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El Impuesto de Industria y Comercio (ICA) es un impuesto municipal que grava las actividades
industriales, comerciales y de servicios en Colombia. Los contribuyentes deberán declarar y
pagar dicho impuesto ante la Secretaría de Hacienda correspondiente a su distrito o municipio
en las fechas establecidas.
Es el gravamen establecido sobre las actividades industriales, comerciales y de servicios, a
favor de cada uno de los distritos y municipios donde ellas se desarrollan, según la liquidación
privada.
¿EN QUÉ CONSISTE EL IMPUESTO DE INDUSTRIA Y COMERCIO?
Es el impuesto que se genera por el ejercicio o realización directa o indirecta de cualquier actividad
industrial, comercial o de servicios en un determinado municipio y se causa así la persona posea o
no establecimiento de comercio. Lo recaudado por este impuesto se destina a atender los servicios
públicos y las necesidades de la comunidad pertenecientes al respectivo municipio o distrito.
¿Cuáles son los elementos del impuesto ICA?
Los elementos que conforman este impuesto son:
1. Sujeto pasivo: las personas naturales, jurídicas, y/o asimiladas que realizan actividades
económicas en el Distrito Capital de Bogotá.
2. Sujeto activo: el Distrito Capital de Bogotá tiene la facultad de exigir el pago del impuesto y el
cumplimiento de las obligaciones inherentes este.
3. Hecho generador: ejercicio o realización directa o indirecta de una actividad comercial, de
servicios o industrial en la jurisdicción del Distrito Capital de Bogotá.
4. Base gravable: valor sobre el cual se calcula el impuesto, es decir, los ingresos netos obtenidos
durante el periodo gravable. II. El impuesto de industria y comercio (ICA) 8
5. Tarifa: porcentaje que debe aplicarse a la base gravable, para calcular el impuesto.
Régimen simplificado: Para personas naturales, el cual se ajusta de acuerdo a unos topes
de ingresos, patrimonio, entre otros valores del año inmediatamente anterior. Puede consultar
más en: Responsables del régimen simplificado.
Régimen común: Aplica para personas naturales que no cumplen con los requisitos del
régimen simplificado y todas las personas jurídicas sin ningún tipo de excepción.
¿TODOS LOS MUNICIPIOS COBRAN EL MISMO IMPUESTO POR UNA ACTIVIDAD SIMILAR?
No. Los Municipios se acogen a un rango determinado, y dentro de éste aplican la tarifa
determinada en milajes (1000) para las actividades industriales, comerciales y de servicios
De acuerdo a lo ocurrido en cada periodo gravable, se tendrán en cuenta los ingresos netos del
contribuyente que hayan sido obtenidos durante ese espacio de tiempo.
Recuerda que para el cálculo de esos ingresos se va a tener en cuenta la totalidad de los ingresos
ordinarios y extraordinarios percibidos dentro del municipio, a esto se le resta las actividades exentas
y no sujetas, además de descuentos, rebajas, exportaciones y venta de activos fijos, por último se
debe aplicar la tarifa correspondiente a la actividad desarrollada y el valor que arroje la operación
será el saldo a pagar.
MARCO LEGAL
2.1. Ley 14 del 6 de julio de 1.983, “Por la cual se fortalecen los fiscos de las entidades territoriales
y se dictan otras disposiciones”.
En el capítulo II, artículos 32 a 40, determina las bases generales de regulación del gravamen
municipal de industria y comercio. En estas normas se señala que el hecho generador del tributo es
la realización o el ejercicio de actividades comerciales, industriales o de servicios en el territorio de la
jurisdicción municipal; el sujeto activo es el respectivo municipio; el sujeto pasivo las personas
naturales, jurídicas o sociedades de hecho que ejerzan directa o indirectamente las actividades
objeto del gravamen y la base gravable impositiva está constituida por los ingresos brutos, obtenidos
por las personas o las sociedades de hecho, reconocidas como sujetos pasivos.
