Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Publicidad en El Punto de Venta2 PDF
Publicidad en El Punto de Venta2 PDF
La PLV se concreta mediante acciones que se pueden clasificar en dos grandes grupos:
• La disposición del punto de venta.
• La animación en el punto de venta.
Hay que tener en cuenta que estos datos son datos tipo que orientan la distribución del
espacio en un punto de venta, pero en ningún momento se deben tomar como datos
obligatorios, ya que cada minorista tiene su propia política de publicidad en el punto de venta
en la que se incluye la distribución del espacio, que además puede estar condicionada por la
forma de la superficie del local comercial donde se ubica el establecimiento.
Actividad Resuelta .
SOLUCION:
SECCION METROS CUADRADOS % SOBRE EL TOTAL
Almacén 308 28
Oficina y otros servicios 38,5 3,5
Pasillos 352 32
Zonas de espera 27,5 2,5
Alimentación y Bebidas 220 20
Productos frescos 66 6
Bazar 38,5 3,5
Textil 0 0
Droguería 48,5 4,5
TOTALES 1.100 100
Una vez determinada la superficie que debe ocupar cada sección, ha llegado el
momento de situar las secciones, de forma que ofrezcan la mejor imagen y la mayor
comodidad.
Para determinar la situación de las secciones existen una serie de criterios, generalmente
admitidos de actuación, que son los siguientes:
• Siendo coherentes en el orden. Las secciones deben situarse siguiendo el orden,
lógico de compra, de forma que el cliente no tenga que andar para delante y para
atrás permanentemente y pueda andar siempre hacia delante.
• Aprovechamiento de los productos con mayor demanda. También llamados centros
de atracción, deben situarse de forma que "obliguen" al cliente a recorrer la
mayor parle posible del establecimiento, por tanto, deben colocarse lejos unos de
los otros, siempre respetando la coherencia en el orden.
• Teniendo en cuenta el tipo de producto según la forma de compra. Los productos
de compra impulsiva y de compra espontánea deben situarse en zonas de
espera como las cajas de salida, o al lado de las zonas de espera de las secciones
donde los productos se despachan y no son en autoservicio (secciones de
productos frescos: pescadería, etc.). Los productos de compra programada en un
lugar en que estén cerca unos de otros.
• Fijándose en la complementariedad de los productos para situarlos sucesivamente.
• Dependiendo de las características físicas de los productos, los productos de
gran volumen y peso se sitúan cerca del almacén para ahorrar esfuerzos, los productos
frágiles en zonas donde haya menos posibilidad de roturas, los productos
incómodos para transportar por los clientes se sitúan al final del recorrido
para no hacerles cargar con ellos, etc.
• Valorando su conservación. Los productos congelados y los que precisan
refrigeración
para ser conservados deben colocarse en mobiliario específico de frío,
por lo que su situación dependerá de la posibilidad de ubicar las cámaras de frío.
• En función de la manipulación, hay productos, por ejemplo, de carnicería o
pescadería,
que precisan tener una sala de preparación del producto que es conveniente
que esté a la vista del cliente, por lo que estas secciones deben situarse en
zonas del establecimiento que faciliten esa función de preparación.
La aplicación de estos criterios es una aplicación libre que cada minorista realiza
cuando diseña su establecimiento, y debe tener en cuenta, además, una serie de normas
de seguridad e higiene, que se verán más adelante, que condicionan bastante la
distribución del espacio.
ACTIVIDAD RESUELTA .
Salida I Limpieza
M Fruta
P
U
L
S Bebidas Refrigerados y
Entrad O Pescado
a Congelados
SOLUCION .
• Las secciones siguen el orden lógico de compra, la alimentación en la
zona central y desde ella se accede con facilidad al resto que tiene todos
los productos frescos seguidos, para no necesitar volver atrás.
• Los productos de alimentación, que son los más demandados en un supermercado,
están en la zona central, y el pan que puede tener precio gancho,
está al final para que el cliente recorra toda la tienda.
• Los productos de compra por impulso están situados en las cajas de salida.
• Los productos de mayor volumen, tambores de detergente, papel higiénico,
etc. están al final del recorrido.
• Los productos congelados y refrigerados están en la misma zona, hay que
tener en cuenta que algunos de esos productos pueden ser de compra por
impulso o de compra espontánea (helados, pizzas...), y están situados en
la zona de espera de la pescadería.
• La pescadería y la carnicería están situadas al final donde pueden tener
salas de preparación de alimentos, sin necesidad que estén de cara al
público.
1.2.2. LA CIRCULACION.
Para acceder a las secciones es preciso que los clientes circulen por el establecimiento,
en esa circulación está una de las herramientas más útiles de la publicidad en
el punto de venta, ya que en función de los espacios que se hayan de recorrer y la
velocidad con la que se recorran, el cliente realizará compras más o menos voluminosas.
Para orientar y tratar de determinar la circulación de los clientes en el establecimiento
hay que trabajar sobre tres dimensiones:
• Itinerario.
• Velocidad de circulación.
• Tiempo de permanencia.
A.- ITINERARIO.
Se define el itinerario como el camino que recorre el cliente desde que entra en el
establecimiento hasta que sale de él.
Para condicionar el itinerario que han de seguir los clientes hay que combinar los
siguientes factores:
• Puertas de entrada y salida.
• Situación de las cajas de salida.
