.1 la resistencia depende de las dimensiones
físicas del cuerpo aislante.
En los materiales aislantes sólidos, además de la corriente volumétrica, por la superficie de ellos
circula una corriente de fuga superficial (IS), para la cual se puede definir una resistencia
superficial dada por:
R S S 3.2.2
Donde:
Rs - Resistencia superficial del cuerpo aislante.
- Factor geométrico o de forma que depende de las dimensiones superficiales del
cuerpo aislante.
s - Resistividad superficial del material aislante.
Es de destacar que la resistividad superficial no constituye una propiedad intrínseca del material
aislante ya que ella depende de las condiciones ambientales. Así por ejemplo, dos cuerpos
aislantes idénticos situados en condiciones ambientales diferentes tendrán diferentes
resistividades superficiales.
89
Además del desplazamiento de las cargas libres que dan lugar a la corriente de conducción
volumétrica, bajo la influencia del campo eléctrico las cargas eléctricas ligadas del material
aislante se desplazan en la dirección que les impone la fuerza electrostática generada por el
campo eléctrico, dando así origen a una corriente eléctrica denominada corriente de polarización
ya que es motivada por el fenómeno de polarización.
Para campos de corriente directa esta corriente va disminuyendo con el tiempo a medida que las
cargas van ocupando la nueva posición que les impone la fuerza electrostática generada por el
campo eléctrico y que actúa sobre cada una de ellas. Esto ocurre después de determinado tiempo,
específico para cada material, que está determinado por la constante de tiempo del material. Una
vez que cesa esta corriente por el material aislante sólo se mantienen circulando las corrientes de
conducción volumétrica y de conducción superficial para el caso de los aislantes sólidos.
Para campos de corriente alterna la dirección del desplazamiento de las cargas ligadas cambiará
con la polaridad del campo, dando lugar así a una corriente alterna de un valor efectivo dado.
El desplazamiento de las cargas ligadas puede ser a través de un movimiento elástico o a través
de un movimiento inelástico. En el primer caso no habrá pérdidas de energía, pero en el segundo
caso sí, las que se disiparán en forma de calor.
Para campos eléctricos superiores al campo eléctrico crítico, debido a diferentes fenómenos que
se desarrollan en el seno de los materiales aislantes, la estructura del material no soporta los
esfuerzos a que está sometida, liberándose una gran cantidad de cargas libres, con lo que el
material aislante pierde sus características como tal y pasa a ser conductor, presentándose el
fenómeno conocido como ruptura.
Como se sabe, las moléculas de cualquier sustancia no electrizada por una causa externa son
eléctricamente neutras, o sea, poseen igual número de cargas positivas y negativas. No obstante
las sustancias aislantes se distinguen entre sí por la distribución espacial de las partículas cargada
que componen sus moléculas y en función de esta distribución se dividen en dos grandes grupos:
los materiales aislantes polares y los materiales aislantes no polares. Un ejemplo típico de estos
dos tipos de materiales se muestran en las Fig. 3.2.2 y en la Fig. 3.2.3.
90
IT
ICV IP IS U
(a)
I (μA)
t (s)
(b)
Fig. 3.2.1.- Corrientes que circulan por un material aislante bajo la acción de
campo decorriente alterna y de corriente directa.
a - Corrientes que circulan por el dieléctrico.
b - Variación de la corriente con el tiempo.
En las moléculas no polares como la del CO2 los centros donde se pueden considerar
concentradas las cargas positivas y negativas coinciden espacialmente. Estos centros pueden
calcularse de forma similar a como se calcula el centro de masa de un sistema de partículas.
Por el contrario, en las moléculas polares, como la del H2O estos centros no coinciden
espacialmente y la molécula se puede considerar como un dipolo eléctrico. Obsérvese que las
moléculas apolares no presentan momento eléctrico dipolar permanente (p = 0), mientras que las
polares si lo tienen.
91
180º
O
X
O C O 104º
H H
- 1- q +q - 1 q - 1 q +q - 1 q
2 2 2 2
(a) (b)
Las moléculas monoatómicas o las formadas por dos átomos iguales unidos por un enlace
covalente (homopolar) son apolares. Las moléculas de los compuestos iónicos como el fluoruro
de hidrogeno (HF) son moléculas polares y poseen un momento dipolar relativamente grande.
El valor del momento eléctrico dipolar de las moléculas polares está dado por:
ql 3.2.3
Donde:
- Momento eléctrico dipolar de la molécula.
q - Carga eléctrica de la molécula.
l - Brazo del dipolo eléctrico permanente.
Esta claro que las moléculas de sustancias no polares tienen l = 0 y por tanto = 0. El momento
eléctrico dipolar de las moléculas polares se debe considerar como una cantidad vectorial con el
sentido positivo del vector de la carga negativa a la positiva, tal como se muestra en la Fig. 3.2.3.
para una molécula de agua.
92
O
H H
+
Está claro que al juzgar acerca de la polaridad de una molécula es necesario tener en cuenta la
disposición exacta de sus átomos en el espacio. Un ejemplo típico se tiene en las moléculas de
anhídrido carbónico (CO2) y del agua (H2O) que se escriben de forma semejante, pero sin
embargo una es simétrica espacialmente y la otra no, tal como se puede apreciar en la Fig. 3.2.2.
Todos los hidrocarburos son sustancias no polares o muy poco polares ( = 0 o es muy pequeño).
Sin embargo al sustituir algunos átomos de hidrógeno por algunos de las sustancias del grupo de
los alógenos se forman moléculas asimétricas en las cuales 0. Un ejemplo típico de lo antes
expuesto se tiene con el polietileno (C2H4)n, producto que se obtiene a partir de la polimerización
del etileno, que es una sustancia no polar, ya que su estructura es simétrica:
H H H H
–––C–C–C– C–––
H H H H
Sin embargo, si la cadena de polietileno fuera rota y sustituido uno de sus átomos de hidrógeno
por uno de cloro la sustancia resultante es el policloruro de vinilo (C2H3Cl)n comúnmente
conocido como PVC, será polar pues la cadena carbonada ha perdido su simetría tal como se
aprecia en su representación química:
H H H H
–––C–C–C– C–––
H Cl H Cl
Está claro que el comportamiento de los materiales aislantes polares y de los no polares frente a
un campo eléctrico será diferente, como se explicará más adelante detalladamente.
93
De todo lo antes expuesto se puede plantear que los materiales aislantes se pueden dividir en dos
clases:
Los materiales aislantes polares o materiales aislantes dipolares.
Los materiales aislantes no polares.
Esta división es muy importante no sólo para el examen de las propiedades eléctricas de los
materiales aislantes. sino también para el de las físico-químicas generales.
En las sustancias no polares, bajo la acción de un campo eléctrico, las cargas ligadas se desplazan
en la dirección de las fuerzas que actúan sobre ellas de modo prácticamente instantáneo, con un
movimiento totalmente elástico y sin disipación de energía, es decir, sin desprendimiento de
calor. A estas sustancias corresponde la polarización electrónica y la iónica.
Sin embargo, cuando a una sustancia aislante de esta naturaleza se le aplica un campo eléctrico,
los dipolos eléctricos tienden a orientarse en una dirección preferencial: la del vector intensidad
del campo eléctrico, tal como se muestra en la Fig. 3.2.4 (b). En esta situación la sustancia
aislante se encuentra polarizada, es decir, sus dipolos eléctricos se han orientado. Es importante
destacar que el que todos los dipolos eléctricos no se orienten exactamente en la misma dirección
del campo eléctrico se debe al constante movimiento térmico de las moléculas.
La polarización dipolar es posible si las fuerzas moleculares no impiden que los dipolos se
orienten a lo largo del campo eléctrico. Al aumentar la temperatura se debilitan las fuerzas
moleculares y disminuye la viscosidad de la sustancia, con lo que debe intensificarse la
polarización dipolar, pero al mismo tiempo aumenta la energía del movimiento térmico de las
moléculas que hace que disminuya la influencia orientadora del campo eléctrico. De acuerdo a
esto, la polarización dipolar aumenta al principio con el incremento de la temperatura, mientras la
disminución de las fuerzas intermoleculares con la temperatura influya más que el efecto
desorientador que tiene la intensificación del movimiento térmico caótico de los dipolos debido al
incremento de la temperatura. Después, cuando este último prevalece, la polarización dipolar
comienza a disminuir a medida que aumenta la temperatura.
95
Para que en un medio viscoso los dipolos puedan girar en la dirección que les impone el campo
eléctrico tienen que vencer cierta resistencia, por lo que esta polarización va acompañada de
pérdidas de energía.
t
p p 0 exp
3.2.4
El tiempo que demoran los dipolos orientados por el campo en disminuir en 2,7 veces su valor
inicial se le denomina tiempo de relajación de la sustancia aislante.
Como en este tipo de polarización también hay un movimiento de cargas, este fenómeno también
da origen a una corriente eléctrica. Para campos eléctricos de corriente directa, esta corriente
disminuirá con el tiempo, siguiendo también una ley exponencial, hasta desaparecer. Sin embargo
para campos de corriente alterna se mantiene con el tiempo dando origen a una corriente reactiva
que adelanta a la tensión un ángulo menor de 90º, pues al existir pérdidas de energía, dicha
corriente tendrá una componente resistiva, por lo que este fenómeno puede ser representado por
una resistencia en serie con un capacitor ideal.
La corriente a que da lugar este fenómeno crecerá inicialmente con la frecuencia, pero comenzará
a disminuir a partir de aquella frecuencia en que los dipolos no sean capaces de seguir el
movimiento oscilatorio que les impone el campo eléctrico, alegando incluso a desaparecer.
La polarización dipolar de relajamiento es propia de los gases y líquidos polares. Puede
observarse también en las sustancias orgánicas sólidas polares, pero en este caso la polarización
no se debe por lo general al giro de la molécula, sino al giro de los radicales que hay en ella; un
ejemplo de sustancia de este tipo es la celulosa, cuya polaridad se explica por la existencia de los
grupos hidroxilos OH. En los cristales con red molecular y débiles enlaces de Van der Waals es
posible la orientación de partículas mayores.
96
–
+
–
–
–
+
–
+
+ +
–
–
+
+ –
+
–
–
–
+
+
(a)
+ -
+ -
+
–
–
+ -
–
+
+
+ -
+ – -
+
–
+ -
-
–
+
+
–
–
+ -
+
+ -
+
–
+ -
–
+
+ -
–
+ -
(b)
Al igual que en el resto de las polarizaciones por relajamiento, y por las mismas razones, depende
de la frecuencia del campo eléctrico y de la temperatura y también produce pérdidas. Su
representación circuital es similar a la de la polarización dipolar de relajamiento.
De acuerdo con la ley básica de la electrostática, la ley de Coulomb, el esfuerzo mecánico que
actúa entre dos cargas puntuales de valor q1 y q2 Coulomb respectivamente, situados a una
distancia r metros una de la otra en un medio dieléctrico homogéneo está dada por :
q1 q2
F R0 Newton 3.2.5
0 4 r 2
Aquí R0 es el vector unitario dirigido según la recta que liga las cargas. La magnitud , parámetro
adimensional que caracteriza dicho dieléctrico se denomina permitividad relativa o, en forma
abreviada, permitividad; 0 es la llamada constante dieléctrica y caracteriza el campo eléctrico en
condiciones de no haber interacción del campo con la sustancia y es igual a la razón de la carga
eléctrica total contenida en cierta superficie cerrada en el vacío al flujo del vector de la intensidad
del campo eléctrico a través de esa superficie.
La fuerza que se ejerce por unidad de carga se le denomina campo eléctrico y está dada por:
F q
E R0 V m 3.2.6
q 0 4 r 2
La acción de este campo sobre las partículas ligadas de la sustancia aislante es la que da lugar al
fenómeno de la polarización que es una propiedad intrínseca de las sustancias aislantes.
98
del momento eléctrico dipolar de todas las moléculas polarizadas de la sustancia aislante que se
hallan en el volumen del aislante.
Para el caso de un campo homogéneo como el que se obtiene entre las placas de un condensador
plano:
P
p Coulomb m 2
3.2.7
V
El valor de P se corresponde numéricamente con el valor de las cargas que aparecen en los
extremos del dieléctrico adyacente a los electrodos.
La relación que existe entre el vector polarización y la intensidad del campo eléctrico está dada
por:
P Ke ε0 E 3.2.8
D 0 E P 3.2.9
Por otra parte, entre el desplazamiento y la intensidad del campo eléctrico existe una correlación
dada por:
D 0 E 3.9.10
1 K e 3.2.11
La fórmula 3.2.11 señala con claridad que la permitividad de cualquier sustancia es mayor que
la unidad, ya que el valor de Ke de todas las sustancias aislantes es positivo, así se tiene que
cumplir que 1 y sólo para el vacío donde no hay polarización posible Ke = 0 y en consecuencia
=1.
Los valores de la permitividad para algunas sustancias se muestran en la Tabla 3.2.1.
Para un capacitor con un espacio entre electrodos (de cualquier forma y dimensión), de capacidad
en vacío C0, si se llena de un dieléctrico de permitividad su capacidad estará dada por:
C C0 3.2.12
Es decir la permitividad está dada por la relación existente entre la capacidad de un capacitor con
un dieléctrico cualquiera entre sus placas a la capacidad en el vacío, es decir:
C
3.2.13
C0
La forma práctica de medir la permitividad es, para un capacitor cualquiera, medir su capacidad
al vacío y con el dieléctrico entre sus placas y aplicando la fórmula 3.2.13 calcular ésta. Como la
permitividad es un parámetro que cuantifica la magnitud de los diferentes tipos de polarizaciones
que se presentan en un dieléctrico, su magnitud se verá afectada por los mismos factores que
afectan cada tipo de polarización, fundamentalmente la frecuencia y la temperatura. Al analizar
un dieléctrico real se debe tener en cuenta que en el mismo normalmente se presentan varios tipos
de polarizaciones, por lo que la característica de variación de la permitividad con los factores
anteriormente señalados no obedecerá exactamente a la variación de un tipo de polarización, sino
a la resultante a que de lugar la variación del conjunto de las que estén presentes.
C r C0 3.2.14
100
Si a este capacitor se le aplica una tensión de corriente alterna, la corriente que circula a través de
él estará dada por:
I j r C0 U 3.2.15
Utilizando esta última expresión, la corriente que circula por el capacitor queda como:
I jω ε ' jε '' C0 U 3.2.17
Luego:
I ω ε '' C 0 U j ω ε ' C 0 U 3.2.18
Ia ' C0 U 3.2.19
''
Ir j C0 U 3.2.20
101
situación es la misma. Por lo tanto, en los dieléctricos no polares la permitividad es independiente
de los cambios de frecuencia del campo eléctrico aplicado.
Para las polarizaciones que se presentan en los dieléctricos polares la situación es bien distinta,
pues la polarización dipolar de relajación, la polarización iónica de relajación, la polarización
espontánea y la polarización por migración. sólo pueden tener efecto en campos de hasta
determinada frecuencia, por lo que para frecuencias mayores a las definidas para cada una de
ellas la polarización disminuye y con ello la permitividad.
Hasta una frecuencia f0 la permitividad permanece prácticamente constante, pero para frecuencias
superiores comienza a disminuir hasta alcanzar un valor constante que es el que le corresponde a
la polarización electrónica e iónica que son independientes de la frecuencia. Para valores de
frecuencia menores que f0 la permitividad aumenta pero muy ligeramente, hasta llegar a su valor
máximo que es el que le corresponde a f0=0, es decir para corriente directa tal como se muestra
en la Fig. 3.2.5.
KT
f0 3.2.21
8 r 3
Donde:
K - Constante de Boltzman.
T - Temperatura absoluta.
r - Radio de la molécula.
- Viscosidad dinámica de la sustancia.
La permitividad también depende de la temperatura excepto en los dieléctricos apolares. Para los
dieléctricos polares el valor de la permitividad a bajas temperaturas es pequeño pues las fuerzas
de interacción molecular son fuertes y no permiten que los dipolos se orienten predominando, por
tanto, las polarizaciones independientes de la temperatura. Al aumentar la temperatura dichas
fuerzas disminuyen permitiendo una mayor orientación de los dipolos de los dieléctricos polares,
por lo que la permitividad aumenta. Este aumento de la permitividad con la temperatura se
mantiene hasta que la energía térmica de los dipolos, y por tanto su agitación térmica, sea tan alta
que dificulte su giro; a partir de esta temperatura la permitividad comienza a disminuir. El
proceso antes descrito se muestra en la Fig. 3.2.7 para la goma a frecuencias de 60 y de 300 Hz.
ya que para determinar la característica de variación de la permitividad con la temperatura es
necesario fijar la frecuencia (y viceversa) a la cual se ha de trabajar.
102
fo f
f
La corriente que circula a través de los dieléctricos comúnmente se le denomina corriente de fuga
y la magnitud de ella dependerá de la magnitud de la corriente de conducción propia a la tensión
de que se trate y, para el caso de la corriente alterna, de los tipos de polarización que estén
presentes en el dieléctrico.
La conductividad en los dieléctricos para corriente alterna se puede definir partiendo del análisis
de un condensador de placas paralelas a partir de la ecuación 3.2.17.
103
4 ,5
4 ,0 60 H z
3 ,5
3 ,0
300 kH z
2 ,5
2 ,0
-6 0 0 60 120 180
TºC
Fig. 3.2.7.- V ariación de la perm itividad con la tem peratura para la
gom a a dos frecuencias diferentes
Como se conoce, para un capacitor de placas paralelas la capacitancia para el vacío está dada por:
A
C0 0 3.2.22
d
Donde:
A - Area de las placas.
d - Distancia entre las placas.
A
I j ' - ' ' 0 U 3.2.23
d
U
E UEd 3.2.24
d
I
J 3.2.26
A
J j ' '' 0 E 3.2.27
104
Dividiendo la expresión 3.2.27 por E:
J
0 '' j 0 ' 3.2.28
E
Cuando en los dieléctricos tiene efecto la polarización circula por ellos una corriente provocada
por dicho fenómeno, ya que él conlleva un desplazamiento de cargas en el interior del dieléctrico.
Además de las corrientes antes mencionadas, por el dieléctrico circula la corriente de conducción
propia del material (Icond), por lo que la corriente total está dada por:
En la Fig. 3.2.8 se muestra el diagrama fasorial que le corresponde a la ecuación 3.2.30. Como se
puede apreciar en la Fig. 3.2.8 el ángulo indica cuanto difiere un dieléctrico dado de uno ideal.
En el diagrama fasorial no se considera la corriente de conducción superficial pues ésta no es una
propiedad del material y es muy cambiante con las condiciones ambientales, por lo que en las
mediciones se derivan a tierra con la ayuda de anillos de guarda para que no pasen por el sistema
de medición.
Hay que ser muy cuidadoso con la interpretación del ángulo pues el depende tanto de las
componentes activas como de las reactivas de la corriente. Cambios en cualquiera de ellas
introduce cambios en él. Normalmente no se trabaja con el ángulo sino con su tangente (tan ).
o con su reciproco al que se le denomina factor de calidad (Q). La expresión matemática que
define a la tan es la siguiente:
Ia
tan 3.2.31
Ir
105
Donde:
I a I cod I abs,a
I r I des I abs,r
I Iabs,a Icon
Itotal
Iabs,r
Ides
U
Fig.3.2.8.- Diagrama fasorial de las corrientes que circulan
por el interior de un dieléctrico.
- Angulo de pérdidas.
- Angulo del factor de potencia.
Este parámetro para los materiales radiotécnicos es del orden de 10 -4 y para los electrotécnicos
no debe ser mayor de 10 -2.
Sobre la base de la definición dada para la corriente que circula por un dieléctrico, considerando
la permitividad como un valor complejo, la tan queda como:
'' C 0 U ''
tan 3.2.32
' C0 U '
Como las pérdidas de energía en un dieléctrico dependen de varios factores, principalmente de la
frecuencia y de la temperatura, la tan dependerá de ellos también.
La tan permite evaluar los cambios que van teniendo lugar en el aislamiento de cualquier
equipo debido a su envejecimiento o a cualquier tipo de falla que se presente. Así es de esperar
que en un equipo cualquiera la tan varíe con la tensión y con el tiempo en la forma indicada en
la Fig. 3.2.9. Es decir, que producto del envejecimiento natural del equipo en explotación la tan
crezca, pero manteniendo la misma forma (curva a y b de la Fig. 3.2.9). Sin embargo, para el
caso de la curva c de la misma figura ya se denota una falla por el incremento tan grande que
tienen las pérdidas a partir de una tensión dada.
106
tan
c
U
Uo
En los materiales aislantes polares la dependencia de la tan de la frecuencia del campo eléctrico
aplicado y de la temperatura es mayor que la de los materiales donde predomina la polarización
electrónica y la iónica, en los que la dependencia sólo es consecuencia de la variación que tenga
la corriente de conducción volumétrica con la temperatura.
Para analizar la variación de la tan con la frecuencia del campo eléctrico aplicado y con la
temperatura debe tenerse siempre en cuenta que las pérdidas tienen dos componentes: las
producidas por la corriente de conducción propia y las producidas por los diferentes fenómeno de
polarización. Esta última se tiene en cuenta sobre la base de la corriente de absorción activa (Iabs,a
en la Fig. 3.2.8).
107
Debido a lo antes expuesto respecto a la corriente superficial, es necesario que al efectuarse las
mediciones para determinar la variación de la tan con la frecuencia y con la temperatura, la
corriente superficial sea derivada a tierra a fin de que no circule por los equipos de medición.
A bajas temperaturas la corriente de conducción propia del dieléctrico es pequeña y por lo tanto
las pérdidas debido a ella también lo serán. Las debido a los diferentes fenómenos de
polarización que producen pérdidas, aunque también pequeñas para temperaturas relativamente
bajas, son las que predominan, determinando ellas la variación que tendrá la tan .
Al aumentar la temperatura se debilitan las fuerzas de cohesión molecular con lo que se facilita la
polarización aumentando con ello las pérdidas, sin embargo, aumenta la agitación térmica que se
opone a la orientación de los dipolos.
Debido a lo antes expuesto se llegará a una temperatura tal en que ambos fenómenos equilibran
sus efectos sobre la polarización. A partir de esta temperatura la polarización comienza a
disminuir, y con ello las pérdidas producto de ellas, lo que se refleja en una disminución de la
tan . Esta disminución continuará mientras las pérdidas debido a la polarización sean superiores
a las debido a la corriente de conducción. Cuando las pérdidas debido a la corriente de
conducción sean superiores a las de la polarización la tan comenzará de nuevo a aumentar con
la temperatura tal como se indica en la Fig. 3.2.10.
Ia
tan
Ir
y la corriente reactiva dada por:
Ir U C
Debido a que la corriente reactiva aumenta con la frecuencia la tan debe disminuir con ella,
pero a medida que la frecuencia aumenta la misma las pérdidas debido a aquellos fenómenos de
polarización que producen pérdidas aumentan. El aumento se mantendrá hasta una frecuencia tal
en la cual ya los dipolos no puedan seguir la frecuencia impuesta por el campo eléctrico, con lo
que disminuirá la magnitud de su orientación y con ello las pérdidas por fricción. Este valor de
frecuencia es el que se corresponde con la tan max en la Fig. 3.2.11; a partir de esta frecuencia la
tan comenzará de nuevo a disminuir con la frecuencia.
108
tan
tan max
T
Fig..3.2.10.- Variación de la tan con la temperatura en un
dieléctrico polar.
El punto correspondiente a la tan max es para aquellas frecuencias en que los dipolos consumen
la máxima energía para vencer la resistencia del medio y poder orientarse en la dirección que les
impone el campo eléctrico.
tan
tan max
109
tan0,08
0,06
0,04 60 Hz
1500 Hz
0,02
0,00
40 60 80 100 120
TºC
Cuando un dieléctrico se somete a la acción de un campo eléctrico, por él circula una corriente
pequeña pero que produce pérdidas de energía en su interior en forma de calor. Si el campo
eléctrico es de corriente directa, transcurrido unos segundos ya la corriente de polarización ha
desaparecido (Fig. 3.2.1), manteniéndose circulando por el dieléctrico solamente la corriente de
conducción, comportándose por tanto este dieléctrico como un elemento resistivo puro, por lo
que las pérdidas de energía en él están dadas por:
U2
P I2 R 3.2.33
R
En este caso la potencia activa disipada en forma de calor está dada por:
Pa U I a 3.2.35
Como:
Ia
tan I a I r tan 3.2.36
Ir
110
Además se sabe que la corriente reactiva capacitiva que circula está dada por:
Ir U C 3.2.37
I a U C tan 3.2.38
Pa U 2 C tan 3.2.39
A
C 3.2.40
d
Donde:
A- Area de las placas.
d - Distancia entre las placas.
C 3.2.41
Siendo:
- Factor geométrico o de forma que depende de las dimensiones físicas del cuerpo
aislante.
Pa U 2 tan 3.2.42
Si en lugar de la corriente activa se considera la corriente reactiva que circula por el capacitor se
tendrá la potencia reactiva del mismo. La corriente reactiva está dada (Fig. 3.2.8) por:
I r I des I abs,r
Pr U I r 3.2.43
Pr U 2 3.2.44
111
Como se puede apreciar la potencia activa depende del cuadrado de la tensión, de la frecuencia
del campo eléctrico aplicado, de la permitividad y de la tan , como estas dos últimas dependen a
su vez de la frecuencia y de la temperatura, la expresión de la potencia activa, ecuación 3.2.43,
sólo es válida para cada caso particular en que se tenga en cuenta el valor de cada uno de esos
parámetros para la condición de que se trate. Lo mismo se cumple para la potencia reactiva.
La corriente que circula por un dieléctrico tienen una componente activa y una reactiva, tal como
ocurre en un circuito que contenga una resistencia y un capacitor ideal. Por lo tanto, la
combinación circuital para representarlo puede ser mediante una resistencia en paralelo con un
capacitor o mediante una resistencia en serie con un capacitor, tal como se muestra en la
Fig. 3.2.13 y en la Fig. 3.2.14. Cuando el dieléctrico se representa por la combinación paralelo,
Fig. 3.2.13, se tiene que:
U
Ia 3.2.45
Rp
Además:
Ir U Cp 3.2.46
Como:
U
Ia Rp
tan 3.2.47
Ir U Cp
Luego:
1
tan 3.2.48
Cp R p
I
Ir
Cp
Ia
IT
Rp
U
112
I
Cs Rs
Ur
U
Ua
U
Pa U I cos U I a 3.2.49
Y como:
I a I r tan 3.2.50
Y además:
Ir U Cp 3.2.51
Pa U I r tan 3.2.52
Pa U 2 C p tan 3.2.53
La ecuación 3.2.53 es igual a la ecuación 3.2.39 por lo que para el análisis de las pérdidas en un
dieléctrico se debe usar la representación paralelo.
Ua I R s 3.2.54
y
I
Ur 3.2.55
Cs
113
En este caso la tan está dada por:
Ua
tan 3.2.56
Ur
tan R s C s 3.2.57
C s tan
Pa 3.2.58
1 tan 2
C s C p 1 tan 2 3.2.59
Rp
Rs 3.2.60
1
1
tan 2
3.3.1.- INTRODUCCION.
Los gases o la combinación de ellos forman parte de los dieléctricos de mayor uso, un ejemplo
típico de ello es el aire. Los gases poseen varias características que les permiten su utilización
como dieléctrico, entre las más importantes se pueden citar las siguientes:
Baja cohesión molecular.
Gran poder de disipación.
Gran capacidad de compresión y de expansión.
Fáciles de obtener con un altísimo grado de pureza.
Debido a su baja cohesión molecular los gases son muy fáciles de expandir y de comprimir, de
aquí la importancia que en su comportamiento tiene la presión.
Todos los gases son aislantes, pero al someterlos a campos de una determinada intensidad, para
una presión dada, pasan a ser conductores. La conducción en los gases puede ser autosostenida o
no. Si para mantener un nivel dado de conducción en un gas es necesario, además del campo
aplicado, suministrar algún otro tipo de energía externa, se estará en presencia de una conducción
no autosostenida. Si por el contrario la conducción se mantiene sin la ayuda de ninguna otra
fuente de energía externa se estará en presencia de una conducción autosostenida y se dice que en
el gas se ha presentado la ruptura, es decir, el gas se ha convertido en un elemento conductor.
114
Como se puede ver la ruptura no es más que el paso del estado de conducción no autosostenida a
la conducción autosostenida.
La teoría cinético molecular de los gases asume que éstos están compuestos por partículas todas
iguales y esféricas de radio muy pequeño comparado con la distancia entre ellas y las cuales
chocan entre sí intercambiando sus energía en forma totalmente elástica.
Sobre la base de los planteamientos anteriores la presión que ejerce un gas contra las paredes de
del recipiente que los contiene está dada por:
2
n m Vm
P 3.3.1
3
Donde:
n - Densidad o concentración de partículas.
m - Masa de la partícula.
Vm - Velocidad media de la partícula.
PVRT 3.3.2
Donde:
V - Volumen de un mol del gas.
T - Temperatura del gas.
R - Constante universal de los gases.
2 3R T
m Vm 3.3.3
NV
1 3 RT
m Vm 2 3.3.4
2 2 nV
115
Como se sabe:
R
K 3.3.5
nV
Donde:
K - Contante de Boltzman.
1 3
m Vm 2 K T 3.3.6
2 2
La expresión 3.3.6 da la energía cinética media de las moléculas del gas para una temperatura
dada. A medida que aumenta la temperatura la energía cinética será mayor, siendo por tanto
mayor el intercambio de energía en los choques. Para temperaturas altas los choques pueden
ionizar el gas en su totalidad pasando el mismo al denominado cuarto estado de la materia: el
plasma.
La distancia media que es capaz de recorrer una partícula entre choque y choque está dada, para
el caso de partículas iguales, por la siguiente expresión:
1
3.3.7
n 4r2
Donde:
r - Radio de las partículas.
n - Densidad del gas.
1
2
3.3.8
n 4 r1 r2
Para definir las expresiones anteriores se ha considerado una partícula fija y la otra en
movimiento. Si se consideran ambas iguales y en movimiento la expresión válida es:
1
3.3.9
2 n 4r2
1
e 3.3.10
n r2
Donde:
r - Radio de la partícula.
116
Para que una partícula pueda chocar con otra es necesario que se acerquen a una distancia tal que
haga posible la colisión, para ello es necesario definir el área posible de choque, la que se muestra
en la Fig. 3.3.1, y que como se aprecia depende de los radios de las partículas. La sección posible
de choque definida en la Fig. 3.3.1 está dada por:
1
P 4 r2 n q n 3.3.11
Donde:
q - Area posible de choque.
Como se puede aprecia por las expresiones anteriores, a medida que aumenta la densidad del gas
debido a aumentos en la presión, la distancia media libre entre choque y choque disminuye y la
sección posible de choque aumenta, factores estos que tienen una importancia muy grande en la
tensión de ruptura de los gases como se verá posteriormente.
r2
r1
La conducción en los gases puede ser clasificada en tres tipos de acuerdo a la magnitud de la
corriente que circule:
1. Descarga de Townsend o descarga oscura, en la cual la magnitud de la corriente, para
condiciones normales, no sobrepasa los 10-6 A.
2. Descarga luminosa, en la cual la magnitud de la corriente varía de 10-6 a 10-1 A
aproximadamente.
3. Descarga por arco, en la cual la magnitud de la corriente es superior a los 10-1 A.
117
La descarga de Townsend se caracteriza por una corriente muy pequeña y por tanto es invisible
debido a que la densidad de átomos excitados, capaces de emitir luz, es muy pequeña. No es una
descarga autosostenida, por lo que requiere de una fuente externa de energía aparte del campo
eléctrico, para la producción de los electrones requeridos para iniciar la conducción.
Para bajas presiones la descarga más probable es la luminosa, pero a presiones cercanas a la
atmosférica la más probable es la descarga tipo arco, si las condiciones del circuito lo permiten,
es decir, si su impedancia es baja. En este último caso la luminosidad del gas es muy intensa y de
gran turbulencia. En la descarga luminosa la fuente principal de suministro de electrones es la
emisión secundaria, mientras que en la descarga por arco la fuente principal es la emisión
termoiónica desde el cátodo.
La característica de un gas sometido a los efectos de un campo eléctrico se puede analizar sobre
la base de la Fig. 3.3.2. El circuito, como se puede apreciar, consta de una fuente de tensión
regulable y un juego de electrodos inmersos en un gas cualquiera. La característica del material
de uno de los electrodos, el cátodo, es tal que cuando se irradia con luz ultravioleta emite
electrones, dependiendo la magnitud de la emisión de la intensidad de la luz.Si en el sistema
descrito se mantiene un nivel de irradiación fijo y se varía la tensión se puede obtener la
característica de variación de la corriente de conducción a través del gas que se muestra en la
misma Fig. 3.3.2.
118
Superpuesto al fenómeno antes descrito está el de la recombinación, que mantiene un equilibrio
tal que el número de portadores de carga libre en los gases bajo condiciones naturales es muy
pequeño; de ahí las características dieléctricas de todos los gases.
La pequeña cantidad de iones positivos, de iones negativos y de electrones que hay en el gas se
hallan, lo mismo que sus moléculas neutras, en movimiento térmico caótico y al aplicárseles un
campo eléctrico débil reciben cierta velocidad adicional y comienzan a desplazarse en el sentido
preferencial que les impone el campo eléctrico, dando lugar así a una corriente, cuya
característica es la que tiene la primera parte de la curva de variación de la corriente con la
tensión; zona I de la Fig. 3.3.3.
Como se puede apreciar, la corriente en el gas inicialmente aumenta con la tensión aplicada hasta
alcanzar un valor constante (I0), al que se le denomina corriente de saturación. Si se sigue
aumentando la tensión se llega a un valor en el cual la corriente comienza a aumentar
exponencialmente hasta que se llega a la ruptura.
Si se aumenta el nivel de irradiación la característica seguirá la misma forma pero en este caso el
valor de la corriente de saturación será mayor tal como se muestra en la curva de líneas
discontinuas en la Fig. 3.3.2.
En todos los gases, como por ejemplo en el aire, hay una cantidad determinada de partículas
cargadas, iones y electrones, debido a la acción de algunos factores externos tales como: los rayos
ultravioletas, los rayos cósmicos, las radiaciones radioactivas y a la acción térmica.. Debido a
estos factores algunas moléculas reciben la energía necesaria para ionizarse apareciendo así un
electrón y un ion positivo; muchos de los electrones son atrapados por los gases electronegativos
y se forman así iones negativos.
Io
I II III IV
Uo U1 U2 U3 U
Fig.3.3.3.- Característica general de corriente contra tensión
para un aislante gaseoso.
119
En la zona I la corriente es proporcional a la tensión, cumpliéndose la ley de Ohm, en general
puede plantearse, despreciando la pequeña parte de la corriente que corresponde a los fenómenos
de polarización que son muy pequeños en los gases, que:
I n 0 q v v 3.3.12
Donde:
n0 - Número de portadores de carga.
q - Carga de un electrón.
v+ - Velocidad resultante de los portadores de carga positivos debido a la acción del
campo eléctrico.
v-- Velocidad resultante de los portadores de carga negativos (fundamentalmente de
los electrones) debido a la acción del campo eléctrico.
A medida que aumenta la tensión aplicada los portadores de carga se dirigen rápidamente a los
electrodos sin tener tiempo de recombinarse y a una tensión determinada, todos los portadores de
carga que se crean en el gas, que es una cantidad prácticamente constante, se neutralizan en los
electrodos. Es evidente que si se sigue aumentando la tensión ya no crecerá más la corriente,
alcanzándose así la corriente de saturación que es la que determina la zona II de la característica
de la Fig. 3.3.3. El valor real de la corriente de saturación en el aire es muy pequeño, del orden
10-15 A/m2, por lo que el aire puede considerarse como un dieléctrico muy bueno en la zona I y en
la zona II, que son las zonas de trabajo de los gases cuando se usan como dieléctrico.
Ahora bien en la zona II, a medida que se va aumentando la tensión, tiene lugar una acumulación
de energía cinética debido a la acción del campo eléctrico que acelera los portadores de carga y
en especial a los electrones. Esta energía es proporcional a la intensidad del campo eléctrico y al
recorrido medio libre de los electrones y está dada por:
EK E q m 3.3.13
Donde:
EK- Energía cinética de los electrones.
E - Intensidad del campo eléctrico.
q - Carga del electrón.
m- Distancia media libre del recorrido de los electrones.
De continuar aumentándose la tensión aparecen los procesos de emisión secundaria, límite de las
zonas III y IV de la Fig. 3.3.3, que provocarán un incremento aún mayor en la corriente,
pudiéndose alcanzar la ruptura para aumentos posteriores de la tensión aplicada. Estos fenómenos
de emisión secundaria se cuantifican sobre la base del segundo coeficiente de ionización de
Townsend.
120
3.3.4.- PRIMER COEFICIENTE DE IONIZACION DE TOWNSEND.
Para que un electrón que viaja a través de un gas pueda ionizarlo al chocar con las moléculas del
mismo es necesario que su energía cinética sea superior a la energía de ionización del gas, es
decir, se tiene que cumplir que:
E q q Ui 3..3.14
Donde:
Ui - Tensión de ionización del gas.
Como se puede apreciar para que un electrón pueda alcanzar la energía necesaria para ionizar el
gas tiene, para un campo de valor determinado, que recorrer entre choque y choque una distancia
mínima tal que:
Ui
min i 3.3.15
E
U
n n 0 exp i n 0 exp i 3.3.16
m m E
La efectividad del proceso de ionización debido a choques entre los electrones en movimiento y
las moléculas o átomos del gas depende de la energía del electrón, de las características propias
del gas y además de otra serie de factores tales como la reducción del área probable de choque
con la energía del gas y de los electrones, la polarización etc. Lo antes expuesto indica que para
cada gas existe un nivel de energía de los electrones para el cual la propiedad de ionización es
máxima.
Teniendo en cuenta todos los factores antes mencionados es que se define el primer coeficiente
de ionización de Townsend (). Este coeficiente define para cada gas el número de electrones
producidos por un electrón cuando recorre una distancia de un centímetro en la dirección
preferencial que le impone el campo eléctrico en el interior del gas. Como la energía que puede
alcanzar un electrón moviéndose en el interior de un gas debido al efecto del campo eléctrico
depende de la intensidad de éste y de la presión del gas, está claro que el primer coeficiente de
ionización de Townsend dependerá de estos factores, y está dado por la siguiente relación:
E
f1 3.3.17
P P
121
puede apreciar en esta expresión tiene una dependencia doble de la presión ya que cuando
aumenta la presión aumenta el número de choques y con ello la probabilidad de la ionización por
un lado, pero por el otro al aumentar la presión disminuye la distancia media libre que es capaz
de recorrer un electrón entre choque y choque, con lo que la energía que puede alcanzar en un
campo de intensidad dada disminuye, disminuyendo con ello la probabilidad de ionización. Por lo
antes expuesto queda claro que aumentará o disminuirá con la presión en dependencia de cual
de los dos factores antes señalados es el que predomine.
Normalmente para bajas presiones al aumentar la presión aumenta , pues predomina el efecto
que tiene sobre la ionización el incremento en el número de choques ya que se cumple que
m i . Al continuar aumentando la presión se llega a la condición de que m i , y a partir
de que se cumpla esta condición, posteriores aumentos en la presión hacen que comience a
disminuir. A partir de aquí la ionización sólo se logrará a expensas de un incremento en el campo
eléctrico a fin de aumentar la energía cinética de los electrones y que con ello se cumpla la
relación establecida por la ecuación 3.3.14.
dn n dx 3.3.18
O lo que es lo mismo:
dn dn
n
dx
n
dx 3.3.19
ln n x c 3.3.20
ln n 0 c
ln n x ln n 0 3.3.21
n n 0 e x 3.3.22
Como se ve el número de electrones en el gas crece de forma exponencial de ahí la forma que
toma la característica corriente contra tensión de la Fig. 3.3.3.
122
I I 0 e d 3.3.23
Donde:
I0 - Corriente saliendo del cátodo.
d - Separación total entre los electrodos.
Hasta ahora se ha analizado el incremento en la corriente debido al efecto de los choques entre
los electrones y las moléculas del gas, sin embargo este proceso de primordial importancia no es
capaz por sí solo de provocar el paso de una descarga no autosostenida a una descarga
autosostenida, pues para ello se requiere de un aumento en el número de electrones emitidos por
el cátodo. El aumento en el número de electrones emitidos en el cátodo es también una
consecuencia de la ionización por choques ya que los iones generados por ella son acelerados por
el campo eléctrico y, para una magnitud dada de éste, al arribar al cátodo tienen la energía
suficiente para arrancarle electrones. Estos nuevos electrones son a su vez acelerados por el
campo eléctrico repitiéndose de nuevo el proceso de choques anteriormente descrito, pero la
corriente en la descarga aumenta como consecuencia directa de la generación extra de electrones
en el cátodo.
El número de electrones producidos en el interior del gas debido al fenómeno antes descrito se
tiene en cuenta mediante el coeficiente de emisión secundaria i.
Además ocurre que muchas de las moléculas que han sufrido choques no han aportado electrones
a la descarga, sin embargo, se han excitado. Al retornar estas moléculas al estado de equilibrio
térmico que les corresponde por las condiciones en que se encuentra el gas emiten fotones los que
al incidir sobre el cátodo, por el fenómeno de fotoemisión, desprenden electrones del mismo lo
que contribuye al aumento de la corriente en el gas. Además, muchos de estos fotones chocan con
moléculas del gas inonizándolas por el fenómeno conocido como fotoionización. El efecto de los
fotones se tiene en cuenta mediante el coeficiente de emisión secundaria p.
En adición a los dos tipos de emisión secundaria antes señalados se presenta también el debido a
las moléculas metaestables. Hay moléculas excitadas por choques con los electrones que han
recibido una cantidad de energía tal que no les permitió ionizarse, sin embargo, sí han adquirido
energía suficiente para cuando choquen con otra molécula le entreguen la energía en exceso que
tienen y estás se ionicen, o cuando choquen con el cátodo desprendan electrones a éste. Este tipo
de emisión secundaria se tiene en cuenta por el coeficiente de emisión secundaria m.
El efecto total de los fenómenos de emisión secundaria antes descrito se tiene en cuenta por en
segundo coeficiente de emisión secundaria de Townsend que está dado por la suma de los antes
mencionados.
E
f2 3.3.24
P
123
Debido a los efectos de estos tipos de ionización la corriente en el gas puede crecer y pasar de
una descarga no autosostenida a una autosostenida. El análisis matemático que conduce a la
determinación del incremento en la corriente en la descarga es el siguiente:
Sea:
n1 - Número total de electrones emitidos por el cátodo.
n0 - Número de electrones emitidos por el cátodo debido a una fuente de energía
externa
n2- Número de electrones emitidos por el cátodo debido a la misión secundaria.
Por tanto:
n1 n 0 n 2 3.3.25
Para las condiciones analizadas el número total de electrones e iones formados en una capa dx
del gas está dada por:
n x dx 3.3.26
El número de iones que al chocar con el cátodo serán capaces de desprender electrones vendrá
dado por:
n x dx 3.3.27
Como se vio anteriormente (ecuación 3.3.22) el número n(x) de electrones producidos por
choques en el gas debido a los electrones emitidos por el cátodo por a la irradiación está dado
por:
n x n 0 e x 3.3.28
El número n(x) de electrones producidos por choques en el gas debido a todos los electrones
emitidos por el cátodo está dado por:
n x n 1 e x 3.3.29
Sustituyendo 3.3.29 en la expresión 3.3.27 se tiene el número total de partículas que son capaces
de desprender electrones al cátodo:
n 1 e x dx 3.3.30
Por lo tanto, el número de electrones emitidos por el cátodo debido a la emisión secundaria será:
n 2 n 1 e x dx
0
3.3.31
124
Integrando se tiene que:
n 2 n 1 e d 1 3.3.32
n 1 n 0 n 2 n 0 n 1 e d 1 3.3.33
Despejando n1:
n0
n1 3.3.34
1 e d 1
El número total de electrones que llega al ánodo se obtiene sustituyendo la expresión del número
total de electrones emitidos por el cátodo (expresión 3.3.34) en la expresión del número total de
electrones producidos en el gas (expresión 3.3.29):
n 0 e d
n 3.3.35
1 e d 1
La expresión anterior en función de las corrientes queda como:
I0 e d
I 3.3.36
1 e d 1
El paso de una descargas no autosostenida a una descarga autosostenida implica que I , para
esto es necesario que en la expresión 3.3.36 se cumpla que:
e d 1 1 3.3.37
Como se planteó anteriormente, la condición necesaria para que tenga lugar la ruptura en un
campo eléctrico uniforme está dada, según la ecuación 3.3.37, por:
e d 1 1 3.3.38
E
f1 3.3.39
P P
125
y que:
E
f2 3.3.40
P
U
E 3.3.41
d
U U
f2 exp p d f1 1 3.3.42
Pd Pd
U f Pd 3.3.43
Pdmin Pd
Como se puede ver, inicialmente la tensión de ruptura disminuye con el producto Pd hasta
alcanzar un valor mínimo a partir del cual comienza a aumentar. La causa de esto es que para
valores de Pd Pd min el gas está muy enrarecido y se cumple que la separación entre sus
partículas es tan grande que m i , por lo que si se aumenta la presión esta condición se
126
seguirá cumpliendo pero aumentará el número de choques y con ello la ionización, por lo que la
ruptura se presentara para una tensión inferior.
Si se continúa disminuyendo la presión se llegará al punto señalado como Pd min a partir del cual
ya m i , por lo que los electrones no podrán alcanzar la energía suficiente para ionizar el gas.
Bajo estas condiciones, para que los electrones alcancen la energía necesaria para ionizar el gas
hay que entregarles más energía, y para ello es necesario intensificar el campo eléctrico aplicado,
lo que se logra aumentando la tensión. Esta es la razón por la cual aumenta la tensión de ruptura.
Esta ley que se plantea como general para campos eléctricos uniformes tiene su mayor exactitud
para separaciones pequeñas entre los electrodos y para bajas presiones. Para presiones
relativamente altas esta ley falla, principalmente a causa del efecto que introducen los electrodos.
Por ejemplo, para el nitrógeno falla a partir de una presión de 10 atmósferas y para el aire a partir
de las 200 atmósferas.
Los valores de tensión de ruptura mínima para algunos gases se muestran en la Tabla 3.3.1.
Umin Pd
Gas
(V) (Hg x cm)
Aire 327 0.567
A 137 0.900
H2 273 1,150
He 156 4,000
CO2 420 0.510
N2 251 0,670
O2 450 0,700
Para presión atmosférica y temperatura ambiente normal y para electrodos de campo uniforme
separados 10 mm la rigidez dieléctrica del aire es del orden de 3 kV/mm y la del SF6 es de
9 kV/mm.
En los campos eléctricos uniformes se presentan dos mecanismos de ruptura bien diferenciados:
la ruptura por avalanchas sucesivas y la ruptura por efluvios (“streamer” ). Cada uno de ellos se
desarrolla en función de características propias del gas y de las condiciones de presión,
temperatura, etc.
Ruptura por avalanchas sucesivas.- Normalmente, en todo sistema que use como aislamiento gas
circulará una pequeña corriente debido a la ionización natural; ahora bien, si se incrementa
bruscamente la tensión, los electrones libres que hay en el gas son acelerados pudiendo llegar a
producir, en dependencia de la magnitud de la tensión y de las condiciones de presión en que se
encuentre el gas, ionización por choques. Esta ionización genera una avalancha de electrones lo
que dará lugar a un incremento, en forma de pulsos, de la corriente que circula por el gas tal
como se muestra en la Fig. 3.3.5.
127
Como se puede apreciar del gráfico de la Fig. 3.3.5 los electrones, por tener una mayor movilidad
que los iones, arribarán al ánodo rápidamente dando lugar al primer pulso de corriente y los
iones, por ser más lentos, demorarán mucho más tiempo en llegar al cátodo dando lugar al
segundo pulso de corriente.
Si las condiciones imperantes en el sistema en su conjunto son tales que se presenta el fenómeno
de emisión secundaria las avalanchas se repetirán pudiendo llegar a presentarse la ruptura en el
gas.
Para el caso teórico de que toda la emisión secundaria en el cátodo se produzca por bombardeo de
iones la secuencia del fenómeno es la mostrada en la Fig. 3.3.6, en la que se puede apreciar que
se producen una serie de avalanchas sucesiva. La generación de estas avalanchas puede ser en
forma tal que vayan aumentando su amplitud, en cuyo caso las avalanchas sucesivas conducirán a
la ruptura del gas; cumpliéndose en este caso la condición de que e d 1 1 y la descarga
pasará a ser autosostenida.
Si todas las avalanchas fueran iguales se estaría en la condición límite cumpliéndose que
e d 1 1 . Si las avalanchas sucesivas van disminuyendo en amplitud se cumple la condición
de que e d
1 1 y no se llegará a la ruptura.
Para el caso, también teórico, de que toda la emisión secundaría se produzca por fotoionización
se producirán una serie de pulsos de corriente debido a los electrones, antes de que la carga
espacial positiva de iones pueda llegar al cátodo, Fig. 3.3.7. Esta generación de avalanchas
sucesivas y muy rápidas hace que aumente considerablemente la carga espacial positiva que se
mueve más lentamente, lo que favorece las condiciones de ruptura. En realidad no todo el efecto
de fotoemisión es simultáneo y las tres características posibles a obtener dependen de si se
cumple o no la condición de ruptura, tal como se muestra en la Fig. 3.3.8.
I(-) I(+)
128
I
I(-) I(+)
t
Fig.3.3.6.- Avalanchas sucesivas provocadas por la emisión de
electrones por el cátodo debido al bombardeo de iones.
En el caso (a) señalado en la Fig. 3.3.8 las avalanchas aunque se repiten en cada caso las mismas
disminuyen hasta cesar. Para el caso (b) el efecto de la fotoionización es tal que llega un
momento en que se alcanza un nivel constante, dando lugar por tanto a una corriente constante.
Para el caso (c) cada avalancha amplifica a la siguiente pues el efecto de la fotoemisión aumenta,
lo que hace que la corriente crezca indefinidamente dando lugar a la ruptura.
En la Fig. 3.3.7 y en la Fig. 3.3.8, para todos los casos, se ha analizado la corriente electrónica
pues, por ejemplo, en el caso de la fotoionización se pueden producir varias avalanchas de
electrones antes de que el centro de la nube iónica arribe al cátodo; el efecto de la nube será
incrementar la variación de la corriente total con el tiempo cuando el centro de la nube (tiempo Tt
en la Fig. 3.3.9) arribe al cátodo. Para el caso (a) a partir de Tt la corriente total comenzará a
129
disminuir, para el (b)se estabilizará y para el (c) continuará aumentando hasta el valor que
determine la impedancia del circuito externo.
El tiempo Tt menor es el que corresponde a la condición de ruptura, pues es para ese caso en que
la intensidad del campo eléctrico es mayor y, por tanto, más rápidamente se moverá la nube
iónica, que es quien en última instancia determina o no la condición de ruptura.
En general se puede plantear que a partir del instante de tiempo en que entre los electrodos se
alcanza una tensión igual o superior a la tensión de ruptura, para que ésta se desarrolle ha de
transcurrir un tiempo determinado. Este tiempo se divide en dos partes: la primera denominada
tiempo estadístico de demora y la segunda tiempo formativo de demora.
El tiempo estadístico de demora depende del número de electrones primarios producidos por
segundo por las radiaciones naturales o por la irradiación artificial del cátodo o del gas y
depende, además, del tamaño del espacio entre los electrodos y de la magnitud de las radiaciones
responsables de su producción. Para irradiaciones débiles, o como es lo más común, en la
ausencia de ellas el tiempo estadístico de demora puede ser considerablemente alto. Si la tensión
aplicada es muy cercana a la crítica este tiempo puede incrementarse aún más, ya que pueden
presentarse un número relativamente alto de avalanchas no exitosas; esta es la razón por la cual
este tiempo disminuye en la medida en que la tensión aplicada sea mayor que la tensión crítica.
El tiempo formativo de demora depende esencialmente del tiempo que demora un ion en recorrer
la distancia entre el cátodo y el ánodo, ya que la avalancha producida por el electrón primario es
muy rápida debido a la alta movilidad de los electrones, pero los electrones necesarios para
provocar la ruptura deben ser producidos por el cátodo debido a la emisión secundaria y para ello
es necesario que los iones arriben al cátodo.
En algunos dispositivos, como por ejemplo en las esferas de medición, se puede disminuir el
tiempo estadístico de demora situando en uno de los electrodos una cápsula radioactiva que
mantenga una irradiación alta entre los electrodos, ya que la probabilidad de que cuando se
alcance la tensión crítica de ruptura haya electrones disponibles para iniciar la descarga aumenta
considerablemente.
130
I
131
I
IT
e d 1 1
e d 1 1
e d 1 1
Tt t
Ruptura por efluvios.- El mecanismo de ruptura antes expuesto se planteó como el único
responsable de este fenómeno, sin embargo, con el desarrollo de mejores equipos de detección y
de medición se determinó el desarrollo de rupturas con tiempos formativos de demora tan
pequeños que eran incompatibles con el proceso de ruptura descrito anteriormente, que como se
sabe se basa en la amplificación de avalanchas sucesivas. Este fenómeno se presenta para valores
de Pd superiores al valor de Pdmin planteado en la ley de Paschen y para presiones cercanas a la
132
presión atmosférica, aumentando la probabilidad de su ocurrencia a medida que se aumenta la
presión a partir del valor señalado.
Este otro tipo de mecanismo de ruptura recibió el nombre de descarga por efluvios (“streamer”) y
se basa en el desarrollo de la descarga directamente a partir de la primera avalancha. Para ello es
necesario que la carga espacial creada por la avalancha transforme a la misma en un paso de alta
conductividad a través del cual se desarrolla la ruptura. Para ello es necesario que además del
proceso de ionización por choques se desarrolle un fuerte proceso de fotoionización y que debido
a la carga espacial de la misma se produzca un gran incremento del campo eléctrico entre la nube
electrónica negativa y el ánodo.
Se puede asumir que la nube de electrones en la cabeza de la avalancha tiene una forma
aproximadamente esférica, estando el radio de dicha esfera determinado por la difusión de los
electrones. A medida que los electrones avanzan van dejando tras de sí una nube de iones
positivos, los que se mueven muy lentamente comparados con los electrones.
El campo eléctrico entre la cabeza de la avalancha formada por la nube de electrones y el ánodo
se incrementa, mientras que detrás de ella, entre la nube de electrones y de iones, el campo es
opuesto al campo aplicado, por lo que el campo resultante será menor. El campo aplicado entre el
cátodo y la nube de iones positivos se incrementará debido al efecto de ésta última, tal como se
muestra en la Fig. 3.3.10.
La distorsión que se presenta en el campo eléctrico comienza a tener un efecto apreciable cuando
el número de electrones en la avalancha es del orden de 106, ya para un número de electrones en
la avalancha del orden de los 108 el campo eléctrico debido a la carga espacial es comparable con
el campo eléctrico externo, por lo que es posible el desarrollo de la descarga por efluvios.
Anodo
-- - - -
+ +
E1 -- +- +
- +
-
+
+
- +
- - + + +
-- -- - - - - + +
- +- - +- - +
-
- - - -- + + + +
EC E2 - - - - -
++ + + - + + + +
+
+ + +
- - -+ -+
+ + +
+ - - - -
+ + +
+ E3 +
+ - - +-
+ +
+- - -
(a) Cátodo (b) (c)
133
Los electrones se mueven tan rápido comparados con los iones, que cuando la avalancha
electrónica ha alcanzado el ánodo los iones están aún virtualmente en su posición original. Los
iones forman una carga espacial concentrada en las cercanías del ánodo y van disminuyendo
hacia el cátodo, a donde se dirigen tal como se muestra el la Fig. 3.3.10 (a).
Bajo estas condiciones las moléculas excitadas por choques que no alcanzaron la energía
necesaria para ionizarlas, al retornar a su estado de equilibrio, emiten fotones, los que al chocar
con las moléculas del gas dan lugar a avalanchas secundarias dirigidas hacia la avalancha
principal que incrementan la nube iónica, provocando en ella un rápido crecimiento hacia el
cátodo, por lo que a este tipo de descarga se le denomina descarga directa al cátodo. Se puede
considerar que la ruptura ocurre cuando el crecimiento de la nube iónica alcanza al cátodo
produciendo una gran cantidad de electrones por emisión secundaria.
El paso de una avalancha de electrones a una descarga por efluvios se considera que puede
ocurrir cuando el campo eléctrico radial producido en la cabeza de la avalancha (Er) por los iones
positivos es del mismo orden que el campo eléctrico externo aplicado (E), es decir que:
Er k E 3.3.44
Donde:
K1
exp( x )
E r 5,27 x 10 7 1
V cm 3.3.45
x p 2
Donde:
x - Distancia que a avanzado la avalancha.
p - Presión en mmHg.
- Primer coeficiente de ionización de Townsend.
El tiempo de desarrollo de una descarga por efluvios depende de la separación entre los
electrodos y de la intensidad del campo aplicado, cuanto menor sea la distancia y mayor el campo
eléctrico aplicado más rápidamente se desarrolla la descarga. Si el tiempo en que actúa el campo
eléctrico externo es muy pequeño la tensión a la que se presenta la descarga aumenta, por lo que
para tensiones de impulso la tensión disruptiva en los gases aumenta.
En los campos eléctricos no uniformes, los más comunes, se puede alcanzar en una región dada la
intensidad de campo necesaria para que se inicie el fenómeno de la ionización por choques. Un
ejemplo típico de este tipo de campo eléctrico es el que se presenta entre dos electrodos
cilíndricos , caso en el que el campo eléctrico entre ellos depende del radio de los mismos y está
dado por:
U
Ex 3.3.46
R
x ln
r
134
Donde:
Ex - Intensidad del campo eléctrico a una distancia x del centro.
U- Tensión aplicada entre los electrodos.
R- Radio del cilindro exterior.
r- Radio del cilindro interior.
La ionización creada alrededor del cilindro central forma un aro luminoso, con manifestaciones
audibles, al que debe su nombre más común: efecto corona.
El sistema de electrodos más usados para el estudio de este fenómeno consiste en un plano y una
barra cilíndrica de diámetro muy pequeño comparado con el diámetro del electrodo plano y
terminada en punta. En esta configuración punta-plano cuando el potencial negativo corresponde
a la punta al fenómeno que se presenta se le denomina cátodo corona y en el caso contrario ánodo
corona.
Cátodo corona.- Si al sistema de electrodos mostrado en la Fig. 3.3.11 se le aplica tensión, y ésta
comienza a aumentarse lentamente, se alcanzará una corriente del orden de los 10-14 A. que es la
corriente de saturación debido a las cargas libres en el gas producto de los fenómenos de
ionización natural. De continuarse incrementando la tensión, para un valor dado de ésta, se
presenta un rápido incremento en la corriente. Este incremento en la corriente se produce en
forma de pulsos repetitivos denominados pulsos Trichel.
+
- -
+
Emax.
135
Si se continúa aumentando la tensión los pulsos Trichel se mantienen de la misma magnitud pero
incrementan su frecuencia, con lo que aumenta aún más la corriente, hasta que se alcanza una
tensión tal que la descarga pasa a ser autosostenida, prácticamente fija y que se conoce como
descarga incandescente (descarga tipo “glow”). Si se continúa aumentando la tensión se produce
la ruptura. En la Fig. 3.3.12 se muestra la forma de los pulsos Trichel y su variación con la
tensión así como el aumento de la corriente con ésta.
La aparición de los pulsos Trichel está determinada por el siguiente mecanismo: cuando un ion se
aproxima al cátodo llegará a una región en que la intensidad del campo tiene un valor tal que ya
es suficiente para acelerarlo y darle la energía cinética requerida para que cuando bombardee al
cátodo le arranque electrones. Los electrones así emitidos son acelerados por el campo eléctrico
produciendo ionización por choques e iniciándose el desarrollo de una avalancha. Esta ionización
produce una alta concentración de iones positivos en la vecindad del cátodo. En tanto, los
electrones avanzan por el espacio entre los dos electrodos hacia regiones de cada vez menos
intensidad de campo eléctrico perdiendo energía cinética y, por lo tanto, capacidad de ionización
Los electrones, bajo estas condiciones, al chocar con moléculas de gases electronegativos, en
especial con el oxigeno, el anhídrido carbónico y el vapor de agua, se unen a ellas dando lugar a
iones negativos, que se moverán aún más despacio que los electrones, formándose una nube
iónica negativa. Debido a la formación de las nubes iónicas se produce una distorsión en el
campo eléctrico, pues entre la nube iónica positiva y el cátodo el campo se intensifica, entre la
nube iónica positiva y la negativa se debilita y entre la nube iónica negativa y el ánodo se
intensifica.
I1
U1 y f1 U
I2
U2>U1 y f2>f1 U
I3
U3>U2 y f3>f2 U
136
I
I3
I2
I1
U1 U2 U3 U
A medida que la nube iónica positiva se acerca al cátodo el campo se va intensificando, pero se
va reduciendo la región de alta intensidad de campo, por lo que los iones que se forman quedan
en una región de campo eléctrico menos intenso entre la nube iónica positiva y la negativa. La
energía que pueden adquirir para bombardear el cátodo se va reduciendo, cesando este tipo de
descarga. Por otro lado los iones negativos al arribar al ánodo y neutralizarse restablecen las
condiciones iniciales y el sistema queda así listo para el desarrollo del próximo pulso Trichel.
Si se aumenta la tensión aplicada tanto los iones positivos como los negativos llegarán a sus
respectivos electrodos cada vez más rápido, por lo que las condiciones iniciales se restablecen en
menos tiempo, siendo esta la razón del aumento de la frecuencia de los pulsos Trichel con la
tensión. Para una frecuencia de 106 pulsos por segundo ya se establece la descarga continúa y
para posteriores aumentos de la tensión se llega a la ruptura.
Anodo corona.- En este caso el electrodo en punta es positivo, Fig. 3.3.13. Si la distancia y la
presión entre los electrodos se mantiene constante y la tensión se incrementa se obtiene la
característica que se muestra en la Fig. 3.3.14. Al comenzar a aumentar la tensión la corriente va
aumentando hasta alcanzar el valor de la corriente de saturación, región I, pero a medida que se
va aumentando la tensión los electrones que llagan a la región de alta intensidad de campo cerca
del ánodo lo hacen con más energía, llegando en la región II a alcanzar la energía necesaria para
ionizar el gas, con lo que comienza aumentar la corriente. En la región III ya la intensidad del
campo eléctrico ha alcanzado tal magnitud que se producen avalanchas de electrones que son
capaces de alcanzar la energía necesaria para ionizar el gas, con lo que la corriente aumenta
rápidamente.
Las avalanchas de electrones en la región IV se deben al desarrollo de efluvios, los que avanzan
hacia las zonas de menor intensidad de campo y van extinguiéndose, sin embargo, el desarrollo
de estos efluvios da lugar a la aparición de una gran cantidad de cargas positivas y negativas en
las cercanías del ánodo. Los electrones son acelerados hacia el ánodo en tanto que los iones
positivos se alejan de él, pero antes de que los electrones alcancen el ánodo muchos de ellos son
137
atrapados por las moléculas electronegativas del gas formándose una nube iónica negativa que
incrementa el campo entre ella y el ánodo, pero que debilita el campo entre ella y la nube de
iones positivos dejada tras sí por la avalancha de electrones. El campo eléctrico entre la nube
iónica positiva y el cátodo se intensifican, sin embargo, muchos de los iones positivos han
quedado en la región de menor intensidad de campo por lo que su desplazamiento es mucho más
lento.
En las cercanías del ánodo la región de alta intensidad de campo se va acortando y debido a ello
los efluvios que se pueden desarrollar van siendo más cortos hasta que desaparecen las
condiciones necesarias para su desarrollo, no volviéndose a desarrollar este fenómeno hasta que
no se restablezcan por completo las condiciones iniciales.
La frecuencia de estos pulsos varía estando sus valores máximos entre los 3000 y 4000 pulsos por
segundo. Si se continúa aumentando la tensión los efluvios que se desarrollan son más largos y
vigorosos, aumentando la duración de los pulsos de corriente, región IV, hasta que la descarga
pasa a ser autosostenida del tipo incandescente, dando lugar con ello a un incremento sostenido
en la corriente al incrementar la tensión.
Para tensiones superiores aparecen de nuevo efluvios, pero en esta ocasión mucho más largos y
vigorosos, que se superponen a la descarga luminosa y a partir de su aparición cualquier
incremento en la tensión conduce a la ruptura.
La ruptura del gas en este caso se presenta a una tensión menor que en el caso del electrodo en
punta negativo, lo que es motivado por el hecho de que al desaparecer la nube iónica negativa la
positiva está aún está muy cerca del ánodo, sirviendo prácticamente como una prolongación de
éste.
-
-+
+ Emax.
-
138
I
I II III IV
U
Fig.3.3.14.- Característica general de corriente contra tensión
para ánodo corona.
Al analizar el efecto corona en campos eléctricos alternos aparece un nuevo parámetro que es la
frecuencia de dicho campo, al tiempo que los fenómenos antes analizados para campos de
corriente directa se mantienen.
Debido a que el movimiento de carga que tiene lugar durante el desarrollo del fenómeno del
efecto corona, tanto del ánodo corona como de cátodo corona, se completan en tiempos del orden
10 -6- 10-8 segundos, en un campo de corriente alterna de frecuencia de potencia, una vez
alcanzada la tensión necesaria para el inicio del fenómeno, el mismo tiene tiempo más que
suficiente para su desarrollo. Ahora bien, la carga espacial que se desarrolla durante un semiciclo,
por el proceso normal de recombinación necesita un tiempo mucho mayor para desaparecer que
el que requirió para su formación, por lo que el único método posible para que desaparezca
totalmente antes de que finalice cada ciclo es que ella tenga tiempo suficiente para llegar al
electrodo opuesto para allí neutralizarse, lo que dependerá de la distancia entre los electrodos y
de la movilidad de los iones.
E E c cos t 3.3.47
Si la relación entre la velocidad de movimiento de los iones positivos en la dirección que les
impone el campo y su intensidad está dada por:
V
K 3.3.48
E
139
La ecuación 3.3.48 se puede escribir como:
dx
K 3.3.49
E dt
Por tanto:
dx K E dt 3.3.50
dx K E c cos t dt 3.3.51
Considerando que el valor máximo del campo eléctrico Ec es tal que para él es que aparece el
efecto corona, si se evalúa la expresión 3.3.51 entre T 0 y T 2 se tiene la máxima
distancia que la nube iónica puede recorrer antes de que la polaridad del campo eléctrico aplicado
cambie.
2
d max
K
0
E c cos t dt 3.3.52
K Ec
d max 3.3.53
2f
La distancia máxima para el caso del aire es de 1.2 metros.
Si la distancia entre los electrodos es superior a dmax la nube iónica no podrá ser totalmente
neutralizada en los electrodos, por lo que al invertirse la polaridad aún existirá parte de ella la que
invertirá su sentido de movimiento. El efecto de esta nube iónica será el de alterar la distribución
del campo eléctrico entre los electrodos.
Para distancias muy grandes no sólo los iones no pueden alcanzar los electrodos, sino que lo
mismo ocurre a los electrones, y si el campo es suficientemente alto, sus choques con las
moléculas del gas pueden dar lugar a un intenso fenómeno de ionización que puede provocar la
ruptura sin que tengan participación los electrodos a los efectos de la ionización secundaria. Este
fenómeno sólo es de importancia para campos de alta frecuencia donde dmax es pequeña ya que la
misma es inversamente proporcional a la frecuencia.
Para d d max el fenómeno que se desarrolla en cada semiciclo es exactamente igual al que tiene
lugar en corriente directa para la polaridad de que se trate.
Un ejemplo típico del efecto corona en el que d d max es el que se presenta en las líneas de
transmisión de alta tensión, donde la carga espacial que se crea alrededor de un conductor afecta
la distribución espacial del campo eléctrico, por lo que la intensidad de campo para el cual
aparecen las primeras manifestaciones del efecto corona no dependerá solamente del nivel de
tensión del conductor, sino también de la distribución de la carga espacial.
140
Este fenómeno en las líneas de transmisión de alta tensión produce algunos efectos entre los que
se pueden citar: pérdidas de energía, radiaciones electromagnéticas que pueden afectar las
comunicaciones, aceleración de la corrosión de las partes metálicas, etc.
Las pérdidas de energía asociadas al efecto corona se deben al trabajo realizado por el campo
eléctrico para mover las cargas durante el desarrollo de este fenómeno. Las pérdidas por efecto
corona dependen de la intensidad del campo eléctrico, así es de esperar que a partir de que en la
superficie del conductor se alcance el campo eléctrico crítico, se produzca un aumento brusco en
la corriente que fluye de los conductores. Ahora bien, como en la realidad en los conductores
existen diferentes protuberancias debido a irregularidades en su superficie, depósitos de polvo,
gotas de agua, insectos posados en él, etc., en ellas se presenta una concentración local del campo
eléctrico que hace que éste sea superior al crítico, comenzando en ellas a producirse el efecto
corona, y con ello pérdidas de energía, antes de que se alcance el campo eléctrico crítico que le
correspondería al conductor por su diámetro.
El campo eléctrico crítico en un conductor depende de su radio, por lo que en el diseño de las
líneas aéreas de alta tensión debe tenerse en cuenta este fenómeno para no seleccionar
conductores en los cuales pueda aparecer efecto corona para su tensión nominal de trabajo. El
campo eléctrico crítico para el cual la ionización comienza en el aire seco para un conductor
cilíndrico está dado por:
0,3
E c 30 m 1 kV / cm 3.3.54
r
Donde:
r - Radio del conductor (cm).
- Densidad relativa del aire
P
3,92
T
P - Presión atmosférica (cmHg).
T - Temperatura absoluta (ºK).
m - Factor para tener en cuenta las irregularidades de los conductores:
Uno para alambres perfectamente cilíndricos.
De 0,98 a 0,93 para alambres comerciales.
De 0,87 a 0,83 para los conductores trenzados.
Para condiciones de lluvia este campo crítico se reduce en hasta un 20 % debido al efecto punta
que introducen las gotas de agua en la superficie del conductor.
Las pérdidas de energía bajo buenas condiciones ambientales son por lo general pequeñas, del
orden de unos pocos kW/km, pero para condiciones atmosféricas adversas, lluvia intensa, hielo,
etc., este valor puede ser entre 20 y 30 veces superior.
Asociado a las descargas eléctricas siempre está la formación de ozono el que es químicamente
muy activo como agente oxidante. Además, como en la zona de ionización lo común es que estén
presentes también óxidos de nitrógeno y vapor de agua, los que al reaccionar con ozono dan lugar
a ácido nítrico, también altamente corrosivo, siendo ésta una de las posibles causas de la
corrosión de los herrajes metálicos de las líneas de transmisión y en particular del agarre inferior
de los aisladores.
El efecto corona también actúa sobre el aislamiento interno ya que tiene un fuerte efecto
degradador sobre los sólidos y sobre los líquidos, pues los electrones generados por él
bombardean las moléculas del aislamiento con suficiente energía como para causar la ruptura de
los enlaces químicos, sobre todo en los materiales orgánicos donde prevalecen los enlaces
covalentes, producto de lo cual aparecen subproductos que contaminan al aislamiento. Además,
las descargas por corona producen calor que puede llegar a ser localmente intenso, provocando la
carbonización o fusión del aislamiento y con ello se puede provocar la ruptura o cuando menos
un envejecimiento acelerado del aislamiento.
Sin embargo, el efecto corona tiene usos de gran interés como es, por ejemplo, el caso de los
precipitadores electrostáticos que se usan para eliminar partículas sólidas o gotas de líquido de
corrientes de gases. En la Fig. 3.3.15 se muestra esquemáticamente el principio de
funcionamiento de un precipitador electrostático de un paso.
El efecto corona producido en los electrodos, especialmente diseñados para dar la máxima
corriente de corona para una tensión dada, produce una alta concentración de iones los que son
atrapados por las partículas de polvo que fluyen en el conducto, siendo éstas arrastradas por el
campo eléctrico hacia las paredes donde son depositadas. La probabilidad de que una partícula
sea cargada depende del tiempo que la partícula esté en la región ionizada y de la densidad de
iones en esta región. El tiempo que la partícula está en la región ionizada es una función de la
velocidad del gas y de la densidad de iones que es a su vez una función de la intensidad del
campo eléctrico aplicado a los electrodos.
Las partículas cargadas pierden su carga al tocar las paredes metálicas del conducto que están a
potencial de tierra, de donde son removidas por alguna acción mecánica. Con estos sistemas se
puede obtener una alta eficiencia del orden del 99 - 99,9 % de partículas removidas de la
142
corriente del gas. Sistemas de este tipo se usan en las plantas termoeléctricas que usan carbón
como combustible, fábricas de cemento, etc.
Otro ejemplo del uso del efecto corona son los sistemas electrostáticos de pintura y los sistemas
electrostáticos usados para depositar películas de material aislante, o conductor, sobre una
superficie dada. En estos sistemas las partículas atomizada de un diámetro de unos 10 m son
pasados por una región de alta ionización, creada por los electrodos de generación de corona,
donde son cargadas, siendo posteriormente atraídas por el campo eléctrico aplicado al objeto que
se desea recubrir.
- - - - --
- -
Flujo
de gas
Electrodos de corona
-
AT
Después que en un gas se llega al punto de ruptura se presenta la descarga autosostenida a partir
de la cual, si la impedancia del circuito externo es baja, se desarrollará un arco eléctrico, sin
embargo si la corriente en el circuito es controlada cuidadosamente mediante el empleo de
resistencias en serie y, además, se regula adecuadamente la tensión se puede obtener una
característica de tensión contra corriente como la que se muestra en la Fig. 3.3.16.
Tal como se muestra en la Fig. 3.3.17 la longitud de la descarga está compuesta por diferentes
regiones. Si en el esquema de la Fig. 3.3.17 se reduce la separación entre los electrodos la
columna de descarga positiva es quien se reduce en longitud, permaneciendo las demás regiones
sin cambiar y la tensión requerida para mantener la descarga disminuye muy poco, pues como se
aprecia en la Fig. 3.3.17 la caída de tensión en la columna de descarga positiva es pequeña. Este
proceso de reducción de la longitud de la columna de descarga positiva continuará hasta que el
ánodo llega a la zona de descarga luminosa negativa, punto a partir del cual la tensión requerida
para mantener la descarga comenzará a aumentar.
143
I H
Arco
G Zona de transición
F
E Descarga luminosa anormal
Descarga luminosa normal
D
C
Ruptura
A B
Saturación
En el cátodo los electrones requeridos para mantener la descarga son emitidos principalmente por
el bombardeo de los iones positivos. Cerca de la superficie del cátodo, antes de ganar en
velocidad, los electrones forman una carga espacial negativa, pero la carga espacial se vuelve
positiva a corta distancia del cátodo y permanece positiva a través de toda la zona catódica
oscura.
La carga neta positiva formada en la zona catódica oscura provoca un gradiente de potencial
grande, por lo que es aquí donde queda aplicada la mayor parte de la tensión a que está sometido
el tubo de descarga; esta zona se conoce como zona de caída de tensión catódica.
En el caso de que la condición previa a la descarga, para el caso de un campo uniforme, fuera de
que P d Pd min , después de la descarga la carga espacial positiva tiene como efecto principal el de
crear un ánodo efectivo una distancia dc del cátodo, con lo que ahora el producto Pd disminuye
considerablemente, llegando a tomar un valor igual o cercano al de Pdmin de la ley de Paschen
para el gas de que se trate, condición para la cual la descarga se desarrolla en la zona más
eficiente de la curva, lo que facilita la intensa ionización que se requiere para mantener la
corriente de descarga. Por esta razón es que la tensión necesaria para mantener la descarga es, en
este caso, considerablemente menor que la que se necesita para provocar la ruptura.
144
Zona cátodica
oscura Espacio Columna de Descarga
oscuro de descarga luminosa en el
Faraday positiva ánodo
Zona oscura
de Aston
- +
dc
Tensión total
Tensión
UC
0
Distancia (x)
Campo eléctrico
0
Carga espacial
+
0 -
145
La columna de descarga positiva constituye una zona altamente ionizada con carga neta cero, la
que se conoce como plasma. En ella el gradiente de tensión es pequeño, del orden de 1V/cm, y
tiende a disminuir al aumentar la corriente y a aumentar con la presión. Para cualquier condición
de descarga en esta zona el campo eléctrico alcanza la intensidad necesaria para mantener, a lo
largo de toda la columna, el grado de ionización requerido para la descarga.
En la región del ánodo y debido al efecto del mismo de atraer los electrones y repeler los iones
positivos trae como consecuencia que en una pequeña capa del gas adyacente al ánodo aumente
la densidad de cargas negativas, haciéndose la carga neta en dicha región negativa, dando lugar a
la denominada caída de tensión anódica. Este cambio en la densidad de cargas da lugar a la zona
anódica oscura, y en la zona donde prevalecen las cargas negativas, a la zona anódica luminosa
que se muestra en la Fig. 3.3.17.
Al incrementar la presión del gas se presenta una contracción en la longitud de la región catódica,
un marcado incremento en la corriente y por lo general también un incremento en el gradiente de
tensión en la columna de descarga positiva. A presión atmosférica la longitud de dc se hace tan
pequeña que es casi invisible.
Aunque es posible esta descarga luminosa a presiones de hasta varias atmósfera, para estas
presiones hay una marcada tendencia en la descarga a pasar a su condición de arco, es decir, a la
zona FH de la curva de la Fig. 3.3.16.
La densidad de corriente en la zona de arco de la curva de la Fig. 3.3.16 es mucho mayor que la
que le corresponde a la zona de descarga luminosa. En ella las diferentes zonas de la región
catódica no se pueden distinguir debido, principalmente, a que la alta densidad de corriente en la
columna de descarga positiva la hace intensamente luminosa.
La variación de potencial a lo largo de una descarga tipo arco se muestra en la Fig. 3.3.18 donde
como se puede ver existen tres caídas de tensión bien diferenciada: la que tiene lugar en la región
del cátodo, la que tiene lugar en la región del ánodo y la de la columna principal del arco.
En la descarga tipo arco la caída de tensión en el cátodo es mucho menor que en los otros tipos de
descarga y tiene lugar a lo largo de una distancia mucho menor que en la que se presenta la caída
anódica, aunque la misma es del orden de la distancia media libre, para el medio de que se trate,
que debe recorrer un electrón para alcanzar la energía necesaria para la ionización por choque. A
pesar de esto el número de iones producidos por emisión secundaria en esta región no es lo
suficiente para al bombardear el cátodo producir la altísima emisión de electrones que aporta esta
región al arco eléctrico, de lo que se instuye la existencia de otros mecanismos de emisión para
los que existen dos teorías básicas, la de la emisión termoiónica y la de la emisión por alto
campo.
