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Relatoría sobre los textos “La atención: una compleja función cerebral.

Revista de neurología” y

“The attention system of the human brain”.

Karina López Hernández

Profesora: Yaira Arias Ramírez

Procesos mentales I

Universidad de San Buenaventura

Facultad de psicología

Maestría en Neuropsicología

Medellín, Colombia

2019
Introducción

La siguiente relatoría se realiza con el fin de generar integración de los textos “La

atención: una compleja función cerebral” y “The attention system of the human brain”, los cuales

permiten realizar una comprensión de los hechos más relevantes, junto con las estructuras

neuroanatómicas principales, manifestaciones clínicas, propuestas de funcionamiento

neurocognitivo, diferentes definiciones que existen sobre el tema, además se realizará una

exploración de algunos tipos de imágenes cerebrales y su importancia como ayuda diagnóstica

en la evaluación de la atención.

Este trabajo favorece la adquisición de diversos conocimientos sobre un tema, en este

caso sobre la atención, además permite generar asociaciones entre varios textos y ayuda a

conocer la literatura existente sobre el tema, cumpliendo el propósito de lograr nuevas destrezas

y dominios sobre el tema por medio de la articulación y contrastación de los documentos.


Relatoría

La atención ha tenido diferentes posturas respecto a su importancia, anteriormente se

consideraba como una capacidad vaga, sin vida (Estévez-González, García-Sánchez & Junqué,

1997) y ha sido uno de los últimos procesos complejos cerebrales en adquirir la categoría de

“función cerebral superior” (Posner & Petersen,1990), es por esto que desde el punto de vista de

las neurociencias se ha impedido su estudio, no obstante, la neuropsicología de los procesos

atencionales se empezó a consolidar a partir de los años 60 debido a varios hechos como; la

influencia que tuvo Luria con sus planteamientos y el interés por las funciones ejecutivas,

además del desarrollo de la neuropsicología y el estudio de las funciones mentales superiores y

los grandes avances en neuroimagen funcional que permitieron profundizar en el estudio de los

procesos cognitivos en personas sanas (Portellano, 2005).

Posner y Petersen (1990) citado por (Estévez-González et al, 1997) explican que la

atención presenta tres sistemas neurofuncionales, los cuales son el nivel alerta o arousal, el

sistema de orientación y localización de los estímulos y el tercero es el sistema atencional

anterior, esta propuesta es importante ya que cada uno se los sistemas se relaciona con un área

específica, una patología atencional y la integración de la atención dividida, sostenida y

selectiva, lo cual para la época fue un gran avance y actualmente es una propuesta utilizada en

investigaciones y artículos (Estévez-González et al, 1997). Actualmente, la atención ha sido

descrita en diversos artículos y posee muchas definiciones, es por esto que la definiré como la

capacidad de poseer dirección y selectividad ante los estímulos que se presentan, inhibiendo a los

menos importantes y procesando los que son necesarios y de interés para el sujeto (Luria, 1977).

El dicho común de “prestar atención” permite preparar a nivel cerebral y se manifiesta como un
esfuerzo neurocognitivo que precede a la percepción, a la intención y a la acción (Estévez-

González et al, 1997), esto muestra como la atención va ligada a otros procesos cognitivos, ya

que sin atención nuestra percepción, memoria y aprendizaje pueden no tener lugar o se

empobrecen (Estévez-González et al, 1997), este es un aspecto del cual hablan ambos textos y en

el que se podría profundizar y realizar más investigaciones, puesto que la atención puede influir

en las operaciones de otros sistemas cognitivos, un ejemplo de esto es como influye la memoria

en el proceso atencional; cuando se pide prestar atención a unas imágenes donde hay estímulos

familiares, las personas enfocan más su atención en aquellos que han conocido y almacenado o

se encuentran asociados a experiencias previas (Posner & Petersen,1990), esto pasa con los

demás dominios cognitivos, los cuales trabajan juntos a la hora de procesar la información.

Ambos textos refieren que el proceso atencional es tan complejo que no es posible decir

que una única estructura es la encargada de realizarlo o que se puede explorar con un único test o

prueba (Estévez-González et al, 1997), sino que este proceso está conformado por una red de

estructuras neuroanatomicas y cada una de ellas desempeñan un papel tanto en la atención como

pueden estar involucradas desempeñando otras funciones en dominios diferentes al mencionado,

es por esto que cuando un paciente se lesiona un área, es difícil describir un solo síntoma o

déficit y por el contrario se encuentran diferentes manifestaciones clínicas, un ejemplo es el caso

del giro cingulado, el cual se activa durante el procesamiento semántico de las palabras y

también cumple tareas en el sistema de atención posterior, es por esto que se puede hablar de la

existencia de una interacción especifica entre estos dos dominios o de la influencia de un

dominio y cómo puede generar una afectación en otro; esta relación surge debido a que hay un

área que está involucrada tanto en aspectos del lenguaje como en el proceso atencional (Posner

& Petersen,1990). Esta red atencional es tan compleja, que está integrada por componentes
perceptivos, motores y límbicos o motivacionales y se han identificado que el sistema reticular

activador, tálamo, sistema límbico, ganglios basales, córtex parietal posterior y córtex pre frontal

(Estévez-González et al, 1997), serían las estructuras encargadas del funcionamiento del dominio

y son muy similares al modelo de Mesulam (1985) citado por (Posner & Petersen, 1990) sobre la

organización estructural de la atención. Esta amplia distribución ha generado diferentes

problemas y controversias, un ejemplo de esto es que no se ha encontrado un locus anatómico

patológico en sujetos con trastorno evolutivo de atención debido a esa gran distribución

anatómica (Estévez-González et al, 1997), (Luria, 1977).