El mismo Estatuto define las actividades que constituyen “hechos gravables” y que están vinculadas
al sujeto que las realiza. Así, el artículo 34 considera actividades industriales las dedicadas a la
producción, extracción, fabricación, confección, preparación, transformación, reparación,
manufactura y ensamblaje de cualquier clase de materiales o bienes. El artículo 35 califica como
comerciales las destinadas al expendio, compraventa o distribución de bienes o mercancías, siempre
y cuando no estén consideradas por el Código de Comercio o por la misma ley 14 de 1.983 como
actividades industriales (art. 34) o de servicios (art. 36 ib.). Y el artículo 36 señala como actividades
de servicios, “las dedicadas a satisfacer necesidades de la comunidad”, mediante cualquiera de las
que de manera enunciativa ejemplifica la norma.
“El impuesto de industria y comercio recaerá, en cuanto a materia imponible, sobre todas las
actividades comerciales, industriales y de servicio que se ejerzan o realicen en las respectivas
jurisdicciones municipales, directa o indirectamente, por personas naturales, jurídicas o por
sociedades de hecho, ya sea que se cumplan en forma permanente u ocasional, en inmuebles
determinados, con establecimientos de comercio o sin ellos”.
Los artículos 197, 198 y 199 definen las actividades industriales, comerciales y las de servicios, en
los mismos términos de la ley 14 de 1.983.
“El impuesto de avisos y tableros, autorizado por la ley 97 de 1.913 y la ley 84 de 1.915 se liquidará y
cobrará a todas las actividades comerciales, industriales y de servicios como complemento del
impuesto de industria y comercio, con una tarifa de un quince por ciento (15%) sobre el valor de éste,
fijada por los Concejos Municipales”.
La causación de este gravamen no es automática, pues se origina en el hecho de ocupar el espacio
público con avisos publicitarios, como lo ha expuesto la jurisprudencia de la Sección Cuarta de esta
Corporación: “El mencionado impuesto se causa siempre y cuando el contribuyente tenga avisos o
tableros colocados bien sea en espacios o lugares públicos del respectivo municipio o que estando
en las instalaciones internas de la empresa sean visibles desde el espacio exterior”. (Rad. 8037. 21
de marzo de 1997).
2.3. El Estatuto orgánico de Santafé de Bogotá, decreto 1421 de 1.993, expedido por el gobierno
nacional en ejercicio de las facultades previstas en el artículo 41 transitorio de la Carta Política, y con
fundamento en las previsiones del artículo 322, introdujo modificaciones al impuesto de industria y
comercio.
La Sección Cuarta del Consejo en sentencia del 13 de agosto de 1999, consideró que “en materia
del impuesto de industria y comercio del Distrito Capital se aplican, en primer lugar, las disposiciones
especiales del decreto 1421 de 1.993, y en lo que no pugnen con ellas, las previsiones de la ley 14
de 1.983 y normas concordantes”. (Exp. 9306).
En relación con las actividades de servicios, generadoras del impuesto de industria y comercio, el
decreto 1421 las definió en los siguientes términos:
“Artículo 154. Industria y comercio. A partir del año de 1.994 se introducen las siguientes
modificaciones al impuesto de industria y comercio en el Distrito Capital:
(…)
4ª. Se consideran actividades de servicio todas las tareas, labores o trabajos ejecutados por persona
natural o jurídica o por sociedad de hecho, sin que medie relación laboral con quien los contrata, que
genere contraprestación en dinero o en especie y que se concreten en la obligación de hacer, sin
importar que en ellos predomine el factor material o intelectual”.
Esta norma trae, en consecuencia, una definición más genérica, comprensiva de todas aquellas
obligaciones de hacer, a cargo de personas naturales o jurídicas o sociedades de hecho, sin la
exigencia de relación laboral con el contratante, pero que generen contraprestación en dinero o en
especie.