El cátodo es calentado por el impacto de los iones positivos gracias a lo cual puede alcanzar una
temperatura suficientemente alta como para que se inicie la emisión termoiónica, pero para ello
los electrodos deben ser capaces de emitir una gran cantidad de electrones a temperaturas
cercanas a la de su punto de fusión, lo que sólo se logra con electrodos de materiales de alto
punto de fusión como el carbón, molibdeno y el tungsteno.
146
U
Ua
Uc
Con electrodos de más bajo punto de fusión, las densidades de corriente encontradas en el arco no
se pueden lograr con la emisión termoiónica de estos materiales ni aún a su temperatura de
fusión. En estos casos la gran emisión de electrones que tiene lugar desde la región del cátodo se
explica sobre la base de la emisión por alto campo, también presente en los materiales de alto
punto de fusión.
Como la caída de tensión en el cátodo es del orden del potencial mínimo de ionización y la
longitud a través de la cual tiene lugar esta caída es muy pequeña, del orden de la distancia media
libre que deben recorrer los electrones para alcanzar la energía de ionización, se logran altas
intensidades, del orden de los 106 V/cm y superiores, que permite una alta emisión de electrones
por efecto de alto campo. A esto hay que sumar la emisión por alto campo que se presenta en las
rugosidades microscópicas de los electrodos producto de sus imperfecciones naturales y de la
capa de óxido que los cubre, así como el aporte de los vapores metálicos que emite el cátodo.
La columna principal del arco o columna positiva es, a bajas presiones, prácticamente igual a la
de la descarga luminosa, sin embargo, a presiones a partir de los 50 mmHg difiere bastante,
principalmente debido a la altísima temperatura que alcanza el gas, del orden de los 5000 ºK y
más, por lo que en este caso la ionización principal es de origen térmico.
Como en la descarga luminosa la caída anódica sirve para ajustar el flujo de electrones y de iones
en la columna de descarga principal. En esta región los electrones son acelerados con lo que en
ella se alcanza una alta densidad de corriente.
147
La caída anódica, al igual que la catódica, está usualmente en el orden del potencial de ionización
del gas y sólo ocupa una distancia de fracciones de milímetro.
A bajas frecuencias, por debajo de los 100 Hz, la característica de una descarga tipo arco en
corriente alterna no difiere de la de corriente directa, excepto que la ruptura tiene que tener lugar
al comienzo de cada semiciclo. Además en corriente alterna la intensidad del arco varía con el
ritmo de la frecuencia y el arco eléctrico pierde su carácter estacionario.
Cerca del valor pico de la corriente la tensión necesaria para mantener el arco es relativamente
pequeña debido a la característica negativa del mismo. A medida que la corriente se acerca a cero
la tensión requerida para mantenerlo es cada vez mayor y cuando la caída de tensión a través de
él no es suficiente el arco se extingue, aún antes del punto de corriente cero que la corresponde a
la corriente por su forma sinusoidal.
El tiempo transcurrido desde que se interrumpe el arco hasta que, en el otro semiciclo, se alcanza
la tensión de ruptura es el tiempo que tiene el gas para recuperar sus características dieléctricas y
se le denomina tiempo de recuperación dieléctrica. Se ha podido comprobar experimentalmente
que este tiempo no depende sólo del proceso de desionización en el gas sino que también influye
el material de los contactos, por ejemplo, entre electrodos de carbón este tiempo es mucho mayor
que entre electrodos de cobre, por lo que el arco entre los electrodos de carbón es mucho más
estable.
U Lb 3.3.56
Donde:
- Caída de tensión en los electrodos.
- Caída de tensión por unidad de longitud en el arco.
Lb- Longitud del arco.
La dependencia de la caída de tensión con la corriente está dada por la siguiente expresión:
c d Lb
U a b Lb 3.3.57
I
Donde:
I - Corriente en el arco.
a, b, c y d.- Constantes que dependen del material de los contactos:
Para el cobre:
a 15 V, b 10 V / cm , c 10 VA y d 50 VA / cm
148
Si se agrupan todas las constantes de la expresión 3.3.57 se obtiene la conocida expresión que
caracteriza al comportamiento estático del arco eléctrico:
B
UA 3.3.58
I
La expresión anterior en una forma aún más concentrada se puede escribir como:
I U constante 3.3.59
La extinción del arco eléctrico en corriente directa reviste características diferentes a la extinción
en corriente alterna por el efecto que introduce el paso de la corriente por cero en este último
caso.
UI=Constante
I
Fig. 3.3.19.- Característica tensión contra corriente en un arco eléctrico
La extinción del arco en corriente directa sólo se puede lograr cuando la tensión que el requiere
para su mantenimiento es superior a la que existe en el espacio entre los electrodos. El
incremento en la tensión en la columna del arco se puede lograr mediante diferentes métodos
entre los que se encuentra el de la sustracción de energía al arco, es decir mediante su
refrigeración, y otro de los más usados es el de alargar la extensión del mismo.
Existe una longitud máxima del arco para la cual él tiende a desgarrarse y que está dada por:
149
L max
U 3.3.60
Como se aprecia de la expresión 3.3.60 el arco necesita una tensión mínima para existir, la que
tiene que ser mayor que la caída de tensión en los electrodos, , pues para U la longitud es
igual a cero. Para interruptores de potencia un valor común es el de 30 , es decir en un
circuito óhmico no se puede engendrar un arco eléctrico si la tensión nominal del mismo es
inferior a 30 V. Como ejemplo se puede mencionar los interruptores de baterías de 12 y 24 V en
los que no se observa la formación de arcos eléctricos.
Uno de los métodos más usados para la extinción de arcos eléctricos es, por algún medio,
alargarlos. El método más sencillo consiste en electrodos situados en posición horizontal de
forma tal que los gases recalentados por el arco eléctrico empujen a éste hacia arriba, debido a
que ellos arrastran los gases ionizados. Una vez que el arco ha sido levantado o empujado hacia
arriba tal como se muestra en la Fig. 3.3.20. La corriente en cada uno de los lados del arco tiene
signo contrario, por lo que el campo magnético creado por ellas ayuda a su alargamiento y por
tanto a su desgarramiento con la consecuente extinción. Este método de extinción del arco tiene
usos muy limitados. En algunas ocasiones los electrodos se diseñan en forma de arcos que
ayuden aún más al alargamiento del arco y por tanto a su extinción. Este método comúnmente se
le conoce como método de extinción natural.
Un método de extinción que se basa también en el principio del alargamiento del arco es el del
soplado magnético. En este método la corriente del arco se hace pasar por una bobina que genera
un campo magnético que, como se sabe, al actuar sobre el arco eléctrico da como resultado una
fuerza que tiende a alargar el arco hasta que se logra su extinción.
Otro método muy usado es el de la prolongación artificial de arco mediante el empleo de cámaras
de extinción tales como las mostradas en la Fig. 3.3.21. Como se aprecia en la Fig. 3.3.21,
mediante el empleo de segmentos aislantes convenientemente dispuestos se logra un
150
alargamiento superior al que se lograría de no existir estos elementos; adicionalmente aquí se
logra un enfriamiento superior del arco eléctrico mediante la transferencia de calor a través de
estas piezas con las que el arco está en algunos puntos en contacto. A este método se le denomina
cámara de fraccionamiento del arco.
Uno de los métodos más usados para la extinción de los arcos eléctricos es el de dividirlo en
diferentes secciones mediante el empleo de electrodos de cobre en serie que hacen que el arco se
subdivida y, como se sabe, para mantener cada uno de ellos se requiere una tensión superior a los
30 V; de esta forma la tensión total para mantener el arco es muy superior a la de un solo arco
facilitándose por tanto su extinción. Este método es conocido como el de la cámara de Deion.
La extinción del arco en corriente alterna está estrechamente vinculada al paso de la corriente por
cero. La desionización o recuperación dieléctrica del espacio interelectródico comienza en el
momento en que el arco se extingue para luego crecer linealmente con el tiempo. Si la tensión en
el espacio interelectródico en cualquier momento excede la tensión de recuperación del
dieléctrico se producirá el reencendido de arco inevitablemente, en caso contrario no. En la
extinción del arco eléctrico en corriente alterna se adicionan a este factor los principios
explicados para la extinción del arco eléctrico en corriente directa.
En los circuitos resistivos, donde la tensión está en fase con la corriente, la recuperación
dieléctrica es efectiva ya que cuando la corriente es cero la tensión también lo es y la razón de la
recuperación dieléctrica es por lo general superior a la razón de crecimiento de la tensión.
En los circuitos inductivos o capacitivos cuando la corriente pasa por cero y se extingue el arco la
tensión tiene un valor dado, máximo para los circuitos puramente inductivos o capacitivos,
presentándose inevitablemente el reencendido del arco. Si embargo, por tratarse de un circuito
RLC, la tensión transitoria tiende entonces a oscilar, alcanzando a la tensión de recuperación un
tiempo después, el que es con frecuencia lo suficientemente grande como para permitir la
desionización del espacio interelectródico.
151
3.4.- AISLANTES LIQUIDOS.
3.4.1.- INTRODUCCION.
Los aislantes líquidos son ampliamente usados en equipos eléctricos tales como transformadores,
cables, capacitores, bushigs, etc., principalmente con funciones de aislantes, pero en algunos
casos también cumplen, simultáneamente, la función de medio refrigerante como es el caso de los
transformadores y cables aislados. En el caso particular de los interruptores, además de funciones
propiamente aislantes, sirven de medio para la extinción de los arcos eléctricos e incluso la de
lubricante en las partes móviles de estos dispositivos.
Los líquidos aislantes se caracterizan por tener una estructura atómica en la cual las fuerzas de
cohesión molecular propias de su estructura son lo suficiente altas como para que tengan un
volumen definido, pero son incapaces de mantener una forma propia, adquiriendo la forma del
recipiente que los contiene.
Si se comparan los aislantes líquidos con los gases se verá que entre sus ventajas está la de tener
una densidad superior y si se le compara con los sólidos tienen la ventaja de que ellos cubren el
espacio a aislar con mayor facilidad. Además, tienen la característica, similar a la de los gases, de
que después del paso de una descarga a través de ellos restituyen sus características aislantes,
sirviendo, además, en muchos casos como elemento de extinción del arco eléctrico.
En los aislantes líquidos sometidos a los efectos de un campo eléctrico se presentan también los
fenómenos característicos de todos los dieléctricos: se polarizan, conducen una pequeña
corriente, se producen pérdidas en su interior y en presencia de un campo eléctrico igual o
superior al crítico se presenta en ellos la ruptura.
En los aislantes líquidos las características del fenómeno de la polarización se rigen por las
mismas leyes que para el resto de los dieléctricos, así como también las pérdidas de energía
asociadas a estos fenómenos y a la magnitud de la corriente volumétrica que circula por ellos. Sin
embargo, en los aislantes líquidos la conducción y la ruptura reúnen características propias que
los diferencian marcadamente de los aislantes gaseosos y de los aislantes sólidos.
I II III
153
Una vez que la intensidad del campo eléctrico alcanza la magnitud necesaria para poner en
movimiento todos los iones producidos por la disociación molecular natural del líquido la
corriente tiende a estabilizarse, zona II o zona de saturación en la Fig. 3.4.1, ahora bien, cuando al
incrementar la tensión aplicada el campo eléctrico alcanza una magnitud del orden de 1 kV/cm la
disociación molecular en el líquido comienza a crecer y con ello la corriente también crece. Esta
tendencia se mantiene hasta que el campo alcanza una intensidad tal (zona III) que los iones
alcanzan la energía necesaria para, al bombardear al cátodo, desprender electrones de él. Además,
en su recorrido a través del líquido los iones chocan con las moléculas de éste, ganando éstas en
energía y aumentando por tanto su vibración con lo que se puede romper el enlace entre sus
átomos, apareciendo así nuevos iones que, como es natural, aumentaran aún más la corriente en
el líquido. Particularmente sensibles a este fenómeno son los enlaces covalentes CC y CH
presentes en los aislantes líquidos. De continuarse incrementando la tensión el desarrollo del
fenómeno antes descrito llevará al líquido a la ruptura.
La conductividad del líquido bajo las condiciones señaladas está dada por:
n e 3.4.1
Donde:
n - Número de iones.
e - Carga del electrón.
+- Factor de movilidad de los iones positivos.
-.- Factor de movilidad de los iones negativos.
La dependencia del número de partículas disociadas con la temperatura está dada por:
W
n N exp 3.4.2
K T
Donde:
N - Número de partículas por unidad de volumen.
W - Energía de disociación de la molécula.
K - Constante de Boltzman.
En los aislantes líquidos comerciales la conductividad debido a las impurezas es muy superior,
aunque de la misma naturaleza, comparada con la conductividad intrínseca que le correspondería
al aislante puro como tal Fig. 3.4.2 (a). La característica de variación de la corriente con la
tensión mantiene la misma forma, tal como se indica en la Fig. 3.4.2 (b), pero alcanza valores
mayores en la zona I y en la zona II y además la ruptura se presentará, para las mismas
condiciones de prueba, a tensiones menores. Las causas que motivan la disminución de la tensión
de ruptura están dadas por el papel predominante que en ella juegan la impurezas del líquido.
154
1E-3
1E-5
Purificado
1E-6
Altamente
purificado
1E-7
0 20 40 60 80 100 120 140
Temperatura en ºC
Líquido comercial
Liquido puro
155
Ruptura electrónica.- Se plantea que es la causante de la ruptura en aquellos casos en que la
intensidad del campo eléctrico a que está sometido el líquido tiene una razón de crecimiento tal
que se alcanzan intensidades de campo de tal magnitud que algún electrón de los emitidos por el
cátodo, en su recorrido hacia el ánodo, alcancen la energía suficiente para ionizar las moléculas
del líquido, provocando una avalancha de electrones de tal magnitud que conduzca a la ruptura.
Para que este tipo de descarga se presente se tiene que cumplir la condición referente al
crecimiento del campo eléctrico antes señalada ya que de lo contrario se presentaría la ruptura por
uno de los otros dos mecanismos de ruptura, que requieren de un tiempo más largo para su
desarrollo. Por las causas antes señaladas es que la tensión de ruptura de los aislantes líquidos
para tensiones transitorias es muy superior a las tensiones de ruptura para corriente alterna y para
corriente directa.
Ruptura debido a las burbujas de gas.- Debido a la concentración de campo eléctrico que tiene
lugar en las rugosidades microscópicas de las partes metálicas a potencial que fungen como
electrodos en todos los dispositivos eléctricos y debido a que en ellas también se presenta una alta
concentración de corriente, la disipación de calor en ellas por efecto Joule y/o por efecto corona
hace que la temperatura del líquido, en esa región, alcance la temperatura de ebullición,
formándose una burbuja de gas tal como se muestra en la Fig. 3.4.3.
Líneas de campo
Microrrugosidad
Otras causas que pueden dar lugar a que en el interior de un líquido aislante puedan existir
burbujas de gas son la acumulación de gases producto de los procesos de oxidación,
manipulación inadecuada durante el llenado del equipo con el líquido aislante, las repetidas
contracciones y distensiones que tienen lugar en los equipos debido a las variaciones periódicas
de la curva de carga a lo largo del día y a los cambios bruscos como los motivados por
cortocircuitos sobretensiones, etc.
156
Debido a la diferencia que existe entre la permitividad del líquido y del gas de la burbuja,
liq. gas, el campo eléctrico aplicado a este último, es muy superior al que está aplicado al
líquido, ya que como se sabe la intensidad del campo eléctrico en un medio cualquiera es
inversamente proporcional a su permitividad y como en los gases, a presión atmosférica o
cercana a ella, la tensión requerida para el inicio de los fenómenos de ionización y para el
desarrollo de la ruptura es menor que en los líquidos, estos fenómenos podrán desarrollarse en las
burbujas de gas aún cuando la tensión aplicada al líquido diste mucho de la requerida para que en
él se desarrollen fenómenos similares.
Las fuerzas de Coulomb que actúan, debido a la acción del campo eléctrico, sobre la nube
espacial que se forma en los extremos de la burbuja, hace que la burbuja se alargue en la
dirección del campo eléctrico, creando así un camino de menor rigidez dieléctrica dentro del
líquido. Además los electrones e iones acelerados por el campo eléctrico dentro de la burbuja al
bombardear sus paredes provocan la descomposición de algunas moléculas del líquido y la
evaporación de otras, lo que también contribuye al crecimiento y alargamiento de la burbuja.
Cuando a un líquido se le aumenta la presión estática a que está sometido, como la presión es
transmitida a la burbuja, la presión del gas en la burbuja aumentará, aumentando con ello la
tensión requerida para el inicio de los fenómenos de ionización y de ruptura en ella de acuerdo
con la ley de Paschen y, por lo tanto, la tensión de ruptura en el líquido aumentará
Uno de los métodos que se sigue para aumentar la tensión de ruptura de los líquidos es
desgasificandolos ya que con ello se elimina este tipo de mecanismo de ruptura. Por esta razón es
que los equipos eléctricos que trabajan inmersos en algún tipo de aislante líquido deben ser
llenados al vacío para evitar que queden atrapadas en él burbujas de aire.
Ruptura debido a partículas suspendidas.- Sobre las partículas fibrosas, siempre que su
permitividad sea superior a la del líquido, quedara aplicada una fuerza que actuará en la dirección
del campo que hace que la partícula se mueva hacia las regiones de más alta intensidad de campo
eléctrico. Para partículas de fibra cortas esta fuerza está dada por:
Debido a la acción de esta fuerza las partículas se moverán hacia las regiones de más alta
intensidad de campo eléctrico de los electrodos. Cuando alcanzan el electrodo correspondiente
pasan a ser de hecho una prolongación de éste, tal como se muestra en la Fig. 3.4.4 (a). A causa
de esto la región de más alta intensidad de campo eléctrico pasa a ser ahora el extremo de la
partícula, como se puede apreciar en la Fig. 3.4.4 (b), hacia donde se dirigirán las demás
157
partículas fibrosas, formando una cadena que puede llegar a cortocircuitar el espacio entre los
electrodos.
- + -
- + -
+
-
Fig. 3.4.4.- Efecto del campo eléctrico sobre una partícula de fibra.
Como las partículas fibrosas son muy higroscópicas el agua contenida en el líquido aislante migra
hacia ellas, por lo que al alinearse con el campo eléctrico crean un paso de una rigidez dieléctrica
mucho menor que la que la corresponde al liquido aislante como tal. A través de este camino es
que se desarrolla la ruptura.
En el caso de las gotas de agua que pueden haber en suspensión en el interior del liquido,
adicionalmente al fenómeno antes descrito, ocurre que bajo la acción de dicha fuerza la gota se
deforma alargándose considerablemente, con lo que le es más fácil llegar a cortocircuitar los
electrodos. Esta es la razón por la cual los líquidos que contienen de agua tienen una rigidez
dieléctrica baja.
Los procesos de oxidación son acelerados con la temperatura, con el oxígeno y con la presencia
de elementos propios de los equipos eléctricos que sirven de catalizadores como es el caso del
cobre. Como los aceites de baja viscosidad altamente refinados tienen una mayor tendencia a
disolver aire y oxígeno, ellos se oxidan más rápidamente que los de menor grado y más
viscosidad. Dentro de los aceites obtenidos del petróleo los del grupo naftánico son
158
considerablemente más estables que los parafínicos y que los aromáticos y por consiguiente son
los más usados.
Las descargas por efecto corona que pueden llegar a tener lugar en el interior de los líquidos
aislantes debido a microrrugosidades en las partes metálicas a potencial, así como el efecto
térmico de las altas concentraciones de corriente de filtración a que ellos dan lugar permiten la
formación de agua, resinas, ceras, ácidos y la gasificación del líquido. Los gases más comunes a
que da lugar la descomposición de los aceites de transformador debido al efecto corona son el H2
y el CH2, mientras que los producidos por los puntos calientes debido a las altas concentraciones
de la corriente de filtración son el C2H4 y el H2. Por otra parte, las descargas disruptivas en el
aceite producen partículas de carbón y gases tales como hidrógeno, monóxido de carbono, etc.
siendo las proporciones de los principales gases emitidos por descargas disruptivas en un aceite
de transformador las siguientes:
También en los aislantes líquidos sometidos a la acción de un campo eléctrico se producen ceras
debido a la polimerización que tiene lugar en las paredes de las burbujas gaseosas que son
ionizadas. Los productos ácidos resultantes de la oxidación del líquido y de las descargas atacan
el aislamiento sólido y las partes metálicas, fundamentalmente al hierro y al cobre, dando lugar a
subproductos que también contaminan el aislante líquido. Además, siempre hay partes de los
materiales aislantes sólidos como los barnices que se disuelven en él contribuyendo también a la
contaminación de líquido.
Debido a los fenómenos antes descritos las propiedades físicas, químicas y eléctricas se van
deteriorando, proceso éste que se conoce como envejecimiento del aislante.
Para prolongar la vida de los aislantes líquidos en servicio es necesario reducir la incidencia de
los factores antes señalados, dentro de los cuales reducir el proceso de oxidación es lo más
importante, lo que se logra minimizando el contacto del líquido con el oxígeno y añadiendo al
líquido sustancias antioxidantes y limpiadoras que rompan la cadena de la reacción oxidante.
La rigidez dieléctrica de los aislantes líquidos se ve afectada por el contenido de impurezas, entre
las que se destacan el agua, las partículas de carbón, gases productos de las descargas y de la
oxidación, fibras de celulosa, etc. Estas impurezas usualmente causan una disminución en la
rigidez dieléctrica del líquido debido a la acción de los mecanismos de ruptura antes descritos.
Un ejemplo típico de la reducción de la rigidez dieléctrica de un aceite de transformador con el
contenido de humedad se puede apreciar en la Fig. 3.4.5.
159
50 kV
2,5 mm
40
80 mm
35 mm
30
100 mm
20
10
2,5 mm
80 mm
35 mm
100 mm
Los parámetros fundamentales de los equipos de prueba que pueden influir en la magnitud de la
rigidez dieléctrica de un líquido aislante son:
El material de los electrodos.
La forma de los electrodos.
La separación entre los electrodos.
Las dimensiones de la celda de prueba.
Razón de crecimiento de la tensión de prueba.
160
El número de pruebas.
La técnica operatoria durante la prueba.
Las dimensiones de la celda, la forma y la separación entre los electrodos de la misma determinan
el grado de no uniformidad del campo eléctrico en la parte del volumen del líquido que contiene
la celda de prueba que va a estar sometido a los mayores esfuerzos del campo eléctrico. Al
aumentar el volumen del líquido en la región de alta intensidad de campo eléctrico entre los
electrodos aumenta la probabilidad del contenido de impurezas y con ello tiende a disminuir la
rigidez dieléctrica. El efecto que tiene la separación entre los electrodos sobre la rigidez
dieléctrica de un aceite de transformador se puede apreciar en la Fig. 3.4.7.
50
40
kV/mm
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50
Distancia entre los electrodos en mm
Como se sabe las partículas en suspensión y las burbujas de gas tienden a alinearse con el campo
eléctrico pero para ello requieren de un tiempo que está determinado por la intensidad del campo
eléctrico y por la viscosidad del líquido. si la razón de crecimiento de la tensión aplicada es muy
pequeña un mayor número de partículas tendrán tiempo de llegar a la zona de alta intensidad de
campo, con lo que disminuirá la rigidez dieléctrica del líquido bajo prueba. Se plantea que la
razón decrecimiento de la tensión debe ser 2 kV/s.
Otro factor importante es el tiempo que demore el equipo en desconectarse después que se
produce la ruptura de la muestra, ya que al aumentar este tiempo aumenta el volumen de los
161
contaminantes producidos por la acción de la descarga, por lo que la tensión de ruptura en la
próxima prueba tenderá a bajar; el tiempo de desconexión debe ser como máximo de 0,02 seg.
También es importante limitar a un valor razonable la corriente de cortocircuito que circula por el
aceite, pues al aumentar ésta aumenta también la contaminación del líquido.
La técnica operatoria para la prueba comienza realmente desde el momento en que se toma la
muestra del líquido del equipo de que se trate. La muestra debe tomarse, preferentemente con el
equipo trabajando para que ella sea un reflejo verdadero de las condiciones de explotación a que
está sometido el líquido y debe de tomarse por el aditamento de que dispone el equipo para ello,
dejando correr primero una cantidad dada del líquido para después tomar la muestra. La muestra
debe ser envasada en un recipiente limpio y seco que no deje pasar la luz y la prueba debe
efectuarse dentro de las próximas 24 horas. El número de pruebas a que se somete el líquido
contenido en una celda de prueba nunca debe ser mayor de diez, ya que como se sabe cada en
cada una de las pruebas el liquido aislante adquiere una cantidad dada de contaminantes.
Aceites minerales.- Los aceites minerales se obtienen, por lo general, a partir del petróleo por un
proceso de destilación fraccionada y de refinado. Ellos desempeñan un gran papel en las
aplicaciones electrotécnicas lo que se debe en primer lugar a que poseen una buena rigidez
dieléctrica con sólo utilizar sistemas de purificación relativamente sencillos, además, tienen una
gran capacidad de transmitir el calor por convección lo cual los hace buenos agentes de
enfriamiento o evacuadores del calor generado, de ahí el uso tan generalizado que ellos tienen en
los transformadores de potencia. En algunas otras aplicaciones se usan otras propiedades de
interés de estos aislantes como son: el efecto de extinción del arco en los interruptores, el efecto
de impregnación utilizado en los papeles para la fabricación de cables, transformadores,
capacitores. etc.
162
Los aceites minerales tienen una gran cantidad de ventajas entre las que se destacan: son
relativamente baratos y pueden fabricarse en las refinerías de petróleo en grandes cantidades,
tienen buena rigidez dieléctrica, pocas pérdidas y no son tóxicos para el ser humano y son
relativamente fáciles de regenerar. Tienen algunas desventajas que limitan su utilización en
ciertas aplicaciones, son altamente combustibles, se oxidan con relativa facilidad, son alterados
por las altas temperaturas, se envejecen con el uso y no existen posibilidades de aumentarle su
permitividad.
Aceites sintéticos.- Los aceites sintéticos se obtienen a partir de los hidrocarburos aromáticos a
los cuales se le sustituyen algunas unidades de hidrógeno por otro elemento de características
muy específicas buscando propiedades particulares, fundamentalmente aquellas de que carecen
los aceites minerales. Los elementos más utilizados en este trabajo de síntesis química son el
cloro y el flúor dando lugar así a los hidrocarburos clorados y a los hidrocarburos flúorados.
Particular desarrollo alcanzaron los denominados BPC (bifenilpolicloroidratado) conocidos
comercialmente como askareles.
Los aceites sintéticos poseen excelentes propiedades como aislantes, no son inflamables, no se
oxidan con facilidad por lo que su envejecimiento es sumamente lento y su permeabilidad puede
es superior a la de los aceites minerales (para los aceites minerales está en el rango de 2,2 y para
los askareles en el rango de 5,3), o sea, que si se utilizan en sustitución de los aceites minerales
para capacitores, sin aumentar las dimensiones, se puede obtener capacidades muy superiores.
Los aceites sintéticos, requieren para su obtención de un proceso tecnológico de síntesis química
complejo por lo que son más caros, pero su principal inconveniente es que son tóxicos y que no
son biodegradables por lo que, por ejemplo, el uso de los BPC ha sido prohibido en la mayoría de
sus aplicaciones y en particular en la de los transformadores de potencia donde se a acordado la
eliminación total de los equipos que lo usan.
Aceites de silicona. Son productos también obtenidos a partir de procesos de síntesis química en
los cuales la base fundamental de la estructura molecular está constituida por moléculas de silicio
y de oxígeno
Los aceites minerales van perdiendo sus características aislantes con el uso y aún sin ser usados
cuando sufren largos periodos de almacenamiento. En cualquiera de los dos casos es necesario un
mejoramiento de sus características para su uso.
Existen diferentes métodos desarrollados para recuperar los aceites, atendiendo al tipo de
alteración que han sufrido. En el caso que sea necesario restablecerle su rigidez dieléctrica
eliminándole los elementos contaminantes que tengan; los métodos más usados son: filtrado,
calentamiento al vacío, centrifugado y desgasificación. Estos métodos se pueden utilizar en forma
independiente o en su conjunto con el empleo de sistemas que los realizan todos en un orden
dado. En el caso de que se trate de problemas con su acidez no se puede recurrir a métodos
físicos como los anteriores sino que es necesario reprocesarlos químicamente.
Filtrado.- Este método consiste en hacer pasar el aceite por un filtro de papel con características
especiales El aceite al pasar a través de los filtros se limpia de las impurezas sólidas y de una
parte considerable del agua que contiene. El tamaño de las partículas sólidas que se eliminan
163
depende de las características del filtro, pero en lo que respecta al agua solo se le puede retirar la
que está en suspención o en estado de emulsión, no siendo posibles eliminarle el agua que está en
estado molecular.
Centrifugado.- Este método se basa en la separación de las partículas más densas por la acción de
las fuerza centrifuga a que es sometido el líquido. Para facilitar el trabajo es necesario disminuir
la viscosidad del líquido para lo que se la aumenta su temperatura a alrededor de los 55 ºC. El
proceso de centrifugado se efectúa al vacío para evitar la gasificación del aceite.
3.5.1.- INTRODUCCION.
Los aislantes sólidos son extremadamente diversos, tanto por su origen como por sus
propiedades. Pueden ser fabricados a partir de materiales orgánicos de origen vegetal como es el
caso de la tela y del papel, o a partir de síntesis química como es el caso de el polietileno, el
policloruro de vinilo, etc. También se usan mucho los materiales aislantes sólidos construidos a
partir de sustancias inorgánicas como es el caso de la porcelana y el vidrio y en la actualidad
tienen cada día más uso los obtenidos a partir de la unión, por síntesis química, de materiales
orgánicos y de algunas sustancias inorgánicas como el silicio y el aluminio.
Independientemente de su origen ellos se caracterizan por tener una alta cohesión molecular lo
que les permite tener un volumen y una forma definida. Este hecho, según se ha podido
comprobar teóricamente y prácticamente, es un factor predominante en el comportamiento de los
materiales aislantes sólidos frente al campo eléctrico y en especial en su conductividad.
En los materiales aislantes sólidos se presentan dos tipos de conducción perfectamente definidas:
la volumétrica y la superficial. En este caso, al igual que para el resto de los materiales aislantes,
la corriente volumétrica tiene dos componentes: la corriente de conducción volumétrica y la
corriente volumétrica de polarización.
En los materiales aislantes sólidos la ruptura, ante campos superiores al crítico para la condición
de que se trate, se ve influenciada por un gran número de condiciones diferentes que determinan
un número apreciable de distintos fenómenos de ruptura.
En los aislantes sólidos, al igual que en el resto de los materiales aislantes, al aplicársele un
campo eléctrico por ellos circula una corriente que tiene dos componentes. La corriente debido a
la conducción volumétrica propia del material y la corriente debido a los fenómenos de
polarización.
164
La corriente debido a los fenómenos de polarización se rige por los principios ya estudiados, sin
embargo, la corriente de conducción volumétrica propia del material tiene características propias
ya que la conductividad en ellos se ve afectada por diversos factores.
Para determinar la conductividad propia del material es necesario no tener en cuenta el fenómeno
de la polarización por lo que en su determinación experimental se emplea tensión de corriente
directa y se espera el tiempo necesario para que hayan cesado todos los procesos de polarización.
El tiempo necesario depende de las características de cada material, aunque por lo general
después de transcurrido un minuto ya estos fenómenos han cesado en la mayoría de los aislantes.
La conductividad propia de los materiales aislantes sólidos puede ser iónica, electrónica o
combinada. La conductividad iónica es la más característica en la mayoría de los aislantes sólidos
usados a las temperaturas normales de trabajo y la misma depende básicamente de las
imperfecciones en la estructura del material y de las impurezas que contenga.
En la conductividad las impurezas juegan un papel muy importante ya que al estar, por lo
general, más débilmente unidas a la estructura molecular del material pueden ser arrancadas de la
misma con más facilidad por la acción del campo eléctrico y de la agitación térmica.
La movilidad de los iones depende de su masa por lo que ella es diferente para cada tipo de ion.
Los factores que más influyen en la conductividad volumétrica de los aislantes sólidos son:
La temperatura.
La intensidad del campo eléctrico.
El contenido de humedad.
La variación de la conductividad con la temperatura en los aislantes sólidos está dada por:
a
A exp 3.5.2
T
Donde:
n q 2 2 f
A
6KT
w
a
K
n - Número de iones por cm3.
- Distancia entre las moléculas.
K - Constante de Boltzman.
w - Energía de disociación de los iones.
a
exp 3.5.3
T
Para el caso en que la diferencia de temperatura sea pequeña se puede aplicar la expresión
aproximada siguiente:
a
0 exp 3.5.4
T
Campo eléctrico. - Para campos de relativamente baja intensidad, del orden de las intensidades de
campo empleadas en la práctica, la conductividad se puede considerar independiente del campo
eléctrico, pero a medida que éste se intensifica se puede llegar a un valor tal en que es capaz de
suministrar a los iones la energía de activación que ellos necesitan para ser arrancados de la
estructura del material, con lo cual el número iones por centímetro cúbico comenzará a aumentar,
aumentando por lo tanto la conductividad. De continuar incrementándose el campo se puede
llagar al punto en que arranque electrones, incrementándose aún más la conductividad. Por
ejemplo, en los cristales de sal, a temperatura ambiente, la energía necesaria a suministrar por el
campo eléctrico a los iones de sodio es de 0,85 eV, para el cloro es de 2,55 eV y para los
electrones es de 6 eV.
166
La dependencia de la conductividad de la intensidad del campo eléctrico se puede expresar por la
siguiente relación:
0 exp E 3.5.5
Donde:
- Conductividad en un campo fuerte de intensidad E.
0 - Conductividad independiente de E.
- Factor que depende de las características propias de cada material.
Contenido de humedad.- El agua es un dieléctrico muy dipolar y con baja resistividad, del orden
de 103 - 104 - cm, y por esto su introducción en los poros de los dieléctricos sólidos ocasiona
un descenso brusco de sus propiedades eléctricas, en especial, de su resistividad tanto
volumétrica como superficial. Espacialmente susceptibles a la humedad son los materiales
aislantes de naturaleza fibrosa.
El diámetro efectivo de una molécula de agua es de 2,7 Angström lo que le permite penetrar con
facilidad en los capilares de las fibras de celulosa que son del orden de los 1000 Angström, pero
también pueden llegar a penetrar por los poros de los materiales cerámicos en los que se pueden
encontrar poros de diámetro superior al diámetro efectivo de la molécula de agua.
Una de las peores condiciones de absorción de humedad se presenta cuando ésta llega a formar
hilos o películas en el espesor del aislamiento capaces de atravesar el espacio entre los electrodos,
o una parte importante de él, lo que puede dar lugar a un empeoramiento grande de sus
propiedades eléctricas, pudiendo llegar a la ruptura.
Otro efecto negativo del agua en un dieléctrico es que ella puede actuar como agente disolvente,
sobre todo si el material contiene impurezas, alterando así las propiedades químicas del material
aislante con lo que también cambian sus propiedades eléctricas.
En los materiales que contiene humedad aumenta la corriente de conducción y con ello la tan y,
aunque en menor escala, también lo hace la permitividad del material ya que la permitividad
relativa del agua es muy alta ( 80).
167
Zona 3
Zona 2
Zona 1
T ºC
W
C 3.5.6
h
De la expresión 3.5.6 se observa que para valores pequeños del espesor (h) la concentración
tiende a valores muy altos, los cuales, independientemente del grosor de la capa, nunca podrán
ser mayores que el de la concentración (Co) correspondiente al límite de solubilidad a la
temperatura de la capa, por lo que la conductividad específica será constante.
S h 3.5.7
168
Donde:
S - Conductividad superficial (S).
- Conductividad específica (S/cm).
h - Espesor de la capa (cm).
W
ho 3.5.8
Co
Ao C
3.5.9
G
Donde:
Ao- Conductividad equivalente de la solución infinitamente diluida.
G - Peso equivalente en gramos del contaminante soluble.
Ao W
3.5.10
Gh
Ao W
S (max) 3.5.11
G
169
3.5.5.- CARACTERISTICAS GENERALES DEL ROMPIMIENTO EN AISLANTE SOLIDOS.
Los mecanismos de ruptura en los aislantes sólidos son extraordinariamente diversos y en muchas
ocasiones la ruptura es el fruto de la combinación de más de uno de ellos lo que dificulta mucho
más la evaluación de la causa de la ruptura.
En los aislantes sólidos la ruptura puede tener lugar a través del volumen del material
(perforación) o a lo largo de su superficie. En el primer caso el material pierde sus propiedades
aislantes, pero en el segundo caso depende de cómo tenga lugar la ruptura: en el medio que rodea
al material aislante o por la superficie del mismo.
Los tipos de ruptura por perforación que se presentan en los materiales aislantes sólidos son:
Ruptura intrínseca o eléctricamente pura,
Ruptura electromecánica.
Ruptura electrotérmica.
Ruptura por descargas.
Ruptura electroquímica.
La ruptura por descargas puede deberse a diferentes causas entre las que se destacan:
Descargas internas en cavidades de gas.
Altas concentraciones de campo por rugosidades en la superficie de los electrodos o por
inclusiones conductoras.
Descargas entre los electrodos y el material aislante a través del medio externo.
La perforación eléctrica surge como resultado de la interacción entre las partículas cargadas
libres, fundamentalmente los electrones acelerados por el campo eléctrico y las partículas del
aislante sólido.
Los niveles de campo eléctrico requeridos para producir la ruptura intrínseca son muy altos,
superiores a 106 V/cm., y la misma es por naturaleza electrónica y se desarrolla a partir de que los
electrones en el aislante ganan la cantidad de energía suficiente para cruzar la banda prohibida y
pasar a la banda de conducción, lo que conlleva un rápido incremento en la conductividad
eléctrica.
La ruptura se puede dividir en dos etapas, la primera de las cuales consiste en un rápido
incremento en la conductividad electrónica y la segunda puede ser atribuida al efecto térmico que
se desarrolla en la zona del canal por el que se ha desarrollado la ruptura y que es el encargado de
la destrucción completa del material.
170
El incremento de la conductividad electrónica sólo puede ser atribuido al fenómeno de ionización
por choques de los electrones con los átomos del material, siendo esta la razón por la cual se
requiere de tan altos niveles de campo eléctrico, ya que como se sabe los electrones pierden la
mayor parte de su energía en la interacción con las redes atómicas antes de proceder a chocar con
las moléculas del material. La razón de la energía W ganada por los electrones debido a la acción
del campo eléctrico y la energía S perdida en su interacción con la red atómica del material, en
dependencia de la energía de los electrones se muestra en la Fig. 3.5.2.
En la Fig. 3.5.2 se tiene que W1 W2 W3 es la energía que obtienen los electrones a partir de
campos eléctricos diferentes donde E1 E2 E3. Por otro lado la curva S representa la energía
perdida por los electrones en su interacción con la red atómica del material. Para que la ruptura
intrínseca ocurra se tiene que cumplir que la energía ganada sea superior a la energía pérdida. La
ruptura se presentará para campos de intensidad superior a E2 que es el campo crítico donde la
energía intercambiada en el choque es superior a la de ionización Wi.
Razón de energía ganado o pérdida
W1
W2
W3
Otra característica importante de este tipo de ruptura es que el nivel del campo eléctrico requerido
para su desarrollo depende del grosor de la muestra. Esta dependencia es mayor para muestras de
menor grosor, llegando a ser independiente para muestras del grosor empleado en los trabajos
prácticos de ingeniería.
En este tipo de ruptura tiene también una gran importancia el tiempo de aplicación del campo
eléctrico, en primera instancia por que si el mismo es muy corto la ruptura no tiene tiempo de
desarrollarse y en segundo lugar por que la energía de los pulsos de corta duración puede ser
menor que la necesaria. Esta es la razón por la cual cuando a una muestra aislante se le somete a
repetidas aplicaciones de tensiones de impulso su tensión de ruptura disminuye, ya que cada una
de las aplicaciones da lugar a una ruptura incompleta que va debilitando al material.
171
Este tipo de rompimiento se ve muy afectado por el grado de uniformidad del campo eléctrico. A
medida que el grado de uniformidad del campo eléctrico disminuye también disminuye la tensión
de ruptura, hasta cierto valor mínimo a partir del cual la tensión de ruptura se hace independiente
de este factor.
En todas los materiales sólidos la fuerza de cohesión molecular es relativamente alta, aunque
existen algunos en los cuales ésta puede ser alterada gradualmente por la fuerza electrostática
ejercida por el campo eléctrico externo. Para que no exista ruptura en el material aislante debido a
la acción del campo eléctrico se tiene que cumplir que la fuerza de cohesión sea mayor que la
fuerza electrostática.
Si se toma un material de espesor d0, sin campo aplicado, con módulo de resistencia (módulo de
Yuong) Y, el cual decrece a un espesor d en función del campo externo creado por una tensión U,
para la condición de equilibrio se puede establecer que:
U2 d
0 r 2
Y ln 0 3.5.13
2d d
2 Y d0
U2 d2 ln 3.5.14
0 r d
La intensidad de campo aparente más alta que se puede aplicar a un material sin que en él se
presente la ruptura electromecánica se puede expresar como sigue:
1
U 2
E 0.6 3.5.15
0 r
Es de destacar que estas expresiones matemáticas no tienen en cuenta algunos factores que
pueden hacer que la intensidad de campo requerida para este tipo de ruptura sea
considerablemente menor, tales como: la no uniformidad del campo eléctrico, la homogeneidad
del material, etc.
El calor generado en una unidad de volumen de un material aislante, por el efecto combinado de
la conducción y de la polarización, debe ser igual en todo momento a la suma del calor cedido
más el calor almacenado en la misma, cumpliéndose que:
172
dT
Cv divK gra d T Q g 3.5.16
dt
Donde:
Qg - Calor generado en la unidad de volumen.
Cv - Calor específico.
K - Conductividad térmica.
Tal como se muestra en la Fig. 3.5.3, a partir del instante en que se aplica el campo eléctrico. y
comienza la generación de calor, la temperatura del material comienza a aumentar. A medida que
la temperatura del material aumenta también lo hace el calor generado debido a que aumenta su
conductividad (expresión 3.5.2), pero también aumenta el calor cedido al medio pudiéndose
llegar a las condiciones de equilibrio indicadas en las curvas 2 y 3 de la Fig. 3.5.3. En el caso de
la curva 1 no se alcanza el equilibrio y la temperatura aumenta indefinidamente hasta la ruptura
del material, presentándose la ruptura electrotérmica.
1
Temperatura
Tiempo
Queda claro, por tanto, que la condición para que se desarrolle la ruptura electrotérmica es la de
que el calor generado Qg sea superior al calor que el cuerpo es capaz de ceder para la condición
de que se trate:
Qg Qc 3.5.17
El incremento continúo de la temperatura que lleva al material a la ruptura está determinado por
el hecho de que, al no alcanzarse el equilibrio térmico, al aumentar la temperatura aumenta la
conductividad del material y con ello la corriente, lo que a su vez implica un aumento del calor
generado y así sucesivamente hasta que se llegue a la ruptura.
Para campos de corriente alterna, además de las pérdidas debido a la conducción propia del
material, están las pérdidas debido al fenómeno de la polarización, estando en este caso el calor
generado por unidad de volumen está dado por:
1 Watt
Qg 12
E 2 f tan 3 3.5.17
1,8 10 cm
Q c S T T0 3.5.18
Donde:
- Coeficiente de transferencia de calor de la superficie del material aislante
(W/cm2 - ºC
S - Superficie de enfriamiento (cm2).
T - Temperatura del material (ºC).
T0 - Temperatura del medio que rodea al material (ºC).
174
Q
Qc
Qg
A
T0 T1 T2 T
E3
E2
E1
T0 T
La característica más común de las rupturas por descarga es la creación de diferentes caminos o
canales de descarga a partir de un punto, cuyo crecimiento es ramificado, tomando la forma de
las raíces de un árbol por lo que ha recibido el nombre de arborescencia.
175
Uno de los fenómenos que pueden dar lugar a la aparición de estos canales de descarga en un
aislante sólido son las descargas que pueden tener lugar en el medio exterior al aislante debido a
los puntos de altas concentraciones de campo en los bordes de los electrodos. La alta
concentración de campo en dichas regiones se debe a la forma de construcción del aislamiento,
ahora bien, para estudiar este fenómeno se puede recurrir al esquema de la Fig. 3.5.6.
x
d1 ,U1, 1
Cuando se aplica una tensión U entre los electrodos de la Fig. 3.5.6, una parte U1 de dicha tensión
aparece a través del medio exterior a una distancia x del punto de contacto. La tensión U1 está
dada por:
U d1
U1 3.5.19
1
d1 d 2
2
Si el medio exterior es un gas se cumple que 1 2 por lo que el gas estará sometido a una
intensidad de campo alta que puede provocar la ruptura del gas. La descarga que se desarrolla en
el gas permite que una gran cantidad de cargas libres sea depositada sobre la superficie del
material aislante, provocando una avalancha en su interior y con ella una ruptura local que crea
un pequeño canal.
Las descargas siguientes en el medio exterior hacen que estos canales crezcan, pero no lo hacen
por una sola vía sino que se desarrollan en forma ramificada tal como se muestra en la Fig. 3.5.7.
El desarrollo de estos canales, de repetirse la descarga, lleva al material a la ruptura en un tiempo
dado que dependerá de la tensión aplicada y de la intensidad de la descarga.
176
Fig. 3.5.7.- Desarrollo ramificado de los canales de descarga.
Otros de los fenómenos que pueden dar lugar a este tipo de ruptura es el asociado a las descargas
que tienen lugar en las cavidades de aire, o de líquido, que pueden haber quedado en el interior
del material aislante. La permitividad de la sustancia que llena la cavidad tiene por lo general una
permitividad más baja que la del aislante sólido, por lo que en ellas la intensidad del campo
eléctrico será muy alta. Cuando la tensión que queda aplicada a la cavidad alcanza el valor de la
tensión de ruptura se desarrollará en ella una descarga. Antes de la descarga la cavidad se
comporta como un capacitor cargado que es bruscamente descargado.
El impacto de las partículas cargadas sobre la superficie del aislante producen un deterioro en sus
propiedades aislantes, así por ejemplo, los electrones que bombardean el extremo de la cavidad
que hace las funciones de ánodo pueden tener la energía suficiente para romper los enlaces entre
las moléculas de las sustancias componentes del sólido dando lugar a alteraciones en el mismo.
Similarmente los iones al bombardear el extremo de la cavidad que hace las funciones de cátodo
pueden incrementar la temperatura hasta tal punto que puede llegar a producir una ruptura local.
Adicionalmente se puede presentar degradación química por la acción de los gases que pueden
resultar producto del proceso descrito, especialmente dañinos son el O3 y el NO2. Además, el
incremento en la temperatura y la generación de nuevos gases da lugar a un incremento en la
presión de los gases en el interior de la cavidad que puede llegar a producir microfracturas.
Los fenómenos antes descritos dan lugar a la formación y crecimiento de los canales de descarga,
los que con el tiempo pueden llegar a ser los causantes de la falla del material.
177
Cb
d d1 Ca U
U1 Cc
Cavidad
(a) (b)
Ua
Uv
Ui
m
Ue
-Ue
-Ui
Corriente
tiempo
La tensión que queda aplicada a la cavidad antes de que ocurra en ella la descarga para un
aislante de permitividad r se puede expresar como:
Ua
UV 3.5.20
d
1 1 r
d1
178
Las descargas parciales en la cavidad comienzan a una tensión Ui para el semiciclo positivo y de
aproximadamente -Ui para el semiciclo negativo según se aprecia en la Fig. 3.5.9. Para una
tensión igual a Ue las descargas cesan. Las descargas en la cavidad están acompañadas de pulsos
de corriente como se indica en la parte inferior de la Fig. 3.5.9. Para el punto m la tensión a
través de la cavidad invierte su polaridad ya que para ese instante Uv está disminuyendo y las
descargas continuarán como pulsos negativos.
Uno de los aspectos más negativos de este fenómeno es que las descargas se repiten muchas
veces en cada semiciclo ya que el tiempo que ellas requieren para su desarrollo es muy pequeño.
Un caso de particular interés es el desarrollo de este fenómeno debido al agua que se puede
difundir a través de los poros microscópicos y pequeñas rajadura del material. El agua con sus
iones solubles puede migrar por electroforesis bajo los efectos del campo eléctrico hacia las
regiones de más alta intensidad de campo, en las cuales la combinación de la presión hidrostática
del agua al ser calentada por las corrientes circulantes, las fuerzas pulsantes que sobre ella actúan,
la descomposición química que ella provoca, etc., Hacen que las pequeñas rajaduras en el
material también crezcan en forma ramificada a través de las cuales se puede llegar a desarrollar
la descarga. Particularmente dañino es este fenómeno en los polímeros que se usan en los cables
aislados y en los aisladores sintéticos, por lo que se hace necesario añadirles sustancias que sean
capaces de retardar este proceso.
La ruptura superficial en los materiales aislantes puede desarrollarse de dos formas bien
definidas: en el medio que lo rodea o sobre su superficie.
Al situar un cuerpo aislante entre dos electrodos se presenta una alteración en la distribución del
campo eléctrico entre ellos que trae siempre como consecuencia una disminución de la tensión de
ruptura del sistema en su conjunto, desarrollándose la ruptura en el medio que rodea el cuerpo
aislante. La tensión de ruptura, para el mismo espaciamiento entre los electrodos depende de la
configuración del cuerpo aislante pues ésta es quien determina la distribución del campo eléctrico
y con ello el posible recorrido de la descarga. La ruptura como tal se rige por las leyes que la
gobiernan en dependencia del medio de que se trate.
Este tipo de ruptura tiene una particular importancia en los aisladores de las líneas aéreas, a los
que al cambiársele la configuración para variar su comportamiento ante la contaminación
ambiental se altera también la tensión de ruptura de ellos, tanto para corriente alterna como para
impulso, factores estos muy importantes a la hora de establecer la coordinación de aislamiento de
la línea en que se empleen.
Hay otros tipos de ruptura superficial que si dependen de los fenómenos que se desarrollan
directamente sobre la superficie del aislador entre las que se destacan:
El desarrollo de descargas superficiales por alteraciones en la distribución de tensión en la
superficie del aislante.
179
Por carbonización (“tracking”) debido también a descargas superficiales.
Por erosión debido a descargas superficiales.
La secuencia anterior no implica que cada uno de los eventos mencionados esté completamente
definido en tiempo, pudiendo desarrollarse varios simultáneamente, como es el caso de la
contaminación marina directa de los aisladores para exteriores cerca de la costa en la cual la
formación de la capa de contaminante, así como su humedecimiento, son eventos que ocurren al
mismo tiempo. La falta de uno de ellos inhibirá por completo el desarrollo del fenómeno.
El incremento en la resistencia producido por la formación de las bandas secas hace que la
corriente disminuya, pero su formación implica que la mayor parte de la tensión aplicada al
aislador aparezca a través de ellas por estar aun húmeda el resto de la capa de contaminante y por
lo tanto poseer baja resistencia.
180
de los 500 V/cm, se pueden producir descargas que pongan en peligro la operación normal del
sistema.
En la Fig. 3.5.10 se muestra una secuencia típica de la distribución de tensión sobre una pieza
aislante rectangular, uniformemente contaminada. Inicialmente el elemento aislante está seco y se
le somete a proceso de humedecimiento. La distribución de tensión inicialmente es lineal,
Fig. 3.5.10 (a), ya que al humedecerse la capa de contaminante su resistencia es uniforme; esta
condición es inestable ya que en cualquier área que tenga una resistencia ligeramente superior
comienza la formación de las bandas secas, Fig. 3.5.10 (b).
Generalmente se forman varias bandas secas pero, después de algunos segundos, una de ellas
predomina, Fig. 3.5.10 (c). El ancho de la banda seca varía hasta que se produzca el rompimiento
dieléctrico del aire y se establezca un arco entre sus extremos, Fig. 3.5.10 (d).
En la mayoría de los casos las descargas se extinguen, pero ocasionalmente una se desarrolla en
forma continua hasta cubrir el elemento aislador, produciéndose una descarga total,
Fig. 3.5.10 (d) y Fig. 3.5.10 (f). Si la acción del calor generado es tal que, a pesar de la acción de
la humedad, permite el secado total del aislador, el fenómeno en su totalidad se repite en la forma
antes expuesta. Por otra parte, si la pérdida de humedad está balanceada con el régimen de
absorción de la misma, se produce un estado de equilibrio en el cual las descargas sobre la
superficie se mantienen sin que llegue a secarse totalmente el aislador.
Los materiales aislantes inorgánicos resisten con relativa facilidad el estado de equilibrio en el
cual las descargas sobre la superficie del material se mantienen por relativamente largos periodos
de tiempo, sin embargo, los materiales orgánicos no tienen el mismo comportamiento ya que el
calor generado por las descargas pueden llegar a producir la descomposición química del material
dando lugar a la los fenómenos conocidos como carbonización (“tracking”) y a la erosión.
Normalmente en las regiones donde se desarrolla la descarga superficial se crea una traza
carbonizada de alta conductividad que hace que en sus extremos aumente la intensidad del campo
eléctrico, con lo que es muy probable que, de producirse otra descarga sea en uno de sus
extremos. Esto último hace que la traza carbonizada crezca en una forma ramificada muy
parecida a las raíces de un árbol. De continuar existiendo las causas que dieron le dieron origen
las trazas carbonizadas seguirán creciendo hasta llegar a provocar la ruptura.
Este fenómeno también se puede desarrollar a partir de una traza conductora cualquiera que
exista sobre la superficie del material aislante, por ejemplo, a partir de una traza de grafito
producto de una marca que se le haya hecho con un lápiz.
En los materiales en los que la descomposición química por acción del calor lo que produce son
residuos volátiles, se formarán sobre la superficie del material pequeñas cavidades que alterarán
las características superficiales del mismo disminuyendo su resistencia mecánica y facilitando la
181
acumulación de sustancias contaminantes que afectan su comportamiento. A este fenómeno se le
conoce con el nombre de erosión.
I 10 m A I 100 m A
a d
I<1 m A I 200 m A
b e
I<1 m A I 5A
c f
182
3.6.- MATERIALES CONDUCTORES.
3.6.1.- INTRODUCCION.
En general como conductores de la corriente eléctrica pueden ser utilizadas sustancias en los tres
estados físicos: sólidos, líquidos y gaseosos. En la práctica las de mayor aplicación son las
sustancias sólidas. Teniendo en cuenta la gran diversidad de sustancias que se utilizan es
conveniente agruparlas para así facilitar su estudio.
Existen diversas formas de agrupar las sustancias conductoras sólidas, aunque para el trabajo en
electrotecnia la de mayor uso es las que las divide en tres grandes grupos:
Materiales conductores de alta conductividad.
Materiales conductores de baja conductividad.
Materiales conductores para aplicaciones particulares.
El grupo de los materiales conductores sólidos definidos, como su nombre lo expresa, para
aplicaciones particulares, está formado por los materiales para soldaduras, materiales fundentes,
materiales para los contactos, materiales a partir de carbón, etc.
A los conductores líquidos pertenecen los metales fundidos y diversos electrólitos. De los
materiales en estado líquido, debido a la alta temperatura de fusión que poseen, sólo es de interés
el mercurio cuya temperatura de fusión es de menos 39C aproximadamente, por lo que puede
utilizarse como conductor metálico líquido a la temperatura ambiente. Los electrólitos son
soluciones, por lo general acuosas, de ácidos, álcalis y sales de uso muy limitado en la
electrotecnia.
El mecanismo del paso de la corriente por los metales se basa en el movimiento (deriva) de los
electrones libres debido a la acción del campo eléctrico, por lo que se dice que los metales son
conductores de conducción por electrones, en tanto el paso de la corriente a través de los
electrólitos está ligada al transporte de iones junto con sus cargas eléctricas de acuerdo con las
leyes de Faraday, a consecuencia de lo cual la composición del electrólito varía paulatinamente y
en los electrodos se desprenden los productos de la electrólisis.
Los gases y vapores, incluso los vapores de los metales, no son conductores si las intensidades
del campo eléctrico son bajas, pero cuando la intensidad del campo sobrepasa cierto valor crítico
que hace posible el comienzo de la ionización por choques, el gas puede convertirse en conductor
de conductancia por electrones e iones. Un gas fuertemente ionizado es aquel en el que en la
unidad de volumen el número de electrones es igual al de iones positivos y constituye un medio
conductor especial que se conoce con el nombre de plasma.
Los parámetros más importantes que caracterizan las propiedades de los materiales conductores
son:
183
La conductividad o su magnitud recíproca la resistividad.
El coeficiente de temperatura para la resistividad.
La conductividad térmica.
La diferencia de potencial de contacto y la fuerza termoelectromotriz.
El trabajo de salida o extracción de los electrones del metal.
La resistencia a la rotura por tracción y el alargamiento relativo de la rotura L/L.
Las sustancias conductoras sólidas por excelencia son los metales, de ahí que el análisis posterior
este basado en la conductividad de los metales.
La teoría electrónica clásica de los metales considera al conductor sólido como un sistema
formado por los nudos de una red cristalina, dentro de la cual se encuentra el gas electrónico
constituido por los electrones libres. Al estado libre pasan uno o dos electrones de cada átomo de
metal, a este gas de electrones se le aplican las representaciones y leyes estadísticas de los gases
ordinarios, es decir, el análisis de este gas electrónico se puede realizar bajo las mismas
suposiciones hechas por la teoría cinético-molecular en el modelo de los gases a bajas presiones
(modelo del gas ideal).
Estudiando el movimiento caótico (térmico) y el dirigido por la acción de las fuerzas del campo
eléctrico, de los electrones, se obtuvo la expresión de la ley de Ohm. En los choques de los
electrones con los nodos de la red cristalina, la energía acumulada durante su aceleración por el
campo eléctrico se transmite al metal y como resultado de ello éste se calienta; el estudio de este
proceso condujo a la deducción de la ley Joule-Lenz.
Una serie de experimentos confirman la teoría acerca del gas electrónico en los metales:
1. Si durante un largo período de tiempo se hace pasar corriente eléctrica a través de un circuito
formado por varios conductores metálicos, no se observa que los átomos de un metal penetren
en el otro.
2. Si los metales se calientan hasta temperaturas elevadas, la velocidad del movimiento térmico
de los electrones libres aumenta y los más rápidos de ellos pueden desprenderse del metal
venciendo las fuerzas de la barrera de potencial superficial.
3. Si un conductor que se mueve rápidamente se detiene súbitamente, en el instante que esto
ocurre el gas electrónico se desplaza, de acuerdo a la ley de la inercia, en el sentido del
movimiento y este desplazamiento de los electrones ocasiona la aparición de una diferencia
de potencial entre los extremos del conductor.
184
El modelo de la teoría electrónica clásica da explicación satisfactoria a los fenómenos que se
presentan en los trabajos prácticos de ingeniería de ahí su gran utilidad. Los puntos en que la
misma falla se explican satisfactoriamente en los postulados de la teoría cuántica.
q n o e Vm t S 3.6.1
Donde:
no - Densidad volumétrica de portadores de carga.
e - Carga del electrón.
Vm - Velocidad media del movimiento de los electrones.
S - Area de la sección transversal.
t - Tiempo.
q - Carga que atraviesa una sección dada del conductor en un tiempo t.
q
i 3.6.2
t
i
J n 0 e Vm 3.6.3
S
La fuerza sobre cada portador debido a la acción del campo eléctrico aplicado de intensidad E es:
FEema 3.6.4
De donde:
eE
a 3.6.5
M
Esta aceleración existe entre choque y choque y si se considera que en cada choque el electrón
entrega toda la energía del movimiento ordenado su velocidad inicial después del choque será
nula, por lo que la velocidad final antes del próximo choque se calcula como:
VF a t 3.6.6
Si se tiene en cuenta que el tiempo entre dos choques sucesivos es por lo general diferente, es
conveniente introducir el concepto de tiempo medio entre choque (t) para un portador. Si se
introduce, además, el concepto de recorrido libre medio () como el promedio de las distancias
recorridas entre choques sucesivos se tiene que:
185
t 3.6.7
VT
a
VF 3.6.8
VT
Como se ha considerado el movimiento entre choques uniformemente acelerado y con velocidad
inicial cero, el valor medio de la velocidad de los electrones será:
VF a
Vm 3.6.9
2 2V
Sustituyendo 3.6.5 en 3.6.9 se tiene:
eE
Vm 3.6.10
2 m VT
n 0 e2 E
J 3.6.11
2 m VT
Según la ley de Ohm en forma diferencial ( J = E) se tiene que:
n 0 e2
3.6.12
2 m VT
En la práctica se trabaja con otro parámetro definido como el inverso de la conductividad que se
representa por y se denomina resistividad eléctrica, la cual depende de la sustancia y de la
temperatura.
1 2 m VT
3.6.13
n 0 e2
186
La velocidad de movimiento térmico caótico de los electrones VT, a un temperatura determinada
es aproximadamente igual para distintos metales. También se diferencian poco las
concentraciones de electrones libres no: por ejemplo, para el cobre y el níquel esta diferencia es
menor de un 10 %. Por lo antes expuesto es que la conductividad depende principalmente del
recorrido libre medio de los electrones en el conductor, el que está determinado a su vez por la
estructura del material conductor.
0 a T b T 2 c T 3 3.6.14
Para temperaturas no muy altas pueden despreciarse los términos en T2 y potencias superiores
usándose por lo tanto para cálculos prácticos la expresión aproximada:
0 a T 3.6.15
Donde:
a - Constante de temperatura.
T - Diferencia de temperatura.
a 68 x 10 6 (( Ohm mm 2 ) m º C )
a (T2 T1 ) 3.6.16
T T
2 1
187
Donde:
Resistividad a la temperatura T1.
T
1
Resistividad a la temperatura T2
T
2
Las mediciones de las variaciones de la resistencia con la temperatura se hacen a corriente directa
y en ambas direcciones a fin de eliminar errores debido a alguna fuerza electromotriz que pueda
existir. Las mediciones normalmente se efectúan con un puente de Wheatstone o con uno de
Kelvin. Como los valores de resistencia son pequeños es necesario tener mucho cuidado con la
resistencia de contacto, para lo cual deben tomarse medidas adicionales como se verá cuando se
trate este tema.
En el caso de la variación de la resistencia con la temperatura se pueden presentar tres casos bien
definidos:
Primero.- El caso de los metales puros en los cuales la resistencia aumenta con la temperatura,
aunque no siempre en forma lineal tal como se puede ver en la Fig. 2.6.1 para el níquel. Para la
188
confección de bobinas para la medición de la temperatura el cobre se puede usar hasta los 160C,
el níquel hasta los 500C y el molibdeno y el platino hasta los 1000C; por sus características de
oxidación el molibdeno debe estar en un bulbo al vació.
R/R0°C 99
88
HIERRO
77 NIQUEL
66
COBRE
55 PLATA
PLATINO
44
33
22
11
00
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
T °C
Fig. 3.6.1.- Variación de la resistencia relativa con la
temperatura para algunos metales.
Tercero.- Los óxidos de ciertos materiales presentan grandes reducciones en la resistencia con
incrementos en la temperatura, es decir, contrario al caso de los metales puros, su coeficiente de
variación de la resistividad con la temperatura es negativo. A estos materiales se les denominan
termistores. El uso de los termistores es más común en rangos de pequeñas temperaturas como se
aprecia en la Fig 3.6.2 para un termistor comercial. Como el rango de cambio de su resistencia
con la temperatura es de 5-10 veces la de los metales puros con ellos es más fácil medir pequeños
incrementos en la temperatura, aunque hay que tener en cuenta que su coeficiente de resistencia-
temperatura no es constante. Los materiales más usados son los óxidos de cobalto, cobre, hierro,
magnesio, níquel, titanio y zinc.
En muchas ocasiones las características que sirven de base para las transacciones comerciales de
los materiales conductores son los valores relativos de su resistividad o de su conductividad
respecto a la del cobre patrón a la temperatura normal de 20C.
Como se planteo anteriormente las impurezas y las alteraciones de la estructura regular de los
metales ocasionan el aumento de su resistividad. Se observa una elevación considerable de la
resistividad cuando se alean dos metales si solidifican cristalizando conjuntamente y los átomos
de uno de los metales entra en la red cristalina del otro. La magnitud de la resistividad de una
189
aleación depende del porciento de cada uno de los metales que entran a formar parte de la
aleación.
100000
100000
10000
10000
TºC
1000
1000
10 100 1000
10 100 1000
ToC
3.6.6.- SUPERCONDUCTIVIDAD.
Como se vio anteriormente la resistencia eléctrica tiene una dependencia dada para cada material
con la temperatura, por lo que es de esperar que haya una temperatura para la cual la resistencia
eléctrica se anule, esta temperatura está cercana al cero absoluto (-273C), Fig. 3.6.3. Sin
embargo, en muchos metales a temperaturas muy bajas se presenta un cambio brusco cayendo su
resistividad a valores tan pequeños que en la práctica es imposible medirlos tal como se muestra
esquemáticamente en la Fig. 3.6.4. A esta temperatura se le denomina temperatura crítica o de
transición. El paso al estado de superconductividad es reversible, es decir, cuando la temperatura
se eleva por sobre este valor la superconductividad desaparece.
190
Es de destacar que en muchas sustancias, entre ellas algunos de los mejores conductores como el
cobre y la plata, no se presenta este fenómeno. Es interesante advertir que pueden ser
superconductores no sólo los compuestos y aleaciones de las sustancias que lo son, sino también
los compuestos y aleaciones de éstos con otras muchas sustancias que no lo son, e incluso
compuestos en cuyas moléculas intervienen exclusivamente átomos de elementos no
superconductores.
Según este diagrama de la Fig. 3.6.5. la superconductividad de un material que esté en el punto X
puede destruirse por calentamiento, siguiendo la trayectoria XY o por inducción magnética
siguiendo la trayectoria XZ.
Los superconductores se dividen en blandos y duros. Los superconductores blandos, tal como se
muestra en la Tabla 3.6.1 son metales puros que se caracterizan por tener una temperatura crítica
de transición muy pequeña y una inducción magnética crítica muy pequeña también. Los
superconductores duros tienen la temperatura crítica de transición y la inducción magnética
crítica más elevada, aunque en ellos la transición no es tan brusca como en los superconductores
blandos.
La utilidad práctica de la superconductividad está dada por el hecho de que la corriente eléctrica,
una vez inducida en el circuito superconductor, circulará por él durante años sin que su intensidad
varíe sensiblemente sin tener que suministrar energía externa alguna que no sea la necesaria para
191
mantenerlo a la temperatura adecuada. En ellos se pueden lograr densidades de corriente
prácticamente ilimitadas.
m
PLOM O
0,26
0,24
0,22
0,20
0,18 NIQUEL
0,16
0,14 HIERRO
0,12
0,10 ZINC
0,08
0,06 ALUMINIO
0,04
COBRE
0,02
0,00
-200 -150 -100 -50 0 50 100 150 200
T °C
Fig. 3.6.3.- Variación de la resistividad con la temperatura para
varios materiales conductores
0 2 4 6 8 10
T°K
192
B
P
ESTADO NORMAL
Z
BC O Y
X
ESTADO DE
SUPERCONDUCTIVIDAD
Q
T
TCO
Se denomina así a la facilidad que un material presenta al paso del calor; la conductividad
térmica se produce cuando todos sus puntos no están a la misma temperatura. De la transmisión
del calor por el metal responden los mismos electrones libres que determinan su conductividad
eléctrica y cuya cantidad, por unidad de volumen del metal, es muy grande; por esta razón es que
a medida que sea mayor la conductividad eléctrica mayor será la conductividad térmica.
193
La conductividad térmica de un material es un índice de la mayor o menor dificultad con que este
material permitirá la transmisión del calor, generado por efecto Joule, a los cuerpos próximos y al
ambiente que lo rodea. Cuanto mayor sea el coeficiente de conductividad térmica, tanto más
fácilmente se evacuará el calor producido. Al clasificar los materiales conductores por su
conductividad térmica se puede observar que esta clasificación coincide sensiblemente con la
correspondiente a la conductividad eléctrica, es decir que, cuanto mejor conductor de la corriente
eléctrica es un material, tanto mejor conductor del calor es.
L
L0 T 3.6.20
Donde:
t - Conductividad térmica.
- Conductividad eléctrica.
T - temperatura.
2 K 2
L0 ( Número de Lorentz)
3e2
K - Constante de Boltzman.
e - Carga del electrón.
0 1 S 3.6.21
Donde:
- Resistividad del metal sometido a la carga
o - Resistividad del metal sin carga mecánica.
S - Coeficiente de carga mecánica del metal.
Signos:
+ para cargas de tracción.
para cargas de compresión.
La variación de () se explica por la variación de la amplitud de las oscilaciones de los nudos de
la red cristalina del metal. Cuando el metal se tensa esta amplitud aumenta y cuando se comprime
disminuye. El aumento de la amplitud de las oscilaciones de los nudos de la red ocasiona la
disminución de la movilidad de los portadores de carga y, en consecuencia, el aumento de la
resistividad. La disminución de la amplitud de las oscilaciones, por el contrario, causa la
disminución de la resistividad. La deformación plástica, por lo general, eleva la resistividad de
los metales aunque mediante la recristalización térmica (recocido) puede que la resistividad
descienda hasta su valor inicial.
194
3.6.9.- DIFERENCIA DE POTENCIAL DE CONTACTO.
Siempre que se ponen en contacto dos conductores metálicos distintos, que se encuentren a la
misma temperatura, aparece una diferencia de potencial en la superficie de separación de los
mismos que es independiente de la extensión de esta superficie y cuyo valor es constante para las
mismas sustancias en igualdad de condiciones. Esta diferencia de potencial se denomina
diferencia de potencial de contacto y se conoce como efecto Volta.
La aparición de una diferencia de potencial de contacto entre dos metales, por el simple hecho de
ponerlos en contacto, se explica de acuerdo con la teoría electrónica por la diferencia de los
valores del trabajo de extracción de los electrones de los diversos metales y en que la
concentración de electrones y, por consiguiente, la presión del gas electrónico en los distintos
metales es distinta. Así, al ponerse en contacto dos cuerpos, A y B, los electrones libres pasan del
cuerpo A, donde se supone una presión mayor, al cuerpo B a través de la superficie de contacto y
por esto este último cuerpo se carga negativamente respecto al A. Pero según pasan electrones de
A a B aparece un campo eléctrico de intensidad creciente que se opone cada vez más al
movimiento de los electrones. De esto resulta al fin el equilibrio, que se manifiesta por una
diferencia de potencial que depende de la naturaleza de los metales en contacto. De la teoría
electrónica de los metales se deduce que la diferencia de potencial de contacto entre los metales
A y B es:
K T nA
U AB U A U B ln 3.6.22
e nB
Donde:
K - Constante de Boltzman.
e - Carga del electrón.
UA y UB - Potenciales de los metales en contacto.
nA y nB - Concentración de electrones en los metales A y B.
Si se cierra el circuito de esos dos conductores, uniéndose entre sí, no existirá corriente eléctrica
ya que UAB será igual a UBA y la tensión resultante será cero, lo cual es evidente porque no hay en
ningún punto del sistema fuente alguna de energía para mantener la corriente. Ahora bien, cuando
uno de los puntos de unión está a una temperatura T1 y el otro está a una temperatura diferente T2
entre ellos sí se produce una diferencia de potencial que se denomina fuerza
termoelectromotriz" (efecto Seebeck). Esta diferencia de potencial está dada por:
U U AB U BA
K T1 n A K T2 n B
U AB U A U B ln U B U A ln 3.6.23
e nB e n
A
Es decir:
K n
U T1 T2 ln A 3.5.24
e nB
195
U c (T1 - T2 ) 3.6.25
El principio antes explicado se emplea para la medición de temperatura, para ello es necesario
poner en contacto con el cuerpo al que se desea medir la temperatura uno de los extremos del par
y mantener el otro a una temperatura de referencia conocida.
Otro fenómeno de interés en este caso es el conocido como efecto Thomson que plantea que
cuando se tiene un conductor homogéneo con puntos a temperaturas diferentes, entre estos puntos
existe una diferencia de potencial. Así, por ejemplo, si se tiene un alambre de cobre en el cual la
temperatura en su extremo A es mayor que en su extremo B, existe una diferencia de potencial
entre A y B y el potencial en el primer punto es mayor que en el segundo. Los metales que
presentan la característica del cobre se llaman positivos, en cambio los metales como el zinc, en
los cuales el potencial superior corresponde a la temperatura más baja se llaman negativos.
Otro aspecto de interés en el contacto entre dos metales es el denominado efecto Peltier. Se
llama efecto Peltier a la variación de temperatura que tiene lugar cuando una corriente eléctrica
atraviesa la superficie de contacto de dos conductores diferentes, en la cual se presentará un
calentamiento o enfriamiento según los casos y según el sentido de la corriente. Así, por ejemplo,
en el caso del contacto entre un conductor de antimonio y otro de bismuto, la unión se calienta
cuando la corriente va del antimonio al bismuto y si la corriente se invierte el contacto se enfría.
La fuerza termoelectromotriz que se genera en la unión de dos metales diferentes cuando sus dos
extremos se encuentran a temperaturas diferentes es ampliamente usada para la medición de
temperatura.
Los termopares de manganina-constantán pueden ser usados sin dañarse hasta los 300 C, los de
cobre-constantán hasta los 500 C, los de hierro-constantán hasta los 850 C, los de níquel-
níquelcromo hasta los 1100 C, los de platino- rodio hasta los 1550 C. Obviamente los
termopares deben ser protegidos mediante una vaina resistente al calor, que debe poseer buenas
características de transferencia de calor, ya que ella puede, y de hecho lo hace, introducir un
tiempo de demora en la respuesta de los termopares. El aislamiento eléctrico entre los
conductores del termopar, y el de cada uno de ellos respecto a tierra, es importante, ya que
aunque los esfuerzos eléctricos son muy pequeño, el aislamiento debe mantener separado a los
dos conductores aún bajo las condiciones de temperaturas más altas, por lo que los materiales
aislantes usados deben soportar sin daño las mismas. En dependencia de la temperatura de trabajo
se emplean : asbesto, vidrio, siliconas, goma, teflón, etc.
196
mV 30
20
CROMEL
10
Pt 90-Rh10
0 PLATINO
ALUMEL
-10
COPEL
-20
CON STANTAN
-30
0 200 600 800 1000
400
T°C
Si la temperatura tiene que ser medida con gran precisión, se deben emplear dos termopares TC1
y TC2, conectados como se muestra en la Fig. 3.6.7. Uno de los dos termopares debe de estar a la
temperatura que se desee medir y el otro en una vasija con hielo a 0 C como temperatura de
referencia. Como se indica en la Fig. 3.6.7 los termopares se conectan en oposición y se mide,
con la ayuda de un potenciómetro, la diferencia de potencial entre ellos. Cualquier otro sistema
de medición que se emplee debe ser de muy alta impedancia, a fin de que su consumo de energía
sea despreciable y no se afecte la operación del termopar. En la Tabla 3.6.2 se exponen las
características de diferentes tipos de termopares.
R T °C
Galvanómetro U
TX TR= 0°C
197
Tabla 3.6.2.- Fuerza termoelectromotriz en mV en diferentes tipos de termopares con 0 C
de temperatura de referencia.
Temp.( C) 100 200 300 400 500 600 700 800 1000
90 Pt/Pt 0,64 1,44 2,3 3,25 4,22 5,22 6,26 7,33 9,57
87 Pt/Pt 0,64 1,46 2,40 3,40 4,45 5,56 6,72 7,92 10,47
40 Ir/Ir 0,55 1,10 1,65 2,20 2,75 3,30 3,85 4,40 5,50
* 4,10 8,13 12,21 16,39 20,64 24,90 29,14 33,31 41,31
Ni/Mo - - - 12,85 16,20 19,98 24,15 28,60 38,25
** 5,27 10,78 16,33 21,85 27,39 33,11 39,15 - -
* ** 4,28 9,29 14,86 20,87 - - - - -
Nota:
90 Pt (=) 90 Pt + 10 Rh.
87 Pt (=) 87 Pt + 13 Rh.
40 Ir (=) 40 Ir + 60 Rh.
(*) Cromel/Alumel.
Cromel (=) 90 Ni + 10 Cr.
Alumel (=) 94 Ni + (Al + Si + Mn).
(**) Fe/constantán.
Constantán (=) 60 Cu + 40 + Ni.
(***) Cu/constantán.
Cuando se pone una pieza de material conductor sobre otra, con el objetivo de establecer un
contacto eléctrico, en realidad, y cualquiera que sea la presión a que estén sometidos, ambas
piezas quedan separadas por una distancia relativamente grande en relación a las dimensiones
atómicas. Con el ajuste más perfecto se consiguen separaciones de una micra entre ambas piezas,
mientras que el átomo es 1000 veces más pequeño. En estas condiciones puede comprenderse
fácilmente que las resistencias de contacto entre las piezas puede tener un valor considerable.
Por consiguiente, y de acuerdo con lo anterior, resulta que el paso energía eléctrica de una pieza a
la otra se efectúa de dos formas:
A través de una zona de contacto íntimo o zona de conducción.
A través de una zona de disrupción donde el gradiente de tensión puede alcanzar valores
elevados, próximos a la rigidez dieléctrica del aire o del aislamiento que separe ambas
zonas de contacto.
La resistencia de contacto se define como la relación existente entre las tensiones en los bornes
de un contacto y la intensidad de la corriente que atraviesa ese contacto. La resistencia de
contacto no es constante y depende entre otras causas de:
De la presión a que estén sometidas las piezas, o presión de contacto.
De la composición de las piezas en contacto.
198
De la forma y sección de las piezas en contacto.
De la naturaleza del medio ambiente.
Del sentido e intensidad de la corriente,.
De la clase de corriente (alterna o directa)
11 I
U2 3.6.26
2500
Otro problema de interés es el error que se puede cometer en la medición de altas corrientes
mediante el empleo de resistencias derivadoras de efectuarse una conexión incorrecta de las
mismas, ya que su resistencia es comparable con la resistencia de contacto. Para eliminar la
resistencia de contacto en las mediciones con resistencias derivadoras estas se construyen con dos
juegos de contactos (terminales) los de corriente, fuertes y robustos pues su misión es la de
conectar la resistencia al circuito de alta corriente, y los de potencial cuya misión es la de servir
de puntos de conexión al galvanómetro. En la Fig. 3.6.8 se muestran las dos posibles conexiones
de una resistencia derivadora.