• Situación del mobiliario, en función de la distribución del espacio.
• Ubicación de los productos.
• Elementos informativos y orientadores (balizaje).
Las cajas de salida se colocan siempre al lado contrario de la entrada, es decir, la tendencia
normal es colocarlas a la izquierda. En el caso de que la entrada se sitúe en el centro, las
cajas de salida se colocan a ambos lados de la entrada ya que, en principio, no se pretende
dar ninguna orientación a la salida.
Es preciso tener en cuenta que los clientes salen normalmente con un carrito de la
compra, la ubicación de la caja de salida debe propinar que lo dejen en un lugar adecuado
para ello.
• Coherencia con los productos. El mobiliario debe ser adecuado a los productos
que contendrá respetando sus peculiaridades y su imagen.
• Adaptabilidad. Debe poder adaptarse a situaciones diferentes (cambios en la
presentación de los productos: chimenea...) por tanto, suele ser modular.
• Proporcionalidad al espacio. El mobiliario debe ser el suficiente pero el justo. Los
establecimientos con poco mobiliario dan sensación de escasez general y llevan a
la austeridad. Los establecimientos con demasiado mobiliario dan sensación de
almacén y de descuido. Algunos tipos de comercio como los autoservicios descuento
promueven esta última imagen ya que también da sensación de barato.
LIBRE
Se coloca el mobiliario de forma creativa v
personal sin intentar orientar el itinerario del
cliente, dando más importancia a la estética
que a otra cosa.
Esta disposición es indicada para comercios
especialistas, atendidos por un dependiente
(asesor).
Su mayor ventaja es que asocian la compra
al placer y al ocio, y su mayor inconveniente
es el coste del mobiliario que al no ser
estándar es más caro,
EN PARRILLA
ABIERTA CERRADA
B. VELOCIDAD DE CIRCULACION
Es conveniente que no sea muy rápida como para que pasen por los pasillos a una
velocidad que no permita observar los productos colocados en los estantes.
Es preciso ralentizar la velocidad, para ello se utiliza los carritos que se van hacia el lado
izquierdo, que tiene el doble efecto de hacer mirar hacia la izquierda, tendencia no natural de
los diestros, para que observen los productos de ese lado.
Otras maneras de ralentizar son:
Las dimensiones que se les dé a los pasillos de los establecimientos, deben conjugar de
forma armoniosa las siguientes cuestiones:
• Fácil acceso a las distintas secciones
• Comodidad en el tránsito de los clientes
• Posibilidad de percibir con facilidad todos los productos que hay en las góndolas
• No permitir una velocidad de circulación muy rápida.
Si se analizan las cuatro cuestiones, se verá que las dos primeras aconsejan pasillos anchos
y largos y las dos últimas pasillos cortos y estrechos. Por tanto, hay que buscar un equilibrio
tanto en la longitud como en la anchura.
Podrás comprobar que en algunos Hipermercados los pasillos son de 3 metros o más, es
debido a que, en establecimientos grandes con pasillos largos, menos de 2,80 dan
sensación de pasillos angostos.
Como es lógico, las dimensiones d ellos pasillos dependen de la superficie y forma del local
comercial y, del tipo de disposición del mobiliario.
Cuellos de botella.
Se denomina cuellos de botella a los lugares donde los clientes se agrupan de forma
involuntaria.
Los cuellos de botella más importantes se suelen producir al final de los pasillos sin salida,
de pasillos secundarios que se cruzan entre sí, en los pasillos donde se sitúan las secciones
de productos frescos que precisan dependiente y en las cajas de salida entre otros.
Algunos autores mantienen que los cuellos de botella son una demostración palpable de la
mala gestión del establecimiento, y que deben evitarse en la medida de lo posible, ya que
ralentizan en demasía la velocidad de circulación e irritan a ciertos clientes. Sin embargo,
otros autores mantienen la idea de que algunos cuellos de botella son oportunidades para
colocar exhibidores de productos de compra por impulso o de compra espontánea, por tanto,
su propuesta es gestionar los cuellos de botella, pero no evitarlos.
Obstáculos
Esta última idea de gestionar los cuellos de botella es la que sustenta la conveniencia de
colocar obstáculos de forma puntual y provisional para dinamizar alguna zona del
establecimiento o promover la venta de algunos productos concretos, los elementos que
más se utilizan como obstáculo son:
• Expositores de degustación de productos: Estrecha el pasillo y busca que el cliente se
pare a degustar o probar el producto.
• Adornos varios: columnas, objetos o una decoración especial para promocionar un
producto específico.
• Islas: con productos estilo revoltillo.
Tiempo de permanencia
Los establecimientos de ventas se dividen en dos tipos de zonas. Zonas frías y zonas
calientes.
Las zonas frías son aquellas que el cliente no recorre de forma natural, salvo que se le
atraiga o haga circular por ellas. Por tanto, sólo estarán incluidos en el itinerario de compra
en caso de que se fuerce la situación “calentando” las zonas frías. El calentamiento de las
zonas frías se puede realizar de tres formas básicas: situando en su proximidad productos
de gran rotación, disponiendo el mobiliario, de forma que el paso por ellas sea obligado, o
animándolas con las técnicas que se verán más adelante.
Son zonas calientes las que tienen mucha influencia de público debido a situaciones, a los
mobiliarios, a los productos que allí se venden o a los cuellos de botella.