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SINTESIS EL BARRIL AMONTILLADO

En la Lectura del Barril Amontillado, del autor Edgar Allen Poe, nos narra el
asesinato que comete un hombre llamado Montresor que se encuentra en una
ciudad italiana. Montresor quería vengarse de Fortunato, un hombre que lo había
insultado y se había burlado de él en varias ocasiones. Montresor no podía
soportar otro insulto más y había decidido vengarse de una vez, a pesar de su
decisión y de ser una persona que lo que se proponía lo lograba, no le dio motivo
de sospecha a Fortunado de la buena voluntad que tenía hacia él. Continuo como
de costumbre sonriendo en presencia de él. Fortunato no podía advertir que su
actuar tenía como origen arrebatarle la vida.
Montresor sabia del punto débil de Fortunado, ya que él era un entendido en vino
y tenía talento como catador, era sincero en lo que a vino se refiere.

El asesinato fue planeado durante mucho tiempo por Montresor y es realizado en


el carnaval, Fortunato iba vestido de payaso cuando se encuentra con Montresor,
y él le dice que si lo ayuda a saber si un barril de amontillado que están por
venderle es real. Montresor lleva engañado a Fortunato a unas catacumbas que
no eran actas para añejar vinos, donde vieron el escudo de armas y el lema de la
familia de Montresor “nemo me impune lacessit” (nadie me hiere impunemente),
allí lo embriaga y dada a la humedad de las catacumbas la salud de Fortunato que
al parecer tenía una tos empeora cada vez más.

Fortunato sin sospechar, sigue avanzando por la cripta con Montresor siempre
sonriendo, sin imaginar de la venganza de su “amigo”, mientras preguntaba por el
Barril amontillado. Mientras caminaban Montresor le muestra a Fortunato un
palustre de albañilería, lo que es un símbolo de pertenencia a la masonería, lo que
da a entender el triste final de Fortunato.

Cuando al final de las catacumbas Fortunato es encadenado, da un gemido,


dándose cuenta de lo que le esperaba, ya en momentos antes daba carcajadas y
creía que era una broma.

Montresor termina encerrando vivo a Fortunato encadenado en una bobeda


donde permaneció así mediante medio siglo, manteniendo la maldición de su
familia de vengar con la muerte todas las ofensas que le hacen sus enemigos,
deja un letrero que decía In pace requiescat
“DESCANSA EN PAZ”

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