Cuando el contacto se efectúa entre dos metales diferentes, se presenta el conocido efecto Volta.
Como se sabe cada metal tiene un potencial de oxidación diferente lo que hace que la unión se
cree un par galvánico, el cual en presencia de la humedad, hace que un metal se oxide (ceda
electrones) y el otro se reduzca. Ejemplo típico de esto es la unión cobre-aluminio en la cual el
aluminio se destruye, llegando un momento tal en que el empalme como tal queda totalmente
destruido.
El aspecto antes señalado es de mucha importancia ante el uso tan extendido del cobre y del
aluminio en las instalaciones eléctricas, lo que ha motivado el desarrollo de las llamadas uniones
bimetálicas. Las uniones bimetálicas de cobre-aluminio se logran mediante la difusión de un
metal en otro, con lo que se logra una unión tan íntima que impide la presencia de humedad entre
ellos eliminándose el efecto Volta. El conductor de aluminio se conecta a la parte de aluminio de
la unión bimetálica y el conductor de cobre a la de cobre.
Desde hace mucho tiempo se conoce que dos superficies metálicas perfectamente pulidas se
adhieren si se les pone en contacto íntimo, pero esta unión no constituirá una soldadura
199
propiamente dicho, ya que no existe continuidad molecular y la resistencias eléctrica del conjunto
será mayor que la de una pieza homogénea de las mismas dimensiones. Una fuerte presión
mecánica, mediante un impacto brusco, puede, en condiciones adecuadas, producir una verdadera
soldadura lográndose continuidad electrónica entre los electrones libres de los dos metales. A este
proceso se le denomina soldadura en frío y es muy usado en la uniones aluminio-cobre pues no se
introduce ninguna modificación química entre los dos metales, y al no poder penetrar la humedad
queda eliminado el efecto Volta.
RG
RP RP
RC RS RC
CONEXION INCORRECTA
RG
RP RP
RC RS RC
CONEXION CORRECTA
L
R 3.6.28
S
Se ha demostrado que en un conductor fijo con el cual concatene un flujo magnético variable con
el tiempo se induce una fuerza electromotriz que se opone a la causa que la genera según la ley de
Lenz. El flujo magnético puede deberse a una fuente externa o a una corriente variable en el
tiempo que circule por el mismo conductor, en cuyo caso dicha fuerza electromotriz se denomina
fuerza electromotriz autoinducida.
Concatenaciones de flujo
L Henry 3.6.29
Unidad de corriente
XL 2 f L 3.6.30
Donde:
XL - Reactancia inductiva ().
f - Frecuencia de la tensión aplicada (Hz).
L – Inductancia reactiva (Henry)
Como se puede apreciar existe una marcada diferencia entre el efecto de la resistencia y el de la
inductancia. En el caso de la resistencia, como se vio anteriormente, debido a su efecto se genera
calor, es decir, la energía eléctricas se transforma en energía calórica (Ley de Joule) que se disipa
en el medio circundante y en el caso de la inductancia la energía eléctrica se transforma en
energía magnética y viceversa según el caso, por lo que la misma no se consume sino que se
transforma de una forma de energía a la otra según la corriente crezca o disminuya. Las pérdidas
de energía por el efecto Joule se definen como:
P I2 R 3.6.31
201
De donde:
P
R 3.6.32
I2
La fuerza electromotriz autoinducida es mayor en el centro del conductor pues es esa región la
que concatena con más líneas de flujo tal como se aprecia en la Fig. 3.6.10 y por ello su
inductancia será mayor y con ello su reactancia inductiva. La dependencia de este fenómeno con
la frecuencia de la corriente alterna está dada por la dependencia de la reactancia inductiva de la
frecuencia.
Una mejor comprensión de este fenómeno se puede obtener si se analiza el circuito equivalente
de la Fig. 3.6.9, para lo cual se ha considerado al conductor dividido en un gran número de
pequeños conductores situados en capas concéntricas. La resistencia a la corriente directa de cada
un de estos conductores es la misma, sin embargo la fuerza electromotriz autoinducida en los
conductores de las capas más internas es mayor que el de las capas más externas, por lo que su
reactancia inductiva (XL) será mayor y por ende la corriente que circula por ellos menor. La
resistencia a la corriente alterna para un conductor cilíndrico macizo se calcula a partir de la
siguiente expresión:
A2 A4
RCA RCD 1 3.6.33
12 180
Donde:
2 2 f r 2 r
A 3.6.34
10 7
Donde:
f - Frecuencia en Hz.
r- Permeabilidad magnética relativa del conductor.
r - Radio del conductor (m).
- Resistividad del conductor (-m).
202
Campo magnético
externo
Conductor
R3 XL3
R2 XL2
R1 XL1
C. A
Los materiales conductores más usados en la electrotecnia son el cobre, el aluminio, el hierro y
algunas aleaciones especiales para usos muy específicos. En la actualidad en las comunicaciones
tiene un uso muy difundido el empleo de los conductores de fibra óptica.
3.7.1.- COBRE.
El cobre es un metal rojo más o menos oscuro. Es, después de la plata, el mejor conductor de la
electricidad y del calor. Es muy dúctil y maleable, cuando se deforma en frío duplica su
resistencia mecánica y su dureza, pero se reduce su alargamiento a la rotura. Las ventajas del
cobre que aseguran su gran utilización son las siguientes:
Su pequeña resistividad.
Su alta resistencia mecánica.
Su estabilidad a la corrosión.
Su buena maquinabilidad.
Su facilidad para los empalmes.
La resistividad del cobre es muy pequeña siendo superado sólo por la plata y su estabilidad a la
corrosión es satisfactoria, pues los agentes atmosféricos forman en su superficie una película de
sulfato de cobre que lo protege reduciendo el proceso de oxidación. A estos factores hay que
203
añadir su buena maquinabilidad, ya que el mismo se puede laminar en hojas y cintas muy finas y
trifilarse en hilos de muy pequeño diámetro, lo que unido a la facilidad de sus empalmes
empleando materiales de soldaduras de baja temperatura como el estaño lo convierten en un
material de magnificas características para su empleo en la electrotecnia.
Símbolo químico Cu
Número atómico 29
Peso atómico 63,54
Peso específico (g/cm3 ) 8,96
Conductividad eléctrica a 20 C (S-m /mm2 ) 59
Resistividad eléctrica a 20 C (-mm2/m) 0,01663
Coeficiente de temperatura (C -1) 0,00393
Conductividad calórica a 0C en calorias-gramo/ C /cm2 /cm) 0.941
Coeficiente de dilatación lineal (de 20 a 100 C) (C -1) 1,65x10 -6
Punto de fusión ( C) 1083 1
Módulo de elasticidad 12700
Resistencia a la tracción (carga de rotura Kg/mm2 ) 15...20
Alargamiento a la rotura (en %) 0,3
Además del cobre puro se utilizan como materiales conductores sus aleaciones con metales como
el manganeso, el níquel, el cinc, el estaño, el aluminio, etc. En general se puede decir que las
aleaciones de cobre mejoran algunas de las propiedades mecánicas o térmicas del cobre puro
siempre con menoscabo de las propiedades eléctricas. Las aleaciones más comunes son las
conocidas como latones y bronces.
Los latones son aleaciones de cobre y de cinc con un 50 % de este último metal como máximo,
ya que a partir de dicho porcentaje las aleaciones resultan frágiles. La conductividad eléctrica de
los latones es relativamente baja, por lo que su empleo en la electrotecnia no está muy extendido.
Desde muy antiguo se denominaron bronces a las aleaciones de cobre y estaño. Actualmente se
aplica esta denominación a todas las aleaciones binarias del cobre con los demás metales excepto
con el zinc. Los bronces modernos son frecuentemente aleaciones ternarias que, además de cobre
y estaño, contienen un tercer elemento: fósforo, silicio, manganeso, zinc, aluminio y cadmio. En
los bronces empleados como materiales conductores el contenido de estaño y de otros metales es
generalmente inferior al de los bronces utilizados en aplicaciones mecánicas.
3.7.2.- ALUMINIO.
El aluminio es un metal blanco brillante. Tiene pequeña resistencia mecánica, gran ductilidad y
maleabilidad, que permite forjarlo, trifilarlo en hilos muy finos y laminarlo en espesores de hasta
0,4 mm. A la temperatura de 500 C se vuelve frágil y se puede pulverizar fácilmente. El
aluminio se oxida muy activamente y se recubre de una película delgada de óxido de gran
resistencia eléctrica. Esta película evita que la corrosión del aluminio prosiga, pero al mismo
tiempo crea una gran resistencia de transición en los puntos de contacto de los conductores de
aluminio y hace que su soldadura sea imposible por los procedimientos ordinarios. Para soldar el
aluminio hay que utilizar pastas para soldar especiales o soldadores ultrasónicos.
204
En los puntos de contacto del aluminio con el cobre puede producirse corrosión galvánica si la
zona de contacto está sometida a la acción de la humedad. El par galvánico que se forma tiene
una fuerza electromotriz bastante alta y su polaridad es tal que, en la superficie exterior del
contacto pasa la corriente del aluminio al cobre con lo que el conductor de aluminio se ve
fuertemente afectado por la corrosión. La duración del aluminio depende esencialmente de su
pureza. Un aluminio con gran contenido de cobre se descompone aunque tenga ya formada la
capa exterior protectora de óxido de aluminio, ya que en el presente caso esta capa no puede
impedir el progreso de la descomposición hacia el interior del metal. Por otra parte un aluminio
químicamente puro es muy blando y su carga de rotura resulta muy pequeña, por lo que no puede
emplearse como conductor para líneas aéreas que están sometidas a elevados esfuerzos
mecánicos. La experiencia ha demostrado que el grado de pureza óptimo para el aluminio es de
99 % a 99,5 %.
Símbolo químico Al
Número atómico 13
Peso atómico 27
Peso específico (g/cm3) 2.7
Conductividad eléctrica a 20C (S-m/mm2) 35.36
Resistividad eléctrica a 20 C (-mm2/m) 0,02828
Coeficiente de temperatura (C-1) 0,004
Conductividad calórica a 0 C (calorias-gramo/C/cm2/cm) 0.53
Coeficiente de dilatación lineal (de 20 a 100 C)(C-1) 23,6x10-6
Punto de fusión (C) 660
Módulo de elasticidad 7200
Resistencia a la tracción(carga de rotura Kg/mm2) 16...20
Alargamiento a la rotura (en %) 0,30
Las características mecánicas y eléctricas del aluminio son más bajas que las del cobre. A
igualdad de sección y de longitud, la resistencia eléctrica del alambre de aluminio es mayor que
la del cobre (1,64 veces). Por consiguiente para que el alambre de aluminio tenga la misma
resistencia que el cobre su sección deberá ser 1,64 veces mayor, es decir, su diámetro tendrá que
ser aproximadamente 1,28 veces mayor, por lo que si se limitan las dimensiones exteriores no es
fácil sustituir el cobre por aluminio, por suerte en la práctica esto no es así. Una comparación
entre las características del cobre y las del aluminio es la siguiente:
Al Cu
Relación de las secciones 1,64 1
A igual
Relación de los diámetros 1,28 1
conductividad
Relación de los pesos 0,5 1
eléctrica
Relación de las cargas de rotura 0,73 1
A igual Relación de las secciones 1,405 1
calentamiento Relación de los pesos 0,424 1
Relación de las conductividades 0,61 1
A igual sección
Relación de los pesos 0,30 1
205
El aluminio puede alearse con cierto número de otros metales, con el consiguiente aumento de su
resistencia mecánica y dureza. En algunas aleaciones puede aumentarse aún más la resistencia
mecánica mediante un tratamiento térmico adecuado. Los metales más empleados en estas
aleaciones son: cobre, silicio, manganeso, magnesio, cromo y zinc.
Desde el punto de vista electrotécnico tienen especial importancia las aleaciones de aluminio
empleadas para conductores de líneas eléctricas aéreas que tienen las características de una
conductividad eléctrica algo menor que la del aluminio comercial, pero tienen una resistencia
mecánica bastante mayor, gracias al aporte de los diversos elementos en la aleación y a
tratamientos térmicos y mecánicos especiales. Estas aleaciones se conocen comercialmente con
los nombres de Almelec, Aldrey, y otros y aunque sus procedimientos de fabricación son
distintos, todas tienen en común una composición química muy parecida y análogas propiedades
mecánicas y eléctricas. Su composición química aproximada es:
Aluminio---------------------98,7 %
Magnesio-------------------- 0,50 %
Silicio------------------------ 0,50 %
Hierro------------------------ 0,30 %
3.7.3.- HIERRO.
Los requisitos que deben cumplir los materiales conductores empleados en la construcción de
resistencias eléctricas de gran potencia son:
Resistividad relativamente alta, para limitar la magnitud de la corriente a valores
convenientes y así poder reducir sus dimensiones.
Que la variación de su resistividad con la temperatura sea pequeña, es decir, que su
coeficiente de temperatura sea pequeño, y preferentemente positivo, a fin de evitar
cambios en su disipación a medida que se calienten.
Coeficiente de dilatación pequeño a fin de limitar los esfuerzos mecánicos por los cambios
de temperatura.
Alto punto de fusión, el cual debe ser muy superior a la temperatura de trabajo de diseño
de la resistencia.
206
Alta estabilidad química a su temperatura de trabajo, a fin de que sea capaz de soportar la
oxidación y los ataques de los productos que se puedan generar en su medio de trabajo.
Resistencia mecánica alta a la temperatura de trabajo para que pueda soportar los golpes,
vibraciones y cambios bruscos de temperatura.
Maleabilidad adecuada para poder confeccionar con él hilos y láminas de las dimensiones
que se requieran.
Que sean abundantes, baratos y de larga vida útil.
Entre los metales puros los más apropiados por su alta resistividad y por su alto punto de fusión
son el cromo ( = 0,2 -mm2/m y 1850C) y el platino ( = 0,105 -mm2/m y 1770C), pero
ambos son muy costosos y solo se emplean, sobre todo el platino, en casos en que se requiere de
muy alta estabilidad química.
Como los metales puros no reúnen los requerimientos antes expuestos, se recurre al empleo de
aleaciones de alta resistividad, a base fundamentalmente de cobre, níquel, hierro, cromo y
aluminio.
En los sistemas eléctricos de potencia y en la electrotecnia en general existe una gran cantidad de
dispositivos (breakers, relés, interruptores, etc.), cuya función es la de conectar y desconectar
circuitos eléctricos y los materiales de que están constituidos los contactos de los mismos están
sometidos a grandes esfuerzos eléctricos, mecánicos y térmicos.
Una particularidad de los contactos de los equipos de interrupción es que ellos deben ser capaces
de soportar el arco eléctrico o la descarga que se establezca entre ellos al abrirse o cerrarse un
circuito eléctrico por lo que están sometidos a un fuerte proceso de deterioro. El deterioro de los
contactos debido a su uso puede ser motivado por diferentes fenómenos: la corrosión por
oxidación o por cualquier otra reacción química producto de la acción del medio de trabajo sobre
ellos, por fusión y/o evaporación del material de la superficie de los contactos por el efecto
térmico producido por los arcos eléctricos o las descargas sobre ellos y también por el transporte
de material de un contacto al otro (fundamentalmente en corriente directa).
207
Debido a la corrosión la superficie de los contactos se recubre de una película de óxido de baja
conductividad que reduce la efectividad del contacto eléctrico por lo que es necesario aplicar
entre ellos una presión lo suficientemente alta como para romper la capa de óxido cada vez que se
efectúe una operación de apertura-cierre.
La velocidad de movimiento de los contactos juega un papel muy importante, sobre todo en los
destinados a operar bajo condiciones de alta corriente, ya que por la duración del arco entre ellos
pueden llegar a sufrir daños, llegando el caso de que pueden llegar a soldarse. La temperatura de
trabajo es otro elemento de gran importancia en la posibilidad de que los contactos lleguen a
soldarse o a erosionarse por fusión y/o evaporación del material de su superficie. La temperatura
puede llegar a ser alta debido a las condiciones de trabajo (por ejemplo en una plancha, horno,
etc.) o por una alta resistencia de contacto. A medida que los contactos se van dañando por el uso
su resistencia de contacto va aumentando.
Un material para que pueda ser usado en la construcción de contactos debe cumplir los siguientes
requerimientos:
Una temperatura de fusión alta.
Deben ser capaces de soportar los efectos de los arcos eléctricos.
208
Deben ser resistentes a la oxidación.
La resistencia de contacto que se establezca entre ellos debe ser pequeña.
Alta resistencia al desgaste por rozamiento para los contactos de corredera.
Para altas corrientes los contactos, por lo general, se construyen a partir de aleaciones de plata-
paladio, plata-cobre, plata-cadmio, etc. y de compuestos matalocerámicos.
En comparación con los contactos de los metales puros y de sus aleaciones, los contactos
matalocerámicos se distinguen por su elevada resistencia al desgaste, permitiendo grandes
fuerzas de compresión y poseen alta resistencia a la erosión.
Plata.- Se emplea para la protección de los aparatos que requieran una gran seguridad de
desconexión por su gran precisión para la fusión, su elevada conductividad y por su pequeña
constante de tiempo. Para corrientes de baja intensidad de corriente es el material más adecuado.
Aluminio.- Tiene poca precisión en su temperatura de fusión y un retraso muy grande en la fusión
por lo que, las láminas o hilos de este metal bien calibradas, puede emplearse como material
fusible en las redes públicas de distribución a baja tensión ya que soporta fácilmente las
sobrecargas instantáneas sin fundirse.
Cinc.- Tiene propiedades interesantes como material fusible ya que tiene gran inercia a la fusión
con una masa relativamente pequeña. Actualmente apenas se emplea para estas aplicaciones
209
debido a las proyecciones del metal fundido que hacen que las cajas o cubiertas protectoras se
vuelvan conductoras.
Níquel.- Podría emplearse para bajas tensiones, pero resulta peligroso para tensiones elevadas
debido a que su punto de fusión es muy alto.
Estaño y plomo.- Puros no deben emplearse como placas o hilos fusibles debido a su gran inercia
a la fusión, unida a su gran masa, en comparación con otras aleaciones fusibles.
Latón.- No debe emplearse nunca por ser una aleación muy variable y que, por tanto, no presenta
los debidos parámetros de seguridad para su funcionamiento.
Los fusibles deben estar montados sobre material aislante incombustible y construidos de tal
forma que no puedan proyectar material fundido al entrar en funcionamiento. Es necesario que su
recambio bajo tensión pueda efectuarse sin peligro alguno. Los fusibles de baja tensión han de
cumplir las siguientes condiciones:
210
Resistir durante una hora una corriente igual a 1,3 veces la de su valor nominal para
secciones de conductor de 10 mm en adelante y 1,2 veces la de su valor nominal para
secciones inferiores 10 mm.
Fundirse en menos de media hora para una corriente de 1,6 veces la de su valor nominal
para secciones de conductores de 10 mm en adelante y de 1,4 veces la de su valor nominal
para secciones inferiores a 10 mm.
Para obtener una buena soldadura es necesario una buena limpieza de las zonas de los metales en
los cuales se va efectuar la soldadura y el empleo de un buen desoxidante. La limpieza lo más
común es efectuarla por medio de la abrasión, aunque se pueden emplear también agentes
químicos para ello; en ambos casos es necesario eliminar no sólo las suciedades posibles en el
área a soldar, sino también la fina capa de óxido que recubre al metal y cubrirlo inmediatamente
de una película de material desoxidante. El desoxidante cumple una doble función: elimina el
óxido que pueda quedar sobre el metal y se extiende sobre éste evitando que se oxide de nuevo,
ya que cuando el metal se calienta se oxida con rapidez.
Los cables con conductores de aluminio requieren del empleo de materiales especiales para
superar la dificultad que se presenta, al soldarse, por la capa de óxido que se forma
instantáneamente sobre las superficies de aluminio. Dicha película es muy difícil de eliminar,
puesto que vuelve a formarse inmediatamente después de efectuarse la limpieza, por lo cual se
211
precisa de un desoxidante muy activo así como una soldadura especial, siendo el material más
aconsejable una mezcla de estaño-plomo-zinc con una zona plástica muy extensa.
T°C
LIQUIDO
327
A
300
Q
B 232
PASTOSO
200 E
SOLIDO
100
0 20 40 60 80 100
% DE ESTAÑO
212
Capítulo IV
Conductores
4.1.- INTRODUCCION.
Los conductores eléctricos se dividen en dos grupos: alambres y cables. Los alambres son
conductores de sección circular en tanto que los cables están formados por un haz de alambres.
Los materiales conductores más usados para la confección de los alambres y cables son el cobre
y el aluminio.
Los cables y alambres pueden ser aislados o desnudos. Los cables y alambres desnudos se usan
básicamente en líneas aéreas de transporte de energía, las que imponen a los mismos serios
requerimientos mecánicos. En el resto de las instalaciones eléctricas, equipos, aparatos, etc. se
emplean los cables y alambres aislados.
En los alambres y cables aislados el factor fundamental que determina su vida útil es su
temperatura de trabajo, la que nunca debe sobrepasar la temperatura establecida para la máxima
corriente de operación continua admisible ni la establecida para la máxima corriente admisible
por el cable bajo condiciones de cortocircuito.
4.2.- ALAMBRES.
4.2.1.- INTRODUCCION.
Los alambres son conductores de sección circular o rectangular que pueden ser aislados o
desnudos. La limitante fundamental en el uso de los alambres circulares es de orden mecánico ya
que al aumentar su diámetro el ángulo en que se pueden doblar es cada vez menor, pues se
pueden presentar grietas en su superficie, además, dada su mayor rigidez al aumentar el diámetro
se complica su manipulación e instalación. Los alambres también se usan aislados con diferentes
materiales para el enrollado de máquinas y otros aparatos eléctricos, o con aislamiento
termoplástico o termoestable para sistemas de fuerza y/o control y sin aislamiento para formar el
haz de conductores de los cables.
Los alambres aislados pueden ser aislados a partir de esmaltes o barnices, fibras encintadas, de la
combinación esmaltes-fibras encintadas y a partir de óxidos metálicos, etc.
Los alambres barnizados se logran cubriendo el conductor con una o varias capas de barniz
aislante, por lo que comúnmente se le denominan alambres barnizados. En los alambres
esmaltados se logran películas aislantes de un grosor mínimo de hasta 0,003 mm, lo que permite
aprovechar muy eficientemente el espacio disponible. Sin embargo, a medida que el espesor del
recubrimiento de barniz es menor aumenta la probabilidad de defectos, fundamentalmente
pequeñas perforaciones. Al aumentar el número de capas se pueden eliminar las perforaciones, el
aislamiento es más robusto y aumenta el esfuerzo eléctrico que el alambre aislado es capaz de
soportar, pero empeora la capacidad de transferencia de calor.
Entre los parámetros más importantes a evaluar en los alambres esmaltados están: la elasticidad
de la capa de esmalte y su estabilidad térmica así como su rigidez dieléctrica.
213
La elasticidad del recubrimiento es de gran importancia pues es la que determina el grado de
curvatura que se le puede dar a un alambre esmaltado sin que en la capa de recubrimiento aislante
aparezcan grietas. Para alambres finos (de hasta 0,35 mm de diámetro), las características
elásticas del recubrimiento deben ser tales que no se debe dañar cuando se estira una muestra de
30 cm del conductor, a una velocidad de unos 5 mm por segundo, hasta que adquiera un
alargamiento del 10 % o hasta su rotura. En alambres de diámetros mayores, la elasticidad del
recubrimiento de esmalte es más aconsejable determinarla enrollando el alambre sobre una varilla
o mandril de acero cuyo diámetro es un múltiplo del diámetro del alambre desnudo (según la
norma de que se trate) y en el recubrimiento de esmalte no deben aparecer grietas. Normalmente
se enrollan 10 espiras del alambre a razón de 1-3 vueltas por segundo y la tensión aplicada debe
ser tal que se mantenga un contacto adecuado del alambre con el mandril, pero sin que esta
tensión provoque alargamiento en la muestra del conductor.
Para la determinación de grietas se examinan las muestras con una lupa con un aumento de:
10 - 15 veces para diámetros nominales del conductor inferiores o iguales a 0,04 mm,
6 - 10 veces para diámetros nominales del conductor entre 0,04 y 0,5 mm.
Simple vista a seis veces de aumento para diámetros nominales superiores a los 0,5 mm.
Las pruebas de rigidez dieléctrica dependen del diámetro de los alambres esmaltados por lo que
las mismas se dividen en tres grupos: alambres de diámetro de hasta 0,1 mm inclusive, alambres
de diámetro de hasta 2,5 mm inclusive y alambres de más de 2.5 mm.
Alambres de diámetro de hasta 0,1 mm inclusive.- En estos casos se toma un cilindro de metal de
125 mm en posición horizontal y se conecta al terminal de alta tensión del equipo de prueba y
sobre él se da una vuelta con el alambre barnizado; el extremo superior del alambre se conecta a
potencial de tierra y al inferior se le coloca un peso dado por la norma para el calibre del alambre
de que se trate, Tabla 4.2.1.y Tabla 4.2.2 según la IEC, se exponen las tensiones de rupturas
mínimas para alambres esmaltados sobre base de poliester.
La tensión se aplica partiendo de cero y a una razón de unos 100 Volt por segundo hasta que se
presente la ruptura. Si la ruptura se presenta en menos de 5 segundos la razón de crecimiento de
la tensión aplicada debe ser reducida. Cuando la tensión de ruptura especificada para el alambre
esmaltado sea igual o superior a los 2500 Volt la razón de subida de la tensión debe ser de
500 Volt por segundo. La tensión de ruptura depende del calibre del alambre, del material
aislante empleado y del espesor del aislamiento. Las pruebas se realizan normalmente a
temperatura ambiente y a una temperatura elevada que se especifica para cada aislante según su
clase térmica.
214
Tabla 4.2.1.- Fuerza a aplicar en dependencia del diámetro del alambre
barnizado.
Tabla 4.2.2- Tensiones de rupturas mínimas para alambres esmaltados sobre base de poliester.
215
Notas:
1- Las pruebas a 155 ºC se efectúan igual que las que se realizan a temperatura
ambiente pero, después de pasar 15 minutos de que el alambre haya alcanzado la
temperatura especificada.
2- Los valores se refieren a alambres esmaltados sobre base de poliester.
Se toman 4 - 5 muestras, las que no deben fallar. Si se presenta una falla se debe tomar otra serie
de muestras y efectuarles de nuevo las mismas pruebas.
Alambres de hasta 2,5 mm inclusive. Se toma una muestra de alambre de 400 mm de longitud, se
dobla al medio y se tuerce una distancia de como mínimo 120 mm. La fuerza que se debe aplicar
al par mientras se está torciendo el alambre y el número de vueltas mínimo dependen del
diámetro del alambre tal como se muestra en la Tabla 4.2.3 según la IEC. El lazo formado en uno
de los extremos se pica por el centro y sus extremos se separan lo suficiente para que soporten la
tensión de prueba. Las pruebas se efectúan igual que en el caso anterior.
Tabla 4.2.3.- Fuerza a aplicar y número mínimo de vuelta en las pruebas de alambres de hasta 2,5
mm inclusive.
Alambres de más de 2,5 mm.- Para estos diámetros se recubre el alambre con una hoja de metal
fino, cuyos extremos deben estar sujetos por una cinta adhesiva a fin de que no pierda la tensión y
se garantice un buen contacto entre la hoja de metal y el aislamiento. La longitud del electrodo
así formado debe ser de 75 mm de longitud y entre él y los otros electrodos adyacentes debe
haber como mínimo 50 mm de alambre esmaltado. Se confeccionan 5 electrodos. La tensión de
prueba se aplica entre el conductor y la hoja de metal.
Los alambres con aislamiento de papel se fabrican con núcleos de cobre y de aluminio de sección
circular y rectangular, los que son recubiertos por cintas de papel con espesores de hasta
0,12 mm. Como el papel es muy higroscópico la esfera principal de aplicación de los alambres
con aislamiento de papel son los enrollados de los transformadores donde trabajan impregnados
en aceite que penetra en todos sus poros, lo que aumenta considerablemente su rigidez
dieléctrica. Antes de su impregnación en aceite deben ser secados cuidadosamente. A los
alambres con aislamiento de papel impregnado les corresponde la clase térmica A (105 C).
216
4.2.4.- ALAMBRES CON AISLAMIENTO FIBROSO (ENCINTADOS).
Al igual que los alambres con aislamiento de papel, estos alambres se confeccionan con núcleos
de cobre y de aluminio de sección circular y rectangular. El aislamiento esta constituido por un
encintado, superpuesto en un porciento dado, de cintas de algodón, seda, fibras sintéticas, fibras
de vidrio, etc. Al igual que en el caso de los alambres con aislamiento de papel, estos alambres
tienen un aislamiento muy higroscópico, por lo que muchos de ellos se impregnan con barnices,
resinas u otros compuestos lográndose con ello alambres de una rigidez dieléctrica muy superior
a la de los alambres barnizados.
Los alambres encintados con cintas de tela de vidrio pueden trabajar a temperaturas elevadas,
pero cuando son impregnados con algún barniz es este último quien determina la clase térmica
pues la suya es más baja que la de la tela de vidrio, aunque impregnados con barnices a base de
resinas de siliconas se logra una clase térmica H (180 C).
En otras ocasiones a alambres esmaltados se les aplica una capa de aislamiento a partir de cintas
de fibra, con lo que se obtienen elevadas resistencias mecánicas y eléctricas, por lo que se usan en
aparatos sometidos a cargas mecánicas elevadas, tanto durante el proceso de fabricación como
durante el proceso de explotación. Con cintas de caprón se puede obtener una alta resistencia
mecánica a la abrasión.
La desventaja fundamental de estos tipos de alambres es que el espesor del aislamiento es muy
superior al de los alambres esmaltados y que requieren un proceso de secado más riguroso por su
higroscopicidad.
En este caso, la prueba de elasticidad consiste en tomar una muestra y doblarla a 180 C sobre
un mandril del diámetro especificado en la norma en dos direcciones en forma de S alargada. La
parte recta entre las dos formas en U debe ser por lo menos de 15 mm. Se examina el alambre
para detectar grietas en el caso de los alambres esmaltados o aberturas en el encintado en caso de
que sólo posea éste, en cuyo caso, aunque no se detecten aberturas, debe someterse la muestra a
una prueba de tensión de perforación. Para esta prueba se toman dos muestras diferentes y se
curvan, una sobre la parte más plana y la otra sobre el canto.
Para efectuar la prueba de rigidez dieléctrica en el caso de los alambres redondos se les da una
vuelta sobre un mandril de diámetro especificado, se sacan del mismo y se sitúan en un recipiente
que se rellena con municiones o balines de hasta 5 mm de diámetro, en forma tal que los dos
terminales queden fuera. La tensión se aplica entre el alambre y las municiones. Para alambres
rectangulares la prueba se efectúa igual pero el alambre sólo se dobla en U, con el diámetro que
se especifique.
217
4.2.5.- ALAMBRES AISLADOS A PARTIR DE OXIDOS.
Otra clase de alambres para enrollados es la que se logra en los alambres de aluminio mediante el
empleo de las características aislantes del óxido de aluminio. La capa de óxido de aluminio que
se forma en un alambre de aluminio en contacto con el aire es muy fina y por ello tiene una
tensión de ruptura muy pequeña, sin embargo si el alambre se oxida continuamente en un medio
adecuado se pueden lograr películas de óxido de varias centésimas de milímetro con lo que se
logra una tensión de ruptura adecuada para muchos propósitos prácticos, por ejemplo con una
película de 0,06 mm de espesor se tienen tensiones de ruptura del orden de los 300 Volt. La
ventaja de este tipo de aislamiento es que puede trabajar a temperaturas altas, del orden de la
temperatura de fusión del aluminio, pues el punto de fusión del óxido de aluminio es superior a
los 2000 C.
Aparte de su tensión de ruptura relativamente baja, otras desventajas de este tipo de aislamiento
son su gran higroscopicidad y su limitada flexibilidad.
4.3.- CABLES.
4.3.1.- INTRODUCCION
Los cables están formados por un haz de alambres trenzados, son más flexibles, no
presentándose, por tanto, en ellos los problemas señalados para los alambres. Al igual que en el
caso de los alambres, los cables pueden ser desnudos, para líneas aérea, o aislados.
Los cables pueden ser trenzados a la derecha o a la izquierda. Existen dos tipos básicos de cables
que son:
Los cables concéntricos.
Los cables no concéntricos.
N 3 n (n 1) 1 4.3.1
Donde:
N - Número de alambres en el cable.
n - Número de capas de alambres en el cable.
Como se puede apreciar por lo antes expuesto, el número de alambres en este tipo de conductor
aumenta de la siguiente forma: 7, 19, 37, 61, etc. El núcleo está constituido por un alambre, la
primera capa está constituida por 6 hilos, la segunda, trenzada en sentido contrario a la primera
está constituida por 12 alambres, la tercera por 18 alambres trenzados en sentido contrario a la
segunda, es decir cada nueva capa tiene 6 alambres más que la anterior.
D d (2 n 1) 4.3.2
218
Donde:
d - Diámetro de los alambres que forman el cable.
D - Diámetro del cable.
En los cables no concéntricos las diferentes capas de alambres son trenzados alrededor de un
núcleo formado por dos, tres o más conductores. Para un cable de núcleo trifilar el número total
de alambres está dado por:
N 3 n (n 2) 3 4.3.3
En este caso el diámetro del cable dependerá del número de alambres que lo formen, por ejemplo:
Número de alambres 3 12 27
Diámetro del cable 2,156d 4,156d 6,156d
En todos los casos únicamente los alambres del núcleo del cable son rectos. Los restantes hilos se
van superponiendo según un determinado paso de hélice, con lo cual aumenta la longitud del
cable fabricado, lo que debe de tenerse en cuenta en el cálculo de su resistencia eléctrica. Así, por
ejemplo, la resistencia por Km. de un cable de aluminio se calcula por la expresión:
K
R 28.2 4.3.4
S
Donde:
S- Area del conductor en mm.
K- Coeficiente variable con la formación del cable según los siguientes valores:
Cable de 7 alambres -------------------k = 1,020
Cable de 19 alambres -----------------k = 1,030
Cable de más de 19 alambres --------k = 1,035
Cuando un cable está sometido a un esfuerzo mecánico, los elementos helicoidales tienden a
apretarse sobre los de las capas interiores produciendo con ello compresiones internas. Por lo
tanto, los alambres componentes, tomados en su conjunto, no se comportan como si fueran
conductores individuales independientes ya que los alambres de las diferentes capas tienen
longitudes distintas, de manera que no trabajan todos de la misma forma. Por esta razón la
resistencia mecánica de un cable es menor que la correspondiente a la resistencia mecánica de los
alambres que lo componen. Esta circunstancia se expresa por la denominada eficiencia mecánica
del cable que es la relación entre su carga de rotura y la suma de la carga de rotura de todos los
alambres individuales. Los valores experimentales de la eficiencia mecánica son los siguientes:
219
4.3.2.- DENOMINACION DE LOS CABLES.
La sección efectiva de un cable es igual a la suma de las secciones de los alambres que forman el
cable y la misma comúnmente se expresa en mm, en "circular mil"(C.M.) o según la escala de
la AWG (“American Wire Gauge”).
El circular mil es una unidad de área equivalente al área de un círculo de una milésima de
pulgada de diámetro, por consiguiente:
1 C.M. 0.0012 4.3.5
4
250 000 0,0012 0,196 pulg 2
4
Por otra parte, si d es el diámetro de un alambre su área en C.M. estará dada por:
d2
A 4
0,0012
4
O lo que es lo mismo:
d2
A 4.3.6
0,001
La expresión 4.3.6 indica que el área de un alambre expresada en C.M. está dada por el cuadrado
de su diámetro expresado en milésimas de pulgada.
Para un cable su área transversal efectiva en C.M. será el producto del área transversal en C.M.
de cada alambre multiplicada por el número de alambres que lo componen. Así por ejemplo en un
cable 3/0 de 7 alambres, cada alambre tiene un diámetro de 0.1549 pulgadas, luego el área
transversal efectiva en C.M. del cable será:
0,1549
A7 167741 C.M.
0,001
Como se aprecia estos números son bastante grandes por lo que es común emplear la expresión
de mil cicular mil (M.C.M.), siendo en el ejemplo anterior el área en M.C.M. de:
A 167,741 M.C.M
220
En la Tabla 4.3.1 se exponen las equivalencias de las áreas efectivas de diferentes calibres de
alambres.
Los materiales aislantes más usados son el policloruro de vinilo (PVC), el polietileno
termoplástico (PE), el polietileno reticulado (XLPE), la goma de etileno-propileno (EPR), etc.
Las características generales de estos materiales son:
221
Policloruro de vinilo (PVC).- El policloruro de vinilo, conocido como PVC, es un polímero
termoplástico del monómero denominado cloruro de vinilo cuya fórmula química es CH2=CHCl,
siendo la fórmula química del PVC la siguiente:
[CH2=CHCl]n
En la técnica de fabricación de cables eléctricos el PVC puro no se puede utilizar por falta de
flexibilidad y su rápida degradación a bajas temperaturas, por lo que se le incorporan diversos
aditivos, que varían en cantidad y proporción de acuerdo con el objetivo que se desee alcanzar.
Con el empleo de algunos aditivos se puede emplear para usos específicos hasta temperaturas de
90C - 105C. En los conductores de baja tensión se le añaden colorantes para aumentar su
resistencia a la acción de la luz y para facilitar su identificación en las instalaciones eléctricas.
Como material aislante se emplea en conductores aislados de hasta 20 kV. Como material de
revestimiento tiene un gran uso.
[CH2=CH2]n
Aunque las propiedades de este material varían según los métodos de obtención en general este
material es un sólido incoloro, traslucido, termoplástico graso al tacto, blando en pequeños
espesores, siempre flexible, inodoro, y no tóxico. Es menos denso que el agua.
Esta sujeto a la acción nociva del oxígeno durante una exposición prolongada a la intemperie, que
se traduce en un endurecimiento y disminución de sus propiedades. Ello hace necesario el uso de
222
antioxidantes con los cuales se logra una eficacia casi absoluta pues se convierte en un material
resistente al ozono. Es antihigroscópico, incluso en caliente y es muy resistente a los ácidos.
El polietileno reticulado conserva todas las propiedades eléctricas, mecánicas y químicas del
polietileno inicial pero su temperatura de trabajo continuo se eleva hasta los 90 C, y en casos de
emergencia hasta los 250 C sin que la vida del cable resulte seriamente afectada. Sus principales
características como aislante son:
223
van desde las de un termoplástico hasta las de un elastómero, con todas las propiedades de éste,
excepto la vulcanización que no debe realizarse con azufre sino con peróxidos orgánicos.
Se han desarrollado dos tipos de EPR:
El principal inconveniente del papel como material aislante es su alta higroscopicidad razón por
la cual se le emplea impregnado en aceite, lográndose con esta combinación que soporte
esfuerzos eléctricos de hasta 8 MV pico por metro.
El calor generado por las pérdidas de energía (q) por efecto Joule en los conductores de los cables
debe atravesar el material aislante del mismo para salir al exterior. La magnitud de la oposición a
la circulación del calor a través del material aislante está determinada por la resistencia térmica
de éste y la misma se expresa como:
L
T T 4.3.7
A
Donde:
T - Resistencias térmica (ºC/W).
A - Area de la sección transversal (m2)
L - Longitud del recorrido del flujo de calor (m).
T - Resistividad térmica del material(ºC-m/W).
En el caso de un cable sencillo como el que se muestra en la Fig. 4.3.1 la resistencia térmica de
un anillo del aislante de espesor dx está dado por.
dx
T 4.3.8
2x
224
Es decir:
T R
T ln 4.3.10
2 r
Parte del calor generado por las pérdidas de energía por efecto Joule en el cable se emplea en
aumentar la temperatura del cable como tal. La capacidad que tiene el cable en su conjunto de
almacenar energía en forma de calor depende de la capacitancia térmica C (J/ ºC) de cada una
de sus partes componentes. La capacidad de almacenar calor de cada una de las partes
componentes del cable depende de sus dimensiones física, de su densidad y del calor especifico
CP (J/Kg-ºC) de cada una de ellas. Los valores de resistividad térmica y de algunos de los
materiales mas usados en la construcción de cables y de instalaciones eléctricas se muestran en la
Tabla 4.3.2.
El circuito térmico equivalente de un cable sencillo se muestra en la Fig. 4.3.2. Cuando a este
cable se le aplica tensión y por él comienza a circular corriente alcanzará su temperatura estable
de trabajo a través de un proceso transitorio tal como el mostrado en la Fig. 4.3.3 y que está
gobernado por la expresión:
t
m 1 exp 4.3.11
Donde:
- Variación de la temperatura con el tiempo.
m- Temperatura máxima del estado estable ( m q T ).
- Contante de tiempo térmica ( TC ).
t - Tiempo.
Conductor
Aislamiento
r
x
dx
R
225
Tabla 4.3.2. Valores de la resistividad térmica de los materiales más
usados en la construcción de cables y de instalaciones
eléctricas.
Material T (ºC-m/W)
Materiales aislantes
Papel en los cables de tipo sólido 6,0
Papel en los cables de aceite fluido 5,0
Papel en los cables con presión externa de gas 5,5
Papel en los cables con presión interna de gas:
a) Preimpregnados 5,5
b) Impregnados en masa 6,0
PE 3,5
XLPE 3,5
Policloruro de vinilo:
- cables de hasta 3 kV inclusive 5,0
- cables de más de 3 kV 6,0
EPR
- cables de hasta 3 kV inclusive 3,5
- cables de más de 3 kV 5.0
Goma butílica 5,0
Goma 5,0
Cubiertas protectoras
Compuesto de yute y de materiales fibrosos 6,0
Protección “goma sandwich” 6,0
Policloropreno 5,5
PVC
- cables de hasta 3 kV inclusive 5,0
- cables de más de 3kV 6,0
PVC/betún para cubierta de aluminio corrugado 6,0
PE 3,5
Materiales para las instalaciones en conductos
Hormigón 1,0
Fibra 4,8
Amianto 2,0
Cerámico 1,2
PVC 6,0
PE 3,5
226
q T
C
La respuesta térmica del cable dependerá del estado de carga del mismo y siempre existirá un
retraso en tiempo entre el instante en que por el cable comienza a circular una corriente
determinada y en el que éste alcanzan la temperatura máxima que le corresponde para dicho
estado de carga. En la Fig. 4.3.4 se muestra la variación en la temperatura de un cable al variar
su estado de carga.
Uno de los aspectos más importantes en el trabajo con las redes eléctricas para su explotación
eficiente y confiable es el relacionado con el estado de carga de las mismas. El estado de carga de
un cable en una instalación dada está determinado por la máxima corriente que él pueda llevar, la
que está limitada por dos factores: la caída de tensión en el mismo y la máxima temperatura que
puede alcanzar por efecto Joule. Desde el punto de vista del aislamiento el efecto de la
temperatura es el de interés.
Se sabe que por un conductor eléctrico por el que circula un corriente se presenta una pérdida de
energía en forma de calor dada por:
P I2 R 4.3.12
La energía desprendida en forma de calor hace que la parte conductora del cable eleve su
temperatura sobre la temperatura ambiente hasta que el calor generado en su interior sea igual al
calor cedido al medio que lo rodea; en caso de no alcanzarse este equilibrio se presentara una
ruptura electrotérmica en el aislamiento del cable con la consiguiente falla.
Según la ley de Joule la cantidad de calorías que recibe el conductor está dada por:
227
m
0,632 m
t
Fig. 4.3.3.- Variación de la temperatura con el tiempo en un cable
por el que comienza a circular una corriente estable.
I I2
I1
I3
2
3
1
t1 t2 t3
t
228
La cantidad de calor cedido por el conductor al medio ambiente depende de la diferencia de
temperatura entre ellos, de la resistencia térmica y dimensiones del material de que este
constituido el aislamiento y demás partes del cable y de las condiciones de instalación (al aire
libre, soterrado, en bandejas, en tuberías, etc). En el caso de los cables de las instalaciones al aire
libre otros aspectos importantes a considerar son la velocidad del viento, el poder calórico de los
rayos solares y el estado de las superficie, tanto para cables aislados como para cables desnudos.
El análisis de la cargabilidad de los cables aislados se hace a partir de la ley de Ohm térmica
aplicada al flujo de calor:
q T 4.3.14
Donde:
= Tconductor.- Tambiente.).
q - Flujo de calor (pérdidas por efecto Joule).
T - Resistencia térmica equivalente.
En un cable cualquiera el flujo de calor por unidad de longitud debido a las pérdidas por efecto
Joule está dado por:
q n I2 R 4.3.15
Donde:
n - Número de conductores en el cable.
I - Corriente por el conductor.
R- Resistencia eléctrica del conductor por unidad de longitud a la temperatura a que
se encuentre. Para corriente alterna se debe considerar el efecto pelicular.
n I2 R T 4.3.16
El circuito térmico analizado corresponde al de un cable sencillo en el que sólo se consideran las
pérdidas por efecto Joule en los conductores del cable. En el caso de los cables soterrados es
necesario considerar las pérdidas debido a las corrientes inducidas en sus componentes metálicas,
como es el caso de las pantallas y blindajes. Adicionalmente a ellos en los cables de alta tensión
es necesario considerar las pérdidas dieléctricas en su aislamiento. En la Fig. 4.3.5 se muestra el
circuito resistivo equivalente de cables de este tipo para estado estable. Por ejemplo, en un cable
instalado al aire la resistencia térmica se reduce a la equivalente debido a los fenómenos de
convección y de radiación (ver Fig. 4.3.5). En este caso tienen un efecto muy notable el estado de
la superficie del cable, la velocidad del viento y el poder calórico de los rayos solares por lo que
es necesario establecer los valores máximos de corriente permisibles por ellos para unas
condiciones dadas.
229
La máxima corriente de operación continua admisible por un cable se define para una
temperatura de referencia del medio ambiente, por lo general 20 ºC para las instalaciones
soterradas y 30 ºC para los cables expuestos o en bandeja. Si la temperatura del medio ambiente
cambia, cambiará también la máxima corriente de operación continua admisible. Para considerar
este efecto es que se define el factor de reducción por temperatura (FRT), el que está dado por:
IN TN TA
FRP 4.3.18
I N1 TN TA1
Donde:
IN - Corriente de carga nominal sobre la base de la temperatura ambiente de
referencia
IN1 - Corriente de carga nominal sobre la base de una temperatura ambiente diferente
a la de referencia.
TN - Temperatura para la carga nominal.
TA - Temperatura de referencia para el medio ambiente.
TA1 - Temperatura ambiente diferente a la de referencia.
La temperatura es, probablemente, la causa más frecuente de falla en los cables razón por la cual
el calibre de ellos se selecciona en forma tal que la máxima corriente que circule por ellos bajo
condiciones de operación de estado estable no exceda la máxima corriente de operación continua
admisible por el cable de acuerdo a las condiciones de la instalación. Sin embargo bajo
condiciones de cortocircuito la corriente puede exceder en forma considerable este valor, por lo
que ella debe ser interrumpida por los equipos de protección antes de que se dañe el material
aislante del cable.
230
magnitud de la corriente de falla y del tiempo que ésta esté circulando. La relación que existe
entre estos parámetros para cables con conductores de cobre y de aluminio son las siguientes:
2
I TF 234
A t Fac 0,0297 log10 T 234 Para el cobre 4.3.19
0
2
I TF 228
A t Fac 0,0125 log10 T 228 Para el aluminio 4.3.20
0
Donde:
t - Tiempo que demora el cortocircuito.
Fac - Razón del efecto pelicular o razón de la corriente alterna a la directa.
I - Corriente que circula por el conductor.
A.- Area de la sección transversal del conductor en circular mil.
TF - Temperatura final del conductor después del cortocircuito.
T0 - Temperatura inicial, antes del cortocircuito.
Pérdidas en el conductor
T4 T ’4 T5
231
Si se conoce la temperatura inicial del conductor antes del cortocircuito y se conoce la
temperatura máxima que puede soporta el aislamiento, o se define la máxima temperatura que se
quiere permitir que queda aplicada al aislamiento, se pude calcular la corriente máxima durante
las condiciones de cortocircuito en dependencia del tiempo que demore la protección en limpiar
la falla. En la Fig. 4.3.6. y en la Fig. 4.3.7 se muestran las características de corriente contra
tiempo para conductores de cobre y de aluminio respectivamente para el caso en que la
temperatura inicial sea de 75 ºC y la final sea de 200 ºC, condiciones perfectamente aplicables a
conductores de polietileno reticulado (XLPE) y de goma de etileno-propileno (EPR) tal como se
puede apreciar en la Tabla 4.3.3.
1000
600
450
400
500
350
250
750
1/0
3/0
2/0
4/0
10
1
4
2
6
t(seg)
8
10
0,4
0,2
0,1
0,04
0,01
1 2 4 10 20 40 100 200 400 1000
I (Ax100)
Fig.4.3.6.- Variación de la máxima corriente de cortocircuito permisible con el tiempo
de duración de la misma en conductores de cobre aislados.
232
1000
450
500
250
350
400
t(seg)
750
1/0
2/0
3/0
4/0
10
2
6
1
8
10
0,4
0,2
0,1
0,04
0,01
1 2 4 10 20 40 100 200 400 1000
I (Ax100)
Fig. 4.3.7.- Variación de la máxima corriente de cortocircuito permisible con el tiempo
de duración de la misma en conductores de aluminio aislados.
233
4.4.- CABLES AISLADOS DE BAJA TENSION.
4.4.1.- INTRODUCCION.
Existe una variedad verdaderamente impresionante de cables aislados de baja tensión, tanto por
sus usos como por sus dimensiones y aislamiento. Los conductores aislados para baja tensión
pueden ser alambres o cables. Los conductores aislados de baja tensión se diferencian,
independientemente del tipo de aislamiento, por las tensiones nominales para los cuales son
diseñados tal como se indica en la Tabla 4.4.1.
Tabla 4.4.1.- Tensiones nominales de los conductores aislados de baja tensión y niveles de
tensión en que se pueden usar.
Las dimensiones mecánicas se especifican para cada conductor en particular y las mismas deben
ser chequeadas de acuerdo a la norma de que se trate y sus valores deben de estar dentro de los
límites establecidos.
El chequeo de los parámetros eléctricos requieren de pruebas específicas, las cuales se señalan a
continuación.
Determinación de la resistencia eléctrica del conductor.- Se toman los rollos, carretes o muestras
establecidas y se mide su resistencia eléctrica usando un puente de Wheastone con intervalos de
234
medición de 0,1 m a 111,1 y con valores de medición de 0,01 m. Se toma la lectura
indicada por el instrumento y se corrige de acuerdo a la temperatura, calculándose posteriormente
la resistencia a 20 C por Km. usando la expresión siguiente:
RK
R 20 ª C 4.4.1
L
Donde:
R20C - Resistencia de 1 Km. de conductor a 20 C (/Km.)
R - Resistencia eléctrica medida.
L - Longitud de la muestra.
K - Factor de corrección de temperatura.
1
K
1 T 20
- coeficiente de temperatura para la resistencia del material conductor.
Los mejores resultados en las mediciones se logran fijando las temperaturas con medios precisos
y los valores medidos deben ser iguales o mayores que los establecidos.
Tensión de ruptura.- En los cables sin pantalla las muestras (cinco) se preparan igual que en el
caso anterior y la tensión de prueba se aplica entre el conductor y el agua. En el caso de cables
apantallados la tensión se aplica entre el conductor y la pantalla. Todas las muestras deben
soportar la tensión especificada por las normas para cada tipo de conductor que se este probando;
en caso de presentarse una sola ruptura se tomarán cinco nuevas muestras y se repetirán las
pruebas, no debiendo fallar ninguna en este caso.
En los cables aislados de baja tensión las pérdidas dieléctricas en el aislamiento son despreciables
por lo que el circuito térmico de los mismos se simplifica considerablemente, dependiendo en
235
ellos la máxima corriente permisible del tipo y grosor del aislamiento, del tipo y grosor de las
cubiertas protectoras (si es que existen), del tipo de instalación, etc. Sin embargo siempre se
recomiendan densidades de corrientes máximas para cada material conductor; así para
conductores de cobre con aislamiento de goma o plástico se tiene que las máximas densidades de
corriente recomendadas son las que se muestran en la Tabla 4.4.2.
Dado lo engorroso que es el cálculo de la máxima corriente de operación continua admisible para
un cable dado de acuerdo a lo planteado en el epígrafe 4.3, las normas y/o los fabricantes han
establecido valores máximos de corriente permisibles para cada calibre, de acuerdo al tipo de
material conductor, de aislamiento, del tipo de instalación, etc., los que de sobrepasarse hacen
que el conductor alcance una temperatura superior a la máxima que permite el material aislante
para trabajo continuo. En la Tabla 4.4.3 se muestran los valores de corriente permisibles para
conductores con aislamiento termoplástico (PVC, 70 C, 600/1000 Volt)
Las tablas que brindan las capacidades permisibles de los conductores están confeccionadas sobre
la base de ciertas condiciones de referencia que se han normalizado, y por lo tanto cuando se
tiene que seleccionar un cable durante el diseño de una instalación, estas deben adecuarse a las
condiciones reales introduciendo las correcciones necesarias tal como se expone en las
Tabla 4.4.4 y Tabla 4.4.5.
236
4.4.4.- CARGABILIDAD DE LOS CABLES SOTERRADOS POR CONDUCTOS..
En el caso de los cables instalados por conductos es muy importante tener en cuenta los
parámetros de la instalación y el efecto térmico de un cable que lleva carga sobre el otro. Ellos
también pueden ser seleccionados sobre la base de diferentes tablas dadas por los fabricantes, que
determinan la máxima corriente de operación continua admisible por un cable. En dichas tablas
se fijan los parámetros de la instalación y normalmente se dan para diferentes porciento de
cargabilidad, generalmente para dos factores de carga: 75 % y 100 % tal como se muestra en la
Tabla 4.4.6.
II III IV V
o
A o
oo ooo oo ooo oo ooo oo ooo o
o o
o
4 26 24 52 44 48 36 42 36 45 45
6 34 31 66 54 54 38 54 46 57 57
10 46 42 86 72 71 59 74 64 78 78
16 61 56 111 93 91 76 100 86 104 104
25 81 73 144 119 118 98 131 111 147 131
35 99 95 176 148 144 121 161 137 181 162
50 119 100 208 174 171 143 196 167 219 198
70 151 135 255 214 209 175 247 213 278 252
95 181 164 306 256 251 210 305 264 342 312
120 205 187 351 295 288 242 355 307 398 364
150 241 215 394 332 323 272 405 357 456 419
185 274 248 446 375 366 307 463 409 526 485
240 323 290 514 430 421 353 546 488 615 569
300 336 329 586 493 481 404 629 556 709 659
237
Tabla 4.4.4.- Capacidad de carga en Amperes para cables de baja tensión monopolares o
tripolares instalados al aire libre a 30 C según la norma ASTM.
I II III IV
Calibre Sección
Cu Al Cu Al Cu Al Cu Al
14 2,09 20 - 20 - 30 - 30 -
12 3,31 25 20 25 20 40 30 40 30
10 5,26 40 30 40 30 55 45 55 45
8 8,36 55 45 65 55 70 55 70 55
6 13,30 80 60 95 75 100 80 100 80
4 21,15 105 80 125 100 135 105 130 100
3 26,10 120 95 145 115 155 120 150 115
2 33,62 140 110 170 135 180 140 175 135
1 42,40 165 130 195 155 210 165 205 160
1/0 53,48 195 150 230 180 245 190 235 185
2/0 67,43 225 175 265 210 285 220 275 215
3/0 85,01 260 200 310 240 330 255 320 250
4/0 107,20 300 230 360 280 385 300 370 290
250 126,64 340 265 405 315 425 330 410 320
300 152,00 375 290 445 350 480 375 460 360
350 177,30 420 330 505 395 530 415 510 400
400 202,71 455 355 545 425 575 450 555 435
500 253,35 515 405 620 485 660 515 630 490
600 304,00 575 455 690 545 740 585 710 560
700 354,00 630 500 755 595 815 645 780 615
750 380,00 655 515 785 620 845 670 810 640
800 405,40 680 535 815 645 880 695 845 670
900 456,00 739 580 870 700 940 750 905 725
1000 506,70 780 625 935 750 1000 800 965 770
I - Cables de PVC de 60 C.
II - Cables de PVC de 75 C.
III - Cables de XPL de 90 C.
IV - Conductor desnudo.
238
Tabla 4.4.5.- Factores de corrección por temperatura según norma ASTM para los cables
de la Tabla 4.4.4.
Temperatura
Temperatura del conductor
ambiente
(C) I II III
30 1,00 1,00 1,00
40 0,82 0,88 0,90
45 0,71 0,82 0,85
50 0,58 0,75 0,80
55 0,41 0,67 0,74
60 - 0,58 0,67
70 - 0,35 0,52
75 - - 0,43
Tabla 4.4.6- Capacidad de carga en Amperes para cables tripolares de aluminio instalados
en líneas de conductos para 75 % y 100 % de carga.
239
Para temperaturas diferentes a 20 C los valor indicados en la Tabla 4.4.6 deben multiplicarse
por el factor adecuado:
Tambiente (C) Factor
10 1,07
15 1,04
20 1,00
25 0,96
30 0,93
35 0,87
40 0,85
45 0,80
50 0,76
4.5.1.- INTRODUCCION.
El uso básico de los cables aislados de alta tensión es en las redes soterradas. Los sistemas de
cables soterrados se emplean para la distribución de energía eléctrica en áreas urbanas en donde
no resulta práctico la construcción de líneas aéreas por razones de seguridad y estéticas. En el
caso de la transmisión se usan los cables soterrados en áreas urbanas en las que no hay
disponibilidad de derechos de vía para líneas aéreas o son prohibitivamente costosas o donde los
reglamentos estatales obligan a recurrir a la transmisión soterrada. Existen también muchas zonas
en las que la transmisión soterrada se hace inevitable por razones de seguridad, de confiabilidad,
de estética. En particular su uso es inevitable cerca de los aeropuertos, cruzamientos largos sobre
agua y a la salida de muchas plantas y subestaciones.
Los cables aislados de alta tensión son dispositivos de un alto grado de miniaturización en
comparación con la mayoría de los demás equipos y aparatos eléctricos por lo que el aislamiento
de ellos, ya sea a partir de papel impregnado, de materiales sintéticos o de gas a presión, debe
cumplir una serie de requisitos importantes entre los que se destacan:
Rigidez dieléctrica.- La rigidez dieléctrica de los cables aislados de alta tensión debe ser alta ya
que ellos trabajan sometidos a campos eléctricos muy intensos. La intensidad de campo eléctrico
240
máximo en un cable coaxial (Fig. 4.5.1) se presenta en la superficie del conductor y está dada
por:
U
E max 4.5.1
R
r ln
r
Donde:
U- Tensión aplicada.
r - Radio del conductor.
R - Radio interior de la pantalla.
Conductor
Aislamiento
Vaina de metal
o pantalla
d
D
Para las altas tensiones comúnmente empleadas y lo reducido del grosor del aislamiento es de
esperar altas intensidades de campo en la superficie del conductor, además este campo puede
verse incrementado entre un 20 y un 30 % debido a que la superficie del conductor no es la de un
cilindro liso, sino que, debido al trenzado de los alambres que lo forman, ésta presenta
ondulaciones. Para reducir el efecto de estas ondulaciones el conductor se recubre con una hoja
delgada de metal o con una cinta de papel con carbón semiconductor.
241
Contenido de humedad del aislamiento (especialmente en los cables con aislamiento de
papel impregnado).
De la temperatura.
En los cables de campo radial la resistencia del aislamiento es medida entre cada conductor y su
pantalla metálica. En el caso de los cables de campo eléctrico no radial o cables encintados,
Fig. 4.5.2, es necesario medir la resistencia de cada uno de los conductores respecto a los otros
conductores de las fases con la pantalla metálica del cable conectada a tierra y se mide también la
de todos los conductores cortocircuitados respecto a la pantalla. La magnitud de la resistencia de
aislamiento se calcula sobre la base de la expresión 4.4.12.
Conductor
Aislamiento
Cinturón aislante
R
Vaina de metal
o pantalla
Se debe tener en cuenta que la resistencia de aislamiento de los empalmes y de los terminales de
salida del cable van a afectar el valor de la resistencia de aislamiento del cable instalado, por lo
que ésta no va a coincidir con la que se da para el cable. El efecto que tiene el área de la sección
transversal del conductor de un cable sobre la resistencia de aislamiento de cables de campo
radial y no radial se muestra en la Tabla 4.5.1.
Tabla 4.5.1.- Efecto del área de la sección transversal de los cables sobre su resistencia de
aislamiento.
242
La resistencia de aislamiento es quien determina la corriente de conducción propia del cable y,
por lo tanto, incide en las pérdidas de energía en el mismo y por ende en su factor de pérdidas.
Permitividad.- El valor de la permitividad afecta la capacitancia del cable. En los cables de papel
impregnado y de polietileno su valor se mantiene casi constante pues en ellos la variación de la
permitividad con la temperatura es despreciable, sin embargo, en los cables de PVC esta
variación es importante dando lugar a una determinada dependencia de la capacitancia del cable
del estado de carga del mismo.
Factor de pérdidas (tan ).- Permite la evaluación del cable comparándolo con el mismo para así
determinar su envejecimiento. Cambios bruscos en la variación de la tan indican un deterioro
en el aislamiento que en el caso de los cables de papel impregnado puede indicar la absorción de
humedad. Depende del material del aislamiento, de las características constructivas del cable y de
la tensión aplicada. El aumento de la tan con la tensión aplicada no sólo se debe al aumento de
la corriente de conducción, sino que, a partir de una tensión dada en el aislamiento comienzan a
desarrollarse las descargas parciales.
Resistencia térmica.- Debe ser lo menor posible a fin de facilitar la disipación de calor en el cable
y con ello mantener lo más baja posible la temperatura del conductor del cable (ver epígrafe
4.3.4).
La capacitancia de los cables aislados depende de las dimensiones físicas del cable y de la
permitividad de su aislamiento. En cables de campo eléctrico radial la capacitancia del cable se
puede calcular en base a la siguiente expresión:
5.56 r
C 10 2 F km 4.5.2
D
ln
d
Donde.
- Permitividad relativa del material del aislamiento.
D - Diámetro del aislamiento debajo de la pantalla (mm).
d - Diámetro del conductor.
En los cables de campo eléctrico no radial (por lo general cables encintados) como el mostrado
en la Fig 4.5.2 el cálculo preciso de la capacitancia es muy difícil y se recomienda determinar el
mismo por mediciones. Para el caso de que el cable opere en un sistema trifásico totalmente
balanceado, esta capacitancia se puede calcular sobre la base de la siguiente expresión:
0,111 r
C F km 4.5.3
ln
a 2 3R 2 a 2 3
r2 27 R 6
a6
Donde:
r - Radio del conductor incluyendo la cinta conductora si existe.
a - Distancia entre los conductores.
R - Diámetro del aislamiento debajo de la pantalla.
243
En este tipo de cable los valores medidos pueden diferir considerablemente de los calculados,
debido a la no uniformidad del aislamiento, fundamentalmente producto de los intersticios entre
el aislamiento de los conductores de cada fase. Las mediciones de la capacitancia deben
efectuarse para las mismas condiciones que las establecidas para la medición de la resistencia de
aislamiento.
Las pérdidas de energía en el aislamiento de los cables tiene dos componentes, la debida a los
fenómenos de polarización y la debida a la corriente de conducción propia. Estos dos factores
dependen de las características del material aislante, sin embargo, las características constructivas
del cable como un todo tienen también un papel importante debido a las descargas parciales que
se pueden presentar en las cavidades de gas producto de imperfecciones en la construcción del
aislamiento del cable.
Las pérdidas en el aislamiento de un cable en un sistema trifásico pueden calcularse sobre la base
de la siguiente expresión:
Como se puede apreciar por la expresión 4.5.4 a medida que aumenta la tensión de trabajo de un
cable las pérdidas en el aislamiento aumentan. Esta es la razón por la cual en los cables de hasta
15 kV las mismas se pueden desprecia, pero para tensiones superiores es imprescindible tenerlas
en cuenta en los cálculos de cargabilidad de los cables.
Comparada con las líneas aéreas la inductancia de los cables aislados es mucho menor y el
cálculo preciso de ella es muchísimo más difícil, por lo que generalmente se determina por
mediciones. La inductancia por fase de un cable está determinada por las concatenaciones del
flujo magnético, el que depende de:
La cantidad de apantallamiento producido por las pantallas metálicas.
La presencia de armaduras y si estas son ferrosas o no.
La proximidad del cable a otros conductores y/o a otros objetos ferrosos.
Si el cable va por tierra muerta o por conductos, principalmente si el tubo del conducto es
ferroso.
Las pérdidas fundamentales de energía en las partes conductoras de los cables aislados son las
que se producen por efecto Joule debido a la corriente de carga que circula por el conductor.
También se producen pérdidas por las corrientes inducidas que pueden circular por las pantallas
244
metálicas y por las cubiertas metálicas en los cables armados. Otras pérdidas que se producen en
las partes metálicas de los cables y que es necesario considerar, principalmente en los cables con
armaduras ferrosas, son las pérdidas debido a las corrientes parásitas.
Las pérdidas de energía en los conductores de los cables aislados dependen de la resistencia a
corriente alterna, la que para los cables aislados de alta tensión está dada por:
R R cd 1 YS YP 4.5.5
Donde:
R - Resistencia a corriente alterna la temperatura máxima de servicio (/m).
Rcd - Resistencia a corriente directa a la temperatura máxima de servicio (/m).
YS - Factor del efecto pelicular que depende de las dimensiones y configuración del
conductor del cable.
YP - Factor del efecto de proximidad que depende de la configuración del cable y de
la separación entre los conductores del mismo.
El flujo magnético producido por la corriente de carga del cable al concatenar con las partes
metálicas del cable induce en ellas una fuerza electromotriz cuyo valor depende de la magnitud
de la corriente, de la frecuencia y de la separación entre el conductor y las partes metálicas. Si el
circuito de estas partes conductoras es cerrado por ellos circulará una corriente que producirá
pérdidas de energía en el conductor y por tanto calentamiento. Como estas componentes
metálicas del cable deben estar a potencial de tierra su puesta a tierra debe efectuarse en un solo
punto para evitar la circulación de corriente por ellas.
En los cables trifásicos no todos los puntos de la circunferencia de las pantallas metálicas están
equidistantes de los conductores de las fases que llevan corriente, por lo que la fuerza
electromotriz inducida en ellos varía de un punto al otro de dicha circunferencia. Esta diferencia
provoca la circulación circunferencial de una corriente que es la responsable de las pérdidas
parásitas que se presentan en las partes metálicas de los cables.
4.6.1.- INTRODUCCION.
Además las instalaciones soterradas constan por lo general de varios cables que llevan cargas
desiguales y es necesario tener en cuenta el efecto que tiene el calor generado por un cable sobre
los demás cables de la instalación.
245
4.6.2.- CASO DE UN CABLE INSTALADO DIRECTAMENTE EN LA TIERRA.
Como se puede apreciar en la Fig. 4.6.1 la resistencia térmica del aislamiento se sitúa en el
circuito térmico del cable dividida en dos partes iguales a fin de poder poner las pérdidas de
energía en el aislamiento como concentradas en el centro del mismo. Como las pérdidas de
energía en el aislamiento dependen de las propiedades del material del aislamiento y de la tensión
aplicada (expresión 4.5.4) se pueden considerar constantes despreciando el efecto que tiene sobre
el material aislante las variaciones de la temperatura en el cable debido a las fluctuaciones en su
estado de carga.
Para poder determinar la temperatura de trabajo del conductor para cualquier instante de tiempo
es necesario resolver el circuito equivalente TC para la condición de carga de que se trate. Para
ello es necesario considerar como valores constantes las resistencias y la capacidad térmicas de
los materiales de que está constituido el cable, lo que no introduce grandes errores pues sus
variaciones en el rango de temperatura de trabajo de los cables es pequeña. La dificultad radica
en la determinación de los parámetros correspondientes al medio circundante, en este caso la
tierra y en particular su capacidad térmica.
En la práctica lo común es considerar que el cable está sometido a un estado de carga constante y
por lo tanto siempre estará trabajando bajo condiciones de estado estable y el circuito de la
Fig. 4.6.1 se reduce entonces al circuito resistivo de la Fig. 4.6.2, circuito resistivo de muy fácil
solución.
Para determinar la máxima corriente de operación continua para un cable dado se fija la
temperatura de trabajo de estado estable máxima permisible para el material aislante del cable y
sobre la base de ella se calcula la corriente. Bajo estas condiciones se plantea que el cable tiene
un factor de carga del 100 %. Si se considera para el cálculo de la corriente el 75 % de la
temperatura máxima para tener en cuenta fluctuaciones en el estado de carga se plantea que el
cable tiene un factor de carga del 75 %.
Según las norma vigente de la Comisión Electrotécnica Internacional IEC 287 de 1994 y la
Norma Española UNE-21140 de 1997, la máxima corriente de operación continua en los cables
aislados de alta tensión bajo condiciones de carga del estables y que corresponde a la solución del
circuito de la Fig. 4.6.2 puede obtenerse a partir de la expresión:
1
2
I 2 R Q d T1 I 2 R 1 1 Q d n T2 I 2 R 1 1
2 Q d n T3 T4 4.6.1
Donde:
- Incremento en la temperatura del conductor respecto a la temperatura
ambiente(ºC).
I- Corriente que circula por el cable(A).
R - Resistencia a la corriente alterna por unidad de longitud del cable (/m).
Qd - Pérdidas dieléctricas por unidad de longitud en el aislamiento (W/m).
246
T1 / 2 T1 / 2 T2 T3
Pc c P a a
Pv v Par arm T4 C4 s
Cc Ca Cv m. Carm.
247
T1 / 2 T1 / 2 T2 T3
Parm.
Pc c P a a
Pv v arm T4 s
248
T1 - Resistencia térmica por unidad de longitud del aislamiento que rodea al
conductor (ºC- m/W).
T2 - Resistencia térmica por unidad de longitud del relleno de asiento entre la
envolvente y la armadura (ºC-m/W).
T3 - Resistencia térmica por unidad de longitud del revestimiento externo del cable
(ºC-m/W).
T4 - Resistencia térmica por unidad de longitud entre la superficie del cable y el
medio circundante (ºC-m/W).
n - Número de conductores aislados en servicio en el cable (conductores de la misma
sección y llevando la misma corriente).
1 - Relación de las pérdidas en la cubierta metálica o pantalla con respecto a las
pérdidas totales en todos los conductores del cable.
2 - Relación de las pérdidas en la armadura con respecto a las pérdidas totales en
todos los conductores del cable.
I
Q d 0,5 T1 n T2 T3 T4
0,5
4.6.2
R T1 n R 1 1 T2 n R 1 1 2 T3 T4
La resistencia térmica de cada una de las partes componentes del cable se calcula tomando como
referencia la expresión 4.3.7 adaptándola al caso particular de cada cable. La resistencia térmica
de la tierra (T4 ) se calcula a partir de la expresión:
T4
1
2
T ln u u 2 1 4.6.3
Donde:
T - Resistividad térmica del suelo (ºC-m/W).
2L
u
D
L - Distancia de la superficie del suelo al eje del cable (mm).
D - Diámetro exterior del cable.
En este caso es necesario tener en cuenta el incremento que tendrá la temperatura de cada cable
debido al efecto de los cables vecinos. Considerando de nuevo solamente el circuito resistivo, el
método de cálculo planteado por las normas, para el caso más general que es el de cables
desigualmente cargados, es el de calcular la elevación de la temperatura en la superficie del cable
considerado debido al efecto de los demás cables del grupo y restar esta elevación del valor de
utilizado en la expresión 4.6.2 para el calculo de la máxima corriente de operación y calcular
entonces la corriente por el cable como si éste estuviera solo.
249
El incremento en el cable p de un grupo de cables p está dado por:
Δθ KP Q k T4 4.6.5
Donde
1 d´pk
T4 T ln 4.6.6
2 d
pk
Los valore de dpk y de dpk son los indicados en la Fig. 4.6.3. Sustituyendo 4.6.6 en 4.6.5 se tiene
que:
d´
1 pk
Δθ KP Q ρ ln
k 2 π T d
pk
Para el caso de cables instalados de otra forma, por ejemplo, en forma de trébol en contacto uno
con el otro, uno al lado del otro en contacto, tres en un mismo plano en contacto, etc. es necesario
recurrir a una de las normas indicadas para poder conocer el valor de T4.
1'
p'
q'
k'
L1
Lp Lq
Lk
Aire
d'p k Suelo
Lk Lp Lq
L1 dp k
k q
p
Cable 1
250
4.6.4.- CASO DE UN CABLE PERTENECIENTE A UN GRUPO INSTALADO POR
CONDUCTOS.
Uno de los casos de mayor complejidad que se presenta en las instalaciones soterradas es la de
los cables instalados por líneas de conducto. Para condiciones de estado estable, y por tanto
considerando el circuito como resistivo el caso de un cable perteneciente a un grupo de cables
instalados por líneas de conducto es el mismo que el de la Fig. 4.6.2, pero en este caso la
resistencia térmica externa del cable comprende tres partes:
Donde
T4 - Resistencia térmica del intervalo de aire entre la superficie del cable y la
superficie interior del conducto.
T4 - Resistencia térmica del material que constituye el conducto.
T4 - Resistencia térmica entre la superficie exterior del conducto y el medio
ambiente.
Resistencia térmica del intervalo de aire entre la superficie del cable y la superficie interior del
conducto que se calcula sobre la base de la siguiente expresión:
U
T4 4.6.9
1 0,1V Y m D
Donde:
m- Temperatura media del medio que rellena el espacio entre el cable y el conducto.
D - Diámetro exterior del cable.
U, V, Y - Constantes dadas en la Tabla 4.6.1.
U V Y
En conductos metálicos 5,20 1,40 0,0110
En conductos de fibra al aire 5,20 0,83 0,0060
En conductos de fibra en hormigón 5,20 0,91 0,0100
En conductos de amianto-cemento en aire 5,20 1,20 0,0060
En conductos de amianto-cemento en hormigón 5,20 1,10 0,0110
Cables con gas a presión o,95 0,46 0,0021
Cables en tubo con aceite a presión 0,26 0,00 0,0026
Conductos de material cerámico 1,87 0,28 0,0036
251
La resistencia térmica del material que constituye el conducto de calcula por la expresión:
1 D
T4 T ln 0 4.6.10
2 Dd
Donde:
D0 - Diámetro exterior del conducto.
Dd - Diámetro interior del conducto.
T - Resistividad térmica del material del conducto.
La resistencia térmica entre la superficie exterior del conducto y el medio ambiente para el caso
de cables desigualmente cargados se determina para cada conducto individualmente
considerándolo no embebido en hormigón de la misma manera que para los cables instalados
directamente en la tierra (expresión 4.6.6). Cuando el conducto está embebido en hormigón se
admitirá, en principio, para el cálculo de la resistencia térmica que el medio que rodea al
conducto es homogéneo y que su resistividad es igual a la del hormigón. Se añade entonces
algebraicamente la eventual diferencia entre la resistividad térmica del hormigón y la del suelo
para aquella parte del circuito exterior al bloque de conductos. Esta corrección está dada por.
N
2
e c ln u u 2 1 4.6.11
Donde:
N - Numero de cables con carga en el bloque de conductores.
e - Resistividad térmica del suelo.
c - Resistividad térmica del hormigón.
L
u G
rb
LG - Profundidad de colocación respecto al centro del bloque de conductos.
rb - Radio equivalente del bloque de hormigón.
1 x 4 x y2
ln rb ln 1
2 y y x 2
x - La menor de las dimensiones del bloque de hormigón.
y - La mayor de las dimensiones del bloque de hormigón.
1
T 1
4.3.12
D e h s 2
Donde:
De - Diámetro exterior del cable en metros. Para cubiertas metálicas corrugadas:
252
D e D oc 2 d 10 3 m
Doc - Diámetro del cilindro imaginario coaxial a una envolvente ondulada y
tangente a la superficie exterior de las crestas.
d - Espesor del revestimiento externo.
h - Coeficiente de disipación de calor dado por:
Z
h E
D e g
Los valores de Z, E; g dependen de las condiciones de la instalación y están
dados en la Tabla 4.6.2
Tabla 4.6.2- Valores de las constantes Z, E y g para las superficies negras de los cables
instalados al aire libre.
Instalación Z E g Modo
Situado a una distancia
Un solo
0,21 3,94 0,60 mayor de 0,3 De de la pared
cable*
más cercana
Dos cables Situados a una distancia
horizontales 0,29 2,35 0,50 mayor de 0,5 De de la pared
en contacto más cercana
Tres cables en Situados a una distancia
trebolillo en 0,96 1,25 0,20 mayor de 0,5 De de la pared
contacto más cercana
Tres cables Situados a una distancia
horizontales 0,62 1,95 0,25 mayor de 0,5 De de la pared
en contacto más cercana
Dos cables Situados a una distancia
verticales en 1,42 0,86 0,25 mayor de 0,5 De de la pared
contacto 1,42 más cercana
Dos cables Situados a una distancia
separados De, 0,75 2,80 0,30 mayor de 0,5 De de la pared
verticales más cercana
Tres cables Situados a una distancia
verticales en 1,61 0,42 0,20 mayor de 1,0 De de la pared
contacto más cercana
Tres cables
separados De, 1,31 2,00 0,20
verticales
253
4.7.- CARGABILIDAD DE LOS CABLES AISLADOS CONSIDERANDO LAS
VARIACIONES PERIODICAS DE LA CURVA DE CARGA.
4.7.1.- INTRODUCCION.
Como se planteo en el epígrafe anterior los más común es determinar la máxima corriente
admisible de un cable sobre la base de la temperatura máxima de estado estable que él es capaz
de soportar, sin tener en cuenta que en los sistemas eléctricos, y principalmente en los de
distribución, la corriente de carga sufre variaciones periódicas. Esto hace que existe un desfasaje
en tiempo entre el instante de tiempo en que se alcanza la corriente máxima y el instante de
tiempo en que el cable alcanza la temperatura que le corresponde en estado estable para esa
corriente, tal como se muestra en la Fig. 4.3.3 y en la Fig. 4.3.4, y así poder determinar si se está
aprovechando realmente a su máxima capacidad el cable. En el caso de un sólo cable el desfasaje
dependerá únicamente de la constante de tiempo de la instalación, pero en el caso de
instalaciones soterradas con varios cables llevando carga éste dependerá también de cómo varíe
en el tiempo la corriente de carga de los demás cables de la instalación.