La misma Sección Cuarta, en sentencia de 9 de junio de 1.995, radicación 5667, decidió sobre
demanda de nulidad contra el numeral 4o. del artículo 154 antes transcrito, y encontró que la
definición de servicios no desconoció los principios de equidad e igualdad de los contribuyentes, ni
los artículos 336 y 363 de la Constitución Nacional.
En cuanto a la naturaleza de las actividades de servicios materia del gravamen, la sentencia dijo: “El
impuesto de industria y comercio según lo dispuesto por los artículos 32 y 39 de la ley 14 de 1.983,
está previsto para la actividad de servicios y aunque éstos sean prestados por entidades públicas
como las empresas estatales, o por sociedades de economía mixta; no se prevé exoneración alguna
aunque todas ellas deben asumir costos y gastos y generalmente no pueden imponer tarifas o
precios distintos a los regulados por disposiciones legales”. (Resalta la Sala).
En apoyo de lo anterior, y en referencia a las actividades sin ánimo de lucro, se hizo mención en el
fallo mencionado a la sentencia de 14 de diciembre de 1.994, expediente 5846, en la que se advirtió
que: “… es evidente que la ley 14 de 1.983, que reguló íntegramente el gravamen, no contempla en
su artículo 39 la prohibición de gravar con el citado impuesto a las sociedades que presten servicios
públicos, por el hecho de ser predominantemente público su capital y también porque la ausencia de
ánimo de lucro resulta irrelevante para efectos del impuesto, como reiteradamente lo ha precisado la
Corporación”. (Resalta la Sala).
Las tareas, labores o trabajos deben ser ejecutados por personas naturales, jurídicas o sociedades
de hecho.
No debe existir relación laboral entre quien ejecuta las labores y quien contrata con aquél la
realización de las mismas.
Genera una obligación de dar a cargo de quien contrata la realización de los trabajos, como es la de
retribuir en dinero o en especie la prestación del servicio”.
En la misma providencia se precisó que:
“Desde el ángulo que empleó el legislador especial para definir las actividades de servicio
generadoras del impuesto de industria y comercio, resulta en principio indiferente que con las
mismas se persiga un lucro o se preste un servicio público”. (Resalta la Sala).
Decreto 423 del 26 de junio de 1996. Por medio de este decreto el Alcalde Mayor de Santafé de
Bogotá compiló las normas sustanciales vigentes de los tributos distritales.
El artículo 24 reitera el origen legal del impuesto de industria y comercio y determina el hecho
generador del gravamen en la jurisdicción del distrito capital; los artículos 26, 27 y 28 definen las
actividades industriales, comerciales y de servicios que genera la obligación impositiva, todo sin que
se encuentre variación o contradicción con las normas respectivas anteriormente señaladas.
Se entiende que el ejercicio de estas actividades, por tener la connotación de mercantiles, debe serlo
por quien ostente la calidad de comerciante, así lo haga o no en forma permanente. Y la condición
de comerciante se da, precisamente, por ocuparse profesionalmente de algunas de las actividades
que la ley considere mercantiles (art. 10 C. de Co.).
En providencia del 22 de marzo de 1996, expediente 7444, la Sección Cuarta precisó lo siguiente en
relación con las actividades mercantiles:
“…la ley grava la actividad mercantil, esto es la ejercida de manera habitual por quien tiene la calidad
de comerciante sea que lo haga en forma permanente o no… son comerciantes según lo define el
artículo 10 del Código de Comercio: “Las personas que profesionalmente se ocupan de algunas de
las actividades que la ley considere mercantiles”. Y son mercantiles, aquellas actividades que se
hallan contempladas en el artículo 20 del mismo Código de Comercio, concepción que ratifica el
artículo 21 ibídem, que considera como tales todos los actos de los comerciantes relacionados con
actividades o empresas de comercio, y los ejecutados por cualquier persona para asegurar el
cumplimiento de obligaciones comerciales”.