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El poder del dinero, el amor (o el sexo) y el misterio.

1) Vencer al monstruo

Este sería el esquema que encontramos en Tiburón o James Bond, por ejemplo. También en la
leyenda de Sant Jordi, Caperucita Roja o Hansel y Gretel.

2) De pobres a ricos

Cenicienta, Aladin o El patito feo podrían encajar en este grupo, así como la novela David
Copperfield de Dickens.

3) La búsqueda

El señor de los anillos y La Odisea serían dos ejemplos paradigmáticos de este tipo de
argumento, en el que el protagonista se lanza a una aventura llena de peligros para alcanzar un
premio de incalculable valor.

4) Viaje y retorno

Similar al de la búsqueda, este tipo de estructura incluye como rasgo diferenciador una vuelta a
la seguridad del hogar. En esta categoría tienen cabida títulos como Peter Pan o El mago de Oz.

5) Comedia

Según Booker, todas las comedias, desde las que escribió Aristófanes hasta Cuatro bodas y un
funeral, pasando por Shakespeare y Jane Austen, repiten un mismo patrón: una verdad
redentora que ha de salir a la luz.

6) Tragedia

La línea argumental trágica comienza con un héroe que se ve tentado a actuar de algún modo
prohibido. Aunque disfruta brevemente de ello, pronto será violentamente destruido.
Exponentes paradigmáticos de esta clase serían el mito de Ícaro, la leyenda de Fausto, El
extraño caso de Dr Jekyll y Mr Hyde o Lolita.

7) Renacimiento

El séptimo argumento contemplado en la clasificación de Booker es el del renacimiento, en el


que un poder oscuro apresa al héroe o la heroína, que queda en un estado de muerte en vida. Al
final, no obstante, todo acaba bien. Cabrían aquí historias como las de Blancanieves o La bella
durmiente, pero también Crimen y castigo o Cuento de Navidad.

8) Amor imposible
Chico conoce chica y ambos se enamoran perdidamente el uno del otro. Sus familias están
enfrentadas, por lo que su amor es imposible, Finalmente, al no poder satisfacer su amor,
ambos se suicidan.

1. Argumentos basados en valores

Son argumentos que se fundamentan en resaltar los valores éticos que tiene una opción, sean
buenos o malos. Este tipo de argumento es útil si el tema del que se está hablando es
fundamentalmente filosófico y moral, es decir, si se habla acerca de lo que debe hacerse y qué
acciones deben ser priorizadas.

Sin embargo, no sirven para describir la realidad objetiva, y en caso de ser utilizados para esto se
puede caer en un tipo de falacia lógica llamado argumento ad consecuentiam.

2. Argumentos basados en descripciones

Una descripción general es una manera de reunir varios argumentos en uno para defender una
idea. Por ejemplo, para argumentar a favor de la posición de que las aves son dinosaurios, se
puede hablar sobre las plumas encontradas en muchos fósiles de terópodos, acerca de las
semejanzas anatómicas que muchos de ellos tenían con los pájaros actuales, etc.

3. Argumentos basados en datos

Son una clase de argumentos basados en porciones de información muy concretas y específicas,
normalmente extraídas de investigaciones científicas o de bases de datos. Sirven para reforzar
argumentos, ofreciéndoles apoyo empírico.

4. Argumentos basados en la autoridad

En este tipo de argumento se señala la posición que defiende una autoridad en el tema
señalando que tiene más valor que otras. En muchos casos, puede derivar en una falacia lógica:
a fin de cuentas, el hecho de que una idea sea defendida por un especialista no hace que sea
verdadera.

Sin embargo, resulta un argumento consistente cuando lo que se trata de contrarrestar una
falacia de autoridad. Por ejemplo, si alguien defiende la idea de que la Tierra es plana porque lo
ha dicho un vecino que lee mucho, se puede replicar que los verdaderos especialistas sobre el
tema defienden que es más bien esférica, implicando esto que es necesario aportar muchas
pruebas para refutar esta idea ya que ambas posiciones no se encuentran en igualdad de
condiciones.

5. Argumentos basados en definiciones

Estos tipos de argumentos no se basan en el funcionamiento del mundo, sino en el uso que se
hace de los conceptos y las definiciones. Sin embargo, en muchas ocasiones estos argumentos
no resultan eficaces, porque el significado de las palabras puede cambiar dependiendo del
momento y el contexto en el que hayan sido utilizadas.

6. Argumentos basados en experimentos

En este caso, el argumento se apoya en una experiencia realizada en el mismo lugar en el que se
dialoga y que sirve para apoyar la idea defendida por uno mismo. Además, es muy útil para
convencer, ya que incluye una parte "espectacular" que queda expresada más allá de las
palabras, es decir, en hechos.

7. Argumentos basados en experimentos mentales

Este tipo de argumento es una mezcla entre los dos anteriores, ya que se apoya en una
experiencia en la que ha de participar el interlocutor pero no se realiza en el mundo real. Se
trata de imaginar una situación que va progresando hasta un punto en el que la única conclusión
razonable es que se cumpla la idea que defendemos. Por ejemplo, si alguien dice que jamás
podría ser amigo de un extranjero, es relativamente fácil hacerle ver lo contrario a través de
este tipo de argumentación.

Tipos de argumentos según el modo en el que se usan

Si antes hemos clasificado los tipos de argumentos según su contenido, ahora veremos de qué
manera pueden ser utilizados para mostrar relaciones entre ideas

8. Indicación de la falacia

Son tipos de argumentos en los que se señala por qué el razonamiento que ha usado alguien no
es válido, al fundamentarse en una falacia. Es decir, se analiza el discurso del otro y se resaltan
las partes que en sí mismas resulten infundadas y engañosas.

9. Argumentos de comparación

En esta clase de argumentos se comparan dos ideas entre sí, para mostrar de qué manera una
de ellas es mejor que la otra. Son eficaces para ofrecer valoraciones globales sobra líneas
argumentales.

10. Argumentos de interpelación

En estos argumentos se realizan una serie de preguntas al interlocutor para demostrar en


tiempo real hasta qué punto está equivocado en un tema. Es un ejercicio que recuerda al
diálogo socrático, ya que llevan al oponente a caer en una trampa que está´dentro de su propio
discurso, entrando en contradicciones.

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