* Los valores dados para un solo cable se aplican también a todos los cables de un grupo cuando
están separados horizontalmente por un intervalo de al menos 0,75 veces el diámetro externo
del cable.
El método propuesto para determinar como varía la temperatura de los cables soterrados con el
tiempo de acuerdo a como varíe el estado de carga del mismo es el de descomponer la curva de
carga del cable en series de Fourier y resolver el circuito térmico del cable como un circuito
puramente resistivo (Fig. 4.6.2) para la componente constante de la serie y como un circuito RC
(Fig. 4.6.1) para los armónicos considerados. Posteriormente mediante la composición de los
resultados obtenidos se determinar la temperatura del cable.
nk
Donde:
Pc - Pérdidas en el conductor.
Pco - Componente constante de las pérdidas en el conductor.
n - Desfasaje de las componentes armónicas.
2
T
T - Periodo de la función, normalmente 24 horas.
k - Número de armónicos a considerar.
A las pérdidas en las pantallas metálicas y en la armaduras, en el caso de que el cable la tenga, se
les debe aplicar el mismo tratamiento. Las pérdidas dieléctricas, por ser independientes de la
corriente de carga se consideran al resolver el circuito para la componente constante.
254
4.7.3.- CASO DE UN CABLE INSTALADO DIRECTAMENTE EN LA TIERRA.
Para resolver el circuito térmico del cable de la Fig. 4.6.1 los parámetros del mismo se consideran
constantes pues su variación con la temperatura en el rango de trabajo de los cables se puede
despreciar.
Para determinar los parámetros del medio que rodea al cable, tierra en este caso, se parte de la
ecuación de la conductividad térmica de la tierra que está dada por:
1 1
r 4.7.2
r r r a t
Donde:
- Incremento de la temperatura del suelo debido a las pérdidas eléctricas en el cable.
1
a
t Ct
t - Resistividad térmica del suelo.
Ct - Capacidad especifica térmica del suelo.
Si las pérdidas varían sinusoidalmente también la temperatura cambiará según la ley de los
armónicos. En forma compleja se obtiene:
m e j t 4.7.3
1
r j 0 4.7.4
r r r
Para las condiciones fronteras r = radio exterior del cable (ro) = a la temperatura en la
superficie del cable (s), la solución de la ecuación 4.7.4 adopta la forma:
H 0 2 b n r
s 4.7.5
H 2 b r
0 n 0
Donde:
H0 (2) - Función Hankel de orden cero y segunda especie.
n
bn j
a
El flujo de calor desde la superficie del cable hacia el suelo se calcula a partir de la condición:
255
2 r0 2 r0 H 2 b r
q s 1 2 n 0 4.7.6
t r r r0 t H 0 b n r0
Donde:
H1 (2) - Función Hankel de primer orden y segunda especie.
De la expresión 4.7.6 se puede obtener la expresión de la resistencia térmica compleja del medio
circundante para un cable directamente enterrado en el suelo.
t H 0 2 b n r0
St , n 4.7.7
2 r0 H12 b n r0
Donde:
ro - Radio exterior del conducto.
Sustituyendo el circuito paralelo formado por T4 y C4 de la Fig. 4.6.1 por St,n ya es posible
resolver el circuito considerando las variaciones periódicas de la carga que lleva el cable en la
forma planteada.
En este caso es necesario tener en cuenta el incremento que tendrá la temperatura de cada cable
debido al efecto de los cables vecinos. Para elloo lo que se hace es situar en el circuito
equivalente del cable en serie con la resistencia compleja una fuente de calor tal como se indica
en la Fig. 4.7.1.
El efecto de esta fuente de calor debe corresponderse con cada una de las componentes de la serie
de Fourier en que se descomponga la curva de carga, es decir, cuando se resuelve el circuito
como resistivo para tener en cuenta el efecto de la componente constante de la serie, esta fuente
representa la suma del efecto de todas las componentes constantes de la serie en que se
descompuso cada una de las curvas de carga de cada uno de los cables de la instalación. Para la
componente constante se resuelve el circuito tal como se indico en el epígrafe 4.6.3. En el caso de
los armónicos se resuelve el circuito para cada uno de ellos en forma independiente.
El circuito térmico equivalente para cables instalados por conductos es mucho más complejo, tal
como se puede apreciar en la Fig. 4.7.2, para un cable con aislamiento a partir de papel
impregnado y sin armadura. En el caso de los cables instalados por conductos embebidos en
concreto la situación es la más compleja pues lo que hay que hacer es determinar la resistencia
compleja de un medio que no es homogéneo por lo que es necesario definirlos siguientes
cambios.
256
t H 0 2 b n r0 t c H 0 2 b n r0
St , n 4.7.8
2 r0 H12 b n r0 2 r0 H12 b n r0
Donde:
c- Resistividad térmica del hormigón.
r0 - Radio externo del conducto.
T1 / 2 T1 / 2 T2 T3
T4 C4
Pc c Pa a Pv vParm. arm s
Cc Ca Cv Carm.
so b
257
El sistema de ecuaciones para la solución del circuito de la Fig. 4.7.2 es el siguiente:
1 1
Pc,n j n C c c,n a ,n 4.7.9
T1 T1
1 1 1 1
0 c,n j n C a a ,n v,n 4.7.10
T1 T1 T2 T2
1 1 1 1
Pv,n a ,n j n C v v ,n 4.7.11
T2 T2 T4 T4 4,n
T3 T3
2 2
1
1 1 1
0 v ,n j n C4 4,n 4.7.12
T4 T4 T4 T4 T4 T4 4,n
T3 T3
2 2 2 2
sob,n
1 1 1
4,n j n C4 4 ,n 4.7.13
T4 T4 T4 T4 T4 T4
S t ,n S t ,n
2 2 2 2
El valor de sob, n correspondiente al cable p debido a los restantes cables se calcula sobre la base
de la expresión:
N
sob, n m
k 1
k 4 4.7.14
Donde:
N - Número de cables de la instalación excluyendo la condición de N = k
H 0 2 b n rkp
mk
H0 2 b n rk
rkp - Distancia entre los ejes de los dos conductos.
rk - Radio exterior del conducto.
En la Tabla 4.7.1 se muestran los resultados obtenidos al aplicar el método propuesto a la línea
de conductos de 3x4 que se muestra en la Fig. 4.7.3 y que está constituida por cables de papel
impregnado sometidos a una tensión de 13,2 kV y llevando la carga indicada.
258
T1 T2 1 1 1
T3 T4 T4 T4 T4
2 2 2
sob
259
Como se puede apreciar en la Tabla 4.7.1 los resultados obtenidos mediante los cálculos para la
temperatura superficial (sup) del cable Nº 6 y del cable Nº 10 tienen una alta correspondencia
con los resultados obtenidos mediante mediciones directas de la temperatura sobre la superficie
del cable (m) lo que indica que los valores de temperatura calculados para los conductores(con)
por este método son igualmente válidos. Los resultados para el cable Nº 6 se muestran en la
Fig. 4.7.4.
10 11 12
260
Tabla 4.7.1.- Resultados obtenidos al aplicar el método propuesto a la línea de conductos de la
Fig. 4.7.3.
H CABLES
O
1 3 4 6 7 9 10 11 12
R
A I I I I m sup. con. I I I m sup. con. I I
11 110 100 120 110 39,0 38,19 38,49 110 120 100 39,6 41,02 41,91 120 120
12 110 100 110 40,0 38.69 39,13 110 120 100 39,6 41,58 42,59 120 120
13 170 110 170 150 40,0 39,35 40,00 150 130 100 39,8 41,77 42,82 120 140
14 170 110 170 150 40,2 40,19 41,04 150 130 100 40 42,17 43,36 120 140
15 170 110 170 150 40,8 40,58 41,48 150 130 100 40,2 42,53 43,80 120 140
16 170 110 170 150 41,0 40,84 41,79 150 130 100 40,5 42,73 44,04 120 140
17 170 110 170 150 41,0 41,02 41,98 150 130 100 40,7 42,86 44,16 120 140
18 170 110 170 150 41,0 41,10 42,08 150 130 100 40,7 42,91 44,23 120 140
19 200 110 150 150 40,9 41,25 42,24 150 130 100 40,5 42,72 44,38 120 140
20 160 80 150 120 40,3 40,94 41,79 110 100 100 40,4 42,33 43,29 120 110
21 160 80 120 120 40,1 40,51 41,24 110 100 100 40,2 41,86 42,22 110 110
22 140 60 120 110 40,0 40,20 40,85 100 80 90 40,2 41,31 42,06 100 100
23 140 60 90 110 40,0 39,93 40,52 100 80 70 40,2 41,15 41,87 100 100
24 140 60 90 110 39,8 39,84 40,40 100 80 70 40,2 41,11 41,83 100 100
261
42
41
Temperatura en ºC 40
m
39
sup
38
37
0 4 8 12 16 20 24
Tiempo en horas
4.8.1.- INTRODUCCION.
Los conductores para las líneas aéreas de alta tensión son fundamentalmente cables, usándose
alambres de cobre sólo en los sistemas de distribución (calibres 2 al 6 en distribución primaria y
secundaria). En el caso de los cables de las líneas aéreas además de los parámetros eléctricos hay
que analizar cuidadosamente sus parámetros mecánicos pues ellos juegan un papel decisivo en la
confiabilidad de las líneas. Además se requiere que los materiales empleados en su construcción
sean capaces de soportar la acción química del medio ambiente pues ellos operan desnudos.
Los cables de las líneas aéreas pueden estar construidos de alambres del mismo material o por
alambres de diferentes materiales, dando lugar así a los denominados cables compuestos. Los
cables compuestos tienen como finalidad fundamental la de aumentar la resistencia mecánica de
los conductores, pues como se sabe las líneas aéreas están sometidas a altos esfuerzos mecánicos
y a la acción directa del medio ambiente. Las combinaciones más usadas son: aluminio + acero
"aldrey" + acero cobre + "coperweld" cobre + bronce cobre + acero. El "adrey" es un conductor
básicamente de aluminio que además posee magnesio, hierro y silicio en las siguientes
proporciones:
97,7 % de aluminio.
0,5 % de magnesio.
0,5 % de silicio.
0,3 % de hierro.
262
El "coperweld" consiste de un alambre de acero recubierto de una capa de cobre. En su
fabricación se toma un conductor de acero y se sitúa dentro de un molde donde se vierte cobre en
estado de fusión, de esta forma los dos metales quedan tan íntimamente soldados que no se
separan durante su enrollado en bobinas para su transportación ni durante su instalación.
7 1 - 6 - - 1+6
37 1 6 12 18 - 7+30
61 1 6 12 18 24 7+54
En los cables ACSR es común emplear en lugar del aluminio puro alguna aleación se aluminio
(Aldrey) con lo cual se logran resistencias mecánicas de hasta un 25 % superior lo que los hace
muy aptos para el tendido de líneas eléctricas que tengan grandes tramos entre estructuras. La
resistencia eléctrica en este caso es superior y se calcula usando los mismos parámetros de la
ecuación 4.22.1 mediante la expresión:
K
R 32,5 4.8.2
A Al
En el caso de los conductores de las líneas aéreas en la cantidad de calor cedido por el conductor,
además de la diferencia de temperatura entre el conductor y el medio ambiente, tiene una
influencia muy grande la velocidad del viento, el poder calórico de los rayos solares y el estado
de la superficie del conductor. Por la gran cantidad de factores que inciden en la cargabilidad de
estos conductores es que, al igual que para los conductores aislados, se han definido los valores
263
máximos de densidad de corriente permisibles para cada tipo de material, algunos de las cuales se
muestran en la Tabla 4.8.1. En los cables ACSR, si se desea considerar el efecto del acero, se
tomará el valor correspondiente a su sección de aluminio y este valor se multiplicará por el
coeficiente correspondiente en dependencia de la composición del cable:
Sección
Densidades de corriente (A/mm2 )
nominal
(mm2 ) Cobre Aluminio Aldrey
10 8,75 - -
15 7,60 6,00 5,60
25 6,35 5,00 4,65
35 5,75 4,55 4,26
50 5,10 4,00 3,70
70 4,50 3,55 3,30
95 4,05 3,20 3,00
125 3,70 2,90 2,70
160 3,40 2,70 2,50
200 3,20 2,50 2,30
250 2,90 2,30 2,15
300 2,75 2,15 2,00
400 2,50 1,95 1,80
500 2,30 1,80 1,70
600 2,10 1,65 1,55
En los conductores para líneas aéreas también se define la temperatura máxima permisible para
los conductores considerando fundamentalmente razones mecánicas. Por la razón antes expuesta
es que esta normalizada la corriente máxima admisible en régimen permanente para los diferentes
tipos de conductores, que pueden incrementar su temperatura hasta los 70C para los conductores
de cobre y de 80 C para los ACSR, ya que se considera que estas son las temperaturas más altas
que pueden alcanzarse sin que se produzca una disminución apreciable en las características
264
mecánicas del conductor. Un ejemplo de lo antes expuesto se muestra en la Tabla 4.8.2 para
cables ACSR para diferentes temperaturas ambientes y considerando una temperatura máxima en
el conductor de 80C.
En los cables aéreos, debido a los esfuerzos mecánicos a que están sometidos, hay una serie de
parámetros de gran importancia que son:
Diámetro aparente.
Peso por unidad de longitud.
Módulo de elasticidad inicial y final,.
Factor de elongación permanente.
Coeficiente de dilatación lineal..
Esfuerzo de rotura.
Diámetro aparente.- Su importancia está dada por el hecho de que él es quien determina el área
del conductor que le ofrece resistencia al aire. Esta área está dada por el producto de la longitud
del conductor por el diámetro aparente del mismo.
Peso por unidad de longitud.- Es de gran importancia sobre todo por su efecto en la tensión que
hay que dar a un conductor para garantizar su altura respecto al suelo, lo que incide en la
resistencia mecánica de la torre; a mayor peso unitario más resistente ha de ser la estructura y/o
menor el tramo entre ellas. Por otro lado a mayor peso por unidad de longitud en los conductores
menor será el penduleo de los cables debido al viento.
265
Módulo de elasticidad inicial y final.- Por definición el módulo de elasticidad es la relación entre
el esfuerzo unitario y la deformación unitaria (dentro del límite elástico del material), por lo
tanto:
TA
E 4.8.4
L L
Donde:
T- Tensión a que está sometido el cable.
A- Area efectiva del cable (del área del alambre o suma del área de cada uno de los
alambres que componen el cable).
L- Longitud del cable.
L- Elongación al aplicar la tensión T.
- Esfuerzo unitario.
- Elongación unitaria.
La curva de esfuerzo contra deformación para un alambre es la que se muestra en la Fig. 4.8.1,
donde se aprecia que la característica es lineal hasta el punto X (límite de elasticidad), punto para
el cual si se retira la tensión la curva regresa por la misma característica. Si se excede este punto
se presentará una deformación permanente.
2
(Kg/mm2) =F/A
R
A
1
tan = E
E =L/L (%)
266
sometido al mismo esfuerzo unitario y, por lo tanto, su módulo de elasticidad será menor. A este
valor de (E) se le denomina modulo de elasticidad inicial.
%T
C
T= T2 - T1
A
I F F
O B D E F G
L (%)
267
Coeficiente de dilatación lineal.- Cuando un conductor se somete a un aumento de temperatura
(T), este sufre una deformación unitaria que es proporcional a dicho incremento o sea:
T 4.8.5
L L 0 1 T 4.8.6
Esfuerzo de rotura.- Es el representado en la Fig. 4.8.1 por el punto (R), punto a partir del cual la
fuerza necesaria para romper el conductor comienza a disminuir debido a la disminución de área
efectiva del conductor al ir debilitándose el mismo.
Para las líneas aéreas, tanto por sus características eléctricas como mecánicas, los conductores de
cobre son los mejores, si embargo su alto costo es un inconveniente muy serio. Comparado con
los cables de aluminio sus ventajas y desventajas son:
Menor diámetro, para la misma capacidad, lo que empeora el efecto corona en la líneas.
Mayor peso por lo que el transporte y la instalación son más caros y, además, representan
una carga mayor para las estructuras y para los soportes aislantes.
Menor penduleo debido a su mayor peso,
Mayor conductividad.
Mayor resistencia mecánica.
Por su mayor dureza su deterioro durante el proceso de montaje es menor.
Empalmes fáciles y baratos.
Alta resistencia a la fatiga producto de los fenómenos vibratorios.
Alta resistencia a la corrosión.
Para las mismas condiciones mecánicas y eléctricas su diámetro es menor por lo que
ofrece menor resistencia al viento.
Alto valor recuperable, pues cuando es necesario su retiro se puede recuperar.
Los cables de acero se usan mucho en las líneas aéreas pero no como conductores sino como:
Cable protector (protección contra los rayos).
Refuerzo a conductores.
Bajantes a tierra de los cables protectores, pararrayos, etc.
Como electrodos de puesta a tierra.
La principal ventaja de los cables de acero es su alta resistencia mecánica. Las principales
desventajas son:
268
Su alta resistencia eléctrica.
El galvanizado que los protege puede dañarse con relativa facilidad, lo que da lugar a su
destrucción por oxidación.
Los empalmes son difíciles y requieren de un tratamiento y cuidados especiales.
La mano de obra necesaria para su montaje es mayor.
Un conductor está simétricamente suspendido cuando las estructuras que lo soportan están a la
misma altura, con lo que el conductor cuelga siguiendo una curva simétrica al eje de simetría. La
ecuación de esta curva es:
a x x x
y exp exp a cosh 4.8.7
2 a a a
T- Tensión que se ejerce en el punto P y no es más que a reacción de la tensión T que se ejerce
sobre el conductor.
H - Tensión en el punto O.
Del análisis de las figuras Fig. 4.8.3 y Fig. 4.8.4 se tiene que:
V wl 4.8.8
x
y c cosh 1 4.8.9
c
x
T H cosh 4.8.10
c
x
V H senh 4.8.11
c
x
l c senh 4.8.12
c
Donde:
w - Peso por unidad de longitud del cable.
H
c
w
S
Para determinar la flecha del conductor sólo hay que evaluar la expresión 4.8.9 para x ,
2
quedando que:
S
f c cosh 1 4.8.13
2c
269
y
S
T
S/2
T
V=w
f d H
dy
O dx
x H
y c cosh
c
H c
c
w
x
Fig. 4.8.3.- Catenaria a que da lugar un conductor simétricamente
suspendido.
T
P
T V=w
d dy H
dx
O
H
x
270
Para determinar la longitud total del conductor entre las dos estructuras también hay que evaluar
S
la expresión 4.8.12 para x y multiplicarla por dos obteniéndose:
2
S
L 2 c senh 4.8.14
2c
Para tramos menores de hasta 800 m o cuando la flecha es menor del 6 % de dicho tramo la
catenaria se puede sustituir por una parábola, con lo que los cálculos se simplifican:
x2
y 4.8.15
2c
S
Sustituyendo en la expresión 4.8.15 para x queda que la flecha del conductor está dada por:
2
S2
f 4.8.16
8c
H
Sustituyendo c por su valor según la expresión c se tiene que:
w
S2 w
f 4.8.17
8H
Con esta expresión se tiene una relación sencilla para determinar la flecha de un conductor. Por
este método aproximado la longitud del conductor queda como:
8f 2
L S 48.18
3S
Para los casos en que la flecha es menor de un 10 % de la longitud del tramo el error que se
comete es pequeño, menor de 3 %, si se desprecia el segundo término de la parte derecha de la
ecuación por lo que en la práctica se considera que:
L S 4.8.19
Cuando el conductor esta suspendido entre soportes a diferentes niveles se está en presencia de
una catenaria asimétrica tal como se muestra en la Fig. 4.8.5.
Como se puede ver en la Fig. 4.8.5 para el análisis de este caso se completa la curva que
describiría el conductor en caso de que se tratara de una catenaria simétrica y se sitúa el sistema
de ejes de referencia en la estructura A. La expresión general para el cálculo de la flecha del
conductor está dada por:
271
S x1 x
h YB YA c cosh cosh 1 4.8.20
c c
A' S' B
h
A
YB
YA
c
x1 S-x1
S
S
1. x
2
2. x1 0
3. x 0
En este caso h corresponde a la flecha de un tramo en el cual la distancia entre las dos estructuras
sea 2S, el punto de apoyo A coincide con el punto P y en él se cumple que:
dy
0
dx
V0
Las expresiones anteriores indican que la carga vertical sobre la estructura A es cero, es decir, el
conductor no ejerce ningún paso sobre ella.
272
4. x1 0
Esta condición implica que el punto de deflexión máximo de la curva descrita por el conductor
cae fuera del tramo entre las estructuras, cumpliéndose por tanto que:
dy
0
dx
V 0
Es decir, en este caso la estructura está sometida a una fuerza hacia arriba.
En el cálculo de las cargas sobre las estructuras debido a la acción de los conductores es
importante definir el tramo promedio y el tramo efectivo.
El tramo promedio (SP) es igual la semisuma de los tramos adyacentes a la estructura. Por su
parte el tramo efectivo (Se) es igual a la distancia entre los dos puntos más bajos de curva
descrita por el conductor a ambos lados de la estructura considerada, es decir, el tramo efectivo
viene dado por la suma algebraica de las distancias medidas desde la estructura considerada hasta
los dos puntos más bajos de la curva descrita por el conductor cuando se considera la expresión
4.8.19.
La carga vertical que representan los conductores para la estructura está dada por:
V Se w 4.8.21
La carga transversal producida por cada conductor sobre la estructura debido a la acción del
viento está dada por:
FPv Pv d S P cos 4.8.22
2
Donde:
Pv- Presión del viento sobre una superficie cilíndrica.
d - Diámetro del conductor.
- Angulo de inflexión de la línea.
La composición vectorial de estas dos fuerzas da la fuerza resultante que actúa sobre la cadena de
aisladores, en un tramo recto de una línea. Si se tiene en cuenta, en este caso, el peso de la cadena
de aisladores se puede calcular el ángulo de deflexión total de la cadena de aisladores () el que
queda como:
273
FVc
tan 4.8.23
1
V wa
2
La tensión T del conductor se puede calcular por la expresión 4.8.10 o por la expresión
aproximada obtenida a partir de la expresión 2.8.17:
S2 w
T 4.8.24
8f
S 2 W 2 FVC
T 4.8.25
8f
274
Capítulo V
Aislamiento externo
5.1.- INTRODUCCION.
Por aislamiento interno se entiende cualquier tipo de material aislante, sólido, líquido o gaseoso,
que no está expuesto a las condiciones atmosféricas.
El aislamiento externo debe soportar una gran variedad de esfuerzos eléctricos, mecánicos y los
que se deriven de la acción del medio, sin que en él se presenten fallas.
Los esfuerzos de corta duración y de gran intensidad son motivados por las sobretensiones
externas y por las sobretensiones internas las que, como se sabe, se presentan al pasar el sistema
de una condición de estado estable a otra. El efecto de estas sobretensiones es el de provocar la
brusca ruptura del aislamiento, a lo que, en muchas ocasiones, va asociado una falla en el
sistema.
Esfuerzos de larga duración y de relativamente poca intensidad son aquellos asociados a las
condiciones normales de explotación. Entre ellos están: las desviaciones normales en tensión por
razones de operación, que pueden llegar a ser de hasta un 10 % en algunos niveles de tensión, los
motivados por los efectos de la contaminación ambiental y los debido a la no uniformidad en la
distribución de tensión a lo largo de los sistemas aislantes. Asociado a estos esfuerzos está el
envejecimiento de los elementos aislantes, el que puede ser más o menos intenso en dependencia
del tipo de esfuerzo, o la combinación de ellos que prevalezca y de la naturaleza de los materiales
de que esté construido el aislamiento externo.
En las cavidades y desperfectos que pueden existir en el interior de los materiales aislantes de que
están construidos los aisladores se generan descargas que aceleran el envejecimiento del
aislamiento y con ello se incrementa la probabilidad de fallas bajo condiciones de tensión
275
nominal de trabajo. Si bien en los aisladores de vidrio y de porcelana este aspecto no es de
primera importancia, en el caso de los aisladores poliméricos sí lo es.
Entre los esfuerzos que se derivan de la acción del medio ambiente están los motivados por la
contaminación, la acción físico-química del medio sobre los materiales aislantes y la corrosión de
sus herrajes metálicos. Las descargas superficiales que se producen sobre la superficie de los
aisladores contaminados es el aspecto más nocivo de la acción del medio ambiente, ya que, como
consecuencia de ellas, puede llegar a producirse la descarga disruptiva y con ello una falla en el
sistema, pero además, ellas actúan sobre la superficie de los aisladores, fundamentalmente de los
aisladores poliméricos, haciendo que pierdan sus características hidrofóbicas. Por otra parte el
incremento en la corriente de fuga debido a la contaminación, el ozono producido por las
descargas y el calor generado por ellas aceleran los procesos de corrosión.
Los esfuerzos mecánicos están definidos por las propias condiciones de la instalación, la fuerza
del viento, las sobrecargas por averías, etc. Los esfuerzos mecánicos sobre los elementos aislante
se traducen, por lo general, en esfuerzos cortantes, de tensión y de compresión, los que deben ser
soportados satisfactoriamente tanto por las partes aislantes como por sus herrajes metálicos. En
todas las construcciones aislantes, por lo general, el punto más débil es ante los esfuerzos
cortantes, por lo que los mismos deben ser reducidos al mínimo.
5.2.1.- INTRODUCCION.
Uno de los problemas que más importa en el desarrollo de los sistemas eléctricos es el de
garantizar un aislamiento apropiado a las líneas y subestaciones, pues de ello depende en gran
medida la confiabilidad del sistema, responsabilidad ésta que recae sobre los aisladores que
conforman el mismo.
Las partes aislantes de los aisladores para exteriores deben ser capaces de soportar la acción del
medio ambiente sobre ellos sin que se altere su composición ni se dañe su superficie, es decir,
deben ser capaces de soportar el efecto térmico de las descargas, la acción de las radiaciones
solares, los cambios bruscos de temperatura debido a las lluvias, etc., sin que se alteren sus
características aislantes en forma apreciable. Además sus partes metálicas deben ser capaces de
soportar la acción corrosiva del medio ambiente y de la corriente de filtración por efecto
electrolítico, sin que se produzca debilitamiento mecánico alguno que pueda poner en peligro su
operación.
Desde el punto de vista eléctrico, en los aisladores que conforman el aislamiento externo, no es
permisible ningún tipo de falla interna, por lo que se les diseña en forma tal que la tensión de
ruptura superficial sea de por lo menos un 30 % inferior a la tensión de perforación a fin de
276
constituyan un aislamiento totalmente autorrestaurable (son autorrestaurables todos aquellos
aislantes que después de un descarga disruptiva recuperan totalmente sus propiedades
dieléctricas). El ser autorrestaurable es una característica obligatoria de cualquier elemento
aislante que se emplee como aislamiento externo. Si bien este concepto se ha generalizado para
aislamientos externos, cabe señalar que también se aplica para cavidades cerradas, por ejemplo
llenas de SF6, como es el caso de los equipos encapsulados.
Los fenómenos que pueden hacer que se presenten descargas disruptivas en el aislamiento
externo son las descargas superficiales debido a la contaminación y las sobretensiones,
correspondiendo al primero la primacía a la hora de seleccionar la forma y longitud de la línea de
fuga del aislamiento. Pero una vez determinados estos parámetros, teniendo en consideración este
fenómeno, es necesario determinar su comportamiento ante las sobretensiones a fin de determinar
si la distancia disruptiva en aire de los mismos es la adecuada. Ambos fenómenos están sujetos a
variaciones de orden estadístico y si se quiere conocer si una configuración aislante dada es capaz
de soportar las condiciones específicas de una instalación es necesario someterla a las pruebas
normadas al efecto.
Los materiales convencionales más usados en la construcción del aislamiento externo son la
porcelana y el vidrio.
La porcelana electrotécnica consiste básicamente de un agregado de caolín (silicato de aluminio
puro: Al2O2 2SiO3 2H2O), cuarzo (anhídrido silícico: SiO2) y feldespato (silicato alumino-
potásico: K2O Al2O3 6 SiO2). De ellos el caolín mejora las propiedades térmicas, el cuarzo las
mecánicas y el feldespato las eléctricas. Contiene, por lo general, entre un 40 y 60 % de caolín,
entre un 20 y 30 % de cuarzo y entre un 20 y 30 % de feldespato. La porcelana electrotécnica
277
lleva a menudo una parte considerable de arcilla, no sólo en lugar del caolín, sino también en
sustitución del feldespato porque proporciona mayor capacidad que el caolín y menos
conductividad eléctrica que el feldespato ya que contiene menos álcalis.
1000
100
10
Limpio
1
75 80 85 90 95
% de humedad relativa
Fig. 5.2.1.- Variación de la corriente de filtración en un aislador normal
con la humedad.
100
95
90
% de humedad
85
80
75
70
65
60
0 20 40 60 80 100
Tiempo en minutos
278
La esencia del proceso tecnológico de producción de la porcelana se reduce a la depuración de
todos los ingredientes de las impurezas que tengan, después se efectúa el mezclado y amasado de
los materiales básicos finamente triturados, después se le elimina el agua en filtros prensas. Se le
da la forma deseada por moldeado, torneado, prensado, extrusado, etc. Las propiedades de la
porcelana tanto eléctricas como mecánicas dependen en gran medida de cual de esos procesos se
sigue. Los objetos ya formados son sometidos a secado por aire caliente y luego se les recubre de
una capa de barniz. El barniz es una masa en forma de suspensión acuosa con la cual se recubren
las piezas de porcelana y cuya constitución es muy parecida a la de los vidrios. Posteriormente las
piezas se cocen a una temperatura de unos 1400 ºC.
Durante el cocido se funde el barniz y la superficie de la porcelana queda cubierta por una capa
lisa y brillante. La capa vitrificante, casi siempre blanca o marrón, contribuye de manera eficaz a
mejorar las propiedades mecánicas y eléctricas de la porcelana. En este último caso mejora
fundamentalmente las propiedades eléctricas superficiales, además, ayuda a conservarlos limpios
en servicio. El barniz debe tener un coeficiente de dilatación aproximadamente igual al de la
porcelana, de lo contrario, al presentarse cambios de temperatura se producirían en él pequeñas
grietas. A la capa vitrificante se le añaden, en ocasiones, óxidos metálicos que la hacen
suficientemente conductora como para conseguir una distribución de tensión más uniforme a todo
lo largo de su superficie, lo que le da muy buen comportamiento ante la contaminación.
Si surge una descarga por arco de elevada potencia y persiste durante más de fracciones de
segundo en las proximidades del aislador, éste puede ser destruido por fusión y
resquebrajamiento. Los arcos de pequeña intensidad, aun de larga duración, no producen daños
en la porcelana. Algunas de las características más importantes de la porcelana se muestran en la
Tabla 5.3.1.
Vidrio.- Los vidrios son sustancias inorgánicas amorfas constituidas por sistemas complejos de
diversos óxidos. Además de los óxidos vitrificantes, es decir, de aquellos que de por sí son
capaces, en estado puro, de formar vidrio (SiO2, B2O3), en la composición de los vidrios se
introducen otros óxidos alcalinos (Na2, K2O), alcalinotérreos (CaO, BaO) y también PbO, Al2O3
y otros. La base de la mayoría de estos vidrios la forma el SiO2; estos vidrios se llaman de sílice o
silícicos.
Los materiales constituyentes del vidrio se pulverizan, se pesan en las proporciones necesarias y
se mezclan bien; la carga así obtenida pasa al horno de fusión. En éste se funde la carga, se le
eliminan las partes volátiles y los óxidos reaccionan entre sí químicamente produciendo la pasta
de vidrio que se emplea para hacer los objetos correspondientes.
279
Tabla 5.3.1.- Características más importantes de la porcelana.
El vidrio caliente, en virtud de su plasticidad, se trabaja bien por soplado, estirado, prensado,
colado, etc. El vidrio como tal se obtiene enfriando rápidamente el material fundido. Si el
enfriamiento es lento aumenta la probabilidad de que la sustancia pase al estado cristalino; el
enfriamiento rápido con el consiguiente aumento rápido de la viscosidad hace que las moléculas
no tengan tiempo de formar la red cristalina y queden sujetas en cualquier posición.
Lo mismo que otros cuerpos amorfos los vidrios no tienen una temperatura de fusión bien
definida. La temperatura de ablandamiento para los vidrios en general está entre los 400 ºC y lo
1600 ºC. Cuando un objeto de vidrio se calienta o se enfría de repente por fuera, debido a que la
temperatura se distribuye irregularmente en la capa externa del material, aparecen tensiones
mecánicas termoinducidas que pueden hacer que el vidrio se quiebre. Si el calentamiento es
rápido, la capa superficial del vidrio tiende a dilatarse, mientras que las capas internas aun no han
tenido tiempo de calentarse y se crean esfuerzos de compresión. En cambio, si lo que se produce
es un enfriamiento, a consecuencia de la contracción de la capa superficial se crea una tendencia
a separarse una de otra las zonas contiguas. Como la resistencia de los vidrios a la tracción es
mucho menor que a la compresión, un enfriamiento brusco es más peligroso que un
calentamiento súbito.
Para tener en cuenta el aspecto anterior es que a los aisladores de vidrio se les somete a las
denominadas pruebas de ciclo térmico que consisten, en pasar periódicamente a los aisladores de
un baño de agua hirviendo a uno de agua con hielo y en ellos no debe presentarse ningún tipo de
falla.
280
Los vidrios han adquirido en la electrotecnia una importancia extraordinaria gracias a los
progresos realizados en la obtención de vidrios con buenas cualidades aislantes. En la actualidad
se utilizan aisladores de vidrio tanto en baja como en alta tensión.
Algunos de los parámetros más importantes de los vidrios usados en la construcción de aisladores
se muestran en la Tabla 5.3.2.
En los aisladores de vidrio la rigidez dieléctrica depende más de las imperfecciones del material,
cavidades de gas fundamentalmente, que del propio material.
El efecto de introducir un material aislante sólido en un espacio dado de un gas aislante, como es
el caso del aislamiento externo, es el de producir una distorsión en el campo eléctrico debido a la
diferencia de permitividades de los dos medios, lo que hace que la tensión disruptiva de dicho
espacio disminuya. Una medida de la influencia del aislamiento sólido en dicho espacio es la de
la eficiencia de su configuración, la que está dada por la relación entre la tensión de ruptura con
el material aislante sólido, es decir a través de la interfaces aire-sólido, y la tensión de ruptura del
espacio de gas (aire en este caso).
El valor de esta eficiencia está determinado básicamente por la configuración del aislante sólido y
sus valores oscilan entre 0,5 y 0,9. Para lograr altos valores de eficiencia es necesario que la
distribución de campo a lo largo de todo el aislador sea lo más uniforme que se pueda, evitando
por todos los medios posibles zonas de alta concentración de campo, como las que se presentan,
por lo general en los puntos de unión del material aislante con los herrajes metálicos como se
puede ver en la Fig. 5.2.3 para un aislador de suspensión normal. Tal como se muestra en la
Fig. 5.2.3, en los aisladores se puede lograr una distribución de tensión mucho más uniforme si a
la capa vitrificante del aislador se le da un grado determinado de conductividad (aisladores de
capa semiconductora, epígrafe 5.7).
281
medidas necesarias para eliminar los puntos de alta intensidad de campo. Se debe, además,
garantizar un buen contacto entre las partes aislantes y los herrajes metálicos. Ejemplos típicos de
distribuciones de campo eléctrico en construcciones aislantes se muestran en la Fig. 5.2.4 para un
aislador de soporte y para una cadena de dos aisladores de suspensión.
% 100
90
80
1
70
9 10
60 8
4 2
6
7 5 3 1
50
40
2
30
20
10
PIN 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 CAP
El aislamiento externo debe estar diseñado en forma tal que tenga una longitud lo suficientemente
grande, para el nivel de tensión de que se trate, para evitar la ruptura dieléctrica del aire a su
alrededor (distancia de chispa) y tener una línea de fuga adecuada para la condición de
contaminación de la región en que esté situado. Para conjugar adecuadamente estos dos aspectos
es necesario seleccionar un perfil adecuado para él o para los aisladores que conforman una
construcción aislante determinada.
Algunos perfiles típicos de aisladores para exteriores se muestran de la Fig. 5.2.5 a la Fig. 5.2.11.
A partir de los perfiles dados en estas figuras se definen los siguientes parámetros:
Distancia c.- Distancia mínima entre dos campanas adyacentes, medida perpendicularmente entre
el punto más bajo de la campana superior y la superficie de la campana inferior, Fig. 5.2.5.
Define el comportamiento del aislador bajo condiciones de lluvia, pues es quien determina si al
correr el agua sobre la superficie de los aisladores ésta es capaz de cortocircuitar la distancia
entre dos campanas sucesivas. La magnitud de este parámetro depende de la configuración de los
aisladores, así se tiene que para perfiles como el ilustrado en la Fig. 5.2.7 debe ser de 30 mm
como mínimo y para el ilustrado en la Fig 5.2.8, debido a la campana pequeña puede ser menor
de 20 mm como mínimo.
282
Fig. 5.2.4(a). Distribución de tensión en un aislador de soporte.
283
Fig.5.2.5.
.
p/2
Fig. 5.2.6
284
Fig. 5.2.7
Fig. 5.2.8
285
p1
ld3
ld2
ld1
d2 d3
d1
p2
s
Fig. 5.2.9
ld2
ld1
c = d2 d1
s
Fig. 5.2.10
286
p1
Id1
d1
Id2
d2
s Id3
d3 p2
Fig. 5.2.11
Relación s/p.- Esta relación esta definida con la finalidad de garantizar que para obtener una línea
de fuga dada no se sobredimensione arbitrariamente un solo parámetro del aislador. En la
relación dada:
s - Distancia vertical entre dos puntos similares de dos campanas sucesivas.
p - Distancia máxima que sobresale la campana del cuerpo del aislador.
Esta relación debe ser de como mínimo 0,65 para aisladores de campanas lisas y de como mínimo
0,8 para aisladores convencionales.
Relación ldn /dn.- El valor de esta relación nunca debe ser mayor de 5 y se define con la finalidad
de prevenir valores tan pequeños de d que pueda cortocircuitarse una parte de la línea de fuga del
aislador por cualquier circunstancia.
Separación (p1 - p2 ).- Para aisladores de campanas de diferentes diámetros es importante que
esta separación sea de como mínimo 15 mm ya que en caso contrario, bajo condiciones de lluvia,
la distancia entre las dos campanas puede ser cortocircuitada por la acción del agua.
Sobre la base de su modo de operación, desde el punto de vista mecánico, los aisladores pueden
clasificarse en dos grupos:
Aisladores suspensión.
Aisladores de soporte.
Los aisladores de suspensión se usan en las líneas de alta tensión y los mismos son de dos tipos:
de disco y de barra. Su principal característica es la de que pueden ser conectados en cadenas y
287
que la acción del conductor sobre los mismos es la de ejercer un fuerza de tensión. Las
características generales de los aisladores de suspensión de tipo disco se muestran en la
Fig. 5.2.12 (a) y en Fig. 5.2.12 (b).
Los aisladores de soporte se caracterizan por su constitución rígida y porque trabajan con el
conductor ejerciendo sobre ellos fuerzas de compresión o fuerzas cortantes. Los principales tipos
son:
Aisladores de polea.
Aisladores de palomilla.
Aisladores de alfiler.
Aisladores de soporte para líneas y subestaciones.
En las subestaciones se emplean muchos equipos como es el caso de los interruptores y de los
transformadores de medición en los cuales se usan cuerpos aislantes de porcelana que se diseñan
de acuerdo a las características propias de cada equipo. Independientemente del tipo de aislador,
para ellos se definen los siguientes parámetros:
a) Tensión de ruptura bajo condiciones secas.- Se refiere a la tensión a corriente alterna a la cuál
falla exteriormente un aislador con la superficie limpia y seca.
e) Línea de fuga.- Se refiere a la longitud total del aislador, es decir, a la longitud superficial del
mismo. Este parámetro es de primerísima importancia en lo referente al comportamiento del
aislador bajo condiciones de contaminación.
f) Area protegida.- Se refiere al área del aislador que queda protegida de la acción directa de las
lluvias.
g) Distancia de chispa.- Se refiere a la distancia máxima de chispa entre los extremos del
aislador.
288
Fig. 5.2.12(a).- Aislador de suspensión.
1 - Agarre superior.
2 - Presilla.
3 - Lamina de caucho.
4 - Cemento.
5 - Agarre inferior.
6 - Cuerpo de porcelana.
289
Fig.. 5.2.12(b).- Características constructivas de un aislador de suspensión
290
Fig. 5.2.13.- Aisladores de alfiler.
1 - Rosca metálica.
2 - Cemento.
3 - Cuerpo de porcelana.
4 - Zona de amarre del conductor .
291
Fig. 5.2.15.- Aislador de soporte para subestaciones.
292
5.2.4.- CARACTERISTICAS GENERALES DE LOS AISLADORES POLIMERICOS.
El empleo de los aisladores poliméricos representa el primer cambio radical en los materiales
aislantes empleados para la construcción del aislamiento externo, lo que también ha traído
aparejado cambios importantes en el diseño de los aisladores. El aislador polimérico está
constituido básicamente por un núcleo o varilla central construido a partir de resinas reforzadas
con fibra de vidrio, la que, dada su alta resistencia mecánica, es capaz de soportar grandes
esfuerzos. El núcleo es a su vez recubierto con un material aislante de naturaleza polimérica con
las campanas aislantes del tamaño adecuado y con las características requeridas para trabajar en
exteriores. Los aisladores poliméricos se construyen tanto para suspensión como para soporte y
los mismos tienen ventajas claramente definidas sobre los aisladores de vidrio y de porcelana,
entre dichas ventajas se encuentran:
Menor peso.
Mayor resistencia a los impactos.
Mejor comportamiento inicial frente a la contaminación.
Mejores características de autolimpieza.
Alta resistencia mecánica.
Diseños más estéticos.
Debido a las ventajas antes señaladas es posible disminuir los costos de transportación,
construcción y mantenimiento de las redes eléctricas, ya que las líneas pueden compactarse con
más facilidad y emplearse tramos promedios entre estructuras superiores. Los principales
inconvenientes del aislamiento polimérico son el impacto que sobre él tiene la lluvia, las
radiaciones solares y el efecto de las descargas superficiales que se presentan debido a la
contaminación ambiental, por lo que a diferencia del vidrio y de la porcelana, su expectativa de
vida no se conoce aún con exactitud.
293
Compañía Material Año País
Ceraver EPR 1975 Francia
Ohio Brass EPR 1976 E.U.A.
Rosenthal SIR 1976 Alemania
Sediver EPR 1977 E.U.A.
TDL CE 1977 Inglaterra
Laap EPR 1980 E.U.A.
Reliable SIR 1983 E.U.A.
Nota:
EPR - Goma a partir de etileno propileno.
SIR - Goma a partir de silicona.
CE - Goma a partir de cicloalifáticos.
Por lo general se emplean dos métodos diferentes para la construcción de la cubierta protectora;
en el primero de ellos, tal como se muestra en la Fig. 5.2.17, la varilla es recubierta de una capa
continua de material aislante a la cual se le adicionan posteriormente las campanas aislantes; la
unión entre la cubierta protectora y el núcleo se efectúa mediante una interface vulcanizada que
elimina la necesidad del empleo de grasas adhesivas u otros materiales y reduce la posibilidad de
la aparición de cavidades y sus posibles consecuencias, el mismo principio se sigue para situar las
campanas aislantes. En el segundo método se construyen las campanas aislantes por separado y
posteriormente son deslizadas sobre el núcleo o varilla central. En este caso entre la varilla y la
cubierta protectora se sitúa una capa de grasa silicona para evitar la penetración de la humedad a
través de las uniones entre una campana aislante y la siguiente, tal como se muestra en la
Fig. 5.2.18. En la Fig. 5.2.19 se muestra un aislador construido sobre la base de este principio y
las características de la campana aislantes empleadas en su construcción.
294
transfiere al cono de resina como una fuerza de compresión y éste, a su vez la transfiere al núcleo
del aislador como una fuerza de compresión, garantizando así una unión firme entre el herraje
terminal y la varilla.
295
Fig. 5.2.18.- Aislador polimérico a base de conchas aislantes
independientes.
1 - Núcleo de resina reforzada con fibra de vidrio.
2 - Conchas aislantes.
3 - Grasa silicona.
4 - Rugosidades circulare de sellaje y que sirven de
depósito a la grasa silicona.
296
Fig. 5.2.19.- Aislador polimérico para trabajo horizontal
con conchas aislantes independientes.
297
4.2.6.- CARACTERISTICAS MECANICAS DE LOS AISLADORES POLIMERICOS.
La curva de la resistencia mecánica de los aisladores poliméricos en función del tiempo puede ser
asumida como una línea recta de pendiente negativa, cuando para el tiempo se considera una
escala logarítmica. Por las razones antes expuestas es que, para usos similares, la resistencia
mecánica inicial de los aisladores poliméricos tiene que ser muy superior a la de los aisladores de
porcelana y de vidrio.
El comportamiento ante las sobretensiones de los aisladores poliméricos está regido por las
mismas leyes que para los demás aisladores. Aún cuando sus características eléctricas empeoren
debido a su trabajo bajo condiciones ambientales adversas, en la mayoría de los casos son aún
suficientes para operar correctamente en los niveles de tensión para los cuales fueron diseñados.
Con un diseño adecuado de sus partes metálicas se puede garantizar que los arcos eléctricos no
afecten a la cubierta protectora, no afectando por tanto su comportamiento eléctrico ni mecánico.
Sin embargo, las descargas superficiales debido a la contaminación, las radiaciones solares, la
penetración de humedad en las interfaces y en el desarrollo de descargas en ellas, etc., sí
provocan un envejecimiento acelerado de estos aisladores debido a la pérdida de sus propiedades
eléctricas y una disminución de su resistencia mecánica.
298
mayor hidrofobicidad de los materiales a partir de goma de silicona es debido a una mayor
difusión de cadenas de polímeros de bajo peso molecular.
La erosión consiste en la pérdida de material en la superficie del aislador debido al efecto térmico
de las descargas superficiales, pero ellas sólo afectan el comportamiento eléctrico del aislador en
la medida en que afectan su hidrofobicidad y al permitir fijar al aislador con más facilidad los
agentes contaminantes.
Otros fenómenos que afectan las características superficiales de los aisladores poliméricos son las
microfracturas que aparecen en su superficie y la aparición de partículas en forma de polvo
blanco del relleno inorgánico a base, comúnmente, de alúmina trihidratada. La aparición y
desarrollo de estos fenómenos afectan considerablemente la pérdida de la hidrofobicidad
superficial de los aisladores poliméricos.
La acción continua de los esfuerzos eléctricos y de las descargas asociadas a ellos en las regiones
de muy alta intensidad de campo en el interior de los aisladores poliméricos puede llegar a dar
lugar a la formación de microcanales, conductores o no, que con su desarrollo pueden llegar a
provocar una falla. A este fenómeno se le conoce con el nombre de arborización (“treeing”).
299
Además del efecto de las descargas, en las interfaces se puede presentar también el fenómeno
conocido como hidrólisis, que no es más que el nombre genérico que le da a las posibles
reacciones químicas que se pueden derivar de la penetración de la humedad tanto en las interfaces
como en el cuerpo de los aisladores. Estas reacciones dan lugar a subproductos que alteran las
características eléctricas y mecánicas de los aisladores.
5.3.1.- INTRODUCCION.
Las sobretensiones a que puede estar sometido el aislamiento pueden ser de origen externo,
debido a los rayos, y de origen interno, debido a cambios en el estado estable de operación de la
red.
Las sobretensiones debido a descargas atmosféricas pueden ser por la incidencia directa del rayo
sobre la instalación y por inducción, sólo importante en este último caso en sistemas de 34,5 kV y
menores. En la determinación del comportamiento del aislamiento externo ante este tipo de
sobretensión se emplea la onda de impulso típica de 1,2/50 s y con ella se determina la
característica tensión contra tiempo del aislamiento. La respuesta del aislamiento externo ante
impulsos de diferentes polaridades difiere considerablemente, siendo su rigidez dieléctrica
superior ante sobretensiones negativas, tal como se muestra en la Fig. 5.3.1 para un aislador de
soporte.
En los sistemas hasta los 275 kV las sobretensiones que determinan la magnitud y forma del
aislamiento externo son los rayos. Sin embargo, a partir de esta tensión es necesario considerar
las sobretensiones internas, no sólo por su magnitud, sino por que la respuesta del aislamiento
externo ante este tipo de sobretensión es tal que su rigidez alcanza su valor mínimo en tiempos
del orden del tiempo requerido por las sobretensiones para alcanzar su valor máximo,
coincidiendo por tanto, en tiempo, el valor mínimo de la rigidez dieléctrica del aislamiento
(Fig. 5.3.2) con los valores máximos de la sobretensión, fenómeno éste que no ocurre así para las
sobretensiones externas como se puede apreciar en la Fig. 5.3.1 si se compara la característica U-t
de la rigidez dieléctrica del aislador con la de la onda de impulso de 1,2/50 s. Para determinar
comportamiento del aislamiento externo ante este tipo de sobretensión se emplea la onda de
impulso de 250/2500 s y con ella se determina la característica tensión contra tiempo del
aislamiento.
300
kV
S
1500
Tensión de ruptura en kV
1400
1300
Onda negativa
1200
1100
Onda positiva
1000
900
0 50 100 150 200
Tiempo en microsegundos
Fig. 5.3.2.- Tensión de ruptura para sobretensiones internas en
una cadena de 15 aisladores de suspensión.
Como se ha planteado tanto las sobretensiones como la rigidez dieléctrica del aislamiento son
eventos probabilísticos, y una falla en el mismo sólo se presentará cuando la magnitud del
esfuerzo (E) sea mayor que la rigidez (R) del aislamiento.
301
En la Fig. 5.3.3 se muestra la relación existente entre el esfuerzo y la rigidez. Como se puede
apreciar en la Fig. 5.3.4, la probabilidad de que ocurra un esfuerzo está dado por la relación
f(E1)dE, siendo E1 una condición de esfuerzo dada.
f (E) o f (R)
Rigidez (R)
Esfuerzo (E)
Probabilidad
de falla
EoR
Fig. 5.3.3.- Relación de esfuerzo rigidez para el aislamiento externo.
f(E) o f(R)
Esfuerzo (E)
dE EoR
302
La probabilidad de que el esfuerzo E1 sea mayor que la rigidez dieléctrica del aislamiento está
dada por:
E1
PE1 R
-
f R dR 5.3.1
E1
dP f E1 dR
-
f R dR 5.3.2
Para tener la probabilidad total de falla es necesario considerar todos los valores posibles de R :
E1
PF
f E E f R R dR 5.3.3
Similarmente la probabilidad de falla para cualquier rigidez específica está dada por:
P E R 1
R1
f E dE 5.3.4
R1
dP f R 1 dR f E dE 5.3.5
PF
f R R 1 f E E dR 5.3.6
f E N E , E 5.3.7
303
f R N R , R 5.3.8
f Z N Z R E , Z R 2 R 2
1/ 2
5.3.9
R E
PF F 5.3.10
R
2 2
R 1/ 2
Como se ha planteado si una onda de tensión de impulso de una magnitud dada se aplica
repetidamente a un aislamiento autorrestaurable, la respuesta del mismo no tiene porque ser la
misma en todos los casos, algunas aplicaciones pueden provocar la ruptura mientras otras no. La
curva de distribución de frecuencia se obtiene al representar la probabilidad de la ruptura P en
función de la tensión aplicada U (Fig. 5.3.5). En esta figura la curva (1) representa la
probabilidad de descarga disruptiva mientras que la (2) representa la probabilidad de que el
aislamiento soporte el impulso. El punto donde se cortan las dos curvas corresponde a la
denominada tensión de ruptura al 50 %.
La probabilidad de que se presente la ruptura obedece a una distribución normal y la misma está
dada por:
Z
1 1
exp Z 2 dZ
P
2
1/ 2
2
5.3.11
Donde:
Z U U
U U n (Valor crítico de ruptura )
n número de pruebas
U U n 1 2
2
304
Fig. 5.3.5.- Distribución de la probabilidad de falla.
La desviación típica o estándar es una medida de la dispersión que reflejan los registros de U
alrededor del valor crítico de ruptura Ū. El coeficiente de variación es /Ū. La ventaja de la
distribución normal o gaussiana estriba en que una vez conocida la tensión disruptiva al 50 % y la
desviación estándar se puede estimar la probabilidad de descarga disruptiva para cualquier
tensión.
Para corriente alterna y directa no es válido aplicar los conceptos anteriores, por lo que para
determinar la tensión de ruptura es necesario someter al aislamiento a prueba: se le aplica tensión
y se aumenta ésta lentamente hasta que ocurra la ruptura, determinándose el valor crítico de
ruptura y la desviación estándar.
305
desarrollando el fenómeno de las bandas secas, condición para la cual es de esperar reducciones
en la tensión de ruptura del orden de un 3040 porciento respecto a la que tiene bajo condiciones
secas.
En el caso de las sobretensiones internas, simuladas por ondas de 250/2500 s, las mayores
reducciones en los aisladores contaminados se obtienen para ondas de polaridad positiva. La
reducción en la tensión de ruptura depende del grado de contaminación de los aisladores,
aumentando la diferencia respecto a los aisladores secos y limpios a medida que aumenta el grado
de contaminación tal como se muestra en la Tabla 5.3.3 para diferentes tipos de aisladores de
suspensión contaminados artificialmente.
Las reducciones en la tensión de ruptura en este caso son mayores que para ondas de 1,2/50 s, y
la misma depende de la longitud de la configuración aislante y de la forma de los aisladores. Al
igual que para el caso de ondas de 1.2/50 s, cuando el aislador está energizado y en él se está
desarrollando el fenómeno de las bandas secas, si se superpone un transitorio debido a una
sobretensión interna, las tensiones de ruptura serán menores.
El tiempo de duración de la sobretensión juega un papel decisivo, a medida que este tiempo
aumenta, disminuye la tensión de ruptura, acercándose sus valores a los que le corresponden para
corriente alterna.
En general puede plantearse que para disposiciones aislantes a base de aisladores de suspensión
con un grado de contaminación, expresado en sobre la base del DESD, de 0,04 hasta 0,08 es de
esperar, para corriente alterna reducciones de la tensión de ruptura del orden de un 75 porciento,
y para las mismas condiciones de contaminación pero para ondas de 250/2500 s, se pueden
presentar reducciones en la tensión de ruptura de hasta un 40 porciento. Es de destacar que sobre
este tema existen marcadas diferencias entre los investigadores pues mientras unos reportan la
información antes señalada otros afirman que su efecto es despreciable. Las normas para la
determinación de una configuración aislante cualquiera sólo consideran la tensión de ruptura para
ondas de impulso bajo condiciones secas y las tensión de ruptura bajo condiciones de
contaminación a frecuencia de potencia, las que representan los dos extremos de mayor interés.
306
5.4.- EFECTO DE LA CONTAMINACION AMBIENTAL SOBRE EL AISLAMIENTO
EXTERNO.
5.4.1.- INTRODUCCION.
Uno de los fenómenos que más puede influir en la confiabilidad de las instalaciones eléctricas es
la contaminación ambiental, la cual puede causar serios daños tanto a las partes metálicas como a
las partes aislantes de la misma.
Las fallas del aislamiento debido a la contaminación se deben al desarrollo de altos gradientes de
tensión sobre la superficie de los aisladores a causa de a la formación de las bandas secas y al
establecimiento de descargas eléctricas a través de ellas.
Desde los inicios del desarrollo eléctrico mundial se han registrado dificultades en la operación
de los sistemas de transmisión y de distribución de energía eléctrica debido al fenómeno de la
contaminación. Los primeros estudios datan del año 1907 en Italia, donde se presentaban serias
dificultades con el aislamiento de los sistemas de 25 kV situados cerca de la costa, lo que
provocaba serias dudas sobre la factibilidad de la transmisión de la energía eléctrica mediante el
empleo de líneas aéreas.
En los primeros tiempos los estudios fueron encaminados fundamentalmente a mejorar los
diseños de los elementos aislantes, en tanto que el aspecto teórico quedaba relegado a un segundo
plano.
En la década de 1930 se dieron los primeros pasos de importancia en el estudio teórico del
fenómeno producido por la contaminación al establecerse el papel que en el mismo tiene la
formación de las bandas secas.
El desarrollo alcanzado por los sistemas de transmisión en la década de 1950 hizo más imperiosa
aun la necesidad de encontrarle solución al problema, siendo en este período donde se
intensificaron los estudios cubriéndose principalmente los siguientes aspectos:
Diseño de aisladores con mejores características de operación bajo condiciones de
contaminación.
Desarrollo de metodologías de prueba tendientes a simular las condiciones naturales de
contaminación a que se encuentran sometidos los aisladores.
Estudio teórico del fenómeno a fin de conocer todos los factores que inciden en su
desarrollo.
307
5.4.3.- PRINCIPALES TIPOS DE CONTAMINACIÓN.
Contaminación marina.- Se puede ubicar no sólo en las inmediaciones de la costa, sino también, a
considerables distancias de la misma cuando se trate de zonas costeras no montañosas, en las
cuales los vientos marinos pueden tener una influencia apreciable.
Contaminación industrial.- Este fenómeno tiene su aparición con el desarrollo industrial, por lo
que se encuentra limitado a las zonas industriales, siendo el mismo de muy diversas clases
dependiendo del tipo de industria que la origina: química, petroquímica, metalúrgica, de cemento,
etc., cada una de las cuales tiene sus características propias.
En algunos casos el contaminante es eliminado con facilidad por medio de un simple lavado y en
otros, como en el caso del cemento, puede llegar a formar incrustaciones que solamente pueden
ser eliminadas por medio de agentes químicos o por tratamientos mecánicos altamente abrasivos.
Las descargas que se establecen sobre la superficie de los aisladores contaminados tienen grandes
variaciones dependiendo de la magnitud de la corriente, que puede tomar valores desde los pocos
miliamperes hasta los cientos de ellos. Debido a dichas variaciones, que pueden ser bruscas, se
produce el fenómeno de la radiointerferencia, así como el deterioro de la superficie de los
aisladores y hasta la ocurrencia de la descarga total.
Radiointerferencia.- Este fenómeno es producido por el efecto corona que acompaña a las
descargas sobre la superficie de los aisladores contaminados cuando el ancho de la banda seca
que se forma es tal que la ruptura dieléctrica del aire se hace imposible sin un proceso previo de
ionización.
308
La existencia del fenómeno de las descargas superficiales limitó durante mucho tiempo el uso de
elementos aisladores de material sintético, ya que el calor generado por ellas producía
descomposición química en su superficie, lo que con el tiempo llegaba a producir la falla del
elemento aislante.
Descarga total.- Esta situación se presenta cuando las descargas superficiales crecen hasta un
punto tal en que se produce un cortocircuito estable en el sistema, provocando una falla y su
salida de operación.
Las partículas de contaminante que se encuentran en suspensión en el aire y que por tanto pueden
ser trasladadas por éste a las cercanías de las subestaciones y líneas de transmisión, poseen un
diámetro que se encuentra en el rango de 0.001 a 400 micrones. Algunas de las partículas más
comunes, así como sus diámetros, son mostrados en la Tabla 5.4.1.
Partículas Diámetro
Humo 0,0001-1
Cemento 1-20
Polvo Orgánico 1-50
Polvo Mineral 1-100
Niebla 1-100
Ceniza 30-180
309
Fuerza gravitacional.- La fuerza de gravitación se puede expresar de la siguiente forma:
4
FG a 3 d 5.4.1
3
Donde:
d - Gravedad específica de la partícula.
a - Radio de la partícula.
La tendencia de esta fuerza es la de depositar las partículas más pesadas en la superficie superior
de los aisladores; su efecto se acentúa con el tamaño de las mismas.
Fuerza del viento.- La magnitud que puede alcanzar se expresa en la forma siguiente:
FV 6 a v 5.4.2
Donde:
- Coeficiente de fricción.
v - Velocidad del viento.
a - Radio de la partícula.
En el conjunto de fuerzas que actúan sobre las partículas, la ejercida por el viento es la de mayor
incidencia, es la encargada de llevar las partículas de contaminante a las proximidades del
aislador, lo que permite que a su acción se sume el efecto de las otras fuerzas que actúan sobre la
partícula. En su efecto juegan un papel importante las características aerodinámicas del aislador.
Fuerzas electrostáticas.- El efecto de las fuerzas electrostáticas tiene una gran dependencia del
estado de carga de la partícula, lo que hace que el análisis se efectúe para partículas cargadas y
para partículas sin carga.
a 3 1
FE (1) gra d E 5.4.3
2 2
Donde:
E - Valor efectivo de la magnitud del campo.
- Permitividad de la partícula.
a - Radio de la partícula.
Las partículas cargadas están sometidas a una fuerza que se expresa por:
FE (2) n q E 5.4.4
Donde:
E - Magnitud del campo eléctrico.
q - Carga de un electrón.
n - Número de cargas elementales en la partícula.
310
Para el caso de corriente alterna esta fuerza es oscilatoria y por tanto su resultante es cero,
excepto cuando este presente el fenómeno del efecto corona, ya que dada la diferencia entre las
tensiones de comienzo del mismo para la polaridad positiva y negativa se produce un efecto
rectificador, con lo que se presenta un desplazamiento de la partícula hacia las zonas de más alta
intensidad de campo. Por lo antes expuesto queda claro que las condiciones de contaminación
para corriente directa son más severas que para corriente alterna.
Esto contribuye directamente a que el grado de contaminación de las áreas protegidas del aislador
sea muy superior a la del resto del mismo.
La acción tiene gran dependencia de la posición de los aisladores, siendo tan notable este aspecto
que en la experiencia práctica se ha comprobado que, bajo las mismas condiciones de
contaminación las disposiciones aislantes inclinadas y horizontales tienen un comportamiento
superior con respecto a las verticales, fenómeno este en que la acción de lavado de las lluvias
juega un papel fundamental.
5.5.1.- INTRODUCCION.
Los aisladores en servicio están sometidos a las condiciones del medio en que se encuentran
situados, las cuales varían ampliamente de un lugar a otro, dependiendo de las características de
la zona en que se encuentre la parte de la instalación en cuestión. Esta situación hace que la
cantidad de aislamiento requerido pueda variar a lo largo de una misma línea.
311
Fig. 5.4.1.- Curva de distribución del contaminante acumulado a lo
largo de la superficie de un aislador neblinero
312
Mm/cm2
0,32
0,28
0,24
0,20
0,16
0,12
0,08
0,4
0
4 8 12 16 20 24 28 32 36 40 44 48
a b c d e f g h
La secuencia anterior no implica que cada uno de los eventos mencionados esté completamente
definido en tiempo, pudiendo desarrollarse varios simultáneamente, como es el caso de la
contaminación marina directa cerca de la costa en la cual la formación de la capa de
contaminante, así como su humedecimiento, son eventos que ocurren al mismo tiempo. La falta
de uno de ellos inhibirá por completo el desarrollo del fenómeno, de ahí los estudios que se hacen
en el empleo de grasas, lavando en caliente, etc., como posibles medios de evitar los efectos
nocivos de este fenómeno.
313
Este fenómeno es más acentuado en las partes estrechas del aislador donde la densidad de
corriente es mayor llegando a formarse bandas secas en la capa de contaminante. El incremento
en la resistencia producido por la formación de las bandas secas hace que la corriente disminuya,
pero su formación implica que la mayor parte de la tensión aplicada al aislador aparezca a través
de ellas por estar aun mojado el resto de la capa de contaminante y, por lo tanto, poseer baja
resistencia.
En el mecanismo de elongación del arco inciden diversos factores tales como: la fuerza
ascendente del vapor de agua generado por la descarga, el secado del contaminante en los puntos
de contacto de la descarga con la superficie contaminada que aumenta el ancho de las bandas
secas, la fuerza ascendente del aire calentado por la descarga, las fuerzas electrostáticas que se
generan en los extremos de la descarga debido a la alta concentración de campo, la variación de
la corriente con el crecimiento de la descarga, etc.
Todo lo anterior muestra lo difícil que es efectuar este análisis, ya que en cada caso intervienen
varios factores, pudiendo ser el principal uno o la combinación de varios.
La gran mayoría de los elementos aisladores del tipo convencional presentan una configuración
relativamente compleja y por lo tanto la distribución de tensión también lo será, por lo que tratar
de analizar uno de estos elementos bajo condiciones de contaminación es una labor bastante
compleja. En los trabajos de investigación es común que se analicen configuraciones sencillas
con lo cual se simplifican los análisis y los resultados son comparables con cualquier caso.
En la Fig. 5.5.1 se muestra una secuencia típica de la distribución de tensión sobre una pieza
aislante rectangular uniformemente contaminada. Inicialmente el elemento aislante está seco y se
le somete a la acción de una niebla artificial. La distribución de tensión inicialmente es lineal,
Fig. 5.5.1(a), ya que al humedecerse la capa de contaminante su resistencia es uniforme; esta
condición es inestable ya que en cualquier área que tenga una resistencia ligeramente superior
comienza la formación de las bandas secas, Fig. 5.5.1(b).
314
Generalmente se forman varias bandas secas pero después de algunos segundos una de ellas
predomina, Fig. 5.5.1(c). El ancho de la banda seca varía hasta que se produzca el rompimiento
dieléctrico del aire y se establezca un arco entre sus extremos, Fig. 5.5.1(d). La formación del
arco provoca un brusco aumento de la corriente, la cual pierde su forma sinusoidal, dado que el
arco no se establece hasta que la tensión no haya alcanzado el valor de la tensión disruptiva del
aire para la condición dada, tal como se muestra en la Fig. 5.5.2, apareciendo los denominados
períodos de corriente cero. Los periodos de corriente cero corresponden al tiempo que transcurre
entre el paso de la corriente por su valor cero y el instante en que se inicia el arco, en el cual la
magnitud instantánea de la corriente es muy pequeña comparada con la de su magnitud después
de establecerse la descarga. En la mayoría de los casos las descargas se extinguen, pero
ocasionalmente una se desarrolla en forma continua hasta cubrir el elemento aislador
produciéndose una descarga total, Fig. 5.5.1(d) y Fig. 5.5.1(f). Si la acción del calor generado es
tal que, a pesar de la acción de la niebla, permite el secado total del aislador, el fenómeno en su
totalidad se repite en la forma antes expuesta. Por otra parte, si la pérdida de humedad está
balanceada con el régimen de absorción de la misma, se produce un estado de equilibrio en el
cual las descargas sobre la superficie se mantienen sin que llegue a secarse totalmente el aislador.
I10 mA I100 mA
a d
I<1 mA I200 mA
b e
I<1 mA I 5A
c f
315
Valor máximo de la corriente una vez
establecida la descarga
Inicio de la descarga
Punto de extinción
del arco
Sobre la superficie de los aisladores sometidos a los efectos de la contaminación se producen tres
tipos diferentes de descargas eléctricas: descarga tipo arco, descarga incandescente (“glow”) y
descarga por efluvios (“streamer”)
.
Descarga tipo arco. - Una vez humedecido el contaminante, y antes de la formación de las bandas
secas, la corriente mantiene su forma sinusoidal tal como se muestra en la Fig. 5.5.3(a). Después
de formadas las bandas secas e iniciado el proceso de descargas a través de ella, la corriente sufre
bruscas variaciones en su magnitud y en su forma de onda.
Bajo las condiciones iniciales los pasos altamente ionizados por las descargas precedentes
aseguran una rápida reignición de los mismos cada medio ciclo, siendo los períodos de corriente
cero menores de 2 ms.
Como el proceso de secado sobre los aisladores continúa, el incremento en la resistencia hace que
los picos de corriente disminuyan, disminuyendo por tanto la ionización producida por las
descargas, por lo que las mismas se producirán cada vez a más altos valores de tensión,
aumentando con ello los períodos de corriente cero.
316
Fig. 5.5.3.- Característica de la corriente para cuatro estados diferentes
de secado de la capa de contaminante.
a - Antes de la formación de las bandas secas.
b - Formación de las bandas secas.
c - Aumento de la amplitud de las bandas secas.
d - Proceso de secado intenso.
Al aumentar los períodos de corriente cero el proceso de recombinación en los pasos ionizados se
hace más efectivo, llegando a un punto tal en que se hace necesario un proceso de ionización
previo para que se establezca la descarga.
Cuando los intervalos de corriente cero alcanzan un tiempo del orden de las 2 ms se requiere un
proceso previo de ionización antes de que se pueda establecer la nueva descarga, lo cual
dependerá del grado de desionización alcanzado, la longitud del paso a ionizar, etc.
A partir de este punto del fenómeno el proceso de reignición no se repite cada medio ciclo,
Fig. 5.5.3(c) a la Fig. 5.5.3(d), desarrollándose la descarga predominantemente en el semiciclo
negativo debido a las características propias del efecto corona.
Debido a que cada vez se produce la descarga a valores mayores de tensión la corriente sube
rápidamente llegando en tiempos del orden de los 10 S al valor que determinen, para ese
instante, la magnitud de la tensión aplicada, la resistencia del resto del aislador y la caída de
tensión en el arco que se establece, siguiendo después la forma característica que le corresponda
de acuerdo a la onda de tensión aplicada, Fig. 5.5.2.
A medida que aumenten los períodos de corriente cero aumenta el tiempo en que la mayor parte
de la tensión aplicada lo está sobre las bandas secas, con lo que se producen altas intensidades de
campo en sus extremos permitiendo el desarrollo de los demás fenómenos asociados al efecto
corona.
317
Descarga incandescente.- Este tipo de descarga se caracteriza por ser de muy corta duración y por
producirse en los alrededores de los valores máximos de la onda de tensión, siendo una de las
fuentes de radio interferencias asociadas con el fenómeno producido por la contaminación.
Este tipo de descarga desaparece cuando el aislador se ha secado por completo y por tanto no
existen puntos sobre su superficie con intensidades de campo suficientemente altas para permitir
su formación.
Dada la corta longitud que alcanzan estas descargas, no juegan un papel fundamental en el
proceso de ionización, pero crean las condiciones de ionización necesarias para el desarrollo de
las descargas por efluvios.
Estas descargas son las que producen la ionización necesaria para la formación de descargas tipo
arco cuando los períodos de corriente cero exceden los 2 ms. Estas descargas son las máximas
responsables de la intensidad de las radiointerferencias que acompañan a las descargas
superficiales en los aisladores contaminados.
318
W
C 5.5.1.
h
De la expresión 5.5.1. se observa que para valores pequeños del espesor (h) la concentración
tiende a valores muy altos, los cuales, independientemente del grosor de la capa nunca podrán ser
mayores que el de la concentración (Co) correspondiente al límite de solubilidad a la temperatura
de la capa, por lo que la conductividad específica será constante. La conductividad superficial
está dada por:
S h 5.5.2
Donde:
S - Conductividad superficial (S).
- Conductividad específica (S/cm).
h - Espesor de la capa (cm).
W
ho 5.5.3
Co
Ao C
5.5.4
G
Donde:
Ao- Conductividad equivalente de la solución infinitamente diluida.
G - Peso equivalente en gramos del contaminante soluble.
Ao W
S (max) 5.5.6
G
319
2,5
1
2,0
2
Log I (micro Ampere)
1,5
3
4
1,0
0,5
0,0
70 75 80 85 90 95 100
Humedad relativa en %
320
Sustituyendo la expresión 5.5.1 en 5.5.4 se tiene que:
Ao W
5.5.5
Gh
Bajo el efecto de la tensión de prueba la corriente de fuga hará que la temperatura de la capa
aumente, lo que incrementa aun más su conductividad dado su coeficiente térmico negativo, hasta
que se llegue a la temperatura de ebullición, momento a partir del cual la conductividad comienza
a disminuir.
I1
K 5.5.9
I
Donde:
I1 - Corriente de filtración en el instante anterior a la formación de las bandas secas.
I - Corriente de filtración en el instante de aplicación de la tensión de prueba.
Para este caso la conductividad máxima de la capa de contaminante se determina aplicando una
tensión nunca mayor de 2 kV (r.m.s) por metro de la distancia de chispa del aislador y solo por el
tiempo necesario para medir la corriente, determinándose así su valor máximo, con lo que se
puede calcular el valor de su resistencia R. El cálculo de la conductividad superficial se efectúa
mediante la expresión:
F
5.5.10
R
Donde:
L
1 dl
F
D ( l)
0
5.5.11
Siendo:
dl - Elemento de longitud infinitesimal a lo largo de la superficie del aislador.
D(l) - Diámetro del aislador que corresponde a cada dl.
321
También es factible determinar el valor de la resistencia a medida que el aislador se humedece
usando un óhmímetro o usando equipos graduados directamente para expresar el valor de la
conductividad superficial en su equivalente salino.
El proceso de humedecimiento tiene que ser lo más uniforme posible a fin de que todas sus partes
alcancen la máxima conductividad al mismo tiempo, pues la tendencia normal de un aislador
sometido a un proceso de humedecimiento es que su área no protegida alcance la máxima
conductividad antes que el área protegida, comenzando en ella el proceso de lavado por
escurrimiento. De ocurrir lo antes expuesto nunca se sabrá el valor máximo de conductividad de
la capa midiendo su resistencia, un ejemplo de lo antes expuesto se muestra en la Fig. 5.5.5.
En la Fig. 5.5.6 se presenta el concepto básico del modelo en tanto que en la Fig. 5.5.7 se muestra
la característica U-I que le corresponde para el rango de corriente de 20 1000 mA que es el de
más interés para los estudios de contaminación.
Para el caso de una pieza aislante cilíndrica Fig. 5.5.8, en la cual la resistencia es proporcional a
la longitud, se tiene que para una sola descarga en serie con el resto de la capa de contaminante se
cumple la siguiente relación:
U Ud I R 5.5.12
Donde:
U - Tensión total aplicada.
Ud- Caída de tensión en la descarga.
R - Resistencia en serie con la descarga.
I - Corriente en el sistema.
Ud A X In 5.5.13
Donde:
A = 63
n = 0,76
= 370 para las condiciones de descarga tipo "glow".
322
= 50 para las descargas tipo arco.
X - Longitud del arco.
Sustituyendo 5.5.13 en 5.5.12 y despreciando por ser pequeña comparada con las tensiones
normalmente usadas en las pruebas se tiene que:
U X A I n IR 5.5.15
De la Fig. 5.5.8 se puede obtener la siguiente relación:
R R c (L X) 5.5.16
Donde:
Rc - Resistencia por unidad de longitud.
1,0
Area
0,8 protegida
0,6
R/Rmax
Area no
0,4 protegida
0,2
0,0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Tiempo en minutos
323
Descarga parcial
Superficie húmeda
Banda seca
a - Aislador
Resistencia en serie
b - Modelo de Obenaus.
B A
Ua
Uext
Ures Uarc
I
IA
Fig.5.5.7.-Característica U-I de una descarga en serie con una
superficie resistiva.
324
U=LE
X L-X
Sustituyendo 4.5.13 en 5.5.12 y despreciando por ser pequeña comparada con las tensiones
normalmente usadas en las pruebas se tiene que:
U X A I n IR 5.5.15
De la Fig. 5.5.8 se puede obtener la siguiente relación:
R R c (L X) 5.5.16
Donde:
Rc - Resistencia por unidad de longitud.
U X A I n I R c (L X) 5.5.17
La tensión mínima para la cual la descarga puede existir (Uext en la Fig. 5.5.7) se obtiene
hallando el mínimo que le corresponde a la expresión 5.5.17, el que esta dado para:
1
nXA n 1
I 5.5.18
R c L X
Sustituyendo la expresión 5.5.18 en 5.5.17 se obtiene la expresión del valor mínimo de la tensión:
325
1 n
n 1 L X n 1
U min (n 1) (A X) R c n 5.5.19
U
Um
Us
Xs Xc X´s X
L
Xc 5.5.20
n 1
encontrándose el valor máximo de Umin (Uc en la Fig. 5.5.9) expresado según la relación:
1 n
n 1 n 1
Uc A LRc 5.5.21
Si la descarga inicial alcanza la longitud X > X's la descarga puede crecer hasta llegar a la
descarga total, pues a medida que la descarga crece la tensión requerida para mantenerla es
menor.
326
Se observa que hay un valor crítico para la tensión y un valor crítico para la longitud inicial de la
descarga. Para valores superiores de cualquiera de los dos parámetros existe la posibilidad de una
descarga total.
1 n
n 1 n 1
Ec A Rc 5.5.22
La expresión anterior define la relación crítica que existe entre la intensidad del campo aplicado y
la resistencia de la capa de contaminante, siendo Ec el valor máximo de la intensidad de campo al
cual la descarga total es imposible.
E c 10,5 R c 0, 43 5.5.23
Para un valor dado de Rc la descarga total es imposible para cualquier intensidad de campo
menor que la definida por la expresión 5.5.23; de igual manera para un valor de Ec dado la
descarga total es imposible para cualquier resistencia mayor que la definida por esta expresión.
X c 0,57 L 5.5.24
Como se vio anteriormente, la descarga total para valores de tensión menores que Uc sólo es
posible si X > Xc, para lo cual la descarga inicial tendría que cubrir una longitud mayor que la
mitad de la longitud del aislador según se observa en la expresión 5.5.24, lo cual es imposible
para las longitudes reales de los aisladores.
La corriente asociada con las condiciones críticas analizadas se obtiene sustituyendo el valor
crítico de la longitud inicial de la descarga, expresión 5.5.20, en la expresión 5.5.18 con lo que se
obtiene que:
1
A n 1
I 5.5.25
Rc
De la relación 5.5.25 A o Rc pueden ser eliminados usando la expresión 5.5.22 con lo que se
obtienen las siguientes relaciones:
1
A n
I c 5.5.26
Rc
327
Ec
Ic 5.5.27
Rc
La corriente dada por las expresiones anteriores es la máxima que puede circular en un estado de
contaminación dado, para el cual la descarga total es imposible.
Es importante dejar claro que el análisis anterior se refiere a las condiciones bajo las cuales la
descarga total es imposible, pero ello no implica que para valores superiores a los críticos la
descarga total tenga que ocurrir siempre a causa de los otros factores que intervienen en el
proceso.
En el análisis anterior se asumió que la intensidad de campo a lo largo del aislador es uniforme y
que sólo existía una descarga en serie con la capa de contaminante, condiciones que no son reales
ya que en los puntos de contacto de la descarga con la superficie contaminada existe una
intensificación del campo eléctrico y, además, siempre se presentan varias descargas en
serieparalelo, lo cual aumenta aún más la no uniformidad en la intensidad de campo a lo largo
del modelo de prueba. El efecto de estos factores es el incrementar la constante de
proporcionalidad de la expresión 5.5.22, lo que implica un incremento en el valor de la intensidad
de campo crítica.