Los seres humanos pueden presentar diferencias hemisféricas no solo para la atención,

sino para otros dominios cognitivos, se debe tener en cuenta que estas diferencias están

ampliamente influenciadas por el desarrollo de la alfabetización, nivel educativo y formación

académica, en el caso de la atención se puede observar que hay diferencias entre el hemisferios

derecho y el izquierdo, el primero se encarga principalmente de prestar atención a los aspectos

globales y el izquierdo se encarga de los aspectos locales , es decir el detalle, aquí podemos

evidenciar que los dos generan cambios en la atención (Posner & Petersen,1990) pero tienen

diferentes funciones y estas son especializadas. (Heilman, 1986) citado por (Estévez-González et

al, 1997), refiere que el hemisferio derecho tiene un papel dominante sobre la atención, puesto

que tiene un control bilateral, es decir que a parte de regular su propia activación, puede activar

el hemisferio izquierdo, además es el encargado de regular el sistema de “arousal” y mantiene el

estado de alerta, por el contrario, el hemisferio izquierdo ejerce un control unilateral y

contralateral, aquí se evidencia como una lesión en hemisferio derecho puede involucrar a los

dos hemisferios y ser grave, en un estudio con pacientes en lesiones derechas, manifestaron

dificultad para alertarse ante diferentes estímulos (Posner & Petersen,1990), una explicación para
esto es que el derecho presenta vías noradrenérgicas y conexiones con el estriado, esto permite

que el hemisferio derecho este mejor capacitado para regular la atención selectiva y focalizada

(Estévez-González et al, 1997). Estudios realizados en el campo de la atención, indican que

muchos trastornos de la cognición de nivel superior se deben a déficit de atención, como

negligencia, esquizofrenia y TDAH, algunas de estas patologías se caracterizan por tener

síntomas de distractiblidad, impersistencia en las tareas, confusión, bajos niveles de alerta, entre

otros, los cuales podrían llevar al paciente a un déficit en el procesamiento de la información del

entorno social e interpersonal impactando en su cotidianidad y funcionalidad (Posner &

Petersen,1990), lo anterior demuestra la necesidad de realizar procesos de rehabilitación ya que

estos permiten mejorar los procesos cognitivos y por ende mejora la calidad de vida.

Una de las áreas en las que se puede apoyar un neuropsicólogo es la imagenologia,

debido a que estudios de PET y SPECT han podido realizar una localización esquemática de las

zonas principalmente activadas en tareas de atención selectiva visual a color, forma y

movimiento-velocidad (Estévez-González et al, 1997), además permite identificar la dominancia

para cada tarea, es por esto, que el clínico debe tener conocimiento básicos en esto, para poder

realizar un diagnóstico claro y apoyado en diferentes ayudas diagnósticas.

Anteriormente se mencionó que la evaluación de la atención no se debería realizar

mediante la ejecución de una sola prueba, sino que requiere de un conjunto de actividades, entre

estas se encuentran el test de ejecución continua, el cual es una prueba de vigilancia o atención

sostenida, activa bilateralmente el córtex frontal medial, es decir el cingulado, asimismo, el test

de las torres de Londres, es una prueba de aprendizaje procedimental y puede favorecer el

estudio de la atención (Estévez-González et al, 1997) además, una de las pruebas que

comúnmente se utilizan para evaluar el funcionamiento ejecutivo, pero también evalúa ciertos
aspectos de la atención es el test de clasificación-categorización de Wisconsin (WCST) ya que se

produce una mayor activación sobre la corteza dorso lateral pre frontal, la cual se encarga de

evaluar distractibilidad, el trastorno de la vigilancia y concentración (Posner & Petersen,1990).

Existen muchas pruebas y baterías que evalúan la atención y las mencionadas previamente son

una muestra de ello, sin embargo, hay otras pruebas que no se utilizan comúnmente para la

evaluación de este dominio, como el caso del WCSR y por eso se debe tener un concepto claro

sobre la prueba y las distintas habilidades que puede evaluar.

Para concluir, la atención es una compleja función cerebral, la cual se encuentra integrada

por diversas áreas anatómicas que cumplen diferentes funciones y trabajan en conjunto, además,

la atención tiene varios sistemas neurofuncionales que poseen diferentes funciones y se

encuentran entrelazados (Estévez-González et al, 1997), esto indica que la red no es un proceso

cognitivo “menor” y de baja importancia, sino que precede al sistema sensorial (Estévez-

González et al, 1997) y es de vital importancia para los demás dominios cognitivos. Los textos

plantean que debido a las nuevos modelos y descubrimientos se puede considerar la existencia de

un tercer sistema neurofisiológico, el “sistema atencional”, de igual categoría que los dos

sistemas cerebrales, el motor y el sensorial, considerados como integrantes esenciales del sistema

nervioso (Estévez-González et al, 1997). Considero que el desarrollo de la atención ha tenido

grandes picos, los cuales han permitido realizar una descripción detallada del dominio, sin

embargo, se debe apostar por una integración de la definición y sus tipos debido a que existen

múltiples y esto facilitaría la realización de evaluaciones neuropsicológicas más homogéneas, y

ayudaría a que los profesionales de la salud se encuentren más familiarizados con los conceptos.
Referencia.

Estévez-González, A., García-Sánchez, C., & Junqué, C. (1997). La atención: una

compleja función cerebral. Revista de neurología, 25(148), 1989-1997.

Luria, A.R. (1977). El cerebro en acción. Barcelona: Fontanella. Capítulo X.

Portellano, J (2005). Introducción a la Neuropsicología. Madrid. Mc Graw Hill. Capítulo

5: Neuropsicología de la Atención

Posner M. L. & Petersen S. E. (1990). The attention system of the human brain. Annu.

Rev. Neurosci. 13:25-42

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