Diferentes autores plantean como condición necesaria y suficiente para que en un sistema aislante
se presente la descarga total la de que incrementos en la corriente vayan acompañados de
incrementos en la longitud de la descarga, es decir que:
dI
0 5.5.29
dS
5.6.1.- INTRODUCCION.
328
La Publicación 815 de la IEC evalúa la severidad de la contaminación en cuatro niveles:
Ligera.
Media.
Fuerte.
Muy fuerte.
Estos niveles dependen de la intensidad de la contaminación, definiéndose para cada uno de los
niveles las siguientes áreas:
Ligera.- Areas sin industrias, con poca densidad de casas equipadas con plantas de calefacción.
Areas con baja densidad de industrias o casas pero sujetas a vientos frecuentes y/o lluvias
frecuentes. Areas agrícolas de poco desarrollo. Areas montañosas. Todas estas áreas deben estar
situadas como mínimo a 10 - 20 Km. del mar y no deben estar expuestas a vientos directos
provenientes del mar.
Media.- Areas con industrias que no produzcan contaminación y con poca densidad de casas
equipadas con equipos de calefacción. Areas con alta densidad de casas o industrias pero sujetas
a frecuentes vientos y lluvias. Areas expuestas a vientos provenientes del mar pero no cerca de
las costas.
Fuerte.- Areas con alta densidad de industrias y suburbios de grandes ciudades con alta densidad
de casas y de plantas de calefacción. Areas cerca del mar y en algunos casos expuestas a vientos
relativamente fuertes provenientes del mar.
Muy fuerte.- Areas generalmente de moderada extensión sujetas a polvos conductores y a humo
que pueden producir finos depósitos de contaminante conductor. Areas de moderada extensión
cerca de la costa expuestas a aerosoles marinos directos. Areas de desierto caracterizadas por
largos periodos sin lluvia y expuestos a vientos fuertes que arrastran arena y sal y sujetos
regularmente a procesos de condensación.
Para las áreas antes descritas se definen las siguientes longitudes específicas efectivas de línea de
fuga en kV/cm:
Como se pude apreciar las definiciones antes dadas son bastante generales por lo que
generalmente cada cual hace un estudio detallado para definir sus zonas de contaminación y las
magnitudes de las longitudes efectiva de línea de fuga a emplear.
329
5.6.2.- DETERMINACION DE LOS NIVELES DE CONTAMINACION ATMOSFERICA.
Para la determinación de los niveles de contaminación atmosféricos se emplean dos métodos: los
de evaluación directa y los de evaluación indirecta.
Métodos de evaluación indirecta.- Estos métodos caracterizan las zonas de contaminación sin
tener en cuenta el aislamiento. Entre los más usados se encuentran:
Los colectores de polvo no direccionales.
Los colectores de polvo direccionales.
El monitoreo de partículas sólidas en el aire.
Los colectores de niebla.
De ellos los más usados son los dos primeros por su sencillez y porque con ellos se obtienen
buenos resultados.
Los colectores de polvo no direccionales se diseñan para obtener la deposición del contaminante
que es arrastrado por el viento desde todas las direcciones y por gravedad y da un estimado de
toda la cantidad de polvo depositado sobre una superficie horizontal. Por el análisis del
contaminante depositado y por la medición de la conductividad de los componentes solubles en
agua se determina la severidad de la contaminación.
Los colectores de polvo direccionales están compuestos por cuatro recipientes orientados según
los cuatro puntos cardinales y dispuestos en forma tal que puedan colectar las partículas del
contaminante que arrastra el viento, determinándose la severidad de la contaminación igual que
en el caso anterior, pero adicionalmente permite determinar la posición de los focos de
contaminación más severos.
MT mg
DT 5.6.1
NA cm 2 x dia
MS mg
DS 5.6.2
NA cm 2 x dia
Donde:
MT- Masa total del contaminante.
MS- Masa del contaminante soluble.
A - Area promedio de la abertura de los recipientes (cm2).
N - Número de los días de exposición.
330
determinada estas zonas es necesario determinar para cada una de ellas la longitud específica
efectiva de línea de fuga a emplear. En la República de Cuba se consideran seis zona:
Nivel de contaminación
Valores de P del aislamiento
P <= 1,0 I
1,0 < P <= 2,0 II
2,0 < P <= 4,4 III
4,4 < P <= 8,5 IV
8,5 < P <= 40,0 V
P > 40,0 VI
El método de conteo de pulsos consiste en contar los pulsos de corriente que se presentan debido
a las descargas sobre la superficie de los aisladores contaminados durante un período de tiempo
y, en dependencia de su frecuencia y magnitud, determinar que tipo de aislamiento es mejor para
unas condiciones dadas. Para su implementación se requiere de un campo de pruebas y del
equipamiento necesario para medir los pulsos de corriente y discriminar su magnitud en niveles
por lo general de 20, 50, 100 y 150 mA. Es muy útil en la evaluación del comportamiento de
diferentes tipos de aisladores bajo condiciones de contaminación.
El método de la densidad equivalente de sal depositada (DESD) es uno de los más utilizados y
para su aplicación se sitúan aisladores de muestra en los lugares de interés, los que se van
retirando según lapsos predeterminados, se lavan cuidadosamente con agua destilada y se
determina su resistividad a 20 ºC en -cm, con la cual se determina la salinidad de la solución en
g/l por la fórmula:
1,70865
S exp ln 5.6.3
0.9727151
SV mg
DESD 2 5.6.4
A cm
Donde:
331
S - Salinidad de la solución.
V - Volumen de la solución.
A - Area lavada del aislador.
En base al DESD se definen los niveles de contaminación los cuales para la República de Cuba
son:
Una vez determinadas estas zonas es necesario determinar para cada una de ellas la longitud
específica efectiva de línea de fuga a emplear.
Las pruebas en los aisladores contaminados pueden realizarse directamente bajo condiciones
ambientales naturales o en laboratorios usando métodos de contaminación artificial. También se
hacen pruebas de laboratorio a aisladores contaminados bajo condiciones naturales.
Las pruebas directas bajo condiciones de contaminación natural son difíciles y costosas dado el
tiempo necesario para que la acumulación del contaminante alcance un grado tal que ponga en
peligro la operación normal del aislador; además, por ser las condiciones de contaminación
variables de un sitio a otro establecer comparaciones en la operación de los aisladores expuestos a
dichas condiciones es muy difícil e impreciso.
Debido a las dificultades que implican las pruebas en condiciones naturales se han desarrollado
métodos de prueba usando sistemas de contaminación artificial, entre los cuales se pueden citar
dos metodologías que sirven de base a los diferentes métodos empleados. En una de ellas el
contaminante se sitúa en los alrededores del aislador sometido a prueba y en la otra el
contaminante se sitúa directamente sobre la superficie del aislador.
En el primer caso se emplea como agente contaminante la niebla salina, la cual se obtiene
atomizando una solución de cloruro de sodio, siendo en este caso donde el proceso de deposición
del contaminante y su humedecimiento transcurren simultáneamente.
332
El método de la niebla salina es el más representativo en la simulación de las condiciones de
contaminación marina.
La deposición del contaminante sobre la superficie del aislador se efectúa mediante su inmersión
en la solución contaminante (solamente utilizado para aisladores pequeños) o mediant el empleo
de un atomizador o sistemas de boquillas que permita darle un baño al aislador con la solución
contaminante. Este método es el más representativo en la simulación de las condiciones de
contaminación industrial y en su desarrollo se pueden presentar tres variantes:
1. Aplicación de la tensión de prueba al aislador previamente contaminado y seco, sometiéndolo
después a la acción de niebla no salina (método B).
2. Someter al aislador previamente contaminado y seco a la acción de niebla no salina hasta que
la capa de contaminante alcance su máxima conductividad, instante en el cual se le aplica la
tensión de prueba (método C).
3. Someter al aislador previamente contaminado y seco a la acción de niebla no salina hasta que
la capa de contaminante alcance su máxima conductividad, instante en el cual se le comienza
a aplicar la tensión de prueba a partir de cero, y se le incrementa a un régimen de unos 0.5
kV/s hasta que se presente la descarga (método D).
Una vez determinado el método de prueba a usar, el mismo se emplea para clasificar los
aisladores en términos relativos, con lo que se obtiene el orden de mérito que le corresponde a
cada cual, o para clasificarlos en términos absolutos, es decir, determinar cual es el mejor para
operar en unas condiciones de contaminación dadas.
Los resultados que se obtienen en estos métodos difieren, por lo que se debe seleccionar el
adecuado a las condiciones de que se trate. Un ejemplo de esto se muestra en la evaluación de dos
tipos de aisladores diferentes por estos métodos de prueba y cuyas características se muestran a
continuación:
333
La tensión de ruptura también se ve afectada por el método de prueba tal como se muestra en la
Fig. 5.6.2 para las tensiones de ruptura en el aislador de suspensión, aunque los resultados por
todos los métodos se corresponden con los determinados por los parámetros físicos de los
aisladores, tal como se muestra en la Fig. 5.6.3 pues al aislador de soporte, de mayor línea de
fuga, corresponden tensiones de ruptura superiores. Resultados similares se obtienen empleando
como agente humidificador vapor de agua tal como se muestra en la Fig 5.6.4 para tres aisladores
de suspensión de vidrio. En este caso el aislador ΠC6-Б, Fig. 5.6.5, es un aislador bastante
rodinámico y el aislador ΠC12-A, Fig. 5.6.6, un aislador estándar con una línea de fuga superior
a la del ΠC6-Б. El aislador ΠCГ12, Fig. 5.6.7, es un aislador neblinero correspondiendo a él una
línea de fuga y un área protegida mayor.
13
12
A
11
Conductividad superficial en S
10
9
A
8
7
6
5
B
4
3
2 B
1
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Tiempo en minutos
334
20
18
16
Conductividad superficial en S 14
12 A
10
6 B
4
2 B
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Tiempo en minutos
40
36 Método D
Tensión de descarga en kV
32
Método C
28
24
Método B
20
16
Método A
12
0
0 1500 3000 4500 6000 7500 9000 10500 12000
Conductividad en S/cm
Fig.5.6.2.-Variación en la tensión de descarga en un
aislador de suspensión.
335
40
Tensión de descarga en kV
36
32
Soporte
28
24
20
16
Suspensión
12
8
4
0
0 1500 3000 4500 6000 7500 9000 10500 12000
Conductividad en S
336
Fig. 5.6.6.- Aislador tipo ΠC12-A.
337
5.6.4.- DETERMINACION DE LA DISTANCIA DE FUGA ESPECIFICA.
La distancia de fuga específica del aislamiento se determina por medio de la siguiente expresión:
1
L 2 cm.
e KS U Ke 5.6.5
S kV
Donde:
Ks- Coeficiente de reserva.
L - Longitud de fuga geométrica del aislador (cm).
Ū - Tensión de descarga mínima promedio (kV).
Ke- Coeficiente de efectividad del aislador.
En el coeficiente de efectividad del aislador se tiene en cuenta el orden de mérito del aislador en
cuestión respecto a uno tomado como patrón, por lo que en él se considera su efectividad en el
aprovechamiento de la longitud de la línea de fuga al desarrollarse la descarga, en lo que influye,
como se sabe, la longitud geométrica de la línea de fuga, la magnitud del área protegida, el
diámetro, altura constructiva, etc. La determinación de este coeficiente es muy importante pues
permite definir con exactitud el mejor tipo de aislador para una condición de contaminación dada.
Para su determinación se toman los posibles tipos de aisladores a emplear y se someten a las
mismas condiciones de contaminación, naturales o artificiales, y se les determina la tensión de
descarga mínima promedio a cada tipo para cada zona de contaminación, calculándose Ke por la
expresión:
L Uo
Ke 5.6.6
Lo U
Donde:
L, Lo - Longitud de fuga geométrica del aislador bajo prueba y del aislador patrón
respectivamente.
U, Uo - Tensión de descarga mínima promedio del aislador bajo prueba y del aislador
patrón respectivamente.
Como se sabe los factores fundamentales que definen la magnitud del aislamiento son la
contaminación y las sobretensiones externas para niveles de tensión de hasta 275 kV y las
sobretensiones internas para tensiones superiores. Como las fallas, producto de la contaminación,
338
se presentan a tensión nominal bajo condiciones normales de operación, debe ser este factor el
primero a considerar al definirse el aislamiento a emplear y después verificar si es el adecuado
para soportar las sobretensiones.
Para la selección del aislamiento adecuado de una instalación eléctrica en una región dada es
necesario conocer las características de contaminación de la región, es decir, conocer los valores
de la longitud específica efectiva de fuga de cada zona de la región y con ella calcular la
magnitud de la línea de fuga del aislamiento a emplear en cada una de las zonas y con ello el
número de aisladores.
La definición de las zonas de contaminación depende de las condiciones específicas de cada país,
región, etc. y aunque se han hecho esfuerzos para su normalización, en la práctica cada cual
define las suyas. En el caso de la República de Cuba están definidas seis zonas:
L e U Ke K 5.6.7
Donde:
L -Longitud de fuga total de la construcción aislante.
e - Longitud de fuga específica efectiva para el nivel de contaminación de
que se trate.
U - Tensión de operación máxima entre fases (kV).
Ke- Coeficiente de efectividad del aislador empleado.
K - Coeficiente que tiene en cuenta la forma y tipo de construcción aislante Para
cadenas de aisladores:
Para calcular el número de aisladores de suspensión en una cadena para las líneas aéreas se utiliza
la expresión:
L
N 5.6.8
Lf
Donde:
L - Longitud de fuga total de la construcción aislante en cm.
Lf- Longitud de la línea de fuga geométrica del aislador a usar en cm.
339
Por lo general N no da un número entero, por lo que se aproxima al inmediato superior.
En los casos en que se pueda presentar condiciones críticas de contaminación por espacios breves
de tiempo se recomienda un sobredimensionamiento del aislamiento a fin de que este resista
hasta el próximo lavado, mantenimiento, estación de lluvia, etc. Se debe tener muy en cuenta en
este caso las alteraciones que esto introduce en la coordinación de aislamiento.
En general se puede plantear que, para zonas de bajos niveles de contaminación y en estructuras
en ángulos o remates, se usen aisladores de configuración simple (Fig. 5.6.6)para aprovechar al
máximo sus características de autolimpieza por las lluvias, al igual que en el caso donde se
prevee el empleo de medidas profilácticas como el lavado con el sistema energizado.
En los casos de contaminación industrial severa y/o alta influencia de aerosoles marinos se
recomienda el uso de aisladores neblinero en los que se combine una línea de fuga larga y un área
protegida grande, Fig. 5.4.1.
5.7.1.- INTRODUCCION.
Es bien sabido que en la explotación de los sistemas eléctricos se enfrentan serios problemas para
mantener en operación ininterrumpida sus líneas y subestaciones situadas en localidades de alta
contaminación. Uno de los problemas más serios es el del deterioro del nivel de aislamiento
producido por la contaminación, el cual, además de provocar pérdidas por corrientes de fuga y
por corona y producir radiointerferencias y ruidos audibles, puede dar lugar a salidas de servicio
cuyas consecuencias pueden ser graves.
Para evitar este problema existen diferentes métodos de atacar el problema, pero todos ellos se
basan en uno de los siguientes principios:
340
Minimización de la acumulación del contaminante.
Reducción de los esfuerzos eléctricos sobre la superficie de los aisladores.
Prevención de la humectación de la capa de contaminante.
Entre los métodos prácticos derivados de estos principios se destacan por su efectividad el
lavado, la aplicación de grasas y el empleo recubrimientos elastoméricos.
Vertical
Horizontal
Inclinado
341
5.7.2.- LAVADO DE LOS AISLADORES.
El lavado de los aisladores tiene como función eliminar, o disminuir a valores no peligrosos, la
capa de contaminante que se ha adherido a los aisladores antes de que alcance valores que puedan
poner en peligro la operación de la instalación. La frecuencia con que se efectúan los lavados se
puede determinar en base a la historia de fallas de la instalación, por la medida de la densidad
equivalente de sal depositada, por la intensidad de las descargas superficiales, etc.
El lavado a mano o manual consiste en la limpieza a mano de cada uno de los aisladores de la
instalación de que se trate, por lo que es necesario desenergizar la instalación. Este método de
limpieza es muy tedioso para los operadores, requiere de largos tiempos de trabajo y de una gran
cantidad de trabajadores, lo que, unido a los largos tiempos de interrupción que su aplicación
provoca, lo hacen costoso y poco deseable, sin embargo, hay condiciones específicas, sobre todo
en subestaciones, en las que su empleo es la única solución.
En algunos casos específicos el lavado manual se puede efectuar con el sistema energizado, como
cuando éste se efectúa por reemplazo de los aisladores en servicio por otros previamente lavados
o nuevos, en este caso es necesario recurrir a técnicas especiales de trabajo en sistemas
energizados, las que también son costosas. Se justifica cuando las características adhesivas del
contaminante son tales que los otros métodos no son efectivos y en las subestaciones durante los
períodos de mantenimiento.
La limpieza por abrasión consiste en un chorro a presión de algún material abrasivo, finamente
triturado, que se proyecta contra la superficie contaminada a fin de remover capas de alta
adhesividad, como las provocadas por el cemento, calcio, etc. Como materiales abrasivos se usa
la mazorca de maíz, la cáscara de nuez o coco, piedra pómez, etc., los que son triturados en la
forma adecuada. También puede usarse la arena previamente tamizada convenientemente.
El lavado con agua a presión ha demostrado ser el más práctico y el mismo puede efectuarse
mediante equipos fijos o móviles. El sistema de lavado fijo se emplea principalmente en
subestaciones con alto grado de contaminación y que requieren de una confiabilidad muy alta.
Para que este sistema sea rentable es necesario que forme parte de la etapa de diseño de la
subestación en cuestión. El lavado con equipos móviles es aplicable tanto a líneas como a
subestaciones.
El método consiste en aplicar al aislador un chorro de agua a presión que sea capaz de arrastrar la
capa de contaminante. Uno de los problemas principales del lavado bajo tensión es la creación de
las condiciones que impidan la descarga por efecto del chorro de agua, que se electrocute el
operador y que falle la línea.
342
Desde el punto de vista de la seguridad del operador los principales parámetros que influyen son:
Tensión del sistema.
Distancia entre la boquilla y el punto energizado.
Presión del chorro de agua.
Resistividad del agua.
Diámetro y forma de la boquilla.
En el comportamiento del aislador bajo lavado influyen, además de los parámetros anteriores, los
siguientes:
Grado de contaminación.
Forma del lavado.
Velocidad del lavado.
En general la estructura del chorro de agua varía a lo largo del mismo, estableciéndose tres zonas.
Junto a la boquilla existe una zona de chorro continuo. En la siguiente zona el chorro aumenta
paulatinamente de diámetro y se descompone en distintas capas, pero manteniendo la
continuidad. En la tercera zona el chorro se transforma en un haz de pequeñas gotas aisladas
volviéndose discontinuo. A una pequeña distancia de la boquilla, en los límites de la primera
zona, se mantiene la proporcionalidad entre la corriente de fuga y la conductividad del chorro. En
las zonas restantes no existe tal proporcionalidad, ya que existen espacios de aire.
60 kV 80 kV 110 kV
3 mA
20 kV
2
0
m.
4 5 6 7 8
343
La presión del chorro de agua tiene un efecto poco apreciable siempre y cuando tenga lugar la
desintegración del mismo, presentándose la misma situación con la resistividad del agua, ya que
al tener lugar la desintegración del chorro, el elemento que predomina en el valor de la
impedancia total entre la boquilla de la pistola y el elemento energizado es la resistividad del aire,
que es muy superior a la del agua. Sin embargo la misma juega un papel principal cuando por
alguna razón no se logra la desintegración del chorro, como puede ocurrir al arrancar el equipo o
por una caída brusca de la presión, de aquí la importancia de no apuntar el chorro de agua al
elemento energizado en el momento de comenzar el lavado, sino después que el chorro ha
alcanzado sus características normales de operación.
De los parámetros que inciden en el comportamiento de los elementos aislantes bajo lavado, la
presión del chorro de agua y la distancia entre la boquilla y el aislador energizado influyen en la
corriente de filtración, ya que de ellos depende la eficacia del lavado, parámetro este último en el
cual tiene también una influencia decisiva la rapidez con que se efectúe la operación de lavado.
De efectuarse un lavado poco efectivo se corre el riesgo de que se produzca una falla en el
sistema, ya que a medida que se avanza en la operación van quedando zonas en la superficie del
aislador en las que el contaminante no fue eliminado, sino que fue humedecido, con lo que
aumenta considerablemente su conductividad.
Otro factor de vital importancia es la forma en la cual se efectúe el lavado, ya que el mismo debe
realizarse en forma tal que, entre el extremo del elemento energizado y el chorro de agua, a
medida que se avanza en la operación quede una parte del elemento aislante limpia, que sea capaz
de limitar la corriente de filtración a un valor permisible cuando se moje la totalidad del elemento
aislante. La razón antes expuesta es la que motiva que las cadenas de aisladores sean lavadas
comenzando siempre por el conductor y subiendo paulatinamente hasta el extremo conectado a
tierra; si la operación se efectúa a la inversa, al lavarse la parte superior el agua que corre por la
cadena mojaría los aisladores inferiores que aún están sin lavar, con lo que aumentaría
considerablemente la conductividad de la capa de contaminante y del agua que corre sobre los
aisladores, disminuyendo sensiblemente el nivel de aislamiento de la cadena.
En el caso particular de los aisladores de soporte, el lavado se efectúa de tierra al conductor, con
lo que se garantiza que al humedecerse todo el aislador ya una parte considerable del mismo se
encuentre limpia, con lo que la corriente de filtración se ve limitada a valores permisibles. En este
tipo de aislador, sobre todo para tensiones hasta 34,5 kV, la operación de lavado, aunque dura
menos, es más riesgosa pues desde su comienzo se humedece prácticamente todo el aislador,
aumentando sensiblemente la corriente de filtración en el mismo y por tanto las probabilidades de
falla, por esta razón en estos sistemas no debe permitirse la acumulación de una capa de
contaminante grande.
Otros aspectos de importancia en la eficacia del lavado son el tiempo de duración del proceso de
lavado y el ángulo de incidencia del chorro de agua sobre el aislador. Si el lavado se efectúa muy
rápido se moja toda la superficie del aislador sin que se haya eliminado la capa de contaminante,
por lo que el riesgo de falla es muy alto y el mismo crecerá en la medida que el grado de
contaminación sea mayor. En la Fig. 5.7.3 se muestra el efecto de un tiempo de lavado muy
344
pequeño sobre el comportamiento de una cadena de aisladores igual a la de la Fig. 5.7.2, como se
aprecia, en este caso la corriente crece muy rápido a valores superiores a los del caso anterior.
t
Fig.5.7.2.- Característica de variación de la corriente con el tiempo
en una cadena de aisladores sometida aun proceso de
lavado correctamente efectuado. Corriente en mA.
- Distancia = 4m.
- Presión = 800 lb/plg2.
- Conductividad de la solución = 8250 S.
- Resistividad del agua = 1500 - cm.
- Angulo de disparo = 15º.
En todos los casos el lavado debe efectuarse a favor del viento para evitar la dispersión del chorro
de agua, además el operador debe prestar mucha atención al desarrollo de descargas sobre el
aislador bajo lavado, las que de presentarse deben ser eliminadas haciendo incidir sobre ellas el
chorro de agua.
El lavado puede efectuarse desde la estructura, si la disposición aislante lo permite, desde equipos
de izaje o usando equipos automatizados controlados desde tierra. En todos los casos los casos la
pistola debe estar efectivamente puesta a tierra y el recierre automático del sistema debe
bloquearse durante la operación de lavado por razones de seguridad.
345
1. La distancia entre el extremo de la boquilla y el punto energizado más cercano será mayor de
4 m.
2. Que la resistividad del agua sea superior a los 700 -cm.
3. Que el tiempo de lavado para cadenas de aisladores nunca sea menor a 1,5 segundos por
disco.
4. Que el lavado se efectúe con un ángulo de aproximadamente 15º respecto al conductor.
El lavado de subestaciones puede efectuarse por dos métodos: por el de rociado y por el de
pantalla.
El lavado de subestaciones por el método de rociado consiste en hacer incidir sobre los elementos
aislantes chorros de agua provenientes de un sistema de boquillas situado alrededor de los
elementos aislantes, en tanto que el de pantalla consiste en un sistema de boquillas situados en
línea recta para crear una cortina de agua que sea arrastrada sobre los elementos aislantes por la
346
acción del viento. Ambos sistemas deben emplearse de conjunto, aprovechando incluso el mismo
sistema de bombeo, ya que el sistema de rociado pierde su efectividad para velocidades del
viento superiores a los 10 metros por segundo, por lo que partir de esa velocidad del viento es
necesario usar el método de pantalla, que es efectivo para velocidades del viento de 10 a 40
metros por segundo. Se recomienda que la resistividad del agua no sea inferior a lo 5 k-cm.
La combinación de estos métodos es muy efectiva en los casos de contaminación marina directa,
donde el crecimiento de los niveles de contaminación es extraordinariamente alto en lapsos de
tiempo muy pequeños, aunque también son efectivos en los casos de contaminación industrial
severa, fundamentalmente donde las características adhesivas del contaminante no sean grandes,
en cuyo caso es recomendable el empleo de grasas o de recubrimientos elastoméricos. El control
del sistema de lavado puede ser automático, semiautomático y manual. Bajo control automático,
el equipo de lavado comienza a operar una vez que recibe la señal de lavado enviada por el
sistema detector del nivel de contaminación y la secuencia de operación la elige en dependencia
de la señal enviada por el sensor de la dirección del viento. En régimen de operación
semiautomático el operador establece la secuencia de lavado. Por último bajo control manual el
operador elige la sección o secciones que se deben lavar.
En las subestaciones también se pueden emplear equipos portátiles, pero debe tenerse mucho
cuidado con la técnica operatoria y con la selección del tipo de boquilla a emplear en
dependencia de la configuración de los elementos aislantes a lavar.
Debido a la acción del agua al correr sobre los elementos aislantes de la subestación su nivel de
aislamiento, evaluado en función de la tensión que es capaz de soportar, cambia en dependencia
de la intensidad del régimen de lavado tal como se muestra en la Fig. 5.7.4. Inicialmente la
tensión que soporta el aislamiento crece con la intensidad de la precipitación, debido al efecto
positivo del lavado en la tensión que soporta el aislamiento, pero a partir de un valor de
precipitación dado ésta comienza a disminuir, pudiendo incluso llegar a ser inferior a la que le
corresponde a ese elemento aislante bajo condiciones de contaminación. Por eso se debe tener
mucho cuidado en establecer una coordinación de aislamiento adecuada, para todos los elementos
aislantes, entre la tensión que soporta bajo condiciones de contaminación y la que soporta bajo
condiciones de lavado.
Uno de los métodos más ampliamente usados en la lucha contra la contaminación es el del
empleo de grasas hidrófobas. La acción de las grasas, tales como la silicona y los petrolatos, es la
de proveer al aislador de un superficie repelente al agua, con lo cual se evita la formación de
pasos continuos para la corriente de filtración, ya que el agua en esas condiciones se mantiene
sobre el aislador en forma de pequeñas gotas aisladas, en tanto que las partículas de contaminante
347
sólido son absorbidas y encapsuladas por la capa de grasa, con lo que siempre, hasta su
saturación, es repelente al agua.
Además de prevenir las fallas por contaminación se ha demostrado que, en las disposiciones
aislantes protegidas con grasas, la distribución de tensión a lo largo de ellas mejora
apreciablemente y con ello su comportamiento general.
Las grasas de petróleo originalmente estaban hechas a partir de una gran variedad de derivados
del petróleo, pero ahora se componen de aceites a base de hidrocarburos y por ceras blancas y
cristalinas. A diferencia de las siliconas se reblandecen con la temperatura facilitando el
encapsulamiento de los contaminantes, pero pueden llegar a chorrearse si la temperatura es
relativamente alta, por lo que no se recomienda su empleo en bushing, transformadores de
corriente, etc. Su uso en países tropicales debe ser cauteloso.
Comparativamente las siliconas son más costosas que los petrolatos y tienen una vida útil menor
para un mismo grosor de la capa. Por otro lado la limpieza y reposición de la grasa es un proceso
más fácil y sencillo en el caso de las siliconas, aunque ello depende mucho del tipo de
contaminante.
Para la aplicación de la grasa existen tres métodos: manual, por inmersión y por rociado.
Inmersión.- Se utiliza para aisladores pequeños. Es un método rápido y muy práctico pero su uso
esta limitado a condiciones específicas.
348
160
Razón de variación de la tensión
140
1
de soporte (%)
120
2
100
80
0 5 10 15 20 25
Precipitación en mm/min.
349
600
a
Tensión de soporte bajo lavado
500
b
400
c d e
300
200
100
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Rociado.- En este método se utiliza un atomizador para aplicar la grasa sobre el aislador; para lo
que se emplean disolventes especiales muy volátiles y presiones de aire relativamente altas (4 - 6
Kg/cm2 ). Es especialmente útil para aisladores de gran dimensión.
Manual.- Método lento, requiere de gran cantidad de mano de obra, pero es ampliamente usado
pues con él se puede asegurar una capa uniforme y con ello una duración mayor de la grasa. Se
puede efectuar el trabajo a mano directamente o con brocha.
350
Solo debe ser aplicada en condiciones ambientales secas y estando la superficie del
aislador perfectamente limpia y seca.
Debe comprobarse el espesor del compuesto mediante el conocimiento del peso
necesario para recubrir una determinada superficie con una capa de espesor dado.
La capa de grasa debe tener al menos 0,3 mm de espesor.
Debe emplearse personal calificado y con experiencia en esta actividad.
Cuando va a efectuarse el reemplazo de la grasa, debe tenerse en cuenta si la nueva grasa es igual
a la que se retira, en caso contrario hay que limpiar completamente la superficie antes de la
aplicación. El conocimiento del espesor de la capa de grasa es muy necesario, para una vez
retirada la misma, poder determinar el porciento de contaminante absorbido y con ello establecer
criterios más consecuentes en la nueva aplicación y para poder estimar de forma más certera el
tiempo de vida útil de la grasa para las condiciones de que se trate.
Para asegurar una correcta protección contra la contaminación cuando se emplean grasas es
necesario efectuar inspecciones periódicas a las instalaciones donde se ha aplicado el compuesto.
En estas inspecciones debe observarse el espesor del compuesto, cantidad de contaminante
absorbido, condiciones superficiales de la grasa, existencia de descargas visibles (deben
efectuarse inspecciones nocturnas) y la existencia y grado de las interferencias. Si se detectan
alteraciones fuera de lo normal debe procederse a la sustitución de la grasa.
Los recubrimientos elastoméricos surgen debido a que la experiencia adquirida en los últimos 30
años en el empleo de grasas como método de protección del aislamiento externo contra la
contaminación ha demostrado que, mientras la superficie del aislador mantiene las propiedades
hidrofóbicas que le da la grasa, ésta brinda una protección prácticamente total, la que va
disminuyendo a medida que, por envejecimiento y/o saturación, va perdiendo estas propiedades;
de aquí la importancia de lograr un producto que de a la superficie de los aisladores propiedades
hidrofóbicas más duraderas que las que brindan las grasas comúnmente usadas.
Prácticamente todos los polímeros se pueden usar con la finalidad señalada pues son
hidrofóbicos, pero debido a las condiciones de servicio ellos pueden perder su hidrofobicidad,
temporal o permanentemente. De todos los polímeros que se usan en el aislamiento externo es la
goma de silicona la que mejores propiedades muestra ya que cuando pierde sus propiedades
hidrofóbicas, debido a un proceso de mojado intenso, las recupera al 100 % al cabo de un proceso
de secado normal en el medio ambiente no superior a las 24 horas.
351
La aplicación del producto puede ser a brocha o por atomización, recomendándose este último
método, ya que el empleo de un solvente de rápida evaporación como el tricloroetano (1,1,1)
permite obtener recubrimientos más uniformes y de mayor espesor sin deformaciones de la
película y sin chorreos. Además con esta combinación es posible su aplicación con el sistema
energizado, siempre que se mantengan las distancias de seguridad establecidas, al no ser el
tricloroetano (1,1,1) inflamable como lo es la nafta.
Para la aplicación de este producto la superficie del aislador debe ser limpiada cuidadosamente,
especialmente si la superficie estaba cubierta de grasa, en cuyo caso, antes de la aplicación del
recubrimiento elastomérico, es necesario limpiar la superficie con un solvente, preferentemente el
mismo tricloroetano (1,1,1) a fin de eliminar todo vestigio de grasa y así garantizar una adecuada
adhesión de la película de goma a la superficie del aislador. En el caso que se requieran espesores
superiores al alcanzado con la primera aplicación, las sucesivas aplicaciones deben efectuarse
cuando la película depositada haya vulcanizado pero se mantenga aun viscosa, para lo que se
necesita esperar alrededor de 20 minutos después de la primera aplicación. El espesor
recomendado es de unas 20 milésimas de centímetro, para cuyo espesor la película seca al tacto al
cabo de unos 40 minutos, aunque el proceso de vulcanización completo dura bastante tiempo.
Como se ha señalado, la causa que provoca las fallas debido a la contaminación ambiental es la
aparición de descargas superficiales a causa de los altos gradientes de tensión sobre la superficie
de los aisladores debido a la formación de las bandas secas, de ahí que si se logra regular de
forma efectiva dichos gradientes a valores no peligrosos se podría evitar el desarrollo de las
descargas. Basado en el principio antes expuesto es que surgen los denominados aisladores de
capa semiconductora, que no son más que aisladores de porcelana en los cuales la capa
vitrificante superficial está constituida por un material de menor resistividad que el de las capas
vitrificantes convencionales. Con el empleo de esta capa se logra también una mejor distribución
de los esfuerzos sobre la superficie del aislador bajo condiciones normales de operación.
Cuando se forma la banda seca en un aislador de porcelana normal a ella queda aplicada un alto
gradiente de tensión que provoca el desarrollo de una descarga superficial tal como se muestra en
la Fig. 5.7.6, mientras que en los aisladores de capa semiconductora la alta resistencia de la capa
de contaminante seca queda en paralelo con la resistencia de la capa semiconductora, la
resistencia de esta combinación es menor que la de la propia capa semiconductora, por lo que la
352
tensión aplicada a la banda seca no alcanza valores altos, inhibiéndose así la formación de las
descargas superficiales Fig. 5.7.7. Si por cualquier razón se inician las descargas, este fenómeno
continuará desarrollándose en forma similar a la de un aislador convencional contaminado.
Descarga superficial
Capa de contaminante IS
Capa vitrificante
Cuerpo de porcelana
Capa de contaminante IS
Capa semiconductora
Cuerpo de porcelana
353
Los aisladores de capa semiconductora son capaces de soportar esfuerzos eléctricos superficiales
superiores a los de los aisladores convencionales (de hasta 5 kV/cm), lo que indica que el uso de
este tipo de aislador no sólo eliminaría virtualmente el problema de la contaminación en los
aisladores sino que, además, permitiría una reducción considerable en las dimensiones del
aislador. Además de lo antes señalado su empleo resolvería los problemas de distribución de
tensión en las cadenas de aisladores, ya que con ellos se logran distribuciones de tensión muy
próximas a la lineal.
A pesar de las ventajas antes expuestas su uso se ha visto limitado debido a diferentes causas
entre las cuales se destacan:
Su alto coeficiente térmico negativo, que implica un aumento considerable en la
disipación de calor al aumentar en ellos la temperatura, ya que su resistencia disminuye
con ésta.
Las dificultades que se presentan para lograr una conexión eléctrica adecuada entre la
superficie de la capa resistiva y el metal de los extremos del aislador, lo que puede dar
lugar a descargas eléctricas en dicha región.
Su baja resistencia a la corrosión lo que acorta su vida útil considerablemente.
Entre los óxidos más empleados en la confección de la capa semiconductora en estos aisladores
se encuentran el óxido de hierro, el óxido de titanio reducido y óxidos de titanio enriquecidos con
antimonio. El óxido de hierro origina una rápida corrosión electroquímica de los componentes
semiconductores, por lo que no se recomienda, en tanto que el óxido de titanio, aunque presenta
una resistencia adecuada a la corrosión, es fácilmente deteriorado por las descargas superficiales.
La capa semiconductora más estable es la que emplea óxido de estaño enriquecido con
antimonio. Las propiedades eléctricas de esta capa indican que cuando esta mezcla es tratada a
altas temperaturas se produce un semiconductor tipo N. Dicha capa además ha demostrado una
alta estabilidad química y eléctrica. Su mayor ventaja consiste en que los óxidos metálicos
reducidos pueden ser convertidos, por oxidación, al óxido metálico de mayor valencia, mientras
que en el óxido de estaño enriquecido con antimonio no admite tal conversión.
Una comparación entre Los resultados experimentales obtenidos para dos aisladores de
características similares, uno de porcelana y otro de capa semiconductora son: 9,10
354
5.7.8.- SOBREAISLAMIENTO.
Al aumentar el número de aisladores en una cadena la tensión de ruptura aumenta tal como se
muestra en la Fig. 5.7.8.
150 kV
140
130
120
110
100
90
80
70 n=6
60
n=5
50
n=4
40
n=3
30
n=2
20
10
n=1 S
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
Siempre que sea posible, la eliminación de la fuente contaminante es la solución más efectiva,
pero por desgracia la misma se ve limitada solamente al sector industrial y mediante el empleo de
diversos métodos que requieren de una inversión, en algunos, casos considerable. Entre los
métodos empleados para la eliminación de la fuente de contaminación industrial se encuentran el
empleo de:
Cámaras de asentamiento.
Separadores centrífugos.
Colectores húmedos,.
Filtros.
Precipitadores electrostáticos.
Etc.
355
Con los filtros se puede alcanzar una eficiencia de hasta un 99 % para partículas desde 0,1 hasta
100 micrones de diámetro. Las cámaras de asentamiento aumentan su eficacia a medida que
aumenta el tamaño de la partícula y la misma va desde un 35 % hasta un 95 % para partículas de
50 a 10 000 micras de diámetro. Con los precipitadores electrostáticos se puede llegar hasta un
99,9 % de eficiencia pero para partículas pequeñas, no mayores de 10 micrones de diámetro.
Entre los colectores húmedos se destacan las cámaras de rocío, ya que actúan sobre partículas
desde los 10 hasta los 10 000 micrones de diámetro.
En todos los casos de contaminación ambienta es muy importante tener en cuenta la dirección
prevaleciente de los vientos para la ubicación de la instalación eléctrica de que se trate a fin de
disminuir la cantidad de contaminante que pueda llegar a la misma.
5.8.1. INTRODUCCION.
Las exigencias de las normas, tanto particulares como generales, son parámetros que incluyen los
aspectos fundamentales del funcionamiento de cada unidad y los cuales están perfectamente
definidos por las normas de cada país. En cuanto a los criterios propios del fabricante, los mismos
abarcan fundamentalmente las dimensiones, la configuración y las características de los
materiales usados, tanto en los elementos de agarre como en el material aislante. Analizando los
dos criterios antes mencionados es posible llegar a la conclusión de que pueden existir aisladores
que cumplan con las mismas normas pero no son iguales en su conjunto. Esto no presenta
inconvenientes si se analiza cada aislador como un elemento independiente, pero puede crear
dificultades cuando se utilizan formando cadenas o ristras. Las diferencias entre aisladores
pueden determinarse por:
a) Forma y características del elemento aislante.
b) Forma y dimensión del elemento de agarre superior.
c) Forma y dimensión del elemento de agarre inferior.
Un aislador de suspensión, desde el punto de vista estrictamente eléctrico, puede ser considerado
como un elemento capacitivo, en el cual la resistencia es tan alta que su efecto puede
despreciarse. Siguiendo el análisis anterior una cadena de aisladores puede ser considerada como
un conjunto de capacitores en serie. Si se analiza el comportamiento de la cadena siguiendo el
criterio expresado, se puede arribar a la conclusión de que los esfuerzos eléctricos se deben
distribuir en forma uniforme a lo largo de la misma. Las experiencias prácticas y los cálculos
teóricos han demostrado que la distribución de las tensiones no es uniforme y que en este
fenómeno intervienen varios factores como son:
356
El efecto del conductor.
La distancia a la estructura de soporte.
La estructura.
La distancia a tierra (altura).
La configuración y dimensiones de la unidad aislante.
Etc.
Estos efectos crean una serie de capacitancias parásitas entre el conductor, la estructura y las
unidades aislantes, Fig. 5.8.1, por las cuales circulan corrientes capacitivas que hacen que la
corriente por los aisladores no sean iguales y siendo mayor en los más cercanos al conductor.
Ha sido posible definir, que si bien es cierto que entre los factores mencionados existen algunos
con mayor incidencia en la no linealidad, el efecto en su totalidad está formado por la suma de
todos ellos, o lo que es lo mismo, la incidencia de varios factores a la vez, y que no es factible
determinar el efecto particular de cada uno por separado.
Se ha demostrado, que para los cálculos matemáticos en las disposiciones normales y tensiones
no superiores a los 500 kV, el hecho de considerar un solo efecto capacitivo concentrado entre
cada nodo de la cadena y tierra no introduce errores apreciables. Como se observa en la
Fig. 5.8.2, el análisis teórico se basa en considerar un efecto capacitivo a cada unidad en
particular (Ci), y un efecto capacitivo concentrado entre cada aislador y tierra (Ct). Para los
efectos del cálculo, la primera suposición que se debe considerar es que el valor de Ct es igual
para todos los puntos, lo cual es aceptable por considerarse como una suma de efectos parciales.
Con el circuito simplificado mostrado en la Fig. 5.8.2, se tiene solamente una solución
aproximada para la distribución de tensión. Para obtener una solución más exacta es necesario
integrar la ecuación del campo eléctrico, debiendo considerarse la forma exacta de los aisladores,
lo cuál por el procedimiento tan engorroso que requiere resulta innecesaria para la precisión que
se requiere en la práctica.
I i Ci
d E i E i 1 5.8.2
dt
Donde:
It Corriente que fluye por las capacidades parásitas a tierra.
Ii Corriente que fluye por la capacidad propia del aislador.
E Tensión con respecto a tierra.
i Número del elemento, siendo "i=1" el más cercano al soporte.
E0 = 0.
357
C1
Ci C 'i
C2
C4
Ci C 'i
C3
It 1 I i 1 I i 5.8.3
Sustituyendo 5.8.1 y 5.8.2 en 5.8.3 y las caídas de tensión a través de cada elemento (aislador)
por el incremento Ei y por 2Ei la caída de tensión de dos elementos sucesivos se obtiene la
expresión siguiente:
dE i
d E i 1 E i
d E i E i 1 5.8.4
Ct Ci Ci
dt dt dt
O lo que es lo mismo:
Ct
E i E i 1 E i 2 E i 5.8.5
Ci
La expresión anterior es válida puesto que no se considera la variación de tensión en cada punto
del aislador, sino a través de cada uno de ellos, esto permite sustituir los diferenciales por
variaciones finitas y hallar la solución exacta en la expresión 5.8.5 de forma relativamente
simple. Una posible solución de dicha expresión sería de la forma:
i
Ei A e 5.8.6
Donde:
A Constante de integración.
Puede ser determinada a partir de las expresiones 5.8.6 y 5.8.5.
358
Ci
Et1 It1 I1 E1
Ci E2
Et2 It2 I2
Ci
Et3 E3
It3
I3
Ci E4
Et4 It4
I4
Ci
I5 E5
Entonces:
E i 1 A e i 1
E i 1 A e i 1
Ct
Ci
e 2 e e 2 e 2
2
2
Ct
2 senh 5.8.7
Ci 2
1 1 Ct
senh 5.8.8
2 2 Ci
Ci
M
Ct
359
Para las relaciones pequeñas es posible efectuar la siguiente aproximación:
Ct 1
5.8.9
Ci M
Debido a que tanto los valores positivos como los negativos satisfacen la ecuación (5.8.8) es
posible ampliar la solución propuesta a:
E i A e i Be i 5.8.10
Lo cual se corresponde más a la solución de una ecuación diferencial de segundo orden por tener
dos constantes de integración. Para obtener los valores de estas constantes se utilizan las
condiciones de frontera. El elemento cero se encuentra a tierra a través de la cruceta y por lo tanto
para i = 0 se cumple que :
E0 A B 0 5.8.11
E i A e i e i 2 A senh i 5.8.12
La tensión en el punto más bajo de la cadena es E, que es la del conductor con respecto a tierra.
Para un total de n elementos aislantes se obtiene que:
E n 2 A senh n 5.8.13
Siendo la constante:
E
2A 5.8.14
senh n
Sustituyendo en 5.8.12 la tensión en el enésimo elemento, está dada por la siguiente expresión:
senh i
Ei 5.8.15
senh n
Si se analiza en función de los valores de la relación M se puede apreciar que según la relación
disminuye la distribución se hace más crítica, tomando el último elemento los mayores por
cientos de la tensión aplicada.
Sustituyendo en la expresión general se puede obtener el caso particular donde i = n, o sea para el
elemento más cercano al conductor, el cuál por ser el más crítico es el que mayor interés presenta
en los trabajos prácticos.
360
senh n 1
E n E 1 5.8.16
senh n
Para las cadenas que contengan gran número de elementos, el alto valor de tensión a través del
último elemento se aproxima a un valor límite, que puede ser fácilmente obtenido a partir de la
ecuación 5.8.16. Sucede que para un valor de n grande la función seno hiperbólico se aproxima a
una función exponencial, porlo tanto:
E n E 1 e 5.8.17
Este valor límite solamente depende de y por tanto de la relación de las capacitancias, de los
elementos aislantes.
d
Si el análisis se realiza para corriente alterna. la variación se convierte en y las expresiones
dt
5.8.1 y 5.8.2 se transforman como sigue:
It 1 ω C t E 1 5.8.18(a)
I 1 ω C i E i E i 1 5.8.18(b)
I1 1 ω C i E i 1 E i 5.8.18(c)
De la Fig. 5.8.2 y considerando a todos los aisladores con la misma capacitancia igual a Ci, se
obtiene que:
I1 C i E 1
5.8.19
It 1 C t E1
I 2 I1 It 1 5.8.20
Ct
I 2 ω E 1 C i 1 5.8.21
Ci
Ct
Si se sustituye la relación por 1/M en la expresión 5.8.21 se tiene que:
Ci
1
I 2 ω E 1 C i 1 5.8.22
M
361
De la Fig. 5.8.2 se puede obtener para I 2 la siguiente expresión:
I 2 ω C i E 2 5.8.23
Por lo tanto:
1
E 2 E1 1 5.8.24
M
Planteando el mismo análisis para los restantes puntos se obtienen las siguientes expresiones:
3 1
E 3 E 1 1 2
M M
5.8.25
6 5 1
E 4 E 1 1 2 3
M M M
Aplicando sucesivamente el análisis se puede obtener las ecuaciones necesarias para cualquier
número de unidades en una cadena. Para una cadena de ocho unidades se tendrá el siguiente
conjunto de ecuaciones:
E1 E1
1
E 2 E1 1
M
3 1
E 3 E 1 1 2
M M
6 5 1
E 4 E 1 1 2 3
M M M
10 15 7 1
E 5 E 1 1 2 3 4
M M M M
15 35 28 9 1
E 6 E 1 1 2 3 4 5
M M M M M
21 70 84 45 11 1
E 7 E 1 1 2 3 4 5 6
M M M M M M
362
Ci
De acuerdo con el valor de la relación M se obtienen las curvas mostradas en la Fig. 5.8.3
Ct
para una cadena de ocho aisladores.
1
M=20
3 M=10
Aislador
4 M=5
5
M=1
6
8
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Caída de tensión en %
363
Tabla 5.8.1.- Distribución de tensión en cadenas de ocho aisladores a diferentes
valores de M.
M E1 % E2 % E3 % E4 % E5 % E6 % E7 % E8 %
7 3,82 4,36 5,53 7,49 10,51 15,05 21,73 31,51
10 5,19 5,71 6,80 8,57 11,19 14,94 20,18 27,43
12 5,90 6,39 7,41 9,05 11,45 14,80 19,39 25,59
15 6,75 17,20 18,13 19,60 11,71 14,60 18,46 23,56
20 17,77 18,16 18,95 10,20 11,95 14,30 17,37 21,50
25 8,48 8,82 9,52 10,59 12,08 14,08 16,61 19,81
Un aislador fallado presenta un camino de alta conductividad entre sus partes metálicas y es por
ello que su representación eléctrica correcta es una resistencia en paralelo con un capacitor, que
representa su capacitancia propia. El valor de esta resistencia es variable, ya que se conoce que
cada aislador falla con características particulares. Para calcular la distribución de tensión con un
aislador fallado mediante el método explicado anteriormente se acostumbra a escoger la peor
condición, o sea, se considera que el camino de alta conductividad tiene resistencia, por lo que el
resultado es que la tensión aplicada debe ser soportada por el resto de los aisladores de forma
igual que si se hubiera eliminado dicho aislador fallado, o sea si la ristra era de ocho unidades el
cálculo se haría para siete, por lo que el efecto que provoca es un aumento en la tensión aplicada
en el resto de los aisladores. En la Tabla 5.8.2 se puede apreciar el efecto que tienen los
aisladores fallados en una cadena de ocho aisladores.
Cd A Ci 5.8.26
Donde:
Cd - Capacitancia propia del aislador diferente.
Ci - Capacitancia propia de los aisladores iguales.
A - Relación de proporcionalidad.
364
Tabla 5.8.2.- Comparación de distribución de tensión para una cadena de ocho aisladores
para dos valores de M diferentes y con aisladores fallados
M E1 % E2 % E3 % E4 % E5 % E6 % E7 % E8 %
15 6,75 7,20 8,13 9,60 11,71 14,60 18,46 23,56
20 7,77 8,16 8,95 10,20 11,95 14,30 17,37 21,56
15 8,82 9,41 10,62 12,54 15,30 19,16 24,14 0
20 9,87 10,36 11,38 12,95 15,19 18,17 22.07 0
15 11,63 12,40 14,00 20,17 20,17 25,25 0 0
20 12,66 13,30 14,60 19,48 19,48 23,32 0 0
15 15,55 16,59 18,73 26,98 26,98 0 0 0
20 16,52 17,35 19,04 25,41 25,41 0 0 0
Nota: Los aisladores fallados son aquellos cuya tensión es igual a cero.
Para el caso de una ristra de 8 aisladores con un aislador diferente en la ultima el sistema de
ecuaciones queda como:
E1 E1
1
E 2 E1 1
M
3 1
E 3 E 1 1 2
M M
6 5 1
E 4 E 1 1 2 3
M M M
10 15 7 1
E 5 E 1 1 2 3 4
M M M M
15 35 28 9 1
E 6 E 1 1 2 3 4 5
M M M M M
21 70 84 45 11 1
E 7 E 1 1 2 3 4 5 6
M M M M M M
365
Si se analiza el caso en que el aislador número siete es el diferente, los primeros seis aisladores
mantienen sus ecuaciones como las definidas anteriormente y la correspondiente al número siete,
quedaría como:
E 21 70 84 45 11 1
E 7 1 1 2 3 4 5 6
A 1 M M M M M M
I 8 I 7 It 7 5.8.27
I8 ω Ci E8 5.8.28
I 7 Aω C i E 7 5.8.29
It 7 ω Ct E 1 E 2 ........... E 7 5.8.30
Sustituyendo 5.8.29 y 5.8.30 en 5.8.27 y esta en 5.8.28) y despejando E8, se llega a la expresión
para la tensión en el aislador ocho:
27 105 140 81 21 2 E 21 70 84 45 11 1
E 8 E 1 1 2 3 4 5 6 1 1 2 3 4 5 6 7
M M M M M M A M M M M M M
En conclusión se puede afirmar que el efecto que produce un aislador diferente en una cadena de
aisladores es el de cambiar la distribución de tensión en la ristra, la que puede mejorar o
empeorar en dependencia de la capacitancia propia del aislador. Para aisladores distintos en otras
posiciones se sigue el mismo procedimiento. En la Tabla 5.8.3 se muestran los resultados de los
cálculos hechos para una cadena de siete aisladores con un aislador diferente en la cuarta
posición, para diferentes valores de M y de A.
Tabla 5.8.3. Distribución de tensión de tensión en una cadena de 7 aisladores para diferentes
valores de M con un aislador diferente en la cuarta posición con diferentes
valores de A.
M A E1 % E2 % E3 % E4 % E5 % E6 % E7 %
5 0,5 3,32 3,99 5,45 16,01 13,76 22,26 35,22
5 0,2 2,11 2,51 3,45 25,37 11,74 20,90 34,00
5 0,1 1,31 1,57 2,15 31,49 10,43 19,85 33,21
10 0,5 5,98 6,58 7,84 19.75 13,93 19,29 26,63
10 0,2 4,02 4,42 5,26 33,16 11,35 17,13 14,67
10 0,1 2,60 2,86 3,40 42,86 9,47 15,57 23,25
366
5.8.6.- EFECTO DE LOS PARAMETROS DE LA INSTALACION EN LA DISTRIBUCION
DE TENSION.
Uno de los parámetros que más influye en la distribución de tensión de una cadena de aisladores
es la distancia de la misma a la estructura, la que se valora en términos del valor que toma M, el
que, como se a podido comprobar, varía con la distancia según la siguiente relación:
M A B ln D 5.8.31
Donde:
A y B - Constantes que dependen del tipo de aislador.
Así para los aisladores cuyas características se muestran en la Tabla 5.8.4 se tiene que:
Aislador Relación
PCD 70E M = 28,50 + 7,39 ln(D)
PC 70D M = 33,56 + 3,76 ln(D)
NGK 79082 M = 25,76 + 3,00 ln(D)
NGK 80 KN M = 27,75 + 4,54 ln(D)
En la Fig. 5.8.4 se muestra la variación de M con la distancia del plano tierra de los aisladores
antes señalados.
367
M
40 b
a
35
c
d
30
25
20
1 2 3 4 5
d(m.)
Fig. 5.8.4.- Variación de M con la distancia a la estructura de
una ristra de ocho aisladores.
a - Aislador PC 70D.
b - Aislador PC 70E.
c - Aislador NGK 80 KN.
d - Aislador NGK 79082.
Donde:
D - Distancia al plano tierra.
Ci - Capacitancia del aislador.
N - Número de aisladores en la cadena.
368
U esfera x 100
U n % 5.8.33
U Total
Donde:
Un(%) - % de tensión aplicada al aislador.
Utota - Tensión total aplicada a la cadena.
Uesf - Tensión de ruptura de la esfera.
Si se sustituyen los U1(%), U2(%), etc., por sus valores en función de la tensión de disparo de las
esferas, toda la expresión quedará en función solamente de dicho valor, por lo cuál, el mismo se
puede determinar, y con ello luego se puede proceder al cálculo de la tensión aplicada a cada
aislador. En la aplicación de este método práctico se comete el error de que al situar los
entrehierros esféricos se altera el valor de la capacitancia del aislador; sin embargo, desde el
punto de vista práctico se obtienen resultados satisfactorios.
Hacer la cadena de aisladores asimétricas implica variar la capacitancia de las unidades en forma
tal que, por la variación de la reactancia de cada unidad se compensen los efectos de las
capacitancias parásitas. Esta solución desde el punto de vista práctico no es posible.
Emplear aisladores de capa semiconductora, en los que como se sabe el efecto que predomina en
ellos es el resistivo. Con ellos se pueden lograr distribuciones de tensión prácticamente lineales
como se puede apreciar en la Tabla 5.8.5 para aisladores de porcelana estándar con capa
semiconductora y sin ella.
Situar en la cadena de aisladores una pantalla compensadora de tal forma que por las
capacitancias parásitas que se crean entre la pantalla y la cadena de aisladores, por estar a mayor
potencial la pantalla, se inyecte corriente a la cadena y de esa forma se compensen las pérdidas de
corriente por las capacitancias a tierra. El inconveniente fundamental de este método es la
disminución del nivel de aislamiento de la línea.
369
Tabla 5.8.5. Distribución de tensión en cadenas de aisladores de porcelana con
capa semiconductora y sin ella.
5.9.1.- INTRODUCCION.
De manera general puede plantearse que sólo un pequeño porciento de los aisladores en servicio
sufren serios ataques de corrosión dado que las técnicas de recubrimiento garantizan una
370
protección adecuada; sin embargo, en zonas costeras y de alta contaminación industrial se pueden
presentar ataques severos de la corrosión y convertirse ésta en uno de los factores que más
influyan en la confiabilidad de la explotación de la instalación.
Entre los diferentes tipos de corrosión que afectan a los metales es la corrosión atmosférica la
más importante, siendo la causante principal de la destrucción de metales y aleaciones. Se ha
demostrado que su acción esta directamente relacionada con el tiempo de humectación de la
superficie metálica, ya que su mecanismo de acción es en esencia electroquímico y la capa de
humedad es su electrolito.
Otros factores que inciden son el contenido de impurezas en el aire y las condiciones
superficiales del metal. Entre las impurezas se destacan los contaminantes del tipo de los cloruros
y sulfatos, estos últimos son altamente agresivos aún en zonas de baja humedad relativa. Por otra
parte las condiciones superficiales del metal, entre ellas el terminado, y la cantidad de
contaminante depositado tienen una gran incidencia en la corrosión atmosférica, sobre todo en
sus inicios, ya que retienen la humedad sobre la superficie metálica.
Para la protección contra este tipo de corrosión, por estar el aislador energizado, no es posible
aplicar los métodos tradicionales de protección, limitándose ésta a darle al metal un
recubrimiento inicial, galvanizado, adecuado para la agresividad que tiene, desde el punto de
vista de la corrosión, la región donde se ha de instalar. En la República de Cuba se han definido
las siguientes zonas:
Agresividad 1 (extrema): Hasta 1 Km. de la costa norte en lugares no apantallados (sin
montañas o lomerios).
Agresividad 2 (Alta): Zona costera sur (hasta 1 Km. de la costa); zona comprendida
desde 1 hasta 3 Km. de la costa norte y alrededor de las bahías.
Agresividad 3 (media): Zonas con una altura superior a los 500 metros sobre el nivel
del mar.
Agresividad 4: Posee una agresividad similar a la de la zona 3 pero con diferentes
características. Comprende zonas más alejadas del mar; más de 3 Km. en la costa norte
y más de un Km. en la costa sur, donde aun puede existir cierta influencia del aerosol
marino.
Agresividad 5 (baja): La región menos agresiva; mínima influencia del aerosol marino,
aunque posee por lo general tiempos de humectación algo superiores al nivel 4 de
agresividad.
371
La experiencia acumulada y los experimentos realizados han demostrado que este tipo de
corrosión no es la causante principal de los problemas de corrosión que se presentan en el pin de
los aisladores en las zonas de alta contaminación, siendo la corrosión electrolítica, debido a la
acción de la corriente de filtración, la principal responsable.
En corriente alterna este fenómeno no debía presentarse pero, como se conoce, en los aisladores
contaminados hay diferencias entre la corriente que circula en el semiciclo positivo y el negativo
dando lugar a lo que se podría llamar un efecto rectificador tal como se muestra en la
Fig. 5.9.2(b). Por tanto en corriente alterna, en regiones de alta contaminación, se puede
presentar, y de hecho se presenta, el fenómeno de la corrosión electrolítica en las partes metálicas
de los aisladores.
Los métodos que se pueden emplear contra la corrosión electrolítica son: la eliminación de la
corriente de filtración, el uso de materiales resistentes a la corrosión, los recubrimientos no
metálicos y el empleo de electrodos de sacrificio.
La supresión de la corriente de filtración sólo se puede lograr empleando alguno de los métodos
de combatir la contaminación, siendo en este caso el sobreaislamiento a base de aisladores que
tengan un gran área protegida, aisladores neblinero, con el que mejores resultados se obtiene.
Dada la naturaleza de la corrosión el empleo de materiales altamente resistentes a la corrosión,
como el acero inoxidable, no ofrecen una solución efectiva a este fenómeno.
La corrosión del pin puede prevenirse cubriéndolo con sustancias no metálicas, pero ello implica
garantizar una adherencia total de dicha sustancia al cuerpo metálico y garantizar que no se
presente ningún tipo de descarga en los bordes del recubrimiento. Además el recubrimiento debe
ser resistente a la acción del medio, de las descargas parciales, etc. La mejor forma de proteger el
pin de los aisladores es el de situar alrededor del mismo, y lo más cerca que se pueda del
cemento, un electrodo de sacrificio, Fig. 5.9.3. Como se sabe el material del electrodo de
sacrificio debe ser galvánicamente positivo respecto al material del pin, y mientras mayor sea la
diferencia de potencial con respecto al material del pin es mucho mejor. En este caso es
imprescindible garantizar una unión total entre los dos metales a fin de evitar la penetración de la
372
humedad y con ello la corrosión electrolítica entre ellos. El material más recomendable para los
electrodos de sacrificio es el zinc.
Area de corrosión
mA
0,1 seg
Electrolito
mA
(a) (b)
Fig.5.9.2.- Circuito equivalente para la corrosión electrolítica en
un aislador.
a - Corriente directa .
b - Corriente alterna.
373
Fig. 5.9.3.- aislador con un electrodo de sacrificio.
374
Capítulo VI
En la naturaleza que nos rodea es familiar el fenómeno de la generación de las llamadas ondas de
choque, de las cuales un ejemplo típico es el que se presenta al golpear transversalmente una
cuerda tensa entre dos soportes fijos, lo que motiva la propagación por la cuerda de
perturbaciones en uno y otro sentido. Cada una de estas perturbaciones constituye un impulso,
siendo la dirección del movimiento de las partículas de la cuerda perpendicular a la dirección de
propagación del impulso.
y f x , t 6.1.1
Los estados transitorios más comunes son aquellos asociados con la apertura y cierre de líneas,
con algunos tipos de fallas y sobre todo con la incidencia sobre las redes eléctricas de las
descargas atmosféricas.
En un elemento de línea de longitud (Δx), en la que está aplicada una tensión (U) entre ellos y por
las cuales circula una corriente (i), asociada a la tensión (U) está una pequeña parte del flujo
electrostático que hay entre los conductores, en tanto que asociado a la corriente (i) está una
pequeña parte del flujo electromagnético. La variación con el tiempo del flujo electromagnético
causa una caída de tensión a través del elemento de línea (Δx), la cual está dada por:
i
U L x 6.2.1
t
A esta variación con el tiempo del flujo electromagnético corresponde una variación espacial de
la tensión que está dada por:
U i
L 6.2.2
x t
375
e1 e2 x
x
Como la tensión entre los conductores varía con el tiempo, esto motivará un flujo de cargas
debido a los cambios en el campo electrostático, flujo de cargas éste que se establecerá entre los
conductores, existiendo por tanto en el elemento de línea x un cambio en la magnitud de la
corriente dado por:
U
iC x 6.2.3
t
i U
C 6.2.4
x t
UIZ 6.2.5
376
i i
Z L 6.2.6
x t
i i
ZC 6.2.7
x t
L L
Z Z 6.2.8
CZ C
L
U I 6.2.9
C
Para el análisis de este tipo de ondas es necesario tener en cuenta la posición espacial de la onda
para el tiempo en cuestión.
i i
Z L 6.2.10
x t
O lo que es lo mismo:
i Z i
6.2.11
t L x
L
Como Z se tiene que:
C
i 1 i
6.2.12
t LC x
1
Donde el término se define como la velocidad de traslación de la onda:
LC
377
1
v 2.2.13
LC
Cuando una onda viaja a lo largo de una línea, la tensión instantánea (U), para cualquier tiempo
(t) y cualquier posición (x) en la línea, está dada por una función F de (t) y (x).
U F (t A x) 6.2.14
Como se sabe el comportamiento de una línea sin pérdidas está gobernado por la ecuación
diferencial:
2 U 1 2 U
6.2.15
x 2 v2 t 2
Luego:
2 U
2
A 2 F " t A x 6.2.16
x
y
2 U "
F t A x 6.2.17
t2
Por lo tanto:
1
A 2 F " t A x 2 F " t A x 6.2.18
v
1
A 6.2.19
v
1
U F (t x) o U F (x v t) 6.2.20
v
Las expresiones anteriores corresponden a dos ondas viajando en sentido contrario, en la cual el
signo negativo corresponde a la denominada onda incidente que es la que viaja en el sentido del
eje X y el signo positivo a la denominada onda reflejada que viaja en el sentido contrario al eje X.
Como el impulso se propaga a una velocidad constante, y se trata de una línea sin pérdidas,
cuando haya transcurrido un tiempo dado t 2 - t 1 la onda debe haber recorrido una distancia
x 2 - x 1 v (t 2 - t 1 ), por lo que en el instante t2 la onda de tensión, para x2, debe estar en su valor
máximo, es decir, se tiene que cumplir que:
378
F (x 1 , t 1 ) F (x 2 , t 2 ) 6.2.21
1 2
Dirección de
propagación
x
x=0 x1 x2 x3 x4
Fig. 6.2.2.- Distribución de tensión a lo largo de una línea debido a la
propagación de una onda.
1 - En el instante t1.
2 - En el instante t2 (t2 > t1).
F (x 1 , t 1 ) F (x 1 - v t 1 ) 6.2.22
F (x 2 , t 2 ) F (x 2 - v t 2 ) 6.2.23
Como:
x 2 x 1 v (t 2 - t 1 ) 6.2.24
Se tiene que:
F (x 2 , t 2 ) F (x 1 v (t 2 - t 1 ) - v t 2 ) F (x 1 - v t 1 ) 6.2.25
Con la expresión 6.2.25 queda satisfecha la condición dada por 6.2.21 y, además, queda también
demostrado que la función U F (x - v t) corresponde a una onda que viaja en el sentido positivo
del eje de las X. Es fácil demostrar que la función U F(x v t) corresponde a una onda que
viaja en sentido negativo del eje de las X.
379
En las ecuaciones correspondientes a la tensión y la velocidad de una onda cualquiera:
L
U I 6.2.26
C
1
v 6.2.27
LC
De acuerdo a los signos que le corresponden se obtiene para la relación entre la tensión y la
corriente dos velocidades de propagación de la misma magnitud pero de sentido contrario. A la
tensión que tiene el mismo signo que la corriente (+) corresponde el signo positivo de la
velocidad, planteándose por tanto que estas ondas viajan hacia adelante, en la dirección positiva
del eje de las X, viajando por tanto hacia atrás, en el sentido negativo, las ondas de tensión y de
corriente de signos opuestos, tal como se muestra en la Fig. 6.2.3, teniendose por tanto que:
Ui Z Ii 6.2.28
y
Ur Z Ir 6.2.29
Donde:
i - Subíndice que corresponde a las ondas que viajan en el sentido positivo del eje X.
r- Subíndice que corresponde a las ondas que viajan en el sentido negativo del eje X.
Onda incidente
Ui Ii
Ui =Z Ii
Onda reflejada
Ur
Ir
Ur =Z Ir
Ut = Ui + Ur It = Ii + Ir
Las ondas de tensión que viajan hacia atrás son proporcionales a sus corrientes propias y son
independientes de las otras ondas de tensión que viajan en sentido contrario, por lo que las
mismas se superponen unas a las otras sin que esto ejerza influencia alguna sobre su forma y
380
magnitud, no así para la magnitud de la tensión total en el punto que estará dada por la suma de
ambas ondas, evaluadas cada una de ellas para el tiempo que corresponda, es decir:
U t Ui Ur 6.2.30
Donde:
Ut - Tensión total en el punto.
De la misma manera:
I t Ii I r 6.2.31
Donde:
It - Corriente total en el punto.
La energía asociada a cualquier proceso transitorio que genere ondas viajeras está almacenada en
el campo electrostático y electromagnético de las ondas de tensión y de corriente
correspondientes, por lo que la energía total será la suma de la energía electrostática y
electromagnética.
1
EC C U2 6.3.1
2
La energía almacenada en el campo electromagnético depende de la inductancia por unidad de
longitud y de la corriente y está dada por:
1
EL L I2 6.3.2
2
EC C U2
6.3.3
EL L I2
Ahora bien, como:
U L
Z y Z
I Z
2
EC C 2 C L
Z
EL L L C
Es decir:
EC
1 6.3.4
EL
381
Como se puede apreciar la cantidad de energía almacenada en el campo electrostático de la onda
de tensión es igual a la energía contenida en el campo electromagnético de la onda de corriente.
La energía total está dada por:
E C U 2 dx L I 2 dx 6.3.5
La potencia de los pulsos que pasan por la línea, a través de una sección transversal dada, es igual
al producto de la energía contenida y de la velocidad de propagación:
1 U2
W E v I2 L I2 Z 6.3.6
LC Z
U2
dW i 2 r 2 dx 6.4.2
i g
O lo que es lo mismo:
Z2
dW i 2 r dx
6.4.3
g
Como se vio anteriormente:
W i2 Z 6.4.4
- dW - 2 i Z di 6.4.5
382
El signo menos indica que se trata de pérdidas de energía, en este caso en forma de calor.
Sustituyendo dW por su expresión según la ecuación 6.4.3 se tiene que:
Z2
i 2 r dx 2 iZ di
6.4.6
g
di 1 r Z
dx 6.4.7
i 22 g
1 r Z
i i 0 exp dx 6.4.8
2 Z g
Similarmente para la tensión se tiene que:
1 r Z
U U 0 exp dx 6.4.9
2 Z g
U i rx
exp 6.4.10
U0 i0 2Z
Debido al alto contenido armónico de los procesos transitorios, en los conductores de las líneas se
presentará con fuerza el efecto pelicular, lo que hará que se incremente considerablemente la
resistencia del conductor, siendo en la práctica este fenómeno el que ha de decidir la magnitud
del amortiguamiento de cualquier onda al viajar una longitud dada en una línea. La magnitud de
este amortiguamiento es por tanto muy difícil de calcular ya que el mismo depende de la forma
de onda del transitorio en cuestión, la cual como se conoce es muy variable.
383
e- x
U
U
U
1 2
r ( conductores no magnéti cos ) 6.4.11
d
1 2
r (conductores magnéti cos) 6.4.12
d
1 2
r (resistencia de la tierra ) 6.4.13
h
Donde:
d - Diámetro del conductor.
- Permeabilidad magnética.
h - Altura del conductor sobre la tierra.
- Resistencia específica del medio.
- Frecuencia angular.
r 6.4.14
Donde:
- Resistencia específica equivalente.
384
La resistencia específica equivalente se puede calcular a partir de las ecuaciones 6.4.11, 6.4.12,
6.4.13 y se trata de una constante independiente de la frecuencia. Así se tiene que el
amortiguamiento, debido al efecto pelicular, se obtiene sustituyendo la ecuación 4.14 en la 4.10:
U x
exp
6.4.15
U0 2 Z
Según la ecuación 6.4.15 se puede ver que el amortiguamiento no solo depende de la distancia
recorrida por la onda sino también de la frecuencia. Así se tiene que para un pulso cuadrado,
después de haber recorrido diferentes distancias se habrá amortiguado tal como se muestra en la
Fig. 6.4.2.
U
x0
U0
x1
x3
x
Fig. 6.4.2.- Variación de la forma de onda de un pulso rectangular
debido al efecto pelicular al viajar diferentes distancias
(x2 x1 x0).
Otro fenómeno que es importante considerar es el debido al efecto corona que se refleja como
una disminución de la resistencia de aislamiento de la línea.
Cuando una onda de tensión (U), cuyo valor máximo es superior a la tensión crítica necesaria
para el inicio del fenómeno corona (U0), viaja por un conductor, circula de éste al aire una
corriente (I), y se produce una gran pérdida de energía. Como dicha corriente es
aproximadamente proporcional a la diferencia de tensión ( U - U 0 ) se tiene que la pérdida de
energía por unidad de longitud de la línea está dada por:
U U - U 0
Wg U i g 6.4.16
g
Donde g es la resistencia del aislamiento bajo las condiciones impuestas por el fenómeno corona,
y la cual es considerablemente menor que la resistencia de aislamiento de la línea bajo
condiciones normales.
385
Como se sabe la energía total de la onda está dada por:
U2
W 6.4.17
Z
2 U dU
dW 6.4.18
Z
Como este decrecimiento en la energía es causado por las pérdidas debido al efecto corona, el
balance de energía en un elemento de línea dx está dado por:
2 U dU U( U U 0 )
dx 6.4.19
Z g
O lo que es lo mismo:
dU Z
dx 6.4.20
U U0 2g
Zx
U U 0 E U 0 exp 6.4.21
2g
Donde:
E - Es el valor inicial de tensión de la onda.
Debido al fenómeno corona esta onda, al viajar una longitud dada x, reducirá su amplitud a U tal
como se muestra en la Fig. 6.4.3.
Como se puede apreciar en la Fig. 6.4.4 el valor máximo de la onda se va reduciendo, sin
embargo, la forma de la onda para valores de tensión menores a U se mantiene inalterable,
aunque como se sabe también cambiará por el efecto pelicular debido a las componentes de alta
frecuencia de la misma.
La ecuación de una onda electromagnética cualquiera que solo tiene componente de velocidad en
el eje X, tal como ocurre con las ondas en los sistemas eléctricos donde esto es posible ya que la
línea sirve de guía a la onda, se cumple que:
2 U 1 2 U
6.5.1
x 2 v2 t 2
386
Y como:
1
v 6.5.2
LC
Zx
U U 0 E U 0 exp
2g
2g
x
Z
U
x0
x1
x2
x3
U0
En la interpretación de esta ecuación hay que tener mucho cuidado ya que la velocidad de
propagación no difiere de una línea aérea a otra, mientras que la inductancia y la capacitancia sí,
387
pues dependen de la configuración geométrica del sistema. Para un conductor en un medio
cualquiera se cumple para:
a
0 r l ln
L r 6.5.3
0 r l
C 6.5.4
a
ln
r
Entonces la velocidad de traslación de la onda para una unidad de longitud cualquiera quedará
como:
1
v 6.5.5
0 r 0 r
Como para el aire:
0 1,156 * 10 8 VS
A cm
ε 0 8.859 * 10 14 AS
V cm
Se tiene que:
300000
v km s 6.5.6
r r
Para cables con aislamiento de papel impregnado ε r 4 , para PE ε r 2,3 y para PVC r 8 ,
por lo que la velocidad de traslación de las ondas por ellos será de:
Toda onda electromagnética que viaja por un medio dado, cuando arriba a la frontera de un
medio diferente (r y/o 0 diferentes) se desdobla en dos ondas, una que se transmite al nuevo
388
medio y otra que se refleja y viaja por el medio original, repartiéndose la energía de la onda
incidente entre estas dos nuevas ondas en dependencia de los parámetros de cada medio.
En la Fig. 6.6.1 se muestra la representación del caso de una onda que viaja por una línea y arriba
a un punto de cambio para otra línea de mayor impedancia ( Z 2 Z1 ). En el punto de unión se
tiene que cumplir que:
U t Ui Ur 6.6.1
I t Ii I r 6.6.2
U
Considerando que I
Z
U t Ui Ur
6.6.3
Z 2 Z1 Z i
2 Z2
Ut Ui 6.6.4
Z1 Z 2
Donde :
2 Z2
b coeficiente de transmisión 6.6.5
Z1 Z 2
Ut 2 Z2 Ui
6.6.6
Z1 Z1 Z 2 Z1
Luego:
Ut 2 Z1 U i
6.6.7
Z 2 Z1 Z 2 Z1
Por tanto:
2 Z1
It Ii 6.6.8
Z1 Z 2
389
Z 2 Z1
Ur Ui 6.6.9
Z1 Z 2
Z1
Z2
Ur
U I
Ut
Ui
I Ir
Ii U
It
Z1
Z2
Donde:
Z 2 Z1
a (coeficiente de reflexión) 6.6.10
Z1 Z 2
Z1 Z 2
Ir Ii 6.6.11
Z1 Z 2
La relación que existe entre los coeficientes de transmisión y de reflexión está dada por:
b a 1 6.6.12
Para el análisis del balance energético entre las ondas se debe partir de:
2
Ui
Wi para la onda incidente 6.6.13
Z1
390
Ut2
Wt para la onda transmitida 6.6.14
Z2
Ui2
Wi para la onda incidente 6.6.15
Z1
2
2 Z2 Ui2
Wt 6.6.16
Z1 Z 2 Z2
2 2
Wt 2 Z 2 Z1 2 Z 2
6.6.17
Wi Z1 Z 2 Z 2 Z1 Z 2
2 2
Wt 2 Z 2 Z1 2 Z 2
6.6.17
Wi Z1 Z 2 Z 2 Z1 Z 2
2
Wt Z2 Z1 2 Z 2
6.6.18
Wi Z2 Z2 Z1 Z 2
2 2
Wt 2 2
6.6.19
Wi Z1 Z 2 Z1 Z2
Z1 Z 2 Z1 Z 2 Z1 Z 2
391
2 2
Wt 2 2
2 6.6.20
Wi Z1 Z1 Z2 Z2 Z1 Z2
Z Z
Z1 Z1 Z2 Z2 Z1 Z2 2 1
La ecuación 6.6.20 indica que si los valores de Z1 y Z2 son intercambiados la relación entre la
energía de la onda transmitida y la incidente se mantiene inalterable, es decir, que la diferencia de
energía entre la onda incidente y la onda transmitida es independiente de la dirección en la cual se
transmita la onda.
La energía para la onda reflejada se obtiene sustituyendo la ecuación 6.6.9 en la 6.6.15, con lo
que:
2
Z 2 Z1 U i 2
Wr 6.6.21
Z1 Z 2 Z1
O lo que es lo mismo:
2
Wr Z 2 Z1
6.6.22
Wi Z1 Z 2
Como se puede apreciar en la Fig. 6.6.1 la forma de las ondas de tensión y de corriente cuando la
señal viaja de Z1 a Z2 se corresponden con las formas de las ondas de corriente y tensión cuando
la señal viaja de Z2 a Z1 .
En el caso de una línea terminada en una resistencia, la onda reflejada está dada por:
R Z1
Ur U1 6.7.1
R Z1
Z1 R
Ir Ii 6.7.2
R Z1
Como se aprecia de las ecuaciones 6.7.1 y 6.7.2 la magnitud y el signo de la onda reflejada
depende del valor de R, distinguiéndose tres condiciones límites: R 0, R Z , R .
392
Cuando R 0 se está en el caso de una línea terminada en un cortocircuito, caso para el cual:
U r Ui y I r Ii 6.7.3
Es decir, la onda de tensión reflejada es igual y de signo opuesto a la onda incidente, con lo cual
la tensión total en el punto será:
U t Ur Ui 0 6.7.4
I t Ii I r 2 Ii 6.7.5
Como se observa, al final de la línea la tensión se hace cero, en tanto que la corriente se duplica,
tal como se muestra en la Fig 6.7.1.
En la Fig. 6.7.2, para una onda de una duración mucho mayor que el tiempo requerido por la
onda para recorrer la línea (onda de larga duración), se puede apreciar como la tensión cae a cero,
lo que está determinado por el arribo al punto de la onda reflejada negativa. En el caso de ondas
de una duración mucho menor que el tiempo requerido por ella para recorrer la línea (onda de
corta duración), Fig. 6.7.3, se aprecian las dos ondas al pasar por el punto central de la línea, la
incidente positiva y de regreso a la reflejada negativa, ya que la línea termina en un cortocircuito.
Ur 0 y Ir 0 6.7.6
En este caso toda la energía de la onda es disipada por la resistencia no existiendo, por tanto,
reflexión de ningún tipo. Un ejemplo típico de esto se muestra en los oscilogramas de la
Fig. 6.7.4 y de la Fig. 6.7.5 para ondas de larga y corta duración respectivamente. Como se puede
apreciar en la Fig. 6.7.4 y en la Fig. 6.7.5, las ondas en el envío y en el recibo de la línea son
prácticamente iguales a la registradas al final de la línea, estando dada la pequeña diferencia entre
ella por el amortiguamiento y la distorsión propias de un circuito real.
Ur Ui y I r - Ii 6.7.7
La onda de tensión reflejada es de igual magnitud y sentido que la onda incidente, con lo cual la
tensión total en el punto es:
U t U r U i 2U i 6.7.8
Y para las corrientes:
393
I t I r Ii 0 6.7.9
En la Fig. 6.7.6 y en los oscilogramas de la Fig. 6.7.7 y Fig. 6.7.8 se muestran ejemplos gráficos
de este caso. Como se aprecia en el oscilograma de la Fig. 6.7.7, al arribar la onda al final de la
línea la tensión se duplica, ocurriendo lo mismo con la tensión en el punto medio de la línea al
arribar a ella la onda positiva reflejada por el circuito abierto al final de la línea. En el caso de la
Fig. 6.7.8, se aprecia la onda incidente al pasar por el punto medio de la línea y como ésta se
duplica al llegar al final de la línea y la onda reflejada positiva al pasar de regreso por el punto
medio de la línea.
Como se aprecia del análisis anterior para valores de 0 R Z la tensión reflejada es negativa y
la corriente positiva y para valores de resistencia de Z R la tensión reflejada es positiva y
la corriente negativa.
Ui
Ii
Ur
Ur
Ir
2 Ii
394
Fig. 6.7.2.- Oscilograma de un onda de larga duración en un punto
intermedio de una línea terminada en un cortocircuito.
Incidente
Reflejada
395
Envío
Recibo
Envío
Recibo
396
Ui
Ii
Ur
2 Ui
Ir
Recibo
Envío
397
Recibo
Envío
Envío
Cuando una onda viaja a lo largo de una línea de impedancia Z1 y llega a la unión de dos líneas
que tengan impedancias características Z2 y Z3 diferentes, para las condiciones iniciales, se debe
considerar la unión como el caso de una línea terminada en una resistencia cuyo valor es igual al
paralelo de la impedancia de las dos líneas, tal como se muestra en la Fig. 6.8.1, donde:
Z 2 Z3
Re 6.8.1
Z 2 Z3
Las ondas de tensión transmitidas a las dos líneas serán iguales y su magnitud estará dada por:
2 Re
Ut Ui 6.8.2
R e Z1
El signo de la onda reflejada dependerá de las condiciones del circuito, aunque para uniones de
líneas de igual impedancia siempre será negativa y estará dada por:
R e Z1
Ur Ui 6.8.3
R e Z1
Las corrientes transmitidas sí dependerán de las impedancias de cada línea y estarán dadas por:
2 R e Ui
It 6.8.4
1 R e Z1 Z1
398
Ut1
Ui Z2
Z1 Ur
Ut2
Z3
Ui
Ir It1
Z1 Z Z
Rc 1 2
Z1 Z2
It2
(a) (b)
R Ut
Ui Ur U t 6.9.1
Z2
Al igual que:
I t Ii I r 6.9.2
2 Z2
Ut Ui 6.9.3
Z1 Z 2 R
399
Ui
Z1 Z2
R
Ur
Ut
It
Ir
Z 2 Z1 R
Ur Ui 6.9.4
Z1 Z 2 R
U t Ur Ui 6.9.5
Ui
Ii - I r I t 6.9.6
R
400
Ui
Z1 Z2
R
Ut
Ur
Ir
It
2
Z1
Ut U 6.9.7
1 1 1 i
Z1 Z 2 R
1 1 1
Z1 Z 2 R
Ut U 6.9.8
1 1 1 i
Z1 Z 2 R
El caso más sencillo se presenta cuando una línea termina en un capacitor. En este caso al arribar
la onda incidente, la corriente a través del capacitor es máxima, actuando por consiguiente como
un cortocircuito, pero a medida que pasa el tiempo se va cargando hasta que la corriente en él
llega a ser prácticamente cero, por lo que se comporta como un circuito abierto, es decir, la onda
reflejada va desde valores negativos hasta valores positivos para la tensión y viceversa para la
corriente.
401
1
Z U
£ U r CS i 1 2 S U i 6.10.1
1 S 1 S
Z S
CS CZ
Antitransformando se tiene:
t
U r U i 1 2 exp 6.10.2
ZC
t
U t U i U r 2 U i 1 exp 6.10.3
Z C
t
I r I i 1 2 exp 6.10.4
Z C
t
I t I i I r I i 2 exp 6.10.5
Z C
La forma de la onda correspondiente a este caso se muestra en la Fig. 6.10.1. y en la Fig. 6.10.2.
Como se puede apreciar en los oscilogramas de la Fig. 6.10.2, para la misma línea terminada en
un circuito abierto y en un capacitor, el efecto fundamental del capacitor es el de aplanar el frente
de la onda, razón por la cual es un elemento de primera importancia en la protección de máquinas
rotatorias, en específico, en la protección del aislamiento menor de las mismas (aislamiento entre
espiras, bobinas, etc.) al reducir la razón de crecimiento de la onda y con ello el L (di/dt) a que
están sometidos los enrollados. El efecto de la tensión total sobre el aislamiento mayor (a tierra)
se limita con pararrayos.
El fenómeno antes descrito se debe al efecto de la onda reflejada, que inicialmente es negativa,
esto se puede apreciar con más facilidad en los oscilogramas de la Fig. 6.10.3, los que
corresponden a una onda de gran duración, en el punto medio y al final de una línea terminada en
un capacitor; como se puede ver la tensión en el punto medio, al arribar la onda reflejada, primero
comienza a disminuir y después, a medida que transcurre el tiempo, como la onda reflejada va
pasando a ser positiva, comienza a aumentar hasta alcanzar un valor final igual al doble del valor
de la onda incidente como corresponde a una línea terminada en un circuito abierto que es a lo
que pasa a ser el capacitor.
402
2Ui
Ui
Ur Ur
Ir Ir
Ii
< ZC < ZC
Circuito abierto
Capacitor
403
Final de la línea
Punto intermedio
Un caso aun más general se presenta en la Fig. 6.10.4, en la cual se señalan las variaciones de la
tensión y la corriente para el caso particular de Z 2 Z1 . En este caso la tensión transmitida está
dada por:
2 Z2 t
Ut U i 1 exp
6.10.6
Z1 Z 2 c
Donde:
Z1 Z 2
c C 6.10.7
Z1 Z 2
2 Z1 t
It I i 1 exp
6.10.8
Z1 Z 2 c
2 Z2 t
Ur Ui U i 1 exp
6.10.9
Z1 Z 2 c
2 Z2 t
I r Ii I i 1 exp
6.10.10
Z1 Z 2 c
404
Como se aprecia en la Fig. 6.10.4, el efecto fundamental del capacitor es el de aplanar el frente de
las ondas de corriente y de tensión que se transmiten. El valor final de ambos parámetros está
determinado por la relación existente entre Z1 y Z2 .
Ui
Z1 Z2
Ui Ut
Ur
Ii + Ir
Ir It
En la Fig. 6.10.5 se presenta la condición de un capacitor en serie, caso para el cual se cumple
que:
2 Z2 t
Ut U i exp 6.10.11
Z1 Z 2 c
Siendo:
c C Z1 Z 2 6.10.12
La amplitud de la onda que penetra en Z2 depende de la relación que exista entre Z1 y Z2,
decayendo posteriormente en forma exponencial hasta cero cuando t tiende a infinito.
405
Ui
Z1 Z2
Ui + Ur
Ut
Ii + Ir
It
Ir
Al arribar la onda incidente a un inductor situado al final de una línea, éste se comporta como un
circuito abierto, por lo que la tensión en el punto se duplica. A medida que transcurre el tiempo la
corriente se incrementa exponencialmente hasta que se llega a la condición de una línea
terminada en un cortocircuito, caso para el cual la corriente se duplica y la tensión se hace cero.
Z
2
LS Z Ui L Ui
£U r 1 6.11.1
LS Z S S Z S
L
Antitransformando:
Z t
U r U i 1 2 exp 6.11.2
L
Zt
U t U r U i 2 exp U i 6.11.3
L
406
Dividiendo 6.11.2 por Z se tiene:
Z t
I r I i 1 2 exp 6.11.4
L
Z t
I t I r I i 2 I i 1 exp 6.11.5
L
La forma de la onda correspondiente a este caso se muestra en la Fig. 6.11.1. y en la Fig. 6.11.2.
Como se puede apreciar en los oscilogramas de la Fig. 6.11.2, para la misma línea terminada en
un circuito abierto y en un inductor, el efecto inicial de este último es el de un circuito abierto,
pasando posteriormente al de un cortocircuito. El efecto antes descrito se aprecia con facilidad en
la Fig. 6.11.3, en la que se ve, para el punto medio, que al arribar la onda reflejada, inicialmente
positiva, la tensión prácticamente se duplica y a medida que transcurre el tiempo, como el
inductor va pasando a ser un cortocircuito, ésta va disminuyendo hasta cero como corresponde a
un línea terminada en un cortocircuito.
Un caso aún más general se presenta en la Fig. 6.11.4, en la cual se señalan las variaciones de la
tensión y la corriente para el caso particular de Z 2 Z1 . En este caso la tensión transmitida está
dada por:
2 Z2 t
Ut U i exp 6.11.6
Z1 Z 2 L
Siendo:
Z1 Z 2
L L 6.11.7
Z1 Z 2
2 Z1 t
It I i exp 6.11.8
Z1 Z 2 L
2 Z2 t
Ur Ui U i exp 6.11.9
Z1 Z 2 L
2 Z2 t
I r Ii I i exp 6.11.10
Z1 Z 2 L
En caso de que las dos líneas estén unidas a través de un inductor, las condiciones de transmisión
y de reflexión de ondas son las que se muestran en la Fig. 6.11.5.
407
Ur Ur
Ui
2 Ii
Ii
Ir Ir
<L/Z <L/Z
Circuito abierto
Inductor
408
Final de la línea
Punto intermedio
Ui
Z1 Z2
Ut + Ur
Ut
Ur
Ii + Ir
Ir It
409
Ui L
Z1 Z2
Ui + Ur
Ut
Ii + Ir
It
Ir
2 Z2 t
Ut U i exp1 6.11.11
Z1 Z 2 L
Siendo:
L
L 6.11.12
Z1 Z 2
2 Z1 t
It I i exp 6.11.13
Z1 Z 2 L
2 Z1 t
U t Ui U i 1 exp
6.11.14
Z1 Z 2 L
2 Z1 t
I r Ii I i 1 exp
6.11.15
Z1 Z 2 L
Como para bajas frecuencias los valores de la reactancia inductiva pueden llegar a ser
despreciables, es que en la protección de motores se emplea, junto con los capacitores en
410
derivación, inductores en serie conectados antes que los capacitores, aprovechándose que por una
parte, aplanan el frente de onda de la señal transmitida, lo que evita grandes tensiones en el
aislamiento de las máquinas y por la otra, que reflejan una señal prácticamente igual a la
incidente, aumentando así la tensión aplicada a los pararrayos, disminuyendo por tanto su tiempo
de operación y con ello el tiempo en que el aislamiento de la máquina está sometido a
sobretensiones.
En la Fig. 6.12.1 se muestra un pulso de tensión viajando por una línea sin pérdidas con los
extremos abiertos. Si se comienza el análisis parar el pulso saliendo del envío (posición 1) y
propagándose a la velocidad de la luz en la dirección indicada, cuando el mismo llegue al envío
(posición 2) comenzará a ser reflejado, duplicándose en ese punto su magnitud, y empezará a
viajar en sentido contrario un pulso de igual magnitud y polaridad pero de dirección contraria
(posición 3). Cuando el pulso de tensión reflejado llegue al envío el mismo será reflejado,
repitiéndose de nuevo la misma secuencia. En la Fig 6.12.2 se puede apreciar en detalle como
tiene lugar este proceso y además se puede aprecia la variación de la tensión con el tiempo en el
envío, en el recibo y en el punto medio de la línea. Para el caso real de líneas con pérdidas la
magnitud del pulso disminuirá exponencialmente hasta su desaparición debido a la energía que se
disipa en ella.
Ur Ui Ur Ui
1 2
4 3
411
Fig. 6.12.2(a).-Reflexiones múltiples de una onda de corta duración
en una línea con los extremos abiertos.
- Onda abandonando el envío.
412
Fig. 6.12.2(d).-Reflexiones múltiples de una onda de corta duración
en una línea con los extremos abiertos.
- Ondas incidente y reflejada durante la segunda
reflexión en el recibo.
Si la línea en cuestión tuviera los dos extremos en cortocircuito la secuencia del fenómeno sería
el mostrado en la Fig. 6.12.3 y en la Fig. 6.12.4 (la Fig. 6.12.4.(a) es la misma que la 6.12.2.(a))
Como se puede apreciar en este caso al arribar el pulso a los extremos se invierte su polaridad,
por lo que después de completado el ciclo de dos reflexiones se retorna a las condiciones iniciales
si se trata del caso de una línea sin pérdidas.
Tanto para el caso de la línea con los extremos abiertos como en cortocircuito después de dos
reflexiones se retorna a las condiciones iniciales, así si se designa por t el tiempo tomado por el
pulso viajando a la velocidad v y se designa por L la longitud de la línea se tiene que:
2L
t 6.12.1
v
Luego:
1 v
f 6.12.2
t 2L
Para el caso particular de una línea con el envío abierto y con el recibo en cortocircuito donde el
ciclo de reflexiones se repite cuando el pulso ha recorrido cuatro veces la línea la frecuencia está
dad por:
1 v
f 6.12.3
t 4L
413
Ui Ui
Ur Ur
1 2
4 3
414
Fig. 6.12.4(c).-Reflexiones múltiples de una onda de corta duración
en una línea con los extremos en cortocircuito.
- Ondas incidente y reflejada durante la primera
reflexión en el envío.
415
6.13.- REFLEXIONES MULTIPLES EN LINEAS CON VARIOS PUNTOS DE
DISCONTINUIDAD.
Como se ha planteado las sobretensiones impuestas a los sistemas eléctricos por las descargas
atmosféricas y las generadas internamente viajan a lo largo de las líneas y al arribar a un punto de
discontinuidad sufren un proceso de reflexión y transmisión. Si se trata de tramos de líneas cortos
con varios puntos de discontinuidad es necesario considerar las múltiples reflexiones que pueden
presentarse para poder determinar el máximo valor de la sobretensión.
Para la solución de estos problemas existen métodos de cálculo basados en las técnicas modernas
de computación, si embargo, hace años Bewley creó un método de solución basado en una
técnica iterativa simple con el cual se obtienen resultados satisfactorios.
El principio de este método esta ilustrado en la Fig. 6.13.1 en la cual se muestra un sistema con
tres puntos de discontinuidad, situados a intervalos iguales y los cuales pueden estar formados
por cualquier combinación de impedancias en serie. Los circuitos entre cada punto de
discontinuidad pueden ser líneas aéreas o cables soterrados, los que tienen diferentes impedancias
características, diferentes velocidades de traslación para las ondas y diferentes coeficientes de
amortiguamiento.
Para construir la característica lo primero que se hace es calcular los coeficiente de transmisión y
de reflexión en todos los sentidos y se sitúan en el esquema de la línea tal como se indica en la
Fig. 6.13.1, también se sitúan en el mismo los coeficientes de amortiguamiento ( y en este
caso). Para la construcción de la característica que se muestra en la Fig. 6.13.2, correspondiente a
una onda que no cambia su valor con el tiempo, se toma para la escala horizontal la longitud de la
escala en unidades del tiempo requerido por la señal en recorrer la distancia entre dos puntos de
discontinuidad; así por ejemplo, en el caso de que la velocidad de propagación de una onda en un
cable aislado sea la mitad de la velocidad de propagación de la onda en la línea aérea la longitud
de ese tramo se reduce a la mitad, lográndose con ello que las pendientes de las características
sean para ambos casos la misma. Para la escala vertical se debe escoger una escala de tiempo
apropiada de acuerdo al caso.
La magnitud de la tensión producida por una onda al sufrir múltiples reflexiones se obtiene de la
característica mediante la suma algebraica de todas las ondas que han arribado al punto en
cuestión para el instante de tiempo de que se trate. Para ondas que son función del tiempo cada
una de las que arriban al punto en cuestión debe ser evaluada solamente para el intervalo de
tiempo transcurrido a partir del instante en que llegaron al mismo. En la parte inferior de la
Fig. 6.13.2 se muestra la variación que tiene, con el tiempo, la tensión en cada uno de los puntos
indicados. En la Fig. 6.13.3 se muestra la variación en el espacio que le corresponde a la onda de
la Fig. 6.13.2 para el instante de tiempo indicado en la misma figura.
416
– Coeficientes de reflexión –
– 0,5 0,5 0,5 – 0,5 – 0,5 0,5 0,5 – 0,5
– Coeficientes de transmisión –
1,52 0,25 0,25 1,52 1,52 0,25 0,25 1,52
A B C D
417
A B C D
U U U U
t t t t
Punto A Punto B Punto C Punto
D
Fig. 6.13.3.- Variación en el espacio de la onda de la Fig. 5.13.2
para el instante de tiempo indicado.
418
Capítulo VII
.
7.1.- INTRODUCCION.
En las instalaciones eléctricas de cualquier tipo, por razones de seguridad para el personal que las
opera, es necesario que todas las estructuras metálicas se mantengan al menor potencial posible
respecto a tierra, tanto bajo condiciones de operación normales como bajo condiciones de falla.
La posibilidad de que en cualquiera de las partes metálicas accesibles al contacto con las personas
se presenten potenciales respecto a tierra peligrosos se puede reducir considerablemente, e incluso
llegar a eliminarse, mediante la puesta a tierra de las mismas.
El valor de la resistencia de la puesta a tierra debe ser lo más pequeño posible a fin de limitar la
tensión. Sin embargo, una puesta a tierra no puede considerarse como buena sólo por presentar un
bajo valor de resistencia, ya que es necesario que se cumpla que el producto de la corriente de
falla multiplicado por la impedancia de la puesta a tierra de un valor de tensión que no sea
peligroso para el hombre y que, además, satisfaga los requerimientos de operación de la
instalación.
7.2.- DEFINICIONES.
El diseño de un sistema de tierra no debe concretarse únicamente a obtener una baja resistencia en
la puesta a tierra sino que, además, debe cumplir con los parámetros requeridos para:
La puesta a tierra para la protección contra procesos transitorios debido tanto a
operaciones o fallas en el sistema como a descargas atmosféricas.
La puesta a tierra de neutros para estabilizar los potenciales en los circuitos respecto a
tierra y proporcionar los medios para la utilización de relevadores para la protección
contra fallas a tierra.
Asegurar que las estructuras que no llevan corriente, tales como armazones de equipos,
estructuras metálicas, etc., estén siempre al potencial de tierra, aún en el caso de falla
del aislamiento.
Reducir a un mínimo que no sea peligroso los gradientes de potencial en la superficie de
las subestaciones y demás instalaciones durante las máximas condiciones de falla.
Minimizar la interferencia en los sistemas de comunicación.
En general se puede plantear que la denominación de puesta a tierra comprende la unión metálica
directa, sin fusibles ni protección alguna, mediante un conductor de sección suficiente entre
determinados elementos de una instalación o equipo y un electrodo, grupo de electrodos, o mallas
enterradas en el suelo, con el objetivo de conseguir que en el conjunto de instalaciones, edificios,
equipos y en la superficie de las instalaciónes no existan diferencias de potencial peligrosas y
además, que permita el paso de las corrientes de falla o de las descargas atmosféricas.
419
.
Debe hacerse especial énfasis en que la seguridad de las personas es lo primario y se constituye en
el fin primordial de toda instalación de puesta a tierra, lo que no significa que se deje de
reconocer la importancia de los otros objetivos.
Cada puesta a tierra cumple un objetivo bien definido, por lo que los mismos se pueden clasificar
como:
Puesta a tierra para protección.
Puesta a tierra para funcionamiento.
Puesta a tierra para trabajo.
Puesta a tierra para protección.- Como su nombre lo indica está dada por la necesidad de conectar
a potencial de tierra todas las partes metálicas de cualquier instalación que no se encuentran
sometidas a tensión normalmente, pero que a causa de fallas en el aislamiento puedan llegar a
tener un potencial respecto a tierra.
Estas partes metálicas se refieren a: las estructuras metálicas de las subestaciones o de las líneas
de transmisión, el tanque de los transformadores e interruptores, la carcaza de las máquinas
rotatorias, los paneles de control, etc.
Puesta a tierra para funcionamiento.- Para el correcto funcionamiento de los sistemas eléctricos y
de algunas de sus componentes es necesario, en muchas ocasiones, establecer una conexión a
tierra en determinados puntos. Ejemplos de este tipo de puesta a tierra son la conexión a tierra del
neutro de los generadores y de los transformadores, la conexión a tierra de los pararrayos, cables
protectores, etc.
El valor de la resistencia de una puesta a tierra depende de muchos factores entre los cuales están:
La resistencia de contacto entre el aparato protegido y el conductor de tierra.
La impedancia del conductor y de la resistencia de contacto de su conexión al electrodo.
La resistencia propia del electrodo.
La resistencia de contacto entre el electrodo y la tierra. La resistencia del sistema de
electrodos.
420
.
Con la selección adecuada del electrodo su resistencia es despreciable, sin embargo, su resistencia
de contacto con la tierra puede ser apreciable si su superficie está grasienta o si al hincar el mismo
en la tierra éste queda holgado.
La resistencia del sistema de electrodos se define como la resistencia que existe entre él y otro
electrodo situado a gran distancia (tierra de referencia). La resistencia del sistema de electrodos
depende de sus dimensiones físicas y fundamentalmente de la resistividad del terreno.
Tipo de terreno. - La variación de la resistividad según la composición del terreno es muy grande,
tropezándose con la dificultad de que los diferentes tipos de terreno no están delimitados como
para saber, de antemano, el valor de la resistividad en el punto elegido para efectuar la puesta a
tierra. Sucede, incluso, que para una misma clase de terreno, situado en distintos lugares, la
resistividad puede ser sensiblemente diferente. Algunos valores que pueden tomarse como
referencia para diferentes tipos de terrenos se muestran en la Tabla 7.5.1.
Humedad del terreno.- Otro factor de importancia en el valor y estabilidad de la resistencia de una
puesta a tierra es la cantidad de agua contenida en el terreno y las variaciones de ésta a lo largo de
las estaciones, ya que una pequeña variación en el porciento de humedad contenida puede
producir una variación apreciable en la resistencia de la puesta a tierra; sí se tiene, por ejemplo,
que los resultados obtenidos para un electrodo vertical hincado en un terreno de arcilla roja
muestran que el valor de la resistividad específica del terreno aumentó en 3-4 veces con una
disminución de la humedad de un 10 % (del 20 al 10 %); mientras que para valores mayores de
un 20 % no se presentó ninguna variación apreciable en su resistividad. Esta variación provoca
que el valor de la resistencia de la puesta a tierra cambie en dependencia de las precipitaciones.
En general se puede plantear que a medida que el grado de humedad aumenta, cuyo principal
efecto es disolver las sales contenidas en el terreno, la resistencia disminuye con rapidez pero, a
partir de cifras del orden del 15 % en peso, esta disminución es mucho menos acusada a causa de
que se alcanza prácticamente la saturación del terreno.
421
.
una instalación de puesta a tierra lo mejor es acercarla lo más posible al nivel del agua
permanente a fin de minimizar los efectos de la variación de la resistividad con las estaciones.
La distribución del tamaño de los granos tiene un efecto importante en la manera en que un
terreno mantiene la humedad. A medida que el terreno es más compacto los valores de
resistividad disminuyen.
En todo tipo de terreno se presenta una capa que es la más afectada por las variaciones temporales
del contenido de humedad con las lluvias y con las estaciones, por lo que su resistividad variará
con el contenido de humedad. El espesor de esta capa rara vez excede los 1.8 m.
Como no siempre es posible efectuar todas las mediciones de la resistividad del terreno bajo las
condiciones de mínimo contenido de humedad es conveniente afectar las mediciones de ésta por
el denominado factor de sequedad del terreno (Fs):
422
.
Salinidad del terreno.- La resistividad del terreno depende de su composición química lo que
determina la cantidad de sales disueltas en el agua que él contiene. Una pequeña cantidad de sal
disuelta puede reducir la resistividad considerablemente, lo que explica el porque suelos
similares, para diferentes localidades, tienen diferentes resistividades.
Así se tiene que para terrenos de alta resistividad, en los cuales es necesario bajar la resistencia de
una puesta a tierra, se obtienen buenos resultados si en lugar de electrodos verticales
convencionales se usan tubos galvanizados horadados, los que periódicamente se llenan de una
solución salina. Las sales más comunes son: la sal común, el cloruro de calcio, el sulfato de
cobre, el sulfato de magnesio, etc.
Los suelos de granos gruesos se prestan mal al establecimiento de buenas redes de tierra,
circunstancia que se puede paliar rodeando la superficie de los electrodos de un cierto espesor de
tierra fina o de otro material más conductor.
Temperatura del terreno.- La resistividad del terreno asciende a medida que desciende la
temperatura y ese efecto se acentúa al alcanzarse los 0 ºC hasta el punto que, a medida que es
mayor la cantidad de agua en estado de congelación, se va reduciendo el movimiento de los
electrolitos lo que influye directamente en la resistividad del terreno, elevándose ostensiblemente
la misma.
Otros factores.- Existen otros factores distintos a los ya enumerados que son capaces de modificar
apreciablemente la resistividad del terreno pero que, por su naturaleza eléctrica, sólo pueden
surgir posteriormente al establecimiento de la red de tierra, tales como:
423
.
Cuando el contacto entre un electrodo y el terreno no es bueno la resistencia de puesta a tierra es
alta debido a que aparecen entre ellos pequeñas capas que son prácticamente aislantes. Cuando
circula una corriente a tierra, a partir de un valor determinado de ésta, hace que se alcance un
gradiente de tensión en dichas capas tal que permita el desarrollo de pequeñas descargas que las
cortocircuitan, por lo que bajo estas condiciones el sistema de puesta a tierra tendría valores
inferiores de resistencia a los que le corresponderían antes de la aparición de las descargas. Este
efecto sólo es apreciable en los sistemas de puesta a tierra de pequeñas dimensiones.
Para magnitudes de corriente altas el gradiente de potencial puede llegar, en las proximidades
inmediatas de los electrodos, a alcanzar valores tales que provoquen la perforación del terreno,
dando lugar a la formación de uno o varios arcos que, a partir de puntos del electrodo, se
propaguen a través del suelo en diversas direcciones y con eventuales ramificaciones.
Prescindiendo de la caída en el arco, que sólo es apreciable en el caso de electrodos de pequeñas
dimensiones, el efecto de este fenómeno es equivalente a que las dimensiones del electrodo
hubieran aumentado o a que la resistividad del terreno hubiera disminuido, pero por diseño debe
evitarse el establecimiento de tales descargas ya que ni en el caso de los rayos es posible
aprovechase de este fenómeno ya que la velocidad de propagación de los arcos en el suelo es muy
lenta comparada con la duración del frente de onda de la corriente de un rayo.
El efecto inicial de una circulación prolongada de la corriente por una toma de tierra es disminuir
su resistencia, con una importancia que depende de la contribución al valor total de la misma de
las capas de terreno próximas, pero que no es apreciable más que para las puesta a tierra de
pequeñas dimensiones. Pero con el tiempo la circulación prolongada de la corriente hace que
aumente la temperatura del terreno alrededor del electrodo, alcanzando ésta su máximo valor en
la proximidad inmediata del electrodo. Las condiciones pueden llegar a ser críticas cuando se
alcanzan temperaturas próximas a los 100 ºC y se comienza a evaporar con rapidez el agua
contenida en el terreno, dejando al electrodo en contacto con una capa de terreno seca y, por
tanto, de mayor resistividad con lo que la resistencia de la puesta a tierra aumenta
considerablemente. Si la temperatura que se alcanza es tal que se produce la calcinación del
terreno alrededor del electrodo se alcanzarán los valores mayores de resistencia de puesta a tierra,
llegando éste a perder su eficacia con lo que su potencial comienza a subir, pudiendo llegar al
valor de la tensión de la red, situación en extremo peligrosa.
424
.
Los sistemas de puesta a tierra naturales están constituidos por las masas metálicas que pueden
existir enterradas para otros fines: los cimientos de hormigón armado situados en el perímetro de
un edificio de carácter permanente, las redes extensas de conducciones metálicas soterrada
(siempre que la continuidad eléctrica quede perfectamente asegurada), en especial las tuberías
metálicas soterradas de usos hidráulicos, las cubiertas de plomo de conductores, etc.
Los electrodos artificiales son aquellos sistemas de puesta a tierra empleados exclusivamente con
este fin y pueden ser electrodos simples formados por barras, tubos, placas, cables cintas, etc.
directamente enterrados. Además, forman parte de ellos los anillos o mallas metálicas formadas
por algunos de los elementos anteriores o por la combinación de ellos. Estos electrodos
normalmente están hechos de cobre, hierro galvanizado, o hierro sin galvanizar con protección
catódica para hacerlos más resistentes a la humedad y a la acción química del suelo. Los
electrodos artificiales pueden ser verticales u horizontales.
Para obtener la ecuación general de la resistencia de puesta a tierra de un electrodo, a través del
cual fluye una corriente hacia la tierra, lo más fácil es plantearse el fenómeno como un problema
electrostático, con una cantidad de carga dada y una distribución de campo eléctrico asociado al
mismo. Para un instante de tiempo cualquiera se cumple que:
JE 7.8.1
Donde:
J - Densidad de corriente.
- Conductividad de la tierra.
E - Intensidad del campo eléctrico.
Como:
1
7.8.2
Siendo:
- Resistividad de la tierra.
Luego:
E
J 7.8.3
Como se sabe:
du
E 7.8.4
dx
Luego:
1 du
J 7.8.5
dx
425
.
Para una superficie cualquiera S que encierre al electrodo:
1 du
J dS dx
7.8.6
Como:
I J dS 7.8.7
Se tiene que:
1 du
I
dx dS 7.8.9
du
N E dS
dx dS 7.8.10
du
N
dx dS 4 Q (Sistema C.G:S.): 7.8.11
4Q
I 7.8.12
Como:
U
R 7.8.13
I
Y:
Q
U 7.8.14
C
Donde:
C - Capacitancia electrostática.
R 7.8.15
4C
426
.
resistividad del terreno y de la capacidad electrostática que son independientes del tiempo. Así se
tiene que para una esfera:
R 7.8.16
4r
r 2
R 2 7.8.18
2r r
Esta expresión presenta las dimensiones correspondientes a la formula de la resistencia de los
conductores:
L
R 7.8.19
S
Lo antes expuesto permite afirmar que: la resistencia que opone un suelo homogéneo a la
circulación de la corriente por un electrodo semiesférico es igual a la de un elemento cilíndrico
del terreno con idéntica sección que la diametral del electrodo esférico y de una longitud (altura
en este caso) igual a la mitad del radio del electrodo. Sin embargo, los electrodos semiesféricos
apenas si se usan ya que su forma produce una mala utilización del metal y es preferible hacer que
éste tenga una zona de contacto con el terreno más extensa.
El perfil de las superficies equipotenciales de un electrodo semiesférico son semiesferas, tal como
se puede apreciar en la Fig. 7.15.1, y para cualquier otro tipo de electrodo éstas tenderán a la
forma del electrodo a medida que la distancia a éste sea menor, pero a medida que uno se aleja de
él éstas tenderán cada vez más a la del electrodo semiesférico.
Por lo antes expuesto se puede plantear que siempre es posible hacer corresponder a cualquiera
red de tierra de resistencia R con un electrodo semiesférico equivalente de radio re, de forma tal
que enterrado en el mismo terreno presenta la misma resistencia de la puesta a tierra. En suelos
homogéneos el radio del electrodo semiesférico equivalente es:
re 7.8.20
2R
El radio del electrodo semiesférico equivalente será intermedio entre las tres dimensiones del
electrodo real. Un electrodo vertical es equivalente a una semiesfera de radio próximo a un sexto
de su longitud y una placa superficial a una semiesfera de radio del 75 % de la misma
427
.
7.9.- ELECTRODOS VERTICALES.
L
C 7.9.1
4L
ln
d
Donde:
L - Longitud del electrodo bajo tierra.
d - Diámetro del electrodo.
Luego:
4L
R ln 7.9.2
2L d
8L
R ln 1 7.9.3
2L d
428
.
De la fórmula anterior se desprende que la resistencia de puesta a tierra del electrodo vertical de
varilla (Fig. 7.9.1) depende directamente de la resistividad del terreno y de sus dimensiones
físicas tal como se muestra en la Fig. 7.9.2.
R ( )
800
d
700
600 L
500
400
300
200
d = 1 cm.
d = 2 cm.
100 d = 4 cm.
0
0 25 50 75 100 125 150
L (cm.)
Fig. 7.9.2.- Dependencia de la resistencia de puesta a tierra de un
electrodo vertical de varilla de su diámetro y de su longitud
en el sistema de puesta a tierra de un modelo físico.
Al aumentar el diámetro de los electrodos la resistencia de puesta a tierra disminuye, pero a partir
de un diámetro de unos 20 mm la variación de la misma no es significativa.
429
.
electrodo y el resto se rellena de un material de más baja resistividad que la tierra circundante. En
este caso la resistencia de puesta a tierra está dada por:
1
R C ln 8 L 1 C ln 8 L 1 7.9.4
2L D d
Donde:
- Resistividad del suelo ( -m).
c - Resistividad del material del relleno (-m).
d - Diámetro del electrodo (m).
D - Diámetro del relleno (m).
L - Profundidad del electrodo (m).
El material de relleno se debe caracterizar por poseer menor resistividad y por tener una
dependencia lo menor posible de las estaciones del año. Un material de relleno posible a utilizar
es el hormigón cuya resistividad varía entre 30-90 -m, ya que esta resistividad es menor que la
de muchos tipos de suelos.
En muchas ocasiones se emplean las bases de hormigón reforzado con acero como electrodos de
tierra, pues pueden llegar a proporcionar bajos valores de resistencia de puesta a tierra. Si el acero
del refuerzo está distribuido simétricamente la resistencia de una base de hormigón está dada por:
1
R C ln 1 ln 2 L 7.9.5
2L Z Z
Donde:
- Resistividad del suelo (-m).
c - Resistividad del hormigón (-m).
L - Longitud del acero de refuerzo (m).
d - Espesor del hormigón entre el refuerzo de acero y el suelo (m).
Z - Factor geométrico que depende de la distribución del refuerzo de acero dentro del
hormigón (Tabla 7.9.1).
Cuando con un sólo electrodo de varilla no se alcanza la resistencia de puesta a tierra adecuada,
es necesario hincar en el terreno más de un electrodo. La disminución de la resistencia dependerá
de la profundidad de los electrodos de su separación y de su disposición, tal como se muestra en
la Fig. 7.9.3.
En la práctica se ha comprobado que con dos electrodos separados una distancia igual o
ligeramente superior a su longitud se obtiene una reducción en la resistencia de puesta a tierra de
aproximadamente un 40 % del valor obtenido con una sola, tendiendo este valor al 50 % para
distancias muy grandes, comparadas con la longitud del electrodo, tal como se muestra en la
Fig. 7.9.4. Para tres electrodos la disminución en la resistencia llega hasta alrededor de un 60 %.
430
.
que para dos electrodos la resistencia de puesta a tierra debe ser calculada por una de las
siguientes dos expresiones:
Si S > L
8L
R ln 1 1 7.9.6
4 L d 4 S 3 S 2
Si S < L
32 L2
2 S S
2
R ln 7.9.7
4 L S
2 L 16 L2
Donde:
S - Separación entre los electrodos (m).
R
RP 7.9.8
n NV
Donde:
RP - Resistencia del grupo de electrodos ().
R - Resistencia de un electrodo ().
NV - Coeficiente de apantallamiento (Tablas 7.9.2).
n - Número de electrodos.
431
.
Tabla 7.9.1.- Factor geométrico Z que depende de la distribución
del refuerzo de acero dentro de la estructura del
hormigón.
# de cabillas Disposición Z
2 o o a s2
o
3 3
a s2
o o
o o
6 o o
6
6 a s5
o o
o o
4 o o
4 2 a s 2 12
o
o o
8 o o
8
52 a s 7
o o
o
o o o
8 o o 8
23 a s 7
o o o
Nota:
a - Radio del electrodo (m).
s - Distancia entre cabillas adyacentes (m).
432
.
Disposición de los electrodos
R ()
300
250
200
150 1
100
2
50 3
5
cm.
0
0 2 4 6 8 10 12 14
75
% de la resistencia de un electrodo
70
Dos electrodos de:
L=3m
65
d = 15,9 mm
60
55
50
45
40
0 5 10 15 20 25 30
Espaciamiento en metros
Fig. 7.9.4.- Efecto del espaciamiento entre electrodos sobre
la resistencia.
433
.
Otro método con el que se obtienen resultados similares es el planteado por la British Standard
para el cálculo de la resistencia de puesta a tierra formada por varios electrodos en paralelo (este
método también es válido para el cálculo de la resistencia de puesta a tierra cuando se usan las
bases de hormigón armado de un edificación como electrodo siempre que su disposición sea
rectangular).
1 a
R P R 7.9.8
n
Donde:
- Factor dado en la Tabla 7.9.3.
a
2RS
Cuando se emplean varios electrodos verticales para un sistema de puesta a tierra los mismos
deben ser interconectados por un elemento conductor (cable o planchuela). Al quedar todos los
electrodos unidos al cable de enlace por un extremo todos estarán al mismo potencial, y como la
corriente que circula por todos los electrodos y por el cable de enlace fluye hacia la tierra
(potencial cero ) podemos concluir que la resistencia a tierra del cable se encuentra conectada a la
misma diferencia de potencial, o sea están en paralelo.
RP RC
RT 7.9.10
RP RC
Donde:
RP - Resistencia de puesta a tierra del grupo de electrodos.
RC - Resistencia de puesta a tierra del cable de interconexión enterrado.
RT - Resistencia total del sistema de puesta a tierra.
R
RC 7.9.11
n NH
Donde:
R - Resistencia de un cable de enlace ().
RC - Resistencia de puesta a tierra de los cables de enlace ().
NH - Coeficiente de apantallamiento para el cable de enlace (Tabla 7.9.2).
434
.
Tabla 7.9.2.- Coeficientes de apantallamiento para electrodos verticales y horizontales.
Relación S/L
1 2 3
Electrodos en circulo o polígono
n NV NH NV NH NV NH
3 0,75 0,50, 0,77 0,60 0,88, 0,75
5 0,69 0,45 0,75 0,55 0,85 0,70
6 0,62 0,40 0,73 0,48 0,80 0,64
8 0,58 0,36 0,71 0,43 0,78 0,60
10 0,55 0,34 0,69 0,40 0,76 0,56
20 0,47 0,27 0,64 0,32 0,71 0,45
30 0,43 0,24 0,60 0,30 0,68 0,41
50 0,40 0,21 0,56 0,28 0,66 0,37
70 0,38 0,20 0,54 0,26 0,64 0,35
100 0,35 0,19 0,52 0,24 0,62 0,35
Electrodos en línea recta
2 0,85 0,82 0,90 0,90 0,95 0,95
3 0,78 0,80 0,86 0,92 0,91 0,95
4 0,74 0,77 0,83 0,89 0,88 0,92
5 0,70 0.74 0,81 0,86 0,87 0,90
6 0,63 0,71 0,77 0,83 0,83 0,88
10 0,59 0,62 0,75 0,75 0,81 0,82
15 0,54 0,50 0,70 0,64 0,78 0,74
20 0,49 0,42 0,68 0,56 0,77 0,68
30 0,43 0,31 0,65 0,46 0,75 0,58
435
.
Al igual que para los electrodos verticales la resistencia de puesta a tierra del cable de enlace está
dada por:
Los planteamientos efectuados hasta el momento se refieren a suelos homogéneos, sin embargo
en la realidad las diferentes capas de terreno tienen diferentes resistividades, lo que hace que la
resistencia de puesta a tierra con electrodos verticales ( y con los horizontales también ), dependa
de la resistividad de las diferentes capas del suelo y del lugar donde se efectúe la puesta a tierra.
En la práctica cuando se trabaja con estos terrenos se hace necesario calcular una resistencia
equivalente para el punto de ubicación del electrodo a fin de poder efectuar los cálculos
correspondientes.
Los sistemas de puesta a tierra, además de conducir a tierra la corriente de falla, también deben
conducir a tierra la corriente provocada por las descargas atmosféricas, la cual se comporta como
una onda de choque y por lo tanto su comportamiento esta gobernado por la impedancia
característica del sistema de puesta a tierra.
L 10 9
C (Farad) 7.10.1
4L 9
2 ln
d
4 L 7
L 2 L ln 10 (Henry) 7.10.2
d
Donde:
- Permitividad eléctrica del suelo.
- Permeabilidad magnética del suelo.
4L
R ln 4.10.3
2L d
10 9
C C R 7.10.4
4 9
L L2 7
L 4 10 7.10.5
R
436
.
Valores extremos de estas constantes de tiempo son:
L d L L
(-m) - - (m) (cm) (s) (s)
102 1 1 6 2,5 8x10-9 4,5x10-7
104 1 1 6 2,5 8x10-7 4,5x10-9
Como se puede apreciar los tiempos involucrados son muy pequeños comparados con los tiempos
de frente de una onda de impulso provocada por un rayo, por lo que la misma podrá llegar a su
valor máximo sin ninguna demora significativa y por tanto el electrodo se comporta
prácticamente en estado estable.
L 4L
Z 60 ln () 7.10.6
C d
Así se tiene que para el segundo caso analizado anteriormente Z = 975 mientras que para las
mismas condiciones R = 1650 . Como se aprecia la resistencia óhmica de puesta a tierra es
mayor que la impedancia característica del electrodo, sin embargo, el conocimiento de este
parámetro es muy importante en el diseño de las líneas aéreas de transmisión.
R CA CI
R imp 7.10.7
n
Donde:
Rimp - Resistencia de puesta a tierra para impulso.
RCA - Resistencia medida a corriente alterna.
CI - Coeficiente de impulso ( Tabla 7.10.1).
Cuando las capas superiores del suelo tienen alta resistividad y se sabe que con un electrodo
vertical no se puede alcanzar la resistencia de puesta a tierra necesaria se recurre al uso de los
electrodos horizontales, comúnmente cables o cintas metálicas. En el caso de las cintas metálicas
su espesor usualmente no es mayor de 1/8 de su ancho. El principal factor que determina la
resistencia de puesta a tierra de los electrodos horizontales es su longitud, tal como se muestra en
la Fig. 7.11.1 para electrodos de cinta.
El cálculo de la resistencia de puesta a tierra en estos casos es más difícil aún, más cuando en la
práctica se emplean diferentes configuraciones de electrodos horizontales. Las expresiones
matemáticas más comúnmente usadas para las configuraciones típicas son:
437
.
Tabla 7.10.1.- Coeficientes de impulso para electrodos verticales.
L CI
(-m) (cm) -
2 0,67
3 0,77
Hasta 100 4 0,89
5 0,89
6 0,91
2 0,49
3 0,56
Hasta 300 4, 0,64
5 0,70
6 0,75
2 0,39
3 0,45
Hasta 500 4 0,52
5 0,59
6 0,62
2 0,27
3 0,34
Hasta 1000 4 0,39
5 0,42
6 0,47
2 0,29
3 0,28
Hasta 1500 4 0,32
5 0,35
6 0,38
438
.
14
Ancho (mm) Profund. (m)
12
25 0,5
Resistencia en 10 100 0,5
8 2,0
100
6
0
0 50 100 150 200 250 300
Longitud en metros
Fig. 7.11.1.- Resistencia de puesta a tierra de electrodos de cinta
horizontales.
8 L2 a2 a b h h2
R ln 1 7.11.3
4L ah 2 a b 2 L 4 L2
3. Resistencia de puesta a tierra de dos cables cruzados a 90º (estrella de cuatro puntas), de
longitud 2L cada uno, de diámetro d, enterrado horizontalmente a una profundidad h.
4 L2 h h2
ln
R 2,9 2,14 2, 6 7.11.4
8L L2
d h L
4. Resistencia de puesta a tierra de tres cables cruzados a 60º ( estrella de seis puntos ), de
diámetro d, longitud 2L cada uno, enterrados horizontalmente a una profundidad h.
439
.
4 L2 h h2
R ln 6,85 6,26 7 7.11.5
12 L dh L L2
16 D 2
R ln 7.11.16
28 D 2 dh
D2
R 1 0, 018 7.11.8
4D 8h h2
440
.
El comportamiento de los electrodos horizontales ante impulso, al igual que el de los verticales,
es gobernado por la impedancia característica del sistema de puesta a tierra de este tipo de
electrodo.
Los electrodos horizontales se caracterizan por poseer una longitud mayor que los verticales, por
lo que su constante de tiempo inductiva crece considerablemente ya que la misma depende de su
longitud al cuadrado y se puede hacer comparable con el tiempo de frente de las ondas de impulso
provocadas por los rayos.
1,0
Fracción de la resistencia de
0,9
0,8
un electrodo
0,7
0,6
0,5
0,4
0 1 2 3 4 5 6
Distancia entre electrodos
2 - 1 1
A medida que la onda de impulso viaja por el conductor enterrado, el valor inicial de la
impedancia característica se va reduciendo al valor de la resistencia de puesta a tierra de 60 Hz,
en un tiempo que depende básicamente de la longitud del conductor y de la velocidad de
441
.
traslación de la onda. Por ejemplo, si un conductor de 900 m. tiene una impedancia característica
Z=150 , cuando hallan transcurrido 6 s a partir de la llegada de la onda, el valor de la
impedancia se reduce al valor de la resistencia de puesta a tierra. Para el mismo sistema, pero con
un conductor de 75 m. se mantiene el valor de Z=150 , sin embargo la misma se reduce al valor
de la resistencia de puesta a tierra en 1.5 s, por lo que en este caso el efecto de la onda de
impulso aplicada es menor.
Sobre la base de lo antes expuesto es más aconsejable usar varios conductores cortos enterrados a
uno solo de la misma longitud. En este caso en dependencia de la configuración, de la longitud de
los electrodos y de la resistividad del terreno, se presentarán condiciones en las cuales la
resistencia a impulso sea mayor que la resistencia a 60 Hz.
Los sistemas de puesta a tierra en las subestaciones revisten gran importancia, ya que ellos
permiten la conexión a tierra del neutro del sistema, el paso a tierra para la descarga de los
pararrayos y deben garantizar que los gradientes de tensión superficial no sean peligrosos para los
operadores. El sistema más usado de puesta a tierra en las subestaciones consiste de conductores
y
barras enterradas a una profundidad adecuada debajo de la superficie del terreno y cuya
configuración es la de una malla. Los principales parámetros de un malla son:
Longitud y calibre de los conductores.
Longitud, diámetro y cantidad de los electrodos verticales.
Profundidad de enterramiento de los electrodos verticales y horizontales.
Espaciamiento entre las filas de los conductores de tierra.
Area de la malla de tierra.
Gradiente de potencial máximo permisible.
El gradiente de potencial que puede aparecer en una malla de tierra está dado por:
I
E malla K m K i . 7.13.1
L
Donde:
I - Corriente a tierra,
K i 0.65 0.172 n
n - Número de conductores en la malla.
L - Longitud total de los conductores de la malla.
S2 1
j n
1 2 j 3
Km ln ln
2 16 h d
j 3
2 j 2
442
.
Siendo:
S - Espaciamiento entre los conductores.
d - Diámetro de los conductores,.
h - Profundidad de los conductores.
L CI
Número de electrodos
-m (m)
2 3-4
5 0,90 0,90
10 1,00 1,05
Hasta 100 15 1,10 1,15
20 1,18 1,25
25 1.20 1,31
5 0,80 0,85
10 0,88 0,95
Hasta 300 15 0,95 1,05
20 1,00 1,12
25 1,04 1,18
5 0,65 0,72
10 0,75 0,85
Hasta 500 15 0,83 0,95
20 0,88 1,03
25 0,95 1,09
5 0,50 0,50
10 0,58 0,65
Hasta 1000 15 0,65 0,75
20 0,70 0,85
25 0,75 0,90
5 0,40 0,40
10 0,45 0,50
Hasta 1500 15 0,50 0,60
20 0,52 0,68
25 0,56 0,72
165 0,25 S
E contacto 7.13.2
t
Donde:
t - Tiempo de duración del contacto.
S - Resistividad superficial de la tierra en -m debajo del pie considerando cualquier
tipo de tratamiento superficial que se haya dado.
La longitud total de la malla se obtiene igualando ecuaciones 7.13.1 y la 7.13.2 quedando como:
443
.
Km Ki I t
L 7.13.3
165 0,25 S
Conocida la longitud total de los conductores de la malla, la longitud de los lados de la cuadrícula
están dados por:
2 L1 L 2
L lado 7.13.4
L L1 L 2
Donde:
L - Longitud total de los conductores de la malla.
l1 - Largo de la subestación.
l2- Ancho de la subestación.
I
S (con un máximo de 16 mm2 para conductores de cobre).
160
I
S (con un mínimo de 95 mm2 para conductores de aluminio).
100
I
S (con un mínimo de 50 mm2 para conductores de acero)
160
Para la conexión a tierra de los pararrayos la sección de los conductores no debe ser menor de:
En general se puede plantear que para tiempos de desconexión de hasta un segundo las
densidades de corriente para los conductores de cobre deben ser de 160 A/mm2, pues para
densidades de corriente superiores se pueden exceder los 200 ºC como temperatura final de los
conductores que es la máxima recomendable. Como la capacidad en corriente depende del tiempo
que está previsto que ésta pueda circular es necesario que no se excedan los 200º establecidos
como temperatura final; para el cobre la corriente en función del tiempo de circulación para que
se cumpla esta condición se muestra en la Tabla 7.13.1.
La medición de la resistencia de puesta a tierra se basa en la relación que existe entre el potencial
del electrodo bajo medición y la corriente que circula entre éste y la tierra que lo rodea.
444
.
Para que esta relación sea constante para cada valor de corriente es necesario que la medición del
potencial se realice utilizando un punto de referencia que tenga una densidad de corriente
constante. En la Fig. 7.14.1 se muestra en forma esquemática la conducción de corriente en la
tierra, como se aprecia a medida que la distancia de los electrodos aumenta, la densidad de
corriente tiende a ser más uniforme, llegando a ser prácticamente uniforme a partir de una
distancia dada.
Tabla 7.13.1.- Corriente en función del tiempo para los conductores de cobre de las mallas de
tierra.
Sección del
Corriente en kA
conductor
mm2 1s 2s 5s 10s 15s
16 2,65 1,86 1,18 0.84 0,68
25 3,69 2,60 1,65 1,16 0,95
35 5,80 4,07 2,57 1,83 1,50
50 8,25 5,80 3,68 2,60 2,12
70 11,50 8,10 5,20 3,63 2,95
95 14,00 9,35 6,25 4,40 1,50
120 1s 13,00 8,80 6,25 2,12
185 25,60 17,40 11,00 7,90 2,95
200 30,50 21,60 13,60 9,70 3,60
240 39,50 28,00 17,60 12,70 5,05
300 49,50 35.00 22,20 15,70 6,35
360 65,75 46,40 29,40 20,80 7,85
Para el caso mostrado en la Fig. 7.14.2, si se mide el potencial del electrodo E1 situado en el
punto A, tomando como referencia un electrodo auxiliar E3, se puede ver que si este último se
coloca junto a E1 su potencial será cero, pero al alejarse E3 de E1 el potencial irá aumentando
hasta alcanzar un valor que se mantendrá prácticamente constante. El valor de potencial constante
se presenta normalmente a partir de una distancia de aproximadamente 20 m, distancia esta entre
los electrodos para la cual la densidad de corriente es constante.
Para el caso mostrado en la Fig. 7.14.2 se presenta una región BC en la cual el potencial será
constante, y por lo tanto, las mediciones que se efectúen situando el electrodo auxiliar en la
misma serán independientes de la posición de éste.
Un método de medición más sencillo, aunque impreciso, es el conocido como método de los dos
electrodos que se muestra en la Fig. 7.14.3.
Otro método más exacto para medir la resistencia de la tierra es el conocido como método de los
tres electrodos que se muestra en la Fig. 7.14.4. El método más usado es el del megómetro que se
muestra en la Fig. 7.14.5. El potenciómetro Rs se utiliza para conseguir que el circuito de
potencial mantenga el valor de resistencia para el que fue ajustado.
445
.
La medición de la resistencia del sistema de puesta a tierra de una subestación es difícil de
realizar, ya que es necesario situar un electrodo lo más alejado posible de la misma y situar un
electrodo auxiliar en diferentes posiciones entre este y la subestación hasta determinar una zona
en la cual la resistencia no cambie con la distancia.
Para la medición de la resistividad del terreno el método es el siguiente: pequeños electrodos son
insertados en cuatro huecos de una profundidad de h metros y espaciados a lo largo de una línea
recta a intervalos de a metros en forma tal que sólo su parte inferior haga contacto con la tierra.
Se inyecta un corriente constante I entre los electrodos externos y se mide el potencial entre
los electrodos internos con un instrumento de alta impedancia de entrada.
E1 ˜ E2
RX R
446
.
A
E1
V
E2
˜ E3
A B C D
RX
VAD
d 20 m.
VAB
Fig. 7.14.2.- Distribución de tensión entre dos electrodos por los que
circula una corriente y donde RX=V/I.
4a R
7.14.1
1 2 a a2 4h2 a a2 h2
Donde:
U
R
I
447
.
A
UCA
V
d 3 m
RX
A1 ~
V1
R1 R 2 R 3 RB
RX
2
A2 ~ ~ A3
RA
448
.
I1
G
I2
RS
E1 ER E3
RX
2a R 7.14.2
Como se ha indicado, las variaciones climáticas estacionales influyen sobre la resistividad de las
capas superficiales del terreno. Es por ello que las mediciones de la resistividad deben efectuarse
preferentemente en época de seca.
Por lo antes expuesto es que es necesario efectuar varias mediciones en diversas zonas del futuro
emplazamiento del sistema de puesta a tierra y con diferentes separaciones entre los electrodos.
Esto último permite determinar si existen variaciones sensibles en la homogeneidad del suelo, en
cuyo caso los resultados difieran bastante unos de los otros. Mientras más importantes sean las
desviaciones, más lecturas deberán tomarse, especialmente si alguno de los valores es tan alto que
haga instuir problemas graves de seguridad una vez construida la instalación de puesta a tierra.
Para un mismo punto de investigación es preciso efectuar dos mediciones como mínimo según
dos ejes perpendiculares entre sí que pasen por el punto, recomendándose, no obstante, proceder
en otros lugares próximos, situados en la misma zona.
449
.
Las medidas deben efectuarse en condiciones representativas de la situación de la toma de tierra
en el futuro, y por ello, si está previsto modificaciones en las condiciones naturales del terreno,
deben efectuarse las mediciones una vez terminadas esas variaciones (movimientos de tierra,
mejoramiento del terreno, etc.).
Otras posibles causas de perturbaciones durante las mediciones de la resistividad del terreno
puede tener relación con las características del equipo de medición utilizado, pues, generalmente,
se emplea uno que funciona con corriente alterna. La corriente alterna permite, en efecto, eliminar
los efectos parásitos de la polarización de los electrodos producidos por la corriente directa, y
resulta insensible a las corrientes telúricas y vagabundas pero, a causa del efecto pelicular, penetra
menos profundamente en el suelo que la corriente directa, efecto éste tanto más importante cuanto
más elevada sea la frecuencia de la corriente y menor la resistividad del terreno. Por ejemplo, a 85
Hz se garantiza una penetración en el suelo de 550 m en terrenos de 1000 -m y de 1700 m
cuando la resistividad es de 100-m.
Para analizar la caída de potencial en los alrededores de un electrodo de tierra se parte por
comodidad de un electrodo semiesférico en el cual se sabe que, para un terreno homogéneo, la
densidad de corriente a una distancia cualquiera x del mismo está dada por:
I 1
J 7.15.1
S 2x2
Donde:
S - Area de una semiesfera.
J - Densidad de corriente a una distancia x del electrodo.
dU
E 7.15.2
dx
EJ 7.15.3
Por tanto:
dU I
7.15.4
dx 2 x 2
Por lo tanto el potencial a una distancia x cualquiera del electrodo estará dado por:
x
I I 1 1
U
2x
x r
2
dx
2 r x
7.15.4
450
.
En la Fig. 7.15.1 se muestra la variación del potencial con la distancia para este electrodo, la cual
se corresponde con una variación hiperbólica en la cual para x 2 r la caída de potencial
corresponde a la mitad del potencial absoluto del electrodo, el cual se obtiene evaluando la
expresión anterior para x con lo que:
I
U 7.15.5
2r
UX
100%
50%
r
2r
451
.
Inicialmente el gradiente de potencial, hasta alrededor de los 2 m, es ligeramente reducido, pero
sin embargo para distancias superiores esta disposición da un gradiente de potencial superior. El
efecto bueno que le corresponde a los tres electrodos es el dar una resistencia de puesta a tierra
menor, por lo que para iguales corrientes a tierra su potencial será menor.
ln U
i 1
i U i 1
E 7.15.6
1 ln 4 L
d
Donde:
L
Ui
r
n - Número de electrodos.
L - Longitud enterrada del electrodo.
ri - Distancia del punto P de la superficie del terreno al electrodo i en metros (donde
ri d ).
- Factor dado en la Tabla 7.9.3.
L
4 L
S ln
d
Al presentarse una alta circulación de corriente por un electrodo de tierra, éste alcanza una
tensión U determinada por la resistividad del terreno y por la magnitud de la corriente tal como se
muestra en las ecuaciones 7.16.1 y en la 7.16.2 para un electrodo semiesférico y uno vertical
respectivamente.
I
Ux 7.16.1
2x
452
.
I L x L
2 2
Ux ln 7.16.2
2L x
0,7
0,6
0,5
0,4
B
0,3
0,2
A
0,1
0,0
0 2 4 6 8 10
Distancia (m)
Fig. 7.15.2.- Gradiente de potencial superficial alrededor de
A - Un electrodo de 0,15 mm de diámetro y 3 m.
B - Tres electrodos iguales al anterior en línea recta
separados 3 m. entre sí.
Fracción del potencial del electrodo
1,0
0,9
0,8 A - 1 m. de profundidad
B - 0,5 m. de profundidad
0,7
0,6
0,5
B
0,4
A
0,3
0,2
0,1
0,0
0 10 20 30 40 50
Distancia (m)
453
.
La caída de tensión irá disminuyendo hiperbólicamente a medida que nos alejamos del electrodo
tal como se muestra en la Fig. 7.15.1. Si el electrodo semiesférico de la Fig. 7.15.1 estuviera
situado en un terreno homogéneo de 50 -m de resistividad y por él circulara una corriente de
1000 A su resistencia de puesta a tierra sería de 26,6 si su diámetro fuera de 0,3 m. Para estas
condiciones una persona parada a 10 m de distancia, Fig. 7.16.1, con los pies separados un metro
estaría sometido a una diferencia de potencial entre sus pies (tensión de paso) de 80,2 V, la cual
es superior a los 50 V permisibles para corriente alterna para tiempos de desconexión de hasta 5
segundos.
Para las mismas condiciones una persona parada a un metro de distancia del equipo, con los pies
juntos y tocando al equipo estaría sometido a una tensión de 18666,6 V (tensión de contacto) lo
que es extremadamente peligroso.
IF
U
UC
UO
UP
X
Debe destacarse que los valores de tensión de paso y de contacto son las que se obtendrían de la
medición, con un instrumento de alta impedancia de entrada, en los puntos de referencia, sin
embargo, a la persona no quedaría aplicado realmente esta tensión, sino la que resulte del divisor
de tensión que se forma según se puede apreciar en la Fig. 7.16.2 para la tensión de paso y en la
Fig. 7.16.3 para la tensión de contacto. En ambos casos se puede apreciar la importancia de la
resistencia de contacto con el piso.
454
.
Para las mediciones de las tensiones de paso y de contacto, los electrodos para la simulación de
los pies deberán tener una superficie de 200 cm2 y deberán ejercer sobre el suelo una fuerza
mínima de 250 Newton cada uno.
ICC R1
ICC 2 RX
ICC
R 2 RF 2 RX
U P I CC 2 R2 IK
R2 2 RF 2 RX
2 RF
RX RX
R3
RF IK RF
R1 R2 R3
ICC
ICC RX / 2
ICC
R1 RF RX / 2
U C I CC R1 IK
R
1 R F
R F
R X
/ 2
RF
RX /2
R2
RF IK
R1 R2
455
.
SISTEMA DE PUESTA A TIERRA EN LAS LINEAS AEREAS.
Los valores de la resistencia de los sistemas de puesta a tierra de las estructuras indicados en el
punto a se fijan teniendo en cuenta lo siguiente: en las líneas aéreas que operan a 34.5 kV y
menores el valor máximo de la resistencia a tierra es de 20 , excepto en las estructuras con
desconectivos de operación manual en cuyo caso su valor no será superior a los 10 . Para las
líneas de 110-220 kV los valores de la resistencia de puesta a tierra dependen de la resistividad
del terreno:
Se conectarán a tierra todos los conductores neutros cada 500 m a partir de la subestaciones y los
valores de la resistencia de puesta a tierra no serán superiores a 20 .
La medición de la resistencia de puesta a tierra de las líneas aéreas con cables protectores se
efectuará con éste desconectado y mediante cualquier método que excluya su efecto o influencia.
En todos los casos se debe efectuar la medición para la condición peor, es decir en la época de
seca, en caso contrario los valores medidos se deben corregir por el factor estacional.
En las líneas aéreas de 34.5 kV y menores los valores de la resistencia de puesta a tierra se
garantizarán sin tener en cuenta la conductividad del material del cimiento de los postes o
elementos soterrados de las estructuras. Para tensiones superiores se pueden usar los cimientos de
hormigón como sistema de puesta a tierra natural siempre que reúnan las condiciones
constructivas siguientes:
El recubrimiento del acero de refuerzo de los cimientos no puede ser superior a 35 mm
de espesor.
Se debe garantizar una adecuada continuidad eléctrica entre todos los elementos
conductores mediante soldadura o con tornillos adecuados.
El conductor que se utilice como bajante a tierra en las estructuras de las líneas aéreas debe ser de
un material que no sufra una corrosión excesiva bajo las condiciones ambientales existentes.
Comúnmente se usan conductores de cobre de sección transversal de como mínimo 12 mm y de
hierro o acero de sección transversal de como mínimo 20 mm .
456
.
Pueden utilizarse en calidad de bajante todos los elementos del encabillado y alambres
longitudinales no tensados de los postes de hormigón armado cuando se garantice la adecuada
continuidad eléctrica mediante soldadura o atornillado al sistema de puesta a tierra. En estos
casos es importante comprobar la estabilidad térmica de dichos elementos ante las corrientes de
corto circuito, la temperatura máxima admisible es de 60 ºC.
Los sistemas de puesta a tierra de las líneas aéreas se instalará a una profundidad no menor de 0.5
m y en terrenos labrados no debe ser menor de 1.0 m. En caso de terrenos rocosos los electrodos
horizontales de puesta a tierra se deben colocar a una profundidad no menor de 0.1 m y deben ser
embebidos o cubiertos de hormigón.
La medición definitiva de los valores de la resistencia de puesta a tierra nunca se deben medir
antes de los dos meses de instalado el sistema de puesta a tierra.
A la hora de instalar una puesta a tierra se debe conocer con exactitud las características del
terreno a fin de determinar su efecto sobre la instalación. No hay dos suelos exactamente iguales
y los factores climáticos como la lluvia, la temperatura, el sol, etc. pueden causar alteraciones en
sus propiedades.
La resistividad del suelo puede variar ampliamente, aunque este índice de por sí no es
determinante, en general se puede decir que terrenos con valores por debajo de 10,000 -cm son
corrosivos y por encima de los 15,000 -cm no lo son.
La composición química es fundamental ya que un suelo rico en cloruros, materias orgánicas, etc.
es altamente corrosivo. Un suelo con pH bajo, 4.0 o menos, puede considerarse corrosivo para
casi todos los metales; un pH por encima de 7.0 lo hace menos corrosivo, aunque estos valores de
por sí tampoco son determinantes.
La estructura física debe conocerse ya que suelos arenosos y sueltos, si no contienen sales, son
menos corrosivos que los compactos que conservan la humedad y en los cuales se puede presentar
descomposición de las materias orgánicas y con ello la biocorrosión.
457
.
La cercanía a focos de contaminación puede influir considerablemente por el efecto corrosivo de
las sales, ácidos, etc. que se filtran a través del terreno. Especial cuidado hay que tener con los
derrames ácidos que se pueden presentar en las plantas y subestaciones.
Generalmente con el cobre se obtienen buenos sistemas de puesta a tierra dadas sus características
anticorrosivas, sin embargo tiene la desventaja de ser un material caro y deficitario. El latón bajo
ciertas circunstancias puede ser utilizado y por último el hierro, que a pesar de ser muy afectado
por la corrosión, puede ser empleado satisfactoriamente con una protección adecuada.
Tal como se muestra en la Fig. 7.18.1, este tipo de protección consiste en conectar a la estructura
que se desea proteger barras de un metal más activo que el que conforma dicha estructura con lo
cual se crea una pila electroquímica donde el metal más activo, que es denominado comúnmente
metal de sacrificio, funciona como un ánodo, disolviéndose, y la estructura como cátodo,
ocurriendo esencialmente sobre ella sólo el proceso de reducción del medio oxidante.
En el circuito de la Fig. 7.18.1 se produce un flujo de electrones que van por el conductor
metálico, del ánodo de sacrificio, con potencial más negativo, hacia la estructura de potencial más
positivo, cerrándose el circuito a través del electrolito (suelo en este caso) mediante el
movimiento de aniones y de cationes. De esta forma la estructura se polariza catódicamente, o
sea, hacia valores más negativos de potencial. Es necesario que la polarización sea lo
suficientemente fuerte para que el metal adquiera un potencial más negativo que el de protección.
Para la protección de instalaciones de acero, los ánodos utilizados son de magnesio, aluminio y
cinc o de aleaciones de los mismos ya que estos metales son más activos que el acero en la
mayoría de los electrolitos. Para la protección del cobre y sus aleaciones, además de los metales
señalados, puede usarse acero de bajo contenido de carbono.
Como se muestra en la Fig. 7.18.2, la protección catódica por corriente impuesta consiste en
suministrar la corriente de polarización necesaria mediante una fuente externa de energía eléctrica
de corriente directa, obtenida por lo general por rectificación de corriente alterna.
Con este método se logra una confiabilidad mayor de la protección anticorrosiva ya que en todo
momento puede controlarse la intensidad de la corriente que circula y por tanto el potencial de la
estructura, no como ocurre con el ánodo de sacrificio, el que una vez instalado actúa
espontáneamente y por lo tanto fuera de control, pudiendo, por diversas causas, llegar a
458
.
convertirse la protección en insuficiente. Su inconveniente fundamental es que consume energía
continuamente y su protección puede ser insuficiente si se presentan frecuentes y largas
interrupciones del servicio eléctrico.
e-
Anodo
A-
Lecho anódico
K+
Malla de tierra
e-
e-
Anodo
A-
Lecho anódico
K+
Malla de tierra
459
.
Capítulo VIII
Sobretensiones externas
8.1.- INTRODUCCION.
En los sistemas eléctricos se pueden presentar dos tipos de sobretensiones: las de origen interno y
las de origen externo. Las sobretensiones de origen interno son producto de fallas y operaciones
en el sistema, y su magnitud depende de la cantidad de energía almacenada en el campo eléctrico
y magnético de la línea.
Las sobretensiones de origen externo son producidas por los rayos los cuales al incidir,
directamente o por inducción, en una línea dan lugar a una onda viajera que se transmite a lo
largo de la misma y si su magnitud es superior al nivel básico de aislamiento ante impulsos tipo
rayo, NBAI (BIL, de sus siglas en inglés Basic Ligthning Impulse Insulation Lebel), se producirán
fallas en el aislamiento con la consiguiente interrupción en el servicio.
Los rayos producen las sobretensiones más peligrosas en cuanto a su magnitud en los sistemas
eléctricos de hasta 275 kV, siendo por lo tanto ellas, junto a la contaminación ambiental, las que
definen el nivel de aislamiento de dichos sistemas; para tensiones superiores también es necesario
considerarlos, tanto por la magnitud de la sobretensión como por la razón de crecimiento de la
tensión y su efecto sobre los diferentes equipos y componentes instalados en los sistemas
eléctricos, principalmente sobre los enrollados de los transformadores.
Desde el punto de vista de la coordinación de aislamiento las sobretensiones producidas por los
rayos se consideran dentro del grupo de las de frente rápido, es decir dentro del grupo de las
sobretensiones que alcanzan su máximo valor para tiempos entre 0,1 y 20 s y que decaen al 50
% de su valor máximo en tiempos menores de 300 s. En la simulación de estas sobretensiones se
emplea la onda de 1,2/50 s normalizada por la IEC.
8.2.1.- INTRODUCCION.
La tierra junto con la atmósfera puede ser considerada como un potente capacitor eléctrico cuyas
armaduras son la corteza de la tierra con carga negativa y la ionosfera con carga positiva, de
manera que la tierra se halla rodeada de un campo eléctrico cuya intensidad en la superficie
terrestre se estima en unos 130 V/m y sobre los mares y océanos en unos 110 V/m. Este campo se
le conoce como campo de buen tiempo. El campo de buen tiempo no provoca peligro para los
organismos vivos y las instalaciones eléctricas pero juega un rol significativo en la formación de
cargas eléctricas en exceso en las nubes de tormenta.
La carga eléctrica de la atmósfera se origina por la ionización de las moléculas del aire debido a la
acción directa sobre ellas de las radiaciones de la tierra (radiactividad natural), el sol y los rayos
cósmicos. El balance de esta carga eléctrica tiene signo positivo. Sobre la carga eléctrica de la
corteza de la tierra, de una densidad de carga negativa s 30000 e cm 2 , no existe una teoría
única para su explicación, ya que unos la atribuyen a la inducción, otros a la alta temperatura del
centro de la tierra, a las tormentas eléctricas, etc.
458
Los iones de la atmósfera atrapados por las partículas de las nubes, o formados directamente en
ellos se mueven con ésta y al producirse grandes acumulaciones de nubes, debido a diferentes
fenómenos, se produce una separación de cargas en su interior, que dan lugar a los centros de
carga a partir de los cuales se han de desarrollar los rayos.
Uno de los fenómenos que provoca la separación de las cargas eléctricas en el interior de una
nubes el debido a la electrización de las gotas de agua por la acción del campo eléctrico que rodea
a la tierra y que polariza las gotas de agua que van cayendo tal como se indica en al Fig. 8.2.1.
Esta polarización hace que la gota de agua al caer atraiga a los iones negativos y repela a los
positivos, con lo cual la gota se va cargando negativamente según avanza en su caída, en tanto
que en las restante partículas de la nube predominen las cargas positivas. Este proceso de
distribución de cargas da lugar a que la parte superior de la nube sea positiva y la inferior
negativa.
––
–––––
–––––––
++++++
+++++
–
–
– – –
Otra de las causas que se plantean como responsables de la separación de las cargas en el interior
de la nube es a la electrización de las gotas de agua producto de su fragmentación. La
fragmentación de las gotas de agua se debe a la acción de las corrientes de aire ascendentes que
existen en la cabeza de la nube, tal como se indica en al Fig. 8.2.2. Para una velocidad de la
corriente de aire ascendente igual o superior a los 8 m/s ninguna gota de agua de diámetro
superior a 0,25 cm podrá caer a través de ella, ya que para gota de ese tamaño o superior la
velocidad límite es de 8 m/s, pues debido a la acción del viento será aplanada hasta su
desintegración, proceso mediante el cual, como se ha podido comprobar experimentalmente las
gotas pequeñas adquieren cargas positivas y el resto de las partículas adquieren cargas negativas.
Este proceso de desintegración se ve ayudado por el hecho de que una gota de agua al caer en un
campo eléctrico es elongada, llegándose hasta su desintegración para campos de alta intensidad,
del orden de los 10000 V/cm.
459
Las gotas pequeñas, producto de la desintegración descrita, son arrastradas por la corriente de aire
ascendente, pero como al ascender su velocidad disminuye, las pequeñas gotas se recombinan
formándose gotas grandes cargadas positivamente, las que al caer repiten el mismo proceso
intensificándose la separación de cargas. El fenómeno antes descrito da lugar a la distribución de
cargas mostrado en las zonas A y B de la Fig. 8.2.2. Para la zona C se plantea que, como en ella
la temperatura está por debajo de la temperatura de congelación del agua, en ella sólo pueden
existir cristales de hielo, los que debido al roce con el aire se cargan negativamente mientras que
las partículas restantes se cargan positivamente. Como se puede apreciar este proceso da lugar a
que la parte superior de la nube se cargue positivamente y al mismo se le denomina comúnmente
electrización de la nube debido al gradiente de temperatura en su interior.
Las mediciones efectuadas usando globos y aviones corrobora que la distribución de cargas es
similar a la mostrada en la Fig. 8.2.2, pero que los bolsones de carga positiva en la base de la
nube no sólo se presentan en la parte frontal de la misma sino en algunas otras regiones.
El fenómeno de separación de las cargas eléctricas no se presenta en todos los tipos de nube ni en
todos los tipos de nubes es posible el desarrollo de los rayos. Desde el punto de vista de su
comportamiento eléctrico las nubes se clasifican en:
1. Nubes cúmulos. Son nubes de buen tiempo. No hay separación de cargas. Son eléctricamente
inactivas. Están conformadas por pequeñas gotas de agua que al cruzar en su caída el nivel de
condensación, se evaporan.
2. Nubes cumulonimbus. Conformadas por cristales de hielo y nieve que facilitan la formación
de grandes gotas de agua constituyendo lo que se llama la tormenta incipiente. En ellas hay
iones positivos e iones negativos pero aún sus concentraciones y separaciones no la hacen
eléctricamente activa.
460
3. Nubes cumulonimbus eléctricamente activas: Son las denominadas nubes de tormenta,
eléctricamente activas. En ellas la concentración y separación de iones de signos contrarios, es
tal que dentro de la misma nube y también entre ella y la tierra (por efecto electrostático se
inducen en la superficie de la tierra cargas de polaridad contraria a las de la base de la nube de
tormenta), se forman fuertes campos eléctricos.
Producto del proceso de acumulación de cargas, en los puntos de más alta concentración de
cargas en el interior de la nube, el potencial va aumentando hasta que alcanza un valor
aproximado de unos 10 kV/cm, campo eléctrico suficiente, dadas las condiciones de presión y
temperatura existentes en la nube, para iniciar un proceso de ionización y con ello el desarrollo de
un rayo.
Los rayos lineales se desarrollan entre dos centros de carga en el interior de la nube o entre ésta y
la tierra.
Las investigaciones demuestran que el mayor porciento de rayos lineales ocurre entre regiones
cargadas de una misma nube o entre nubes y que aproximadamente solo del 30-40 % ocurren
entre nube y tierra. El rayo lineal más frecuente entre nube y tierra es el de líder escalonado
descendente negativo, porque las cargas negativas se depositan usualmente en la base de la nube,
pero también hay rayos con lideres descendentes positivo y rayos con lideres ascendentes.
461
aire y por ello no es estable. A partir de un punto determinado es común que comiencen a
desarrollarse dos o más lideres.
Al establecerse el contacto se ha formado ya un paso altamente ionizado entre los dos centros de
carga a través del cual fluye una alta corriente. En el momento de contacto las cargas positivas
escapan de la tierra y de los objetos en tierra a través del camino altamente ionizado de la
descarga guía neutralizando la carga volumétrica negativa depositada alrededor del canal y la de
la propia nube. Tal suceso caracteriza una propagación que se mueve de la tierra a la nube a una
velocidad de aproximadamente 1/10 de la velocidad de la luz denominada descarga principal o
descarga de retorno. La viva luminiscencia de la descarga principal se percibe a simple vista
como una llamarada; el rápido desplazamiento del gas por el calentamiento debido a la corriente
del estadio principal y su posterior enfriamiento y comprensión da lugar a una onda acústica: el
trueno.
Por el camino altamente ionizado de la descarga principal, y después que se puede considerar que
sus efectos fundamentales han cesado, se mantiene circulando una corriente del orden de los
100-1000 A por espacio de unos 20000 s, la que mantiene el paso con un alto grado de
ionización; esto permite que de otro centro de carga de la nube se desarrolle otro líder que dará
lugar a un nuevo rayo. El desarrollo del líder de esta nueva descarga es de la misma naturaleza
que el original, pero se desarrolla en forma continúa debido a la ionización existente en el canal
de descarga formado por el primer rayo por lo que se le denomina líder flecha. En la Fig. 8.2.3 se
puede apreciar la representación esquemática del proceso antes descrito.
El proceso de desarrollo del guía de la primera descarga es de unos 20000 s, en tanto que el
desarrollo de la descarga principal es del orden de los 100 s proceso durante el cual es
neutralizada la carga del paso ionizado y la carga restante en la nube. La corriente en el guía es
del orden de los 100 A, en tanto que para la descarga principal dicha magnitud fluctúa entre los
1000 y los 200000 A, la que disminuye para las descargas consecutivas. El intervalo de tiempo
entre descargas fluctúa entre 0,0006 y 0,5 segundos, siendo el tiempo más usual del orden de los
0,3 segundos.
Se estima que alrededor del 90 % de las descargas atmosféricas son rayos con líderes
descendentes de polaridad negativa por lo cual constituyen la fuente fundamental de las
sobretensiones externas en los sistemas eléctricos.
Rayos de líder escalonado descendente positivo.- Los rayos lineales con lideres descendentes
escalonados positivos se desarrollan de igual forma que los negativos pero a partir de la parte de
la nube cargada positivamente. Se caracterizan por una mayor amplitud y duración de la corriente
462
respecto a rayos de líderes descendentes escalonados negativos y por ausencia de descargas
consecutivas.
Las investigaciones demuestran que las descargas positivas están relacionadas principalmente a
rayos lineales con líderes ascendentes y que estos ocurren principalmente para estructuras muy
altas o estructuras ubicadas en regiones muy altas.
Rayos de líder escalonado ascendente.- Un efecto importante de los objetos sobre la superficie de
la tierra es la posibilidad del desarrollo de lideres escalonados ascendentes a partir de objetos de
gran altura. Los rayos lineales con lideres escalonados ascendentes ocurren en regiones elevadas y
en objetos de gran altura, fundamentalmente de altitud de 100 m o más. En este caso la descarga
guía comienza desde altas concentraciones de cargas en la tierra u objetos en tierra, hacia arriba,
en la dirección de los centros de carga en las nubes.
463
Fig. 8.2.3.- Proceso de desarrollo de los rayos.
Se caracterizan en la fase de descarga principal, por una mayor duración y una menor amplitud de
la corriente (en el orden de algunos kA) respecto a rayos con líderes descendentes escalonados
464
negativos. En las descargas consecutivas el líder se desarrolla de la nube a la tierra tal y como un
rayo de líder descendente.
Para los objetos de altura de alrededor de 100 m ubicados en regiones llanas, el 7 % de los
impactos son de este tipo, para alturas de los objetos de alrededor de los 200 m aumenta hasta el
25 %, para alturas de los objetos mayores de 380 m alcanza el 96 %. En regiones elevadas, el
número de rayos de este tipo que impactan, incluso objetos no altos, es cercana al 15 % del
número total de impactos.
Las investigaciones demuestran que las descargas positivas están relacionadas principalmente a
rayos lineales con líderes ascendentes.
Como se planteó anteriormente un rayo a tierra, tanto de líder ascendente como de líder
descendente, frecuentemente incluye un proceso de descargas múltiples. Estas pueden
desarrollarse de dos formas:
Aquellas que tienen diferentes puntos de terminación en la tierra. Estas pueden ser
originadas por ramificaciones al final del camino ionizado que conducen a que la descarga
principal ocurra en varios puntos (rayos de raíces ramificadas) o pueden involucrar una
sucesión de descargas espacialmente separadas (rayos complejos) que aunque ocurren a
intervalos comparables a los de las descargas descritas en el punto anterior, tienen
aparentemente, líderes guías independientes y pueden terminar a varios kilómetros del
punto de incidencia de la descarga principal.
La primera forma agrupa alrededor del 90 % de las descargas múltiples que en lo adelante se
designan como descargas sucesivas y el resto, el 10 % corresponde al segundo grupo.
Los estudios realizados indican que el 55 % de los rayos negativos a tierra tienen descargas
sucesivas. En el 90 % de los casos el número de descargas sucesivas no excede el valor de 8
aunque se han registrado valores de hasta 30. Su valor medio es 3, sin excluir la posibilidad de
que este valor sea superior en regiones cercanas al Ecuador.
Los rayos positivos agrupan alrededor del 10 % de los rayos a tierra y su número de descargas
sucesivas rara vez excede el valor de 6. Su valor medio es 1 por lo que para los propósitos de
ingeniería se asumen como rayos de un sólo golpe.
465
8.2.3.- INTENSIDAD DE LAS TORMENTAS ELECTRICAS.
La densidad de rayos a tierra (Ng) es un indicador directo, actualmente el más preciso para
caracterizar la actividad de tormenta en una región. Expresa la cantidad de rayos en una superficie
de tierra de un km2 en el tiempo de un año. Su obtención ha sido posible por el desarrollo de los
contadores de rayo que, como pueden discriminar las descargas nube a nube de las descargas
nube a tierra, permiten obtener, directamente por medición, la cantidad de rayos a tierra en la
región que abarca su radio de cubrimiento (20 a 40 km.).
La información que se obtiene en una región del uso de estos contadores en un ciclo solar permite
definir las curvas de isodensidad de rayos a tierra que se utilizan en sustitución de las curvas de
niveles isoceraúnicos.
La expresión que relaciona la densidad de rayos a tierra con el números de días tormentas en
terrenos planos es la siguiente:
N g 0.044 Td 1, 25 8.2.1
Donde:
Ng - Números de rayos a tierra /km2/año.
Td - Días tormenta al año.
La magnitud de la corriente en los rayos es uno de los factores más importantes a la hora de
analizar las características de los equipos y sistemas de protección contra los mismos. Tal como
se muestra en la Tabla 8.2.1, sólo un 20 % aproximadamente de los rayos exceden los 40 kA.
466
Las amplitudes de las corrientes asociadas a las descargas atmosféricas se expresan según la
función de distribución de probabilidades de ocurrencia de sus valores. La ley que rige la función
de distribución se obtiene de un grupo de mediciones estadísticamente validadas de este
parámetro.
Ir
1 1 1 log Ir log Im
PIr exp( 2 dP 8.2.2
2 log Ir Ir 0
log Ir
Donde:
P(Ir)-Probabilidad de que cualquier rayo exceda la magnitud de corriente Ir.
Ir - Magnitud de la corriente del rayo en kA.
Im = 25 kA: (Mediana de la distribución).
Log Ir - Desviación media cuadrática del logaritmo de la corriente del rayo.
Esta versión es también una distribución log-normal. En este caso los parámetros de la
ecuación son: Im = 30 kA y Log Ir = 0.32.
Para fines prácticos esta distribución puede estimarse aproximadamente mediante la ecuación
8.2.3.
1
P(I r ) b
8.2.3
I
1 r
Im
Donde:
467
P(Ir ) - Probabilidad de que cualquier rayo exceda la magnitud de corriente Ir.
Ir- Magnitud de la corriente del rayo en kA.
Im = 30 kA (Mediana de la distribución).
b = 2.6
Número de rayos
Corriente
Positivo Negativo Total
en kA
# % # % # %
Hasta 10 65 52,4 172 20,02 237 24,1
10 - 20 24 19,3 194 22,6 218 22,2
20 - 30 9 7,3 177 20,1 186 18,9
30 - 40 6 4,8 115 13,4 121 12,3
40 - 50 5 4,0 84 9,8 89 0,1
50 - 60 5 4,0 41 4,8 46 4,7
60 - 70 3 2,4 22 2,7 25 2,5
70 - 80 2 1,6 14 1,6 16 1,6
80 - 90 1 0,8 13 1,5 14 1,4
90 - 100 0 5 0,6 5 0,5
100 - 110 1 0,8 8 0,9 9 0,9
110 - 120 - 2 0,2 2 0,2
120 - 130 - 4 0,5 4 0,4
130 - 140 1 0.8 2 0.2 3 0.3
140 - 150 - 3 0.3 3 0.3
150 - 160 - 2 0.2 2 0.2
160 - 170 - - -
170 - 180 1 1 0.1 2 0.2
400 1 - - 1 0.1
Total 124 859 983
Esta ecuación es bastante aproximada en la gama de 5 a 200 kA que constituye el rango hasta el
máximo valor de corriente del rayo obtenido por medición. Se reportan en la literatura valores de
hasta 350 kA pero son obtenidos indirectamente por el análisis de las características de
deformación de los conductores de cobre en las antenas de televisión.
Las formas de onda de las descargas atmosféricas, al igual que las amplitudes de la corriente, se
describen según la función de distribución de probabilidades de ocurrencia. La distribución de
R.B. Anderson y A.J. Eriksson es la más representativa hasta el momento y la misma está dada
por:
468
1
P I r 8.2.4
dI r
1 dt
24
Donde:
dIr
P ( Ir ) - Probabilidad de que cualquier rayo exceda el valor .
dt
dIr
- Valor máximo especificado en kA/ s.
dt
8.2.5.- EFECTO SOBRE LOS RAYOS DE LOS OBJETOS SOBRE LA SUPERFICIE DEL
TERRENO.
469
encima de la superficie de la tierra, decidiéndose entonces donde va a caer. La altura a la que se
encuentra dicho punto se le denomina radio de atracción de los objetos en tierra o altura de
orientación del rayo y la misma, en función de la altura del objeto, está dada por la ecuación de
Eriksson:
ra 14 h 0,6 8.2.5
Por lo antes expuesto queda claro que un objeto de una altura determinada sobre el nivel de la
tierra atraerá hacia sí el líder y con ello, en una región y con una probabilidad dada determinará el
lugar donde impactará el rayo.
Otros autores relacionan el radio de atracción de los objetos en tierra o altura de orientación del
rayo con la corriente del mismo tal como se indica en las expresiones 8.2.6 (expresión de
Whitenhead) y en la expresión 8.2.7 (expresión de Anderson).
ra 8 Ir 0,65 8.2.7
En estas expresiones la corriente del rayo se expresa en kA y el radio en metro. Es a partir de este
radio que el punto de impacto puede determinarse por consideraciones geométrica usando el
modelo electrogeométrico. En sus fundamentos básicos este modelo supone que la intensidad
media de ruptura en el espacio de aire es constante, por la cual la descarga ocurre siempre por la
distancia más corta, lo que conduce al rayo a golpear el objeto en tierra más próximo a él.
Para evaluar con este modelo de desarrollo de la descarga, y determinar el grado de protección
que brida, por ejemplo, un pararrayos de Franklin a un objeto dado cercano es suficiente dibujar
desde la cúspide de ambos, superficies esféricas de radios rS y trazar una paralela a tierra a esta
misma distancia en el plano horizontal como se indica en la Fig. 8.2.5.
En el gráfico se observa que existe determinado arco AB de la superficie esférica trazada a partir
del objeto que delimita su intersección con la superficie esférica trazada desde el pararrayos y la
paralela a la tierra, de manera que queda por encima de ambos. A esta región se le denomina zona
de cubrimiento o cierre del objeto, y es aquella en la cual la descarga del rayo ocurre siempre
sobre él sin que sea interceptado por otro objeto, el pararrayos o la tierra en este caso.
El objetivo básico que se plantean todos los medios de protección contra rayos es el de limitar los
efectos de las altas corrientes que los acompañan, por lo que es necesario buscarle un paso de baja
impedancia a tierra a fin de limitar, a valores permisibles, las sobretensiones que puedan aparecer
producto de la circulación de esta corriente.
470
Situando en paralelo con los equipos a proteger dispositivos que sean capaces de limitar a
valores permisibles las sobretensiones que puedan aparecer producto de la alta corriente
del rayo.
Además de lo antes señalado es necesario, para garantizar una protección adecuada contra los
efectos de las altas corrientes de los rayos, que la circulación de la corriente de la descarga se
efectúe a través de un paso de baja impedancia. De no cumplirse esta condición se pueden
presentar fallos en el aislamiento y accidentes fatales debido a que el potencial del punto
supuestamente protegido aumenta por encima de lo permisible. Un ejemplo típico se tiene en el
caso mostrado en la Fig. 8.2.6, en la cual se puede apreciar un rayo haciendo impacto en una
estructura de una línea aérea. Si se considera un rayo de 20 kA que tenga una razón de
crecimiento de 10 kA/s y que la inductancia de la estructura es de 10 H y la resistencia de
puesta a tierra es de 5 la tensión que aparecerá en el extremo superior de la estructura esta dado
por:
dI
UIR L 8.2.8
dt
A
B
rs
rs rs
rs
Pararrayos Objeto
Si se sustituyen en la expresión 8.2.8. los valores antes señalados se tiene que la tensión en el
extremo superior de la estructura es de 200000 V. Si se trata de un sistema en el cual el nivel
básico de aislamiento ante impulsos tipo rayo es de 110 kV, como es el caso de algunos sistemas
de distribución, la diferencia de potencial aplicada al aislamiento de la línea es superior a lo
permisible y se establecerá una descarga disruptiva entre el poste y la línea, lo que provoca una
falla en el sistema. Casos similares a este se pueden presentar en cualquier tipo de instalación, en
los cuales pueden ocurrir accidentes mortales, si al circular la corriente del rayo por el sistema de
puesta a tierra el potencial de éste aumenta tanto que se presentan flameos laterales o si la tensión
de paso alcanza valores extremadamente altos.
471
Los equipos que se emplean para la protección contra los rayos son:
Los mástiles.
Los cables protectores.
Los descargadores.
Los pararrayos.
Los dos primeros basan su operación en el principio del apantallamiento y los otros dos en la
limitación de la tensión que puede aparecer en un equipo producto de un rayo, por lo que se sitúan
en paralelo con ellos.
8.3.1.- INTRODUCCION.
Básicamente los pararrayos se dividen en dos tipo: los activos y los pasivos. Los pararrayos
activos son los que tratan de facilitar el camino del líder positivo que sale de la tierra,
dirigiéndolo o provocando un camino de baja impedancia. Actúan con el gradiente electrostático
de la atmósfera, descargando el lugar donde se encuentran instalados, evitando que el rayo incida
en ese punto, convirtiéndose en un elemento preventivo, además, el encuentro entre el líder
positivo y negativo se realiza a mayor altura alejando con ello el punto de mayor temperatura
durante la descarga del rayo.
472
Los pararrayos pasivos descargan el terreno donde están instalados únicamente por el efecto
punta, por lo que materialmente esperan el rayo para disiparlo a tierra, teniendo por tanto una
mayor probabilidad de impacto.
Cualquiera que sea el tipo de pararrayos adoptado para la protección de un edificio o instalación
estará formado por los siguientes elementos básicos.
1. Un elemento receptor colocado en la parte más alta de la instalación. Puede estar constituido
por puntas metálicas o conductores dispuestos de varios modos según las características y
dimensiones de la instalación a proteger.
2. Conductor a tierra que puede estar formado por dos o varios conductores y tiene la misión de
transportar a tierra la corriente del rayo. Debe seguir el camino más corto a tierra pasando por
la parte exterior y poseer la menor impedancia posible.
3. Sistema de puesta a tierra a través del cual se distribuirá la corriente del rayo.
Como se planteo anteriormente los pararrayos pasivos son los que no descargan el terreno donde
están situados y entre ellos los más significativos están:
El pararrayos de Franklin.
Los pararrayos de jaula.
El pararrayos de Melsens
Los hilos de guarda
El conjunto descrito da lugar a un efecto punta pronunciado, lo que hace que, independientemente
del carácter errático de los rayos, la probabilidad de que un rayo caiga dentro de un área
determinada alrededor de él sea muy pequeña. En general se puede plantear que el área de
protección se obtiene formando un cono que tenga como vértice el punto más alto del pararrayos
y cuyos lados formen con él un ángulo dado, conocido como ángulo de protección, tal como se
muestra en la Fig. 8.3.1. Para las construcciones civiles el máximo ángulo permisible es de 45º.
473
r0
La superficie del cono posee el grado mínimo de seguridad, a medida que se avanza hacia el
interior se incrementa la seguridad contra impactos directos. Para edificaciones, con un ángulo de
protección de 45º, se definen dos tipos de zonas: la A que posee un grado de protección del
99.5 % y más y la B que lo tiene del 95 % y más.
Zona A. Zona B
h 0 0,85A h 0 0,92A
r0 1,1 h h r0 1,5 h
h h
rx 1,1 0,02 h h x rx 1,5 h x
0,85 0,92
474
h0
h
hx
Límite de la zona
de protección a
r0 nivel de la tierra
rx Límite de la zona
de protección al
nivel hx
La eficiencia de este tipo de pararrayos disminuye con la altura en una forma similar a la de los
cables protectores como se verá posteriormente.
Pararrayo de jaula.- Como se conoce, cualquier cuerpo situado en el interior de una envoltura
metálica cerrada y conectada a tierra no siente los efectos de ningún fenómeno eléctrico que
ocurra en su exterior, o en la superficie metálica de dicha envoltura, por intenso que éste sea.
Esta disposición da por lo tanto la idea de lo que sería un pararrayos ideal.
Así un edificio con revestimiento exterior metálico conectado firmemente a tierra queda
protegido contra todo tipo de rayos. Se obtienen también resultados similares si la cubierta
metálica es sustituida por una malla o red de conductores. En la práctica, por razones económicas
y estéticas lo que se emplea es una red en la parte superior y un número determinado de bajantes
a tierra.
Pararrayos de Melsens. Este pararrayos en sus inicios (1875) estaba constituido por una malla de
conductores situados en la parte superior de las edificaciones a la cual estaban conectadas
diferentes puntas, todas reunidas en un haz sobre una barra. En la actualidad este sistema se
reduce a un conductor que corre a lo largo de todos los pretiles de las edificaciones con puntas
situadas cada 3 o 6 metros, en dependencia de lo normado para la región de que se trate.
475
Hilos de guarda.- Los hilos de guarda se emplean en edificaciones de baja altura y su operación se
basa en el apantallamiento del objeto a proteger, aumentando el grado de protección que brindan
a medida que se considera un ángulo de protección menor. En ellos el empleo de un buen sistema
de puesta a tierra es imprescindible ya que los potenciales inducidos en ellos por descargas
cercanas son de consideración.
Dentro de los pararrayos activos se pueden considerar dos modelos básicos el radioactivo y el de
efecto corona.
1. A pesar de que la emisión de iones es mayor que la de una punta normal de pararrayos
sistema Franklin, la cantidad de electricidad que este pararrayos es capaz de disipar en la
atmósfera sigue siendo insuficiente para lograr una acción preventiva eficaz.
Ha sido posible aumentar la cantidad de iones producidos por el pararrayos radioactivos, y limitar
simultáneamente la cantidad de material radioactivo necesario, aplicando al pararrayos un
dispositivo de aceleración cuyo funcionamiento se basa en el gradiente de campo eléctrico que
existe entre la tierra y el medio circundante y que se incrementa muchisimo cuando una nube
cargada está situada sobre el pararrayos.
Una desventaja de estos pararrayos es que las partículas ionizadas que quedan en el aire son
susceptibles de ser conducidas por el viento en diferentes direcciones, hasta el punto de que la
zona ionizada por el pararrayos puede considerarse como una nube que tiene un extremo
constante unido a la punta del pararrayos pero de forma y dimensiones variables en dependencia
476
de la fuerza y dirección del viento. Este fenómeno puede afectar otra de las ventajas de este tipo
de pararrayos que es, debido precisamente a la acción de esta nube iónica, alejar el punto de
contacto entre le líder descendente negativo y el líder ascendente positivo, punto de disrupción
del rayo, considerado el punto más caliente de la descarga.
El ángulo de protección que puede llegar a generar este tipo de pararrayos es de hasta 75º.
Entre los materiales radioactivos que se usan está el radio 226 con vida media de 1600 años y
emisiones alfa de 4,5 MeV y el americio 241 con vida media de 433 años y emisión alfa de 5,5
MeV, ambos con poca penetración por ser emisiones alfa, por lo que hay que depositarlos con
una protección muy delgada para obtener una mejor ionización.
La limitación fundamental que tienen estos pararrayos es la que se deriva del empleo de
sustancias radioactivas, lo que plantea un problema serio para su empleo y sobre todo para el
tratamiento que hay que darles cuando se retiren.
Pararrayos de efecto corona.- El pararrayos de efecto corona es otro tipo de pararrayos activo, que
evita la acumulación de cargas eléctricas en el lugar donde esta instalado, jugando en este caso el
papel fundamental el dispositivo de aceleración. Para hacer más eficiente este tipo de pararrayos
en el diseño del acelerador se procuran bordes más pronunciados para facilitar el proceso de
ionización.
Con este tipo de pararrayos se obtiene ángulos de protección de hasta 60º y se pueden usar solos o
cumpliendo la función de las puntas en el pararrayos de Melsens o el de jaula de Faraday. En
estos casos descargan a todo el sistema de pararrayos en su conjunto.
8.4.1.- INTRODUCCION.
Las sobretensiones que aparecen en las líneas aéreas debido a los rayos pueden ser:
Por la incidencia directa del rayo en los conductores.
Por inducción.
Por la incidencia directa del rayo en la estructura.
Por la incidencia directa del rayo en el cable protector.
El efecto del incidencia directa de un rayo sobre un conductor cualquiera de una línea aérea,
equivale a la inyección de una corriente que se propaga en ambas direcciones, tal como se indica
en la Fig. 8.4.1, generando una onda de tensión que está dada por:
Ir Z
Ur 8.4.1
2
477
–– – –
––––––
I
I/2 I/2
Tomando como valor promedio de la impedancia característica de una línea 400 y una
corriente de 20 kA, valor de corriente frecuente en los rayos según se puede ver en la Tabla 8.2.1,
la sobretensión a que estará sometido el aislamiento, según la expresión 8.4.1, es de 4 MV.
Según los cálculos anteriores se puede ver claramente que los impactos directos provocan
sobretensiones de tal magnitud que, para evitar las fallas por esta causa, se requiere de un nivel de
aislamiento extraordinariamente altos siendo mucho más económico y técnicamente factible
proteger a la línea contra los impactos directos mediante su apantallamiento empleando cables de
protección.
Además, cuando un rayo impacta una de las fases de un circuito trifásico en las otras dos fases se
inducen sobretensiones de polaridad contraria, pero de tal magnitud, que pueden llegar a provocar
fallas en ellas.
Cuando un rayo cae cerca de una línea aérea, en ella aparece una sobretensión por inducción que
es la causante de la inmensa mayoría de las interrupciones por rayos en las líneas de distribución,
por el relativamente bajo nivel de aislamiento, y por que la forma de onda generalmente presenta
un frente mucho más pendiente. La baja frecuencia de ocurrencia de impactos directos es debido a
la relativamente baja altura de estas líneas y al apantallamiento natural que le brindan los árboles,
las edificaciones y en muchas ocasiones otras líneas aéreas de mayor nivel de tensión.
478
1. La debida a la inducción electrostática en la línea.
2. La debida a la inducción entre línea y tierra producto de la variación del campo magnético
producido por la corriente de la descarga principal del rayo.
Cuando un rayo cae cerca de una línea aérea, en ésta aparece una sobretensión debido a las cargas
inducidas en la línea por el campo eléctrico entre la tierra y la nube. El fenómeno puede
explicarse sobre la base de la Fig. 8.4.2 en la cual se indica esquemáticamente una nube cargada
sobre un conductor, el que está a una altura h sobre la superficie de la tierra. El conductor
adquiere con respecto a la tierra un potencial dado aproximadamente por :
UEh 8.4.2
– – – – – –
– – – – – – – – – – – –
– – – – – – – – – – – – – – – –
+ + +
+ + + + + + + + + + + + – – – – – –
Las cargas inducidas originalmente en el conductor son +Q y -Q, pero las cargas negativas fluyen
a tierra quedando el conductor cargado positivamente tal como se indica en la Fig. 8.4.2 y tan
pronto como la nube descarga a tierra la carga ligada se libera en forma de onda de tensión en
ambos sentidos. En las líneas trifásicas las ondas así producidas tienen la misma polaridad y
aproximadamente la misma amplitud y forma.
Otro fenómeno a considerar es el campo eléctrico que surge en la línea debido a la variación del
campo magnético de la corriente del rayo y que resulta fundamental en cuanto a la tensión
inducida, la que tienen dos componentes: una vertical y una horizontal. Los rayos adyacentes a
una línea provocan tensiones inducidas debidas fundamentalmente a la componente vertical del
campo eléctrico y las cercanas a un extremo de la línea provocan tensiones inducidas debido
fundamentalmente a la componente horizontal del campo eléctrico.
479
El valor pico de las ondas de tensión que aparecen en las líneas casi nunca excede los 400 kV por
lo que ellos son capaces de producir fallas en el aislamiento de las líneas de distribución, sólo
raras veces en las líneas de 34,5 kV y prácticamente nunca en las líneas de transmisión.
El grado de protección contra los impactos directos de los rayos a una línea de transmisión
depende del grado de apantallamiento que le brinde la estructura y fundamentalmente el cable
protector. El número de rayos que impactan a las estructuras disminuye apreciablemente cuando
las líneas usan cables protectores tal como se muestra en la Tabla 8.4.1.
Tabla 8.4.1. - Distribución de los rayos entre las estructuras y las líneas.
% % % %
Estructuras 86 53 223 34 28 21 3 9
Líneas 75 47 432 66 107 79 29 91
Total 161 100 655 100 135 100 32 100
La diferencia fundamental entre el caso en que el rayo impacta a la estructura y el caso en que
impacta al cable protector está dado por la distribución de la corriente del rayo por los pasos a
tierra que existen en la línea. La distribución de la corriente se muestra en la Fig. 8.4.3.
Si se analiza el aislamiento en aire que existe entre el cable protector y los conductores de las
fases se ve que ocurre todo lo contrario. En este caso, cuando el rayo impacta en la estructura la
máxima tensión que aparece entre estos dos conductores es de U 35 I r Z , mientras que de que
el rayo impacte en el centro del tramo esta tensión es de U 0.5 I r Z
La eficacia de la protección que contra los impactos directos brinda el cable protector y la
estructura depende de los siguientes factores:
Altura y ángulo de protección del cable protector.
La impedancia característica del cable protector.
La impedancia característica del bajante a tierra.
La impedancia característica del sistema de puesta a tierra.
480
Características del aislamiento que soporta a los conductores de las fases.
Espaciamiento entre los conductores de las fases y el cable protector.
Características mecánicas del cable protector.
–––––
Conductor Protector
5% 15 % 60 % 15 % 5%
(a)
–––––
5% 10 % 35 % 35 % 10 % 5%
(b)
Angulo de protección.- El ángulo de protección está normalmente entre los 20 y los 40 grados,
siendo el más usual de 30 grados para estructuras no mayores de 30 m. El grado de protección
que brinda un cable protector no depende solamente del ángulo de protección sino que la
probabilidad de falla está estrechamente relacionada con la altura del mismo como se muestra en
la Fig. 8.4.4.
Para evaluar el grado de protección que brindan los cables protectores los dos métodos más
usados son el de Kostenko y el de Whitehead.
log10 P0 h 90 2 8.4.3
El número de veces que el apantallamiento falla y el rayo impacta uno de los conductores de las
fases y se produce una falla en la línea está dado por:
N N1 P1 P0 10 4 8.4.4
Donde:
N1- Número de rayos que impactan en la línea y que, para altura de hasta 30 m, está
dado por:
481
N1 2,7 h TD / 30impactos / 100 km. año
Siendo:
h- Altura promedio del cable protector.
TD - nivel isoceraúnico.
P1 - Probabilidad de que la corriente del rayo exceda la corriente crítica para producir
la ionización necesaria para el establecimiento de un arco de la fase a tierra y
con ello una falla a tierra. P1 esta dado por:
P1 2 I 60
Siendo :
2 U d 50%
I
Z
Método de Whitehead.- El punto de partida de este método está en el radio de atracción de los
objetos en tierra, altura de orientación del rayo o distancia disruptiva que se muestra en la
Fig. 8.4.5. Para esta distancia el líder descendente del rayo impone en el cable protector un campo
eléctrico tal que se inicia a partir de él el líder ascendente, impactando por lo tanto el rayo en el
mismo.
482
0,11
0,1
0,09
0,07
0,06 36 m
0,05
0,04 30 m
0,03 24 m
0,02
15 m
0,01
0
10 15 20 25 30 35 40 45
Angulo de protección
En vista de que el valor promedio del gradiente de ruptura contra un plano o placa conectado a
tierra puede variar respecto a un conductor, Whitehead introduce el siguiente factor de corrección,
que debe ser verificado en la práctica:
rt
kt 8.4.5
ra
La distancia disruptiva denota dependencia respecto a la carga eléctrica del líder, que ejerce
influencia sobre el valor pico de la corriente del rayo. Para ella establece Whitehead la relación
entre la corriente pico del rayo en kA dada por la expresión 8.2.6
ra 6,7 Ir 0,8
483
A
B
Líder
ra ra
Cable
Protector
C
_ ra
• • s •
Conductores de la fase D
C
_ _
H y rt
La corriente del rayo no siempre denota el mismo valor, de allí que para cada valor de la corriente
se tengan también dos valores para la distancia, uno para rt y otro para ra. Ambos definen
entonces el plano ABCD de la Fig. 8.4.5 que contiene la zona expuesta BC. Esto quiere decir que
todos los rayos que pasen por BC se considera que carearan sobre el conductor de la fase.
De la Fig 8.4.5 se puede deducir que el arco BC encoge al aumentar la intensidad de la corriente
del rayo. Si se incrementa ra llegará un momento en que sea igual a cero, para un valor
determinado ra2. Corrientes pequeñas requieren igualmente de valores menores de ra y la
exposición aumenta hasta alcanzar la distancia crítica ra1, correspondiente a la corriente critica
I 2 U d 50% Z . En consecuencia por debajo de este valor no se puede producir ninguna descarga
a través del aislamiento. El apantallamiento efectivo se logra cuando se cumple que:
ra1 ra 2 8.4.6
El número de veces que el apantallamiento falla y el rayo impacta uno de los conductores de las
fases y se produce una falla en la línea se obtiene integrando desde ra1 hasta ra2.
La precisión de este método aumenta considerando una distribución de la densidad de los rayos a
tierra (Ng) en función del ángulo de aproximación o ataque del líder descendente () que obedece
a una función probabilística normal tal come se muestra en ala Fig. 8.4.6. Esta alcanza entonces
su valor máximo para rayos verticales y su mínimo (cero) para rayos horizontales.
484
1,0 1,0
0,9 0,9
Probabilidad de incidencia
0,8 0,8
0,7 M=2 0,7
0,6 0,6
0,5 0,5
0,4 0,4
0,3 0,3
0,2 0,2
0,1 0,1
90 30 - 0 + 30 60 90
Angulo de incidencia (grados)
Puede concluirse que el criterio de apantallamiento dado por la relación 8.4.6 debe cumplirse para
cualquier punto de la línea. Al llevar a cabo la integración sobre los valores extremos es
importante considerar las limitaciones geométricas del ángulo de ataque o incidencia, . Las
características del terreno afectado por la línea, en particular si se trata de montañas o zonas
boscosas, con árboles grandes relativamente cerca de los conductores, ejercen una gran influencia
sobre las consideraciones anteriores.
Los valores más frecuentes de kt oscilan alrededor de 0.9 aunque para muchas consideraciones
prácticas se considera frecuentemente igual a uno.
Impedancia característica del cable protector.- El valor pico de la onda de tensión generada por un
rayo como se vio en el epígrafe 8.4.1 depende de la impedancia característica del cable protector.
La impedancia característica del bajante de tierra.- La magnitud de la onda de tensión que viaja
por el bajante a tierra, ya sea un conductor o la propia torre, está determinada por la magnitud de
la corriente y por el valor de la impedancia característica del mismo. Si se tiene en cuenta que la
onda negativa, producto de la reflexión de la onda que baja por el bajante a tierra al arribar al
sistema de puesta a tierra, es la encargada de limitar la tensión inversa a que está sometido el
aislamiento y como se vio la misma está determinada por la impedancia característica de la torre
se comprende la importancia de este parámetro.
Para torres que se pueden analizar en base a su representación como un cono de altura h y base de
radio r, como es el caso de las torres de las líneas de doble circuito la impedancia de la torre está
dada por:
485
h2
Z T 30ln 2 1 2 8.4.7
r
h 90 r
Z T 60 ln 60 8.4.8
r h
En este caso r es el radio equivalente que se calcula a partir del perímetro medio de la torre
dividido por 2. En el caso de que el bajante sea un conductor se emplea esta misma fórmula
siendo en este caso r el radio del mismo.
Otro modelos utilizado es el modelo de cono invertido sobre tierra, el que describe la impedancia
de la torre como un valor variable que depende de la altura y el radio correspondiente.
1 r
Z T 60 ln cot tan 1 8.4.9
2 h
Espaciamiento entre los conductores de las fases y el cable protector.- Cuando cae un rayo en el
centro del tramo entre estructuras, sobre todo en el caso de frentes de onda muy pendientes, la
tensión entre los conductores de las fases y el cable protector puede alcanzar valores muy altos y
producirse una descarga entre ellos. Los efectos de estas descargas son nocivos no sólo por el
hecho de que pueden producir una falla en el sistema, sino que el conductor puede ser dañado,
sobretodo si se trata de conductores de aluminio.
Para evitar esta situación lo que se hace es darle al cable protector, durante su instalación, una
flecha menor, por lo general entre un 70 y un 80 % de la flecha del conductor.
Características mecánicas del cable protector.- El cable protector debe ser capaz de soportar el
efecto térmico de la corriente producida por el rayo, sobre todo en el punto de descarga y cuando
de trata de rayos múltiples.
486
En muchas líneas de transmisión, sobre todo en aquellas que corren a través de zonas rocosas de
alta resistividad y alto nivel ceraúnico, se presentan con mucha frecuencia fallas debido a los altos
valores que alcanzan las tensiones inversas que se generan debido a los altos valores de
resistencia de puesta a tierra que las caracterizan. Para enfrentar esta situación sólo es posible
emplear dos métodos: el empleo de medios artificiales para disminuir la resistencia de puesta a
tierra o situar pararrayo en las estructuras en paralelo con las cadenas de aisladores que soportan
los conductores de las fases. Es típico encontrar estos problemas en líneas situadas en terrenos
montañosos. En muchas ocasiones es más económico la instalación de pararrayos que el bajar la
resistencia de puesta a tierra por medios artificiales, muchos de los cuales por otra parte no
brindan una solución definitiva en el tiempo.
Dado el alto costo de los pararrayos, su gran peso y dimensiones para tensiones altas los mismos
no se usaron con estos fines hasta la aparición de los pararrayos de óxido metálico.
Por las razones antes expuesta, antes de la aparición de los pararrayos de óxido metálico, se
usaban con estos fines exclusivamente los tubos de expulsión los que si cumplían con las
características especiales requeridas: ser ligeros, mecánicamente adecuados a las condiciones de
intensos vientos a los que se pueden someterse en áreas abiertas, y ser resistentes a daños por
impactos. Los tubos de expulsión están constituido básicamente por un tubo de fibra con
electrodos en sus dos extremos. Al presentarse un arco eléctrico en su interior, por el efecto
térmico del mismo, las paredes del tubo se descomponen produciendo una gran cantidad de gases
desionizantes, los que al ser expulsados al exterior por un orificio especialmente destinado a ello
desgarran el arco facilitando su extinción. Los tubos protectores no se conectan permanentemente
a la línea sino que se encuentran aislados de ésta por un entrehierros. Cuando la tensión aplicada
al entrehierros es superior a la establecida se establece a través de él un arco, que cierra el circuito
a tierra a través del interior del tubo que está diseñado para tener una tensión de ruptura interior
mucho más baja que la exterior. Cuando la corriente consecutiva de frecuencia de potencia pasa
por su valor cero se crean las condiciones para la extinción del arco.
En la actualidad se emplean con estos fines pararrayos de óxido metálico que cumplen con los
requisitos necesarios. Existen básicamente dos tipos de pararrayos a considerar: los que se
conectan directamente a través de las cadenas de aisladores y los que se instalan con un
entrehierros externo en serie.
Los pararrayos que se conectan directamente a través de las cadenas de aisladores se encuentran
permanentemente conectados a la tensión de la línea a tierra y en condiciones normales de
operación se encuentran sometidos a la circulación de la corriente continuamente debido a la
tensión de operación continua del sistema..
En los pararrayos que se instalan con un entrehierros externo en serie éste cumple las siguientes
funciones:
Proporciona un camino a tierra únicamente cuando se produce una sobretensión por impulso
de rayo.
Interrumpir la corriente de frecuencia de potencia una vez cesado el transitorio.
Aumentar la vida útil del pararrayos como consecuencia de tener el pararrayos desconectado
de la línea, sin someterlo a los esfuerzos eléctricos asociados con las elevaciones temporales
de tensión en la línea y el consiguiente aumento en la corriente de operación continua
487
Un ejemplo típico del empleo combinado de un entrehierros y de un pararrayos ZnO para
proteger un sistema de distribución es el uso de los denominados limitadores de corriente del tipo
que se muestra en la Fig. 8.4.7
Conductor
Entrehierros Aislador
Anillo
Limitador
de corriente
8.5.1.- INTRODUCCION.
La avería de un transformador es tan grave desde el punto de vista de la continuidad del servicio y
de su propio costo, que la protección de su aislamiento es uno de los principales objetivos de
todos los estudios de coordinación de aislamiento.
Los entrehierros o descargadores constituyen el equipo más elemental y barato de los usados en la
protección contra las sobretensiones aunque tiene serias limitaciones. Su uso más extendido es en
los sistemas de distribución.
Una de las limitaciones más importantes de estos dispositivos es que ellos no son capaces, en la
mayoría de los casos, de interrumpir la corriente de frecuencia de potencia que se establece
después de su operación, por lo que el circuito en que estén instalados debe ser desenergizado
488
para limpiar la falla a tierra establecida. Por esta razón es por la cual su uso se recomienda en
zonas de bajo nivel ceraúnico y en sistemas con recierre automático para limitar el tiempo de
interrupción del servicio que su operación provoca. También se usan como protección de
respaldo.
Su principio de operación se basa en la ruptura del aire cuando el campo eléctrico entre ellos
alcanza la tensión necesaria para iniciar los procesos de ionización que han de crear el camino
conductor entre ellos. Por su principio de operación se ve claramente que su tensión de ruptura se
ve afectada por las condiciones atmosféricas y ambientales: presión, temperatura, humedad, lluvia
polvo, etc.
En general se puede plantear que a partir del instante de tiempo en que entre los electrodos se
alcanza una tensión igual o superior a la tensión de ruptura, para las condiciones atmosféricas de
que se trate, para que ésta se desarrolle ha de transcurrir un tiempo determinado. Este tiempo se
divide en dos partes: la primera denominada tiempo estadístico de demora y la segunda tiempo
formativo de demora.
Una de las principales desventajas de estos dispositivos es que estos tiempos son relativamente
grandes y diferentes en cada una de sus operaciones por los factores que inciden en ellos. De esta
situación se desprende una de sus principales desventajas: en el caso de sobretensiones con
frentes de onda muy pendiente la tensión de ruptura de ellos es muy alta, por lo que es necesario
disminuir la separación entre ellos, situación ésta que hace que para sobretensiones de menor
magnitud, pero de mayor duración, ellos puedan operar, aún para sobretensiones permisibles.
Otro problema que se presenta con el empleo de este dispositivo es que cuando ellos operan
producen una onda cortada a cero, la cual puede provocar fallas en el aislamiento secundario de
los transformadores, debido a problemas en la mala distribución de tensión a lo largo de sus
enrollados que producen los transitorios muy rápidos.
Los descargadores que se conectan a los terminales de salida de los transformadores pueden ser
de dos tipo: tipo varilla y de tres electrodos tal como se muestra en la Fig. 8.5.1. El empleo de
descargadores de tres electrodos hace la descarga más consistente para sobretensiones de gran
pendiente aplanado su característica U vs t, además por la configuración de los electrodos ellos
actúan como apagachispas por el método de la elongación del arco, lo que aumenta la capacidad
489
interruptiva de los mismos y protege al bushing de los efectos térmicos de la descarga al alejar el
arco de su superficie.
(a) (b)
Los que se conectan a los aisladores de soporte son por lo general de sólo dos electrodos tal
como se muestra en la Fig. 8.5.2.
Los que se conectan a los aisladores se suspensión son del tipo de tres electrodos con
apagachispas, tal como el mostrado en la Fig. 8.5.3. Para su empleo en este tipo de aislador la
unión entre los aisladores debe ser rígida, perdiendo así éstos una de sus características
principales.
1. Aislar los elementos que se encuentran en su interior, los entrehierros y las resistencias no
lineales, del medio exterior.
2. Aislar el terminal de alta tensión de la conexión de tierra.
490
Este tubo de porcelana contiene en su interior todos los elementos del pararrayos y debe estar
herméticamente sellado y con un gas en su interior a una presión ligeramente superior a la presión
atmosférica. Normalmente se emplea nitrógeno. La longitud de la cubierta de porcelana depende
de la tensión del pararrayos y sus dimensiones y configuración externa deben ser los adecuados
para operar bajo condiciones de contaminación, lluvias, etc.
(a) (b)
Fig. 8.5.2.- Descargadores que se conectan a los aisladores de
soporte.
a - Electrodos de varilla.
b- Electrodos de varilla dispuestos como apagachispas
por el método de elongación del arco.
491
Fig. 8.5.3.- Tres electrodos de varilla conectados a aisladores de
suspensión y dispuestos como apagachispas por el método
de elongación del arco.
Resorte de presión
Cámara de entrehierros
Resistencias no lineales
Elementos de contacto
Cuerpo de porcelana
Los entrehierros están formados por una serie de placas metálicas pulidas, para evitar
preionizaciones indeseables, separadas por anillos aislantes construidos por lo general de mica
entre los cuales existe un campo eléctrico casi uniforme para que al alcanzar la tensión de
descarga ésta no tenga demora. Las principales funciones de los entrehierros son:
Soportar las tensiones normales de operación sin que ocurran descargas.
Descargar a una tensión predeterminada para permitir el flujo de la corriente de la descarga
de impulso a través del pararrayos.
492
Interrumpir la corriente de potencia que circula a través del mismo después de su
operación.
El número y la tensión de ruptura de los entrehierros son los que determinan la tensión de
operación del pararrayos.
Las resistencias no lineales están constituidas por cristales de carburo de silicio (conductores)
incrustados en un medio aglutinante no conductor, comúnmente cerámica. A bajas tensiones el
flujo de electrones en los puntos de contacto de los cristales es despreciable, pero una vez que se
vence la barrera de potencial en los bordes de los mismos comienza a circular una corriente de
intensidad apreciable, es decir, al sobrepasar la tensión un valor determinado tiene lugar una
variación óhmica brusca, la resistencia disminuye y se facilita el paso de la corriente del rayo a
tierra.
Las resistencias no lineales presentan la característica de variar su valor óhmico con gran rapidez
con la variación de la tensión aplicada. Ha medida que aumenta la tensión aplicada disminuye el
valor de la resistencia, cumpliéndose también lo contrario, de ahí su comportamiento no lineal. La
expresión que rige su comportamiento no lineal es:
I k U 8.5.1
Donde:
I - Corriente a través del pararrayos.
U - Tensión en el pararrayos.
k - Constante que depende del material.
- Coeficiente de alinialidad (comúnmente entre 4 y 6 ).
En la Fig. 8.5.5 se han representado en forma conjunta los diferentes parámetros que caracterizan
y facilitan el comportamiento de las resistencias no lineales. Las rectas (1) y (2) representan
resistencias lineales que contrastan con la resistencia no lineal (3). La parte (a) de la curva
corresponde al incremento de la corriente mientras que la (b) corresponde al decremento de la
misma.
493
V
2 1
a
3
3
b
Ur
Ud
Un
I
In Ia
Como se puede apreciar, en las zonas de operación normal, para valores iguales o menores que
Un, la magnitud de las resistencias no lineales (tangente a la curva) es muy grande. Para valores
superiores a Un la resistencia comienza a disminuir, por lo que grandes aumentos en la corriente
sólo producen pequeños incrementos en la tensión, hasta que para el valor máximo de la corriente
de descarga (Ia) se alcanza la máxima tensión aplicada al pararrayos, la que se conoce como
tensión residual y es el valor mínimo al cual un pararrayos puede limitar una sobretensión. Al
disminuir la corriente la característica retorna a sus condiciones iniciales formando un lazo,
restableciéndose plenamente las condiciones iniciales cuando la corriente pasa por cero.
Cuando la corriente de impulso ha sido drenada a tierra el pararrayos queda sometido nuevamente
a la tensión de potencia de la red, la cual trata de mantener la circulación de la corriente
consecutiva, pero como la tensión ha disminuido la magnitud de las resistencias no lineales crece
rápidamente reduciendo el valor de la corriente a una magnitud tal que los entrehierros la puedan
interrumpir al primer paso de la misma por cero.
Este tipo de pararrayo usado en los sistemas eléctricos hasta niveles medios de tensión es capaz
de drenar a tierra la corriente de los rayos sin que sus entrehierros sufran daños, pero para
corrientes superiores a los 300 A con duraciones de 2000 s o más, en el punto de contacto del
arco con el entrehierros el metal puede ser fundido formándose glóbulos que reducen la distancia
entre ellos, disminuyendo su tensión de ruptura y dificultando la extinción del arco, además, para
estas corrientes el efecto térmico sobre las resistencias es mayor aumentando la temperatura
dentro del pararrayos lo que dificulta aún más la extinción del arco. Condiciones de operación
494
con corrientes transitorias de estas magnitudes y superiores se presentan comúnmente en los
sistemas de alta tensión con largas líneas de transmisión.
El efecto térmico del arco eléctrico se puede disminuir mediante el empleo de un imán
permanente situado en forma tal que su campo magnético al actuar sobre el arco eléctrico cree
una fuerza sobre el mismo que lo haga rotar, evitando con ello que el mismo actúe continuamente
sobre el mismo punto, además, este proceso alarga el arco eléctrico facilitando su enfriamiento y
por tanto su extinción. Con este sistemas se logra interrumpir corrientes de hasta 600A.
Si bien el pararrayos con imán permanente se usa, en los pararrayos valvulares de estación lo más
común es lograr el mismo efecto aprovechando el campo magnético creado por la propia
corriente de la descarga. A este tipo de pararrayos se le denomina pararrayos de soplado
magnético.
Uno de los problemas más críticos en los pararrayos valvulares es la distribución de tensión en
sus entrehierros, si se consideran los entrehierros como capacitores en serie, tal como se indica en
la Fig. 8.5.7, teóricamente les correspondería una distribución de tensión lineal pues todos los
entrehierros son iguales, sin embargo, en la realidad no es así.
La distribución de tensión no es lineal debido al efecto de las capacitancias parásitas que hacen
que la corriente que circula por cada entrehierros sea diferente. La tensión que corresponde a cada
unidad está dada por:
senh n
En E 8.5.2
senh N
495
~
Resistencias no Bobinas de
lineales de soplado
derivación magnético
Resistencias no
lineales principales
(a) (b)
Donde:
C
Ck
N- Número de entrehierros.
Para mejorar la distribución de tensión en los entrehierros de los pararrayos se usa el control
resistivo. Este consiste en situar en paralelo con los entrehierros resistencias de forma tal que la
corriente de fuga circule por ellas imponiendo así a los entrehierros la distribución de tensión que
ellas determinen. Estas resistencias son lineales y en forma de aros para que puedan rodear
completamente al entrehierros.
Para pararrayos de tensiones muy altas se requiere, para mejorar la distribución de tensión, del
control capacitivo, pues con el control resistivo se mejora mucho la distribución de tensión pero
en la práctica no se logra la linealidad. El control capacitivo se logra mediante la adición a los
pararrayos en su parte superior de una pieza en forma de anillo, la que produce capacitancias
transversales opuesta que compensan los efectos de las capacitancias parásitas.
Una mala distribución de tensión en los entrehierros trae como consecuencia calentamiento e
ionizaciones indeseables en los entrehierros más afectados, lo que a la larga disminuye la tensión
de operación de los mismos.
En la selección de un pararrayos de este tipo para que opere correctamente se destacan por su
importancia dos parámetros:
La tensión nominal.
La corriente de descarga nominal.
496
10
9
8
6
Ck
5
4
3
2
1
C
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Como se sabe la máxima tensión de línea a tierra durante una falla debe ser calculada teniendo en
cuenta los parámetros de ésta, pero para cálculos aproximados se puede considerar que en los
sistemas efectivamente puestos a tierra la tensión máxima a esperar no debe exceder el 80 % de la
tensión de línea, en los puestos a tierra a través de resistencias este valor oscila entre un 85-88 %
y para los sistemas aislados es de un 100 %. Normalmente se toma para la tensión nominal del
pararrayos un 105 % del valor de esta tensión.
497
8.5.4.- PARARRAYOS DE OXIDO METALICO (ZnO).
La principal característica de los pararrayos de óxido metálico (ZnO) es que ellos operan sin la
necesidad de emplear entrehierros tal como se muestra en la Fig. 8.5.8. En ellos la cámara aislante
de porcelana, o de algún compuesto polimérico, cumple las mismas funciones que en el
pararrayos de carburo de silicio.
Resorte de presión
Resistencias no lineales
Elementos de contacto
Cuerpo de porcelana
Las resistencias no lineales son discos cerámicos densos compuestos en un 85-90 % de ZnO y en
un 10-15 % de otros óxidos metálicos como son: Bi2O3, Sb2O3, CaO, MnO2, CrO3, NiO,
Al(NO3)3.
En la Fig. 8.5.9 se ilustra la estructura básica de una resistencia no lineal a base de ZnO,
diminutas partículas de este material, de aproximadamente 10 m de diámetro, se encuentran
fusionadas en capas intergranulares de alta resistividad. La resistencia por lo tanto representa un
arreglo serie paralelo de granos de ZnO separados por uniones intergranulares del resto de los
óxidos metálicos. Por lo general la resistividad de los granos de ZnO está entre 1-10 -cm, en
dependencia del dopado que tengan, mientras que la resistividad de las capas intergranulares es
superior a 108 -cm.
498
intergranulares, las que pueden soportar hasta 2,5 V para densidades de corriente en la resistencia
de 10-4 A/cm2. En esta región la corriente que circula es básicamente capacitiva y la resistiva que
circula está limitada a la motivada por aquellos electrones de muy alta energía térmica que son
capaces de vencer la barrera de potencial de las capas intergranulares.
Gránulo de ZnO
Capa intergranular
499
U
UP
UG UB
25 ºC
75 ºC
125 ºC
I
Fig. 7.5.10.- Representación logarítmica doble de la característica
de tensión contra corriente de una resistencia no
lineal de ZnO
I k U 8.5.3
Donde:
I - Corriente de descarga a través del pararrayos.
U - Tensión a través del pararrayos.
- Coeficiente de alinialidad (entre 40 y 50).
k - Constante que depende del material.
Uno de los problemas principales de este tipo de pararrayos radica en que, como sus resistencias
están permanentemente conectadas a la tensión de la línea, por ella fluye un corriente
continuamente. La potencia disipada en las resistencias es proporcional al producto de esta
corriente por la tensión aplicada, ahora bien, como la corriente a su vez depende de la temperatura
del resistor, la potencia disipada también dependerá de ella. La potencia está dada por.
T
P U 2 I 0 exp e 8.5.4
T
500
Donde:
Te - Constante del material.
T - Temperatura absoluta del material.
Q T T0 8.5.5
Donde :
- Coeficiente que de pende de las dimensiones físicas del pararrayos.
P, Q
T1 >T2
P
Q (T1)
B
Q (T2)
T
Fig. 8.5.11.- Característica de variación de la potencia generada en
el resistor y de la disipada al medio ambiente.
Como se puede apreciar en la Fig. 8.5.11 a medida que la temperatura del medio exterior es
menor la energía que puede absorber el resistor, y por tanto la temperatura, es mayor.
501
Al igual que en los pararrayos de SiC en la selección de los pararrayos de ZnO hay parámetros de
mucha importancia como son:
La máxima tensión de operación continua.
La tensión nominal.
La corriente de descarga nominal.
La máxima tensión de operación continua (MCOV) de sus siglas en inglés “maximun continuous
operating voltage”, es el máximo valor efectivo de la tensión a frecuencia de potencia que puede
ser aplicada continuamente entre los terminales del pararrayos durante su tiempo de vida útil sin
que exista deterioro de sus cualidades eléctricas.
La tensión nominal es el máximo valor r.m.s. a frecuencia de potencia entre los terminales al cual
es diseñado para operar correctamente bajo las condiciones de sobretensiones temporales
establecidas en las pruebas de operación. La tensión nominal del pararrayos se selecciona, por
tanto, de acuerdo a las sobretensiones temporales en el punto donde se encuentra instalado el
pararrayos, teniendo en cuenta tanto su amplitud como su duración. es decir, la característica
tensión a la frecuencia del sistema contra tiempo del pararrayos debe ser más alta que la
característica de amplitud contra tiempo de duración de la sobretensión temporal.
En la Fig. 8.5.12 se muestran las características de corriente contra tensión de los diferentes tipos
de resistores empleados en la protección contra las sobretensiones transitorias comparadas con la
característica que le corresponde a un pararrayos ideal para la misma tensión residual. Como se
puede apreciar la característica correspondiente al pararrayos de ZnO es quien más se aproxima a
la condición ideal.
502
Condición ideal
R esistencia de Z n O
Tensión residual
R esistencia de S i C
R esistencia lineal
C orriente de descarga
La intensidad de la corriente que circula a través de las resistencias de ZnO para la tensión
nominal es tan pequeña que permite que el pararrayos construido con este tipo de resistencia
opere sin entrehierros, lo que no es posible en el pararrayos de SiC.
Lo antes expuesto se puede apreciar con más facilidad en la Fig. 8.5.13 en que, como se muestra,
para la tensión nominal por las resistencias de ZnO la corriente que circula es del orden de
0,001A mientras que para el SiC está entre los 100-500 A, por lo que un pararrayos construido
con estas resistencias no puede operar sin entrehierros que limiten la magnitud de la corriente que
circule a través de ellos para la tensión nominal.
Otra diferencia importante es la mostrada en la Fig. 8.5.14 en la que como se aprecia en el caso de
los pararrayos de ZnO no existe corriente consecutiva de frecuencia de potencia, durando por lo
tanto la conexión de la línea a tierra sólo el tiempo necesario para derivar a tierra la corriente de la
sobretensión, es decir, el paso del estado aislante al conductor es sumamente rápido, del orden de
nanosegundos, y totalmente reversible ya que va del estado conductor al aislante también
sumamente rápido cuando la tensión aplicada se hace inferior a la tensión de ruptura. En los
pararrayos de SiC hay que esperar a que primero descarguen los entrehierros, considerando el
tiempo estadístico de demora y el tiempo formativo de demora, y después operan las resistencias
no lineales, por lo que primero se alcanza la tensión de ruptura y después, con la circulación de la
corriente, se define la tensión residual.
En el caso de los pararrayos de SiC para establecer el margen de protección hay que considerar
dos aspectos: la tensión de operación sobre frente de onda (MP1) y la tensión residual máxima a
la corriente especificada (MP2) tal como se muestra en la Fig. 8.5.15. La tensión de operación
sobre frente de onda no depende de la resistencias de SiC sino de la razón de crecimiento de la
tensión y de la consistencia del disparo de los entrehierros. En el caso de los pararrayos de ZnC
no existe esta dependencia tal como se muestra en la Fig. 8.5.16, dependiendo el nivel de
503
protección que brinda el dispositivo únicamente de las características de las resistencias no
lineales de ZnC.
Hay dos aspectos muy importantes para lograr una protección efectiva de un transformador
mediante el uso de pararrayos: su selección y su instalación. Para garantizar la confiabilidad de la
protección que se puede obtener con un pararrayos en una instalación dada la selección adecuada
del mismo es una condición necesaria pero no suficiente.
La instalación del pararrayos debe ser, en primera instancia, lo más cerca posible del equipo a
proteger, esto es fundamentalmente por el hecho de que si son instalados más allá de la zona
permisible, existirá el peligro de que para las tensiones de impulso, especialmente para aquellas
de frente muy escapado, en el equipo protegido la tensión reflejada alcance valores superiores a
los permisibles.
Una vez que el pararrayos opera, el mismo se comporta teóricamente como un cortocircuito, por
lo que en él se producirá una reflexión de la onda de polaridad contraria a la que está llegando en
ese momento. Esta onda reflejada de polaridad contraria es de 2000 kV/s también, y al viajar
hacia el transformador demorará 0,2 s, instante de tiempo parar el cual la señal de tensión hace
0,5 s que llegó al transformador existiendo en los terminales del mismo 1000 kV; comenzando a
partir de este instante de tiempo la función protectora del pararrayos disminuyendo la tensión
aplicada al transformador de la forma indicada en la Fig. 8.5.17(a). La variación de la tensión en
el pararrayos al arribar la onda reflejada por el transformador se pude apreciar en el oscilograma
de la Fig. 8.5.18.
504
U
Tensión de descarga
Up
Pararrayos de ZnO
Ub
Tensión normal de Pararrayos
UG línea a neutro UN de SiC
25 ºC
75 ºC
125 ºC
505
U (kV)
1 2 3 4 5 6 7 t ( s)
Fig. 8.5.15.- Característica de protección de un transformador
con un pararrayos valvular
U (kV)
1 2 3 4 5 6 7 t ( s)
Fig. 8.5.16.- Característica de protección de un transformador
con un pararrayos de ZnO
506
La variación de la tensión en el interruptor sigue un proceso parecido pero con la condición de
que en el mismo se puede considerar que no hay cambio de impedancia y por lo tanto no habrá
reflexión de ningún tipo. En la Fig. 8.5.17(b) se muestra un ejemplo similar al mostrado en la
Fig. 8.5.17(a) pero reduciendo la distancia entre el pararrayos y los equipos protegidos a la mitad
con lo que disminuye la tensión máxima que llega a quedar aplicada a ellos.
Como se ha podido apreciar en la función protectora del pararrayos tiene una importancia
primordial la distancia entre él y el equipo a proteger y la razón de crecimiento de la onda de
impulso, tal como se puede ver en la expresión 8.5.6.
dU X
UX UP 2 8.5.6
dt V
Donde:
Ux - Tensión en los terminales del equipo situado a una distancia X del pararrayos.
UP - Tensión en los terminales del pararrayos.
dU
- Razón de crecimiento de la onda de tensión.
dt
La tensión UP en los terminales del pararrayos de la Fig. 8.5.19, está dada por:
U p U z1 U r U z 2 Ut 8.5.7
Donde:
Ur - Tensión residual del pararrayos.
Ut - Caída de tensión en la resistencia de puesta a tierra del pararrayos.
Uz1 - Caída de tensión en el cable de conexión entre la línea y el pararrayos.
Uz2 - Caída de tensión en el cable de conexión entre el pararrayos y la puesta a tierra..
dI dI
U p I R d R t L z1 L z2 8.5.8
dt dt
Donde :
I.- Corriente de descarga del pararrayos.
Rd - Resistencia de descarga del pararrayos.
Rt - Resistencia de puesta a tierra del pararrayos.
LZ1 y Lz2.- Inductancia de los cables de conexión del pararrayos.
di
: Pendiente de la corriente.
dt
507
Fig. 8.5.17(a).- Variación de la tensión en un transformador y en
un interruptor protegidos con un pararrayos situado
a 30 m hasta el tiempo indicado en la abscisa.
- Tensión máxima en el interruptor 800 kV.
- Tensión máxima en el interruptor 800 kV.
508
Punto de cambio
de pendiente
UP
UZ1
Ur
UZ2
Ut
RT
509
La conexión del pararrayos influye en el nivel de protección que él brinda. Existen tres posibles
tipos o métodos de conexiones:
Cuando la onda de corriente producto del rayo fluye a tierra a través del pararrayos, la tensión que
queda aplicada al enrollado primario es la suma de la tensión de descarga del pararrayos y la caída
de tensión en el cable de conexión a tierra, la que puede alcanzar valores inadmisibles. Como el
enrollado secundario y el tanque del transformador están prácticamente a potencial de tierra la
tensión aplicada entre ellos y el enrollado primario puede provocar fallas en el aislamiento razón
por la cual este tipo de conexión no se recomienda.
La protección entre los enrollados y el núcleo o el tanque del transformador depende del
incremento del potencial con respecto a los enrollados. Aunque la resistencia de puesta a
tierra del poste sobre el cual está montado el transformador sea pequeña proporciona una
corriente de carga suficiente para mantener el potencia a tierra del tanque. Además, este
incremento en el potencial del tanque puede provocar descargas contra cualquier objeto
cercano puesto a tierra. Ambas condiciones traen como resultado que cuando el potencial
de la onda es máximo puedan producirse perforaciones del aislamiento entre enrollados y
el tanque.
La conexión directa entre el primario y el secundario no es aconsejable, fundamentalmente
cuando la resistencia de puesta a tierra del neutro del transformador no es baja. Esta
restricción hace inaplicable este método en circuitos rurales u otros circuitos que no tengan
un sistema de puesta a tierra efectivo.
El método más eficiente es el método de los tres puntos de conexión que se muestra en la
Fig. 8.4.22. En este tipo de conexión se eliminan los esfuerzos entre los tres grupos de
aislamientos del transformador. Cuando el cable de puesta a tierra del pararrayos se interconecta
con el tanque y el neutro secundario se obtiene la protección más confiable para el transformador.
Si la conexión sólida entre el tanque y el punto común de tierra no es permitido por la norma
local, pueden utilizarse entrehierros entre ambos puntos y entre el punto común de tierra y el
neutro secundario.
510
El método de los tres puntos de conexión es el que se emplea tanto en la protección de bancos
trifásicos y/o de transformadores trifásicos.
511
Pararrayos Tanque del
transformador
El esfuerzo a que está sometido el aislamiento mayor de la máquina, es decir, el aislamiento entre
los enrollados y la carcaza, es determinado básicamente por la magnitud de la tensión de impulso
respecto a tierra; sin embargo, el esfuerzo a que está sometido el aislamiento menor, aislamiento
entre vueltas enrollados etc., depende fundamentalmente de la razón de crecimiento de la tensión
de impulso debido a los serios problemas de distribución de tensión que confrontan estos equipos
ante transitorios de frente escarpado.
Sobre la base de lo antes expuesto, la protección de las máquinas rotatorias contra los efectos de
las descargas atmosféricas se basa en dos principios:
512
La magnitud de la sobretensión se puede limitar mediante el uso de pararrayos, mientras que la
magnitud de la razón de crecimiento se puede disminuir colocando en serie con los enrollados de
la máquina un inductor o colocando en paralelo con ella un capacitor tal como se muestra en la
Fig. 8.6.1.
Para la protección contra los impactos directos o para evitar los que impacten entre la máquina y
el pararrayos debe usarse algún tipo de apantallamiento con cables protectores o mástiles.
Un caso muy común con las máquinas rotatorias es el que se presenta cuando las mismas están
conectadas directamente a una red aérea, sobre todo porque esta situación se presenta para
máquinas de altas tensiones de operación y de gran capacidad, razón ésta por la cual es necesario
garantizar su protección. En la mayoría de los esquemas de protección usados en estos casos se
instala un pararrayos especial en los terminales de la máquina para limitar la magnitud de la
sobretensión que pueda llegar a ella, en tanto que la pendiente se suaviza con el empleo de
capacitores, los que se cargan a través de la impedancia característica de la línea o de la
inductancia que se sitúe en el circuito para disminuir la pendiente de la onda. Para limitar la
tensión que determina la razón de carga del capacitor se sitúa un pararrayos lo suficientemente
alejado de las máquina, como para que opere antes de que la onda de tensión aplicada a él sea
modificada por la onda reflejada desde el capacitor. A medida que el pararrayo está más lejos,
menores serán los sobretensiones producidas por los rayos que caigan más allá de él, pero mayor
será la exposición para los que caigan entre el pararrayos y la estación de la máquina, razón por la
cual es necesario el apantallamiento.
L
M
Pararrayos C
513
Para máquinas con el neutro no puesto a tierra existe la posibilidad de reflexiones desde el punto
neutro, que pueden llegar a duplicar la tensión en él, por lo que en esos casos es aconsejable
limitar aún más la razón de crecimiento de la onda usando capacitores mayores y en caso
necesario conectar un pararrayos especial en dicho punto.
El uso de transformadores de bajada en las estaciones parar máquinas rotatorias es común, dada la
necesidad de llevar las tensiones de distribución a las tensiones de trabajo de las máquinas. Como
las sobretensiones en la línea pueden producir sobretensiones en los enrollados de baja de los
transformadores, aún en el caso de que el lado de alta de los transformadores esté debidamente
protegido, es necesario proteger directamente a la máquina en base al principio general expuesto
en la Fig. 8.6.1.
Cable aislado
M
514
Capítulo IX
Sobretensiones internas
9.1.- INTRODUCCION.
En las condiciones de estado estable se consideran como aspectos fundamentales los siguientes
factores:
Flujo normal de potencia del suministro a la carga.
Valores nominales de las tensiones en cada punto.
Valor nominal de la frecuencia de la tensión.
Garantía en la continuidad del servicio.
Eficiencia adecuada.
Otros factores.
En las condiciones de operación de estado estable uno de los aspectos más importantes a
considerar es la tensión del sistema. Por tensión del sistema se entiende el valor efectivo de la
tensión de línea a la frecuencia nominal del sistema, por lo general 50-60 Hz. Este valor de
tensión es el que se toma como base en el estudio del sistema en estado estable..
Las condiciones de estado transitorio se caracterizan por un cambio brusco en las condiciones de
operación a que están sometidos todas las componentes y aparatos del sistema. En las
condiciones de estado transitorio se consideran como aspectos fundamentales los siguientes:
Posibles sobretensiones.
Aparición de altas corrientes.
Destrucción de aparatos y componentes..
Interrupción en el servicio.
Otros aspectos.
De los aspectos antes señalados el más importante desde el punto de vista de la operación
confiable del sistema son las sobretensiones que pueden aparecer y el efecto de las mismas sobre
su aislamiento.
Existen diversas causas en la operación de los sistemas eléctricos que permiten la aparición de
altos valores de tensión o sobretensiones. Las fuentes de generación de las sobretensiones se
pueden clasificar en dos grandes grupos:
Sobretensiones externas.
Sobretensiones internas.
510
En las sobretensiones externas la fuente de energía la aporta el rayo, por lo que la misma es
externa al sistema, en tato que en las sobretensiones internas la fuente de energía es el campo
electrostático i electromagnético de la línea, por lo tanto la energía la aporta el sistema.
Tanto para las condiciones de estado estable como para las condiciones de estado transitorio el
aspecto más importante es el comportamiento del aislamiento de los aparatos y partes
componentes del sistema, ya que los esfuerzos a que el mismo está sometido debido a la acción
del campo eléctrico difieren considerablemente para ambos tipos de condiciones. Para las
condiciones transitorias el esfuerzo a que está sometido el aislamiento es de corta duración pero
de gran intensidad, mientras que para las condiciones de operación de estado estable los esfuerzos
son de baja intensidad pero de larga duración, siendo éste último el factor fundamental en el
envejecimiento del mismo.
El esfuerzo continuo a que está sometido el aislamiento de las componentes y aparatos de los
sistemas eléctricos debido a la acción del campo eléctrico provocado por la tensión nominal de
trabajo hace que el aislamiento vaya cambiando paulatinamente, su resistencia va disminuyendo
y las pérdidas en el mismo van aumentado pudiendo llegar a producirse una falla en el mismo.
En todos los caso señalados se producen en el sistema ondas de tensión de corriente que se
propagan por los mismos y que inciden sobre los aisladores, transformadores, interruptores, etc.,
pudiendo llegar a ocasionar daños de consideración en el aislamiento de los mismos. Las normas
internacionales plantean que para estudiar el efecto de estas ondas sobre las componentes y
aparatos de los sistemas eléctricos es necesario someter a los mismos a pruebas con ondas de
tensión y corriente típicas, entre las cuates las más comúnmente usadas son la de 1,2/50 s para
la tensión y de 8/20 s para la corriente.
511
9.2.2.- SOBRETENSIONES INTERNAS.
Las sobretensiones internas se pueden definir como cualquier tensión transitoria entre fase y
2
tierra o entre fases que tengan un valor respecto a la tensión del sistema mayor que U para
3
las tensiones de línea a tierra o U 2 para el caso de la tensión entre líneas.
Las sobretensiones internas se definen comúnmente en valores por unidad, así para el caso de las
sobretensiones a tierra se tiene que:
Um 3
Upu 9.2.1
U 2
Donde:
Upu – Sobretensión por unidad de fase a tierra.
Um – Valor pico de la sobretensión de fase a tierra.
U - Valor efectivo máximo de la tensión del sistema.
Las sobretensiones internas pueden ser de dos tipos claramente definidos las sobretensiones
temporales y las transitorias.
Una sobretensión temporal no es más que una sobretensión de línea a tierra, o de fase a fase, de
relativamente larga duración muy débilmente amortiguada o no amortiguada, comúnmente a
frecuencia de potencia. Este tipo de sobretensión se origina a partir de:
Fallas.
Cambios súbitos de carga.
Efecto Ferranti.
Resonancia. Ferrorresonancia.
Etc.
Una falla de línea a tierra representa un ejemplo típico de este tipo de sobretensión ya que en las
fases no falladas se presenta un aumento en la tensión de forma sostenida mientras dure la falla..
Otro caso típico de sobretensión temporal se presenta al cerrar una línea terminada en un
transformador si la característica de saturación del transformador puede producir un alto
contenido de armónicos en la forma de onda de la tensión, y aún más si la capacitancia de la línea
con la inductancia del transformador pueden modular la amplitud de la tensión a frecuencia de
potencia. La envolvente de dichas oscilaciones normalmente se atenúa lentamente.
512
La amplitud y duración de loa sobretensiones transitorias dependen de la configuración del
sistema, de sus parámetros eléctricos, de la condición del sistema previo al cambio, etc., pero por
lo común son de corta duración y altamente amortiguados.
Para estudios de coordinación de aislamiento los mismos se definen más que por la forma de
onda propia por la envolvente a la misma, usándose para simularlos en los laboratorios la onda
típica de 250/2500 s.
Aunque desde el punto de vista del aislamiento su forma y duración son los aspectos más
importantes los mismos se clasifican según su origen, siendo los más comunes los debido a:
Energización de una línea.
Recierre de una línea.
Apertura de una corriente capacitiva.
Apertura de una corriente inductiva.
Limpieza de fallas.
Etc.
9.3.1.- INTRODUCCION.
Al inicio del desarrollo eléctrico la mayoría de los sistemas operaban aislados de tierra, pasando
después a medida que los mismos se desarrollaban a trabajar puestos atierra, usándose en la
actualidad los sistemas aislados sólo en tensiones de distribución y menores.
La ventaja inicialmente analizada era la de que fallas a tierra permitían mantener el servicio, pero
a esta ventaja se le contraponían las sobretensiones ante fallas intermitentes y los problemas
concernientes al aislamiento de este tipo de falla, situaciones éstas fáciles de controlar en los
sistemas puestos a tierra.
En l sistema que se muestra en la Fig. 9.3.1 bajo condiciones normales de operación el punto N
esta a cero potencial a pesar de que el mismo no está conectado a tierra. Cuando se presenta una
falla a tierra en una línea la corriente de falla es limitada por las capacitancias de línea a tierra
quedando el diagrama fasorial tal como se aprecia en la parte inferior de Fig. 9.3.1.
513
c
a Icab Icac
If
vc
-vb
vab Icac
va Icab I vb
f
-vc
vac
La sobretensión máxima que se puede presentar en los sistemas con el neutro aislado es de 3 Uf ;
sin embargo, en el caso de fallas intermitentes a tierra se pueden producir sobretensiones de hasta
5 - 6 veces la tensión nominal del sistema.
El fenómeno de elevación brusca del potencial se desarrolla como se indica en la Fig. 9.3.2. Un
sistema con el neutro aislado operando bajo condiciones normales mantiene su punto neutro al
potencial de tierra, sin embargo, al presentarse una falla atierra en la fase a el triángulo de tensión
se desplaza a la posición indicada en la Fig. 9.3.2. La máxima sobretensión que puede aparecer
debido a esta falla se presenta cuando la tensión en la fase a es Umax, ya que para esa condición
las tensiones de las fases b y c es de –0,5 Umax. Al presentarse para la condición señalada, la
falla a tierra, la tensión de a cae bruscamente a cero, por lo que el potencial del punto neutro tiene
que bajar a –Umax (para mantener el Umax de la misma polaridad correspondiente a la fase a),
lo que implica que las tensiones de las fases b y c caen a –1,5 Umax, estabilizándose a esta
tensión a través de un proceso transitorio, cuya máxima amplitud puede llegar a ser de hasta
2,8 Umax debido al carácter oscilatorio del circuito.
514
Transcurrido medio ciclo la tensión de la fase a se ha invertido, tal como se muestra en la parte
superior de la Fig. 9.3.2. Con esto la diferencia de potencial aplicada al punto de falla puede
llegar a provocar de nuevo que el arco eléctrico se reinicie, con lo que el potencial de la fase a
tendera de nuevo a buscar el potencial de tierra a través de un proceso oscilatorio; sin embargo, si
la corriente establecida al reiniciarse el arco pasa por cero y se extingue cuando el potencial del
punto neutro está en su valor negativo máximo, el triángulo de tensión quedará ocupando la
posición indicada en la parte inferior de la Fig. 9.3.2. debido a que de nuevo la línea se ha aislado
de tierra. Transcurrido medio ciclo más se repiten las mismas condiciones, por lo que puede
repetirse de nuevo el mismo proceso tal como se indica en la Fig. 9.3.2.
Va
vb vc
N
vb vc
va Vc Vb
N Potencial de tierra
Pulsos de corriente
va debido a la Va
reiniciación del arco Vb Vc
Vc Vb
Va
Las condiciones señaladas para el fenómeno antes descrito son la óptimas; ahora bien, en la
realidad es muy poco probable que la reiniciación del arco tenga lugar cuando la tensión de la
fase fallada esté en su valor máximo, normalmente se presenta antes, con lo que las
sobretensiones son de menor magnitud que la descrita.
9.4.1.- INTRODUCCION.
Entre los fenómenos que pueden dar lugar a sobretensiones a frecuencia de potencia en los
sistemas eléctricos, se encuentran los debidos a la resonancia, ya sea del armónico fundamental o
de los armónicos secundarios. Entre los fenómenos de resonancia revisten una importancia
particularmente grande los debidos a la ferroresonancia.
515
9.4.2.- SOBRETENSIONES POR RESONANCIA.
Los sistemas eléctricos más factibles de confrontar estos problemas son aquellos que alimentan
extensas redes basado en cables soterrados, condición esta que sólo se presenta n los sistemas de
distribución. En los sistemas de transmisión lo más común es la ferroresonancia.
Para un circuito serie la ecuación que lo gobierna está dada por:
1 2
U I R 2 (2π fL ) 9.4.1
2π fC
1
2π fL
2π fC
tanα 9.4.2
R
1 1
U IR; α 0 y f o γ
2π LC LC
Como se aprecia a la frecuencia de resonancia la corriente sólo está limitada por la resistencia del
circuito, la cual en los sistemas eléctricos se procura mantener lo más pequeña posible.
U
Uc 9.4.3
2
ω 2
ω R C 1
2
γ
516
U U U LC Z
Uc U 9.4.4
ωR C γR C R R
Ya que:
L C Z impedancia característica del circuito
Por lo tanto, la relación entre la tensión en el elemento capacitivo y la tensión total es igual a la
relación entre la impedancia característica y la resistencia óhmica del circuito.
Debido a los valores de las capacitancias en los circuitos eléctricos a frecuencia de potencia, la
frecuencia de resonancia corresponde a los armónicos superiores los que normalmente tienen
magnitudes bajas. En el caso de que se presente la resonancia de un armónico cualquiera se va a
presentar una distorsión muy marcada de la forma de onda de la tensión.
En las redes de distribución la resonancia puede ocurrir en los grandes sistemas soterrados
alimentados por una línea aérea. En estos casos la frecuencia natural puede ser fácilmente del
orden del armónico inferior de la tensión de generación y puede dar lugar a tensiones excesivas
en el sistema entero: pero aún es más posible la resonancia de alguno de los armónicos, lo que
también puede dar lugar a sobretensiones, aunque de menor cuantía.
Otro caso peligroso para la resonancia es cuando los cables alimentadores de alta capacitancia se
protegen contra corrientes de cortocircuito demasiado altos mediante el uso de reactores serie.
Los capacitores estáticos que se usan para mejorar el factor de potencia de una red pueden
constituir circuitos resonantes con los transformadores alimentadores, particularmente cuando
están en vacío debido a que no existe el amortiguamiento que introduce la carga.
517
La Fig. 9.4.2 corresponde al diagrama fasorial de un circuito LC en la que se puede apreciar que
la caída en el capacitor es lineal, en tanto que la correspondiente a la inductancia no loes por su
dependencia de la corriente.
Como se puede ver en la Fig. 9.4.2 la característica Uc1 no se corta con la de la inductancia lo
que implica que siempre se va a cumplir que U C U L por lo que se trata de un circuito
capacitiva. Si por el contrario las curvas se cortan se presentará la siguiente situación:
inicialmente U L U C , la tensión aplicada al circuito será la diferencia entre UL y UC, ya que
siempre se tiene que cumplir que U U L U C . Si la tensión aplicada se comienza a aumentar se
llegará a un valor de Umax a partir del cual cualquier incremento en el mismo implicará un
cambio brusco en el modo de operación del circuito, el cual pasará de inductivo a capacitivo ya
que para valores superiores a Umax no hay solución posible a la izquierda del punto O1; pasando el
sistema a operar a la derecha de dicho punto, para el cual si se cumple que U U L U C , aunque
operando ahora como un circuito capacitivo. Como se puede apreciar el cambio analizado
provoca un aumento considerable en la magnitud de la corriente, lo que hace que también
aumente la tensión aplicada a cada uno de los componentes del sistema.
En la Fig. 9.4.3 se puede apreciar la característica U vs I del sistema analizado, la cual tiene
como puntos de operación estables los puntos A y B. Al punto de operación estable A la
corresponden valores de UC Y de UL bastante altos, los que dependerán de la pendiente de la
1
curva correspondiente a UC, la que está dada por .
ωC
518
UC y UL UC1 UC
Umax
UL
O1
Umax
I
Fig. 9.4.2.- Característica de variación de la tensión en la
inductancia y en la capacitancia en un circuito LC
serie.
UC
C UL
B
UC
U
UL
U U
I
UC UL
519
El cambio de un estado de operación al otro va acompañado de un proceso transitorio que puede
agravar más aún la situación.
Estos fenómenos no ocurren durante la operación normal del sistema, sino cuando se presentan
perturbaciones en su operación y después de operaciones deficientes. Un caso típico en el cual se
puede presentar tanto este fenómeno como el de la resonancia se muestra en la Fig. 9.4.4 que
corresponde a una interrupción en la línea que alimenta un transformador en vacío o a un
transformador de medición y en el mismo la magnitud de la sobretensión que puede aparecer
dependerá de la magnitud de las capacitancias a tierra y de si llega a presentarse ono una
inversión en el modo de operación del circuito. .
~ T
Durante la conexión de líneas frías la condición peor que se puede presentar es cuando ellas
están abiertas, ya que la tensión en el extremo abierto puede llegar a ser de hasta dos veces la
tensión aplicada debido a la reflexión que tiene lugar en dicho punto y cuya secuencia se muestra
en la Fig. 9.5.1.
En la Fig. 9.5.1(a) inicialmente viajan hacia el extremo abierto una onda de tensión y otra de
corriente, las que al arribar al extremo de la línea son reflejadas, doblándose la tensión y
haciéndose cero la corriente pues en este caso la tensión reflejada es de la misma magnitud y
polaridad que la incidente en tanto que la corriente reflejada es también de igual magnitud pero
de polaridad contraria, Fig. 9.5.1(b). Al arribar estas señales ala fuente y como ella actúa como un
cortocircuito en ella se reflejan de nuevo la onda de tensión y la de corriente, siendo en este caso
la de tensión negativa y la de corriente positiva, Fig. 9.5.1(c). Estas nuevas ondas al arribar al
terminal abierto de la línea y reflejarse dan lugar a las condiciones mostradas en la Fig. 9.5.1(d),
es decir la línea retorna a sus condiciones iniciales, por lo que el próximo sería el que salieran de
la fuente dos nuevas ondas que repetirían el mismo proceso por lo que la tensión y la corriente
oscilarían alrededor de su valor final y el circuito se comportaría como un circuito oscilante.
520
Para una línea real, es decir, con pérdidas debido al amortiguamiento que tiene lugar la tensión se
estabilizará a un valor intermedio entre 2U y cero en tanto que a corriente tenderá a cero.
El caso de energización de una línea terminada en un circuito abierto se muestra en la Fig. 9.5.2.
Ui
Ii
(a)
Ur
2 Ui
Ir
(b)
Ui
2 Ui
Ii
(c)
Ur
Ir
(d)
Ui
Ii
(e)
521
UI
UR
UI
UR
UI
UR
UR
UI
UR
UI
UR
UR
UI
Fig. 9..5.2.- Proceso de carga de una línea abierta con una señal de
tensión alterna.
9.6.1.- INTRODUCCION.
Cuando se abre una línea energizada se presentan sobretensiones que pueden llegar a tomar
valores apreciables. Los casos más críticos se presentan cuando se interrumpe una corriente
capacitiva, como es el caso de una línea en vacío o una batería de capacitores y cuando se se
interrumpe una corriente inductiva forzando la misma a cero, como es el caso de la interrupción
de la corriente de magnetización de un transformador en vacío o de un inductor por un interruptor
de gas.
522
9.6.2.- INTERRUPCION DE UNA CORRIENTE CAPACITIVA.
A medida que transcurre el tiempo la tensión que queda aplicada a los extremos del interruptor va
aumentando; si la razón de crecimiento de la tensión entre los polos del interruptor es menor que
la correspondiente al proceso de recobrado de las propiedades aislantes del medio que separa los
contactos, el proceso de interrupción será completo y la energía almacenada en el capacitor se
disipará debido a las pérdidas en el aislamiento. En caso contrario se reiniciará el arco entre los
contactos del interruptor tal como se muestra en la Fig. 9.6.1 (c), Fig. 9.6.1 (d) y Fig. 9.6.1 (e)
En el caso de la Fig. 9.6.1 (c), el reinicio del arco se efectúa antes de que la tensión haya
cambiado de polaridad, condición para la cual se restablece la corriente de frecuencia de
potencia, no produciéndose sobretensiones en el sistema, sólo una pequeña perturbación de
frecuencia superior a la de potencia.
En el caso de la Fig. 9.6.1 (d) el arco se reinicia cuando la diferencia de potencial entre los
contactos la máxima posible, pues la tensión ya ha invertido su polaridad y está en su valor
negativo máximo, habiendo entre los contactos una tensión de 2 Umax: al reiniciarse el arco, si se
establece de nuevo la corriente de frecuencia de potencia como es el caso de esta figura, el
potencial de Cb tenderá a la tensión Ua después de un proceso oscilatorio el cual se propaga por la
línea. Si por el contrario al pasar la corriente transitoria por su primer cero se extingue el arco
eléctrico el condensador Cb quedará cargado a una tensión de -2 Umax tal como se muestra en la
Fig. 9.6.1 (e). En este último caso de nuevo la tensión entre los seguirá aumentando lo que puede
producir otra reiniciación del arco entre los contactos, siendo la condición peor cuando la misma
se presenta después que la tensión a invertido de nuevo su sentido y está en su valor máximo
positivo, lo que puede en dicho caso producir una oscilación que va desde -2 Umax hasta 4 Umax
produciéndose ya sobretensiones muy peligrosas para el aislamiento.
523
L
(a) ~ Ca Cb
Ub
Ua
(b)
Ub
I
(c)
Ua
Ub
I
I
Ua
(d)
Ua
(e)
Ub
I
524
En el circuito de la Fig. 9.6.2, para un instante de tiempo cualquiera la energía total almacenada
está dada por:
1
2
C U 2 I2 L 9.6.1
L
U U c2 I 2 9.6.2
C
A B
C
~ L
1
f0 9.6.3
2 π LC
525
Si la apertura del interruptor hace que la corriente se interrumpa en un tiempo menor que medio
ciclo de la duración del periodo propio de oscilaciones del circuito oscilante, el fenómeno se
desarrolla como una oscilación amortiguada cumpliéndose la expresión 9.6.2.
Si la ruptura se efectúa en un tiempo relativamente largo, superior a la cuarta parte del periodo
propio del circuito oscilante, la oscilación, mientras permanece encendido el arco, queda
sometida a un amortiguamiento aperiódico, y en estos casos la sobretensión debe calcularse por la
relación:
dI
UL IR 9.6.4
dt
Así, de esta forma, la energía disipada en el arco y en las demás resistencias del circuito hace que
la magnitud de la sobretensión sea mucho menor.
Teóricamente el caso analizado no debe presentarse en corriente alterna ya que en los mismos la
interrupción de la corriente debe efectuarse cuando esta pasa por cero, sin embargo, existen
condiciones particulares en las cuales se puede presentar, como es el caso de que la interrupción
sea provocada por un fusible de un tiempo de interrupción muy corto o en el caso, más factible
aun, de que se trate de la desconexión de un transformador en vacío o de un inductor usando
interruptores de aire ya que el mecanismo de interrupción de ellos puede forzar la corriente a cero
sin que la misma haya llegado al cero. Esto último es posible debido a la corriente tan pequeña d
las mismas, la cual esta sometida a un mecanismo de interrupción de corrientes
incomparablemente superiores.
Si en el circuito de la Fig. 9.6.3 la corriente es forzada a cero debido a las razones antes
expuestas, los capacitores CU y C0 se cargaran a tensiones muy superiores alas nominales. Esta
sobretensión aparece tanto en el transformador como en el interruptor, lo que provoca de nuevo el
reencendido del arco descargándose CU a través del circuito y C0 a través del transformador; sin
embargo, es muy posible que el sistema de interrupción del arco del interruptor vuelva a forzar la
corriente a cero, y del `proceso se repite, pero cada vez a valores de tensión superiores. Cono se
ha planteado el encendido del arco cada vez se produce a tensiones superiores y el mismo limita
la magnitud de la sobretensión, siendo las sobretensiones máximas detectadas del orden de seis
veces la tensión aplicada al transformador.
El fenómeno que se presenta es de gran complejidad, ya que la capacitancia del equipo tiene una
gran importancia pues al aumentar ésta se presenta un efecto beneficioso y otro perjudicial. El
efecto beneficioso se debe a que se reduce la tensión máxima posible entre los contactos y el
perjudicial es que retrasa el establecimiento de la tensión necesaria para el reencendido del arco
y ello da tiempo a que la separación entre los contactos aumente, lo que hace que la tensión
necesaria para la reiniciación del arco sea mayor.
También la velocidad de separación de los contactos tiene una gran influencia pues si el
reencendido se produce a pequeñas distancias el mismo se repetirá varias veces y en cada uno de
ellos se disipará parte de la energía , lo que hace disminuir el valor máximo de la sobretensión.
526
Este fenómeno hace que la desconexión de circuitos de corriente directa cortocircuitados puedan
generar grandes sobretensiones, pues en ellos la corriente sólo será cero cuando la misma sea
interrumpida por el interruptor.
A B
~ CU L L C0
9.7.1.- INTRODUCCION.
Cuando se interrumpe una falla siempre se presenta un proceso transitorio con la correspondiente
sobretensión. Los casos más típicos son los de la limpieza de fallas a tierra y en ellos juega un
papel importante la distancia a que este la falla. Otro elemento que puede dar lugar a una
sobretensión es la diferencia en el tiempo de extinción del arco entre los contactos de un
interruptores trifásicos en un sistema aislando al abrir una falla trifásica.
Todos los cambios bruscos en los sistemas eléctricos producen procesos transitorios debido a que
los mismos son sistemas oscilatorios. Un caso de interés se presenta para la tensión de
recuperación después de una falla, ya que una vez que la misma ha sido limpiada por los sistemas
de protección transcurre un período transitorio a través del cual la tensión se estabiliza. A este
proceso se le denomina comúnmente tensión de recuperación.
Considerando el caso que se muestra en la Fig. 9.7.1 correspondiente a la limpieza de una falla a
tierra cerca del interruptor en un circuito trifásico y considerando que:
El suministro se considera como una barra infinita.
527
La tensión en el arco se desprecia comparada con la tensión del circuito.
R, L, C, y G son independientes de la frecuencia y de la corriente.
R L
I
IG
IC
~ U = Umax cos t UC
Falla
UC
2 Umax
Apertura
Umax
de los
contactos
LC t
UC previo
Corriente de falla
a la falla
Para este caso el proceso de recuperación de la tensión en el capacitor está gobernado por la
expresión:
528
1
U C U max 1 cos t 9.7.1
LC
Como se aprecia por la expresión 9.7.1 la máxima tensión que puede aparecer aplicada al
capacitor es de 2 Umax , en caso de que no existiera ningún tipo de amortiguamiento y la misma
se presentaría para un tiempo igual a la mitad del periodo de la señal de oscilaciones a la
frecuencia natural tal com se pued apreciar en la Fig. 9.7.1.
En el caso en que la falla sea alejada de los interruptores es necesario considerar la inductancia y
la capacitancia que quedan entre el interruptor y el punto de falla tal como se indica en la
Fig. 9.7.2. En este las tensiones a ambos lados del interruptor están gobernadas por las siguientes
expresiones:
L1
U 1 U max cos ω t cosω1 t 9.7.2
L1 L 2
L2
U 2 U max cos ω 2 t 9.7.3
L1 L 2
En este caso la tensión aplicada entre los contactos del interruptor estará dada por:
U CB U 1 U 2 9.7.4
L1 L2
R I2
I1 I
~ U = Umax cos t U1 C1 U2 U2
Falla
529
9.7.4.- LIMPIEZA DE UNA FALLA TRIFASICA EN UN SISTEMA AISLADO.
Otro tipo de sobretensión que se presenta al limpiar una falla es el caso de los sistemas con el
neutro aislado en los cuales ocurre una falla trifásica, ya que debido al desfasaje exiatente una de
ellas pasará primero por cero extinguiéndose el arco en el polo del interruptor conectado a esa
fase primero que en los demás, tal como se muestra en la Fig. 9.7.3.
Uc Z
Falla
Ub Z
Ua Z
U = 1,5 Ua
Ua
Uc Ub
U U a U b I Z 9.7.5
Pero:
Ub Uc
I 9.7.6
2Z
Luego:
Ub Uc
U U a U b Z
9.7.7
2Z
530
Por lo tanto:
Ub Uc
U U a 9.7.8
2
Ub Uc Ua 9.7.9
U 1,5 U a
Como se puede apreciar debido a la acción de las otras dos fases la tensión entre los contactos del
primer polo del interruptor en que se extingue el arco aumenta instantáneamente a 1,5 Ua
provocando con ello un proceso oscilatorio en el sistema.
531
Capítulo X
Las pruebas de alta tensión consisten básicamente en la aplicación deliberada a un equipo de una
tensión superior a su tensión normal de trabajo por un periodo de tiempo específico para
determinar si el aislamiento del mismo es capaz de soportar o no dicha tensión.
Las formas convencionales de tensiones de prueba que se usan en los laboratorios se pueden
dividir en tres grupos:
Tensiones de corriente directa.
Tensiones de corriente alterna a frecuencia de potencia.
Tensiones de impulso.
Las tensiones de impulso se dividen a su vez en dos grupos: las tensiones de impulso para simular
el efecto de las descargas atmosféricas, tanto de tensión como de corriente, y las destinadas a
simular las sobretensiones internas.
Con estas fuentes de prueba se persigue el objetivo primario de disponer de tensiones de prueba,
perfectamente controladas, que sean capaces de simular tanto las condiciones normales de trabajo
como las sobretensiones que pueden llegar a aparecer en los sistemas eléctricos.
Tensión a soportar.- Se refiere a la tensión de cualquier tipo que el aislamiento debe soportar sin
que en él se presente falla de algún tipo.
Descarga disruptiva.- Este término se usa generalmente para nombrar el fenómeno asociado con
el fallo del aislamiento bajo el esfuerzo eléctrico, el cual incluye descarga a tierra y el paso de la
corriente. El término es aplicable al rompimiento en sólidos, líquidos, gases y sus combinaciones.
El término toma el nombre de perforación cuando la descarga disruptiva tiene lugar a través de un
sólido. La descarga a través de un sólido produce daños permanentes en el material, pero en los
líquidos y gases aislantes la pérdida del aislamiento es generalmente temporal.
532
Tensión disruptiva.- Este término se le da a una tensión determinada a la cual es sometido el
objeto a probar bajo condiciones específicas. Durante esta prueba la descarga disruptiva debe
evitarse.
Tensión disruptiva.- La tensión disruptiva es aquella a la cual tiene lugar la descarga disruptiva
cuando la tensión es aplicada en una forma específica. El valor de tensión obtenido por lo general
tiene variaciones estadísticas, las cuales pueden ser expresadas en diferentes formas, por ejemplo:
Tensión disruptiva al 50 %.- Es aquella que tiene un 50 % de probabilidad para producir una
descarga disruptiva. Este término se aplica, principalmente, en pruebas de impulso y tiene
significado solamente en los casos en que la pérdida del aislamiento, debido a la descarga
disruptiva, es temporal. En este caso se plantea que el aislamiento es autorregenerable.
Pruebas sostenidas de baja frecuencia.- Estas pruebas se realizan a la tensión nominal más alta del
equipo a probar y a la frecuencia nominal de trabajo. Durante estas pruebas se debe medir el
aumento de temperatura, las pérdidas y el nivel de ionización y el de las descargas parciales.
Dentro de este grupo de pruebas caen algunos tipos de pruebas que se realizan al aislamiento
externo bajo condiciones de contaminación.
Pruebas de corta duración.- En este tipo de prueba la tensión se aplica, por lo general, durante un
tiempo no mayor de un minuto, empleándose una tensión que fluctúa entre 2-3 veces la tensión
nominal del equipo. Con ellas se puede determinar la tensión sostenida que soporta el equipo y/o
la tensión a que se presenta la ruptura.
Para el aislamiento externo las pruebas pueden efectuarse bajo condiciones secas o bajo
condiciones húmedas (alto porciento de humedad, simulando el efecto de la lluvia) y algunos
tipos de pruebas bajo condiciones de contaminación artificial.
Pruebas típicas de este tipo para el aislamiento interno son las se efectúan para determinar el
estado del aislamiento mayor de los transformadores (aislamiento entre el tanque y los enrollados)
y también las pruebas de tensión inducida para determinar el estado del aislamiento menor ( entre
vueltas, capas).
533
10.2.3.- PRUEBAS CON TENSIONES TRANSITORIAS.
Este tipo de prueba está destinado a simular los efectos de las diferentes sobretensiones
transitorias que se pueden presentar en los sistemas eléctricos y pueden efectuarse con:
Sobretensiones de alta frecuencia.
Ondas de impulso de tensión.
Ondas de impulso de corriente.
Sobretensiones de alta frecuencia.- Esta prueba se realiza para simular las sobretensiones
causadas por oscilaciones de chucheo en los sistemas. Para una distancia dada entre los electrodos
el rompimiento a alta frecuencia ocurre a tensiones más bajas que a la frecuencia normal de 50-60
Hz. El tiempo entre dos amplitudes consecutivas puede ser tan corto que el medio entre los
electrodos no tiene tiempo de desionizarse, creándose una carga espacial que distorsiona el campo
eléctrico, disminuyendo la tensión necesaria para provocar la ruptura.
Las sobretensiones en los sistemas eléctricos todas son oscilaciones amortiguadas, por lo que las
pruebas de alta frecuencia no amortiguada se realizan fundamentalmente a materiales que se usan
en las telecomunicaciones.
En las pruebas de alta frecuencia amortiguadas se pueden usar equipos que generan, mediante
acoplamiento RC, tensiones oscilatorias de alta frecuencia amortiguadas o generadores de
impulso. En este último caso las ondas de impulso, más que las ondas oscilatorias de alta
frecuencia amortiguada, lo que simulan es la envolvente de la curva.
Ondas de impulso de tensión.- Las pruebas con este tipo de tensión se pueden realizar con una
onda de tensión normalizada de 1.2/50 s, para simular los efectos de las sobretensiones
producidas por las descargas atmosféricas, o con una onda normalizada de 250/2500 s para
simular las sobretensiones internas.
Las pruebas de tensión transitorias con ondas de impulso de tensión para el aislamiento externo
también se efectúan bajo condiciones secas y bajo condiciones húmedas y en ellas puede
emplearse la onda plena, la onda cortada en el frente y la onda cortada en la cola.
534
Las ondas de tensión de impulso de 1.2/50 s que se emplea para simular los efectos de las
descargas atmosféricas son las que juegan el papel predominante en la determinación de la
coordinación del aislamiento en los sistemas eléctricos de tensiones de hasta 275 kV.
U
Envolvente de la curva
t
Oscilación de alta frecuencia amortiguada
10.3.1.- INTRODUCCION.
Los transformadores a frecuencia de potencia son la forma más común de los aparatos de prueba
en alta tensión y forman parte de todos los laboratorios. Los transformadores de prueba de tipo
convencional se diseñan para trabajar a la frecuencia de operación normal del objeto a probar.
Ahora bien, los requisitos a cumplir por un transformador de prueba en particular dependen
principalmente de los equipos que se van a probar, así que:
Para pruebas de generadores y transformadores grandes, los que tienen alta capacitancia
electrostática, deben ser capaces de suministrar corrientes relativamente altas con buena
regulación.
535
Cuando se prueban pasantes y aisladores, como la capacitancia de estos objetos es
relativamente pequeña, no es necesario que el transformado tenga una alta capacidad de
corriente.
En las pruebas de elementos aislantes bajo condiciones de contaminación se requiere del
transformador que para una carga resistiva de 1 A la caída de tensión en él sea menor de
un 5 %, pues de lo contrario se puede inhibir el proceso de descarga.
Para pruebas de cables, los cuales llevan un periodo largo de prueba se hacen necesario
transformadores que puedan suministrar grandes corrientes a bajo factor de potencia y
durante largos periodos de tiempo..
Cuando se miden parámetros tales como capacitancias, pérdidas dieléctricas, etc. la forma
de onda de la tensión de prueba debe ser sinusoidal bajo cualquier condición de carga.
Desde el punto de vista térmico, regulación y kVA de salida, el diseño de los transformadores de
prueba de alta tensión convencionales no difieren mucho de los transformadores de potencia. Sin
embargo, los transformadores de prueba están sometidos frecuentemente a sobretensiones
transitorias debido a las descargas disruptivas de los objetos bajo prueba y su aislamiento, por
tanto, debe ser diseñado para soportar dichas condiciones de trabajo.
La densidad de flujo en el núcleo es mantenida relativamente baja (0,9 - 1.0 Weber/m2) para
evitar saturación y, por lo tanto, distorsión en la forma de onda, lo que es particularmente
importante en las mediciones de precisión. Los espacios libres, los cuales están determinados
principalmente por consideraciones de aislamiento son mayores que en los transformadores de
potencia. El flujo de dispersión, así como la reactancia de filtración, son comparativamente
grandes. Por lo común disponen de enrollados compensadores situados cerca del núcleo para
disminuir la gran reactancia de filtración que hay entre los enrollados de baja y de alta tensión.
En este último tipo de transformador hay que tener en cuenta que como el tanque es aislante el
intercambio de calor con el medio ambiente se dificulta. Este último aspecto es de particular
importancia en pruebas de larga duración con corrientes cercanas a la nominal del transformador,
536
ya que éste puede llegar a alcanzar temperaturas de trabajo superiores a la permisible por su
aislamiento. En estos casos se limita el tiempo en que puede estar trabajando bajo sus condiciones
nominales si es que no dispone de algún medio de intercambio de calor adicional. Este tipo de
transformador, por lo general, lleva una cantidad de aceite superior a fin de aumentar su constante
térmica y que pueda llevar sin dificultades las sobrecargas de corta duración que se le puedan
presentar en su explotación.
Por lo general la carga que se conecta a los transformadores de prueba es capacitiva, lo que unido
a la baja corriente de magnetización de ellos y a la alta capacitancia propia del enrollado de alta
tensión hace que los mismos trabajen bajo condiciones de carga capacitiva. Para el estudio del
comportamiento de estos transformadores es mejor recurrir al circuito equivalente en base a las
impedancias de cortocircuito R CC j L CC y a la capacitancia total del lado de alta tensión
C C i C a mostrado en la Fig. 10.3.1 que al circuito equivalente convencional usado para
los transformadores de potencia.
I Rc c
U1 Ci U2 Ca
j Lc c
(a) U2'
Rcc Lcc I U1'
(b)
Ya que como regla general se tiene que R CC j L CC y que U'2 esta prácticamente en fase con
U'1 se tiene que:
1
U 2 U'1 2
10.3.1
1 L cc C
En la ecuación 10.3.1, 1 2 L cc C es siempre menor que uno, por lo que cualquier incremento
en la inductancia, por ejemplo, debido a la variación de la inductancia del regulador de tensión de
que se alimentan generalmente los transformadores de prueba, tiende a incrementar la tensión de
537
salida del transformador. Por esta razón es que el empleo de la relación de transformación entre el
lado de baja tensión y el de alta tensión como medio de medición puede conllevar errores
apreciables, ya que la tensión de salida puede ser considerablemente superior a la que se calcule,
sobre todos para corrientes cercanas a la corriente nominal del transformador. Por lo antes
expuesto es que el mejor método de medición es aquel que efectúe la medición directamente en
el objeto bajo prueba.
Suministro
Soportes aislantes
538
Con este tipo de conexión se disminuye considerablemente el aislamiento requerido entre los
enrollados y entre éstos y el núcleo y tanque de cada transformador de la cascada en comparación
con el que le correspondería a un transformador monofásico para el nivel de tensión de la
cascada. El aislamiento respecto a tierra requerido por cada una de las unidades superiores de la
cascada se obtiene a partir de bases aislantes o colocando un transformador sobre otro.
Como todos los enrollados de baja tensión son iguales, el control de la tensión de salida de la
cascada se logra controlando la tensión de alimentación de la primera unidad mediante el sistema
de regulación correspondiente.
P
P
P 3U
2P 3P
2U
P U
3P
Los transformadores de la cascada se construyen de forma tal que, aparte de poder usarse como
unidades independientes, ellas pueden ser conectadas en paralelo con la finalidad de poder
obtener capacidades en corriente superiores, aunque como es lógico a más baja tensión.
Si se considera una sola unidad, la impedancia del transformador puede considerarse como una
conexión en estrella de tres enrollados diferentes, tal como se indica en la Fig. 10.3.4. Si se
539
consideran dos y tres unidades idénticas conectadas en cascada se obtienen las conexiones que se
muestran en la Fig. 10.3.5 y en la Fig. 10.3.6.
Z L 0,03
Z H 0,05
Z C 0,10
Se tiene, según las ecuaciones indicadas en las Fig. 10.3.4, Fig. 10.3.5 y Fig. 10.3.6, que la
impedancia total, en dependencia del número de transformadores que se emplee es la siguiente:
ZC
I
ZL ZH
ZT = ZL +ZH
540
ZC
I
Salida 2
ZL ZH
ZC
2I
Salida 1
ZL ZH
ZT = 2,5 ZL + 0,5 ZC + ZH
ZC
I
Salida 3
ZL ZH
ZC
2I
Salida 2
ZL ZH
ZC
3I
Salida 1
ZL ZH
ZT = 4,66 ZL + 1,66 ZC + ZH
Como se puede apreciar el incremento de la impedancia no es lineal creciendo ésta más de cuatro
veces, respecto a una sola unidad, para el caso de tres unidades conectadas en cascada. Este
aspecto constituye un problema serio e impone un limite económico al número de unidades que
pueden ser conectadas en cascada.
541
10.3.4.- CIRCUITOS SERIE RESONANTES.
El aumento brusco e incontrolado de la tensión de prueba que aparece en caso de que se presente
el fenómeno de resonancia serie accidental puede tener consecuencias catastróficas tanto para el
equipo como para el objeto bajo prueba. Su aparición es más probable cuando se prueban objetos
de alta capacitancia, como es el caso de los cables aislados. Otro aspecto importante asociado a
este fenómeno es la posibilidad de la resonancia de algún armónico, lo que no es importante
desde el punto de vista de la sobretensión, pero sí puede serlo desde el punto de vista de la
distorsión que se presenta en la forma de onda de la tensión que, como se sabe, es de importancia
vital en algunos tipos de prueba.
Capacitancia
Reactor
del objeto bajo
variable
Transformador alimentador prueba
Alimentación
El circuito resonante serie mostrado en la Fig. 10.3.7 debe ser sintonizado a la frecuencia
fundamental por lo que se debe iniciar la prueba con el reactor variable en su posición de máxima
reactancia e ir reduciendo su valor hasta que se alcance la resonancia. A partir de aquí, con la
ayuda del regulador, se comienza a aumentar la inyección de corriente en el sistema hasta que en
542
el objeto bajo prueba quede aplicada la tensión de prueba especificada para el mismo, la que está
dada por el producto de la corriente que circula por el sistema por su reactancia y la que se debe
medir directamente en sus terminales. En la Fig. 10.3.8 se muestra un circuito serie resonante en
cascada.
El inconveniente fundamental que presenta este sistema de prueba es el alto costo del reactor
variable. Otro inconveniente es que debido a la disminución de la corriente al presentarse la
ruptura en la muestra no se puede usar para la desconexión de este sistema de prueba los sistemas
de disparo tradicionales con unidades de sobrecorriente; una opción en este caso es la de un
sistema de disparo que tenga como base para su operación el colapso de la tensión que tiene lugar
en el objeto bajo prueba.
Reactor
variable # 2
C
Transformador # 2
Reactor
variable # 1 Transformador alimentador
Transformador # 1
Regulador
Alimentación
543
10.3.5.- SISTEMA DE CONTROL DE LAS FUENTES DE PRUEBA DE CORRIENTE
ALTERNA.
Dada la gran diversidad de equipos que se prueban en los laboratorios de alta tensión es necesario
tener tensiones de prueba ajustables desde cero hasta la tensión máxima de salida del equipo de
que se trate. Para esto se requiere de un sistema de regulación y control de la tensión de
alimentación que permita cumplir con este objetivo y que, además, cumpla con las medidas de
seguridad que están establecidas para los laboratorios de prueba de alta tensión. En la Fig. 10.3.9
se muestra el esquema general de un sistema que reúne los requisitos antes expuestos. Como se
puede apreciar en el esquema señalado se cumplen las medidas de seguridad necesarias en este
tipo de trabajo: el sistema dispone de un desconectivo manual, no se puede energizar si la puerta
del local está abierta y se desconecta si ésta se abre, dispone de una emergencia que desconecta
todo el sistema, no se puede conectar el transformador si el regulador no está en la posición cero
(contacto normalmente cerrado P en la Fig. 10.3.9), posee los indicadores necesarios, etc.
Del circuito de la Fig. 10.3.9 el equipo más importante es el regulador de tensión. Este es
comúnmente un autotransformador variable que se caracteriza por tener una impedancia muy baja
sobre todo para tensiones de salida altas, llegando a ser cero cuando se alcanza la relación 1:1. Su
inconveniente principal está en sus contactos deslizantes, en forma de escobillas, que limitan su
capacidad, que no dan una variación de tensión continua sino a saltos en dependencia de la
tensión entre vueltas del mismo, además del ruido que introduce el chisporroteo que puede
presentarse en las mismas.
En equipos de gran capacidad es necesario emplear otros métodos para la variación de la tensión
pues, como se ha planteado anteriormente, los reguladores convencionales de contactos
deslizantes tienen un límite en su capacidad de corriente, empleándose en estos casos reguladores
de inducción de núcleo con acoplamiento variable. Con estos reguladores se pueden obtener altas
tensiones de salida y alta capacidad en corriente, pero tienen como inconveniente su alta
inductancia y la gran corriente de magnetización que ellos demandan.
544
A R
S1 S2 S1 S2
Emerg.
S1 S2 V
S2 P
Puerta S1 S2
S1
R S1 S2
Cuando la bobina D, de igual longitud que las otras dos, esta situada sobre la bobina AB actúa
como un cortocircuito de transferencia y toda la tensión del suministro queda aplicada a la bobina
BC, siendo la tensión de salida del regulador muy cercana a cero. Al comenzar a ser desplazada
hacia arriba la bobina móvil, la impedancia de BC comienza a reducirse y la de AB a aumentar,
aumentando la tensión de salida del regulador, la que alcanzará su valor máximo cuando la
bobina móvil llegue a la parte superior, cubriendo totalmente a la bobina BC.
10.4.1.- INTRODUCCION.
El uso de tensiones de corriente directa ha adquirido últimamente una importancia mayor debido
fundamentalmente a los logros que se han obtenido en la transmisión a corriente directa de
grandes bloques de energía, dado el desarrollo alcanzado por los sistemas rectificadores y por los
sistemas inversores. Esto ha planteado la necesidad de someter a pruebas con tensiones de
corriente directa a los equipos y componentes de estos sistemas.
545
C
B
~
D Salida
Otro campo que requiere del uso de fuentes de alta tensión de corriente directa son las pruebas a
cables aislados de alta tensión, a los que, una vez instalados, es necesario someterlos a pruebas
para determinar el estado de su aislamiento fundamentalmente, el de sus empalmes. Estas pruebas
a cables aislados no son fáciles de efectuar a corriente alterna debido a que la alta corriente
reactiva por ellos demandada hace que los equipos de prueba sean muy grandes. Sin embargo,
estas pruebas pueden ser efectuadas a corriente directa con equipos de tamaño relativamente
pequeño ya que, después de la corriente de carga inicial que ellos toman, el equipo sólo tiene que
suministrar al cable la corriente de filtración del mismo, la que es usualmente pequeña. Por
razones similares muchas de las pruebas a los capacitores de alta tensión se efectúan a corriente
directa.
Un inconveniente serio que presentan los equipos de prueba a corriente directa es que, por tratarse
de campos de directa, ellos atraen hacia si con mucha facilidad las partículas de polvo y
contaminantes que hay en el medio ambiente a su alrededor. Esto obliga a que los terminales de
alta tensión sean diseñados pera que el campo eléctrico en ellos sea lo más pequeño posible. Esto
último se logra dotándolos de caperuzas esféricas con un radio superior al de un equipo del
mismo nivel de tensión a corriente alterna.
546
10.4.2.- RECTIFICADOR DE MEDIA ONDA.
El sistemas, que se muestra en la Fig. 10.4.1, es el más simple de todos y como se puede apreciar
las componentes necesarias para él son:
Una fuente de corriente alterna de alta tensión variable.
Un rectificador de una tensión de pico inverso de dos veces la tensión pico máxima del
transformador de prueba.
Un capacitor de carga.
RL D
Los principales inconvenientes de estos sistemas son: la pobre utilización que se hace de la
capacidad del transformador de alta tensión, que el factor de rizado de la onda de tensión aumenta
considerablemente con la carga, para tensiones relativamente altas se requiere de rectificadores de
una tensión de pico inverso muy alta, lo que los encarece debido, fundamentalmente, a los
problemas de distribución de tensión a lo largo del mismo.
547
Para aprovechar al máximo la capacidad del transformador de las fuentes de alta tensión de
corriente directa y para disminuir el factor de rizado de la onda, aumentando la capacidad de la
fuente se emplean circuitos rectificadores de onda completa como el mostrado en la Fig. 10.4.2.
Cuando el rectificador I conduce el capacitor C1 se carga a Umax, oscilando el potencial del punto
F entre cero y +2 Umax, cargándose C2 a +2 Umax.. El punto D alcanza entonces un potencial
548
estable de +2 Umax, y el potencial aplicado a C3 a través del rectificador III por lo tanto varía
entre cero y +2 Umax., con lo que C3 se cargará a un potencial de +2 Umax.
Si el potencial de F oscilaba entre cero y +2 Umax, el de G por lo tanto oscilara entre +2 Umax. y
+4 Umax., cargándose el capacitor C4 a través del rectificador IV a un potencial de +2 Umax.; bajo
estas condiciones el potencial de C respecto a Tierra será de +4 Umax. y así sucesivamente hasta
que el punto A adquiere un potencial de +8 Umax.respecto a tierra. En este circuito cada
rectificador y cada capacitor solo tienen que soportar una tensión de 2 Umax..
– +
2 RL II
C1
+
I C
– 2
549
K A
VIII
C6 C6
VII
H B
VI
C5 C4
V
G C
IV
C3 C4
F III
D
2 – + II
RL C1
C2
I
1 E
Una carga eléctrica situada en un campo eléctrico es sujeta a una fuerza. Si la carga es desplazada
mecánicamente en dirección opuesta a esta fuerza el potencial de la carga se incrementará y el
trabajo mecánico realizado se convierte en energía eléctrica. Esta conversión de energía es la base
de operación de todos los generadores electrostáticos. Este principio fue planteado por Lord
Kelvin en 1890 y puesto en práctica, en su opción moderna, por Van der Graaff en 1931.
550
+ + + +
+ +
+
+
+
+ + + +
+
Terminal de alta tensión + +
+ Electrodo colector
+ +
+
+
+ Correa aislante
+
+
Electrodo inyector + Soporte aislante
+
+
Fuente de CD +
de alta tensión –
Grandes cantidades de carga pueden ser así almacenadas en la superficie metálica del electrodo
superior, por lo que se pueden lograr grandes potenciales de corriente directa. La cantidad de
carga almacenada dependerá de las características superficiales del electrodo superior (el que
debe ser lo más liso posible para evitar el efecto corona), de las dimensiones de dicha superficie,
de las características aislantes del medio que lo rodea y de las propiedades de las columnas
aislantes que lo soportan. Es decir, la tensión aumentará hasta que se alcance el equilibrio entre la
corriente de carga y la corriente de descarga a través de la carga, debido al efecto corona y la que
circula a través de su aislamiento.
I bV 10.4.1
Q
U 10.4.2
C
Donde:
C - Capacitancia a tierra del electrodo de alta tensión.
Para una carga determinada el potencial de salida de este tipo de generador electrostático se
controla variando la tensión generadora del efecto corona y la velocidad de la correa.
551
Otro tipo de generador electrostático es el generador de Fenice y que se muestra en la Fig. 10.4.6.
Este generador en lugar de correas aislantes, como el de Van der Graaff, emplea un motor rígido
que mueve un cilindro aislante que es el encargado de transportar las cargas desde los puntos de
carga donde se genera el efecto corona hasta los puntos colectores. En este caso también la
tensión de salida es directamente proporcional a la superficie aislante del cilindro, a su velocidad
de rotación y a la carga depositada por los ionizadores sobre el cilindro aislante.
Terminal
de alta
Electrodo colector
– tensión (–)
–
–
Cilindro aislante –
–
Electrodo inyector
–
–
–
–
–
+
Fuente de CD
de alta tensión –
10.5.1.- INTRODUCCION.
Para determinar el comportamiento de los diferentes equipos y componente de las redes eléctricas
ante estas sobretensiones en necesario someterlos a pruebas y para ello es necesario disponer de
equipos que sean capaces de reproducir los efectos que sobre ellos tiene el desarrollo de los
552
fenómenos que dan lugar a estas sobretensiones. Estos equipos son conocidos como generadores
de tensiones transitorias y entre los mismos se destacan:
Los generadores de ondas de impulso de tensión.
Los generadores de ondas de impulso de corriente.
Los generadores de ondas de tensión oscilatorias amortiguadas.
Los estudios de las perturbaciones transitorias asociadas a las descargas atmosféricas han
demostrado que las sobretensiones producidas por ellas se caracterizan por ser ondas viajeras de
tensión con un frente de onda muy pendiente. Para la simulación de estas sobretensiones se
emplean las ondas de impulso de tensión, que son ondas de tensión unidireccionales que suben
rápidamente a su valor pico para luego descender lentamente a cero.
La forma de esta onda se define en término de los tiempos t1 y t2, en microsegundos, donde t1 es
el tiempo que invierte la onda de tensión en alcanzar su valor pico y t2 es el tiempo que ésta
requiere para disminuir hasta la mitad de su valor pico. Esta onda se define como una onda t1/t2.
La forma de onda vigente, según la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) desde 1962 es
una onda unidireccional que alcanza su valor pico en un tiempo de 1,2 s y disminuye al 50 % de
su valor pico en 50 s. tal como se muestra en la Fig. 10.5.1. En la Fig. 10.5.2 se muestra el
oscilograma de una onda de tensión
En general se puede plantear que una onda de impulso de tensión queda definida por los
siguientes parámetros:
Tiempo de frente.
Tiempo de cola.
Valor pico.
Polaridad.
Las tolerancias que permite la IEC en la forma de la onda de tensión antes definida son:
Debido a la inductancia residual de los generadores de este tipo de onda las pequeñas oscilaciones
producidas cerca del pico de la onda se toleran siempre y cuando su amplitud sea menor que un 5
% del valor pico, pero en la parte inicial del frente de la onda (por debajo del 50 %) se permiten
oscilaciones de hasta un 10 % del valor pico.
En muchas ocasiones las ondas viajeras de tensión producidas por las descargas atmosféricas
provocan una descarga disruptiva en el aislamiento lo que conlleva una brusca caída de la tensión.
Para simular este cambio brusco en la forma de la onda de impulso de tensión se emplean las
ondas de impulso cortadas las que pueden ser cortadas en el frente o cortadas en al cola. En la
Fig. 10.5.3 se muestra el caso de una onda de impulso cortada en la cola. Todos los generadores
de ondas de impulso de tensión deben tener dispositivos capaces de producir este tipo de onda.
553
U
100%
50%
t1 t
t2
554
U
Punto de corte
Tiempo de corte t
D RL G R1
C1 R2 C2
555
D RL G R1
C1 R2 C2
En el circuito de la Fig. 10.5.4 el capacitor C1 se carga desde una fuente de corriente directa de
alta tensión variable. A medida que se aumenta la tensión aplicada a C1, la diferencia de potencial
entre las esfera de disparo G crece igualmente, ya que como se puede apreciar, para esta
condición, la esfera dos está a potencial de tierra.
Cuando se alcanza la tensión disruptiva entre las esferas y ocurre la descarga disruptiva, el
capacitor C2 comienza a cargarse, dándose inicio así al comienzo de la aparición de la onda de
impulso, es decir, el tiempo t = 0 de la onda de impulso corresponde al instante en que ocurre la
descarga disruptiva entre las esferas. La onda de impulso alcanzará su valor máximo cuando las
tensiones de la esfera uno y la esfera dos prácticamente se igualen; a partir de este instante la
energía almacenada en los capacitores del circuito (C1 y C2) comienza a disiparse en las
resistencias del mismo (R1, R2, la resistencia del objeto bajo prueba y en la resistencia del arco).
La capacitancia C2 en realidad está constituida por la suma de la capacitancia del objeto bajo
prueba más la del sistema de medición.
U Z2
Us 10.5.1
s Z1 Z 2
Donde:
556
1
Z1 R1 10.5.2
s C1
R2
s C2
Z2 10.5.3
1
R2
s C2
C1 R1
~ U/s R2 C2
R2
v s C 2 R 2 1
Us 10.5.4
s 1 R2
R1
s C1 s C2 R 2
U 1
Us 10.5.5
R1 C2 2 1 1 1 1
s s
R 1 C1 R 2 C 2 R 1 C 2 R 1 R 2 C1 C 2
557
U 1
Us 2
10.5.6
R 1 C 2 as b s c
Donde:
a 1
1 1 1
b
R 1 C1 R 2 C 2 R 1 C 2
1
c
R 1 R 2 C1 C 2
U 1 1 1
Us 10.5.7
R 1 C 2 s s
1 1 1 1
s 2 s 0 10.5.8
R 1 C1 R 2 C 2 R 1 C 2 R 1 R 2 C1 C 2
Antitransformando, es decir, llevando al dominio del tiempo a la ecuación 10.5.7 se tiene que:
U
Us exp t exp t 10.5.9
R 1 C 2
1 1 1
R 1 C1 R 2 C 2 R1 C2
1 1
s 2 s 0 10.5.10
R1 C2 R 1 R 2 C1 C 2
1
10.5.11
R1 C2
558
1
10.5.12
R 2 C1
U
U t exp 1 t exp
1
t 10.5.13
R 1 C 2 R C
2 1 R1 C2
Como se puede apreciar en la Fig. 10.5.6 la onda de impulso de tensión no es más que la
resultante de la suma algebraica de las dos exponenciales resultantes de la expresión 10.5.13.
U
t
U exp
R 2 C1
t t
Ut U exp exp R C
R C
2 1 1 2
t
U exp
1 C2
R
Del análisis de la Fig 10.5.6 se puede apreciar que el tiempo de frente de la onda de impulso de
tensión es controlado principalmente por R1 y C2, en tanto que el tiempo de cola es controlado
principalmente por R2 y C1. Al analizar el circuito de la Fig. 10.5.4 se ve claramente que la
rapidez con que se cargue el capacitor C2 depende del valor de su capacitancia y del de la
resistencia R1, es decir, de la constante de tiempo R1 C2. Por otro lado el tiempo de cola depende
obviamente del valor de R2, donde se debe disipar la energía almacenada en el circuito, la que
para una tensión dada depende del valor de la capacitancia de C1 que es quien almacena toda la
energía que maneja el circuito.
dU U
exp t 1 exp t 1 10.5.14
d t t t R 1 C 2
1
559
Por lo tanto:
exp t 1 exp t 1 10.5.15
Aplicando logaritmos:
ln ln t 1 10.5.16
Luego:
1
t1 ln 10.5.17
U t 1
10.5.18
U CD
Donde:
U(t1) - Tensión pico de la onda de impulso.
UCD - Tensión de corriente directa a que se carga C1.
1
exp t 1 exp t 1 10.5.19
R 1 C 2
exp t 1
exp t 1 10.5.20
Sustituyendo 10.5.20 en 10.5.19 se tiene:
1
exp t 1 exp t 1 10.5.21
R 1 C 2
1
exp t 1 10.5.22
R1 C2
1
exp ln 10.5.23
R1 C2
560
1
ln ln ln 10.5.24
R1 C2
Luego:
1
ln ln 10.5.25
R1 C2
1
10.5.26
R1 C2
El valor pico de la onda de impulso de tensión (Û) no puede ser mayor que el determinado por la
distribución de la carga inicial en la combinación paralela de C1 y de C2, por lo que en forma
aproximada, despreciando las pérdidas en el circuito se puede plantear que:
C1 C 2 Û C1 U 10.5.27
De donde:
C1 U
Û 10.5.28
C1 C 2
Û
10.5.29
U
C1
10.5.30
C1 C 2
El generador de la Fig. 10.5.4(b) tiene como diferencia básica respecto al de la Fig. 10.5.4(a) la
posición de la resistencia R1 respecto a la resistencia R2. En cuanto a su comportamiento es el
mismo que el del caso analizado con la diferencia de que en este caso la expresión 10.5.8 queda
como:
561
1 1 1 1
s 2 s 0 10.5.31
R 2 C1 R 1 C 2 R 1 C1 R 1 R 2 C1 C 2
Para evitar esta disposición se diseñó un sistema donde un número de capacitores se cargan en
paralelo a través de resistencias y se descargan en serie a través de entrehierros. Un circuito típico
que muestra las conexiones de un generador de cinco pasos se muestra en la Fig. 10.5.7. Los
capacitores C de las etapas se cargan en paralelo a través de resistores de alto valor de resistencia
R. Al final del periodo de carga los puntos del A al E estarán al potencial de la fuente de corriente
directa, es decir a +V con respecto a tierra y los puntos del F al M permanecerán al potencial de
tierra ya que la corriente de carga ha cesado de circular.
Cuando el entrehierros AF rompe, el potencial del punto A cambia de +U a cero y, por lo tanto, el
potencial del punto G cambia de cero a -U debido a la carga del condensador AG. Un potencial
de +2U es por tanto aplicado al entrehierros BG el cual rompe inmediatamente.
El rompimiento del entrehierros BG crea una diferencia de potencial de +3U a través de CH; el
proceso de rompimiento continúa y finalmente el punto M alcanza un potencial de -5U. Es decir,
las placas de baja tensión de los capacitores de las etapas son sucesivamente subidas a -U,
- 2U...UN si hubiera N etapas. Esta disposición da una salida de polaridad opuesta a la tensión de
carga.
562
M
C R
G5 RF
E L
R C R
G4
D K
R C R
G3
C H
C RC CC
R G2 R
B G
RL R C G1 R
+ A F
RL RC RC RC RC
+
G1 C G2 C G3 C G4 C G5 C
C
RC RC RC RC RC
RF RF RF RF RF
-
Entre las partes componentes de los generadores de ondas de impulso de tensión se destacan:
563
La fuente de corriente directa.
El sistema de disparo.
Los capacitores.
Los resistores.
Sistema cortador de ondas.
Sistema de puesta a tierra.
Fuente de corriente directa.- La fuente de carga del generador debe ser capaz de entregar una
tensión variable entre cero y la tensión de carga máxima en un tiempo razonable (15 - 30
segundos). La fuente debe tener incorporada la cantidad de resistencia necesaria para evitar
sobrecargas, fundamentalmente en sus rectificadores, inmediatamente después de la descarga del
generador.
Las fuentes deben estar dotadas del mecanismo necesario para invertir automáticamente la
tensión de salida y con un sistema de puesta a tierra de seguridad que se accione una vez que la
misma se desconecte. En ellas es necesario la medición continúa de la tensión de salida, para lo
que deben estar dotadas de un sistema de medición en base a un divisor de tensión resistivo.
Las fuentes de corriente directa no deben ser de media onda debido a la magnetización que puede
producirse en su transformador.
Sistema de disparo.- La forma más común de los entrehierros de disparo de los generadores de
ondas de impulso es mediante el emplea de parejas de esferas, comúnmente construidas de cobre,
aluminio o latón. El diámetro de estas esferas es seleccionado de forma tal que el espacio
requerido entre ellas para la máxima tensión de cada paso no sea superior al 40 % del diámetro de
las esferas.
Las consideraciones anteriores sugieren que un generador de ondas de impulso de tensión debe
operar consistentemente, independientemente del número de etapas siempre que en el primer
entrehierros el rompimiento ocurra a tensiones ligeramente inferiores a las del segundo
entrehierros. Para mejorar la consistencia del disparo, los generadores se construyen con los ejes
de los entrehierros en el plano vertical para que entre ellos haya alineamiento óptico. Con el
alineamiento óptico lo que se logra que los rayos ultravioletas producidos por la ruptura del
primer entrehierros irradien los demás y con ello ionicen algunas moléculas del aire, garantizando
la aparición de los electrones iniciales que faciliten su ruptura, disminuyendo el tiempo
estadístico de demora de la descarga.
564
de diferentes factores que pueden producir disparos erráticos, además de que el instante de
disparo no se puede predecir.
Un método simple de disparo controlado utiliza un sistema de tres electrodos como entrehierros
de la primera etapa tal como se muestra en la Fig. 10.5.9. Este se conecta de manera que la
tensión de carga se aplica entre los electrodos exteriores y el electrodo intermedio se puede
conectar a tierra mediante una resistencia alta o a un punto cuya tensión es de un valor intermedio
del que poseen los electrodos exteriores. El valor de tensión en este último caso se ajusta
mediante las resistencias R1 y R2. Este sistema de electrodos se ajusta de manera que soporte la
tensión de carga por un margen que debe oscilar entre un 15 - 20 % y el disparo se efectúa
aplicando un pulso de tensión de corta duración al electrodo central. Con este método el instante
del disparo del generador es controlado con precisión.
Otra forma de entrehierros de tres electrodos, el más utilizado, es el conocido como trigatrón y
que se muestra en la Fig. 10.5.10. En este caso el disparo se produce aplicando un pulso de
tensión que produce una chispa entre la punta del electrodo central y la superficie del electrodo
principal que está puesto a tierra. La carga espacial de la chispa distorsiona el campo entre los
electrodos provocando la ruptura en el primer entrehierros.
Capacitores.- Los capacitores deben ser capaces de soportar la máxima tensión de carga para
ambas polaridades. En ellos uno de los aspectos de mayor importancia es el de garantizar que las
conexiones internas de las diferentes partes que lo conforman sean no inductivas y capaces de
soportar, sin deterioro alguno, los pulsos de corriente que se generan durante cada operación del
generador, los que son del orden de los cientos de Amperes.
RC RC
R1
R2
RC RC
565
RC RC
RC RC
Resistores.- Los principales requisitos que deben cumplir los resistores empleados en la
construcción de los generadores de impulso son los siguientes:
Alta estabilidad en su valor no permitiéndose variaciones superiores al 1 %.
Ser no inductivos, lo que es más importante a medida que se trate de ondas de impulso de
tensión de frentes pequeños.
Deben ser capaces de absorber, sin deterioro, grandes cantidades de energía en tiempo
muy pequeños.
Su longitud debe ser tal que soporten, sin ningún tipo de descarga, la máxima tensión de
prueba del equipo.
Deben ser construidos empleándose materiales que los hagan ligeros para que puedan ser
cambiados con facilidad.
Uno de los aspectos de mayor importancia es el de garantizar que las resistencias sean no
inductivas para disminuir al máximo las posibles oscilaciones y con ello la deformación de la
onda de impulso. Para ello es necesario que la inductancia de las resistencias sea lo menor posible
L
en forma tal que la constante de tiempo de las mismas sea 0,5 s por lo que, las hechas a
R
partir de alambres, deben ser construidas de forma tal que el campo magnético generado por ellas
566
sea cero. Para ello existen diferentes métodos, todos ellos basados en que en su construcción
hayan siempre pasos en paralelo por donde circule la misma corriente pero en sentido contrario a
fin de que el campo magnético creado por una se oponga al de la otra.
También se pueden emplear resistores no inductivos a partir de resistencias de agua, aunque las
mismas tienen serios problemas con su estabilidad. También se pueden emplear resistencias a
partir de carbón siempre y cuando se garantice su estabilidad.
Debido a la necesidad de simular el fenómeno antes descrito es necesario dotar a los generadores
de impulso de un sistema que sea capaz de cortar bruscamente la onda para provocar el brusco
colapso de la tensión antes señalado. Esto se logra mediante la conexión a tierra del terminal de
salida del generador en el instante que se desee.
Con el propósito antes señalado se emplearon inicialmente descargadores, pero las variaciones
estadísticas en el disparo de estos dispositivos es tan grande que no es aconsejable su empleo.
Posteriormente se usaron trigatrones que, si bien resuelven el problema de la precisión en el
disparo, sólo se pueden usar para tensiones relativamente bajas, pues para tensiones altas no es
práctico debido al tamaño requerido para el mismo.
Para resolver este problema se recurre a un sistema de corte compuesto por múltiples electrodos
como se indica en la Fig. 10.5.11. En este dispositivo la tensión de la onda de impulso queda
distribuida unifórmente entre todos los electrodos gracias al efecto de la cadena de resistores de
alto valor conectados en serie entre sí y en paralelo con cada uno de los electrodos. Si bajo estas
condiciones se produce el disparo del primer trigatrón la ruptura en los demás se produce de
forma secuencial.
El método más efectivo para el disparo del cortador de ondas es a partir de una muestra de la
tensión de salida del generador, tomada en un resistor situado en serie al pie de la cadena de
resistores usados para distribuir uniformemente la tensión a lo largo de los entrehierros. Esta
muestra de tensión activa un circuito electrónico que es el encargado de activar el circuito de
disparo del trigatrón.
567
C R
G5 RF
R C R
G4
R C R
G3
C RC CC
R G2 R
RL R C G1 R
+
Trigatrón
-
Con este sistema de corte se pueden lograr tiempos de disparos del trigatrón del orden de los 50
nanosegundos para tensiones de salida del generador de hasta 1000 kV/s.
Sistemas de puesta a tierra.- Como regla general se debe plantear que los sistemas de puesta a
tierra de los laboratorios de alta tensión debe mantenerse separado de los del sistema y de los de
cualquier otro sistema de puesta a tierra, particularmente de aquellos destinados a equipos
electrónicos. Esto es debido a los cambios que en el potencial de ellos pueden producir los
trabajos en el laboratorio, sobre todo cuando se presentan descargas a tierra bruscas de elementos
capacitivos.
Para un generador de impulso el método más usado para su sistema de puesta a tierra es el que se
muestra en la Fig. 10.5.12, en el cual se toma un solo punto de puesta a tierra, el que dará el
potencial de referencia bajo condiciones de descarga, al que se conectan todas las partes
componentes del generador. Con ello se logra que de subir el potencial de ese punto durante
cualquier trabajo, suba junto con él el potencial de todos los demás. Este punto de puesta a tierra
debe estar situado lo más cerca posible de la base del generador.
568
C R
G5 RF
R C R Objeto
G4 C1 bajo
RC prueba
R C R
G3
1
R C 2
G2 R C2 RS
R C G1 R
3
1 Medición de tensión
2 Medición de corriente
3 A la fuente de CD
Existen pruebas en las cuales es necesario emplear ondas de impulso de baja tensión con la
finalidad de determinar, por ejemplo, la distribución de tensión en los enrollados de un
transformador, o para probar dispositivos de protección estática contra sobretensiones de este
tipo, etc. Además ellos son necesarios también con fines docentes para estudiar el
comportamiento del propio generador y para estudiar en modelos el efecto de estas ondas al
propagarse por los sistemas eléctricos.
569
IHg
D RL T1 R1
C1 R2 C2 T2
Por ejemplo para la combinación: R1=240 , R2=1800 , C1=0.033 F y C2=1000 pF, se obtiene
una onda T1/T2 =1.21/49.16 s que se puede usar como onda patrón para simular la onda de
tensión de un rayo según lo normado.
La variación de la forma de onda en forma continua a partir de la dada por una combinación
cualquiera se puede efectuar con el empleo de resistores variables en serie con R1 y R2.
El sistema de generación mostrado en la Fig. 10.5.13 consta de dos posibilidades de disparo: uno
automático y otro manual. El disparo automático está sincronizado a la frecuencia del sistema y
se obtiene mediante la operación controlada de tiristor T1, el que sólo puede entrar en conducción
en el semiciclo opuesto al que conduce el diodo de carga D1 a fin de garantizar la independencia
total de generador de impulso del circuito de carga. El disparo manual se logra al accionar el
interruptor de mercurio (IHg), de operación manual, no lográndose en este caso la independencia
deseada entre el circuito de carga y el circuito generador de impulso. Este tipo de generador debe
usar un transformador variable como el indicado o alimentar el mismo a través de un
transformador de aislamiento.
El sistema cortador de ondas funciona mediante la sincronización del disparo de los tiristores T1 y
T2, con el tiempo de demora que se desee. Gracias a este sistema se pueden obtener ondas de
impulso cortadas en el frente o en la cola, con las que se puede simular las ondas cortadas que
aparecen en los sistemas eléctricos al fallar un aislador o al operar un descargador debido a una
sobretensión atmosférica.
En las Fig. 10.5.14 y en la Fig. 10.5.15 se pueden ver oscilogramas típicos, obtenidos con este
modelo, de una onda de impulso completa y de la misma onda cortada en el frente.
570
Fig. 10.5.14.- Onda de impulso de tensión completa.
571
10.5.7.- GENERACION DE TENSIONES TRANSITORIAS OSCILATORIAS.
Las altas tensiones generadas por las operaciones de chucheo y por fallas en los sistemas
eléctricos de más de 175 kV son el factor determinante en el diseño de su aislamiento. Las
sobretensiones de chucheo se definen como la sobretensión de corta duración que acompaña un
cambio en las condiciones de estado estable de un circuito, por ejemplo, la apertura de un
interruptor, una falla, etc. La selección de una forma de onda como representativa de una
sobretensión de chucheo es muy difícil, ya que la frecuencia de oscilación amortiguada de estos
impulsos puede variar entre algunos cientos de Hz y varios miles de ellos.
Las normas definen que, para simular este tipo de sobretensión se puede emplear un generador de
ondas de impulso de tensión al cual se le cambian sus resistencias de frente y de cola para obtener
una onda de 250/2500 s, que más que la sobretensión propiamente dicho lo que simula es la
envolvente de ella como se indicó en la Fig. 10.2.1.
Si embargo, existen circuitos capaces de generar ondas de alta frecuencia amortiguadas como el
caso del mostrado en la Fig. 10.5.16. Este circuito utiliza un transformador de núcleo de aire, en
el cual las bobinas están enrolladas concéntricamente en un marco de material aislante. El
funcionamiento de este circuito es el siguiente: el capacitor C1 se carga a través de la resistencia
R y de un rectificador D; cuando la tensión a través de C1 aumenta a un valor tal que se presenta
la ruptura en el entrehierros G1, cerrándose el circuito, se producirán oscilaciones amortiguadas
cuya frecuencia está dada por:
1
f 10.5.32
2 L1 C1
572
D RL G
Objeto
C1 C2 bajo
prueba
L1 L2
Estas oscilaciones disminuyen rápidamente debido al consumo de energía del circuito primario,
así como a la energía transferida al circuito secundario por medio del acoplamiento de las bobinas
L1 y L2. El amortiguamiento en esta parte del circuito es grande debido a las pérdidas de energía
en la chispa del entrehierros, por lo que las oscilaciones en esta parte del circuito sólo duran unos
pocos ciclos. El circuito secundario formado por la inductancia L2 y la capacitancia C2 del
circuito y la del objeto bajo prueba oscila a una frecuencia dada por:
1
f 10.5.33
2 L2 C2
C2
dR2 10.5.34
L2
La resistencia R2 es la resistencia efectiva del circuito, incluyendo todas las pérdidas de energía.
Debido a que no hay entrehierros en esta parte del circuito el amortiguamiento es pequeño. El la
Fig. 10.5.17 se muestran las características de variación de la tensión con el tiempo para ambos
circuitos.
573
U
t
U1
U2
Un análisis del circuito muestra que la relación entre la tensión del primario y la del secundario
está dada por:
U2 C
1 10.5.35
U1 C2
Donde:
U2 - Tensión máxima a la que se carga C2.
U1 - Tensión máxima a que se carga C1.
- Eficiencia de la energía transferida desde el capacitor del primario al circuito
secundario.
C2 U 22
10.5.36
C1 U1 21
574
Otro circuito empleado para estos fines es el mostrado en la Fig. 10.5.20, en el cual la energía
almacenada en el capacitor es descargada a través del enrollado primario del transformador de
alta tensión, obteniéndose a la salida de este una onda de impulso de un tiempo de frente y de cola
adecuado para simular los transitorios deseados. Su principal inconveniente es el alto contenido
de armónicos de la onda que la pueden llegar a distorsionar bastante.
Las descargas atmosféricas involucran para los sistemas eléctricos no sólo altas tensiones sino
también altas corrientes de impulso, las que son de particular importancia en las pruebas a
descargadores y a pararrayos.
Para la simulación de las ondas de impulso de corriente se emplean las ondas de 4/10 y de 8/20
s. El circuito empleado para la obtención de estas ondas se muestra en la Fig. 10.5.21; su
operación es similar a la de un generador de ondas de impulso de tensión, pero en él hay que
seleccionar cuidadosamente el valor de los parámetros que lo forman para obtener un circuito
amortiguado o críticamente amortiguado.
Para el análisis matemático se toma como t 0 el instante en que se produce la ruptura de los
entrehierros, instante para el cual se cumple que:
dI
U C t L It R U r 0 10.5.37
dt
dU C t
It C 10.5.38
dt
575
G L R1
+ Objeto
C1 R2 C2 bajo
- prueba
576
Objeto
C2 bajo
prueba
G
+
C1
-
D RL G L R
Objeto
bajo
C prueba
577
Como se puede apreciar, el comportamiento de los generadores de ondas de impulso de corriente
tiene una marcada dependencia de las características del objeto bajo prueba. En el caso de los
pararrayos la tensión residual se puede considerar como constante en el tiempo.
Despejando Uc(s) e I(s) de las expresiones 10.5.39 y 10.5.40 respectivamente se tiene que:
U C s U r
Is 10.5.41
LS R
Is U C 0
U C s 10.5.42
CS S
U C 0 U r 1
Is 10.5.43
L R 1
S2 S
L LC
R R2 1
S1, 2 2
10.5.44
2L 4L LC
R2 1 R 1
2
10.5.45
4L LC 2L LC
Donde:
R
- Coeficiente de amortiguamiento ().
2L
1
- Frecuencia de oscilaciones libres ().
LC
Para esta condición las dos raíces de la ecuación son iguales y reales:
R
S1 S 2 10.5.46
2L
578
En base a la ecuación 10.5.46 la ecuación 10.5.43 queda como:
U C 0 U r 1
Is 2
10.5.47
L R
S
2 L
U C 0 U r R
It t exp t 10.5.48
L 2L
U C 0 U r
It t exp t sen t 10.5.49
L
Derivando la expresión 10.5.48 respecto al tiempo e igualandola a cero se obtiene el tiempo para
el cual la onda de impulso de corriente alcanza su valor máximo, él que está dado por:
2L
t1 10.5.49
R
O según 10.5.45:
t1 L C 10.5.50
U C 0 U r L
I Pico 10.5.51
2,73 C
10.6.1.- INTRODUCCION.
Los equipos y métodos de medición en alta tensión, ya sea en las redes eléctricas o en los
laboratorios de investigación, forman por sí solo una rama muy importante en las técnicas de alta
tensión. Una de las características generales de los equipos y métodos de medición empleados en
los laboratorios de alta tensión es que los mismos deben consumir poca energía de la fuente que
se mide, ya que por lo general ésta es de baja capacidad.
Para las mediciones en los laboratorios de alta tensión se utilizan distintos métodos dependiendo
de la exactitud requerida y de los niveles de tensión usados en la prueba en cuestión. Los métodos
más usados son:
Voltímetros electrostáticos.
579
Esferas de medición.
Relación de transformación.
Divisores de tensión.
Impedancias calibradas.
La fuerza mecánica que aparece entre dos electrodos cargados ha sido frecuentemente usada en
las mediciones de alta tensión, siendo el diseño de placas atraídas de Lord Kelvin uno de los
primeros instrumentos basados en este principio. Un voltímetro electrostático consiste
esencialmente de dos electrodos en forma de discos situados en planos paralelos y separados por
una distancia pequeña. El disco móvil se rodea con un anillo de guarda fijo cuyo potencial es
idéntico al del disco. Esta disposición hace que el campo electrostático sea uniforme en la región
central del entrehierros, entre el disco fijo y el móvil. La fuerza sobre el disco móvil está dada
por:
1 S
F U 2 0 r 2 10.6.1
2 L
Donde:
S - Area de las placas.
L - Longitud del entrehierros.
U - Diferencia de potencial entre los electrodos.
De la fórmula anterior se desprende que para aumentar la precisión del instrumento se hace
necesario aumentar el diámetro del disco y disminuir la longitud del entrehierros. Un aumento
del diámetro del disco trae aparejado el aumento del diámetro del anillo de guarda y el aumento
del electrodo opuesto, lo cual aumenta el volumen del equipo. Una disminución del espacio entre
los electrodos reduce el rango de medición, ya que hay que mantener el gradiente de potencial por
debajo de 5 kV/cm cuando los electrodos operan en aire a presión atmosférica.
La principal diferencia entre los distintos tipos de voltímetros electrostáticos radica en la manera
en que se obtiene el torque restaurador y en la manera en que se indica el movimiento del disco.
En el método simple el torque restaurador se obtiene por medio de un muelle el cual acciona una
aguja que se mueve sobre la escala del instrumento.
Cuando la tensión a medir es muy alta la tendencia es a usar gas a presión como medio aislante
entre los electrodos, esto permite gradientes de potencial del orden de hasta 100 kV/cm, con lo
que el instrumento resulta mucho más pequeño.
580
Como la fuerza de estos instrumentos es proporcional al cuadrado de la tensión aplicada su escala
es cuadrática, por lo tanto, no es posible obtener la misma precisión en todo el rango de medición.
Los instrumentos diseñados para un rango amplio de medición son generalmente de rangos
múltiples con el objeto de aumentar la precisión de las mediciones. Estos rangos se obtienen
utilizando discos de diferentes tamaños o variando la posición relativa entre el disco móvil y el
fijo.
En general se puede plantear que los voltímetros electrostáticos para alta tensión son equipos de
medición que necesariamente hay que situar fuera del alcance directo del operador, normalmente
dentro del área de prueba, lo que puede introducir errores en las lecturas.
Otra de sus características es que la respuesta de ellos es lenta, comprada con otros sistemas de
medición, lo que hace que no pueda seguir las variaciones que se pueden producir en la tensión y
con ello se pueden cometer errores en mediciones donde se presenten cambios bruscos en la
tensión.
La separación entre los electrodos esféricos ha sido, y es, uno de los métodos más comúnmente
usados en las mediciones del valor pico de tensiones altas. Debido a ese uso extensivo se han
desarrollado infinidad de investigaciones que han traído como resultado la confección de tablas
de calibración, en las cuales se relacionan las tensiones de ruptura con los tamaños de las esferas
y la separación de las mismas, tal como se muestra en la Tabla 10.6.1 parar esferas de hasta
100 cm de diámetro y 6 cm de separación..
En las mediciones de tensiones alternas y de impulso, para espaciamientos entre las esferas de
hasta 0,5 D (diámetro de las esferas) las tablas se consideran que tienen una precisión de 3%.
Los valores dados en las tablas para espaciamientos entre 0,5 y 0,75 D se consideran de poca
precisión. En las mediciones de tensiones de corriente directa, en ausencia de polvo excesivo, los
resultados se consideran con una precisión de 5 %. para espaciamientos entre las esferas
menores o iguales a 0,4 D.
Las esferas pueden ser de aluminio, latón, bronce o aleaciones ligeras y la superficie debe estar
libre de irregularidades. Las esferas deben limpiarse inmediatamente antes de usarse, ya que el
polvo o la humedad depositadas pueden afectar la precisión de las mediciones. También es
recomendable antes de comenzar las mediciones someterlas a rupturas varias veces ya que ello
hace que las posibles partículas de polvo depositadas en su región central sean eliminadas por las
descargas.
A medida que se aumenta la separación entre las esferas se pierde precisión en los valores de
ruptura debido a la pérdida de uniformidad en el campo eléctrico y la influencia de factores
externos hacen que se produzcan fluctuaciones relativamente grandes en la tensión de ruptura, por
lo que no se usan separaciones de más de 0,5 D (diámetro de las esferas).
581
La disposición más común de las esferas es la vertical, con la esfera inferior conectada a tierra.
Cuando se miden tensiones aisladas de tierra se usan en posición horizontal y con ambas esferas
aisladas de tierra, condición ésta para la cual las tensiones de ruptura difieren ligeramente de las
obtenidas cuando una de las esferas esta a potencial de tierra.
En las mediciones de tensiones alternas y directas se debe colocar una resistencia de unos 100
k en serie con las esferas para reducir la erosión de las mismas y para amortiguar las
582
oscilaciones superpuestas, las cuales pueden producir rompimientos erráticos en las mismas. Las
resistencias de protección tienen gran importancia en las mediciones donde la muestra o el
circuito de prueba presentan descargas, ya que estas últimas producen sobretensiones.
Para evitar oscilaciones en el circuito de las esferas cuando se miden tensiones de impulso debe
conectarse una resistencia no inductiva en serie con el circuito cuyo valor no debe exceder de
500 . Para mediciones con tensiones alternas y directas la tensión aplicada se aumenta
gradualmente hasta que el rompimiento ocurra. Se toma como valor de la tensión de ruptura el
promedio de tres lecturas consecutivas, las que no deben diferir entre sí en más de un 3 %. En las
pruebas con tensiones de impulso se determina la tensión de ruptura del 50 %, la que se
determina por algún método estadístico siendo el más usado el conocido como método de sube y
baja (“up and down”).
Dentro del rango de precisión de las esferas las mismas tienen la ventaja de que su operacion es
segura, por lo que sirven de elementos de comprobación del resto de los sistemas de medición.
Además, las mismas tienen gran aplicación como elementos protectores, ya que se pueden situar
en paralelo con la muestra y ajustarla al valor de tensión máximo permisible para el objeto bajo
prueba, con lo que se garantiza que a éste nunca le será aplicada una tensión superior a la
permisible.
Las principales limitaciones de las esferas de medición se derivan de sus desventajas, siendo de
ellas la más importante la de no dar una lectura continúa, además, en su operación es necesario
tener en cuenta el efecto de las condiciones ambientales y la distancia de ellas al plano de tierra.
Generalmente se afirma que el punto de rompimiento de la esfera conectada a la alta tensión debe
estar a una distancia de tierra entre 3 y 5 veces el diámetro de las esferas.
Si se analiza el efecto de las condiciones ambientales se puede ver que la tensión a la cual rompe
el espacio de aire que separa a dos electrodos cualquiera depende de las condiciones atmosféricas
y, por lo tanto, para llevar dicho valor a las condiciones ambientales normalizadas de presión y
temperatura (760 mmHg y 20 ºC) habrá que afectarlo por un factor de corrección. La tensión de
ruptura U a una densidad relativa del airea y la tensión Un a condiciones ambientales
normalizadas están relacionadas por.
583
U k Un 10.6.2
Donde:
K - Factor que depende de :
P 293
10.6.3
760 273 T
Siendo:
P - Presión del aire en mmHg.
T - Temperatura en ºC.
Para el caso específico de la humedad su efecto depende del diámetro de las esferas y de la
separación entre ellas. El efecto de la humedad en la tensión de ruptura de cualquier tipo de
electrodos se puede resumir de la siguiente forma:
La tensión de ruptura aumenta con el aumento de la presión parcial del vapor de agua.
El cambio total en la tensión de ruptura para un cambio dado en la humedad aumenta al
aumentar la separación entre los electrodos.
El efecto de la humedad aumenta con el tamaño de las esferas y es máximo en electrodos
de campo uniforme.
La operación de las esferas también se ve afectada por la cantidad de radiaciones que reciba. En
general la tensión de ruptura disminuye ligeramente con la irradiación al tiempo que su efecto es
más notable para espaciamiento menores. La gran ventaja de la irradiación es que hace más
consistente la ruptura. es decir, para condiciones dadas, hay menores variaciones en la tensión de
ruptura, con lo que se aumenta la confiabilidad de su operación, ya que la irradiación aumenta la
disponibilidad de los electrones capaces de iniciar la descarga. Normalmente se usa una cápsula
de radio situada en la esfera de alta tensión y próxima al punto de chispa.
El diseño de los divisores de potencial depende principalmente del diseño de la rama de alta
impedancia del mismo, la cual a su vez se ve influenciada por las características de la tensión a
584
medir. Los divisores de potencial se pueden construir de resistencias, capacitores y
combinaciones de resistencias y capacitores.
En las mediciones de altas tensiones los requerimientos esenciales de un capacitor son que él
debe ser lo más puro posible y que su magnitud sea conocida con precisión. La rama de alta
tensión puede consistir en una cadena de capacitores de más baja tensión o de un solo capacitor
de alta tensión. Si bien el primer caso es mucho más barato, la cantidad de inductancia que se
introduce es grande y, además, se hace necesario la utilización de una pantalla para eliminar las
descargas debidas a la corona. Con el objetivo de disminuir el tamaño de los capacitores de alta
tensión se ha generalizado el uso de gas comprimido en vez de aire en la construcción de
capacitores patrones ya que el gradiente de potencial al cual pueden ser sometidos es mayor. En la
Fig. 10 6.2 se muestra el esquema de un divisor capacitivo. Para la rama de baja tensión del
divisor se utiliza generalmente un capacitor de mica de alta calidad, ya que los cambios de
capacitancia y de factor de potencia de los capacitores de mica con la variación de las condiciones
ambientales son bien conocidos. En general la rama de baja tensión de los divisores de potencial
se encierra en un cubierta metálica para evitar el efecto del campo eléctrico externo.
Los divisores para medir altas tensiones transitorias pueden consistir de: resistores, capacitores o
de la combinación de ambos. Los requisitos esenciales son que la forma de onda de la tensión a
medir debe ser reproducida fielmente en el equipo registrador y que la relación de reducción sea
conocida con precisión.
585
R2 U
U2
R1 R 2
R1
de protección
Descargador
R2 U2
Los principales errores que se cometen en el uso de los divisores de potencial son en las
mediciones de tensiones de impulso. La más general de todas las fuentes de errores para cualquier
uso de un divisor de potencial está en que la impedancia de entrada del equipo registrador sea
comparable con la de la rama de baja tensión, situación esta que altera en forma considerable la
relación del divisor; por eso siempre que se trabaja con divisores debe usarse un equipo
registrador de muy alta impedancia de entrada.
C1 U
U2
C1 C 2
C1
U
de protección
Descargador
C2 U2
586
Otra fuente de error que se puede cometer cuando se usan divisores capacitivos en corriente
alterna, es el denominado efecto de las cargas residuales de los capacitores. Debido a la presencia
de las cargas residuales en las placas de los capacitores C1 y C2 el instrumento no siempre lee la
tensión U C1 C1 C 2 . Cuando la fuente que alimenta al divisor se desconecta, los capacitores
se quedan cargados, en una magnitud que depende del valor de la onda de tensión en el momento
en que se realizó la desconexión. Entonces, si la carga de uno de los capacitores se disipa más
rápidamente que en el otro, el registrador indicará, si se aplica tensión de nuevo al divisor, una
tensión directa proporcional a la diferencia de cargas entre C1 y C2 y superpuesta la tensión de
alterna. La situación planteada anteriormente se puede resolver con una resistencia en paralelo
con la rama de baja tensión, de un valor tal que la carga residual pueda ser disipada antes que el
voltímetro registre el valor máximo de la onda de alterna. La adición de esta resistencia altera la
relación del divisor de potencial que quedará como:
U C1 C 2 1
1 2
10.6.4
U2 C1 2 R C1 C 2
Para los valores de capacitancias usados en la práctica el error que introduce una resistencia de
1 M a 60 Hz es de dos o tres partes en 104, por lo que normalmente se puede despreciar el
efecto de la resistencia.
587
Los divisores resistivos son en general aceptables para las mediciones de ondas de impulso de
tensión de 1.2/50 s. Ahora bien, cuando la duración del frente de la onda es menor que 1 sw
los divisores resistivos generalmente introducen errores apreciables debido a las capacitancias
parásitas. El comportamiento del divisor puede mejorarse utilizando un valor bajo para la
resistencia de la rama de alta tensión o compensando las capacitancias a tierra por medio de
anillos de guarda colocados en el terminal de alta tensión para uniformar el campo a lo lago del
resistor.
Cuando el divisor se construye con capacitores puros, éste funciona perfectamente lo mismo para
transitorios lentos que rápidos y los errores debido a las capacitancias parásitas, aunque presentes,
son de mucho más fácil control. Si embargo, su uso, debido a su mayor costo, se ve limitado a los
casos en que los divisores resistivos no pueden usarse.
Las demás fuentes de errores son comunes a ambos tipos de resistores y se pueden eliminar
usando barras de baja impedancia para las conexiones, usando el sistema de puesta a tierra radial
indicado en la Fig. 10.5.12. y tratando de eliminar todo tipo de elementos inductivos en las
conexiones.
Otro error que se puede presentar en las mediciones con divisores es cuando no se logra un
acoplamiento adecuado entre la parte de baja del divisor y la impedancia a impulso del cable de
medición, lo que puede traer como consecuencia distorsiones en la forma de la onda registrada
debido al fenómeno de reflexión de ondas que se presenta-
Par evitar la reflexión en los terminales del cable, éste debe terminar en uno de sus extremos, o
preferiblemente en los dos, en una resistencia igual a su impedancia característica Z0. El cable de
esta forma es compatible con el divisor resistivo al cual el se conecta tal como se indica en la
Fig. 10.6.3.
R1
U
R3
de protección
Descargador
R2 Z0 U2
588
El macheo de impedancias se logra cuando:
R1 R 2
Z0 R 3 10.6.5
R1 R 2
Z0 R 3 R 2 10.6.6
Ahora el terminal de baja tensión le queda en paralelo la combinación serie de R3 y Z0 por lo que
la relación del mismo queda como:
U2 Z
10.6.7
U1 Z R 1
Donde:
R 2 Z 0 R 3
Z 10.6.8
Z0 R 2 R 3
R 2 2 Z 0 R 2
Z 10.6.9
2 Z0
U2 C1
10.6.10
U1 2 C1 C 2
Como al final del cable lo que está es la impedancia del equipo registrador que es muy grande, el
sistema en su conjunto queda como el de una línea terminada en un circuito abierto en la cual la
tensión se duplica, cumpliéndose así que la relación del divisor queda como debía ser, es decir:
U2 C1
10.6.10
U1 C1 C 2
En algunas ocasiones se emplean divisores mixtos, los que no son más que combinaciones serie
paralelo de resistencias y capacitancias. Existen dos tipos básicos : los de disposición paralela y
los de disposición serie. Los primeros se construyen conectando una serie de capacitores en
589
paralelo con unidades resistivas, comportándose los mismos para transitorios lentos como
divisores resistivos y como capacitivos para transitorios rápidos. Los de disposición serie se
construyen conectando capacitores en serie con unidades resistivas y son recomendables en las
mediciones de tensiones de corriente alterna con ondas de impulso superpuestas; siendo la
respuesta de estos divisores de potencial la de un divisor resistivo ante impulsos rápidos.
En las mediciones de corriente directa no se presentan problemas serios, sin embargo en las
mediciones de tensiones de corriente alterna hay que hacer un análisis serio de las capacitancias
parásitas, desde las diferentes partes de la resistencia a tierra, pues las mismas pueden afectar
considerablemente las mediciones.
Para mediciones de hasta 150 kV de corriente alterna y de corriente directa se obtienen buenos
resultados empleándose un resistor de 250 M compuesto por una cadena de 25 resistores de
10 M, cada uno.
Este sistema debe estar siempre dotado de un juego de descargadores tal como se indica en la
Fig. 10.6.4 para que en caso de que se abra el circuito de medición exista un camino a tierra.
U
de protección
Descargador
D G
590
591